Después de la pantomima de Pedro Sánchez no puede pensar que se va a ir de rositas. No. Tiene que dar las mismas explicaciones que viene esquivando desde hace meses. No solo a la sociedad española, sino también a su propio partido. Con la actitud totalitaria del sábado pasado buscaba evitar esas explicaciones hacia dentro y recibir un apoyo externo. Lo último no lo ha conseguido por mucho que se autoengañe (tal y como demostró en su discursito monclovita) y lo otro debe hacerlo si tan demócrata se cree. Además de todo ello, el presidente del Gobierno y sus palmeros del partido no deben extralimitarse e ir a la caza de periodistas que expresan libremente su opinión. En caso de duda sobre lo que publiquen o hagan, al juzgado, que así funcionan las poliarquías occidentales.
Explicaciones a la sociedad
Se piensa que por esconderse cual comadreja en Moncloa durante cinco días ya no tiene que explicar cómo es posible que en el núcleo duro del sanchismo salgan una banda de corruptos. Koldo García no es un caso de un tipo que se ha contratado porque conocía a alguien en un ministerio o una consejería, no. El señor García era miembro, desde el principio, del sanchismo. Junto a José Luis Ábalos o Francisco Salazar (su machaca en Moncloa) era uno de sus hombres fuertes en aquellas primarias que venció a Susana Díaz. ¿Qué ha pasado aquí? ¿Se ha hecho algo desde Moncloa para favorecerle? ¿Sabe elegir a sus machacas?
Si a eso se le suma que su esposa, Begoña Gómez, se ha reunido con otro cabecilla de la trama Víctor de Aldama. Un empresario que nada tiene que ver con las cosas a las que se dedica la mujer de Sánchez. Es casi seguro que si se le pregunta sobre asuntos africanos o sobre transformación social competitiva, no sabría ni qué decir. Bueno, si se le pregunta a la interfecta casi seguro que tampoco sabe cómo aplicar empresarialmente eso. De perras y cómo conseguirlas en administraciones públicas y privadas seguramente sí. ¿Por qué se reunió con ese señor? ¿Por qué firmó cartas de recomendación cuando tenía fácil el negarse? De todo esto ni ha habido demandas, ni se ha dicho que sea falso (porque no lo es) y la sociedad tiene derecho a saber qué dice el presidente del Gobierno. Entre otras cosas porque hay que despejar las dudas. Lo de su hermano no tiene encaje. Si es un sinvergüenza que paga sus impuestos en Portugal trabajando para una institución pública española, es un problema de amoralidad suyo.
Explicaciones al PSOE
Si las explicaciones a la sociedad son importantes, mucho más lo son al interior del partido del que es secretario general. ¿Qué pasa con el caso Koldo? ¿Se ha expulsado a todos los implicados y se ha abierto una investigación interna? Porque hay bastantes militantes implicados. Y por muy amigo que sea Serrano o Maroto, el de la moto, hay que dar explicaciones de actos asquerosos, reprobables y muy lejos de la ética del PSOE. De su esposa no debe dar explicaciones porque no es militante, eso sí, no puede pedir al partido que defienda a quien no milita. Ajo y agua.
Explicaciones por la derrota electoral estrepitosa en Galicia. Explicaciones por los malos resultados en el País Vasco. Explicaciones por haber mentido a los militantes sobre las políticas a tomar en consideración. Mintió al Comité Federal y eso es como mentir a cada militante individualmente. Explicaciones por la destrucción de la democracia interna, mientras hacia fuera va dándose golpes de pecho (o ¿era la Marisú?) como si fuese el mayor demócrata. Es más, como si fuese la democracia misma. Ni aclamaciones, ni mecanismos totalitarios para coartar la libertad de pensamiento y expresión de militantes. No lo verán sus ojos.
Explicaciones sobre lo que va a hacer
Y debe explicar qué significa eso de la regeneración democrática. La última vez que dijo algo parecido, él y su Beria de andar por casa, Félix Bolaños, eliminaron la democracia dentro del PSOE. Todavía hay infelices que esperan que se elija entre los militantes esa parte directa del comité federal. Por tanto, cualquier apelación a algo similar solo puede provocar susto y muerte. Como le ocurrió a quien osó criticarle, tal que Tomás Gómez —al que echó a patadas, eliminando el Comité regional (saltándose los estatutos) y al que ha perseguido todo lo que ha podido—, o Antonio Miguel Carmona —al que se intentó destruir su imagen para que no le diesen el trabajo en una eléctrica.
¿Qué significa regeneración democrática? Cambiar el modo de elección del CGPJ. Bien, vale. Pero que no intervenga ningún político en ello. A sorteo puro y duro entre todos los jueces de carrera (aquí se explicó hace no mucho tiempo cómo). Ni él, ni su amigo el gallego de gafas podrán mangonear. Hay muchos otros mecanismos para despolitizar la judicatura —lo que no se puede evitar es que cada persona tenga su ideología y valores— sin que la clase política meta la mano. ¿Se atrevería a algo así? No, porque lo que entienden, en el sanchismo, y sucedáneos como Sumar, por jueces democráticos es que sean lo más parecidos a ellos, ellas y elles.
¿Entonces qué?
No perseguir a periodistas y/o medios
Ayer mismo, tras el trinfalista y narcisista discurso del presidente del Gobierno, el PSOE salió a señalar y disimuladamente acusar de cosas terribles a Bieito Rubido. Cierto que el directo de El Debate gusta más de mirar las bamboleantes caderas de la becaria de economía que verificar las noticias y encajarlas con bajo los principios católicos. De hecho, cuando se presentó el diario como católico, la mayoría de los mismos que quedan en España esperaban otra cosa. Y no. Rubido ha contribuido a manchar el nombre del cardenal Herrera Oria con un panfleto al que llegan todos los que son echados a la calle de medios conservadores y que se dedica al amarilismo más vomitivo —salvo en las secciones de religión y cultura que parecen dirigidas por otras personas— con poquísimas excepciones.
Desde el PSOE esperamos una rectificación inmediata de estas declaraciones del director de la web El Debate, Bieito Rubido.
Vamos a abstenernos de hacer ninguna valoración de las mismas hasta escuchar las explicaciones del Sr. Rubido. pic.twitter.com/cuOgj4r6Xw
Ahora bien, si tienen pruebas de algo nada mejor que ir al juzgado, pero perseguirle como se hizo ayer, no. Expresaba su opinión, por contrapuesta que pueda ser a la de los demás, y sin haber insultos u ofensas, esa libertad es sagrada. Al menos para alguien que se considera demócrata. La soberbia les ciega. Y las carencias intelectuales también. Porque lloraba Sánchez, y así lo vienen diciendo sus focas y sugus, debido a que se metían con sus familiares y… Marisú Montero, mininistra de Hacienda, estaba atacando (como pueden ver abajo) a la esposa de Alberto Núñez Feijoo.
El fango, la regeneración:
Así acusó María Jesús Montero a la mujer de Feijóo de haber recibido subvenciones de la Xunta de Galicia.
La noticia resultó ser MENTIRA.
A su derecha, #Sánchez EL GRAN COMEDIANTE, se reía y aseguraba: «Y más cosas».
Todo esto más que regeneración democrática huele a otra cosa. Un olor hediondo, por cierto. Un olor que ya ha sido olido en otras ocasiones. Todos diciendo que es un héroe y ahora se enfadan por un final trágico. ¡Qué pocas lecturas tienen! Cojan cualquier libro de Joseph Campbell sobre el tema (en la editorial Atalanta tienen unos cuantos) y lean antes de hacer el ridículo. Claro que igual Sánchez ha aprovechado para leer Qué hacer de Vladimir Ilich Ulianov o una biografía suya (la de Capitán Swing, ilustrada, no porque todavía no ha salido, así que será la de Espasa) y habrá estado tomando notas, pues el discurso es puro leninismo, puro camino de servidumbre, pura bazofia. Y si quieren colar bazofia, mejor se la echan encima al narcisista.
La pleitesía genuflexa tiene estas cosas, se pueden decir las imbecilidades más grandes y que haya un grupo de aplaudidores que rían la estupidez. Óscar Puente, hasta el momento, no ha demostrado gran inteligencia, más bien todo lo contrario, pero él se otorga la capacidad de decidir qué es lo que tiene una consideración mayor entre las masas. Como no habrá tenido la oportunidad de leer ni a Gustave Le Bon, ni a Elias Canetti, “ni a Ortega, ni a Gasset”, la comprensión de las masas y sus carencias intelectuales le resultará del todo extraño. Mientras aplaudan como focas amaestradas le vale y le confirma la gran verdad expuesta.
Según el mininistro de Transportes Pedro Sánchez, el doliente, es “el puto amo” porque sabe inglés y en el mundo de las Relaciones Internacionales todo el mundo le escucha. Le tienen en tal consideración que no hay problema internacional en el que no sea consultado. Debe ser que como en España le tienen cogido por los dídimos los socios de gobierno, se suelta en la esfera internacional. De hecho ha recibido el apoyo, en estos momentos de profunda reflexión y llanto interior, de Gustavo Petro (presidente de Colombia por si no lo saben), de Lula Da Silva y de Edi Rama (Albania). Todos ellos grandes dirigentes internacionales cuyas voces son tenidas en cuenta en todos los foros.
No está mal después de seis años de gobernando. El “baboso” de Felipe González solo consiguió el respeto de Margaret Thatcher, Helmut Kohl, la gran mayoría de los dirigentes iberoamericanos y algún que otro presidente de la colonia británica esa que se llama Estados Unidos de América. La Conferencia de Madrid de 1991, con reunión de George Bush Sr., Mijail Gorbachov, Halim Abdel Chafi, Isaac Shamir y otros más, la cual propició los acuerdos de Oslo fue una reunión de amiguetes que se reunían para tratar un conflicto sin importancia. Minucias.
José María Aznar fue otro pelele internacional. Cuando se juntó con diversos dirigentes internacionales para aquello de la Tercera Vía o Nuevo Centro o en la Cumbre de las Azores con George Bush Jr., Tony Blair y Jose Manuel Durão Barroso era para hacer el paripé. Nada que ver con la forma en que Sánchez perseguía por los pasillos a Donald Trump para hacerse una foto. ¡Qué van a saber ustedes, pobres ignorantes! Hasta Dios le consulta cuando va a hacer algún milagro. Y sabe idiomas, no como esa masa de ignorantes que son los españoles. Además de envidiosos.
Lo que no ha tenido en cuenta el mininistro es que si el curriculum de Sánchez le hace ser el puto amo, por saber inglés o idiomas, tener un doctorado (realmente hecho por uno mismo) o una licenciatura (que en la casa de los Sánchez-Gómez no abundan) en Universidad pública de antes o cualquiera de ahora, haber trabajado, tener capacidades más allá de la verborrea y tener un mínimo de capacidad mental se debe ser la hostia. Incluso los hay que salvan vidas, generan riqueza, cuidan a ancianos y/o enfermos, madrugan, leen libros… Si se mira con un poco de perspectiva, al final los que son las hostia son los españoles y no su presidente o su clase política. Algunos lo que sí muestran es que tienen lo justo para no hacérselo encima.
Entre la sobreproducción de libros que se vive en todo el mundo, en muchas ocasiones, se escapa alguna joya oculta. Este es el caso del libro de Peter Stanford, Peregrinos. Viajes llenos de significado, publicado por la Editorial Crítica. Solicitando un texto, que pronto verán reseñado por aquí, las amables responsables de comunicación del grupo Planeta se ofrecieron a enviar algún otro del último trimestre. Ojeando el catálogo, en muchas ocasiones no se suele prestar atención a los títulos aunque se haga un artículo semanal sobre novedades, apareció este libro. Prestando más atención al mismo, hubo algo que hizo que fuese la elección entre otros cuyos títulos o temáticas llamaban más la atención. Un acierto.
