“Hoy salgo del Pleno con asco y vergüenza por la gente que podría cambiar la vida de muchas personas que lo necesitan y deciden deliberadamente no hacerlo” ha escrito en Twitter Teresa Rodríguez, portavoz de Podemos en el Parlamento de la Junta de Andalucía. Y ello como respuesta al rechazo del PSOE y la abstención de la derecha azul y naranja respecto a la proposición de ley sobre titulizaciones. Con esta acción, Susana Díaz hace virar al PSOE de Andalucía hacia la derecha, en favor de los poderes bancarios y del establishment español, en vez de apoyar los derechos de la ciudadanía andaluza. Pone a los andaluces y andaluzas bajo el yugo opresor del capital.
Y se preguntarán ¿qué son la titulizaciones para que se arme este gran revuelo? Pues nada más, y nada menos, que la venta de los créditos y deudas que se contraen con Bancos y otras entidades financieras a fondos buitre, empresas de gestión de cobros, etcétera. Esto supone que, sin avisar a la otra parte contratante, cualquier banco, incumpliendo la más mínima ética, puede vender el crédito de una persona a un fondo buitre sin necesidad de avisarla. Con la Ley de Titulizaciones que ha presentado Podemos se quería obligar al banco o entidad financiera a avisar de esa venta.
Hoy salgo del Pleno con asco y vergüenza por la gente que podría cambiar la vida de muchas personas que lo necesitan y que deciden deliberadaente no hacerlo.
Me mueve a ratos la esperanza y a ratos la rabia. Son mis dos piernas. Con una o con la otra seguiremos caminando. pic.twitter.com/r8Q2rlas5E
— Teresa Rodríguez (@TeresaRodr_) February 1, 2018
Y puede que sólo se vea como un formalismo, pero no. Las consecuencias derivadas de no comunicarlos son muchas, especialmente cuando se produce algún tipo de impago o desahucio. Usted puede negociar con el banco ciertas carencias o retrasos, o directamente acudir a los juzgados, con el fondo buitre no. Usted tiene derecho a negarse a que vendan el contrato, pero si no se lo comunican poco puede hacer. El caso es que el banco que vende el crédito, ya recupera el dinero sin que usted lo sepa y sin que cambie aparentemente nada, pero la deuda la tiene con un tercero que puede tener aviesas intenciones respecto a su propiedad, por ejemplo. El caso es que como usuarios se niegan derechos y como ciudadanos se pierden todas las garantías de una protección contractual que debe rendir el Estado mínimamente (como les gusta a los liberales).
Aquí es donde Susana Díaz se pone del lado de la banca. Les permite hacer negocio con contratos firmados por ciudadanas y ciudadanos sin su consentimiento y/o conocimiento. Se desconoce si esta respuesta la habrá hablado con Antonio Pulido, más conocido como el banquero de Susana y presidente de la Fundación Cajasol, o es sólo por el odio visceral que tiene a Rodríguez (quien también corresponde). Pero la realidad es que los derechos de la ciudadanía andaluza, esa que dice tanto defender y amar cuando se pone la verdiblanca, han perdido esta vez.
Como dice Rodríguez se “impide que se cumpla con un mínimo de trasparencia” por parte de los bancos. Por eso entienden desde Podemos que tanto PSOE, por negarse, como PP y Cs, por ponerse de perfil, “serán culpables de los desahucios que se produzcan”. Si no se pueden parar desahucios, que con la banca es posible, por este motivo serán “complices” de las pérdidas de las viviendas de las clases más desfavorecidas. Esas que no se toman copas en el ático de Pulido.