sábado, 3 mayo, 2025

Lo del hermanísimo y lo del novio empieza a oler mal

Cuando cualquiera que tenga ganas lee la prensa, mezclando todo tipo de periódicos, debe sacar conclusiones parecidas: lo que para hunos es un escandalazo, para los hotros es casualidad y viceversa. Así los hunos denuncian constantemente las cosas del novio y los hotros las cosas del hermano. Paradójicamente, en lo que debería ser el periodismo digno hunos y hotros estarían obligados a hablar del hermano y del novio de forma proporcional, pero no es así. Cada parte dice que son cosas de un personaje privado y que por ende no se debe publicitar lo que es una cacería del equipo contrario. «¿Pero llueve o no llueve?», habría que preguntar.

Aquí no se ha dado importancia a ambos casos porque, por lo publicado, parecía que era cosa de particulares, relacionados con políticos, pero dentro de una acción privada. ¿Cuántos autónomos hay en España a los que hacen paralelas? ¿Cuántas personas son investigadas por fraude fiscal? Ahí tienen al entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti. ¿Cuántas personas, que pueden, cambian su residencia fiscal para evitar el pago de impuestos? Youtuberos, empresarios como Marcos de Quinto —que luego se pasa los días en la televisión pontificando (¿hacen seguimiento de los días en Hacienda?)— o ingenieros que trabajan a nivel internacional. En realidad son cosas cotidianas que afectan a personas, en estos dos casos, a personas que tienen vínculos familiares o amorosos con personas que están en política.

No es, o no era, lo mismo que el caso de Begoña Gómez, quien está utilizando recursos públicos o el poder que atesora su marido para sus negocios, o lo que pudo pasar con otro hermano, Tomás Díaz Ayuso, que extrañamente, cuando no había la debida vigilancia en los contratos, se rascó 200.000€ de comisiones. Pudiendo no haber delito, desde luego es poco ético, algo que debería hacer dimitir, si tuviesen algo de decencia, a los políticos. No lo han hecho y no lo harán y por ello se puede y debe señalar lo que ocurre. Con los otros dos, en principio, no cabía esa persecución periodística… hasta ahora. Ambos casos comienzan a oler mal.

El novio sigue con su problemas con Hacienda y salvo el jaleo con los correos filtrados, que no se sabe bien quién y a quién, porque supuestamente Miguel Ángel Rodríguez los estaba filtrando antes de que supuestamente los filtrase el Fiscal General del Estado. Si hay prevaricación del segundo ya se verá, de momento ha servido a Pedro Sánchez para cargarse a Juan Lobato. Lo extraño es que MAR, un cargo público, defienda con tal encono a un particular con el que no le une ninguna relación que se conozca. Igual MAR es poliamoroso, bisexual o gay escondido, pero eso algo de su libertad. Lo que no es normal, ni ético, es que defienda a un particular teniendo una posición de poder. Tampoco dimitirá porque nadie lo hace al carecer de escrúpulos.

El problema con el novio es que comienzan a salir datos sospechosos. Datos que no han sido denunciados, ni por la perjudicada pareja, Isabel Díaz Ayuso, ni por el interfecto, Alberto González Amador. Ya que son tan dados en acudir al juzgado y que les caigan las causas en jueces de instrucción con ganas ¿por qué no han denunciado a los periódicos de insinuar trato de favor de la Comunidad de Madrid con la empresa que paga a González Amador, Quirón Prevención? Según han contado diversos medios, se ha duplicado en un caso y ha aumentado considerablemente en otros la entrega de dinero a ese grupo empresarial desde que son pareja. ¿Hay algún tipo de causalidad o de casualidad? Ya es extraño que en el PP siempre pasen las cosas casualmente, como los que mueren antes de testificar.

En el caso del hermano, David Sánchez, del presidente del gobierno, parecía que todo era producto de tocar los pelendengues al político a causa del hermano músico. Pero las noticias que se han ido conociendo, más allá de si vive o no en Portugal, comienzan a ser preocupantes. En un primer momento se podía pensar que le contrataron por hacerle la pelota al presidente —no es extraño en el PP colocar en alguna diputación al hermano tonto o la hija choni de algún alto cargo—, pero tantas irregularidades van más allá del peloteo. Si el hermano no sabe ni dónde está su puesto de trabajo; si es el único funcionario al que le permiten teletrabajar; si se borran correos a mansalva, con el posible delito derivado es que todo ello no es solo un favor ingenuo sino que igual ha habido algún tipo de mandato para contratar, de aquella manera, al interfecto. Más cuando se sabe que la ex-esposa también ha resultado agraciada con un puesto a dedo.

Lo que está claro, habría que añadir las cosas de Alberto Núñez Feijoo y señora, es que aquí la mayoría han venido a servirse de los resortes del poder político del Estado. En vez de servir, se sirven de la ingenuidad e incapacidad de la mayoría de españoles. Y todo porque los hunos y los hotros han conseguido polarizar todo, corromper a la prensa para mantener esa polarización —¿han visto lo que pasa con Real Madrid y FC Barcelona? Lo mismo con PSOE y PP—, con la única intención de llevárselo crudo. Y no, no es cuestión del sistema en sí, es de personas. Personas que llevan décadas patrimonializando lo que es de todos y no suyo.

Sánchez celebra todo lo que debe a Franco el PSOE

No hay nada como desconocer la historia y ser lo suficientemente ignorante para envalentonarse. Eso le ha pasado a Pedro Sánchez y sus celebraciones del quincuagésimo aniversario de la muerte de Francisco Franco… en la cama. Sí, ya se sabe que todo es un plan para la reescritura de la historia, pero ¿qué historia es la que se pretende reescribir, el franquismo como régimen, la transición como mecanismo o la historia del propio PSOE?

Si es el franquismo nada hay que historiar que no se haya hecho ya. Tanto con sus cosas buenas como con sus cosas malas, esencialmente que fue un régimen dictatorial con todo lo que eso conlleva. Lo sabe cualquiera que haya pasado, aunque sea haciendo el lila, por cualquier instituto español. Se ha historiado de arriba a abajo, de oriente a occidente y de dentro a afuera. Cualquiera que desee conocer qué fue el franquismo y quién fue Francisco Franco tiene todos los instrumentos necesarios a su alcance. Para bien o para mal. Y si hoy existe gente que pueda tener, salvo los románticos, algún tipo de querencia hacia lo que supuso aquello es más por deméritos de quienes gobiernan que por una verdadera influencia del franquismo. Siempre que un régimen democrático, o parademocrático, ha tenido problemas a lo largo de la historia la tendencia a requerir un sistema autoritario, una dictadura, se ha pensado como solución fácil y contundente. Nada nuevo para historiadores y científicos políticos.

Si lo que se quiere es deslegitimar la Transición como mecanismo para pasar de un régimen autoritario a uno democrático, tampoco hay que esforzarse mucho. Sus colegas de gobierno llevan quejándose de la transición toda la vida. Muchos de ellos porque se quedaron con cara de idiotas cuando la ciudadanía no les respaldó. Sin duda no fue el mecanismo más democrático, nadie ha negado que fuese una gestión de las élites existentes con las que llegarían a conformarse. Nadie ha puesto en duda que las potencias occidentales intervinieron todo lo que pudieron para que no cayese en manos de la órbita soviética. Nadie niega que muchos de los problemas de hoy vienen derivados de algunas cuestiones que se cerraron mal (problemas de descentralización y nacionalismos/chauvinismos varios). Tampoco se puede negar que el mecanismo fue el mejor para el contexto existente. ¿Podía haber sido más rupturista? Sí. Y se podría haber liado una que ni la del 36. Todo eso es política ficción y si no se ha reformado lo que podría hacerse es por los intereses partidistas de todos los que viven muy bien con el sistema actual.

Un PSOE desaparecido

Ahora bien si lo que quiere es agradecer a Franco lo que hizo por el PSOE, es realmente un hermoso detalle. En 1947 caía en una redada la Comisión Ejecutiva del PSOE del interior, algo que hizo alarmarse a Rodolfo Llopis (secretario general) y a Indalecio Prieto que estaba en el exilio. La caída de los compañeros y la represión sufrida hizo que toda la dirección del PSOE se trasladase al exterior-exilio y quedasen grupúsculos sueltos por distintas partes del país. Tuvieron un momento tras la II Guerra Mundial donde pactaron con los monárquicos el intentar que las fuerzas aliadas hiciesen lo posible para derrocar a Franco e instaurar una monarquía democrática (pactos de San Juan de Luz) pero al observar que el régimen se asentaba, olvidaron la estrategia y se dedicaron a esperar. Esto provocó que el PSOE en el interior fuesen grupúsculos, de tres o cuatro personas, salvo en Asturias y País Vasco. La única oposición real en España era el PCE bien movido por Federico Sánchez y algunos más.

Esos grupúsculos se mantuvieron y sus elementos tuvieron que pasar por prisión pero ya sin una gran represión pues EEUU ya había acordado con Franco cierto aperturismo económico y cultural. Luis Gómez Llorente, Miguel Boyer o Nicolás Redondo pasaron algún día detenidos o en prisión cautelar. De hecho movimientos socialistas, o no comunistas, como el FELIPE tenían más personas que el PSOE del interior. A finales de los años 1960s llegarían los sevillanos de Alfonso Guerra, Felipe González, Manuel Chaves y demás, pero no dejaban de ser cuatro y la tortilla. El régimen franquista los tenía controlados, sabía quienes eran pero, a diferencia de lo que sucedía al comienzo de los años 1960s, les dejaba hacer. Comenzaba a vislumbrarse un cambio en el horizonte español, que ya se notaba tras el Concilio Vaticano II, y los del PSOE eran muy anticomunistas.

Molestarlos pero no mucho

En 1972 la unión de vascos, sevillanos y madrileños, supuso la desunión y el impasse sin dirección en el PSOE entre los renovadores y el llopismo hasta el Congreso de Surenes de 1974. En este tiempo el régimen les tuvo controlados, a los sindicalistas les dio más palos por las huelgas, pero a los más políticos, sin dejar de molestarles de vez en cuando, se les permitía hacer lo poco que hacían. Los socialdemócratas europeos ya habían comprobado que González podía ser un buen elemento para la transición que se atisbaba y que ya estaba pactada con el futuro monarca Juan Carlos de Borbón. En algunas algaradas que provocaban, donde los hermanos Solana eran de lo más activos, se les dejaba hacer para que fuesen tomando posiciones políticas a futuro. Alguna detención, alguna hostia a la remanguillé, pero nada que ver con lo que ocurría con los comunistas.