De forma muy didáctica, sin abrumar al lector y con una prosa cuidad a la par que ágil, Stanford va desentrañando página a página el significado histórico y actual de diversas peregrinaciones. En un mundo que se dice secular, mucho más materialista que el de hace un milenio, sorprende la cantidad de personas que siguen peregrinando a distintos lugares con un alto componente religioso. La decisión detrás del viaje ¿es puramente religiosa? No. Stanford lo explica maravillosamente. Cuestión bien distinta es que en cada camino, cada viaje, al final el peregrino no acabe sintiendo algo que lo lleva más allá del simple “apuntarse haber hecho el camino” en la libreta de cosas por hacer antes de morir: «Quiera o no quiera el peregrino del siglo XXI conectar con ella, existe una dimensión trascendente ligada a la peregrinación» (p. 16).
Los peregrinajes occidentales han visto aumentar el número de peregrinos, Incluso en aquellos que están más vinculados a lo milagroso, las décadas finales del siglo XX no fueron las mejores. Con la entrada en el nuevo y un mejor trabajo de las autoridades, que en muchas ocasiones tenían abandonado todo, ha comenzado a aumentar el peregrinaje. Especialmente obvio es el caso del Camino de Santiago, el primero que aparece en el libro y sobre el que cimenta el resto de peregrinajes, en parte por comparación. Como hará con el resto de caminos, comienza explicando el porqué de ese peregrinaje, su historia, su significado y en qué se ha transformado en la actualidad. Recordando a Goethe dirá «Europa nació en la ruta de peregrinación a Santiago» (p. 36).
Posteriormente el lector podrá recorrer Jerusalén, con sus tres religiones (se explica el porqué) en disputa, o Roma. De Jerusalén, además de otras maravillas, quiere Stanford recordar que aquellos peregrinos eran capaces de «creer simultáneamente en dos tipos de verdad, la física y la metafísica: lo que algo es realmente y la creencia imperecedera en esos lugares». De Roma no se puede destacar nada por encima de lo demás, todo allí es impresionante, pero el autor se centra en las visitas que se celebran por millones al Vaticano para visitar al primero de los obispos (se refiere a san Pedro) y todas las maravillas que allí se pueden veer.
Tras estos tres peregrinajes más occidentales pasará al peregrinaje a La Meca donde ofrece esta reflexión: «Todos los lugares de peregrinación tienen, en cierta medida, la capacidad de evocar la sensación de salir del mundo cotidiano y adquirir una nueva perspectiva». En el viaje a La Meca, obligatorio para los musulmanes, seguramente sea donde más se produce ese salir de lo cotidiano debido a los ritos a ejecutar. Como también se produce en los baños de masas en la confluencia de los ríos sagrados del Kumbh Mela hindú.
A estos, que pueden ser los más conocidos por estos lares, se suman los peregrinajes milagrosos a Lourdes, Fátima o, últimamente, Medjugorje. Lalibela, ese desconocido lugar cristiano con siete templos escavados en la tierra. El Camino de los peregrinos de Gales del Norte de la tradición cristiana celta. La ruta del Buda para pasar junto al árbol donde se dice que alcanzó la iluminación. La ruta de los 88 templos de Shikoku japonés. La ruta de los mormones. Y el viaje al Machu Pichu. En todos ellos hay muchas historias detrás de muestran cómo el peregrinar no se va a acabar. Como dice para finalizar el libro «Una peregrinación no es, pues, otro sinónimo de vacaciones. Es algo más que tomarse un descanso de la vida cotidiana para recargar las pilas y relajarse. La peregrinación consiste, aunque sea de forma indirecta, en contemplar la vida con más detenimiento y, por tanto, con mayor profundidad» (p. 231).
Es de esos libros que se disfrutan porque permiten alcanzar a ver más allá de los propios prejuicios. Si lo quiere como libro de viajes, podría ser. Si lo quiere como libro, en cierto sentido, espiritual, puede serlo. Si lo quiere como libro histórico, algo sacará. Pero en realidad es un libro sumamente didáctico sobre todo eso, sobre el significado general del peregrinar.
Les ofrecemos las novedades de ficción, reediciones y no ficción literaria de la semana entrante (29 abr-3 mayo). La presentación de las obras se hace tomando los textos de publicitación de las obras tal y como ofrecen las editoriales o las distribuidoras, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Narrativa
Marco Balzano. El último en llegar. Duomo. 18€
Esta es la historia de un niño, Ninetto, que parte de Sicilia hacia Milán. Deja atrás a una madre reducida al silencio y a un padre que prefiere la promesa de un futuro a la añoranza. Nada más llegar a su destino, un nuevo mundo se abre ante sus ojos: camina sin parar, busca, pregunta y consigue su primer trabajo. Una primera vez de tantas otras muchas: aventurarse por barrios y suburbios, descubrir la belleza de las mujeres o conocer a nuevos amigos, con la emoción siempre de lo desconocido. Y en ese mundo nuevo, distinto y duro, encontrará la voz con la que narrará su propia historia y la de otros muchos para que no caiga nunca en el olvido.
Victor Heringer. El amor de los hombres solitarios. Sexto Piso. 17,90€
En la década de los setenta, durante los años de la dictadura militar, la familia de Camilo vive en una villa burguesa que desentona en medio del barrio de Queím, uno de los suburbios más pobres de Río de Janeiro. Los muros de la casa son la delgada línea que separa una vida acomodada, con servicio y piscina, del Brasil más popular, el de los niños que juegan al fútbol en las calles, rodeados de insalubridad y delincuencia. Una línea que se empieza a desdibujar para Camilo una mañana del asfixiante verano en el que cumple trece años, cuando su padre trae a casa por sorpresa a Cosme, un huérfano mulato de su misma edad al que la familia acoge. La llegada del chico hará saltar por los aires la apacible vida de Camilo, quien junto a él descubrirá el mundo de la calle, la camaradería y el deseo. Treinta años después, Camilo regresa a Queím, aún incapaz de superar la trágica muerte de Cosme aquel mismo verano, bajo un sol abrasador.
El amor de los hombres solitarios es la segunda y última novela que el brasileño Victor Heringer publicó en su corta existencia. Se trata de una historia cálida y poética, que recorre el vasto abanico de emociones que acompañan al descubrimiento de la vida, la pasión y el dolor. Una obra a ratos festiva y a ratos descarnada, que abarca lo íntimo, lo social y lo existencial, zigzagueando entre los márgenes, en ese espacio inabarcable que separa la ternura de la más absoluta de las violencias. Una novela irrepetible, propia del talento de un autor único.
Cristina Peri Rossi. Extrañas parejas. Menoscuarto. 14,90€
Un libro original e intenso que reúne ocho relatos con personajes reales (Katherine Hepburn, Marilyn Monroe, Lewis Carroll, Cary Grant y otros) en historias ficticias llenas de imaginación, emoción y humor.
La autora, una maestra del lenguaje, demuestra, una vez más, su capacidad de crear atmósferas, combinar pasión e ironía en un libro tan vivo como las historias que cuenta.
Gregorio Morán. El viaje ruso de un vendedor de helados. Renacimiento. 24,90€
Gregorio Morán (Oviedo, 1947) es uno de los escritores y periodistas más singulares (y por lo tanto más raros) del último medio siglo. Quizás lo que más y mejor le distinga sea su feroz sentido de la independencia intelectual, una independencia no se sabe si asesina o suicida, pero siempre mortal, mortalmente afilada. Aparte del poco atendido, muy justiciero y valiosísimo Asombro y búsqueda de Rafael Barrett, aparte de sus famosísimas y añoradas «Sabatinas intempestivas» en La Vanguardia, que no solo realmente aparecían los sábados, sino que eran también realmente intempestivas, ha publicado numerosos y muy discutidos libros sobre la tribu política y la tribu literaria en editoriales grandes y comerciales, pero también libros de carácter literario en editoriales de prestigio, como la riojana Pepitas de Calabaza. En ella apareció o reapareció en 2015 el implacable Nunca llegaré a Santiago, su libro más literario y narrativo junto con El viaje ruso de un vendedor de helados, que ahora aparece o reaparece en esta casa editorial. Si Nunca llegaré a Santiago participaba de varios géneros literarios, y tenía mucho de diario personal y de libro de viajero, El viaje ruso de un vendedor de helados puede leerse a un mismo tiempo, aunque no solo, como libro de viajes y como novela, aunque vaya mucho más allá. A.L.
Kiyoko Murata. Dentro del caldero. Hermida Editores. 17€
Esta novela de Kiyoko Murata, que Kurosawa pudo leer durante el rodaje de su película Sueños (1990), inspiró el guión de Rapsodia en agosto.
Tami, una adolescente de 17 años, pasa sus vacaciones de verano en casa de su abuela, junto con su hermano y otros dos primos. Sus padres están fuera, cuidando a un tío enfermo. Con ternura y delicadeza ayuda a la anciana en la labores y cocina tentadores platos en la olla negra. Sin embargo, la tristeza, las preguntas sin respuesta, los secretos familiares, los amores prohibidos parecen surgir del fondo del caldero, mientras la abuela reconstruye el pasado con sus historias fragmentarias y su memoria incierta. De repente, el universo de Tami se sacude y su identidad se pone en duda…
Ana Paula Maia. De ganados y hombres. Eterna Cadencia. 16,90€
Edgar Wilson trabaja en un matadero como aturdidor; es el encargado de darles a los animales el golpe que los deja inconscientes antes de que los degüellen y faenen. Edgar hace su trabajo con pericia, él no hace sufrir a los animales, ya que eso endurece la carne, pero además porque es un hombre compasivo. Una mañana, la desaparición misteriosa de un grupo de vacas sorprende a Edgar y a los trabajadores del matadero mientras el dueño está de viaje, y los obliga a suspender sus tareas y emprender la búsqueda. Lo que en principio parece ser un robo termina siendo un suicidio colectivo, algo difícil de creer ya que los animales, sencillamente, no se suicidan.
Las conversaciones, estrategias, confesiones e hipótesis que desata el hecho dejarán al descubierto la permeabilidad de los límites entre lo humano y lo animal, la brutalidad en todos los ámbitos de una sociedad que, paradójicamente, desprecia y cuestiona a personas como Edgar por un trabajo que no es sino un engranaje indispensable del proceso de fabricación de los productos que consumen.
José María Pérez Zuñiga. El viajero invisible. Sonámbulos. 16€
Durante el viaje, los personajes tendrán que contestar interrogantes sobre su vida, pero también explicar la aparición, a su paso, de demasiados cadáveres. El Ecuador es más que un espacio físico que recorrer desde la Sierra y la Costa hasta la Amazonía. Puede ser también un estado de ánimo o una etapa crucial en la vida, en el paralelo 0 de la existencia.
Xavier Güel. Shostakóvic contra Stalin. Galaxia Gutenberg. 23€
El 26 de enero de 1936, en el teatro Bolshói de Moscú, se representaba por enésima vez la ópera Lady Macbeth de Mtsensk. Oculto en uno de los palcos, el Camarada Secretario General vigilaba. Shostakóvich contra Stalin. Ambos fueron protagonistas de una tensa relación que algunos en Occidente consideraron las dos caras de una misma moneda, enfrentadas en un combate desigual en el que la música acabó imponiéndose.
Mario Cuenca Sandoval. Aurora Q. Galaxia Gutenberg. 18€
1981. Dos niños armados caminan por el andén de una autopista, descalzos y cubiertos de sangre. Estructurada como un relato clínico, Aurora Q. retrocede, desde esta imagen inicial, hasta los orígenes de la crueldad aquellos a los que la prensa española bautizara como los niños del Arca, para mostrarnos cómo las historias que nos contamos unos a otros nos preparan para ejercer la crueldad.
