El huracán Fiona llegó al territorio de República Dominicana. El primer huracán que sufre el país desde hace 18 años. El gobierno de Luis Abinader dio la cara ante un fenómeno meteorológico ante el que no se puede hacer nada más que esperar a que pase. Lo que sí se puede hacer es dar soluciones para lo que vendrá después y recuperar los destrozos en el menor tiempo posible.
Todo lo que Fiona ha destruido a su paso se puede arreglar, salvo que se hubieran pedido vidas humanas. Se afirmó que en la caída del puente de Pontón en La Vega había muerto una persona, algo que fue desmentido por el Ministerio de Obras públicas.
El hecho de que no haya habido pérdidas humanas causadas por el huracán sólo ha sido posible por las medidas adoptadas por Luis Abinader antes de que Fiona alcanzara el territorio de República Dominicana. La principal de ellas fue la declaración de que el día de ayer no fuera laborable, lo que evitó que hubiese circulación de personas y, en consecuencia, pudo haber salvado muchas vidas.
El este de República Dominicana fue el más afectado por Fiona y puso en situación de emergencia a la provincia de La Altagracia por las fuertes lluvias que provocaron una crecida del río Duey, además de la destrucción de viviendas e infraestructuras como los tendidos eléctricos o la inundación de carreteras. Esta situación hizo que el gobierno de Abinader actuara rápido y trasladara a las familias afectadas a diferentes refugios.
En la provincia de Samaná, Fiona provocó que varias localidades quedaran incomunicadas, lo que derivó en la activación de brigadas y distintos equipos por parte del Ministerio de Obras Públicas para despejar las zonas afectadas y reactivar las comunicaciones por carretera.
Sin embargo, Abinader no se paró ahí y puso a todo su gobierno a trabajar duro. Lo primero que hizo fue dar ejemplo y hacer saber a su pueblo que él iba a estar ahí, junto a ellos. Esta semana se celebra la Asamblea de Naciones Unidas y hoy estaba prevista su participación en dicho evento. En un discurso a la nación, Abinader confirmó que su viaje a Nueva York quedaba suspendido. Un Jefe de Estado responsable no puede abandonar a su pueblo en una situación de crisis como la que ha provocado Fiona. El presidente dominicano no lo dudó. Su ciudadanía es lo primero.
Por otro lado, Abinader visitará hoy las zonas afectadas de las provincias de La Altagracia, El Seibo y Hato Mayor tras el paso del huracán Fiona.
Leonel, desde Nueva York, a lo suyo
Ante esta situación provocada por el huracán, el actual líder de la oposición se encontraba a 2.500 kilómetros de distancia. Mientras las calles se inundaban por las fuertes lluvias, destrozando las casas de las familias dominicanas; mientras el viento tiraba árboles y algunos tendidos eléctricos, Leonel disfrutaba de la «ciudad que nunca duerme».
En un vídeo publicado en la cuenta de Twitter de Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández reconoce que está en la ciudad de Nueva York y lanza un mensaje absolutamente populista. En vez de ponerse a disposición del gobierno, como haría cualquier partido democrático de oposición ante una catástrofe natural, Leonel hace un llamamiento a los miembros de la dirección de Fuerza del Pueblo y a sus militantes para que se pongan a disposición de las familias afectadas. Todo ello, evidentemente, para colgarse la medalla de que él se puso en vanguardia. Sin embargo, estaba a 25.000 kilómetros.
Esta es la diferencia del que utiliza el poder como elemento de entrega al pueblo, como hace Luis Abinader, y quien sólo aspira a asaltar el poder desde el populismo más absoluto, como está demostrando Leonel.