Se ha puesto en plan pedigüeño la presidenta de la Junta de Andalucía. Tras quitarle Pedro Sánchez el trono de muy mucho español dentro de la esfera del PSOE, Susana Díaz pide todos los días a la Unión Europea o al Gobierno central dinero para que resuelvan los problemas de Andalucía. Visto que se acaba el chollo de los fondos de la Agricultura, los estructurales y que la administración central ha cerrado el grifo, nada mejor que reivindicar a los demás para esconder la propia incapacidad en la gobernanza.
La clave, en esta ocasión, son las infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, ese mismo que no quería hace un año apostando por el trayecto Algeciras-Madrid, y demás estructuras logísticas. Cada provincia andaluza, ha dicho, debe tener conexión ferroviaria y logística. ¿Con quién o con qué? No lo ha especificado, pero tiene que haber para dar el “salto histórico”. Tras el primero que se dio en 1992 según su visión. Por tanto, reconoce Díaz que desde hace 36 años en Andalucía no se ha hecho nada para dar un salto histórico, o un salto simplemente. Todas las inversiones en mejoras de carreteras y conexiones por carretera, el AVE a Málaga y la modernización de numerosos puertos de las épocas de Chaves y Griñán, no han debido servir para nada. Toda la culpa para los anteriores que son los que han debido impedir dar ese segundo salto histórico.
Y ¿para qué esas inversiones? Para la puesta en marcha de «infraestructuras ferroviarias, de comunicación y de logística, para que nuestro PIB y la capacidad que tenemos de crear empleo llegue al límite de nuestras posibilidades». Lo dicho en el párrafo anterior queda perfectamente claro en estas palabras. Antes Chaves y Griñán no hicieron nada en ese sentido. Eso sí, todas esas inversiones las deberán pagar otros, los andaluces no porque ya están al límite de su capacidad de gasto. Con el Capítulo I de los Presupuestos (mantenimiento de la Administración) superando el presupuesto de otras Comunidades, y con la Sanidad y la Educación nutriéndose a cuenta gotas, será la “solidaridad” del resto de los españoles y los demás europeos los que tendrán que proveer esas infraestructuras. Hay que seguir manteniendo el “chiringuito” y el salto que lo paguen los demás.
¿No se lo creen? Lean las siguientes manifestaciones de Díaz porque la presidenta ha considerado que Andalucía debe recibir un «trato justo, porque hemos cumplido con España». «Si Andalucía lo ha hecho bien, si hemos bajado la tasa de paro por encima de la media, pero seguimos teniendo más paro que la media, necesitamos buenas infraestructuras ferroviarias, de comunicación, de logística «, ha concluido sin ruborizarse. Y como estaba en Huelva, nada mejor que hacer populismo con el dinero de los demás: “Los Presupuestos Generales del Estado tienen que tener sensibilidad con esta provincia”. Los presupuestos andaluces no tienen nada que decir o hacer en Huelva, parece.
Díaz ha reclamado una «financiación justa, también para los ayuntamientos» y ha demandado «sensibilidad» del Gobierno de España en la regla de gasto, que supone imponer «corsés a los ayuntamientos» e impedirles, «después de hacer una buena gestión y de aumentar los fondos en las arcas municipales, que eso se traduzca en calidad» de vida para los ciudadanos. La crisis ha sido muy dura y las heridas no se han curado del todo», ha incidido Díaz, que ha valorado que Andalucía, con 8,5 millones de habitantes, cuenta con menos de 800 municipios, muchos menos que otras comunidades autónomas.