Aleksandra Lun. Química para mosquitos. Galaxia Gutenberg. 17€
En el verano de 1977, una niña nace en una población minera de un país bajo el dominio de la Unión Soviética. La vida transcurre entre la ciudad y el campo mientras la niña intuye que hay otro lugar, un sitio del que guarda un pálido e intermitente recuerdo. Un día descubre que no es la única que conoce ese lugar. Esta novela ahonda, a través de una voz falsamente infantil, en los grandes temas contemporáneos.
Viktor Shklovski. Marco Polo. Arpa. 17,90€
Nacido en el seno de una familia de ricos mercaderes venecianos del siglo XII, Marco Polo se embarcó en un viaje que le llevó hasta Pekín. Su nombre pasaría a la historia por sus viajes, por no tener miedo a nada y por su memoria, pero sobre todo porque se dejó entusiasmar por el mundo y sus gentes. Hasta ganarse la confianza de todo tipo de personas de tierras lejanas, incluso de reyes y emperadores.
Emily Howes. Las hijas del pintor. Alba. 24,90€
Un hábil retrato de una familia acosada por la locura, el autoengaño y el temperamento artístico. Una impresionante exploración de la devoción, el control y la individualidad; es una canción de amor a la hermandad, a los muchos matices de la vida y a ser mirada pero nunca vista realmente. La autora explora el tema de la lucha entre la genética y el secreto, además del amor, el deber y el resentimiento.
Celia Fremlin. Las horas antes del amanecer. Alba. 22,50€
Louise está casada, tiene dos hijas de seis y ocho años y un niño de siete meses que se pasa las noches llorando. Ella prácticamente no duerme y aun así tiene que ocuparse de una casa repleta de osos de peluche manchados de mermelada, ropa sin planchar y botones sin coser. Y de un marido imperdonablemente exigente. En el caos de su vida aparece además una inquilina de extraño comportamiento.
Cristina Sánchez-Andrade. Las lagartijas huelen a hierba. La Navaja Suiza. 18,50€
–¿Te dan miedo las lagartijas?
–Sí, porque, aun muertas, coletean.
Éranse una vez dos viejas o érase dos veces una vieja, o tal vez érase un quiste de una carne vieja en una casa de pueblo. Érase una noche sin estrellas. Un niño negrito y una niña azul, que no quería crecer, cavaban una fosa en un jardín. Éranse una madre ausente (sólo su risa burlona desde el altillo) y un cura sin fe. Andaba Satán suelto, buscando algo, en el cuerpo pellejudo de una lagartija.
Las lagartijas huelen a hierba es una obra hermosa y terrible, con la que Cristina Sánchez-Andrade incorpora a la novela española todo el lirismo y la aspereza de la tradición europea del relato popular. Un cuento sin moraleja que, como las pesadillas de Kafka o los esperpentos de Valle-Inclán, nos descubre que la vida es drama y la bondad es sospechosa.
Junichirō Tanizaki. Las hermanas Makioka. Siruela. 24,95€
Pocos años antes de comenzar la Segunda Guerra Mundial, en la conservadora Osaka, cuatro mujeres de clase alta tratan de preservar una forma de vida ancestral a punto de desaparecer. Llena de bellas y delicadas estampas sobre las costumbres de la aristocracia, la novela captura tanto los comportamientos sociales como la íntima angustia de sus protagonistas, logrando un retrato conmovedor pero implacable de una comunidad y una familia enfrentadas al abismo de la modernidad.
Las hermanas Makioka, obra fundamental de Junichirō Tanizaki, es fruto de una meditada redacción en la que el autor buscó refugio tras la catástrofe de la guerra, recreando un suntuoso y exquisito mundo con la nostalgia de un tiempo y una felicidad evanescentes.
Louise Erdrich. Huellas. Siruela. 18,95€
Situada en Dakota del Norte en los primeros años del siglo XX, cuando los pueblos indios luchaban por mantener lo que quedaba de sus tierras, Huellas es una historia de pasión y desasosiego construida alrededor de Fleur Pillager, que ha roto todas las reglas que gobiernan a las mujeres ojibwe, pero a la que siguen respetando por su fuerza y su clarividencia.
Cuando Nanapush, uno de los ancianos de la tribu, la salva de una enfermedad que la medicina occidental no puede curar, se ponen en marcha una serie de acontecimientos que empujarán a la tribu hacia nuevos límites de resistencia. Traicionados por sus opresores y sumergidos en luchas internas, los indígenas disminuyen también a causa de la enfermedad, tanto física como espiritual.
Huellas combina mito, historia, amor y tragedia para contar la memoria de una cultura que cae y seguirá cayendo, como la nieve.
Henri Queffélec. El rector de la isla de Sein. Ediciones Encuentro. 19€
Esta apasionante novela relata de forma estremecedora la vida áspera y salvaje de la isla de Sein en el siglo XIX. Es una visión que ilumina las difíciles condiciones de vida, a veces bastante sombrías, las revueltas semejantes a la naturaleza atribulada de este pedazo de tierra sometido a los caprichos furiosos del mar. Ante este aterrador telón de fondo, un honrado ciudadano, que había asumido el papel de sacristán, decide un día, espoleado también por la población, ejercer de párroco, ya que la ausencia de un sacerdote en un mundo tan angustioso era una cruel carencia para el pueblo y nadie del continente quería asumir el papel en las duras condiciones de la vida isleña. La novela describe la tierra natal del autor, Bretaña, y se estructura a partir del sentido religioso como sentimiento original de una dependencia inevitable, una dependencia que exige un apoyo físico, como la que los isleños buscan en el sacristán.
Henri Queffélec es un nombre consagrado en la literatura francesa contemporánea. Esta magnífica novela fue llevada al cine como Dieu a besoin des hommes (1950) dirigida por Jean Delannoy y con guion del propio Queffélec, y resultó ganadora del Premio OCIC del Festival de Venecia de 1950.
Gráfica, Ilustrados, Cómic
Rhys Bowen. Una espía muy real. Alma. 16,95€
1932. Victoria Georgiana Charlotte Eugenie de Glen Garry y Rannoch —Georgie para los amigos— es la trigésimo cuarta en la línea de sucesión al trono de Inglaterra, una verdadera dama educada en selectos internados suizos, de familia noble y en la ruina. A sus veintiún años, huyendo de un posible arreglo con un príncipe casadero, decide abandonar el castillo familiar en Escocia y trasladarse a Londres para forjar su destino.
Poesía y Teatro
Arturo Marcelo Pascual. Manual de eternidad. Fulgencio Pimentel. 19€
Libro excepcional por su acrisolada perfección y por su insólito lugar dentro de la poesía española del último medio siglo, Manual de eternidad parece surgir de la nada para aspirar apremiantemente a la categoría de clásico. De la nada porque su aliento narrativo parece enraizar en la épica, en un limbo casi anterior a la literatura, de donde también brota un humor raro, sin parentescos líricos aparentes, y en el que rastreamos, sin embargo, ofrendas a todas las tradiciones literarias, del clasicismo a la modernidad, reflejadas tan pródigamente como en una galería de espejos. No nos asombra que el producto de un escritor casi inédito descanse en un pedestal tan sólido y claro, porque es evidente desde los primeros versos que el autor está dotado de una gran erudición y de un talento fuera de lo común, casi de chiste, casi de cómic. Pero los versos mismos nos asombran infinitamente, en sucesivas lecturas, hasta fundirse con el propio asombro en un todo diáfano, sin sombras. No nos hemos parado a preguntarnos qué habría sido de la poesía de Arturo Pascual de no haber fallecido prematuramente, porque en este libro cabe todo él. Quizá sí nos preguntemos dónde termina «lo anterior» al libro, sus fuentes más ignotas, y en ese viaje al centro del poeta se condensa el enigma de este Manual tan vibrante como mudo, tocado por una gracia anterior a casi todo.
Angela Segovia. La hora del abejorro. La Uña Rota. 15€
¿Sabes cuando cascas un huevo y la cáscara está muy blanda es decir, finísima y descubres con asombro que por dentro no hay nada y la cáscara se deshace entre tus dedos de forma tan misteriosa como el vacío que contenía?
Bien. Bienvenidos a ese huevo.
Juan Malpartida. Esta piedra es tu lengua. Vaso Roto. 18€
Esta piedra es tu lengua, libro escrito tras una larga trayectoria poética y crítica, supone un desafío especial en la obra de Juan Malpartida, una lucha frente a la dificultad de lo real, en la búsqueda de una expresión que explora sus propios límites. Propone una alianza entre el verso y el ritmo de la prosa apoyados ambos en la lengua viva, acudiendo al diálogo con las tradiciones poéticas y los momentos de los autores que más le han influido a lo largo de su vida. Malpartida desnuda sus preocupaciones filosóficas, políticas, históricas, metafísicas y sentimentales, que en este libro se sostienen en un poema de largo aliento dividido en tres partes y donde queda manifiesta una poética siempre recomenzada y atenta a los desafíos de la existencia.
Su búsqueda se muestra con claridad en estas líneas aforísticas del poema «Hablado»: «Hay algo, en el sentido de lo que suena, que juega con los viejos átomos de Epicuro y las extensas praderas de galaxias en el oleaje del cosmos. Los dedos no visibles del azar dejan su huella en el presente. No hay piedra angular, todo es río verde, tejido a un ritmo que se renueva en quien juega, puesto que el poema distrae, y en toda distracción asoma su pie la eternidad».
María Negroni. Utilidad de las estrellas. Pre-Textos. 15€
En este libro se presenta la alianza de una palabra austera, cercana al minimalismo, con imágenes intensas y fulgurantes de la mejor tradición expresionista que dialogan con los mitos y la historia. El resultado es un libro casi testamentario, que mira al mundo con esperanza y convencimiento, sin deponer la voluntad utópica que tiene siempre la mejor poesía.
Julio Espinosa Guerra. Secuoya. Pre-Textos. 15€
Un libro donde se poetiza todo lo que queda cuando no queda nada. A través de ello, traza una cartografía de la necesidad, pero también de la persistencia, para reconstruir lo que aún sido, sigue siendo, pues solo desde ese lugar, desde el campo quemado, la semilla de la secuoya germina.
Berta García Faet. Los salmos fosforitos. La Bella Varsovia. 16,90€
Este libro debiera haberse editado con una faja que remedara a Walt Whitman: quien toca este libro toca a una mujer. En él caben el cuerpo y sus voces, la leyenda y su emoción: invocaciones interiores, memorias exteriores, tensión pendiente. Palabras arrastradas por el canon. Tradiciones revisitadas para cambiarlas.
Luis Muñoz. Un momento. Visor. 12€
Luis Muñoz (Granada, 1966) es autor de los libros de poemas Septiembre (1991), Manzanas amarillas (1995), El apetito (1998), Correspondencias (2001) —recogidos en Limpiar pescado. Poesía reunida (2005)—, Querido silencio (2008), Vecindad (2018) y Guadarrama —en diálogo con guaches de Montse Lago— (2023). Actualmente es profesor en la Universidad de Iowa. Su poesía, que ha obtenido, entre otros, los premios Ojo Crítico, Generación del 27 y Ciudad de Córdoba, se debate —en palabras de Araceli Iravedra— en tensión continua entre la radiografía del instante y la afirmación de su flujo.
Un momento, dividido en tres secciones introducidas por sendas perspectivas de Antonio Machado, indaga a través de la energía de sus imágenes —a modo de instantáneas o composiciones visuales—, en la esencia del amor como sorpresa y cambio, en el testimonio de los otros como inquietantes modelos de vida y en la feroz innovación del yo sumergido en un tiempo que es, a la vez, escurridizo y perenne.
