martes, 29 julio, 2025

La liga de los alienígenas será rojiblanca

Noticia: «Científicos de Harvard alertan de que un objeto interestelar con tecnología alienígena podría amenazar a la Tierra». Un tal Abraham Loeb advierte que un objeto alienígena se acerca a la Tierra no se sabe con qué intenciones. Oumuamua, que así han llamado al objeto de 20 kilómetros de diámetro, llegaría en octubre, aproximadamente, y seguramente aparcaría en EEUU —porque todo el mundo sabe que es el único territorio del mundo al que llegan extraterrestres a fastidiarles la vida— o en Israel —ya que Loeb es israelí y todo el mundo sabe que son el país de los ofendiditos (no hay más que ver lo pasado con Vueling y los niños mamarrachos—.

Ahora que el Atlético de Madrid está fichando con cierta cabeza, que está generando ilusión para poder lograr el tercer puesto, van y llegan los alienígenas para obligar al equipo rojiblanco a vencer en el campeonato de liga. Porque cuando pasan cosas raras el Atleti acaba ganando ligas. Que hay una pandemia y los políticos se cagan por las patas abajo dejando el campeonato sin gente en las gradas, ¡zas! la liga del DAO, la pausa de hidratación ilegal y el puntín. Llega el hombre a la luna y ahí tienen al Atleti ganando la liga. Llega la democracia y gana el Atleti. Pierde las elecciones Felipe González y gana el Atleti.

Lo normal es que la llegada de los extraterrestres acabase provocando un nuevo entorchado para el equipo rojiblanco. El Maligno abandonaría su presión en los medios y en la Federación para ponerse a los pies de los alienígenas y conseguir rascar algo de poder y que le tengan como su más complaciente súbdito. El Barça intentaría lograr una palanca marciana por la venta de los palcos interestelares y acabaría fulminado con un rayo láser. Los del Bilbao dirían que comparten un mismo lenguaje pues el euskera es alienígena y acabarían todos como carne para alimentar a las bestias. Mientras el equipo del Cholo Simeone intentaría llevar el partido a donde se pueda hacer daño y ser contundentes, algo que desarmaría a esos seres venidos de otros lugares.

Con el Atleti no entenderían eso de los biberones, ni lo de los Isidoros, ni lo del velcro. ni el canto del cu-cu, ni lo de la berrea de los cérvidos, ni la cara del CEO, ni el «estoy tenso», ni la relación de Sylvester Stallone con el equipo, ni los vídeos extraños que mueven. Cerezo los llevaría al Pétalo’s a darlo todo y caerían ante el poderoso agua de fuego DYC. Y lo que jamás de los jamases llegarían a comprender es que siendo una invasión la afición rojiblanca esté a sus cosas, llenando el estadio o en un párking sin hacerles ni caso. Y como no están buenos tendrían el desprecio de las milfs rojiblancas. Algo inconcebible para una supuesta mente superior que les pase eso. Justo en ese momento de confusión, el Atleti ganaría la liga de los alienígenas.

Sí ya se sabe que eso no va a pasar, pero y si sí, que en el Atleti se han visto las cosas más raras como dobles toques inventados, goles en fuera de juego a mansalva, ligas robadas en el propio estadio por el margüenda de turno, fichar jugadores raros y ganar el doblete… Por si las moscas quedan avisados.

Post Scriptum. La imagen es de Copilot que no sabe cuál es el verdadero y único escudo del Atlético de Madrid. Al requerirle el cambio colapsó. También puede ser porque los alienígenas tienen información retrasada…

Y Simeone les pondrá donde le de la gana

Y al final de todo el proceso de fichajes, el Cholo Simeone los colocará donde le de la gana, por no decir los dídimos. Es curioso cómo los pajiplantilleros de las redes sociales se pasan el día, con cada nuevo fichaje o rumor por peregrino que sea, diseñando sistemas de juego y colocando a los jugadores donde entienden que deben estar. Cualquiera puede divertirse de la forma que estime oportuna mientras no dañe a nadie, desde luego, pero hay que contar con el «factor Simeone».

¿Cuál es ese factor? Aquel mediante el cual el entrenador del Atlético de Madrid acaba situando a un jugador no en la posición previsible sino en la que él entiende que es mejor para el equipo y, a veces, para el propio jugador. Sin llegar al extremo de la estupidez de algunos que pululan por las radios, expulsando bilis a cada momento, Simeone no es tan estúpido para colocar a Álex Baena como lateral izquierdo, sabe que ahí perdería buena parte de sus virtudes, pero sí podría ubicarle en cualquier otro puesto que entiende puede mejorar el rendimiento. O le venga bien para sus mufas y obsesiones personales, que también.

