El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha pedido a la Comisión Europea la «máxima implicación para llevar el caso de la imposición de aranceles de Estados Unidos a la aceituna negra de mesa española ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)». El representante del Gobierno andaluz se ha reunido en Sevilla con el vicepresidente y el secretario general de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Francisco Javier Escalante y Antonio de Mora, respectivamente, para analizar los pasos a seguir tras el dictamen de la Comisión de Comercio Internacional norteamericana de mantener de manera definitiva los gravámenes a este producto (20% antidumping y 14,75% antisubvención).
Sánchez Haro ha reconocido que se trata de una decisión que supone un «duro varapalo», pero ha insistido en que «vamos a seguir trabajando, de la mano del sector y con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y pedimos, asimismo, la máxima implicación de la Unión Europea». En este sentido, ha subrayado que es «fundamental que la Comisión Europea tome conciencia de la gravedad de esta situación, que pone en cuestión todo el sistema de ayudas europeo».
Para el titular de Agricultura andaluz, es un problema que afecta fundamentalmente a la Política Agrícola Común (PAC) y que abre la puerta a que se actúe de la misma forma con otros sectores productivos. «El riesgo está ahí, pero esperamos que impere la cordura y que no vaya a más. Vamos a seguir trabajando para poder revertir esta situación», ha resaltado.
El consejero ha informado de que el siguiente escenario se abre el día 24 de julio, que será cuando se dé formalidad al dictamen de la Comisión de Comercio Internacional de EEUU. «A partir del 25 exigiremos a la Comisión Europea que articule todas las medidas que estén a su alcance para paliar la complicada situación que tiene nuestro sector de la aceituna negra».
La imposición de estos aranceles, que se aplicarán por un periodo inicial de cinco años (prorrogables durante otros cinco más), supone en la práctica el cierre del mercado de EEUU para la aceituna negra española. Esta situación puede provocar unas pérdidas valoradas en 350 millones de euros y pone en peligro el futuro de un sector que genera más de dos millones de jornales y 8.000 puestos de trabajo.