Pedro Víllora. Reescrituras. Punto de Vista. 32€
Mantener los textos en su integridad no es respetarlos, sino lastrarlos con el peso del tiempo; pero alterarlos sustancialmente y hacerlos irreconocibles es una práctica que debe ser declarada. Pasar un texto nuevo como una simple adaptación del original de otro autor es inadecuado. Todos los escritores se inspiran unos en otros.
Pedro Víllora nos presenta en este libro algunas adaptaciones que son deudoras de la pragmática; cada una responde a necesidades diferentes que han exigido soluciones y procedimientos distintos. Desde el «Auto de los Reyes Magos» hasta Lope de Vega y Calderón de la Barca, desde Molière hasta Ibsen pasando por Pardo Bazán, Musset, Maupassant o Lovecraft, el autor nos introduce en un mundo de reescrituras demostrando que es uno de los principales artífices en nuestro país en este ámbito.
No ficción literaria
AA.VV.La Venecia de las olvidadas. Abada. 25€
La Venecia de las olvidadas es una antología de escritos de autoras británicas y norteamericanas de la segunda mitad del s. xix dedicados a la ciudad de los canales. El objetivo de esta antología es recuperar, reivindicar y difundir a dieciséis escritoras ajenas al canon pero que tuvieron una presencia destacada en el panorama literario, artístico y cultural de la época (donde gozaron de reconocimiento y popularidad) y que además establecieron entre sí lazos intelectuales, sociales y de amistad, siempre siguiendo el hilo conductor de Venecia. Los distintos bagajes personales e intelectuales de las autoras hacen que cada texto tenga un foco de atención y estilo peculiares; pero, tomados en su conjunto, los fragmentos componen un rico mosaico de la Venecia del s. xix.
Y, como un espejo, la Venecia ochocentista nos devuelve el fiel reflejo de estas mujeres: de generaciones distintas, de regiones o naciones diversas, autoras consagradas o noveles, casadas unas con italianos, solteras otras, viudas… Algunas se dedicaron profesionalmente a la literatura de viajes, varias fueron especialistas en historia e historia del arte, casi todas hablaban italiano con fluidez y más de la mitad leía y reseñaba libros franceses y alemanes. Ahora, a través de sus textos viajaremos a una Venecia antigua y a otra atemporal, y por sus callejuelas, patios y canales nos reencontraremos con la olvidada voz de sus autoras.
Para quererse ir no deja de mostrar el totalitarismo inherente a su personalidad. Igual es por el narcisismo exacerbado que muestra constantemente, igual es por un sentimiento de inferioridad intelectual, igual es porque es así, pero Pedro Sánchez no ha hecho otra cosa que eliminar democracia interna desde que se hizo con las riendas del PSOE. Lo de las urnas ocultas es una tontería comparado con la reglamentación que ha implementado, con toda la militancia aplaudiendo cual foca en busca de pescado, y que ha hecho del partido una plataforma personalista. Normal que en este momento acabe por mostrar su cara más totalitaria. O hay demostración de fe inquebrantable al líder supremo hermoso y perfecto, o habrá consecuencias.
La maquinaria de Ferraz, o sea la maquinaria de Sánchez, no ha dejado de enviar mensajes durante toda la semana a la militancia para que le apoyen. En vez de esperar algo más espontáneo, desde que deslizó en redes sociales la lacrimógena carta, el aparato del partido ha enviado mensaje tras mensaje de apoyo a él y a su señora esposa (la cual ¿es militante? ¿es socialista?) para calentar y despistar a la militancia. No solo eso, han estado llamando, desde ministros-dirigentes hasta funcionarios del partido, a que todas las federaciones sacasen un comunicado de todas las ejecutivas (incluyendo las provinciales) de apoyo a Sánchez y en favor de la democracia —porque parece que la democracia es él o algo así, ya que no queda muy claro. Esto no es nuevo y ya se ha vivido en otras épocas un tanto más luctuosas.
A fin de rematar la locura totalitaria, con vistas al Comité Federal, Sánchez ha tomado varias decisiones —si alguien piensa que esto es obra solamente de Félix Bolaños y Marisú Montero, es que no conoce al personaje—: quitar la reunión de la comisión de listas electorales (no habrá votación del máximo órgano entre congresos, el parlamento para los profanos de los partidos); poner pantallas con la retransmisión del Comité Federal en la calle Ferraz; y, consecuentemente, permitir la transmisión de todo el Comité. Se pasa los estatutos y la tradición por el forro de los dídimos porque él lo vale y sus bocabajos no van a protestar, pero lo peor no es eso, es que es un mecanismo totalmente pensado para coaccionar a las mentes libres (si es que hubiese alguna pues la mayoría son palmeros).
Imaginen que cualquier miembro del Comité Federal quisiese hacer una crítica de las malas rachas electorales, o de la carencia de explicaciones a lo que ha sucedido con su esposa, o cualquier otra situación que se crea conveniente… las masas que estarán apostadas a las puertas lo lincharían al salir. Porque las masas no piensan, ejecutan. Por eso la convocatoria de apoyo a su sanchidad se ha hecho coincidir con el Comité. Pero hay más, no solo se quiere presionar a los miembros del comité sino a quienes hayan sido electos en las listas electorales.
Al quitar la votación de las listas electorales, una listas ya negociadas por la oligarquía del partido, no se genera la eliminación de críticas, eso ya se ha evitado con los candidatos (todos son palmeros), sino que se busca que muestren su total entrega al líder supremo. Se obliga a todos a acudir a Ferraz para alabar hasta la náusea al jefe. Defensa total e inquebrantable es lo que se busca. Y si alguno no sale al estrado y no rinde total pleitesía, igual puede desaparecer de las listas. O la esposa de ese alguno. O el hermano. O el novio/novia. Si no se practica la total sumisión al jefe supremo, solo queda el exilio interior, el ser tratado como un apestado y, dependiendo del enfado, echarle a las masas encima cuando vaya a salir.
Esto es totalitario. Es dictatorial. Es cualquier cosa menos socialismo. ¿Firmó cartas la esposa de Sánchez? Sí. ¿Se reunió con las gentes de Globalia? Sí. ¿Tiene intereses económicos con personas que obtienen dineros públicos y con cartas suyas? Sí. Esto no es mentira. Nadie dice que sea delito, pero es una carencia de ética total. Más cuando se dice ser socialista. Si la señora que duerme en Moncloa con Sánchez se hubiese estado quieta, esto no pasaría. Es obvio que las denuncias no van a llegar a ningún lado (lo ha reconocido hasta Carlos Herrera, quien no parece que sea sanchista), es obvio que Sánchez también ha utilizado a las familias de dirigentes de otros partidos para dañar la imagen, entonces ¿por qué eliminar las votaciones de listas, por qué dar en abierto el Comité, por qué presionar a las diferentes ejecutivas para que saquen comunicados? Si se va a ir ¿para qué mostrar su cara más dictatorial?
Si ya ha decidido irse ¿para qué este postureo? De hecho, si realmente está tan dolido por las informaciones tendría que haberse ido. Y eso no supone un quebranto democrático, pues pasa el siguiente y sigue gobernando el PSOE con sus aliados actuales. Él no, pero sí el PSOE. Y este es un matiz importante en la cabeza narcisista de Sánchez. Se debe creer un ser superior o una figura mosaica. Todo hace sospechar que no va a marcharse sino que quiere plegar todas las voluntades a la fuerza. Eso sí, provocando una escandalera tremenda y siguiendo con al división social. Ahí tienen a la menestra de Ciencia hablando de buenos y malos.
¿Que hay medios que dan asco? Sí. A izquierdas y derechas. Ayer mismo en El debate se publicaba un artículo infecto, asqueroso, carente de toda ética sobre el hermano de Sánchez. Y tiene razón el presidente que estas mierdas acaban provocando que los más idiotas y simples de España acaben pensando que seguro que está trincando. Como el riego les llega para las funciones vitales acaban creyéndose lo que dan a entender todos los medios. No piensen que por la izquierda son todos listos, no, los hay que se creen el lawfare o que la democracia española está en peligro. Mentes simples aleccionadas en favor de la división por hunos y hotros. Esto no empece para señalar que Sánchez, le pese a quien le pese, es un dictadorzuelo y con lo de hoy en Ferraz vuelve a demostrarlo.
Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (vinculadas a la no-ficción) que se publican en España la próxima semana (29 abr-3 mayo). La presentación de las obras se hace tomando los textos de publicitación de las obras tal y como ofrecen las editoriales o las distribuidoras, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Ensayos
Janette Sadik-Khan y Seth Solomonow. Luchar por la calle. Capitán Swing. 25€
Como una Jane Jacobs moderna, Janette Sadik-Khan transformó las calles de Nueva York para hacer sitio a peatones, ciclistas, autobuses y espacios verdes. Describiendo las batallas que libró para lograr el cambio, ‘Streetfight’ imparte sabiduría y consejos prácticos que otras ciudades pueden seguir para hacer sus propias calles más seguras y dinámicas.
Como comisaria de transportes de Nueva York, Janette Sadik-Khan consiguió lo que parecía imposible y transformó las calles de una de las ciudades más grandes y duras del mundo en espacios dinámicos y seguros para peatones y ciclistas. Su planteamiento fue drástico y eficaz: El simple hecho de pintar una parte de la calle para convertirla en una plaza o un carril bus no sólo hizo que la calle fuera más segura, sino que también disminuyó la congestión y aumentó el tráfico peatonal, lo que mejoró los resultados de los negocios. La experiencia de la vida real confirmó que, si se sabe leer la calle, se puede hacer que funcione mejor no reconstruyéndola totalmente, sino reasignando el espacio que ya existe.
Desglosando la calle en sus componentes, ‘Streetfight’ demuestra, con imágenes paso a paso, cómo reescribir el «código fuente» subyacente de una calle, con indicaciones sobre cómo añadir carriles bici protegidos, mejorar el espacio de los pasos de peatones y proporcionar señales visuales para reducir el exceso de velocidad.
Lograr una reforma tan radical no fue fácil, y ‘Streetfight’ desvela las batallas que Sadik-Khan ganó para que su planteamiento funcionara. Incluye ejemplos de cómo esta nueva forma de leer las calles ya se ha abierto camino en todo el mundo, desde parques de bolsillo en Ciudad de México y Los Ángeles hasta calles más respetuosas con los peatones en Auckland y Buenos Aires, pasando por innovadores diseños de carriles bici y plazas en Austin, Indianápolis y San Francisco. Muchos se inspiran en los cambios que se están produciendo en Nueva York y se basan en las mismas técnicas.
François Begadeau. Menuda papeleta. Errata Naturae. 17€
Tal vez a ti también te hayan dicho que como ciudadano o ciudadana tienes un gran poder. No puedes levantar el martillo de Thor ni volar como Wonder Woman, es cierto, pero, ojo, puedes votar. Ése es tu poder. Guaaau. ¿En serio? ¿Y cómo se explica entonces ese sentimiento, entre la desilusión y la desolación, que a tantos nos acomete en relación con el voto? Menuda papeleta… François Bégaudeau se ha propuesto diseccionar de manera radical esta pregunta. Podría haberlo hecho con un ensayo sobre la famosa «crisis de la representación», pero este libro está en las antípodas del academicismo (es un ensayo muy narrativo, en parte autobiográfico, con mucho sentido del humor y un pelín de mala hostia).
Friedrich Dorguth. Textos schopenhauerianos. Sequitur. 16€
Friedrich Dorguth (1776-1854) es el primer seguidor al que Schopenhauer reconoce como tal, de ahí que lo llamara su “protoevangelista”. En los opúsculos que lo hicieron acreedor de dicho epíteto, y que se presentan aquí traducidos al español por primera vez, podemos asistir al momento considerado por Schopenhauer como fundacional de su Escuela, una Escuela cuyo influjo en el devenir del pensamiento occidental perdura también en nuestro siglo.