Cuando se fichó a Marc Pubill todo el mundo entendía que era para ser el relevo en el lateral derecho de Nahuel Molina. Lo poco que se ha visto del chaval es que se pone las botas cada una de su pie correcto, algo que se duda del argentino, y que sabe defender mínimamente. Ahora podría resultar que el neófito podría acabar siendo central en una defensa de cinco y que Molina permanezca en el Atleti para sufrimiento de sus aficionados.

Cardoso parece que llega para ser el «cinco», aunque esa posición sólo ha existido en los sistemas de Simeone cuando ha jugado con tres en el medio. Cuando ha jugado con cuatro no existe un cinco específico sino dos centrocampistas con recorrido, apoyados por dos interiores sin llegar a extremos, aunque siempre uno acaba quedándose entre los centrales para conformar una línea de tres defensiva. Con Tiago fue así y con Rodri también. Con Koke menos porque no tiene características para hacer eso y de ahí que se recurriese a otras variantes tácticas que ya se ha visto que no han salido bien. El estadounidense y Barrios sería volver a esa composición en el campo… o no. Igual le parece que Cardoso podría desempeñarse en otro lado y pedir el fichaje de otro centrocampista más o menos defensivo.

Con Almada a saber dónde le situará. Como también sucede con Ruggeri. En principio el argentino se moverá por el ataque o alguna de las bandas dependiendo del sistema. El italiano debería ser el lateral izquierdo aunque Hancko podría turnarse con él en las posiciones que ambos supuestamente pueden cubrir. O Ruggeri acaba jugando de interior izquierda y el eslovaco de lateral, teniendo que sufrir con Lenglet. O esto no es más que otra especulación y acaba jugando con el marido de Érica, no vaya a ser que se la líen en casa, y Julián Álvarez más ocho más de campo.

La mayoría dice que se están fichando jugadores para los puestos que han quedado y pueden quedar descubiertos. La realidad es que con Simeone nunca se sabe. Bien porque ha visto algo que nadie ve; bien porque sus cartas astrales hacen que tengan que descansar algunos períodos —como debe ser el caso de Gallagher y Sørloth—; bien porque las manías del cuerpo técnico son variadas y tienen que encajarse todas.

A pesar de esto, no se crean eso de que se ha fichado justo lo que faltaba porque salvo las tres opciones de la defensa —que parecen obvias—, el resto ¿son perfiles similares a los que supuestamente reemplazan? ¿No estarán cambiando sofás por butacones? ¿Saldrá alguien a explicar cuál ha sido la política deportiva? Dicen que se está rejuveneciendo la plantilla, algo que no era muy complicado salvo que se quisiese fichar a los primeros jugadores del Sevilla que yacen momificados en alguna pirámide escondida en Andalucía. La verdad es otra.

Primero, está la opción de la amortización de los fichajes: si fichas a alguien de 30 años o más no puedes hacerle un contrato de cinco años —que es el máximo permitido para amortizaciones—, ergo fichas más jóvenes. Segundo, la opción negocio: si sale bueno hay plusvalías con su venta. Luego, ya viene la opción deportiva, que igual no encaja tanto con la filosofía del Cholo.

Lo dicho, han fichado gente que acabará jugando a saber dónde y por qué.

Da igual el fichaje, nos gusta sin haberlo visto en la vida

Para ser justo debo decir que este artículo viene como consecuencia de una reflexión de Nacho (@rojiblanco_atm2) en X y que me ha despertado la musa cuando estaba mirando al techo sin saber sobre qué escribir. Como bien dice el citado, este año a los atléticos nos gusta cualquier fichaje. Nos dicen que viene Louis Leclercq, que es extremo izquierdo pero puede jugar a pierna cambiada y quien ha disputado la nada despreciable cifra de 15 partidos en Bundesliga y ya nos tiene ganado.

La realidad es que salvo muy, muy pocos, la mayoría de aficionados y periodistas no ven fútbol. Algún resumen por ahí, dos o tres programas de goles y un par de partidos sueltos de la premier o el calcio con suerte. ¿La Bundesliga? Los partidos del Bayern con suerte de no dormirse si pillan a la hora de la siesta. ¿La liga portuguesa? ¿Existe, se preguntan muchos? Y ya otras ligas denlo por descartado. Ni el tipo ese que se rasca mucho la nariz ve demasiados partidos. Se pillan el FIFA y se aprenden los números de los jugadores y sus nombres porque se les escucha y habiendo visto a ese jugador se puede alucinar con los comentarios.

Dado ese nivel general en los medios —con muy contadas excepciones y salvando a los que tienen encargada la misión de otras ligas—, lo normal es que el aficionado medio vea esos vídeos de grandes jugadas y le parezca cualquier jugador Pelé y Maradona juntos. Salvo si se es VelcroRM que siempre piensa que lo suyo es lo mejor hasta que el maligno le ponga la cruz como al balón de playa. El resto de aficionados siempre se ilusiona con los fichajes de su equipo por aquello de renovar la sangre y meter algo nuevo al equipo… No todos los aficionados porque los del Atlético de Madrid siempre han mirado con recelo los mercados de fichajes.

