Ya saben aquello de la linde, pues lo pueden aplicar perfectamente a la dirigencia de la CEOE. Han encontrado en el mantra de que los trabajadores paguen sus propias cotizaciones la tontería del año para ver si cuela y no la van a soltar. Tanto Antonio Garamendi, que no ha puesto en riesgo un euro propio en la vida, como Lorenzo Amor, que lleva viviendo de ATA desde hace casi veinte años, insisten en que sería una medida muy beneficiosa por lo educativo de ver todo lo que “gasta” la empresa en un trabajador.

¿Piensan en la CEOE que los trabajadores son imbéciles? Anda que no hay trabajadores, menos formados, que saben perfectamente qué se paga por ellos. En cuanto han acudido a una oficina de empleo para percibir algún subsidio y les han dicho que el empresario no ha ingresado las cotizaciones sociales. Que no es la primera vez, ni la última que pasará. Los más formados saben perfectamente todo lo que hay detrás del sueldo líquido que perciben. Entonces ¿es realmente por una cuestión educativa? No.

Existen dos aspectos detrás de todo ello. El primero liberar personal burocrático en las empresas o no pagar asesorías para que lleven ese papeleo. Los empresarios, especialmente los españoles que eso de invertir no lo han entendido bien, ni lo de innovar, ni lo de pagar las horas extras, siempre buscan gastar menos pero con el mismo servicio que si gastasen más. Pasa hasta el lo público con toda esa Nueva Gestión Pública. Si un médico puede hacer el trabajo de dos, se contrata solamente uno. Esto es, se sobrecarga de trabajo a una persona, se le paga por uno y que saque todo el trabajo. Si ahora los trabajadores pagasen ellos mismos sus cotizaciones, eso que se evitarían las empresas. Dos personas menos en RRHH.

El problema es que igual se lo cobrarían por otro lado. No es lo mismo que las empresas paguen directamente, con un margen de tiempo, las cotizaciones, a que lo hagan los trabajadores. No es lo mismo controlar uno o dos millones de empresas, que trece millones de cotizantes. Cierto es que se podría hacer de forma automática porque, al fin y al cabo, serían casi todos los meses el mismo dinero, pero ¿y si el empresario no paga ese mes a tiempo? ¿Cuántos empleados públicos habría que crear para perseguir esos pagos no realizados? ¿Cuánto gasto supondría de más, el cual saldría también de los impuestos de los empresarios? ¿Podrían muchos empresarios pagar esas cantidades en una fecha concreta? Hasta el momento pueden jugar con los flujos de caja para realizar los pagos, pero soltar toda la morterada en una fecha concreta… igual algunos se las ven y se las desean mes a mes.

Seguro que no le han contado nada a los autónomos con trabajadores a su cuenta, ni a pymes, ni a ninguno que tenga mucho flujo con proveedores y pagadores. Tampoco los empleados van a educarse más. Saben lo que se paga por ellos y saben que si ahora hacen ellos la gestión, no la hace la empresa y ahorra dinero que no se va a invertir, ni se utilizará en pagar horas extras, ni cosas por el estilo. No hay educación sino una pretensión más sibilina, hacer ver que se pagan muchos impuestos y que se los bajen a ellos, a los empresarios, evidentemente.

A los trabajadores les da igual porque son habas contadas y como mucho les bajarían dos puntos de todo el salario. De hecho todas las bajadas de impuestos, especialmente en Comunidades Autónomas, benefician a los que más ganan y dejan casi igual a autónomos, pymes y asalariados. Saben perfectamente que con ese dinero se pagan las pensiones, la sanidad pública y demás servicios sociales. Y si no lo saben, aquí se les dice, de abonar eso a planes privados no habría servicios sociales, ni sanidad decente, ni educación, ni nada por el estilo. Es el esfuerzo conjunto el que permite esos gastos sociales. Quien esto escribe abonaba mil dólares mensuales y cada vez que acudía al médico le cobraban tarifa.

En esto está también implicada la Unión Europea, la cual, acogotada por ciertos grupos de presión, está intentando meter más dinero a los grandes fondos especulativos. Esos fondos donde usted pone en juego su dinero y los que dirigen se forran hasta una tercera generación. No es un banco donde usted tiene ciertas posibilidades de inversión y de riesgo, no. Son fondos de pensiones que especulan con sus dineros y se pueden quedar sin ellos, como se vio en 2008. No es algo educativo sino la más clara entrega de la fracción económica española a los intereses de la clase global. Garamendi y Amor ya han trincado su parte del león, ahora los autónomos, pymes y trabajadores les tienen sin cuidado. No quieren una vertebración industrial y empresarial decente en España (que debería ser su máxima como CEOE), quieren que los dineros de todos se los jueguen a las tragaperras.

Por tanto, ni es burocráticamente rentable, ni es educativo, ni es nada más que otra estupidez de una clase dirigente española incapaz de cualquier visión de futuro. Si entre la clase política, el reparto de cerebros no fue de lo más agraciado, si entre los sindicatos pasa tres cuartos de lo mismo —están todo el día con cosas que en anda afectan a la clase trabajadora—, parece que entre la patronal el reparto también ha sido defectuoso. Todos entregados a los dueños del cortijo y a las pymes y trabajadores que les den por donde amargan los pepino. A los autónomos por partida doble.

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