John Holloway. Esperanza en tiempos de desesperanza. El Viejo Topo. 23,75€
Tras sus exitosos Cambiar el mundo sin tomar el poder y Agrietar el capitalismo, publicados ambos en El Viejo Topo, John Holloway toma a Ernst Bloch y su El principio esperanza como pretexto para hacer un llamamiento a la lucha contra todo tipo de opresión. una lucha de los de abajo contra un sistema que tarde o temprano explotara a causa de sus contradicciones. Esperanza en tiempos de desesperanza es una guía para la acción, en-contra-y-más-allá del capitalismo, que pretende romper la gran narrativa de Dinero-Capital-Muerte que impera en la actualidad, abriendo en su lugar la posibilidad de crear un mundo de muchos mundos, un mundo de muchas narrativas, un mundo en el que nuestra riqueza no es la riqueza del dinero, esta última causante de dolor y destrucción social y que nos está arrastrando a través de pandemias y guerras hacia la extinción. Cuando la desesperanza es omnipresente, urge alimentar la esperanza, porque el dinero parece invencible, pero la constante expansión de la deuda demuestra que su dominio es frágil. El dinero se opone a nuestra lucha, pero la riqueza, nuestra riqueza, lo desborda. Riqueza contra dinero: esta batalla decidirá el futuro de la humanidad.
Carlos Rodríguez Braun. La cultura de la libertad. LID Editorial. 22,95€
Este nuevo libro de Carlos Rodríguez Braun defiende la cultura de la libertad desde los conocimientos científicos hasta las tradiciones, usando como base el juicio crítico, las artes, los valores, las costumbres y los modos de vida. Desde este nuevo enfoque el autor realiza un análisis sobre el liberalismo que va más allá de lo meramente económico, y nos ofrece una visión 360º de cómo influye en aspectos cotidianos como la Iglesia, el periodismo, la tauromaquia y la política, la desigualdad y literatura. De esta manera nos transmite que la esencia de la cultura de la libertad es que «la libertad no ha de ser propiciada y defendida por sus benéficos efectos económicos, aunque los tenga». Porque la libertad no es un medio. La libertad es un fin. La libertad es buena de por sí, es buena por sí misma, independientemente de sus consecuencias.
Jean Birnbaum. El coraje del matiz. Ediciones Encuentro. 16€
Albert Camus dijo: «Nos asfixiamos entre gente que cree tener toda la razón», y muchos de nosotros sentimos lo mismo hoy, cuando el aire se está volviendo verdaderamente irrespirable. Las redes sociales son un teatro de sombras donde el debate se sustituye a menudo por el insulto: todo el mundo, temeroso de encontrar alguien que le contradiga, prefiere cazar a cien enemigos. Incluso más allá de X y Facebook, la arena intelectual y política se está convirtiendo en un campo de batalla donde todo vale. En todas partes, los predicadores feroces prefieren atizar el odio antes que iluminar las mentes.
Jean Birnbaum pretende reconfortar a todos los hombres y mujeres que se niegan a aceptar el «embrutecimiento» de nuestro debate público y que quieren preservar el espacio para una discusión tan franca como argumentada. Para ello, relee los escritos de una serie de intelectuales y escritores que nunca se contentaron con oponer ideología a ideología, eslogan a eslogan. Reconectar con Albert Camus, George Orwell, Hannah Arendt, Raymond Aron, Georges Bernanos, Germaine Tillion y Roland Barthes no es sólo cuestión de refugiarse en figuras queridas que nos ayuden a mantenernos firmes. Significa, sobre todo, redescubrir la esperanza y la capacidad de proclamar esto: en el barullo de lo obvio, no hay nada más radical que el matiz.
Historia y Biografías
Christopher Clark. Primavera revolucionaria. Galaxia Gutenberg. 44€
Pocos momentos hay más emocionantes y aterradores en la historia europea que la primavera de 1848. Como por arte de magia, en una ciudad tras otra, de Palermo a París, pasando por Venecia, enormes multitudes se reunieron, a veces pacíficas y a veces violentas, y el orden político que había prevalecido desde la derrota de Napoleón simplemente se derrumbó.
Joshua Friedman. Los mitos japoneses. Folioscopio. 22,90€
Una guía lúcida y concisa de la tradición mitológica japonesa, desde las primeras leyendas que narran la creación de Japón, hasta los cuentos medievales de fantasmas vengativos y la reencarnación moderna de antiguas deidades en los héroes del anime. Este libro no sólo retoma las historias antiguas, sino que también considera su lugar dentro de los patrones de las religiones, la cultura y la historia japonesas.
Eduardo Moga Bayona. Americaneando. Hojas de Hierba. 21€
A mericaneando. Un viaje por los Estados Unidos después de Trump es el relato de una aventura en un país tan grande, extraño, contradictorio y fascinante como los Estados Unidos de América. Eduardo Moga lo recorre de punta a punta, desde Nueva York hasta San Francisco, haciendo parada en lugares tan distintos como Carolina del Norte, Georgia, Florida y Nebraska, y observándolo todo con ojos querenciosos pero críticos, animados tanto por el bullir de los sentimientos que le inspiran los amigos con los que comparte el viaje como por su inclinación fatalmente irónica, que parece incapaz de no revelar cuanto subyace en lo que ve. Asoma, así, una sociedad que es paradigma del capitalismo, siempre tensada por conflictos sórdidos o magníficos, en la que resplandecen el espíritu puritano y, al mismo tiempo, una exuberante multiculturalidad, y que se desarrolla en una naturaleza, rural y urbana, caracterizada por la grandiosidad y la distancia.
A lo largo de los siglos, las historias de crímenes reales han avivado el imaginario popular con toda suerte de relatos: los cuentos narrados al calor del fuego, las relaciones de sucesos que corrían de mano en mano, las confesiones de los reos al pie del patíbulo o los romances truculentos que pregonaban los ciegos en las calles de ciudades y pueblos. Con los estertores del Antiguo Régimen, la Europa del siglo XVIII vio nacer las causas célebres, nombre con el que pasaron a conocerse los procesos judiciales de mayor difusión entre la incipiente opinión pública, pero también las piezas literarias que recreaban los sucesos escandalosos y sangrientos más llamativos, su paso por los tribunales e incluso las fabulaciones que se forjaban a su alrededor.
«Crímenes pregonados» recoge el testigo de aquellas causas para documentar, reconstruir y estudiar cinco historias de crímenes reales que tuvieron una gran repercusión en la España peninsular y colonial de los siglos XVIII y XIX: los infanticidios del liberto Romualdo Denis, el asesinato del comerciante madrileño Francisco del Castillo a manos de su mujer y el amante de esta, el triple homicidio perpetrado por Pedro Fiol en Barcelona, los asesinatos en serie del gallego Manuel Blanco Romasanta y el uxoricidio que cometió el pintor hispanofilipino Juan Luna Novicio en París. En consonancia con la comprensión del crimen como un escenario donde se representan las principales tensiones que recorren nuestras sociedades, esta obra trasciende el hecho criminal para explorar algunas cuestiones palpitantes que, pese al tiempo transcurrido, nos siguen apelando hoy, como la esclavitud, los prejuicios étnicos, la violencia de género, la tortura y la pena capital, las creencias populares, los excesos de la prensa periódica o la nueva concepción de la locura y del estatus del artista en la modernidad.
Javier Ruíz Martín. Cinco grandes herejes. Ladera Norte. 19,90€
El hereje fascina por su carga implícita de rebeldía. Nada a contracorriente de una religión establecida, reta a una fe, con su doctrina, su casta sacerdotal y su ortodoxia, pero lo hace sin renunciar a las creencias compartidas.
Su impulso transformador ofrece resultados inciertos a lo largo de la Historia. Muchos herejes han terminado muertos, presos o desterrados. Otros, en cambio, son los padres fundadores de una nueva religión o los nuevos líderes del viejo credo reformado.
Akenatón, marido de Nefertiti, quiso fundar la primera religión monoteísta al margen de los poderosos sacerdotes de Amón, en un intento de reformar el vasto imperio del Nilo. Arrio fue un líder del paleocristianismo cuando la doctrina aún estaba en discusión, en los años previos al concilio de Nicea. Negar la Trinidad le costó muy caro, pero estuvo cerca de triunfar. Dos herejes, casi contemporáneos, encarnan la rebeldía intelectual: el español Miguel Servet y el italiano Giordano Bruno. Servet quería una religión que regresara al cristianismo primitivo y se pusiera al servicio de las personas. Para huir de sus inquisidores se refugió en Ginebra, sin sospechar que Calvino era aún más intolerante. Bruno fue un gran pensador, y su heterodoxia le acabaría llevando a la hoguera. Por último, sin el peculiar método de transmitir los valores de la Iglesia anglicana de John Wesley, que lo llevó a fundar una nueva religión, no podríamos entender la historia de Estados Unidos.
James Hillman. Pan y pesadilla. Atalanta. 23€
Pan, el dios-cabra, el dios peludo, fálico y errante que persigue a las ninfas para poseerlas, es la divinidad que representa a la naturaleza como fuerza generadora primigenia, al mismo tiempo que encarna en lo humano nuestro instinto más natural y más oscuro. Allí donde surge el deseo libidinoso o el desenfreno sexual más extremo, Pan se halla presente; pero también lo está en la otra cara del instinto: el pánico. Cuando el alma se encuentra poseída por el pánico, Pan se revela a sí mismo a través de la sabiduría de la naturaleza, ya que el instinto nos devuelve al instinto; y así, la pesadilla nos ofrece la llave para una nueva aproximación a la naturaleza perdida, pues en la pesadilla regresa la naturaleza reprimida.
«El gran Pan ha muerto», anunció Plutarco hace siglos, y desde entonces la naturaleza ya no nos habla, o acaso ya no podemos escucharla. Para Hillman, sin embargo, Pan no ha muerto, sino que sigue viviendo en todo lo reprimido que retorna a nosotros en cada psicopatología del instinto: la violación, la masturbación, los terrores nocturnos o cualquier pulsión natural que nos aparte de nuestros hábitos civilizados. Desde esta perspectiva psicológica, Grecia ya no es algo arqueológico; permanece en nosotros como un paisaje interno cuyas realidades míticas intemporales nos muestran lo que ocurre cada día en nuestra realidad psíquica.
La segunda parte de este libro incluye la traducción completa de un magistral tratado mítico-patológico de Wilhelm Roscher, titulado Los demonios de la noche. Para Hillman constituye el estudio psicológico más completo y radical que existe sobre este dios griego.
Pedro Gargantilla. Asesinatos que cambiaron la historia. Pinolia. 26,95€
En esta ocasión el doctor Pedro Gargantilla sumerge a sus lectores en un cautivador viaje a través de algunos de los más macabros eventos que han dejado una marca indeleble en el pasado de la humanidad: sus crímenes. Desde el primer asesinato registrado en tierras burgalesas, más de 200.000 años antes de la aparición del Homo sapiens, hasta los impactantes magnicidios del siglo xx en EE. UU. que sacudieron el mundo. Una obra que explora oscuros episodios como la ejecución de Sócrates, cuyo legado filosófico resonaría a lo largo de los siglos, el asesinato de Julio César, que tambaleó los cimientos del Imperio romano, o las sanguinarias ejecuciones de nobles y reyes durante la Revolución francesa, cuando la guillotina se convirtió en un símbolo de cambio social y libertad. El relato nos sumerge también en el asesinato de Abraham Lincoln, que cambió el destino de una nación dividida, en la tragedia de los Románov o en aquellos oscuros días de noviembre cuando el magnicidio de Kennedy destruyó el espíritu de una nación y la confianza en la democracia estadounidense. Asesinatos que cambiaron la historia establece conexiones entre estos crímenes aparentemente dispares y explora cómo algunos asesinatos han desencadenado revoluciones, alterado destinos y esculpido el curso de la humanidad. Una mirada universal y cautivadora a la intersección entre el crimen y la evolución cultural, que trata de revelar cómo la violencia ha sido un catalizador para transformaciones monumentales a lo largo de los milenios.