Si se fijan bien, los dos primeros, casi que los tres primeros fichajes, que han intentado colar eran Lenglet, Musso y Carlos Martín. Los amanuenses de Miguel Ángel los contabilizaban como fichajes y, claro, eso escamaba a la hinchada oliéndose otro mercado de terror. Con la llegada de Baena y Ruggeri —al que los insiders ni le vieron venir y alguno dijo su nombre, como dice doscientos, hace unos meses y se apunta medallas—, la cosa se animó. Parecía que se fichaba algo normal, para posiciones necesitadas. Luego vendrían Cardoso, Almada, Pubill y Hancko para asustar a la afición pues, no siendo esas estrellas estrelladas que algunos tanto desean, valen. O al menos parece que valen. ¿Les han visto jugar? Entre poco o nada, pero al instalarse la euforia y no ser los típicos rodillas raras o apaños de Mendes, generan ilusión.

Como dice @loloutlaw parece que Carlos Bucero ha drogado o hipnotizado a Gil Marín y le ha quitado la chequera fichando a diestra y siniestra. La verdad es que despertaba dudas, aunque no deja de ser menos cierto que el equipo necesita algún sofá y venga a comprar butacones, pero las va despejando, especialmente con las salidas. Quitarse la losa de De Paul, Saúl y Lemar no se lo esperaba nadie. Y ahí le tienes, sacándolos. Y alguno más que queda por salir, que igual no es Lino. Por @AdrianinaAtm que sea Connor Gallagher, pero incluso ella está en éxtasis con las salidas y llegadas.

Lo curioso de todo este mercado es que hay viudas de Renato Veiga, de Areso —una treta para meterle tres millones más a los gastos del Bilbao—, de Lookman —una treta de los italianos «por favor pase por caja» para encarecérselo al Inter—, de Richard Ríos —que ha sido un invento de los insiders, quienes se han tragado lo que les dicen los representantes por no contrastar—, o del Cuti Romero. ¿Les han visto jugar? Con suerte dos minutos. Pero ya les gustaban desde el principio, como sucede con Enzo Milliot, al que ya califican como el nuevo Arda Turam. Va a dar igual quien venga, que este año va a gustar y va a ilusionar… y justo en ese momento, ¡zas! la gilada. Y no, no es pupismo como dice David Vinuesa, son años de experiencia.

Post Scriptum. Por ejemplo, el último invento de los insiders, Take Kubo, no le gusta a nadie. Sobrevalorado, con un carácter complicado, que igual ni vende camisetas y caro. No le han visto jugar más de dos partidos, los que le han enfrentado al Atleti y le tratan como estrella cuando no mejora a muchos chavales del filial.

Se espera el fichaje de un madurito

Tras la salida de Azpilicueta, e incluso Witsel, las aficionadas del Atlético de Madrid se han quedado sin sus maduritos resultones. Maduritos teniendo en cuenta que se habla de jugadores de treinta y unos poco, no cincuentañeros. Sí, está el marido de Érica, Oblak y alguno más pero no tienen esa estética de yerno preferido y deseable que ha venido enloqueciendo a las milfs rojiblancas. En su momento Gabi también tenía alguna que otra seguidora y habiendo crecido enormemente la presencia del sector femenino en el fútbol, es una cuota de mercado que no se puede descuidar así como así.

Carlos Bucero debería hacer hueco a un veterano resultón —sí es una cosificación total—, no centrarse solamente en futuras estrellas y jugadores que formen equipo antes que egolatrías. Esto no quiere decir que el maduro tenga que ser como el narciso portugués, no. Puede ser un jugador polivalente, que ofrezca su veteranía y mala leche a un conjunto rejuvenecido —si se espera que dos sinsangre como Koke y el marido de Érica hagan eso…— y maduro resultón.

Por si no tiene una lista con jugadores de ese perfil le ofrecemos los siguientes perfiles:

  • Granit Xhaka, 32 años, pivote, con ese mentón prominente que tanto gusto, aseado y sin ocupar plaza de extracomunitario. Es de tatuajes, algo que le resta valor, pero bueno.
  • Fabian Schär, otro suizo, 33 años, central, de barba de dos días…
  • Anastasios Bakasetas, griego, 32 años, mediocentro, moreno de ojos azules.
  • Joël Veltman, holandés, 33 años, lateral derecho, camino de resultón.
  • Brandon Mechele, belga, 32 años, central, juega en el Brujas con el que no hay malas relaciones.
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  • Lukasz Skorupski, portero polaco, 34 años, juega en el Bolonia, no hace falta pero tiene cara de pegar a los malignos.
  • Tomas Holes, central, 32 años, no es muy de tatuajes, checo y tiene pinta de buen yerno.