Tras una pelea dentro de la masonería europea que hubo de sacrificar a un elemento de alta posición como Llopis, se permitió la realización del congreso de Surenes, donde los espías españoles estaban presentes para informar sobre lo que allí se pactaba y negociaba. Daba igual que saliese un PSOE más radical que el llopista, incluyendo por primera vez el marxismo en los estatutos, se sabía que aquello era un movimiento táctico, como reconocería Guerra posteriormente, y no habría que impedir a González y su alegre muchachada que comenzasen a ser verdadera alternativa. De hecho, posiblemente sin saberlo el interfecto, González comenzó a estar protegido por el propio régimen.

Salió bien la estrategia

Mientras que la Junta Democrática de España (donde estaban el PCE, el PSP de Enrique Tierno Galván, Antonio García-Trevijano, Rafael Calvo Serer y otros personajes) hubo de presentarse oficialmente en París en julio de 1974, la Plataforma de Convergencia Democrática (donde estaba el PSOE, algunos democrata-cristianos de izquierdas y pequeños partidos socialistas) se presentó el 11 de junio de 1975, con el dictador bastante pachucho pero vivo (luego se unirían en la Platajunta). González, gracias a los fondos que iban llegando desde la CIOSL y el SPD —a los cuales también enviaban fondos desde la CIA— pudo trabajarse en Madrid a los franquistas y a los embajadores de los países occidentales. Se fue haciendo conocido y, tal y como estaba previsto, fue opacando al PCE.

Murió el dictador y mientras Santiago Carrillo estaba en Francia, los jóvenes del PSOE comenzaron a moverse relativamente tranquilos bajo la dictadura. Incluso llegando a celebrar su primer congreso en España en 1976 justo a la par que se celebraba el referéndum para la reforma política. La última jugada fue cargarse cualquier atisbo de democracia cristiana pues lo que no querían, ni desde el régimen, ni desde los poderes externos era que se repitiese un modelo a la italiana con cristianos y comunistas en pelea. Adolfo Suárez les vino de perlas para diluir la parte cristiana y González para dejar a un lado al PCE. Es evidente que las capacidades personales de ambos dirigentes ayudaron a que la estrategia resultase bien. Mucho mejor que Carrillo, Manuel Fraga, Joaquín Ruíz-Giménez o Pío Cabanillas eran los dirigentes, además de estar más imbricados en los deseos reales de los españoles.

El PSOE que hoy dirige Sánchez debe mucho al franquismo y al establishment de la época. No porque González, Guerra, Gómez-Llorente o Redondo fuesen conscientes de que eran parte de una trama gestionada con el conocimiento del propio régimen, sino porque sin la ayuda prestada por debajo igual el PSOE no hubiese logrado imponerse con tanta facilidad al PCE. Ni él, ni el iluminado de José Luis Rodríguez Zapatero, que es el verdadero promotor de todas estas estupideces, serán conscientes de ello, no son muy de estudiar la historia del partido y la poca que han entendido es la filtrada por las Senectudes Socialistas que ni es historia, ni es nada. «¿Qué querrá manipular esta vez?» es la pregunta clave, porque respuestas para otras cuestiones hay.

Sánchez está haciendo todo lo posible por perder las elecciones autonómicas

Según van pasando los procesos congresuales, no son pocos los votantes socialistas que se quedan atónitos al contemplar a quienes se están eligiendo, desde la alturas, para dirigir las distintas ramas del PSOE a nivel autonómico. Pareciera que se elige al más incapaz, al más alejado del núcleo de votantes y/o al más obediente y pusilánime con la dirección del partido. Esto es, al más entregado a la adoración del jefe supremo.

Igual han pensado que lo mejor para las distintas comunidades donde no se gobierna es que, al situar a ministras y ministros, al frente del partido regional, la proyección de las actividades ministeriales ayudarán a captar el voto. Para eso tendría que haber actividades ministeriales suficientes y positivas que hagan esa labor de captación. Lo que no es el caso pues, por ejemplo, las actividades científicas son complejas para el entendimiento medio del español de calle, más que nada porque no suelen prestarles atención. ¿Puede sacar algún rédito de ello la candidata? No. Entonces, ¿cuál es la visión detrás de esa imposición orgánica? Capaces son de haber pensado que, como son ministras y ministros en Madrid, esa proyección de poder encaja muy bien con mentalidades catetas o menos desarrolladas. Pero no lo habrán pensado así ¿no?

Diana Morant fue la primera en el experimento de la ministra-secretaria general y la verdad es que no parece que el resultado haya sido el mejor. Subir, no sube en las encuestas como para derrotar al incapaz e inepto presidente Carlos Mazón. Con todo lo que lleva detrás este personaje inmundo, que debería haber dimitido hace tiempo y que no debería tener su conciencia, de tenerla, serena ni un solo día más de su vida, y ahí tienen a la mininistra sin hacerle ni un rasguño. Eneko Andueza, otro que no ha tenido que moverse para ser reelegido, sigue ahí, sosteniendo al PNV o a EH Bildu y sin ninguna intención de disputar la victoria a los nacionalistas. Lo mismo pasa con José Ramón Gómez Besteiro que va camino de convertir al PSdeG en un cero a la izquierda. Ya ni disputarle la segunda plaza de representación al BNG, mucho menos la victoria al PP.

En Aragón parece que la mininistra de Educación, Pilar Alegría, sí va a tener que recoger avales, cuando menos, frente a Darío Villagrasa. No sería de extrañar que incluso perdiese con el candidato no oficialista, pero ya moverá Roma con Santiago Santos Cerdán para hacer que Villagrasa no venza e, incluso, obtenga los avales suficientes. Dando por supuesto que venciese Alegría ¿creen en el PSOE que una de las ministras peor valoradas, con enormes discapacidades para hablar correctamente y de la que se duda de su inteligencia puede ganar al presidente del PP?

Tampoco han debido pensar en el PSOE, no se sabe si en Moncloa o en Ferraz, aunque da lo mismo por as carencias estratégicas, políticas e ideológicas mostradas, que cargarse a un cargo público, con luz y taquígrafos suele molestar al personal, especialmente al que puede llegar a votarte. Las purgas públicas podrían ser un arma de expansión del miedo en regímenes totalitarios —ni en la URSS se atrevían a ello y pese a la purga clara y contundente, lo disfrazaban de cualquier ocurrencia—,pero en las democracias no suelen gustar. Llevarse por delante, a la luz del mediodía, a Juan Lobato, Luis Tudanca o Juan Espadas no es la mejor carta de presentación para los posibles sustitutos.

Óscar López se ha estrenado con una gran impacto… contra la mampara de su casa, porque lo que se dice en cosas relativas a Madrid no sabe ni por dónde le vienen. Ni conoce el partido por dentro, ni conoce la comunidad en sus peculiaridades, ni sabe cómo hacer daño al gobierno actual. De hecho está haciendo todo lo que justamente no se debe hacer, volver a estrategias que se han demostrado inútiles en el tiempo. Pero claro si cambias el collar pero no el perro sanchista, pasa lo que pasa, que en la oposición se vive muy bien.

Lo bien o mal que le pueda ir al alcalde de Soria, Carlos Martínez, es hoy algo desconocido. A Tudanca lo han sacado arrastras de la sede del PSOE castellano-leonés y ya llevará eso en su espalda. Conocido es en el PSOE regional pues lleva de secretario general de Soria desde hace veintitrés años y desde y desde 1999 como concejal/alcalde soriano —otro de los que han madrugado poco para ir a una empresa privada a trabajar—, aunque es mucho más recordado por haber escenificado una escena muy curiosa: creó una especie de papamóvil desde el que iba dando bendiciones con una escobilla del urinario a modo de hisopo en agosto de 2024 (no piensen que era carnaval). Algo que igual hace gracia a los sorianos pero está por ver que se lo haga a otros votantes de otras provincias.

Y al final Juan Espadas se bajó los pantalones y ha dejado su sitio a quien acabe viniendo impuesto desde Ferraz. Por lo menos quien llegue tendrá que recoger avales pues el catedrático Luis Ángel Hierro piensa pelear algo como buen outsider… si le dejan. Se dice, se cuenta, se rumorea que la elegida será la ministra de Hacienda María Jesús Montero. Una política que no necesita de presentación para los votantes andaluces, la conocen muy bien, demasiado bien, excesivamente bien. Aquí, en el terreno andaluz, lo de que se carguen al candidato o al presidente es algo que les importa poco, vieron caer a Rafael Escuredo o a Pepote Rodríguez de la Borbolla, y a Espadas no le habían cogido cariño. Pero los antecedentes de Marisú son bien conocidos.

Fue la primera consejera de Sanidad que comenzó a destrozar la sanidad andaluza, fue la consejera de Hacienda que negaba todos los pagos de los ERTEs y que crujió a impuestos a los andaluces, como ahora hace con los españoles en general. ¿De verdad nadie en Ferraz o Moncloa han pensado que le ponían a huevo a Juan Manuel Moreno Bonilla en bandeja la campaña electoral? Además de la corrupción anterior y la actual —¿no es Montero la garante de que los dineros no se pierdan por el camino?—, el aumento constante de los impuestos, especialmente a los autónomos, es una baza que puede destruir a cualquier candidato y más cuando la propia Montero ha defendido la desigualdad monetaria de Andalucía con respecto a Cataluña.