David Gardner. El linaje de Hitler. Pinolia. 28,95€
Adolf Hitler fue uno de los seis hijos de su madre y uno de los ocho de su padre, fruto de dos de sus tres matrimonios. Alois Hitler, de soltero Schicklgruber, era funcionario del servicio de aduanas austriaco, y la combinación de un uniforme imperial con su tendencia al alcoholismo derivó en que el padre de Hitler fuera un maltratador que pegaba a sus hijos si no eran obedientes al instante. Alois tuvo dos hijos, Alois hijo y Angela, de su segunda esposa, y seis de la tercera, Klara, la madre de Hitler, de los cuales cuatro, todos varones, murieron al nacer o en la infancia. Por lo tanto, el joven Adolf se quedó con un medio hermano, Alois, y una media hermana, Angela, y una hermana completa, Paula, que murió en 1960. Cuando Hitler se suicidó en abril de 1945, todos sus hermanos seguían vivos y algunos tenían hijos propios. ¿Qué fue de ellos? La respuesta es que nadie estaba realmente seguro hasta que David Gardner publicó este libro tras rastrear paciente y tenazmente a los parientes vivos de Hitler en Estados Unidos y haberse puesto en contacto con ellos. Un estudio fascinante de una faceta poco conocida de la historia del dictador, así como una crónica apasionante de cómo el autor rastreó y contactó con los supervivientes de una estirpe que la mayor parte del mundo probablemente esperaba que se hubiera extinguido.
Golrokh Eetessam. Lilith. Cántico. 22,95€
En los países cristianos poca gente ha oído hablar de la primera mujer de Adán: Lilith. Se trata del mito que explica la aparición del mal en el mundo. Lilith sintetiza toda la subversión de la moral cristiana y ha sobrevivido a lo largo de los siglos en la literatura apócrifa y en las tradiciones judías antiguas como la madre de todos los demonios. Esta figura de la mitología antigua que en la postmodernidad se ha transformado en una reivindicación feminista, es profundamente estudiada en esta obra, que explora la evolución del mito en las literaturas europeas, analizando su presencia desde las mitologías sumerio-mesopotámica, grecolatina y hebrea, en figuras como Clitemnestra, Medea, las brujas, y otras mujeres aterradoras de la literatura clásica y moderna. A través de un detallado estudio teórico y crítico, Eetessam Párraga traza una línea temporal que muestra cómo el arquetipo de la mujer fatal ha sido esencial para el desarrollo antropológico del cristianismo, evolucionando en la literatura desde la Edad Media hasta el siglo XIX. El libro destaca la importancia de personajes como Eva y Lilith en la construcción de este arquetipo, explorando su representación en diferentes épocas y cómo han influenciado la percepción de la mujer en la sociedad actual.
Jean Dumont. Lepanto, la historia oculta. Ediciones Encuentro. 20€
A mediados del siglo XVI, Europa sufrió la mayor amenaza de su historia: el avance del imperio turco islámico. Entre las principales naciones católicas europeas hubo una que, ante tal acontecimiento, decidió dar la espalda: Francia. Jean Dumont se atreve a arrojar luz sobre esta inquietante realidad y a plantear las preguntas que se derivan de ella.
El 7 de octubre de 1571 fue la fecha de la victoria de Lepanto, cuando la Europa cristiana impuso un freno decisivo al expansionismo islámico que amenazaba las puertas de Roma, Venecia y Viena. Pero más allá de este trascendental acontecimiento, cuya dramática historia se relata íntegramente, Dumont revela que la complicidad de Francia con el Islam no dejaría de desplegar sus efectos a lo largo de los siglos siguientes, hasta nuestros días, culminando en los problemas a los que nos enfrentamos actualmente. Con la precisión y la novedad de su documentación internacional, a menudo inédita, Dumont nos ofrece una gran y fascinante saga histórica, profundamente reveladora.
Religión
Raniero Cantalamessa. Fe, Esperanza y Caridad. Ediciones Encuentro. 16€
«Los paganos conocían el mito de las ‘tres Gracias’; los cristianos conocemos las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Tres Gracias que no son míticas, sino reales». El padre Raniero Cantalamessa acompaña a los lectores en un viaje hacia la comprensión de las virtudes, con la certeza de que no hay ningún contenido de la fe, por elevado que sea, que no pueda hacerse comprensible a cualquier inteligencia abierta a la verdad. Estas páginas examinan cada uno de nuestros más pequeños actos de amor: que pueden ser «estremecedores», una «ola de retorno» al océano del amor de Dios, en el que podemos zambullirnos con la gozosa libertad que nos distingue como hijos y cristianos.
Las Gracias nos invitan a mirar al cielo. Como ellas, también las tres virtudes teologales son inseparables. Apoyándose en el dicho evangélico sobre la necesidad de mantener unidas «las cosas nuevas y las cosas viejas», este libro presenta las virtudes en un presente concreto, hecho de cosas grandes y pequeñas, para que, además de conocerlas, uno pueda ejercitarlas en la vida cotidiana.
Otras lecturas interesantes
Xavier Valiño. Rumours, la tormenta emocional de Fleetwood Mac. Efe Eme. 21,50€
Rumours, obra maestra de Fleetwood Mac, 50 años después de ver la luz, sigue siendo uno de los discos más valorados de la historia, manteniéndose, año tras año, entre los más vendidos. Este libro revela todos los detalles alrededor de él.
Tras casi cinco décadas desde que viera la luz, Rumours sigue siendo uno de los discos más valorados de la historia de la música, y uno de los cinco más vendidos año tras año. Esta obra capital de Fleetwood Mac continúa atrayendo a nuevos oyentes interesados en lo que se creó bajo el sol de California vadeando aguas turbulentas.
Cualquier otra banda se habría separado tomando como excusa uno solo de los múltiples contratiempos que se le cruzaron a Fleetwood Mac en el camino… o que ellos mismos provocaron. Sin embargo, se negaron obstinadamente a darse por vencidos y desaparecer. Solo así se explica que Rumours, su obra maestra, surgiese en el peor momento de sus vidas personales, regado por abundante cocaína, alcohol y hasta tanques de óxido nitroso.
Compuesto en medio de torbellinos de dimensiones verdaderamente épicas, con rupturas sentimentales de cada uno de sus cinco componentes, dos parejas rotas y relaciones cruzadas entre ellos, todo aquello que se conjuraba para hacerlo imposible fue precisamente lo que convirtió a Rumours en un disco excepcional e irrepetible.
La trascendencia de este álbum a través del tiempo se explica a partir de un sinfín de factores externos e internos. Eso es precisamente lo que Xavier Valiño descifra en este libro, reparando hasta en el más mínimo detalle y rememorando además los antecedentes y sus consecuencias, así como las once canciones que incluye, y que son, en suma, la esencia de un triunfo único e inopinado, tanto artístico como comercial.
Simon Casas. Pases y pases. Demipage. 20€
«Me tomo la escritura de estas páginas como un paseo en el cual voy recolectando mis recuerdos para deshojarlos.»
De estos textos, algunas comas serán lágrimas y algunos puntos carcajadas. Las redacto como quien trabaja una hoja de acero, limándola por cada lado.»
Hijo de madre turcosefardií y padre judío polaco, Simon Casas (Nîmes, 1947) es uno de los empresarios taurinos más importantes del mundo. Director de las plazas de Madrid y Nîmes, vive la tauromaquia con pasión y romanticismo desde que con 10 años se propuso abandonar su ciudad natal y viajar a España para convertirse en torero.
Ebrio de libros y palabras, este creativo y carismático maletilla que en muchos pasajes nos recuerda al Lazarillo de Tormes, nos presenta sus memorias en Pases y pases, aventuras sublimes en un marco tan común a la tauromaquia como es la historia de Francia y España desde los años 50 del siglo pasado hasta hoy.
Amistades, éxitos y fracasos, política y espectáculo, en un recorrido sin par que no calcula la polémica. En el intenso debate sobre el futuro del toro, lo que para unos es arte y para otros barbarie sigue arrastrando multitudes, sigue creando mitos y leyendas.
Romanesca búsqueda de identidad que desvela intensas vivencias plagadas de humor y humanidad, simbología y reflexiones acerca de la vida y la muerte. El paso del tiempo, un sinfín de personajes, la tauromaquia, sus pasiones intelectuales y demás emociones extra-taurinas que sorprenderán a los lectores y a las lectoras.
Marta Armingol y Laureano Debat. Colonización. La Caja Books. 22,50€
A mediados del siglo XX, cincuenta y cinco mil familias españolas dejaron su hogar atrás para instalarse en casas de pueblos recién construidos. Aquellos asentamientos levantados junto a páramos, desiertos y ciénagas recibieron el nombre de «pueblos de colonización». Eran una pieza fundamental del plan del régimen de Franco para poblar las zonas rurales vacías y hacer de sus tierras yermas campos productivos. Alrededor de ellos se crearon canales, pantanos e infraestructuras para el riego. Se parceló la tierra y se ofreció adquirirla, cultivarla y habitarla a quienes de otra manera jamás habrían sido propietarios. El éxodo de aquellos colonos supuso un movimiento migratorio sin precedentes, hoy injustamente olvidado.
Más de sesenta años después, Marta Armingol y Laureano Debat han recorrido España para recoger los testimonios de los primeros pobladores que aún viven, de los que ya nacieron allí y de los colonos que siguen llegando de nuevas geografías. El resultado es la historia colectiva de estos pueblos jóvenes, pero también un viaje por un territorio desconocido e incluso un inventario del urbanismo que arquitectos como José Luis Fernández del Amo o Alejandro de la Sota fraguaron al mezclar los materiales y las formas locales con las ideas de la Bauhaus y el arte contemporáneo.
Pasear por Colonización es caminar por las calles ordenadas en cuadrículas de edificios blancos. Adentrarse en las iglesias para contemplar los retablos, las vidrieras y los murales en los que trabajaron artistas republicanos durante la dictadura. Recorrer un espacio en pugna con los símbolos y los nombres de herencia franquista; con la despoblación y con la fuerza avasalladora del turismo. Escuchar las voces de quienes lo dejaron todo por la promesa de hacer habitable el desierto.
Emilio Cendón. Delante de las Meninas. Caniche. 20€
Una descomunal copia de Las meninas a tamaño real se instaló en el salón de un pequeño apartamento madrileño en la plaza de Tirso de Molina. Cada día y durante ocho años, Emilio Cendón, que estudió Bellas Artes pero decidió abandonar toda práctica artística, ha convivido con la infanta Margarita, con Diego Velázquez y con los reyes en el espejo para intentar entender por qué el pintor sevillano dedicó los últimos años de su vida a un cuadro que, aparentemente, no refleja más que una escena menor de la vida en palacio.
A través del estudio de sus obras anteriores, del testimonio de la memoria de pinturas que Velázquez redactó explicando las obras de arte que atesoraba la corte española —como los caprichos de Tintoretto y Veronés— y del análisis de piezas de otros artistas, como Leonardo o Van Eyck, el autor recrea una investigación fascinante y obsesiva, casi policíaca, que consigue atar cabos y ofrecernos pistas para entrar en la mente de un genio de enorme influencia en el arte contemporáneo y lograr comprender, por fin, por qué y para quién pintó Las meninas.
