Federico Valverde podrá disputar el título de los semipesados del Consejo Mundial de Boxeo después de la pericia mostrada en su último combate en la tostadora mágica de Madrid. O eso, al menos, se desprende de las magníficas reseñas del combate que está haciendo la prensa nacionalmadridista. Está en peso y parece que alentado por los medios podría lanzarse frente a un boxeador más experimentado que Alex Baena. Artur Beterbiev debe echarse a temblar. Y no descarten que Canelo Álvarez se anime a subir de peso para enfrentar al uruguayo.

Por suerte para el jugador madridista lo anterior es una chuscada, pero la cantidad de basura que están soltando desde los medios nacionalmadridistas para justificar la agresión del uruguayo a un contrario no es broma. Más bien es una forma de actuar típica de ese sector de la prensa (si es que se puede llamar prensa) donde lo principal es que la víctima del ataque (un puñetazo, a traición además) pasa a ser el culpable de todo. No importa que Baena se haya llevado una hostia, que Valverde sea un tipo pendenciero y violento, lo importante es que nada, ni nadie salpique la imagen impoluta de cierto equipo. Una imagen, por cierto, artificialmente creada.

Curiosamente, todos los comentarios del nacionalmadridismo comienzan igual “si es cierto que…”, sólo con la intención de