Si la pretensión de Pedro Sánchez es aguantar hasta las próximas elecciones autonómicas y así hacerlas coincidir con las generales y aprovechar el tirón electoral, se equivoca. No será la primera, ni la última vez que se votan cosas distintas coincidiendo elecciones. De hecho, es usual que a la comunidad se vote una cosa distinta que a la alcaldía. El voto dual es algo común, no extendido, pero común. ¿Piensa que personas que han demostrado incompetencia o no en el gobierno, que están marcados por las acciones de todos, que al estar en Madrid y no en sus regiones dando el callo, que han llegado pisoteando a otros, pueden arrastrar voto hacia su persona? Igual lo que consigue es que saque el PP mayorías absolutísimas en muchos lugares. De hecho, en Aragón y Madrid sería más que probable que obtenga casi todos los diputados por la ruina que manda. Que le hagan la pelota y le rían las gracias no significa que sean buenos candidatos. Al no presentarse él le da igual lo que pase al resto del partido, de hecho parece que hace estos movimientos para que la derrota sea más profunda y haya una especie de necesidad mayor de su estancia en el poder. Si lo hace para arrastrar voto igual se encuentra con algo que no quiere.

Post Scriptum. Se ruega al mininistro Félix Bolaños que no tome a los españoles por idiotas. Afirmar que en el PSOE se elige a los candidatos con el voto de los militantes es faltar a la verdad. A Sánchez hace dos congresos que no se le ha votado. Emiliano García-Page tres cuartas de lo mismo. A López nadie le ha votado. Y así con la mayoría de cargos. De hecho, ni la composición de las listas de delegados se votan. Más cuando ha sido él y su alegre muchachada la que ha impuesto la dictadura que existe en el seno del PSOE.

Trump y el papa Francisco juegan a tocarse los cascabeles

Donald Trump parece que no va a dejar ningún charco en el que saltar. Junto a su asesor y amigo, Elon Musk, está decidido a cambiar el aspecto del mundo occidental —con los no occidentales no se atreve y solo les impone tasas aduaneras— para acercarlo a su capitalismo neoprotestante. Desde X el empresario señala a aquellos gobiernos “progresistas” que están en problemas y se refuerza, mediante una manipulación del algoritmo, a aquellos que son, al menos hoy en día, amigos. ¿No han notado que les aparecen cada vez más temas en X de Javier Milei o Giorgia Meloni?

El siguiente paso es tocarle los cascabeles al mismísimo vicario de Cristo en la Tierra, el papa Francisco. Trump ya ha anunciado los próximos cambios en el gobierno, en distintas agencias del Estado y algunos de los embajadores políticos. Entre estos últimos, el próximo presidente estadounidense ha decidido situar como embajador de EEUU ante la Santa Sede a Briar Bruch. Católico muy conocido en su país de origen por ser el fundador de Catholic Vote, organización conservadora que propugna el viraje del sector católico hacia el trumpismo y el republicanismo.

Bruch también es un destacado activista contra el matrimonio (lógico) y las uniones de personas del mismo sexo; se posiciona contra las ayudas de los presbíteros católicos a los inmigrantes ilegales —llegando a denunciar que algunas asociaciones católicas están participando en esa inmigración con fondo públicos—; es decidido defensor del rito tridentino; y su máxima moral es la existencia de “valores no negociables”. Ha denunciado, algo que es de justicia, la investigación del FBI, mediante un supuesto abuso de poder, de aquellos grupos católicos que siguen el rito tridentino. Al pontífice romano le ha venido señalando por su posición globalista, sus quejas económicas y ha llegado a denunciar que el Vaticano es parte de un entramado para potenciar la inmigración ilegal.

La respuesta pontificia

Un verdadero torpedo que ha lanzado Trump a la línea de flotación del papa Francisco. Un tradicionalista al que tendrá que manejar monseñor Pietro Parolin con su habitual mano izquierda. No es, ni ha sido, ni será, la primera vez que un gobierno envía como embajador a alguien que puede ser incómodo a la “política vaticana”. Antiguamente, cuando la voz papal era verdaderamente una voz escuchada en todo el orbe, gobiernos claramente contrarios al catolicismo intentaban que no se notasen demasiado las diferencias (el ejemplo más claro era la URSS), hoy en día eso es algo que parece no tenerse en cuenta. Mucho menos cuando está Trump detrás, personaje al que no le importa pisar callos cuando sabe que el otro no tiene el suficiente poder de reacción.

El papa Francisco puede ser muchas cosas, muy modernito, o estar demasiado influenciado por el discurso globalista oficial, pero tonto no es. Como decía Benedicto XVI «aunque aparente no conocer o no saber es jesuita». En respuesta a ese nombramiento el pontífice ha cambiado al arzobispo de Washington. El cardenal Wilton Daniel Gregory, moderado, presentó su renuncia al cumplir su tiempo y ha sido nombrado el cardenal Robert Walter McElroy, que estaba en la diócesis de San Diego. McElroy es conocido por sus posiciones extremadamente aperturistas en lo referente a lo doctrinal, lo pastoral y lo social. O lo que es lo mismo, le ha devuelto el favor a Trump en el mismo corazón del poder político de EEUU.

Paradójicamente el embajador Bruch es presidente de la Seton Montessori School, un centro educativo adscrito a la teosofía, doctrina profundamente contraria a la doctrina católica. Si desean ahondar en lo que esto significa pueden leer el libro de Dominic Green, La revolución religiosa (Galaxia Gutenberg) y verán cómo se puede ser un tradicionalista ligado al lefebvrismo y dirigir una escuela donde el espiritismo y el orientalismo sobrevuelan. Lo de siempre en algunos radicales de todo pelaje, hipocresía y esto, que lo saben el el Vaticano, será seguramente utilizado en toda su amplitud.

Por qué Vox no ganará nunca

Ahora que Elon Musk se ha autoconvertido en el señor del populismo occidental gracias a su plataforma X, algunos personajes en España, léase Antonio Papell y similares, se han puesto nerviosos porque ello podría suponer que Vox tendría oportunidades de llegar al poder. No. Vox nunca podrá gobernar. Con suerte serán la muleta del PP y rascarán alguna de capital de provincia, pero no más que eso por mucho que Musk pueda hilvanar algunos elementos que se encuentran en el vocinglerío voxero. Esto sí le puede venir bien al sanchismo para justificar su actuación, de hecho ya lo hacen con cualquier supuesto aliado de Vox que consigue llegar a lo alto del poder.

¿Por qué ese intento de Musk de alentar ciertos tópicos no surtirá efecto en España y con Vox? Lo primero porque Vox carece de discurso. Lo segundo porque la estructura de poder no lo permitirá. Y tercero porque el contexto sigue siendo importante y lo que vale en un lugar puede no valer en otro.

Distintos contextos, distintas estrategias

Comenzando por el tercer punto, no es la situación española cultural, económica y políticamente similar a lo que ocurre (ocurría) en Argentina, Italia o Estados Unidos. Existen algunos rasgos comunes, no a las cuatro sino unas sí y otras no, pero no hay una réplica similar de contextos y culturas. Javier Milei vence en Argentina porque el pueblo no podía más. La izquierda argentina estaba en cosas similares a la española (los penes lesbianos, la descolonización y esas cosas) pero la estructura estatal ni por asomo se parece, ni la estructura económica, ni la cultura sociopolítica. Milei es fruto de la desesperación y buscar una salida como fuese.

Italia tienen más conexiones culturales y económicas, con la diferencia de que allí la alternativa a la derecha era la izquierda postmoderna, populista y de la batukadas, con el añadido de una derecha destrozada por la corrupción, sin un referente nacional (como pudo ser en su momento la Democracia Cristiana) y con una socialdemocracia inexistente. Giorgia Meloni tomó prestadas cosas de los antiguos arcanos y logró ser la fuerza mayoritaria, no solo por un discurso anti-inmigración sino por temas que tienen mucho más que ver con la Italia cultural, sin negar la fuerza del cristianismo como elemento vertebrador a derechas e izquierdas. Lo de Donald Trump es algo propiamente estadounidense y es imposible trasladarlo a Europa, de hecho uno de los errores de Vox es intentar trasladar parte de los tópicos generados por el protestantismo económico.

La oligarquía no quiere que haya circulación

Como segundo punto se ha expresado que la clase dominante no permitiría que Vox alcanzase el poder —que sea muleta del PP no se ve tan mal, entre otras cuestiones porque acaban diluyéndose en su casa matriz—. La teoría de la circulación de las élites tiene su propia delimitación. Si recordamos al recientemente fallecido Dalmacio Negro, la circulación se produce entre oligarquías partidistas, interestatales e intraeconómicas, o lo que es lo mismo, la circulación se produce dentro de una misma estructura de poder que conforma la coalición dominante. Pueden entrar nuevos actores en el plano económico —debido a la aparición de nuevas fuentes de generación capitalista—, pero en lo político no es así y se ha visto a lo largo del tiempo.

Da igual que Juan Roig o Florentino Pérez den dinero o permitan en los medios que controlan darles publicidad, son solo dos elementos de la fracción dominante de esa clase poderosa. El resto no está por la labor, especialmente todos aquellos actores que están vinculados a la élite global. Vox es un elemento necesario como contrapeso del wokismo, pero no más. Son tantos los vínculos estrechos entre el PP con el mundo económico y la clase inserta en la estructura estatal que, llegado el punto donde Vox pudiese ser una verdadera alternativa al PP, se destruirían todas sus opciones. Miren lo que pasó con Ciudadanos cuando resultó no ser útil a la clase dominante. No sería extraño que hasta se fomentase un cambio en la ley electoral para evitar un ascenso mayor en escaños. A eso habría que añadir que los medios que hoy les dan cancha, mañana les atacarían sin piedad.

Carencia de estructura y discurso

No obstante los anteriores puntos, el principal problema de Vox sigue siendo interno. Carece de una estructura partidista —algo fundamental para poder asaltar el poder en el sistema actual—, entre otras cosas porque la dirección del partido no pone demasiado énfasis en dotarse de ella. Les vale con un delegado —obediente, sumiso y callado a ser posible— en cada capital del provincia y algunos seres dispersos entre los pueblos más grandes. Ni se preocupan por quién es el jefe local de Vox y así pasa, que donde no es el más tonto y chulo del pueblo, es el caradura que quiere mover las lindes o aquel que se deja ver con las cuatro viudas catequistas que amargan a los chavales con demonios y muertes en el infierno en las catequesis. Les guste o no, para ser alternativa de poder hay que estar presente, con solvencia, en el 80% del territorio.

