Después del puyazo en todo lo alto que han recibido con la moción de censura que ha aupado a Pedro Sánchez a la presidencia del gobierno, algo que ha cambiado el tablero político completamente, Ciudadanos se lanza a intentar cazar una presa mayor. En este caso se trata de ganar las elecciones andaluzas pues son las primeras que vendrán en el próximo período electoral. Así lo ha advertido el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, en Sevilla. El crecimiento que viene teniendo Ciudadanos en la región les permite ser optimistas, lo que a su entender les puede permitir “dar el salto para gobernar”.
No se queda sólo en las encuestas Villegas, sino que valora el aumento en el apoyo de los andaluces a la formación naranja como se verifica en el crecimiento en agrupaciones y el paso de numerosos cuadros del PP a la formación cuñadista. Como viene siendo habitual se apuntan los tantos del gobierno de Susana Díaz: “Hemos sido capaces de bajar el IRPF, eliminar el impuesto de sucesiones al 99% de andaluces, mejorar la ley de autónomos… hemos hecho un buen trabajo en las instituciones y eso se nota en el apoyo a Ciudadanos”. No es nuevo este cambio de perspectiva con respecto a Andalucía, hace poco ya advertíamos que el propio Albert Rivera había señalado Andalucía y la cabeza de Díaz como objetivos principales de los populistas naranjas. Su discurso nacionalista, demagógico y populista es el mismo que ofrece la presidenta de la Junta de Andalucía, les queda por envolverse en la verdiblanca para ser casi una transmutación.
“El problema del bipartidismo en Andalucía es Ciudadanos. Hay un PSOE que no es capaz de generar ilusión y un PP que se ha conformado con ser un segundón. Escenifican mucha pelea pero luego se ponen de acuerdo cuando quieren controlar Canal Sur, no modificar la ley electoral o presionar a los jueces para que no salgan sus casos de corrupción” ha dicho Villegas. Claro que lo dice hablando desde un partido que ha apoyado hasta lo imposible al PSOE andaluz. Tanto como para no saber si Juan Marín había vuelto al PSOE o no. Nueva muestra de demagogia de quienes, precisamente, no han querido dar su apoyo al cambio de la financiación autonómica, algo que han hecho Podemos e Izquierda Unida, más el bipartidismo.
Claro que Ciudadanos ya ha mostrado su patita en Andalucía con los problemas que han tenido dentro de la administración paralela para obtener financiación y cargos para su gente. De hecho, algunos concejales suyos del Ayuntamiento de Almería están siendo investigados por la Fiscalía por un extraño y presunto caso de enchufismo. Y en torno a Marta Bosquet se cuentan y no paran ciertos tejemanejes en los mentideros políticos andaluces, relacionados con estudios y proyectos. Ya se advirtió en estas mismas páginas que algo olía a podrido en Ciudadanos Andalucía y más bajo el control del clan de la manzanilla.
Debería preocuparse la presidenta de la Junta porque, no sólo los apoyos que ella tiene son compartidos en algunos niveles con Ciudadanos, sino porque Juan Manuel Moreno Bonilla tampoco tiene garantizada su cabeza con la que está pasando dentro del PP. Es un sorayo y estos pueden empezar a ser especies en extinción si los movimientos de este fin de semana de Feijóo y Cospedal triunfan. Soraya Sáenz de Santamaría está pidiendo favores a sus medios de comunicación afines para cargar contra los otros dos candidatables (o posibles aliados), pero aquellos se saben mover dentro del aparato mucho mejor que ella, que siempre ha sido más de manu militari. Moreno Bonilla se encuentra en la tesitura de ver cómo Arenas le corta la hierba bajo los pies, total fue él quien lo puso, o de independizarse del sorayismo y del arenismo. Así que la franja derecha queda abierta para Ciudadanos y veremos cómo, al final, Díaz acabará pidiendo ayuda a su archienemigo presidente del gobierno.