El Gobierno más de izquierdas de la Historia de España, el más cuqui y caviar también, ha conseguido que la clase trabajadora esté completamente desmovilizada pese a estar sufriendo la mayor pérdida de riqueza real de los últimos tiempos. La pauperización de los salarios, la imposibilidad de acceder a créditos económicos y el alza constante de los alimentos marcan la vida cotidiana de cualquier persona de la clase trabajadora (incluyan a buena parte de la media y autónomos de todo pelaje). Pese a haber subido el SMI, lo cual no es malo en sí, el mercado ha acabado por fagocitar esa posible subida.

Desde la derecha dirán, de forma incompetente, que la clase trabajadora solo se moviliza contra la propia derecha. Una estupidez tan enorme que las pruebas fehacientes de que las manifestaciones de trabajadores más fuertes que se han producido en este país han sido contra gobiernos de izquierdas (usted, el que mira mal, no venga a decir que el PSOE es de derechas que ese discurso está muy visto y es muy falso cuando se lame la bota de los que han propiciado esto). Lo que sucede es producto de la ideología dominante, esa misma que en su cara neoliberal calla porque le favorece y en su cara progresista calla porque obedece.

Inflación contra clase trabajadora

La inflación nos dicen que está en el 2%. Así lo cotorrean todos los palmeros adoctrinados del Gobierno en redes sociales y periódicos (algunos comienzan a dar vergüenza ajena). La realidad es que la inflación de los alimentos el último mes ha subido hasta el 10%. Si usted hacía una compra en julio de 100 euros ahora la misma le supone 110. Si a ello se le suma que el gasoil, principalmente, y la gasolina han subido casi cincuenta céntimos, el desgarro al bolsillo del trabajador es brutal. Más pobre cada día que pasa y más olvidado por Gobierno y oposición. La inflación subyacente en el 6% tampoco parece molestar mucho. La Unión Europea contenta porque las cifras macroecnómicas son buenas y como siempre al ciudadano que le den.

Todos callan

¿Qué dice el Gobierno respecto a esta pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora? Nada. Silencio. No saben. Están a sus estupideces de políticos sin oficio, pero con mucho beneficio, y pasan completamente de intentar arreglar el desaguisado que ellas mismas han montado. Es mucho más interesante intentar ocultar el error de las leyes de lo genérico (Sí es sí y Trans), mucho más interesante besar los pies de los sediciosos, mucho más interesante avisar de un peligro de involución democrática (llevan con el tema cinco años, por si no se han dado cuenta) y mucho más interesante pelear todo lo que se pueda por salvaguardar la canonjía.

¿Qué dice la oposición? Tres cuartas de lo mismo. A Alberto Núñez Feijoo no se le ha escuchado nada sobre esa pérdida de poder adquisitivo. Algo dijeron sus palmeros antes de las elecciones municipales y generales, pero como ya no las hay… de momento, pues a hablar de la destrucción del país, las traiciones y demás cosas de derechas. Al fin y al cabo, esta pérdida de poder adquisitivo les interesa, mucho cuando están preparando una nueva hornada del ejército en la reserva del capitalismo para dificultar aún más la vida de la clase trabajadora.

¿Los sindicatos? Ni están, ni se les espera. Luego se quejan, especialmente el del foulard, que les llamen comegambas, pero están dando muestras de serlo mucho más que los representantes de la clase trabajadora. Claro, para ello habría que ser de esa clase trabajadora y no clase media (subjetiva u objetiva) que prefiere vivir de las cuotas de los trabajadores y las aportaciones del Estado. Menos mal que su amiga, Yolanda Díaz, les arregló el jaleo con los contratos fijo-discontinuos. Así aparentan. Total las gambas no necesitan el aceite a 9 euros el litro para hacerse.

Y por si fuera poco aparece la mininistra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, para decir que el Gobierno es el culpable del excesivo precio del aceite de oliva. Hay que tener la cara de cemento armado o ser idiota para pensar que la gente no va a saber que ella es mininistra. ¿A qué va a los Consejos de ministros? ¿A rascarse el c###? ¿A hacerse autofotos? Y claro, el desaparecido mininistro de Consumo, Alberto Garzón, estará pergeñando algún artículo de esos cansinos para explicarnos que el mundo está fatal. Pero lo que se dice hacer algo, no. No vaya a ser que le de una lipotimia por trabajar algún día.

Preparados para el apocalipsis

Igual están haciendo todo esto para que cuando llegue el fascismo pille a la clase trabajadora con las tripas vacías. O igual es que son tan pijos y tan izquierda del sistema que les da igual todo pues nadie se va a levantar contra su gobierno. Entre otras cosas porque la supuesta prensa de la izquierda calla y hace el egipcio (25 millones de euros más en publicidad institucional). Aquí a nadie le importa lo material porque hay que ocultarlo. La doctrina del shock no funciona si hay análisis sobre la realidad social. Que si la guerra de Ucrania, que si el volcán de La Palma (han tenido los pelendengues de decirnos que la economía no mejoraba por esto), que si los extraterrestres mexicanos (¿no se han dado cuenta que los gobiernos están con el tema desde hace unos meses?)…

Y Pedro Sánchez como no dice nada, ni dialoga con nadie (aquí ya sí que piensan que somos idiotas cuando la táctica del presidente en funciones ha sido que los demás se las pongan como a Felipe II y luego él aparecer o no), no se sabe si está preocupado por ese aumento de la inflación que lleva produciéndose desde hace meses. Igual ni él sabe que se está produciendo. O igual no entiende el concepto de inflación subyacente. Lo que parece es que es un mandado de la coalición dominante y no hay que molestar a los ricos especuladores que están haciéndose más ricos con lo básico. Ni unos, ni otros preocupados, pero las familias en riesgo de pobreza extrema están al 23%, dos millones de niños (junto a sus padres) son muy pobres, muchos trabajadores casi no tienen para llegar a fin de mes, nadie puede alquilar una casa prácticamente (ni jóvenes, ni adultos), pero lo importante es que viene el fascismo o que España se rompe.

Post Scriptum. Si tiene alguna queja sobre lo anterior siga las siguientes indicaciones: a) aporte datos reales, no deseos o doctrinas de partido; b) en el último quinquenio no ha gobernado el fascismo en España; c) si viene a hacer el troll recuerde a Fernando Fernán Gómez; d) si no tiene vida no es mi culpa; y e) no, lo que dicen en los periódicos no siempre es verdad (se recomienda leer a Althusser, Lasch y algún que otro clásico).

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here