En muchas ocasiones, en demasiados lugares, Vox es la muleta del PP contra el comunismo y demás invenciones —tan invención es que existe un peligro comunista como que existe un peligro fascista, ambas ideologías hace años que están enterradas—, lo que acaba decantando al votante supuestamente conservador por el original y no la copia. Miren lo que ha pasado en Andalucía y Madrid. Se quedan con adoradores de Francisco Franco, integristas católicos y cuatro libertarios que están hasta las narices de los engaños económicos del PP. Eso les permite sumar un buen puñado de votos y obtener escaños en las provincias más populosas, pero sin rascar en aquellas donde se construyen las mayorías, las medianas y pequeñas.

Si quieren ser conservadores, lo que tiene cierta lógica, deben serlo completamente, con todas las consecuencias. No se puede ser Milei hoy, Meloni mañana y Marine Le Pen dentro de tres días. No son lo mismo ni por asomo. Muchos grupos conservadores europeos ni se acercan al nuevo grupo Patriotas, siguen en el PPE y no porque compartan programa general con la CDU, el PP u otros partidos por el estilo, sino porque no comparten ni el retorno al paganismo religioso (muy extendido entre el populismo europeo), ni el libertarismo económico. Siendo cristianos son más de la subsidiariedad y de caridad. A Jorge Buxadé le viene bien tener su hueco mediático dentro de Patriotas, pero allí hay divergencias enormes, como las hay en Vox porque nadie se ha tomado la molestia de crear un discurso.

Mayor claridad intelectual

Tomando prestados algunos términos de una columna del otro día de Yesurún Moreno, en Vox son más conservadores estéticos y resignados que conservadores con la suficiente valentía para disputar a la derecha globalista el poder. No establecer una revolución conservadora, algo complicado tal y como está definido el contexto mundial, pero cuando menos sí transformar fuera de los mecanismos sistémicos. Esto lastra el discurso que puede tener Vox entre las clases populares. Hasta el momento han conseguido hacerse con muchos votantes del PP cansados del bipartidismo de la nada, algunos rancios o carcas, pero no penetran entre otros sectores. Y el cayetanismo ese que muestran en los medios proge-globalistas es más del PP que de Vox.

La indeterminación discursiva donde hoy es una cosa y mañana otra; los apoyos culturales diversos entre opusdeístas, evangélicos que no lo saben, conservadores, falangistas deprimidos o amargados de Gustavo Bueno no ayudan a construir un corpus partidista o doctrinal como sí logró la Agrupación Nacional en su momento. No sirve luchar contra los zurdos, tomando prestada la dislexia de Milei, porque si Vox quiere crecer debe atraer a muchas personas de izquierdas, a esa izquierda conservadora y no a ese liberal-conservador de espíritu burgués.

En la Fundación Disenso se intenta algo parecido a un corpus doctrinal —han fichado a Víctor Lenore (izquierda conservadora) y tienen a un tipo bastante inteligente como Miguel Ángel Quintana Paz—, desde Gaceta hay un esfuerzo columnista y de Ideas, pero no llegan más allá de cuatro o cinco, si se permite la exageración. No es mal comienzo y hay un mínimo desde el que construir pero falta mucho por hacer, lo primero, quitarse muchos prejuicios personales. Porque en Vox llega cualquiera con sus propias manías a intentar proyectarlas como algo universal.

Es paradójico que cuando en España comienza a despuntar un universo intelectual conservador de cierta calidad, después de años de opacamiento, Vox, que debería ser en parte el partido que proyectase ese debate —como el PSOE fue en su momento el partido de cierto grupo cultural-ideológico—, se asiste a declaraciones de sus cargos públicos que dan vergüenza ajena, en muchas ocasiones por la carencia de cultural general. Santiago Abascal tiene potencial personal, frente a lo que hay en la actualidad, pero no lo trabaja, entre otras cosas, porque no sabe si quiere ser carne o pescado. Sabe que le van a impedir llegar al poder, como ha podido comprobar en algunos lugares, de ahí debería sacar fortaleza, pero sin discurso poco podrá hacer. Por ello Vox no gobernará nunca.

#NovedadesLiterariasD16 Grupo Planeta (7-10 enero)

Les ofrecemos las novedades de la semana entrante (novela, poesía, teatro, ensayo, historia…) del grupo Planeta (7-10 enero). La presentación de cada obra es la ofrecida por la propia editorial, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Narrativa

Luis García Jambrina. El manuscrito de sangre. Espasa. 21,90€

El Vaticano, 18 de agosto de 1503. El papa Borgia, Alejandro VI, muere en extrañas circunstancias después de varios días de agonía. El pesquisidor Fernando de Rojas deberá investigar el caso por encargo de su tío el embajador de los Reyes Católicos en la Ciudad Eterna. También tendrá que estar atento a las luchas de poder y de familia y a todo lo que ocurra en el cónclave que ha de elegir al nuevo papa, pues son muchos los intereses que están juego para España y Francia, que en ese momento se están disputando el reino de Nápoles.

La resolución del caso no va a ser nada fácil, pues Rodrigo Borgia tenía muchos enemigos y había dejado numerosas víctimas por el camino; tampoco van a faltar obstáculos, reveses, manipulaciones y nuevos crímenes. Por suerte, Rojas contará con la ayuda del clérigo y médico Francisco Delicado, el autor de La Lozana andaluza; de la propia Lozana, que con su gracia, belleza, astucia y desparpajo se ha convertido en una mujer libre, llena de recursos y muy popular; y del escritor y músico Juan del Enzina.

Por la novela, desfilarán también varios papas y cardenales, hermosas cortesanas y frailes seguidores de Savonarola, así como personajes tan conocidos como Maquiavelo o César y Lucrecia Borgia, una mujer tan hermosa como enigmática. A través de ellos, conoceremos la vida alegre y oculta de la “Roma puttana”, con sus numerosos burdeles llenos de prostitutas procedentes de medio mundo; los entresijos del Vaticano, que vive su época de mayor esplendor y corrupción; y un lugar tan fascinante como la Domus Aurea, el famoso palacio de Nerón, enterrado bajo una montaña de tierra y escombros, que por entonces acababa de redescubrirse, si bien muchos pensaban que eran grutas.

El Rojas más audaz, transgresor y enamoradizo en una intriga absorbente y trepidante y en un escenario único y misterioso. Nunca sus pesquisas llegaron tan lejos.

Ana María Matute. Primera memoria. Destino. 20,90€

Con la guerra civil, «lejana y próxima a un tiempo, quizá más temida por invisible», como telón de fondo, Primera memoria narra el paso de la infancia a la juventud de Matia y de su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular tan ingenuo como misterioso. A través de la visión particularísima de la muchacha —sin madre y con padre desaparecido—, asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, el fuerte resplandor de la realidad ciega asombra e incluso duele a veces. Una singular galería de personajes constituye el contrapunto a su vertiginosa sucesión de sensaciones. Y es que, en unos meses, Matia descubrirá muchas cosas hasta entonces ignoradas sobre «la oscura vida de las personas mayores».

María Reig. Sonó un violín en París. Planeta. 22,90€

El escritor don Guillermo Bogarín sonríe satisfecho al pensar en el selecto grupo que ha logrado reunir: ha merecido la pena el trabajo dedicado durante meses a preparar ese tour por Europa. Apenas quedan dos días para el 25 de septiembre de ese año 1893 para que esos nueve viajeros partan de la estación de Lyon en París para recorrer, durante casi dos meses, parte de la Italia recién unificada, algunos territorios de Austria-Hungría y ciertos lugares de las nuevas fronteras del Imperio alemán. Son el arquitecto Jacobo Figueroa y su amigo, el ambicioso empresario Juan Álvarez-Caballero; el intransigente pintor impresionista Ferdinand Mercier, su buena amiga Jeanne Leroy, empresaria teatral de éxito tras la muerte de su marido, a quien acompaña su sobrino, el inconstante Henri Collet; la condesa rusa Karimova; la señora Dupont, propietaria junto a su marido de una editorial de música y promotora de jóvenes talentos de este arte, y Clara Balaguer, virtuosa violinista y una de sus representadas.

Don Guillermo conoce bien los motivos que lo llevan a abandonar París durante un tiempo, pero no ha pensado en que los demás también tienen los suyos, que se apartan, y mucho, del simple placer de evadirse. No tardará en enterarse de la peor de las maneras, pues una columna de ecos de sociedad de Le Petit Journal empezará a desvelar los secretos más íntimos del grupo.

Con la convulsa Europa de fin de siècle, donde se hallan las claves que ocasionaron las dos guerras mundiales como telón de fondo, María Reig construye con maestría una novela histórica que, con la excusa del viaje recreativo tan habitual en las clases pudientes de finales del siglo XIX, habla de la necesidad de enfrentarnos a nuestros miedos y tomar las riendas de la vida.

Helene Flood. La herencia. Planeta. 21,90€

Antes de que Erling sufriera un ataque al corazón y cayera fulminado en la calle, ya había sufrido una serie de “casi” accidentes bastante sospechosos. Ahora, sola en su inmensa casa, Evy, su esposa durante cuarenta y cinco años, reflexiona: hay algo que no encaja con la muerte de su marido. Además, todo a su alrededor empieza a cambiar, de forma muy sutil… objetos que desaparecen de la casa, sus hijos aparecen sin avisar y claramente le ocultan cosas, la puerta del sótano, que siempre está cerrada, de repente está entreabierta… Cuando aparece después de muchos años un viejo amigo de la juventud de Erling con algo que contarle Evy empieza a tener miedo. ¿Puede ser que alguien deseara hacerle daño a Erling? ¿Y si ahora la persona que iba tras él, va tras ella?

Arianna de Sousa-García. Atrás queda la tierra. Seix Barral. 19€

Mientras su mundo se cae a pedazos, la narradora de Atrás queda la tierra conecta una serie de memorias, palabras e imágenes para escribir una conmovedora novela de no ficción sobre el dolor que provocan el despojo y la violencia.

Esta es la historia de millones de venezolanos, pero también de todo aquel que haya tenido que sufrir el exilio. Atrás queda la tierra es el testimonio de la catástrofe de una nación que una madre le intenta contar a su hijo, un niño que no se siente parte de ningún país, sino de todos al mismo tiempo.