Se han excluido todos esos que visten como si fuesen auténticos desarrapados pero a 200 euros los calzoncillos, esos barbas mal cuidadas, todos los que tienen el cuerpo lleno de tatuajes y los españoles —está mal la cosa en la patria— porque no pueden superar a Azpilicueta.

300 millones de gasto para cerrarse y jugar al unocerismo

Según VelcroRM y VelcroVascongadas el Atlético de Madrid ya lleva gastados más de 300 millones en fichajes y todavía podría gastar más. No puede haber nadie que supere al Maligno en gasto y parece que les molesta. Lo paradójico es que no están contando con los fichajes externos, pero mucho más decisivos que el gafe, como el CTA, el CSD, el Ministerio, el Ayuntamiento y la Comunidad —en el caso Vascongadas es RFEF, Diputaciones Forales, Presidencia del gobierno vasco y Petronor—. Mantener esa estructura de poder y hacerse con el control del VAR no es barato precisamente. Más o menos el salario que le ponen al Cholo Simeone por siete.

Pues sí. En el Atleti se están gastando lo que les da la gana y más que van a gastar. ¿La meta? Asegurar el tercer puesto en diciembre y dedicarse a dar asco el resto de la temporada con cerrojazos indecentes en busca del unocerismo, con Baena de lateral derecho, Gallagher de segundo delantero y defensa de seis. De hecho eso de que no se va a fichar ningún central más, que dice Picu Díaz, es mentira, van a fichar tres para el 6-3-0 que va a implantar el Cholo. Además se pretende desquiciar a media Europa en Champions hasta donde permitan, porque es sabido que UEFA es una mafia que sólo quiere que lleguen ciertos equipos a las rondas más avanzadas. Lo mismo viene haciendo Javier Tebas y se ha cargado La Liga. Aunque igual es una estrategia del Maligno para la Superliga.

Cuando a finales de junio los del rumbódromo prohibido se veían como los que mejor habían fichado, con una reconstrucción del equipo para dominarlos a todos, ahora están penando para que alguien les haga casito y les vendan a buen precio algún central. Se han quedado tiesos con los gastos extras del estadio y el exceso de salarios. Por cierto, esto de los salarios es algo que en el Atleti ni importa, todos los nuevos tienen 12 millones o más de ficha. Porque sí. Como si fueran de Bilbao pero de verdad, no de boquilla.

Algún VelcroBarça, como hay VelcroATM y hasta tienen pseudoprogramas, está muy enfadado porque no cree que el Atleti pueda fichar más que su equipo. Claro, le lleva engañando Laporta desde hace tanto que no entienden que no hay dinero para más, que a Rashford le han tenido que traer cedido y sólo han gastado en lo del portero del Español por molestar al madridismo. Cuando tengan que hacerse SAD, como le va a pasar al Mal, igual se dan cuenta que han disparado demasiado con pólvora del rey, bueno en su caso de la Generalitat. La realidad es que Flick con cuatro canteranos y un gancho ganó una liga y el Atleti, pese a lo que diga el señor del Pétalo’s, no aspira nada más que a ser tercero, el séptimo Zamora y terminar la liga con 6 o 7 goles en contra y 33 a favor. ¿Cuál es el miedo?

En el caso de todos esos don nadie del fútbol patrio, porque están al servicio de su Malignidad pues ni uno se ha quejado de las trapacerías en el CTA, ni del reparto del dinero, por ejemplo, creían que podrían aspirar a quitar de ahí arriba a los rojiblancos. Sin pensar que en una temporada de pena, como la anterior, ha llegado a donde tenía que llegar: Champions. Sí por obra y gracia de los milagros del cholismo, también del inilustrado. Pero Champions. Ahora que empiezan a gastar en refuerzos que no parecen malos, se quedan mirando y pensando que sólo va a quedar un puesto de Champions para todos esos aspirantes. Alguno de los cuales no ha podido ni con el peor Manchester United de los últimos cincuenta años y quieren pelear con el City… Pardillos.

No deben desesperar, los fichajes en el Atleti, salvo sorpresa, han terminado. Si logran sacar a alguno de los que no quieren en la plantilla, con suerte llegarán el rodillas raras de todos los años, el cedido raro de un equipo venido a menos y un francés que nadie conoce. Tras gastar, no 300 sino 3000 millones, el Atleti ha llegado a su tope este año y va a parar. No hay necesidad de más fichajes. Total para jugar con Julián Álvarez de mediocentro, con Almada de lateral y Cardoso de central no hay que esforzarse mucho más.

Ya pueden descansar y dejar de utilizar el cilicio carlista, ya no habrá más fichajes, ni más jugadores buenos, llega el tiempo de Gil Marín y ahí todo da miedo.

