Lo han vuelto a hacer. Cuando se quedan sin ideas y sin argumentos en el PP utilizan el insulto y la difamación como método de argumentación política. Quienes son miembros del partido que está podrido de corrupción en cualquiera de las comunidades autónomas que gobiernan, intentan dar lecciones de ética al resto profiriendo mentiras e insultos. Hace pocos días, el 28 de septiembre pasado, Pablo Casado ya afirmó que los andaluces eran de peor condición por no votar al PP. Y todos los afiliados andaluces le rieron la gracia, de ahí que ahora la ex-ministra, otra que decían que está muy preparada, Isabel García Tejerina se haya lanzado a insultar a las niñas y niños andaluces.
García Tejerina ha afirmado que “en Andalucía lo que sabe un niño de diez años es lo que sabe uno de ocho en Castilla y León”. De esta forma criticaba el sistema educativo andaluz y ponía a los infantes andaluces como unos memos, unos incapaces, unos retrasados, unos seres inferiores a los castellanos viejos. Como ha dicho Susana Díaz una muestra de supremacismo y centralismo mental completamente asquerosa. Entre otras cosas porque es falso como muestra que haya un 43% de niños superdotados más en Andalucía, o que nuevos avances médicos se hayan producido en el Hospital de Granada, por ejemplo. Una falsedad, que quieren tapar con un informe con el PISA que está hecho para favorecer un sistema de aprendizaje, el más común en ciertos centros privados europeos por cierto. O lo que es lo mismo, quieren hacer pasar por inteligentes a los hijos de la clase dominante y sus corifeos. La realidad es que las palabras de García Tejerina son una falacia más del PP, una mentira y un insulto.
Tampoco se han quedado atrás dos profesores como son Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo de Adelante Andalucía. La candidata ha expresado que es “intolerable que desde el PP sigan faltando el respeto a Andalucía. En esta ocasión contra nuestros niños y niñas. Y lo dicen quienes han aplicado las peores reformas educativas. Usted [en referencia a García Tejerina] no ha pisado Andalucía en su vida”. Para el coéquipier de la confluencia se ha indignado porque el PP vuelva a insultar a Andalucía, reivindicando además que “la enseñanza de nuestros docentes es inmejorable”. Para Maíllo, Tejerina habla con una total ignorancia de Andalucía.
Por si no hubiese sido poco, Teodoro García Egea, más conocido como el “lanza huesos”, ha querido arreglarlo con otra boutade de las que hacen época. El murciano, que parece mentira que tenga una tesis con varias patentes pendientes, ha reducido todo el problema a que “los andaluces no tienen culpa de que su Gobierno se gaste más dinero en prostitución que en Educación”. Así, sin inmutarse, ni ponerse colorado. Curioso que ahora a las gentes del PP les interesen los puteros de Faffe, algo que se conocía hace muchos meses, pero no recuerden que es el PP quien tiene como alto cargo de la Comunidad de Madrid al amigo de Francisco Granados que quería festejar una trapacería de Púnica con “volquetes de putas”. Podría García Egea, porque lo tiene cerca, preguntar a Alejandro Halffter (secretario general de la Cámara de Comercio de Madrid) cómo encargar los volquetes de putas en vez de decir lo que afirma. Como le ha contestado el consejero Antonio Ramírez de Arellano en Educación gastan más de seis mil millones (y lo de Faffe que se sepa han sido 35.000 euros, de los cuales al menos 15.000 no se abonaron).
Como habrá sido la cosa que hasta el “siervo de su señor” Juan Manuel Moreno Bonilla ha salido en los medios a decir que no compartía las palabras de sus compinches de partido. En ese momento sabía que las elecciones estaban perdidas, que Díaz utilizaría el victimismo para destrozar día tras día a Moreno Bonilla. Ya puede decir las cosas más chisposas e inteligentes que le escriban, no tiene nada que hacer frente a estas palabras que van a sacarle en campaña. Al menos le quedará el consuelo de decirles que la culpa ha sido de los otros. O de Ana Mato que en su momento ya dijo, antes de destrozar, con Moreno Bonilla de ejecutor, el sistema de dependencia andaluz, que los niños andaluces eran más analfabetos o que daban las clases en el suelo porque no tenían donde sentarse. O es lo que dice Ángel Garrido cuando se queda sin argumentos contra el PSOE en Madrid. Siempre la culpa es de Andalucía o los señalan como inferiores, cuando la realidad es que el PP está plagado de incultos, de pobres de mente, de seres amorales.