Margaret Weis y Tracy Hickman. La mano del caos. Minotauro. 20,95€

La Puerta de la Muerte ha sido abierta. Los cuatro mundos elementales en que los sartán dividieron el Universo han quedado comunicados. Por fin, el Señor del Nexo podrá desarrollar su plan para adueñarse de ellos y, por eso, ordena a su fiel Haplo que regrese a Ariano con el pequeño Bane, el príncipe humano que ha descubierto el propósito de la extraordinaria máquina instalada en una de las islas flotantes.

Iridal, la misteriarca, verdadera madre de Bane, descubre la presencia de su hijo en Ariano y acude en su busca escoltada por Hugh «la Mano», el asesino, quien ha regresado misteriosamente de la muerte y debe cumplir su promesa de matar al príncipe.

El proyecto de los sartán de dividir el Universo ha resultado un fraude. La interdependencia que debía producirse entre los mundos del aire, el fuego, la piedra y el agua ha fallado. Además, por la Puerta de la Muerte se han introducido en todos ellos unas siniestras criaturas, invencibles e inmortales, cuyo objetivo es sembrar el terror y la violencia…

Por su parte, Haplo se ve atrapado en un conflicto, de lealtades y, al tiempo, empieza a dudar de cuanto había tenido por cierto hasta entonces.

Ensayos

Eduardo Infante. Ética en la calle. Ariel. 18,90€

La ética es una disciplina peligrosa y subversiva, capaz de cuestionar profundamente las normas establecidas. En la Antigua Grecia, era un ejercicio de pensamiento que se practicaba en las calles, pues todo el mundo tenía derecho a opinar. Ética en la calle pretende recuperar ese cuestionamiento de las creencias y los valores para crear una plaza pública virtual que permita a los lectores dialogar entorno a preguntas que nos formulamos hoy en día: explorar qué significa vivir una vida digna y buena, qué es el bien y el mal, cuáles son los límites que nos plantea la ingeniería genética o la inteligencia artificial, entre otros.

Cada capítulo plantea un reto filosófico y ofrece varias respuestas para fomentar el debate y la reflexión en colaboración con otros: ¿Un anciano con Alzheimer sigue siendo culpable por unos crímenes que no recuerda que cometió? ¿Es el género una invención social? Con la ayuda de los grandes pensadores de la ética y del mejor cine clásico, podremos evaluar las alternativas y juzgar cual de ellas es más justa.

Nassim Nicholas Taleb. El lecho de Procusto. Paidós. 16,90€

Según la mitología, Procusto era un posadero que secuestraba a los viajeros y les torturaba si no cabían a la perfección en una cama especial que tenía preparada. Nadie nunca se ajustaba a sus medidas.

Cada aforismo incluido en este libro es un lecho de Procusto que ejemplifica nuestra actitud ante lo desconocido: los humanos, frente a los límites de nuestro conocimiento, resolvemos la tensión categorizando y encajando la vida y el mundo en ideas genéricas, categorías reductivas y términos específicos. Pero solo hemos creado una ilusión reconfortante. Cuando abracemos lo inesperado y aceptemos lo que no sabemos, podremos ver el mundo tal como es.

Combinando su agudo ingenio y su potente sabiduría, Taleb hace añicos las ilusiones humanas y confronta los valores clásicos del valor, la elegancia y la erudición frente a las enfermedades modernas de la ñoñería, el filisteísmo y la falsedad.

Divertidos e irreverentes, estos aforismos nos desvelan los autoengaños con los que convivimos, pero que nunca antes habíamos reconocido.

Juan Arnau. Ortega contra el racionalismo. Espasa. 21,90€

Las similitudes de la filosofía de Ortega y Gasset con el budismo y la filosofía oriental.

Ortega y Gasset es quizá el más grande de los filósofos españoles y, sin embargo, hay dos aspectos de su pensamiento en los que no se ha puesto atención hasta el momento: su filosofía de la ciencia y su rechazo del racionalismo, al que considera como una de las enfermedades de nuestro tiempo.

La razón es impotente ante todo aquello que no se deja descomponer. Solo funciona ante el mecanismo. Y todas las cosas importantes de la vida —el deseo, la percepción, la libertad, la propia mente— no pueden descomponerse ni se ajustan al modelo mecanicista. De un modo intuitivo, Ortega y Gasset compone un teatro de la mente que sintoniza con las ideas sobre la conciencia de la filosofía oriental, el budismo y la neurociencia de vanguardia.

Historia y biografías

José María Zavala. Los Doce. Espasa. 21,90€

¿Quiénes intentaron robar la cabeza de san Pedro en el Vaticano? ¿Cómo se descubrió la tumba y la casa del «Príncipe de los Apóstoles»? ¿Dónde se veneran hoy la falange del dedo índice del incrédulo Tomás y el brazo amputado de Judas Tadeo? ¿A qué discípulo corresponden, en realidad, parte de los restos conservados en la Catedral de Santiago de Compostela?

Por increíble que parezca, los Doce Apóstoles de Jesús y las circunstancias que los rodean siguen siendo todavía muy desconocidos. Con su acostumbrado rigor y amenidad, y tras una ímproba labor de investigación para alumbrar importantes pasajes del Evangelio, José María Zavala nos adentra desde la primera a la última página en una especie de máquina del tiempo a través de la cual podremos contemplar, como si hubiésemos estado allí, las apasionantes vidas de los Apóstoles que acompañaron a Jesús.

Tras el éxito de Últimas noticias de Jesús, el autor nos brinda ahora un fascinante retrato humano de los Doce elegidos.

Sebastian Haffner. Alemania: Jekyll y Hyde. Ariel. 18,90€

Escrito en 1939 y publicado un año después, Alemania: Jekyll y Hyde es un llamado a sus contemporáneos a comprender los peligros del nazismo para el mundo y una denuncia del panorama desolador que se estaba creando en Alemania. Con un agudo análisis y una prosa afilada y combativa, Haffner nos conduce por las luces y las sombras del pensamiento político alemán de esos años y nos presenta una radiografía exhaustiva de la sociedad alemana sobre la que se asentó el nacionalsocialismo con el fin de construir una propaganda efectiva contra el terror de esos años.

#NovedadesLiterariasD16 Penguin Random House (7-10 enero)

Les ofrecemos las novedades de la semana entrante (novelas, poesía, teatro, ensayo, historia…) del grupo Penguin Random House (7-10 enero). La presentación de cada obra es la ofrecida por la propia editorial, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Narrativa

Álvaro Espina. Cerbantes. El combate de las letras. Suma de Letras. 24,90€

Esta obra, que cierra la trilogía Cerbantes, arranca con la vuelta de Miguel desde Lisboa a Salamanca, donde participa en la academia de la universidad salmantina.

La primera parte del libro culmina con la vuelta a Madrid, los amoríos de Miguel con Ana Franca y su marcha a Andalucía.

La segunda parte narra las vicisitudes de Miguel como criado del rey en Andalucía y sus encuentros con Antonio Pérez y Ana de Mendoza, mientras escribe sus novelitas.

La tercera parte relata el encuentro con Ana de Silva en su visita a Doñana. En la cuarta parte ocurre el crimen de Ezpeleta, mientras Miguel y su familia están en Valladolid.

Los últimos años de su vida nos son dados a conocer a través de cartas a Ahmad Ibn Al-Ayyi en Orán, tras la expulsión de los moriscos.

Chris Whitaker. Todos los colores de la oscuridad. Salamandra. 24€

Tras alcanzar un éxito sensacional entre la crítica y el público con Empezamos por el final, Chris Whitaker vuelve a conquistarnos con Todos los colores de la oscuridad, una ambiciosa novela que combina el misterio, el thriller y una arrebatadora historia de amor. Esta incisiva exploración del alma humana a través de la fina línea que separa el triunfo de la tragedia se ha convertido desde su aparición en un fenómeno internacional.

Monta Clare, Misuri, 1975. Mientras la guerra de Vietnam llega a su fin y Muhammad Ali se enfrenta a Joe Frazier, la desaparición de varias niñas quiebra la sensación de seguridad característica de esa pequeña comunidad, que se agrava cuando Joseph Patch Macauley es secuestrado. Su mejor amiga, Saint Brown, se propondrá encontrarlo a toda costa, pero, pese a sus esfuerzos, Patch permanecerá casi un año en total oscuridad en un sótano con la única compañía de una niña llamada Grace, a quien escucha, pero nunca ve, y que lo visita en secreto. Tras ser liberado, la búsqueda de Grace se convertirá en el hilo conductor de la vida de Patch, que tomará giros insospechados a lo largo de dos décadas, mientras Saint luchará por hallar la verdad y recuperar a su amigo, a quien cree perdido en un oscuro recuerdo.

Con una prosa evocativa, llena de emoción y de humanidad, dos héroes vívidamente dibujados y una cadencia que hace imposible abandonar la lectura, Chris Whitaker nos ofrece una epopeya deslumbrante sobre el poder de la lealtad y la fuerza de la perseverancia frente a las adversidades más abrumadoras.

Jesús Gallego. Herencia. Roca Editorial. 22,90€

El 20 de noviembre de 1975 murió Francisco Franco. En la compleja telaraña que se teje en una España al límite, tres ciudadanos se enfrentan a ese momento histórico decisivo: Manuela, una mujer que viaja de Extremadura a Madrid para visitar la capilla ardiente; José Luis, un joven que acaba de entrar en ETA y que prepara un atentado en Madrid; y Jaime, un procurador en Cortes, héroe carlista de la Guerra Civil, que se dispone a honrar al general en el Valle de los Caídos. Ellos no lo saben, pero sus vidas están conectadas por un hilo de pasadas circunstancias que han marcado el camino de su existencia.

Una novela trepidante en la que Jesús Gallego dibuja con precisión aquellos días de incertidumbre y los largos años bajo una dictadura que parece eterna. Herencia es un relato sobre lo que pasó y sobre lo que pudo haber pasado, y su precisa representación de la España del 75 se convierte en una trama única con un impactante giro final que helará la sangre del lector.

Melanie Moreland. El anexo. Roca Editoril. 21,90€

A Richard VanRyan le van muy bien las cosas. Su familia crece. Tiene una vida plena. Posee todo lo que puede desear y ha sido bendecido con todo lo que nunca supo que necesitaba.

Hasta el día en que su pasado aparece y lanza una granada a su futuro.

