Si hubiese acudido al proctólogo para una revisión de próstata de las antiguas seguramente no tendría ese escozor que muestra el presidente del PP. Dos años ha que Pedro Sánchez logró, por primera vez en la historia constitucional reciente, vencer en la moción de censura contra Mariano Rajoy a causa de la insoportable corrupción que abarcaba a todo el partido. Y no lo han superado. El interfecto que la perdió sí. Con sus paseos deprisa, sus puros y sus güisquis está encantando de la vida… y ganando un pastón como registrador de la propiedad. Pero el nesciente que le sustituyó se encuentra escocido, malhumorado, con cara de enfado todo el día y sin superar la moción, ni las tres elecciones que perdió posteriormente. La carne viva por la que le supura la mezquindad con la que se maneja en la política española. Todos son malos menos él (soberbia), el peligro acecha detrás de cada esquina con rostro de involución (conspiranoica) y España no sabe lo que se pierde por no tenerle a él como presidente de verdad, porque como presidente encargado ya lo saben y bastante mofa existe. Hasta alguien tan poco dado a las bromas y al sarcasmo como Sánchez se lo ha recordado.

Pablo Casado publicó ayer un mensaje en las redes sociales que demuestra ese escozor. No venció la decencia, la democracia, los mecanismos constitucionales (¿no se dice constitucionalista?), no. Para el sinsorgo opositor continuado venció la anti-España. Lo peor de cada casa porque no existe nada mejor que el PP (esa cueva de ladrones es puro patriotismo financiero debe ser) y más ahora que está ÉL al frente. Habrá que analizar ese inconsciente que se refleja en el texto que ha escrito, al fin y al cabo decía Jacques Lacan que el inconsciente es producido por el lenguaje. “Se cumplen dos años de una moción de censura injusta” comienza el escrito y cabe preguntarse ¿por qué injusta?, ¿dónde cabe el parámetro ético o de justicia en un mecanismo constitucional que existe en los casos en que se pierde la confianza? Con una sentencia que señalaba al PP como lo que es realmente, una cueva de ladrones (por bastante menos pedían la ilegalización del PSOE por el caso FILESA), ¿es injusto mandar a los que meten la mano en la caja pública a su casa? Inconscientemente lo que refleja Casado en realidad no es a causa de la corrupción sino de la tenencia del poder político. Para los populares no tener el poder siempre es injusto pues no conciben que las personas, las masas, no les voten siempre al ser los más patriotas, los únicos que aportan crecimiento económico (el cual siempre se queda en el bolsillo de unos pocos, pero esto lo ocultan, a costa de la desposesión de todo lo público) y los que deberían tener el poder en base a ser los preferidos de la clase dominante. ¡Qué es eso de no hacer caso a los poderosos con todo el dineral que se gastan en que se vote a la derecha! Es injusta porque se la hacen a ellos, si se hiciese en sentido contrario sería un acto de justicia… divina por supuesto (hasta algún obispo de los que esconden los abusos a menores oficiaría una misa por sus almas).

“Llevó a Sánchez al poder con los comunistas, independentistas y  batasunos” sigue el texto. Aquí ha sacado todos los mantras de la derecha. La criminalización del oponente y el intento de utilizar ciertos arquetipos del inconsciente colectivo, expandidos por los medios de comunicación de la derecha (sí, también El País), para rebajarle sus derechos a gobernar y así poder señalarle como algo que puede ser asesinado, políticamente claro. Ni en el Gobierno de Sánchez hubo comunistas, ni los que hay ahora (si se entiende por comunistas a Yolanda Díaz y Alberto Garzón). Son más izquierdistas las gentes de Izquierda Socialista, la corriente de opinión del PSOE, que Garzón con su libro bajo el brazo. La gente de Podemos son radicales de izquierda populista laclauniana que es algo muy diferente a ser comunista. Tantos años de franquismo señalando a los comunistas como el verdadero peligro para la unidad en la universalidad del fascismo español quedan ahí como motivo de susto. Los independentistas sí apoyaron, como hicieron con Rajoy, jugando a rascar lo que pueden como llevan haciendo cuarenta años. Ahora bien, siguen con la cosa de ETA en la cabeza porque separa del independentismo a EH Bildu al calificarles de batasunos y no de independentistas (que lo son y bastante). Aunque el único peligro terrorista que sobrevuele España es el de otros extremismos, hay que seguir meneando el árbol de ETA.  Pero lo curioso es que en aquellos tiempos ni los unos, ni los otros estuvieron en el Gobierno que fue monocolor. Algo que esconde Casado pero que es parte de su escozor.

