Toda vez que el partido entre el Atlético de Madrid y el Sevilla se ha suspendido porque en la AEMET han medido exageradamente las precipitaciones (decían que hasta 200 litros por metro cuadrado y han caído dos… gotas), hay algo que cabe comentar de la finalización del mercado de fichajes. En términos generales la afición rojiblanca posee un estado de ánimo de sube y baja. Puede pasar de la alegría extrema a la más honda depresión sin solución de continuidad. No hay nada racional en ella, todo es pura irracionalidad y el mercado de fichajes no es algo exento a ello.

Lo primero que cabe precisar es que Miguel Ángel Gil jamás va a poner un euro de su bolsillo como sí hacen los propietarios de otros equipos de fútbol. Todas las cuentas deben cuadrar entre gastos e ingresos (lo normal en cualquier empresa que no quiera ir a la quiebra) y si sobra algo mejor. No se sube en el listado Forbes así como así, ni se tiene un salario millonario (que no ha sufrido merma pese a la pandemia y las peticiones de bajada de salarios de los trabajadores). Se hicieron ilegalmente (delito prescrito) con el club, sacando el dinero que decían haber ingresado al día siguiente y llegando a alquilar el propio estadio Vicente Calderón al equipo. Nada puede extrañar por esa parte y debería recordarse cada partido en el Metropolitano.

Gil había avisado que las cuentas deberían tener un superávit de 40 millones de euros y si hacen cuentas eso es lo que han sacado en el mercado de fichajes. A partir de ahí se pueden hacer todos los análisis que quieran sobre los prescritos y la inversión que pretenden hacer. Son conscientes de la deuda que hay en la empresa (esa que iba desaparecer con el traslado del Calderón al Metropolitano -al que siguen llamando Wanda en El País demostrando…-), la misma que existe en el Real Madrid (¿por qué no fichan más? No es por lo que los palmeros dicen sobre planificación y estrategia) o en el FC Barcelona (al borde de su conversión en SAD) pero sin ayuda exterior e institucional. Gil y Enrique Cerezo no tienen jueces o políticos que les consientan, ni un Estado petrolero detrás. Eso sí, la culpa de la ruina es completamente suya porque son muy incapaces de gestionar.

La afición es consciente de ello pero, por culpa de esa irracionalidad, sigue abonándose, comprando camisetas (ahora que vuelva el escudo más) y viendo por televisión a su equipo. Es algo que puede más que seguir nutriendo a los prescritos. Y pasa lo que pasa. Todos los finales de mercado cabreados, diciendo que no se vuelven a abonar y cagándose en la madre de los dirigentes. Este es el único momento de racionalidad de todos los mercados de fichajes y de toda vida rojiblanca. El resto es un continuo irracional. ¿Ejemplos?

1.- “Hay que apostar por la cantera pues hay chavales que son la hostia”. Si se vende y los que quedan son canteranos se enfadan y comienzan las críticas a esos jugadores. Solo hay que ver que lo que se perdonaba al senderista luso no se le ha perdonado a Koke, Saúl o Barrios, por citar a los últimos.

2.- “Simeone no sabe utilizar a los canteranos”. Continuación de la siguiente es culpar al entrenador sobre las no oportunidades de canteranos que ellos y ellas saben que son muy buenos porque se lo ha dicho un señor de Villaverde que entiende muchoo, lo que es lo mismo, el periodista que escribe con el ojo de Gil sobre el cogote. La realidad es que si han tenido calidad Simeone los ha puesto siempre. Hasta ha dicho en entrevistas lo bueno que es que exista esa base… cuando es posible.

3.- “La pradera siempre es más verde al otro lado de la valla”. Influenciados por los insiders o por la ideología nacionalmadridista, siempre quieren fichar a ese jugador que, no habiendo hecho nada en la liga francesa, le dicen que va a venir. Cuando llega, si es que se da el caso, dicen que se ha fichado mal y qué malo es Andrea Berta (no hay secretario técnico con mayores limitaciones en el mundo). Les gusta cualquier rodillas raras porque ha dicho Juantxito (me va a matar por citarle) que lo están valorando.

4.- “Todos los fichajes no sirven”. Cuando no se ficha porque no se ficha y cuando se hace comienzan a verles todas las pegas posibles. Azpilicueta es viejo. Lino es medio cojo. Söyüncü titular y cuando lo sea algo inventarán. Riquelme no está preparado (o es la leche porque no lo ponen). Y así hasta a verle defectos a cualquiera, menos a quien los tiene y es evidente. Porque han dado la turra con el senderista luso, tragándose el discurso de los aparatos ideológicos del madridismo, había que echar al Chol y ahora se indignan.

5.- “Hay que fichar lo mismo que en la Premier”. No falta quien dice que el Luton Town se ha gastado más dinero que el Atleti. Y puede ser cierto, pero hay que ver lo que ingresa el Luton Town en comparación y el control financiero que tienen allí. El caso es que todos gastan la pólvora del rey sabiendo que ni hay rey, ni hay pólvora sino el dúo prescrito.

Si se hiciese lo que hacía Vicente Calderón cuando no había una peseta en la caja, tirar de cantera, un par de fichajes decentes y alguna venta dolorosa, estallarían cada año. La diferencia es que aquel buen hombre dirigía un club de socios y no una empresa para hacerse rico. Pero esto no se lo contarán en la prensa.

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