El temporal ha dejado las costas onubenses destrozadas. Las imágenes son espeluznantes, pero la presidenta de la Junta de Andalucía ha decidido acompañar a M. Rajoy por la zona para que tome conciencia de lo ocurrido. De igual forma, en un apartado, Susana Díaz ha insistido al presidente del Gobierno que debe tomar en consideración el nuevo modelo de financiación autonómica.
Díaz ha reconocido que la cita se produce a petición del Ejecutivo andaluz dado «que nos estamos jugando muchísimo» de cara a la inminente temporada alta turística de Semana Santa. «Quiero que los vecinos sientan que estamos con ellos, que se sientan protegidos y acompañados y que sepan que va a haber una colaboración y cooperación leal por parte de las administraciones», ha señalado la presidenta.
Díaz ha recordado la necesidad de que se actúe «con urgencia y celeridad», dado que se prevé un año de datos históricos en el sector del turismo, tanto en afluencia y número de visitantes como en facturación «y no se puede ver truncado por el temporal». Para la presidenta andaluza, «ahora tenemos que actuar todos de manera coordinada, cada uno en el ámbito de sus competencias, con mucha lealtad y rapidez, para que en próximos días los vecinos y empresarios se vean arropados por sus instituciones y demos las respuestas que los ciudadanos merecen y necesitan».
Ley andaluza contra la trata y la explotación sexual.
En otro orden de cosas, Susana Díaz ha anunciado que Andalucía se va a convertir en la primera comunidad en legislar contra la explotación sexual y la trata de personas. Durante el acto de entrega de los Premios Meridiana 2018, que cada año otorga el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Díaz ha levantado la voz para reclamar la unión de todas las formaciones políticas para «visibilizar y atender» a estas víctimas a través de una norma integral, «porque no puede haber esclavas sexuales en el siglo XXI».
La presidenta andaluza ha señalado que esta realidad es posible «porque hay negocio, gente dispuesta a consumir sexo pagando». Especialmente crítica se ha mostrado hacia los más jóvenes, personas que han crecido en libertad y educado en Democracia, «y que creen que la mejor manera de acabar una noche de diversión es terminar en esos prostíbulos donde algunas mujeres son tratadas en esclavitud». Para Díaz, es necesario alzar la bandera por los derechos de estas víctimas.
En este sentido, ha avanzado que el Consejo de Gobierno aprobará hoy la reforma de la Ley de Promoción de la Igualdad de Género en Andalucía, tras diez años de vigencia y tras ser reconocida por las Naciones Unidas como una norma pionera en el ámbito autonómico. «Vamos a ampliar derechos, a poner sanciones para aquellas empresas que no ayuden a la conciliación y no respeten la igualdad, a dar instrumentos para aquellos convenios colectivos que se saltan la igualdad y herramientas para defender que lo que dicen las leyes se cumpla», ha señalado.
Por otro lado, ha recordado que prosigue el trámite parlamentario la modificación de la Ley de Medidas de Prevención y Protección Integral contra la Violencia de Género, que amplía el concepto de víctima e incluye la tipificación de las diferentes formas de agresiones contra las mujeres. Con esta modificación, Andalucía adecuará su legislación al convenio del Consejo de Europa de Estambul de 2011, primer instrumento vinculante de ámbito europeo en la materia.
La principal novedad que se introduce es la ampliación del concepto de víctima de violencia de género. En este sentido, la norma andaluza resulta más ambiciosa que la estatal por cuanto, además de a los menores, incluye a otros colectivos como personas mayores, con discapacidad o dependientes que estén sujetas a la tutela, guardia o custodia de la mujer víctima y que convivan en el entorno violento de violencia sexual y de la trata. Asimismo, el proyecto especifica los distintos actos de agresión y maltrato atendiendo a su ‘modus operandi’ y al perjuicio causado, más allá de la actual referencia genérica a las formas de la violencia (física, psicológica, económica y sexual).
Toda esta batería normativa, según Susana Díaz, tiene que contribuir a erradicar la violencia de género, el terrorismo machista y a lograr la igualdad real. La presidenta ha clamado, además, contra «la gota malaya» que supone el asesinato de mujeres y ha pedido la colaboración de los medios de comunicación para que esta «no anestesie a la sociedad, sino que la despierte» y convierta en centro de atención esta «lucha sin cuartel de quienes no estamos dispuestos a que este terrorismo machista le gane a la sociedad en su conjunto». Convencida de la victoria, Díaz ha aludido a «la legión de mujeres y hombres que defendemos y militamos en la igualdad y que estamos convencidos de que esta es nuestra causa».
Para la presidenta, el movimiento #MeToo ha visibilizado una realidad que viene para quedarse. Por ello, es necesario que la corriente «masiva de opinión» que se ha levantado, ha dicho, contribuya a que este sea «el siglo de las mujeres», una época en la que «salgan a la luz por aquello que hacen y no por lo que sufren». Por eso es fundamental que el próximo 8 de marzo se visibilice «cuánto y mucho» han hecho ellas «para que el mundo avance», desde la base de que «frente a la igualdad está la desigualdad siempre» y que «una sociedad moderna, civilizada, que se sienta orgullosa de lo que es, tiene que defender la igualdad».