En toda fiesta o reunión familiar siempre hay un idiota, principalmente borracho o farlopero, que estropea la alegría de todo el mundo. Así ha pasado con la celebración del hito histórico de la selección femenina de fútbol, la consecución del campeonato mundial. Tras pitar la finalización del encuentro las jugadoras y equipo técnico han dejado fluir las emociones. Lágrimas, abrazos, recuerdos emocionados y alegría, mucha alegría. No podían sospechar que el aguafiestas estaba a punto de hacer su aparición estelar y así poner una mancha en un momento inolvidable.
Si ustedes han visto la película Brujas mágicas, recordarán a Mariano Ozores, haciéndose pasar por monje, intentando consolar a todas las mozas del pueblo. Agarrando por aquí, besando por allá, enharinándose todos en una orgía fílmica. Bien pues ayer Luis Rubiales, presidente de la federación española, parecía Ozores (o cualquier otro actor de esas películas) persiguiendo jugadoras a las que manosear, besar o agarrar. Ha quedado registrado en televisión cómo agarraba la cabeza de Jenni Hermoso y la plantaba un morreo. Pero no ha sido el único beso que ha repartido sin consentimiento.
Hermoso se lo ha tomado a coña aunque se ha preguntado “Y ¿qué puedo hacer?”. Pues mañana mismo poner una denuncia en comisaría que pruebas hay. Es asqueroso que un tipo como Rubiales siga siendo presidente de la federación. Nadie en su sano juicio se lanza a dar morreos, besos y achuchar mujeres con las que no tiene relación de algún tipo. Siendo su jefe es aún más asqueroso. Fíjense que utilleros, equipo deportivo y demás se han abrazado sin besos, ni achuchones, ni toques de nalgas, ni nada por el estilo. Hay ciertos código de honorabilidad que se respetan. Y eso que pasan muchos meses al año juntos, pero no se cruzan ciertas líneas como sí ha hecho Rubiales.
Ahora dirá que su hermana le rompió las piernas o que es de un pueblo costero de Granada, pero nada de eso le exime de los actos tan asquerosos y abusivos que ha estado cometiendo contra las jugadoras de la selección española. En muchos casos, al estar en éxtasis, ni se habrán dado cuenta ellas mismas, pero los televidentes han podido observar a un presidente desatado como si de una vieja película de Ozores se tratara. Al no estar borracho, ni haber ingerido farlopa, lo que se pone de manifiesto es que este tipo es un asqueroso que debe dimitir hoy mismo. El aguafiestas estropeando la fiesta de la selección. Un momento tan bello y aparece un calvo estropeando la fiesta.