¿Qué ocurre cuando el hombre que solías ser proyecta una sombra sobre el hombre que eres hoy?

¿Podrán los dos mundos fusionarse en paz, o uno hará que el otro se astille?

¿Puede ganarse el perdón, o tiene un precio demasiado alto?

Fidel Moreno. Mejor que muerto. Random House. 20,90€

Para Julio no resulta fácil tener cuarenta y un años y la vida resuelta. En paro y sin ganas de trabajar, su tranquilidad apenas se ve alterada por la insistencia de su esposa Casilda, exitosa mujer de negocios, en quedarse embarazada. El piso de Lavapiés en el que viven, regalo de su suegro, cuenta con un estudio en el que puede drogarse y perder el tiempo a su antojo. Vivir como un zángano está bien, pero no basta.

Nombrado presidente de la comunidad de propietarios, tendrá que llamar al orden a los okupas del edificio, entre los que está Sara, una atractiva joven. El confinamiento decretado por el coronavirus intensificará el trato de Julio con la vecindad, lo que hará su vida mucho más distraída.

Infidelidades, especulación inmobiliaria, fármacos contra la disfunción eréctil, desencanto político, microdosis de LSD, procreación más allá de los cuarenta, inmigrantes sin papeles, españoles sin convicción, matrimonios que duermen en habitaciones separadas, uso esporádico de heroína, crisis de la masculinidad y dinero en sobres… Mejor que muerto es una novela tragicómica que retrata la precaria existencia contemporánea en un mundo confuso donde hombres y mujeres, con más torpeza que suerte, buscan su lugar.

Ibon Martín. Alma negra. Plaza & Janés. 21,90€

Aunque hace décadas que las minas enmudecieron en los Montes de Hierro, en la quietud de la noche aún pueden oírse los lamentos desesperados de las almas que quedaron sepultadas en su vientre de roca. La aparición del cadáver de Teresa Echegaray, la poderosa mujer que pretende reabrir la explotación, despierta entre los habitantes de la cuenca minera el miedo a las leyendas dormidas y reaviva el rencor acumulado durante largos años.

La investigación del asesinato se ve lastrada por un acontecimiento que sacude la vida de Julia. Cuando parece que al fin ha llegado la hora de cicatrizar una dolorosa herida de su pasado, no encuentra la respuesta que busca, sino nuevas preguntas y una misión para Ane Cestero quien, despojada de su uniforme y su placa, tendrá que resolver el rompecabezas armada únicamente con su instinto. Juntas se enfrentarán al caso más complicado de su carrera.

El rey del thriller atmosférico nos traslada a su escenario más extremo: la zona minera de Bizkaia. Un territorio donde las ruinas del pasado industrial han sido reconquistadas por la naturaleza dando lugar a un paisaje de belleza inquietante y sobrecogedora.

Virginia Feito. Victorian Psycho. Lumen. 19,90€

El señor y la señora Pounds han contratado a Winifred Notty para que cumpla el rol de la perfecta institutriz victoriana: dará clases a sus pupilos (francés y costura a Drusilla y álgebra e historia al pequeño Andrew) y les contará cuentos antes de dormir. Pero Ensor House y sus habitantes ocultan más perversiones y secretos que la perturbada señorita Notty, capaz de convertir un té con elegantes invitados y bebés en el salón en un acontecimiento macabro. ¿Qué ha pasado en su vida para que una fría mañana de Navidad todas las piezas del pasado y el presente encajen y un final opuesto al de un cuento de hadas nos estremezca como un regalo sangriento?

Joyce Carol Oates. Niágara. Lumen. 25,90€

Ariah Erskine se despierta el 12 de junio de 1950 entre mullidas almohadas, toallas bordadas y el suave arrullo de las cataratas del Niágara, donde se ubica su hotel. Es el primer día de lo que espera que sea una magnífica luna de miel con su marido. Pero al otro lado de la cama solo encuentra un lugar vacío. Tras unos días de afanosa búsqueda, la joven acepta que es ahora la viuda de un suicida y trata de rehacer su vida.

Hallará consuelo en Dirk Burnaby, que se convertirá en su segundo marido, y se establecerá con él en una casa cerca de las cataratas. Con el nacimiento de sus tres hijos, el retrato de familia feliz parece estar al completo, pero las aguas del Niágara aún no se han calmado y, con el tiempo, volverán a reclamar a sus víctimas. Una novela «poderosa, llena de compasión y de humor triste [que es] otro ejemplo de la inagotable brillantez de Oates» (BookPage), por «la autora que con más ambición ha retratado la vida americana del último medio siglo» (El País).

Christiana Moreau. Cachemir rojo. Grijalbo. 21,90€

En el caleidoscopio de colores del mercado de Ordos, en China, hay uno que destaca por encima de todos. Es el rojo brillante y puro de un jersey de cachemir. Bolormaa lo ha tejido con la última lana de su rebaño, antes de que el verano excesivamente caluroso y el invierno excepcionalmente duro lo exterminaran y obligaran a su familia a abandonar la vida nómada en las montañas.

Muy a su pesar, Bolormaa le vende el jersei a Alessandra, una mujer italiana que le paga una pequeña fortuna por él y le deja su tarjeta de visita junto con la promesa de un trabajo en Italia. Es un encuentro fugaz, pero su recuerdo permanece grabado en la mente de Bolormaa y alimenta el sueño de una vida mejor.

James S. A. Corey. La piedad de los dioses. Nova. 23,90€

Durante siglos, los Carryx han destruido o esclavizado en toda la galaxia. Pero ahora se enfrentan a un enemigo inmortal, y la clave para su supervivencia está en manos de los humanos del planeta Anjiin.

Las naves Carryx descienden y se llevan a los mejores humanos; entre ellos, a Dafyd Alkhor -asistente de un brillante científico. Todos son abandonados en una lucha contra otras especies con la extinción como precio del fracaso. Solo Dafyd y algunos compañeros comprenden que para sobrevivir deberán comprender (y manipular) a los propios Carryx. Y al hacerlo, Dafyd se convertirá en el hombre más odiado de la historia y el guardián de su pueblo.

Günter Grass. La estatua. Alfaguara. 16,90€

Cuando le preguntaron con qué mujer de la historia del arte le gustaría cenar, Umberto Eco contestó sin dudar Uta de Naumburgo, considerada durante siglos la mujer más bella de la Edad Media y acusada de brujería durante su corta vida.

En una gira de lecturas por la antigua RDA a finales de los años ochenta, Grass ve la estatua de Uta por primera vez en la catedral de Naumburgo, hoy Patrimonio de la Unesco, y queda embobado por su belleza y realismo. Su figura, idealizada por el nazismo e inspiración para que Walt Disney creara la madrastra de Blancanieves, se caracteriza por un gesto único para el siglo XIII: con la mano derecha levanta el cuello de su preciosa túnica con un aire de misterio, casi como para ocultarse de alguien.

Grass recurre en este libro al tradicional recurso del convidado de piedra invitando a cenar en su jardín a la hija de un orfebre que hizo de modelo para la estatua. Sin embargo, en un atrevido salto en el tiempo, Uta sigue apareciéndose en más ciudades durante sus viajes, sorprendiendo al narrador enamorado, que la busca por todas partes, y convirtiendo sus siguientes giras en un verdadero desastre, hasta la caída del Muro y sus consecuencias.

Jordi Soler. Y uno se cree. Alfaguara. 18,90€

Y las cantó con esa misma voz que yo oía con devoción cuando era un niño, con esa bendita voz que tantas veces nos ha puesto la carne de gallina. Parece una tontería, pero pensé: ¡es Serrat!».

Jordi Soler recibió un mensaje de Joan Manuel Serrat en el que le hablaba de un pájaro de plumaje esponjado y nombre imposible que el novelista menciona en una de sus ficciones. ¿Es real o imaginado?, le pregunta el compositor. Es imaginado, confirma el autor. Y Serrat le propone inventar juntos una canción sobre él, de ambiente selvático y llena de color.

Este libro narra la increíble historia del proceso de escritura colaborativa, y, sobre todo, cómo se consolida una amistad a través de la literatura. Aquí están los temores del escritor, el vértigo ante la aventura junto a un músico que es un referente sentimental no solo para él sino para varias generaciones en España y América Latina. Pero también encontramos la generosidad del músico que pone su sabiduría al servicio de una obra conjunta. Y uno se cree es un relato honesto, revelador y lleno de humor sobre el arte de crear, y también la historia de una canción que nunca llegó a ser.

Gráfica, Cómic, Ilustrados

Liv Strömquist. La voz del oráculo. Reservoir Books. 22,90€

Desde la Antigüedad -con el oráculo de Delfos- hasta la actualidad -con los influencers de salud-, los humanos siempre hemos buscado consejo de los «expertos» para mejorar cualquier aspecto de nuestra vida. Esta tendencia se ha convertido en una obsesión colectiva en el presente: Internet está lleno de expertos con millones de seguidores dispuestos a guiarnos en cualquier ámbito de nuestra existencia… desde gurús del amor hasta psicólogos de Instagram. ¿Por qué?

Basándose en los escritos de numerosos filósofos y sociólogos, desde Zygmunt Bauman hasta Slavoj Žižek, de Eva Illouz a Byung Chul pasando por Jacques Lacan, Liv Strömquist responde a esa pregunta y desarrolla una sutil crítica de nuestra obsesión contemporánea por el bienestar y el desarrollo personal, a la vez que explora cuestiones existenciales más profundas, como el sentido de la vida o la aceptación de la muerte. Con su tono afilado e imprescindible, la cáustica autora sueca nos ofrece un análisis satírico a la altura de sus grandes obras.

