En el PP, desde los tiempos de Alianza Popular, han creído ser los depositarios de las esencias inmemoriales de España. Tanto como para pensar que España era suya. Cualquiera que quisiese hablar de España, del futuro de España, del significado de España, de España en sí y para sí, debía pasar por debajo del futbolín de la calle Génova como mecanismo de reconocimiento de su tenencia. Pasó con Ciudadanos, que fueron los primeros que les disputaron España. Felipe González jamás lo necesitó porque explicaba mejor que ellos España. José Luis Rodríguez Zapatero no entendió (ni entiende) España y está más centrado en las identidades por una mala comprensión de la Escuela de Frankfurt. Pasó con Vox, los segundos en disputarles España.

La diferencia con Ciudadanos y Vox es que estos, cuando menos, han intentado explicar qué significa España para ellos. Mal que les pese en el PP, Ciudadanos y Vox, guste más o guste menos su explicación, tienen una noción de España clara. Los peperos eran propietarios de España, con exclusividad desde los tiempos de José María Aznar, y no debían explicar qué es España y qué quieren para España. Es mía y me la quedo poniendo banderas de España en todos los pueblos donde gobernamos (igual algún día habría que investigar tanta bandera y qué empresa/s las venden). España era poner banderas. Era llevar una bandera en la muñeca. Era escuchar este o a