Currículos, filtros, colágeno y viagra

Óscar Puente puso en evidencia a Noelia Núñez por mentir descaradamente en su currículo —realmente en todos sus currículos— y ha obligado a la pepera a dimitir de todos sus cargos. Desde el PP han salido en tromba a decir que no son como los del PSOE y que en cuanto se les pilla que han mentido dimiten. Igual se han lanzado demasiado rápido a ponerse medallas éticas porque tienen como presidente de la Junta de Andalucía a un señor, Juan Manuel Moreno Bonilla, más conocido como «el suavón», que ha mentido reiteradamente en el suyo y no dimite, ni nadie se lo pide. Pasó por licenciaturas en Turismo, gestión y cursos hasta no tener ni un mísero estudio superior. Un vividor de la política como tantos otros, por ejemplo, José Zaragoza del PSOE.

Si cualquier cargo público miente en algo tan banal como un currículo, que cualquier funcionario podría verificar dentro de la privacidad debida, ¿qué se puede esperar del resto de cuestiones importantes? El caso de Pilar Bernabé, delegada del gobierno en Valencia, también es sangrante porque nadie pidió su dimisión tras inventarse dos carreras. Y, cuidado, que este caso es bastante más grave porque para ser delegado, aunque legalmente no lo sea, se deberían tener ciertos estudios pues las materias de las que se es responsable así lo exigen. Para estar en política vale con ser honrado y saber leer y escribir, hasta ciertos niveles donde se exige cierta pericia, pero lo que no se puede consentir es la mentira. Núñez ha dimitido —no lloren por ella que la colocarán en cualquier lado—, Bernabé debería hacerlo mañana. Y al otro día Patxi López que dice haber estudiado Ingeniería Industrial y todo el mundo sabe en Bilbao que en cuanto entró a la primera clase de cálculo le dio un vahído del que nunca se ha recuperado.

Esther López, portavoz del PP, ha insinuado que Pedro Sánchez debería hacerlo por plagiar su tesis doctoral. ¿Tiene las pruebas y las ha llevado a un juzgado? Que todo el mundo sepa que esa tesis doctoral no es trigo limpio, por investigaciones periodísticas, no quiere decir que se haya probado el plagio. A los tribunales a demostrarlo y luego a pedir responsabilidades y retirada de título. Como también se podrían mirar otras tesis sospechosas de dirigentes del PP, como Francisco Camps, o carreras hechas en universidades o departamentos con cierto olor a tufillo. Vamos, de esas que pagas y tienes el título. Como la Fernando Marroquín, que Isabel Díaz Ayuso permite funcionar en Madrid, y que tenía entre su profesorado a Núñez, quien carece de cualquier titulación para ello, mucho más cuando pretendía oficiar en Ciencia Política —y no, ser político no sirve de nada para esa carrera—. Como los medios de derechas criticaban de Begoña Gómez, con razón, pero ahora callan y se tapan. Si no se tiene un mínimo, no se pueden dar clases en la Universidad. Y ya.

¿Por qué esta pretensión de aparentar? Marcelino Camacho o Nicolás Redondo no necesitaban demostrar nada en sus currículos para ser políticos y no comegambas. Desde luego hay una situación consustancial al sistema en el que se vive. No es tanto narcisismo, que también, sino el aparentar constantemente lo que no se es porque parece que es exigencia seguir ciertos estándares marcados por el propio sistema. ¿No tienes títulos universitarios? No eres apetecible en política, salvo que te acuestes con alguno o alguna o seas amigo de ciertas familias, entonces hay que aparentar. Hoy te inventas que estas/has estado estudiando el doctorado, como Díaz Ayuso aunque es evidente que no llega al mínimo intelectual para ello, y mañana subes una foto al Facebook/Instagram con filtros.

Sí porque muchos y muchas de las que se quejan en redes sociales o medios de comunicación también mienten. Saturan sus imágenes de filtros. Se inyectan colágeno, y lo que no es colágeno, para aparentar ser más jóvenes —aunque acaben pareciendo la momia de Tutankamón—, reducen caderas con la IA, se ponen pechos (ellas y ellos), y utilizan viagra en cuanto se descuidan para demostrar no se sabe bien qué fiereza —lo reducen todo al pene y se olvidan de otras artes amatorias—. ¿No es eso mentir? ¿No están engañando a los demás? ¿Qué nivel de exigencia piden a los demás cuando no lo tienen con ellos mismos?

Como quienes utilizan microaudífonos para que les vayan dictando lo que decir en una charla o un parlamento ¿no engañan? O cuando los parlamentarios llegan hasta con las contrarréplicas escritas ¿qué significa eso? Un individualismo atroz que sólo da importancia al yo, por mucho que digan. Les importa poco o nada lo que el otro tenga que decir, van a lo suyo. Es como cuando le preguntan a Ayuso por la sanidad en Madrid y responde que Sánchez es un corrupto. ¿Por qué esos medios, que se ponen tan dignos para algunas cosas, no le echan en cara esa carencia ética y política? Aquí es por dinero, pero también por no perjudicar la hipostatización política. Se crean, desde lo abstracto, imágenes falsa. Y da igual que sea un currículo, un filtro o un personaje.

