Fuente: Onda Cero

El pueblo cambió la letra de un pasodoble para explicar a Manolete que si no sabía torear para qué se metía en el ruedo. Al final quedó como un dicho que viene a indicar que si no sabes de algo, si no sabes hacer algo es mejor callarse o no tocar. Esto mismo se puede aplicar a todólogos, doxósofos y columnistas en general, si no saben de qué hablan mejor no escribir. El problema en estos tiempos es que no sólo escriben sino que presumen, con orgullo, de sus escritos. Y si alguien les dice algo se enfadan y se hacen la víctima. “¡Ay, es que me dicen cosas!”. “¡Ay, es que los trolls me atacan!”.

Este fin de semana le ha tocado el turno a una chica que está haciendo méritos cada día para que le digan, reprendan y pueda hacerse la víctima. Estefanía Molina, periodista y politóloga, experta, según ella, en comunicación política y columnista en el periódico del progresismo patrio El país. Una chica que suele resultar prepotente en sus columnas, pontificando sobre todas las cuestiones que le pasan por delante y que no deja mesa camilla televisiva sin visitar. Una especie de Gonzalo Miró pero con estudios. Y esto de los estudios es lo que lleva una gran cantidad de columnistas jóvenes a presentarse como lo más de lo más.

Todología

El grado en Ciencias Políticas no es que sea muy complicado en estos tiempos, como sucede con cualquier grado. Cuatro años de cuatro obviedades y a la calle a presumir de saber de algo. En tiempos de las licenciaturas de cinco y seis años (Medicina e ingenierías) los neo-licenciados eran conscientes de que sabían algunas cosas pero sería la práctica lo que les acabaría por formar y dotar de sabiduría práctica. Un licenciado en derecho sabía leyes pero de derecho tenía poca idea (mucho menos de manejarse en términos procesales), por ejemplo. Hoy no. Hoy salen con una prepotencia que asusta cuando han estudiado bastante menos.

Resulta que Molina ha querido defender la ley transgenerista señalando, como cualquier todólogo falto de conocimientos hace, a las feministas (no se sabe si viejas feministas o feministas viejas), cayendo en el edaísmo y haciendo víctimas a supuestas personas que no tienen garantizados sus derechos pese a que desde 2007 las personas transexuales pueden realizar su cambio en el registro. ¿La diferencia? Que antes no era una simple autopercepción, sino que una persona capacitada debía determinar si esa persona sufre disforia (renegar del propio cuerpo por uno del otro sexo) y ahora pretenden que sea simplemente llegar al Registro Civil y decir “Oye que me siento mujer y me cambias el registro”.

Lucha intergeneracional porque lo veo en mi grupo de amigos

Para la todóloga, la crítica feminista es una cuestión no de raciocinio, no de garantizar la utilización correcta de la ley, no. Se trata de una lucha intergeneracional. En la entradilla del artículo dice: “La política debe entender lo que la sociedad ya entiende en las casas de la mano de los jóvenes. Las leyes no están para resolver dilemas filosóficos, ni cuitas partidistas, sino para garantizar derechos correctos”. Lo último ya ha sido comentado y es obvio que la ley transgenerista no lo garantiza porque permite que cualquiera, un violador, por ejemplo, se cambie el sexo registral y entre a los vestuarios de mujeres impunemente (como ha sucedido donde se ha aplicado una legislación similar). ¿Sabe que el transgenerismo surgió como filosofía? Parece que no.

El argumento de que la sociedad ya entiende lo que sucede ¿dónde lo ha verificado? ¿Por qué pontifica de esta manera? ¿Qué datos aporta? Nada, el recurso es el ejemplo ad cuñadum, esto es, “en mi círculo nadie se extraña”, “tengo un amigo que”… Para ser politóloga parece que no aprendió nada de investigación. Pero ¿está segura de que las personas entienden realmente el transgenerismo? En realidad la mayor parte de la sociedad no entiende lo que es el transgenerismo, algo que no es lo transexual. Ahí está en realidad el engaño de todas estas gentes que intentan dar a entender que una persona transexual es una persona transgenerista. Y no, no es lo mismo.

¿Por qué ocultan que la transexualidad no es lo mismo que el transgenerismo?

En España, salvo los muy cafres, y producto de la secularización, los transexuales han sido vistos con normalidad desde hace décadas. Eran pocas personas, como siguen siendo pocas personas, que se sentían en un cuerpo extraño. Se las aceptaba, con escepticismo al principio, pero ahí estaban. Hasta Bibiana Fernández tuvo un programa en televisión sin necesidad de estar con la victimización. Un transgenerista es una persona que está contenta con su cuerpo (o no) y sus aparatos sexuales pero siente que quiere ser lo contrario. Una mujer con cuerpo de hombre o un hombre con cuerpo de mujer, o los lunes mujer y los viernes hombre. No se sorprendan porque el transgenerismo es eso. Poder cambiar según se sienta. En todo el mundo se utiliza el término transgender para referirse a estas políticas ¿por qué en España se oculta? Molina no lo dice, bien porque no lo sabe, bien porque no interesa contarlo.