Porque desde que triunfó la moción de censura el sinsorgo presidente del PP ha palmado en dos confrontaciones directas frente a Sánchez. Y por una buena diferencia. De hecho ni las encuestas hechas, actualmente, al dictado del grupo editorial que las paga le dan la victoria. Escozor mucho más grande que el de una almorrana siente Casado al pensar en ello. Escozor provocado por su soberbia personal y que va viendo que cada día le queda menos tiempo. Por eso pone una coda propia del idealismo espectacular de su mente mitomaníaca: “Desde entonces han degradado las instituciones y han destruido el empleo y el bienestar. Los españoles no se merecen un gobierno que les mienta”. ¿Qué instituciones se han degradado? No se sabe. De hecho es el PP y su socio de extrema derecha los que utilizan el parlamento para graznar más que debatir. ¿En qué momento se ha destruido empleo que no sea temporal y sin relación al COVID-19? No lo dice. ¿A qué bienestar se refiere Casado? ¿Al bienestar que ha mostrado cómo en la Comunidad de Madrid su presidenta puede disfrutar de un apartamento de lujo sin explicar muy bien si se ha pagado o no? Las españoles y españoles llevan sin bienestar desde las leyes austericidas y precarizadoras de su antecesor Rajoy. ¿Habla de mentiras quien, por de pronto, ha plagiado textos, a quien una jueza amiga le ha salvado de la imputación por su master, quien no dice una verdad ni cuando escribe su nombre? Un texto para intentar utilizar todos los símbolos negativos que suelen utilizar para demonizar a la izquierda pero que oculta ese escozor del inconsciente. Por seguir al citado Lacan, lo que realmente hace Casado es exponer una fantasía para poder expresar los deseos inconscientes, al hacerlo mediante el fantasma obtiene placer. No porque logre alcanzar la meta del deseo (ser presidente) sino porque mediante el fantasma/fantasía logra representarlo. De ahí que el escozor, la pulsión en su caso, le lleve a imaginar un contexto terrible ya que con sólo exponerlo le basta para obtener placer. Vamos que en su caso disfruta sólo con el hecho de mentir y distorsionar el espacio fantasmal del teatro político. Escozor porque tiene reprimida la derrota, el batacazo electoral y que nadie piense en él como un gran político, ni como un político tirando a normal, sino como una medianía. Recurre entonces a la mentira para crear una fantasía donde proyectar ese escozor y así superar su propio trauma.

Lo curioso o paradójico es que gracias a aquella moción de censura él ha llegado a presidir el PP y estar en disposición de ser el portavoz del primer partido de la oposición, con la carga simbólica que conlleva. Si Sánchez no se hubiese animado junto a Pablo Iglesias y demás partidos, hoy seguiría Rajoy gobernando y Casado sería ese ser que aparecía de vez en cuando el televisión molestando y señalando a la oposición como si gobernase ésta. De hecho, de no haber triunfado la moción seguramente jamás Casado habría sido presidente del PP y penaría un carguito en alguna mamandurria. Por tanto debería estar agradecido de que hubiese la moción, salvo que se haya dado cuenta de que no sirve para la política de gestión (para la politiquería sí) y se encuentre apenado por ello. En ese caso debería dimitir y buscar trabajo por primera vez en su vida. No será ese supuesto porque en realidad Casado piensa que es el elegido por la divina providencia. Una forma de autoengaño propia de mitomaniacos, una subjetivización del trauma que le provoca la realidad inalcanzable, que acaba expulsando hacia afuera en forma de distorsión. El escozor, sin embargo, volverá a pesar del placer que haya sentido al escribir ese texto (al menos haberle dado el visto bueno), porque ni es presidente, ni tiene visos de que lo será en breve espacio de tiempo. De hecho, si han seguido lo que se publica en esta columna, las intenciones de la clase dominante es que sea el fiel escudero de Sánchez para quitarse de encima a Iglesias y montar una gran coalición. Ni con pomada se le quitará el escozor porque se puede mentir mucho, incluso todos los días pero llega un momento en que las mentes colapsan y se acaba esquizofrénico. Y él está muy cerca de ese punto de colapso. Con escozor además.

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