Este libro, personal y alejado de lo académico, es también una crónica de esos años en compañía de Las meninas, así como de los viajes para encontrar sus claves. Plagado de minuciosas reproducciones a lápiz hechas por el autor, este texto generará en el lector unas irrefrenables ganas de ir a El Escorial, a Milán, a Londres y, sobre todo, de volver a visitar el Museo del Prado para situarse delante de Las meninas… y que todo cambie.
Por desconocimiento de la Historia, muchas personas acaban creyendo que lo actual jamás ha sucedido. Que hoy todo sucede por primera vez. Si a ello se le suma que los dispositivos móviles están derritiendo los cerebros, especialmente de las personas con menos recursos intelectuales, normal que un “mierdecilla” como Pedro Sánchez acabe siendo comparado con Charles De Gaulle o haya muestras de solidaridad lastimera con él. Nada, todo ha pasado alguna vez y cómo afrontaron hechos similares esas personas demuestran a las claras la talla humana y política de las personas.
Sánchez tiene un claro ejemplo dentro de su propio partido. Cuando salió a la luz el caso Filesa, Felipe González no se retiró a llorar cual Magdalena, reunió a la Ejecutiva del PSOE y les comentó si era necesario dimitir en bloque y que el propio partido dictaminase si debían seguir o no. Al final decidieron que no era lo mejor y que había que dar la cara y aguantar el tirón. Hoy como el PSOE es una plataforma personalista, de hipercentralismo democrático —para los que no lo sepan el término leninista (centralismo democrático) siempre ha sido un eufemismo de lo que diga el jefe— no cabe ese tipo de resolución. Añádase que también existen más vividores de la política que en aquellos años.
No solo aguantó González ese primer empujón, sino que se mantuvo firme con todos los casos de corrupción que salían casi a diario. ¿Personales? También. Quizá no recuerden el caso Palomino referido al cuñado del presidente del Gobierno. Un invento de la prensa sobre unos supuestos contratos que habría obtenido la empresa del familiar mediante tráfico de influencias. Nada, no había nada, pero el señor Palomino estuvo a punto de matarse en un accidente de tráfico, en una comarcal, porque como le seguían de vez en cuando, quiso ver que sucedía lo mismo y maniobró mal con el coche por puro nerviosismo. ¿Lloró González? No. ¿Se retiró en Moncloa? No. Seguramente se encabronaría (dicho en plata), pero puso los intereses de España por delante.
Lo que aguantó aquel gobierno con decenas de casos inventados o sin fundamento —¿podrían decir ustedes cuantos de aquellos casos quedaron en nada?— no tiene punto de comparación con el caso Koldo o con las cartas de recomendación de Begoña Gómez. Hasta el fallecido alcalde de Alcorcón, Jesús Salvador Bedmar, tuvo que aguantar situaciones más graves (su hija estuvo amenazada por imbéciles) y no dejo el cargo, ni nada por el estilo. Aguantó hasta que se lo cargaron en una batalla interna. ¿le probaron algo deshonesto? Nada. Otros que hoy son más sanchistas y estaban en aquella confabulación tienen más trapos sucios detrás.
¿Ha dado la cara el señor Sánchez? Porque si bien hay algún que otro bulo, o información a lo loco sin verificar, lo cierto es que otras informaciones no son falsas. Cuestión distinta es que puedan tener recorrido legal, que no lo tendrán. Sobre el caso Koldo, donde el señor Koldo García era amiguísimo y núcleo sanchista —de hecho participó en algunas conversaciones en oscuros restaurantes de carretera para conseguir favores hacia su jefe—, ¿dirá algo como responsable único del PSOE? Se atreverá a dar explicaciones, al menos, a sus compañeros de partido en el Comité Federal próximo o se dedicará a llorar?
Cualquier político digno, ante una campaña de supuestas mentiras, lo primero que haría es dar una rueda de prensa con los papeles por delante. Si nada hay, el temor es teatro. Claro que en Sánchez todo es puro teatro. ¿Qué es eso de utilizar a la abogacía del Estado para defender a una ciudadana, sin cargo alguno, sin aforamiento y sin militancia? Por ahí sí habría delito. ¿Lo han pensado en Moncloa antes de lanzar comunicados o son así de tontos? En todo caso ¿por qué no se ha demandado a los medios que supuestamente han lanzado bulos? Ese es el camino más rápido si es cierto que han mentido. Pedro J. Ramírez sabe mucho de pagar por bulos, le podría haber consultado.
Tampoco es que la derecha mediática y política esté llena de grandes hombres y mujeres. Ahí tienen a la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, impartiendo cátedra en programas de televisión. En otros lares ni aparecería, aunque sí hubiese sacado algún libro superventas del tipo “Mis problemas con la cleptomanía”. Subtítulo, “No dejes un boli cerca que te lo mango”. Si en tu Gobierno la mayoría han caído por corrupción, no intentes dar lecciones de ética: léase José María Aznar y Esperanza Aguirre.
Al final no es más que el enfagamiento que hunos y hotros están generando adrede. Les interesa el enfangamiento porque carecen por completo de programa político, más allá de cuatro cosas para dogmáticos, y, lo que es más preocupante para los españoles, de visión política. No hay fundamento —por mucho que llore Sánchez diciendo que tiene una visión progresista del mundo ¿la tiene? Porque nadie la conoce—, sustancia, ética, carácter, comprensión, diálogo (salvo para subirse el sueldo), intento de comprender al otro… No hay nada en la política, por eso recurren a lo que haga falta para desprestigiar al otro y vencer por abandono antes que por ofrecer al personal algo. No se trata de votar a favor de sino en contra de. Sánchez lo ha venido haciendo desde es secretario general del PSOE, los demás también.
Cara, toda la del mundo. Eso le ha mantenido en política durante tantos años. Carente de un mínimo de vergüenza, Pedro Sánchez vuelve a las andadas. ¿Recuerdan cuando en famosa entrevista lloraba porque le presionó Telefónica para que pactase con el PP? Por cierto, hoy Telefónica va a caer en manos del Estado, al menos la parte necesaria para mangonear dentro de la empresa, y parece que nadie ha recordado aquello. Lloraba cuando, según él, le obligaron a dimitir tras esconder las urnas tras las cortinas para perpetrar algún tipo de pucherazo a sus propios compañeros de partido. En la carrera política de Sánchez hay más lloros que alegrías.
La autovictimización para, por un lado, tapar sus propias incompetencias —¿recuerdan cuando perdía y perdía elecciones y por eso le pedían dimitir? Con Sánchez el PSOE ha tocado su mínimo histórico en apoyo electoral. Ni Joaquín Almunia cayó tan bajo—, por otro lado, para recabar apoyo de los seres que suelen utilizar el cerebro para poco más que sobrevivir. No busca más que un refrendo hacia su persona y así poder tomar algún tipo de decisión que, seguro, no pasa por la dimisión. ¿Han visto dimitir a Sánchez? Por mucho que diga, en 2016 le echaron a patadas con los estatutos de su partido en la mano.
No tiene dídimos. En la etapa previa a las primarias que ganaría frente a Susana Díaz, no optó por ser candidato hasta que tuvo la gran mayoría de los apoyos necesarios para vencer. De hecho dentro de los grupos de militantes se valoraron otros dos nombres como posibles candidatos de la militancia. Por cierto, dos de ellos están muy lejos del PSOE hoy en día. Ha mentido, como es habitual, en sus libros, pero todavía hay personas que vivieron aquello en primera persona y pueden dejar constancia de ello.
Como constancia se puede dejar de su intento de llevarse por delante a dos periodistas que explicaron las primeras conversaciones entre el PSOE y Podemos para presentar una moción de censura que se produciría poco tiempo después. Este hombre que tan digno se muestra quiso dejar sin trabajo a dos trabajadores. Recuerda a los contratos superbasura de su esposa en la consultora de la que era copropietaria. Progreso por fuera, señoritos por dentro. No engaña a nadie y mucho menos porque cualquiera sabe que la denuncia de Manos Libres no tiene ningún tipo de recorrido judicial, más allá de la apertura de diligencias. Entonces ¿por qué dejar caer que cabe la posibilidad de la dimisión? Para desviar la atención o ¿para frenar alguna información más sustanciosa sobre los trapicheos de su esposa?
La esposa del César no solo tiene que serlo sino aparentarlo. La señora Begoña Gómez podría no haber firmado cartas de recomendación para concursos públicos y la excusa era obvia y comprensible. Cuando luego algunas de esas empresas financian tus proyectos, comienza a ser sospechoso. Poder probar que ha habido tráfico de influencias es complicado porque, de haberlas directamente, tendría que hablar el alto cargo que ejerció la presión para que se concediesen. Es curioso como muchos socialistas griten como posesos en redes sociales cuando muchos de ellos gritaban contra Alfonso Guerra cuando lo del tráfico de influencias de su hermano Juan. ¿Saben cómo acabó aquello? En nada. Absuelto. ¿Lo de Juan es malo y lo de Begoña bueno? Hipocresía.
También podría ser que esto no tenga nada que ver con su esposa, aunque queda muy bien como argumento lacrimógeno, y se trate de algún judiada que le tienen preparada por el tema Pegasus. ¿Será que quienes tienen la información están dispuestos a desvelar algo? No sería descartable toda vez que lo de su esposa tiene poco recorrido. Sin embargo, la hipocresía de Sánchez, su caradura, su carencia de ética, su capacidad para rebozarse en el fango es increíble.
Afirma que atacan a su esposa para atacarle a él indirectamente. Es más que posible. Pero él fue el primero que comenzó a utilizar a familiares de políticos o antiguas amistades para deslegitimar a contrincantes. Cuando surgió aquello de “me gusta la fruta” ¿a quién estaba señalando Sánchez conociendo que no había proceso judicial, que se había desestimado? ¿A quién intenta hacer daño cuando su Gobierno filtra constantemente las informaciones hacendísticas de la pareja de una política? Así que contra una pepera se puede nombrar hasta al padre muerto, pero a él nadie le puede mentar la esposa. Ya.
Más gracioso es la otra frase para la historia. Habla de la máquina del fango cuando él ha sido uno de los mayores generadores de fango, primero en el interior del partido, y posteriormente fuera. Habría que contar a quienes dieron cierta documentación, sobre casos sobreseídos, a qué periodistas para enfangar la campaña de primarias y deslegitimar a Susana Díaz. O contar cómo intentó acabar con Emiliano García Page utilizando al hermano gemelo. Que igual hay que contarlo con pruebas, que haberlas haylas.
Pero lo de quejarse de deshumanizar al contrario en una carta donde se califica al resto de los que no son los suyos de ultraderecha, derechistas y conceptos similares ¿qué es? Cualquiera sabe que si desde un lado se califica a alguien de comunista o extrema izquierda lo que se busca no es confrontar ideas o proyectos sino excitar las bajas pasiones para deshumanizar a las personas. Lo mismo sucede, y lo hace constantemente Sánchez, en el otro lado. Cuando él habla de ultraderecha no lo hace por una subjetiva posición política sino para deshumanizar y deslegitimar a quienes señala como tales. Mientras se encama con los herederos de los terroristas, que tiene pelendengues.
No se dejen engañar. Todo esto de Sánchez es puro teatro. ¿Qué puede hacer? Cualquier tontería en la que él salga bien parado. Porque con Sánchez lo primero, siempre, siempre, es Sánchez. Y eso de salir bien parado incluye hasta negociar con quien haga falta que no se desvelen pruebas a cambio de saber qué. Ya se ha bajado los pantalones con Marruecos, Puigdemont y vascos de todo pelaje… ¿qué no haría por asegurarse sus buenos dineros a futuro? Porque estos dos, con el salario mínimo no viven, ni quieren vivir. La izquierda caviar es poco pija para esta pareja.