La llamada del Cholo a Gilma

Quedan tres semanas y el Atlético de Madrid está entrenando con un central (Le Normand) porque Giménez —¡Qué raro!— está lesionado y Lenglet no se sabe dónde está —se espera no sea nada grave o familiar—. Cuando se habla de haber fichado bien no se mira a la situación de la plantilla y se dice aquello de que queda mucho mercado. Mal no se ha fichado pero quedan tres semanas para el inicio de la temporada y se han ido dos centrales multifuncionales, pero centrales para el entrenador.

En las dos sesiones en Los Ángeles de San Rafael —la familia siempre gana— el entrenador ha probado con dos sistemas (4-3-3 y 4-4-2) a decir de quienes allí han estado, pero no puede probar otros —como el 5-3-2 que más de una vez ha utilizado— porque como no se ponga él no hay donde elegir, pese a que Kostis siempre acabe sirviendo para un roto y un descosido. De ahí que el Cholo Simeone haya llamado a Miguel Ángel Gil Marín para exponerle la situación.

«¡Che, Miguel Ángel! Los chavales que trajiste bien pero voy a tener que poner a jugar a Vercellone. Te dije que primero los centrales porque ya sabes que Josema está siempre con sus dolores y Clemencio según el día». Al otro lado Gil Marín: «¡Diego no me jodas! Te dije que teníamos que sacar a unos cuantos jugadores. Mira, ya hemos colocado a Saúl, si no le da un algo en la cabeza y no va para Brasil. A Rodrigo que, desde que volvió con la pareja no funcionaba en el campo. Y si hay suerte a Lemar le empaquetamos para Francia».

«¡No jodás! El dinero en inversión todavía no lo veo en el campo de entrenamiento. Luego me ponés a la prensa en contra con ser candidatos a ganar el título. Mirá el cabrón del Aparicio ese que no para de atizar». Con hilillo de voz: «Hemos tenido mala suerte con Areso que casi estaba hecho, pero la no salida de Nahuel está complicando fichajes». «¡No me vendas panqueques Miguel Ángel! Centrales, te dije centrales, no laterales. ¿Cómo va lo del portugués ese que me dijiste?». Silencio al otro lado del teléfono lo que provoca a Simeone a afirmar: «¿No estarás otra vez dilatando fichajes por un millón? Por los pisos en pago de tu padre, Miguel Ángel».

«No, no Diego. Mira en la web del equipo que hemos anunciado el fichaje de Marc Pubill», con nerviosismo Gil Marín. «¿Marc qué? ¿De qué juega? ¿No me estarás colando algún fichaje de algún amigo de esos que tienes?» espeta el Cholo. «Es…, es… lateral» balbucea el CEO. «¡La concha de tu madre! ¡Centrales, necesito centrales! Y si me traés un regateador lo bordás». Y así hasta que Gil Marín logró calmarle, aunque Simeone sabe que está en la zona Gil y eso significa peligro.

Vale. Es inventado. Pero no me digan que más de una así han debido tener.

Si fichan a Roncero no les sale tan madridista

Si ustedes piensan en el más madridista, ese que piensa que existe una conspiración contra su equipo, que es capaz de juntarse con los más excéntricos aficionados, ese que hace caso a VelcroRM, sin duda lo harán con Tomás Roncero. Igual porque pueda ser el que menos asco les de si no son del Mal. Bueno, pues si a Tomás le hubiese fichado la Federación Española de Fútbol para el Comité Técnico de Árbitros no les habría salido más madridista.

Tantas campañas de desprestigio desde el MalTV contra los árbitros durante varias temporadas, ampliamente difundido por los medios de comunicación al servicio del Maligno, han tenido su recompensa. Pese a las quejas del colectivo arbitral, el presidente pepero de la RFEF Rafael Louzán se ha entregado al Mal sin miramientos. Si la mini-nistra del ramo, Pilar Alegría, junto al presidente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes, son de besar el culo de su majestad diabólica, por qué no lo va a hacer él y más quien tanto dinero ha invertido en el PP, su partido. Lo que ocurre es que igual se les ha ido la mano.

