No sabe la que le ha caído al presidente Donald Trump al buscarse como enemiga a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Más aún si daña a “su” Andalucía como está haciendo con la elevación de los aranceles comerciales a la aceituna negra de mesa. Díaz cuando fija un enemigo (¡qué pena Juanma Moreno Bonilla a ti no te considera eso!) le ataca con todo y le muerde los tobillos sin soltar la presa. Sólo hay que ver las reacciones y los actos contra Pedro Sánchez, Teresa Rodríguez y tantos otros. Como le calienten mucho se planta en Washington o en el edificio Trump de Nueva York y la lía parda.
Se veía venir el veto a la aceituna negra desde Estados Unidos, pero eso no impide que la presidenta de la Junta rechace esa subida de aranceles hasta el 34%. Menuda es ella. Esa “brutal subida” le preocupa porque puede provocar pérdidas de puestos de trabajo, justo ahora que parecía que remontaba el empleo en Andalucía. “Dos millones de jornales andaluces peligran en un sector compuesto por 300 empresas que exporta 70 millones de euros a Estados Unidos” ha dicho Díaz. “Esta decisión cuestiona la Política Agrícola Común», ha asegurado la presidenta de la Junta, que ha agregado que «la Unión Europea debe defender los intereses de su ciudadanía y empresas». Unas lágrimas y quejas ahora que se están negociando los presupuestos y recortes de la PAC, aprovechando que el Guadalquivir pasa por Sevilla.
Eso sí, no vaya a ser que envíen la séptima flota a Cádiz, Díaz ha querido atemperar un poco y ha expresado que, «desde el respeto institucional», la Comisión Europea tiene «instrumentos» para «hacer frente» a esto. En este sentido, ha asegurado que «igual que hay productos europeos que buscan comercio en EEUU, también hay norteamericanos que buscan comercio en Europa». Vamos una guerra comercial de veto de productos de un continente a otro. Por eso ha mandado a Rodrigo Sánchez Haro a hablar con su “otrora enemigo” el ministro Luis Planas para que alcancen algún tipo de alianza contra esa afrenta de Trump contra Andalucía.
En un ataque librecambista y liberal, Susana Díaz ha criticado a Donald Trump por haber “elegido el camino proteccionista, de castigar y atropellar a las empresas que quieran tener intercambio con EEUU para poner en ventaja a los suyos”. Casi lo mismo que hace ella cuando saca la bandera del andalucismo para defender ciertas inversiones en Andalucía, pero de otro modo. Así, ha seguido en la línea de la guerra comercial contra EEUU. La presidenta ha tildado de «desmesurada, desproporcionada y que no tiene ningún sentido» la subida de los aranceles a la aceituna de mesa y ha advertido de que «hay que pararle los pies al presidente de EEUU porque serán muchos otros productos los que vengan en el futuro inmediato». Algo así como el famoso “A ese lo quiero muerto ya” que lanzó a quien hoy presidente del Gobierno. Así que no se extrañen si Trump se proclama rey del mundo o algo así.