Explica que en los ambientes de 20-30 años no se entiende que los derechos trans (no pone transgeneristas para confundir) vayan a anular los de las mujeres. Son las feministas viejas las que están generando el escándalo. ¿Qué ambientes son esos? Porque es sencillo mostrarle mujeres y hombres de esas edades que están muy en contra de la ley transgenerista. Y no grupúsculos, no. En ambientes feministas las mujeres jóvenes están dando la batalla mucho más que las más mayores. Igual en su ambiente no se entiende, pero en otros sí. De hecho a las dos manifestaciones transgeneristas han ido apenas unas centenas de personas y a las feministas anti-ley millares.

La autodeterminación es del siglo XVIII

Eso de la “autodeterminación de género” es tema de conversación según parece en la vida de Molina. Y todo porque “la generación que sube se caracteriza por una fuerte defensa de la emancipación personal. Que cada uno haga y sienta lo que crea”. Lo progresista y joven es que cada cual haga lo que quiera y se autodetermine. No como las viejas feministas… que pedían eso mismo en mayo de 1968.

La politóloga desconoce que ese mismo discurso que expone como progre es no sólo el de los sesentayochistas sino el de los jóvenes románticos de finales del siglo XVIII. Si leyese sabría que el Círculo de Jena ya abogaba por la completa autodeterminación individual de las personas. Desde Fitche a Schelling. Y no es tan difícil de encontrar que se acaba de publicar hace un mes el libro de Andrea Wulf, Magníficos rebeldes (Taurus), donde se explica. Algo que decían en la facultad de Políticas de la Complutense hace años a los estudiantes es que leyesen y cuando tuvieran la certeza de saber mucho, volviesen a leer e investigar. A esta chica le falta investigar y leer. No valen los argumentos ad cuñadorum, ni hacer ver como joven lo que tiene más de dos siglos de vida.

No lee ni el periódico en el que trabaja

Niega que haya un borrado de las mujeres con la nueva ley transgenerista. Debería leer los diarios deportivos para ver cómo hombres que se acogen al transgenerismo acaban ganando las competiciones y quitando los records a las mujeres. ¿Eso no es borrar a las mujeres? Lo progresista antes era pedir a cada cual según sus capacidades (desde los socialistas franceses del siglo XIX), si intervienes en las capacidades mediante trampas, borras a los que tienen menos. Por ejemplo, las listas paritarias pasan a carecer de sentido porque podrían ser ocupadas por hombres si solamente la mitad se cambiase en el registro. Sin necesidad de probar nada, ni cambiar de aspecto, ni nada. ¿Que no va a pasar? Aquí un ejemplo publicado en su propio periódico. O la mujer que ocupa el máximo cargo militar de la Casa Blanca… Mujer desde hace dos días porque toda su carrera hasta llegar al máximo la hizo como hombre. ¿No borra esto a las mujeres?

Y para rematar la fiesta, Molina nos cuenta que todo es culpa del PSOE porque no permite a los que defienden la ley transgenerista hablar y explicar todo. Tienen miedo a parecer “disruptivos”. Aquí ya es para premio. A Carmen Calvo la han querido echar del PSOE los transgeneristas y resulta que no dicen nada. En el 40° Congreso se montó una bronca tremenda (que su periódico ocultó) por el tema transgenerista y los vientres de alquiler que estaban dispuestos a aprobar desde la ejecutiva y fue parado por las mujeres jóvenes.

El PSOE es el culpable

En el PSOE a quienes se tiene calladas, con amenaza de perder cargos o expulsión, es a muchas mujeres feministas. Pedro Sánchez ha callado al lobby gay (porque son los gays los que mueven todo esto) porque las encuestas le han dicho que perdería las elecciones con el tema. Y no porque quienes le votan sean viejos y viejas, sino porque entienden perfectamente lo que es la autodeterminación personal. Tanto como para haberla ejercido durante décadas. El secretario general del PSOE es transgenerista y apoyaría los vientres de alquiler, pero le tiene mucho miedo a las mujeres organizadas y a perder elecciones.

Aceptar el transgenerismo no es que sea disruptivo es que es prosistema. Son las farmacéuticas y los fondos de inversión los que están detrás. ¿No se ha preguntado Molina por qué todas las multinacionales apoyan el tema? Y no es por la RSC, ni porque crean que una población del 0,8% sea fundamental (bueno el 8% de los muy ricos sí, según ellos). Es por dinero. De igual forma que en otras tantas cosas, hay que seguir la pista del dinero (de segundo de Licenciatura de Políticas, no del Grado) y se sabrá quién manda y por qué se hacen las cosas.

Conocer todo esto no lo otorgan los estudios en sí. Nunca viene de más tenerlos. Lo otorga seguir preparándose y autodeterminarse realmente. O lo que es lo mismo, tener la suficiente capacidad personal para discernir. Y eso lo acaban dando los años, que no tiene, o las lecturas, contrarias al pensamiento propio a ser posible, y que parece no tener. Para qué se mete en este tema si ni aporta datos, ni sabe cuándo comenzó la autodeterminación del yo, ni sabe cómo funciona el PSOE… Todólogos con carrera que no es más que un título colgado en una pared. Salvo que mienta a conciencia para poner la buchaca… De momento mejor pensar que no sabe. Como le pasa a Javier Pérez Royo, otro que recurre a las falacias de la discriminación (inexistente) para apoyar la ley de sus “amigos”. ¿No era el derecho constitucional lo suyo o hay que sacarse una renta extra?

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