No podemos permitir que se trate de amenaza lo que es justicia social. Eso es inconcebible en una democracia, salvo que planteemos los valores democráticos en las armas de destrucción masiva que nunca hubo en Irak. Nuestro sistema de libertades no está en peligro porque, a priori, el Gobierno de Pedro Sánchez representará la justicia social, la democracia constitucional orientada al pueblo, el reconocimiento de una España federal asimétrica. España no está en peligro porque desde la legitimidad se haya producido un cambio de gobierno, como no lo estará si el pueblo español decide, de una vez en libertad y sin imposiciones, si quiere un modelo de Estado monárquico o republicano.

Aquellos que quieren salvar la «patria», los diabólicos y las diabólicas, que se queden en su casa y permitan al pueblo soñar con una España viva, una España donde la justicia social, la igualdad de género, la solidaridad y la ética sean las que presidan nuestra sociedad.

El presidente Pedro Sánchez