No es un problema generado por el actual gobierno, pero va siendo hora de que deje de ser el “Gobierno bonito” y baje a la arena de las personas, de los seres humanos, y ataje con inmediatez el drama que se está viviendo con la migración en el sur de la península. El gesto efectista del Aquarius para parecer más progresista y humano que nadie de los primeros días de gobierno contrasta con la situación que se está viviendo en aguas del Estrecho y, en concreto, con las gentes de Salvamento Marítimo. No se escucha a Pedro Sánchez decir algo sobre el drama humano y laboral, ni a Fernando Grande Marlaska pasearse por los CIEs o los puertos para conocer de primera mano cómo está la situación. El PP hizo poco o nada pero ya no está en el gobierno y no es tiempo de quejas sino de acciones.

Lo que se viene produciendo esta semana en la zona sur con los migrantes, especialmente en Algeciras pero no únicamente, es un auténtico drama humano. Cientos de personas hacinadas y sin los mínimos humanos. Y no es producto del aumento de la migración en sí, sino del desborde y de la irresponsabilidad en las acciones