Se veía venir. Al final los tipos raros que hacen el imbécil en las redes sociales y aquellos que hacen del periodismo una cloaca iban a perjudicar a todos aquellos que les aplauden. Sin tener nombre oficial, el “partido de Alvise Pérez”, como lo cataloga el CIS, va a quitar escaños y votos a todos esos que les han reído las gracias. Y eso, al final es parné que se pierde para la propia organización, ergo algún que otro sobresueldo o asesor-amig-de.
Luis Pérez Fernández, más conocido como “el ardillas”, sería la tercera fuerza electoral en las próximas elecciones europeas. Unas elecciones propicias para ese voto de castigo, ese voto a un partido raro (en algunas elecciones fuera de España se ha votado a perros o payasos, de los de verdad), ese voto de hastío frente a la porquería que los partidos y todos sus medios afines distribuyen cada día. En vez de estar vomitando todo el día el elector acaba votando “una mierda” que, al final, no se distingue en el hedor de lo que viene siendo lo usual de los “profesionales”. Amateurs de la bazofia consiguiendo un escaño.
Lo normal es que este tipo de partidos y friquis acaben dañando a los partidos más grandes, ya que son los que suelen dar más asco, y nada pasa si se les da un pescozón en una elecciones que servir, servir, sirven para poco. Mientras el Parlamento Europeo no sea verdaderamente una cámara de representación, votar en estas elecciones solo sirve para dar pescozones o colocar a incapaces en la Unión Europea. Porque los partidos suelen quitarse de en medio a aquellos que, habiendo realizado algún servicio al jefe molesta ya. También acuden algunos por cuotas regionales. Lo peor porque se ponen de un tontos cuando acuden a sus terruños que no vean. Dada esta perspectiva, pues a votar “al ardillas”.
Paradójicamente no va a quitar votos a esos grandes partidos sino a uno supuestamente contestatario como Vox. Cualquiera de ustedes pensará, con un asomo de razón, que al final se quitan votos entre grupos de ultraderecha. Más bien se quitan votos friquis de un mismo lado del tablero político. Porque si hay friquis en la política española, ahora que ya no existe Podemos, es en Vox.
No se sabe si hacen algún tipo de selección previa para ver si encuentran un perfil distinto, alejado de lo común, pero no buscando la excelencia sino la rareza. Habrán pensado que es la derecha queer (queer en español es raro) y no dejan que ofrecer friquis a los españoles. Frente a la política queer de la izquierda woke, queerismo de derechas. Para raros al final los electores acaban votando a uno que sí que es raro de verdad y lo demuestra todos los días.
En Vox, que ni quiere ser el gran partido conservador español, ni el populismo de derechas, o no sabe —que igual es esto—, no han visto venir que al final tanto apoyo a estos personajes, despreciables en muchos casos, acabarían quitándoles un 6,6% de los votos obtenidos en las últimas europeas. No un 1% o menos, que sería lo lógico, no, un 6,6%. Algo que ha provocado que José Félix Tezanos haya aprovechado para ver si les puede dañar más.
En Vox hay personas con hidalguía, conservadores, mucho liberal libertario asilvestrado también, que no son los que principalmente acaban siendo proyectados por la cúpula. Prefieren a los raros y estrafalarios (en los modos y el pensamiento) y así les va a ir. De poder ser un receptáculo de votos de castigo, especialmente del PP, resulta que “el ardillas” les va a dar un estacazo. Cosas veredes.
Dijo al terminar el partido el Cholo Simeone que esta semana habría que aguantar que les dijesen “cositas” todos los días y que por eso había que estar más unidos que nunca. El capitán Koke también expuso el mismo argumento de la unidad ante todo. Si lo decían por el nacionalmadridismo igual están errando el tiro porque esos están a sus cosas del ADN y de la decimoquinta. En esta época no tienen ni tiempo que perder con el cuarto clasificado de La Liga, fuera ya de competiciones europeas y sin saber si tocará el año que viene Champions o Europa League. Si lo dicen por los periodistas y aficionados rojiblancos la cosa cambia.
Cierto que muchos amanuenses van a dar algún toque, pero rápidamente volverán a los dictados que mejor encajan con lo que quiere MAG. Otros, muy pocos, no se callarán y recibirán mensajes, “mensajitos” de dirección y/o plantilla para quejarse. Pero los aficionados ¿por qué se van a tener que callar? Después de dos temporadas, especialmente en liga, donde la vergüenza ajena ha sido lo más normal tras un partido (porque a muchos parece habérseles olvidado lo del año pasado), qué menos que acordarse de los parientes ascendentes de todos los que conforman el Atlético de Madrid: familia Gil, Cerezo, entrenador y cuerpo técnico y, obviamente, jugadores, que son los que salen al terreno de juego. No, ni se van a callar, ni unidad, ni leches porque no se lo merecen.
Que esto recuerda a aquellas temporadas de Gil padre cuando se veía el descenso cerca y la afición arrimaba el hombro, la poca que iba al Calderón (que tampoco es que aquellos asientos de piedra estuviesen llenos). Al menos el padre se cagaba en los muertos de los jugadores e intentaba hacer limpia. Hoy no. Bajo el Imperio del bienlos jugadores son como capullos de alelí, intocables; sin recibir críticas no vaya a ser que lloren por las noches y no puedan hacer una historia en redes sociales; no vaya a ser que se sientan mal; no vaya a ser que sus sentimientos sean dañados… y ¿los sentimientos de los aficionados que ponen su dinero (en abonos o plataformas)? No se imagina nadie a un Arteche haciéndose el ofendidito. ¡Anda ya!
Hay que seguir hablando y señalando, a unos y otros, a los niñatos que visten las rayas canallas, a los mangurrianes del palco y al señor de negro. Porque esto que se está viendo es un tumor que no se sabe si es metastásico o benigno. Lo que es evidente es que se debe operar cuanto antes para salvar el cuerpo, al Atlético de Madrid competitivo. Y como los que están en el campo son los principales culpables (venga llorad un rato agarrados al muñeco de Indi), hay que verificar si es que son viejos, están quemados, se han acomodado o, directamente, son malos (al menos carecen de la calidad para jugar en el Atlético de Madrid).
Algo de historia
Una visualización histórica nos servirá para tener una mejor perspectiva del análisis. Los jugadores con más temporadas en el Atlético de Madrid son Adelardo (17), Collar (16), Aguilera (15), Calleja (14), Escudero, Mejías, Tomás, Koke (13), Luis Aragonés, Aparicio (12), Juncosa, Miguel, Martínez Jayo, Eusebio, Gárate, Leal, Rubio, Arteche, Toni, López, Pacheco, Giménez (11) Saúl y Oblak (10). Ahora habrá que ver la cantidad de partidos jugados: Koke (630), Adelardo (553), Tomás (483), Collar (468), Aguilera (455), Oblak (439), Calleja (425), Saúl (423), Arteche (421), Gabi (417), Correa (414), Torres (404), Godín (389), Griezmann (383), Luis (368), Alberto (361)…
No coinciden los que más temporadas han jugado con el máximo número de partidos. Si hacen divisiones simples se darán cuenta de que ahora los jugadores juegan más partidos en menos temporadas. Esto puede propiciar declive físico anterior (salvo que se tengan pócimas secretas de Italia o el ciclismo) o quemarse como futbolista. No tener ya la cabeza para jugar al fútbol, cuando menos en un alto nivel de exigencia (si es que la hay en el Atleti actual), es algo que sucede constantemente. Al igual que eso impide a muchos canteranos que deslumbraban acceder al primer equipo, también acaba con las carreras de algunos profesionales con temporadas a sus espaldas. Salen a jugar como Bartleby, que por ellos no lo hacían. Y de esos parece que hay algunos en la actual plantilla. Desganados por el campo. Guerreros del Cholo sin armadura, ni yelmo, ni hidalguía.
Quemados y sin ganas
Ver quienes están quemados por tantos partidos es entrar en terreno un tanto más subjetivo. Cuando ya no aciertas en las marcas, cuando te dejas ir y solo juegas competitivamente minutos o partidos puede ser una demostración de haber pasado tus mejores años en el equipo. De esos hay una gran mayoría en el equipo. Algunos con 10 años y otros cuatro o cinco están completamente desmotivados, no para jugar al fútbol, sino para jugar en el Atlético de Madrid. La renovación que no se hizo hace dos años, ni uno, deberá hacerse ahora para liberar a estos jugadores que, pudiendo rendir seguramente en otros equipos, no lo van a hacer más en el Atleti.
La edad es otro problema. Antes con 31 años se era un jugador veterano y con dos o tres temporadas por delante si respetaban las lesiones. Ahora hay cientos de jugadores que, gracias a los avances en los entrenamientos físicos, aguantan más… o no. Si se suman la cantidad de partidos en las piernas a los años por mucho avance en entrenamientos cuando van las piernas no van las cabezas y viceversa. Con 30 o más años están en el Atleti: Oblak, Witsel, Savic, Paulista, Reinildo, Azpilicueta, Koke, Griezmann, Morata, Menphis, De Paul y Saúl. Luego están con 29 Correa, Hermoso, Lemar Llorente y Giménez. Diecisiete jugadores en la treintena o a un año de ella. Si se suman partidos jugados y temporadas a nivel profesional, normal que los factores señalados converjan.
Es una plantilla descompensada respecto a las edades y con muchos partidos en las piernas de los jugadores. El salto desde la treintena a los más jóvenes es de casi cinco o seis años. No hay casi jugadores de 26, 25, 24, 23… años. Este tipo de perfil de plantilla era la clásica de equipos para mantener la categoría en tiempos no tan remotos. Otros, con dinero o sin él, han ido mezclando con mejor saber para planificar sus plantillas. Tienen de todo en su justa medida y teniendo paciencia con los más jóvenes que tenían cualidades (¿no recuerdan los años de Ficticius que decían en el Bernabéu?).
Tras mirar al campo toca señalar a los demás
En esto los máximos culpables se sitúan lejos del césped. Ni Gil Marín ha querido hacer lo que había que hacer, ni han sabido manejar las exigencias de la plantilla. Si con quedar terceros en liga y pasar a octavos de Champions vale, los jugadores van a dar el mínimo posible pues no hay más ambición, algo que ha acabado por afectar al propio entrenador. Cuando los aficionados se cabrean con el Cholo no es por este o aquel cambio o táctica (Luis Aragonés hacía de las suyas también) sino con haber perdido el cholismo. Esa autoexigencia continua partido a partido, ese “ganar, ganar y ganar”, ese quien se esfuerza acaba jugando…
Por tanto, el Atlético de Madrid tiene una plantilla de jugadores que o están quemados, o están fuera del fútbol, o son viejos o son malos. Porque también es cierto que los errores que cometen algunos jugadores solo son achacables a las carencias futbolísticas en algún caso. Si bien un jugador joven puede pecar de inmadurez (a cambio ofrece otras cosas), cuando se tienen 26 años no es un problema de corregir conceptos y demás. Se puede entender que Vermeeren (seleccionado para el Golden Boy como mejor jugador joven) deba captar algunos de esos conceptos, pero tíos con pelillos en los dídimos, no. Eso no es cholismo.
Todo queda en manos de Gil y del señor de negro. O hablan claro y hacen lo que hay que hacer (en algún caso lo que puedan) o el año que viene puede ser que esto no sea benigno sino cancerígeno. Mientras tanto, además de aguantar los quince mil fichajes de los insiders y amanuenses, habrá que seguir hablando porque no se han ganado que se callen las bocas. Habrá que señalar todo con nombres y apellidos. Si luego lloran por las noches en sus casas no es problema de la afición o los analistas.