La Consejería de Economía y Conocimiento y las universidades públicas andaluzas han puesto en marcha una nueva convocatoria pública de ayudas a proyectos de I+D+i dotadas con un total de 35,8 millones de euros financiados en el marco del Programa Operativo FEDER Andalucía 2014-2020. El anuncio previo de estas convocatorias, en régimen de concurrencia competitiva, está siendo publicado de forma progresiva en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) por parte de las respectivas universidades públicas, que son las que gestionarán las ayudas, con la colaboración de la Agencia Andaluza del Conocimiento, que realizará las evaluaciones de los proyectos.
En este sentido, el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha destacado que este cambio en la gestión de la convocatoria «permitirá ahorrar burocracia, al haber transferido el Gobierno andaluz los fondos a las universidades, agilizando el procedimiento y las justificaciones ante la UE». Con ello, ha añadido, «se cumple uno de los compromisos adquiridos por el Gobierno andaluz con los investigadores cuando se inició el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) 2020». Los importes correspondientes a cada universidad han sido determinados de acuerdo con los criterios establecidos para la distribución de la financiación operativa de las universidades públicas andaluzas, cuya propuesta se sometió a la consideración del Consejo Andaluz de Universidades, siendo informada favorablemente.
De este modo, en esta convocatoria se destina un total de 35,8 millones de euros, de los cuales 3,52 corresponden a la Universidad de Almería; 6,21 millones a la Universidad de Cádiz; 5,43 millones a la Universidad de Córdoba; 15,17 millones a la de Granada; 3,38 millones a la de Huelva; 4,43 millones a la de Jaén; 10,67 millones a la de Málaga; 18,12 a la Universidad de Sevilla, y 3,02 a la Pablo de Olavide. En concreto, las convocatorias corresponden a lo previsto en tres de las categorías que contempla la línea 1 del programa de ayudas a la I+D en el ámbito del PAIDI 2020, que tendrán un presupuesto de 70 millones de euros hasta 2021, y que en esta primera fase las universidades han decidido dotarla en función de sus estrategias científicas.
Estas tres categorías son proyectos de fomento y generación de conocimiento frontera, destinados a impulsar el desarrollo experimental y de tecnologías emergentes, en especial aquellas con impacto industrial; proyectos de conocimiento orientado a los retos de la sociedad andaluza, que aporten avances en los ámbitos de especialización inteligente (RIS3), y proyectos para el fomento de la participación en el Programa Marco europeo Horizonte 2020, en particular aquellos que impliquen la participación en redes internacionales y en programas de gran prestigio como el financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC).
Para cada categoría se establecen dos modalidades. Una primera, que financiará proyectos de investigación aplicada de carácter general en las condiciones previstas y cuyo desarrollo será durante un máximo de dos años. A ella se añade una modalidad ‘puente’, de un año de duración, cuyo objetivo será ofrecer a los científicos andaluces la oportunidad de mejorar aspectos de sus propuestas para la obtención de proyectos financiados, esta vez, a nivel nacional o europeo.
A la convocatoria de ayudas, cuyo plazo estará abierto hasta el 15 de mayo, podrán concurrir investigadores pertenecientes a cualquiera de las universidades públicas andaluzas, aunque con algunas novedades. Las bases reguladoras abren la puerta a que investigadores doctores no vinculados a estas instituciones actualmente puedan solicitar proyectos, con el objeto de favorecer el retorno de científicos andaluces. Por otro lado, se permite la solicitud conjunta bien con grupos de investigación de otra universidad andaluza o agente público del Sistema Andaluz del Conocimiento (por ejemplo, centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), bien con una empresa, en cuyo caso esta deberá asumir el 15% de la financiación concedida.
Esta convocatorias de proyectos de I+D supone un nuevo paso en el despliegue del PAIDI 2020. Durante el pasado año comenzaron ya a aplicarse lo previsto en este plan, con la novedad de dotar a la financiación a la investigación universitaria de una nueva estructura. Así, la estructura del presupuesto universitario cuenta desde el pasado año con una financiación básica de investigación, que en 2018 repite su dotación, que alcanza los 71,2 millones de euros. Esta partida contempla aspectos como las ayudas para el funcionamiento de los grupos de investigación, una aportación a los planes propios de investigación o el programa de capacitación de jóvenes en I+D, bajo el cual ya se han incorporado a las universidades más de 2.300 personas y que continuará este año con nuevos contratos.
Esta dotación se ha visto reforzada con los planes de excelencia universitaria, que contempla ayudas por valor de 13,7 millones de euros para la captación y retención del talento en grado, máster y doctorado, el acceso a infraestructuras científicas internacionales, la innovación en el contexto de la actividad investigadora, el apoyo a los Campus de Excelencia Internacional o a las editoriales universitarias.
En la parte competitiva, el programa de ayudas a la I+D en el ámbito del PAIDI ya se puso en marcha en 2017 con la revisión y convocatoria del programa Talentia, en su línea Máster, y con convocatorias por valor de 36 millones de euros para mejora y adquisición de infraestructuras científicas, fortalecimiento de la excelencia para los candidatos a los sellos Severo Ochoa y María de Maeztu, así como ayudas a la transferencia tecnológica. El PAIDI recoge un marco estable y de futuro a la política científica de Andalucía, alineándola con los programas europeos (Horizonte 2020) e integrando las prioridades marcadas en la estrategia andaluza de especialización inteligente (RIS3) y en la Agenda por el Empleo.
El Plan tiene como misión convertir el Sistema Andaluz del Conocimiento en motor de progreso, cohesión social, competitividad y creación empleo, capaz de impulsar en la comunidad un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Todo ello con el fin último de atender a los retos sociales, para lo cual es necesario seguir consolidando un ecosistema científico competitivo, basado en la calidad y la proyección internacional, y capaz de tender puentes entre la investigación y la innovación.