Ensayo

Geoffroy de Lagasnerie. 3. Un elogio de la amistad. Taurus. 20,90€

«Vivo una relación con Édouard Louis y Didier Eribon que ya dura más de diez años. Desde los primeros meses de esta amistad, algo cambió en nuestras vidas, se produjo una quiebra profunda en nuestras existencias: empezamos a viajar juntos, a cenar los tres casi sistemáticamente, a crear, a pensar y a intervenir juntos en el espacio público, a celebrar juntos nuestros cumpleaños y los momentos tradicionalmente asociados a la familia, como la Navidad, a compartir la integridad de nuestra vivencia. Más allá de la amistad, esta relación se ha convertido para nosotros en un modo de vida, un conjunto de emociones y de experiencias compartidas, con sus ritos, sus lugares, sus tiempos, sus conexiones con los demás, con el mundo cultural e incluso con el mundo en general. Este libro pretende tomar esta relación como el punto de partida de una reflexión sobre los modos de vida, sobre la fuerza de la amistad especialmente en oposición al peso de los vínculos familiares, y sobre eso que podríamos llamar la política de la existencia. Ahora que las vidas y las aspiraciones parecen terriblemente homogéneas, puede leerse como una especie de manual de vida heterodoxo, que busca dar un sentido concreto a la aspiración utópica de vivir de otra manera».

Historia y biografías

Simone Veil. Solo la esperanza calma el dolor. Lumen. 19,90€

En mayo de 2006, dentro del marco del proyecto «Memorias de la Shoah», Simone Veil decide contar su vida frente a una cámara: el sol de Niza, la existencia despreocupada en el seno de una familia unida, republicana y laica, la guerra, la Ocupación… y, el 13 de abril de 1944, el convoy 71 que la llevará junto a su madre y su hermana a Auschwitz-Birkenau.

Con gran vivacidad, mucho detalle y grandes dosis de ironía, Veil relata sus dieciocho meses en los campos de exterminio: el frío, el hambre, las vejaciones, las amistades, la relación entre los hombres y las mujeres, la «marcha de la muerte» a Bergen-Belsen y el retorno con sus renovadas dosis de humillación. La icónica abanderada de los derechos de la mujer y del compromiso con la memoria nos advierte de que solo con la esperanza de que la Shoah no se olvidade o se banalice es posible calmar el dolor de quienes la padecieron.

José Natanson. Venezuela. Ensayo sobre la descomposición. Debate. 17,90€

De todos los gobiernos de izquierda que pasaron por América Latina en los últimos años, el de Venezuela es el que intentó llevar adelante el cambio más radical… y también el que fracasó más radicalmente. Este libro cuenta el proceso de declive de la Revolución Bolivariana desde diferentes ángulos: una crisis económica inédita en la historia del capitalismo, que redujo el PBI a un cuarto de lo que era y expulsó a siete millones de personas; una catástrofe social que convirtió al país del Socialismo del siglo XXI en uno de los más desiguales de la región, y un giro autoritario que hizo que Venezuela se transformara en un régimen que no es una democracia, pero tampoco una dictadura plena: una criatura política única.

Mezcla de ensayo, relato de viaje y crónica periodística, este libro analiza las múltiples crisis de un país que pasó de ser un faro ideológico para la izquierda al “patito feo” de América Latina. Para escribirlo, José Natanson viajó a Venezuela, subió a los cerros más pobres y visitó negocios de lujo, conversó con la gente en la calle, entrevistó a políticos y analistas. Sin prejuicios pero sin miedo a la polémica, responde algunas preguntas cruciales: ¿Quién es el responsable de la crisis? ¿Cuánto influyó el acoso de Estados Unidos? ¿Qué peso de la culpa tiene la oposición? ¿Hasta dónde llegan las violaciones a los derechos humanos? ¿Chávez y Maduro son lo mismo? Y, en definitiva: ¿Qué pasó con Venezuela?

Otras lecturas interesantes

José Antonio Ponseti. Cuando éramos pilotos. Plaza & Janés. 23,90€

En 1977 Thierry Sabine se perdió con su moto en el desierto del Teneré. Salió vivo de milagro, la experiencia le marcó de por vida y se prometió volver al desierto, pero jamás solo.

Dos años después quizá por valentía, quizá por inconsciencia regresó con un grupo de intrépidos hombres y mujeres que formaron parte de la primera edición del París-Dakar. El reto de enfrentarse a lo desconocido en la inmensidad del paisaje africano hizo que el éxito fuera inmediato. La mayor aventura del siglo XX había comenzado.

Estas páginas reúnen más de cuarenta historias llenas de emoción y arrojo. Porque los valientes de Sabine tuvieron que superar dificultades que ni siquiera habían imaginado: sobrevivieron al hambre, a la sed y al polvo del desierto; a averías y accidentes; a robos, enfermedades, secuestros e incluso a un matrimonio concertado. Cuando éramos pilotos es un homenaje a una época irrepetible, repleto de historias humanas, épicas, pertidas y agridulces que suponen el testimonio vivo de una pasión irracional por la aventura en su estado más puro.

Annie Jacobsen. Guerra nuclear. Un escenario. Debate. 23,90€

Solo hay un escenario, aparte del impacto de un asteroide, capaz de acabar con el mundo tal como lo conocemos en cuestión de horas: una guerra nuclear.

Hasta ahora, nadie fuera de los círculos oficiales ha sabido con exactitud qué sucedería si un estado rebelde lanzara una cabeza nuclear contra el Pentágono. Segundo a segundo y minuto a minuto, estos son los acontecimientos, acciones y protocolos reales que coreografían el fin de la civilización.

Las decisiones que afectan a miles de millones de vidas deben tomarse en seis minutos a partir de información incompleta y parcial, y a sabiendas de que, una vez se ejecuten, nada es capaz de detener la destrucción. A partir de docenas de entrevistas con expertos militares y civiles que han construido estas armas, que han formado parte de la creación de los planes de respuesta y que deben asumir la responsabilidad de las decisiones cruciales, la finalista del Premio Pulitzer Annie Jacobsen logra el más fidedigno y escalofriante relato de las consecuencias definitivas de una Guerra nuclear.

Laura G. De Rivera. Esclavos del algoritmo. Debate. 20,90€

¿Dejarías tu vida en manos de un algoritmo? Todos lo hemos hecho ya. A ciegas, sin querer. Si nos lo hubieran preguntado antes, si nos hubieran advertido en la letra grande de los riesgos y las repercusiones de delegar decisiones en la inteligencia artificial, quizá habríamos resuelto otra cosa. Somos, en cierto modo, marionetas del algoritmo, aunque no necesariamente de la manera que imaginamos. Pero quienes manejan los hilos no están hechos de silicio, sino de carne y hueso.

Este libro, fruto de años de investigación de la periodista científica Laura G. De Rivera, profundiza en distintas consecuencias de la penetración masiva de los algoritmos en nuestro día a día y responde a alguna de las preguntas más importantes de nuestro tiempo: ¿Sabemos cuánto contaminan? ¿De dónde viene la mano de obra (semiesclava) que los entrena? ¿Queda todavía algún lugar virgen en lo más recóndito de nuestra intimidad? ¿Para qué sirve la privacidad? ¿Por qué el modelo de negocio de las grandes plataformas se basa en fomentar la enfermedad mental? ¿Dónde queda la sensibilidad artística que es humana por definición? ¿Por qué la IA jamás podrá ser neutral? ¿Cuál es el peligro de dejar que haga predicciones por su cuenta? ¿Si algo no aparece en los resultados de la búsqueda de Google es que no existe? ¿Hasta dónde decidimos realmente cuando vamos a las urnas? ¿Qué es verdad y qué es mentira?

Salvar el bosque no el árbol

Las sociedades siempre han sido bosques. Las culturas han sido bosques. Hoy se busca salvar árboles antes que al bosque porque así se dictamina biopolíticamente. El bosque como metáfora ya fue utilizado por Jean Jacques Rousseau a modo de explicar lo que era el estado de naturaleza, ese lugar donde cada ser humano vivía alegremente teniendo todo a su mano y reproduciéndose por puro azar y placer. Una metáfora contra-hobbesiana que encajaba con su idea de que el ser humano es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que lo corrompe. Una teología política donde existe un paraíso que ha sido mancillado por el pecado y que debería retornar al final de los tiempos.

El conservadurismo intentó salvar el bosque, al menos el “buen” conservadurismo, entendiendo que había árboles que perecían con el paso del tiempo y había otros que nacían dentro de ese entorno natural. El liberalismo no creía en el bosque sino en la unión de diversos jardines, bien acotados y vallados. El socialismo quería montar otro bosque que tuviese alguna reminiscencia de aquel bosque originario del que nada se sabía pero del que se intuían sus virtudes. El comunismo no quería bosque, quería un jardín comunal. Los reaccionarios querían volver al jardín del Edén.

Todas estas ideas fueron entremezclándose y algunas desapareciendo porque lo agrícola no deslumbraba, no generaba beneficios. Al final el cuidador nihilista, ese que no quiere ni bosque, ni nada, fue ganando adeptos entre los que parecían los vencedores de las disputas territoriales y provocó que algunos tomaran prestadas algunas ideas nihilistas para su propio desarrollo. El neoliberalismo no solo quiso acotar diversos terrenos sino que arramplaron con los bosques que podían. Los comunistas y muchos socialistas deconstruyeron el bosque y lo dejaron como mera performance o instalación; se supone que existe un bosque pero no es más que ilusiones de árboles y plantas sueltas.

El conservadurismo actual actúa para salvar este o aquel álamo, este o aquel alerce, este o aquel pino, pero ha perdido de vista el bosque. Ha estado tan metido dentro, ha perdido de tal forma la perspectiva que ya no cree en el bosque sino en partes del bosque. No hay un bien común del bosque sino que, influido por el liberalismo, entiende que el sumatorio de árboles ya es suficiente para conformar el bosque. Si le suman alguna alimaña mucho mejor. Los otros conservadores, los socialdemócratas, defienden el bosque, saben que existe un bosque, pero no hacen más que dar sierras y hachas a los que quieren acabar con él. Incluso entre los cristianos, esencialmente los católicos, se defienden árboles, animales y plantas, pero sin entender que lo importante es el bosque.

De lo que se trata es de salvar el bosque. Con sus malas hierbas, sus árboles jóvenes, sus elementos híbridos y sus grandes e históricos álamos y robles. El bosque no solo es tradición, es un reto a futuro, es bien común, es saber que siempre hay un nuevo renacer, que aquello que germina es tan nuevo como producto de algo que antecedió a ese nuevo olmo o esos helechos. Siempre puede haber una diáspora, puede haber algún fuero purificador, pero el bosque siempre está ahí en su diversidad y unidad. No es un jardín, ni se sabe cómo acabará siendo, pero cada uno tiene su sitio en él, su libertad, pero también su ecosistema. Ahora solo hay árboles sueltos, demasiados bonsáis, plantas de interior, perros pijos y cada vez menos bosques y animales salvajes. El bosque protege, la planta en su maceta puede alegrar la vista pero es efímera, nihilista, sin raíces. Hoy quieren plantas y perros pijos.

