Si quieren venderlo como la resolución de un conflicto político, que según ustedes mismos era inexistente y así lo proclamaron en la campaña electoral de hace tres meses, vale. Es un intento de generar un relato que encaje con una realidad que no es favorable. Si quieren venderlo como el camino para la formación de un gobierno progresista, también les puede valer como eufemismo. Lo que no se concibe es que traten de idiotas a los españoles que piensan que todo esto es por mantenerse en el poder a cualquier precio.
Tanto dirigencia como militancia sanchista, porque la no sanchista se calla aunque piense igual y no está dando la tabarra, dicen que pactar con Junts es progresista. Junts ese partido cuyos dirigentes calificaban a la militancia del PSC de meros borregos, personas de segunda o tercera clase (incluso llegaron a decir que un migrante senegalés que hablase catalán era mejor que un charnego); ese partido que ha robado lo que no está escrito con el 3% (se han cambiado el collar pero son los mismos perros); ese partido que en vez de financiar la sanidad catalana se gastan los millones en embajadas, financiación de medios independentistas, sueldos de amigos, amantes y empresarios comprometidos; ese partido burgués. Muy progresista todo.
Es normal que la dirigencia del PSC quiera y desee la Amnistía porque, al fin y al cabo, son medio independentistas, pijos con chaqueta de izquierdas que dejaría sonrojada a la gauche divine del Bocaccio, verdaderos pequeño-burgueses que solo creen en la revolución de sus bolsillos llenos (¿o creen que Iceta, Illa y demás hubiesen progresado sin la política?) o la de sus familias (los que verdaderamente son burgueses de familias de toda la vida). Pero que los militantes del PSC, esos a los que han vilipendiado los “lazis” se entreguen a defender el sanchismo con todas sus consecuencias es jungiano. O no han pensado, o les da igual que les insulten. ¿Piensan que van a parar los lazis por la amnistía? Ahora tienen la oportunidad de seguir apretando y ellos son los principales enemigos.
Lo de los medios de comunicación es cualquier cosa menos periodismo. Comenzando por los de derechas que hablan de la destrucción de España, y tampoco va a ser eso, aunque sí que habrá desigualdades en un tiempo de recortes que viene. Y los de izquierdas… Evitando los que siempre han querido convertir España en una suerte de conjunción de taifas, a poder ser muchas de ellas islámicas, los que se autocatalogan como serios son un vendidos. Si en el fútbol se habla de medios nacionalmadridistas, en la política están los medios nacionalsanchistas. Da igual lo que pacte, acuerde o haga, es todo maravilloso. Por porcentaje, por mera probabilidad, habrá alguna cosa que hagan mal. ¡Ah, que les pagan los gobiernos de esas regiones dineros para publicidad! Ya se entiende. Desde que lo dijese Pedro Sánchez en el Comité Federal Sanchista (nunca se ha visto reunión mayor de lamepenes), salen los amanuenses del gobierno en todas las televisiones hablando de conflicto político. ¿Pruebas? Ninguna, lo dicen ellos y ya es verdad.
Es que si no se pacta, otro de los argumentos utilizados, gobernaría el PP con Vox y eso sería malo para España. ¿Tan seguros están que de haber nuevas elecciones sacarían aquellos mayoría absoluta? Si leyesen la prensa medio seria sabrían que la operación para acabar con Vox lleva algún mes que otro funcionando. ¿Recuerdan que a Ciudadanos los dejaron tiritando? Vox va por el mismo camino. Como ya se comentó hace dos días, un gobierno PP-Vox es horrible, sí, pero como horrible ha sido el gobierno PSOE-Sumar-Podemos. Cualquier persona, esté a la izquierda o la derecha, que utilice la cabeza para algo más que ponerse un sombrero, sabe analizar todo con cierta imparcialidad y sabe que pueden ser malos ambos extremos. Que un violador pueda acabar en una cárcel de mujeres, lo que es como meter al zorro en el gallinero, por un mero trámite administrativo les debe parecer progresista.
Lo que no saben contestar los militantes sanchistas, después de intentar convencerte de que todo es en favor de España, es ¿qué hay que dar a cambio de ese maravilloso gobierno? No solo es amnistiar a cuatro sediciosos, algo que es más inmoral que anticonstitucional; no es solo entregar a una de las hijas de Sánchez para ser sacrificada en algún monte guipuzcoano; no es solo acercar presos al País Vasco; es decirles a los sediciosos e independentistas que tienen razón. Que haber matado a compañeros del PSOE y la UGT ha estado bien. Una chiquillada sin importancia. Dar la razón a Jordi Pujol cuando decía que el andaluz “es un hombre destruido, que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual”. Es señalar al pluralismo político. Es apostar por la cancelación del disidente (bueno de esto saben muchos los sanchistas), del que piensa distinto, del que no cree en religiones laicas.
Miren háganse las fantasías que quieran en sus mentes. Si mediante éstas acaban somatizando lo que sucede, es un problema menos que tiene la sanidad pública española. Si deciden carecer de ética y moral, es algo que no preocupa, salvo cuando quieran señalar a alguien porque, supuestamente, ha infringido sus reglas morales. Desde este momento ustedes carecen de moralidad alguna que puedan achacar a cualquier otra persona. Son seres amorales, sin más. Pero lo importante es que no intente tomar por idiotas a españoles de cualquier opción política con eufemismos progresistas. No, por ahí no. Aunque está bien que hablen de progresismo y no de socialismo porque si empezamos a analizar todo lo que pasa mediante la lucha de clases, la teoría del Estado, la soberanía alimentaria u otras posiciones clásicas, igual saldría algo que les dejarían mal. Progresismo no es más que la cara amable del liberalismo. Ergo esbirros del capitalismo globalista.