Las noticias de los medios de comunicación ofrecieron ayer el despido más que hecho de Bieito Rubido como director de ABC. Una dirección que ha tenido durante una década y en la que ha llevado al periódico del grupo Vocento a unas fuertes pérdidas económicas y a ser meros comparsas en la caverna mediática. Tras años de masajeo constante al PP de M. Rajoy, algo que le salvó de morir a manos de Soraya Sáenz de Santamaría, y de contrataciones de columnistas insulsos, desconocidos o muy lejos de los cánones de la derecha radical pero de orden (del orden suyo claro), han decidido que ya era hora de ponerle de patitas en la calle. Por suerte no tendrá que pedir la “paguita” del “gobierno socialcomunista” al que no ha dejado de atacar desde antes de su propia constitución. Aprovechando los contactos de la presidencia mediática ha podido hacer buenos negocios personales que le han permitido tener un colchón suficiente hasta llegar a la jubilación y más allá. Pero sería casi de justicia divina que tuviese que entregarse a las medidas implementadas por la izquierda cuando siempre se ha erigido como el adalid de la clase dominante. Y no, no lo era. Era simplemente un contratado más al que ahora le dan el finiquito.
Entre las bajadas de ingresos por el exceso de medios digitales (porque en papel quedan cuatro y resulta ruinoso con algunos salarios que se pagan en las alturas), entre mezquindades varias que han hecho migrar a ciertos lectores, entre que Rubido aparece en televisión y radio como un simple mamporrero de los verdaderos matones de la caverna mediática y que por mucho peloteo que tienen con el PP no alcanzan a ser el BOE de ese partido, como es El Mundo, han hecho que los responsables de Vocento le indiquen el camino de salida. Algo que no se entiende bien porque echar a Rubido supone contratar a alguien más asalvajado y mentiroso , si es que ello es posible, y destruir lo poco bueno (sección cultural o deportes) que mantenía para no ser un El Mundo 2, o un Ok Diario 2, o la gaceta de un Jiménez Losantos cualquiera. En ABC han sido muy de derechas, extremadamente de derechas con Rubido, y la solución parece ser más salvajes. O con mejores equipos de investigación, porque las supuestas exclusivas bajo mandato de Rubido han sido inexistentes. Dirá que lo dela tesis de Pedro Sánchez fue una buena exclusiva, pero hablar de autoplagio es ridículo y de la mala calidad de la misma (que parece evidente) no tienen la categoría suficiente para valorarla en su medio (mínimo hay que tener los mismos estudios que se quieren calificar). Y como el PP no le pasa informaciones interesantes, han quedado casi como distribuidores de Alfa y Omega y recordar que apoyaron a Hitler en su momento.
En Vocento han entendido en que si el director quiere darle una pátina liberal al medio, al menos deben serlo quienes allí escriben, especialmente su director, y no aparentar en la mayoría de las ocasiones ser columnistas reaccionarios y nacionalistas. Tienen a un verdadero tradicionalista como Juan Manuel de Prada y leerle entre la recua de columnistas contratados le hacen parecer de extrema izquierda. Por no hablar de un personaje como Gabriel Albiac que, más allá de sus preocupaciones estéticas y sobre la muerte, que debe tener a las señoras del barrio de Salamanca asustadas por lo deconstructivista de sus columnas. El resto son para echar de comer a parte (su última contratación ha sido Juan Carlos Girauta, quien se ofende por recordarle que no sabe llevar el tempo cuando hace esos videos cantando y tocando la guitarra) , no solo defienden una ideología reaccionaria en la mayoría de las ocasiones sino que mienten sin ningún tipo de pudor… por no hablar de carencias intelectuales. Esto es lo que ha conseguido Rubido hacer con ABC, destruirlo política y económicamente. Porque los EREs, ERTEs y bajadas de sueldos para los plumillas de a pie han sido la norma habitual de su mandato.
En Vocento entienden que ahora que van a cobrar por leer ABC, al menos necesitan algún tipo de sentido editorial que les distinga del resto de medios cavernarios. Para ser copia o reacción a las salvajadas de otros medios mejor cierran la cabecera o la venden al mejor postor y se ahorran dinero y sufrimientos. No son la iglesia católica que recibe 11.000 millones de euros al año y pueden mantener COPE y 13tv aunque den pérdidas. La pena para Rubido es que al dejar ABC a nadie le importará su opinión falsa de liberal de boquilla y reaccionario de acción y dejará de ir a platós de televisión y radios. Ahora pasará a la oscuridad del exdirector y con suerte alguien le podría publicar unas memorias, que pasarían sin pena ni gloria porque no se atrevería a contar la verdad de las mentiras difundidas, de las portadas mezquinas contra la izquierda y de las contrataciones hechas. Aunque algunas personas puedan alegrarse, igual acaban echando de menos a Rubido ya que todo puede ir a peor. Lo que es seguro es que no podrá acusar a gobierno alguno de echarle, ha sido su incapacidad y sus malas artes las que le ponen en la calle. Ya podrá leer y cultivarse sobre liberalismo y ética, que es algo de lo que ha presumido pero jamás ha ejecutado. ¿Largarán también a los columnistas que contrató?