El nuevo presidente del CTA, comité elegido por el procedimiento de la dedocracia, Francisco Soto ha presentado a su equipo a la opinión pública. Nada más nombrarlo los perrillos del Maligno señalaron que era de cierto equipo que viste de blaugrana y no es el Levante para hacer la suficiente presión en el siguiente paso. Y a fe que lo han conseguido. El responsable técnico del arbitraje será David Fernández Borbalán, de muy buen recuerdo en las aficiones del Barça y Atlético de Madrid por su ecuanimidad. No llega a ser Gil Manzano pero no le anduvo lejos. El jefe del VAR, ese invento que tanto odio el Maligno porque sirve para hacer el bien o traer algo de justicia, será el ex-colegiado Eduardo Prieto Iglesias, otro que ha dejado buen recuerdo. Y para rematar la faena, el responsable de primera división será Javier Turienzo Álvarez, otro que…

Madridistas über alles

La responsable del arbitraje femenino será Yolanda Parga, pareja del delegado del Mal; la responsable de la portavocía y las relaciones institucionales será Marta Frías, algún aficionado rojiblanco debe sentir escalofríos y, el gran fichaje, del equipo y responsable de Innovación tecnológica e Inteligencia Artificial, Chema Alonso, madridista confeso y anti-losdemásequipos, especialmente Barça y Atleti. Es decir, todos madridistas confesos o inconfesos para organizar el arbitraje a la medida del Maligno. ¿Alguien dejaría la Inteligencia Artificial del VAR o los vídeos en manos de un supuesto hacker informático que teme que su hija se haga del Atleti? Igual tras su fracaso rotundo en Telefónica es mejor dejárselo —llegaron a hackear a la compañía—, pero en principio es peligroso.

¿Los otros equipos se quejarán? No porque son una banda de entregados. Unos porque sacan más beneficio estando callados —por el norte con arbitrajes favorables para que esté contentos los socios de gobierno y futuros socios— y el resto porque igual les ceden a esa superestrella que acabará estrellada. Hay uno que se callará porque sabe que le crujirán si protesta, como le pasaba a su padre. Y otro que esperará a ver qué pasa. Al final nadie dice nada y el Maligno consigue que Federación, CSD, Ministerio, Comunidad y Ayuntamiento se plieguen a sus deseos. Lo paradójico es que algunos se vendan de esa forma sabiendo que el Maligno es quien está moviendo los hilos para que los escándalos de corrupción parezcan mayores. Tontos a las tres han existido siempre y perros falderos del mal, recuerden los totalitarismos, sobran.

Vuelve el Atleti sin los deberes hechos

Mientras muchos de sus competidores ya llevan una semana, como poco, entrenando, incluso algunos ya han disputado partidos de preparación, el Atlético de Madrid vuelve al trabajo de pretemporada. Un retraso por la participación en el Mundial de Clubes —donde se demostró que le roba la RFEF, la UEFA y la FIFA con la misma premeditación y alevosía, porque pensar en reiteración de errores desquicia a la estadística— que no le ha dejado ni dinero —a penas 20 millones—, ni nada positivo. Un retraso que posiblemente se pague durante la temporada por intereses ajenos a lo deportivo.

Dado que el retraso no es culpa del Atleti, sí se puede mirar hacia las oficinas de la SAD. Al tener menos tiempo de preparación, cabe recordar que en tres semanas vuelve la competición de liga, lo suyo hubiese sido tener los deberes hechos. Sí, es cierto que los de lengua, religión, tecnología y biología se han hecho con muy buen aprovechamiento, pero los de inglés, francés, geografía, historia y matemáticas ahí están, sin hacer. Debía, antes de volver a entrenar, haber equilibrado altas y bajas como poco. Se han marchado dos centrales y no ha llegado ninguno. Se ha cubierto el lateral izquierdo con Ruggeri, la ¿delantera? con Almada y el centro del campo con Baena y Cardoso. Centrales ninguno y eso que, pese al Zamora de Oblak, fueron de asustar el año pasado con errores impropios de profesionales en algún caso.

Nos cuentan que van a salir aquellos con los que no se cuenta pero la realidad es que, oficialmente, no ha salido nadie. Saúl se comenta que ha rescindido y se marcha a una liga tan potente como la turca. De Paul parece que lo tiene todo encaminado para irse a tocar los dídimos en Miami junto a su amigo Messi, pero los problemas burocráticos de su equipo impiden que se termine de concretar. Lemar no se sabe si irá a mojarse los pies en el Ródano o tendrá que seguir. Lino parece moneda de cambio por esas estrellas que los insiders-pseudoperiodistas italianos relacionan con el Atleti para encarecer fichajes de otros equipos, aunque nadie ha puesto dinero por él, ni se sabe si los ingleses picarán. Y luego está Gallagher al que colocan en Newcastle o en Londres peo nada medio serio.

Muchos frentes abiertos a tres semanas de comenzar el campeonato de liga. Porque de salir tantos como dicen, habrá que traer a casi tantos como salgan —no hay que ser optimistas con eso de «las que entren por las que salgan» porque es conocido que nunca ha sido así— y podría producirse el hecho de sólo tener dieciséis fichas del primer equipo para el primer partido. Todo el retraso del mundial y de las finanzas perjudicará al equipo. Los cuatro que ya están aquí podrán ser vistos y valorados por el «clan de los entrenadores argentinos», esperando que ninguno sea mal visto por un horóscopo raro, un bigote mufa o cualquier otra circunstancia que no es que sea rara de ver. Si pasan la prueba del algodón, bien.