La estampita, el cimbel del monje y el fariseísmo

Para haber estado viendo las campanadas en Teleayuso, Ultramedia y demás televisiones se ha montado una buena con las de La 1. La tal Lalachus sacó una estampita de la vaquilla del programa Gran Prix como si fuese el sagrado corazón de Jesús y ahí tienen a los beatorros de las redes sociales cabreados. Beatorros porque muchos creyentes han obviado el tema como es normal. Una cutrez más de la televisión pública, no diferente a las catetadas de las televisiones autonómicas públicas y privadas, porque para hacer humor hay que ser más inteligente que eso.

Bromas con cualquier aspecto del cristianismo se llevan haciendo toda la vida. ¿Quién no ha visto, en alguna tienda cerca de una catedral, el muñeco del monje que si le aprietas la tripa te enseña el cimbel? O las monjas que enseñan el culo. Y no, no es de ahora, incluso en tiempos pretéritos se podían ver. En esos tiempos en que la sociedad era mucho más católica que ahora. O esas botellas de licor con la forma de un monje con cara de haberse bebido los mares y tripa de haberse comido los bueyes. El chiste cristiano siempre ha estado ahí y hasta los propios religiosos se han reído con ellos y los han contado.

Como decían los Monty Python nadie espera a la Inquisición española y en estos tiempos ha tomado su lugar Abogados Cristianos, quienes ya han afirmado que presentarán una querella por blasfemia. La cual acabará en el basurero judicial porque la blasfemia no es un delito, ni sacar una estampita de una vaca es blasfemo, ni nada por el estilo, pero ellos justifican así su propia impericia y su fariseísmo. Sí, porque la mayoría de los que se quejan por la estampita son esos mismos que andan quejándose por los rincones, como la zarzamora, sobre la libertad de expresión y la descristianización de España —aquí pueden añadir cosas del tipo «verdadero bastión del cristianismo mundial»…—. Lo de la idolatría como pecado no lo han pillado pero bueno ahí van.

Son fariseos porque la mayoría, cuando los leen en redes sociales y sus distintos medios, son sedevacantistas, esto es, como este Papa no les gusta hablan de no hacerle caso. Sobre cuestiones humanas, no doctrinales, ni de fe, el romano pontífice es como cualquier cristiano, pero cuando afirma cuestiones que se refieren a lo doctrinal, a lo evangélico, ahí hay que hacer caso o hacerse sedevacantista, la cual es la vía de la mayoría de estos ofendidos. A estos les vale lo de la Salvación por la pura fe, olvidándose de las obras, como aquello de dar refugio al extraño. Los mismos que hoy lloran por una broma, si quieren de mal gusto, son los primeros que andan pidiendo la expulsión de todo aquel ser humano que venga a invadir España o Europa.

Hablando de los que llegan o ya estaban, es cierto que en sus quejas hay algo de razón, las bromas siempre se hacen con los mismos y nadie se atreve a hacer bromas con la imagen de Mahoma, las cosas del Islam o, incluso, con las cuestiones religiosas judías. Las bromas siempre caen del mismo lado y ya cansan a muchas personas, aunque no deja de ser menos cierto que al ser una cultura cristiana, la tendencia a hacer chistes cristianos es mayor. Si uno se quiere reír de la propia cultura, el tema cristiano está ahí presente mucho más que el mahometano o el judío. Y todos estos fariseos, que acaban vendiendo al hermano por cuarenta monedas —porque no falla que Mamón es su tentador favorito—, en vez de dar la vuelta a la broma en favor de la propia cultura (como ha hecho Miguel Ángel Quintana Paz, por ejemplo), acaban provocando mayor rechazo hacia lo que es lo propio.

Esto no hubiese tenido más recorrido sino fuese el ataque a lo cristiano, mejor dicho, a lo católico una constante del gobierno y sus amanuenses. Nunca lo hacen directamente, si acaso se lo dejan a Podemos o Sumar —para justificar que hacen algo no liberalote—. Pasó con los execrables abusos de menores en el seno de la Iglesia —por cierto el cardenal Cobo explicó en una entrevista para finalizar el año que no solo se trata de dinero exculpador sino de reparación personal y acompañamiento, algo que no sucede con los abusos en otros ámbitos—, nadie habló de los abusos homosexuales en familia y centros públicos que son mayores que en lo religioso. El wokismo es así, protege de cualquier cosa a las minorías pero ataca a las supuestas mayorías (el catolicismo sigue siendo mayoritario por poco en España) con todo lo que tiene.

Desde el progre-wokismo se ha identificado el catolicismo como reaccionario —pese a la existencia de numerosos creyentes de izquierdas—, por ello ultranosequé y fascista y enemigo a abatir. Se vuelve a la división y la polarización, la cual también es aceptada por el otro bando y transforman lo católico en una nueva cruzada en vez de una forma nueva de testimonio, de evangelización, de posibilidad de encuentro sobre el acontecimiento en estos tiempos de relativismo. Es paradójico que todos han lanzado elogios al papa Ratzinger en los últimos días pero no le han debido leer o se pasan sus consejos por el forro respecto a lo que supone vivir y dar testimonio en una sociedad relativista y postmoderna.

Al final, por desgracia, todo esto no es más que política cutre y de baja estofa, por parte de hunos y hotros. Los hunos porque están deseando menoscabar lo cultural-católico en cada momento y los hotros porque están deseando que les menoscaben para justificar que sus obras cada vez son menores respecto a sus palabras. Y las palabras se las lleva el viento o el fondo de inversión. Además, y esto es algo que han debido olvidar, ofende quien puede no quien quiere. Y algunos quieren mucho pero pueden poco. El caso es que no es en sí una batalla sobre el cristianismo sino contra el sanchismo, visto por un lado, y contra el conservadurismo-facha, visto por el otro lado.

¿Alguien recuerda que Mazón debería haber dimitido y hoy le alaban los mismos que están ofendidos? ¿Alguien recuerda que desde el PSOE han coaligado las ayudas a la Dana a la aprobación de los PGE? La supuesta batalla cultural es filfa si no hay obras, si no hay algo material detrás y en lo material, digan lo que digan, están casi de acuerdo los hunos y los hotros. Mucho cuidado con las ofensas y los ofendidos.

2025 comienza sin presupuestos y sin ayudas para la Dana

2025 comienza sin presupuestos generales del Estado. No es algo novedoso pues en otras ocasiones ya se había comenzado el año con los mismos en negociación o a punto para ser presentados. Ocurre en otro tipo de niveles de la administración: autonómica, diputaciones o alcaldías. Lo paradójico en esta ocasión es que ya han sido rechazados por los socios de gobierno y no parece que se vaya a llegar a acuerdos con prontitud. Esto supone un perjuicio enorme para la hacienda española y para el desarrollo económico del país, más cuando la deuda aumenta de modo implacable y no parece que se quiera atajar de raíz. Luego vendrán los ajustes forzosos y dolorosos.

Pedro Sánchez, a quien le importa una higa tener o no presupuestos como ya ha demostrado, está atrapado por diversos grupos con diversas orientaciones económicas, desde los que quieren mayor inversión social, hasta los que desean que les salven las cuentas de sus propios chiringuitos regionales. Todo ello provoca tensiones innecesarias porque impide el desarrollo de un programa económico que tenga cierta congruencia con las aspiraciones de unos y otros. Sostener la economía por el lado de la demanda no deja de ser un recurso temporal, más cuando esos recursos vienen derivados de la impresión de dinero por parte del banco central europeo. En Economía, algo que debería saber perfectamente el presidente pues economista es, lo mejor es combinar fases donde se priorice uno u otro mecanismo económico.

A ello se suma que ese crecimiento no está siendo transferido al conjunto de la población española. Cada vez hay mayor pérdida de poder adquisitivo y no se deja de aumentar la presión fiscal sobre el conjunto de la misma. Menos dinero y más impuestos para sufragar la fiesta de unos pocos no solo es una mala política económica sino que genera un cabreo enorme entre los ciudadanos. Especialmente cruel se está siendo con los autónomos, tratados como si fueran todos una banda de ladrones, cuando los mangutas parecen estar en el mismo gobierno y en otros gobiernos del PP. No hay inversiones productivas, no hay una visión económica a largo plazo, no hay procesos de reindustrialización como en otros países del entorno europeo, no hay nada.

Por ello la aprobación o no de los presupuestos, en realidad, no generará un mayor benéfico económico para los españoles sino que habrá un problema hacendístico menos. El problema político no se resolverá porque seguirán pidiendo y pidiendo más y más. Las leyes importantes no saldrán adelante, eso siempre y cuando el gobierno sea capaz de llevar al congreso leyes y políticas importantes, algo que no parece posible pues no lo ha hecho desde antes de las últimas elecciones generales. Eso sí, la canallesca del presidente queda presente en las declaraciones que vienen haciendo los distintos portavoces del gobierno o del PSOE.

Establecer que las ayudas a los afectados por la Dana en Valencia o Castilla-La Mancha dependen de la aprobación o no de los presupuestos generales, cuando la legislación permite salirse de los mismos en estos casos, es de ser miserables, muy miserables. Cuando lo dijo por primera vez, con los muertos aún enterrados en barro, rápidamente salió la prensa del régimen sanchista a negar la mayor. Ahora, en mitad de las fiestas navideñas, sale su portavoz a decir que sí, que las ayudas dependen de la aprobación de sus presupuestos. Y no solo lo dicen sino que lo dejan registrado en mensajes en diversas redes sociales. Si se llega a este punto de descaro es que no solo son miserables sino que se regodean en su miserabilidad. Hacer política con las desgracias de las personas ha sido siempre de seres inhumanos —da igual los muertos de ETA que los afectados por una Dana—, de miserables, de canallas, de malos políticos y malas personas. Calígula está más cerca de estos tiempos de lo que se imagina.