En Ciudadanos destaca por encima de todo el cuñadismo, esa actitud de apropiarse de los méritos de los demás e intentar aparecer como los que más saben del mundo mundial. Pero hay otra actitud, que en su caso es aptitud también, como es el macarrismo político. Son los perdonavidas, o chuloputas, de la política española. Amenazan a todos, pero eso sí, con los poderosos se rajan y salen con el rabo entre las patas. Y como amenazaron a Cifuentes, o a Rajoy, cuando ya su caída era previsible, ahora lo hacen con Susana Díaz. Y al frente del sindicato de los macarras se sitúa, como no podía ser de otra forma, su dirigente máximo Albert Rivera. Y si no le hacen caso manda a Juan Carlos Girauta a aplicar el rigor científico que se puede ver en el vídeo de abajo.
Rivera ha amenazado a Susana Díaz, dándole un plazo de 48 horas tipo western (aunque se ha equivocado de provincia porque en Córdoba, donde estaba, es más de califas, los spaghetti-westerns se rodaron en Almería), para que modifique el Estatuto de Autonomía (lo que por tiempo efectivo de legislatura no se puede) y quitar así los aforamientos. Igual podría decir lo mismo en Madrid, pero ahí se callan porque tienen miedo a Casado y sus tropas. Si lo hace, aunque sabe que no puede hacerlo, dejará de apoyarla, se enfadará mucho, se pondrá colorado y se le hincharán las venas del cuello del enfado. Y se pone chulo porque sabe que la legislatura se ha acabado. Por ello habla del calendario de los ERE y demás cosas que han callado durante cuatro años. Callaron para que no les recordasen los pagos desde la Diputación de Huelva y la sede de su partido en la capital onubense. O los repartos de cargos en ciertas mancomunidades.
“No solo hay que cumplir en economía, también en regeneración y me temo que el PSOE y PP son alérgicos a la regeneración, y les da miedo romper las redes clientelares que han creado durante tanto tiempo y no ser aforados” ha dicho Rivera señalando con el dedo. Lo que no ha dicho es que esas redes las quiere para él, como ha sucedido en Onda Cádiz, tal y como contamos en estas mismas páginas. Cierto es que existen redes clientelares pero ¿por qué no han dicho nada en cuatro años y, sin embargo, bien que han colocado a su gente en algunas? Miente a sabiendas de lo que han hecho en Andalucía.
Todas esas falsedades tienen una justificación: ahora Rivera sólo ve andaluces. Si no hace mucho le obsesionaban las personas de la calle porque resulta que eran españolas, ahora sólo ve andaluces. Debe de ser porque está un día a la semana en Andalucía lanzando la pre-campaña electoral. Eso sí, los andaluces no le ven a él. Por lo que tiene un problema y gordo. Después de cuatro años, ahora resulta que le importa Andalucía, como a Inés Arrimadas que le ha dado por recuperar su “tierra” porque en Cataluña y en el resto de España no la pueden ni ver, aunque salió trasquilada. Andaluces por todos lados ve Rivera y les promete cosas que poco o nada tienen que ver con la estructura social andaluza.
No sólo eso, sino que deja en mal lugar a Juan Marín. Si el dirigente máximo de Ciudadanos es quien le enmienda la plana a Díaz y al que se le exige que envíe un informe a Madrid para que decidan allí qué hacer (“Juan Marín y su equipo van a elevar un informe a la ejecutiva nacional con una propuesta evaluando ese pacto, con todo lo que se ha conseguido y lo que hay pendiente en materia de regeneración política y decidiremos” ha dicho públicamente), ¿por qué no se presenta Rivera a las elecciones? ¿Piensa que desautorizando a Marín va a conseguir que sea visto como alguien competente para gobernar Andalucía? Les está, más bien, haciendo la campaña electoral a Díaz y a Moreno Bonilla. Porque los andaluces suelen reaccionar mal ante las interferencias de Madrid.
¿Privatizar Medina Azahara?
Es más, hasta querría privatizar Medina Azahara veladamente. “La gestión de Medina Azahara tiene que pasar por la creación de una Fundación público privada que sirva para que las administraciones trabajen juntas, así como para abrir la puerta a donaciones y a personas que quieran colaborar para mantener vivo este monumento” ha dicho el dirigente de derechas. En primer lugar, cualquier empresa puede donar dinero para el mantenimiento del monumento, sin necesidad de fundaciones. La ley lo permite y hasta lo podrían agradecer. Y en segundo lugar, ¿por qué han de participar empresas o particulares en el mantenimiento cuando hasta la fecha se ha realizado perfectamente? Está claro que para sacar algún beneficio de todo ello. Se demuestra que pese a ver andaluces por todos lados Rivera lo que quiere es privatizar lo que es de todos y todas, lo que es público.
Una vez más se muestra la incapacidad política e intelectual del dirigente máximo de Ciudadanos. No conoce Andalucía, ni su idiosincrasia; quiere privatizar monumentos públicos para sus amigos de la clase dominante; deja por los suelos a su propio candidato; intenta hacer cuñadismo mediante amenazas; pero al final del recorrido se demuestra lo que en estas páginas venimos contando, que es tan clientelar y corrupto como los demás partidos, con el añadido de que no saben gestionar. Sólo entiende la política mediante el recurso al macarrismo, la chulería y la mentira.