El resto de posibles fichajes deberían haber llegado ya o estar volando en uno de esos aviones que controla Juantxito, pero no va a poder ser así y llegarán cuando el Cholo Simeone y sus secuaces ya estén metidos en la refriega competitiva y cualquier situación o hecho futbolístico que no les cuadre, el cual sería visto como algo normal en una pretemporada, acabe por condenar al fichaje realizado. Sin tiempo para adaptarse a las estructuras mentales y deportivas del cuerpo técnico un buen fichaje puede quedar tocado por carencia de tiempo. Alguno incluso pensará «¡Qué más da, si el marido de Érica va a ser titular!». Los deberes hechos bien, pero para aprobar o sacar nota hay que tenerlos todos hechos y ya se va deprisa y corriendo y esperando que el profesor no se fije en la caligrafía.

Post Scriptum. Si alguno piensa que este artículo es, en parte, intencionado, sí lo es. Ya se advirtió el otro día y no lo volvemos a repetir por aquello de la mufa.

Pilar Fraile profundiza en los miedos y desdichas del ser humano

La buena racha de la editorial Candaya con la novedades que viene presentando desde hace un año continua con Las leyes de la caza de Pilar Fraile. Si con Minimosca de Gustavo Faverón se iba más allá de la propia realidad, de la propia literatura, la novela que se presenta aquí retoma la profundidad de la escritura que interpela a lo más profundo del ser, a esos miedos ocultos, a esa sensación de estar leyendo algo que podría pasar mañana mismo, igual en una hora, tal vez en algún momento.

Todo comienza de un divorcio que ha hecho saltar en mil pedazos todo, loo que propia que la protagonista, Jana, tome la decisión de abandonar todo lo anterior y recluirse en en la montaña en una «comunidad» alternativa. He aquí que el hijo, Oliver, que ha llevado consigo desaparece y comienza a explorar el interior del ser humano con su culpa, su desasosiego, su vida relampagueando en su interior, todo ello bajo la luvia, el peligro de los lobos y un río que llama a muerte.

«Con una prosa contenida y una tensión creciente, Pilar Fraile firma una novela que trasciende las formas del thriller para adentrarse en los abismos de nuestro tiempo: el miedo a la pérdida, el espectáculo de la tragedia, la corrupción institucional, la voracidad del consumo. También la romantización de lo salvaje, ese anhelo moderno de que basta con irse al bosque para curarse por dentro.

Las leyes de la caza es una novela coral, afilada, profundamente contemporánea, narrada desde múltiples voces —la madre, la comisaria, la periodista, el cazador, el niño manco— que nos enfrentan a nuestras propias trampas: el deseo de poseer, la idealización de lo natural, la fragilidad de los vínculos, el desconcierto ante el dolor.

El entorno natural donde ocurre la historia de Las leyes de la caza es uno de los elementos fundamentales del libro: detrás de la imagen idílica de una naturaleza llena de belleza y tranquilidad, se esconde un espacio agreste donde los peligros, tanto del entorno natural como de la esfera humana, están agazapados y al acecho. La novela cuestiona la romantización de la vida en la naturaleza, la idea del retorno al Edén, revelando que a veces, esos escapismos modernos, no son sino trampas del mismo capitalismo del que huyen los personajes.»

Estructurada a partir de las acciones y consignas que se siguen en una cacería, Las leyes de la caza trasciende la estructura clásica del thriller para reflexionar sobre la insatisfacción y la indolencia de nuestro tiempo, denunciar la corrupción policial y la malsana voracidad de la prensa, y poner en cuestión algunos mitos paralizadores del tardocapitalismo, como la idealización contemporánea de la vida en la naturaleza. Una novela que va más allá del mero entretenimiento y que provoca en el lector una profunda reflexión sobre lo que le rodea, lo que el mundo está haciendo al entorno en el que se mueve.

Pilar Fraile es doctora en Teoría de la Literatura y autora de las novelas: Días de euforia (2020) Premio de la Crítica de Castilla y León, y Las ventajas de la vida en el campo (2018). Asimismo, ha publicado el libro de relatos Los nuevos pobladores (2014), un ensayo sobre escritura creativa, Materiales para la ficción, de Poe a Foster Wallace (2018) y los poemarios: Especie (2023), por el que recibió una Beca de Creación del Ministerio de Cultura en 2022, Falta (2015), Larva seguido de Cerca (2012), La pecera Subterránea (2010) y El límite de la ceniza (2006), Premio de Poesía de la Universidad de Zaragoza.

Colabora con distintos medios como Turia, El Cultural, La Verdad y, desde 2019, con El País en la sección de opinión. Su novela Días de euforia fue traducida al inglés en 2024. Su obra ha sido traducida y antologada en varios idiomas.