Comienza a percibirse cierto nerviosismo en la candidatura de Juan Espadas en estos últimos días. No ha tenido problemas en presentar el 4% de los avales máximos que están establecidos reglamentariamente para los procesos de primarias a nivel autonómico. Como suele ser habitual en estos casos, y así lo ha contado Martha Golfín en este periódico, la portavoz de la candidatura, la diputada regional María Márquez, ha afirmado que han recibido “muchísimos más avales de los necesarios de las agrupaciones más grandes, a las medianas y las más pequeñas”. Lo mismo han hecho y dicho desde la candidatura de Susana Díaz. Luis Ángel Hierro no ha podido decirlo porque un poco más y no llega a los avales necesarios, aunque deberían llegar desde las propias agrupaciones, como ha comentado el candidato.
Una vez que todos tienen los avales, aunque Hierro está al borde de la exclusión -algo que no sería de extrañar pues ha sucedido en otras ocasiones cuando al aparato (o aparatos) no les ha interesado un tercer candidato o, sencillamente, un candidato alternativo-, comienza la campaña. Y comienza a enrarecerse. En esta ocasión por cuentas y personas, en diversas redes sociales (twitter, facebook, whatsapp, telegram…), cercanas a la candidatura de Espadas. Vuelven a aparecer los epítetos de “Gusana Díaz”; los insultos a la secretaria general; las denuncias de posibles (nunca probados) movimientos del aparato susanista para presionar en favor de la firma de avales (algo estúpido pues existe un límite) y el voto; o presiones para que éste o aquél se posicionen en favor del candidato de Ferraz/Moncloa.
Mientras Díaz resistía la tentación de comprar los excelentes dulces de Guarromán y charlaba con Magda Sevilla en Génave, desde Sevilla se afirmaba que Villalobos estaba presionando a los liberados de la diputación sevillana en favor de Susana. Es de suponer que lo mismo se hará desde la diputación de Huelva que se posiciona en favor de Espadas. O, en realidad, nadie hace nada. Quienes piensen que los aparateros monclovitas (Salazar-Rodríguez) no han movido y llamado para ganar favores es que no han visto los medios de comunicación, ni han estado jamás en unas primarias del PSOE. Lo que pueda hacer Susana, lo hace Espadas de igual forma. ¿Por qué comenzó su campaña en Granada Espadas? ¡Ay qué candidez! Como lo que ha sucedido con Izquierda Socialista, donde la mayoría de comités provinciales no apoyaban a Espadas pero se ha presionado para que pareciese que la corriente en general apoyaba al alcalde sevillano –en Jaén, por ejemplo, han apoyado mayoritariamente a Hierro-.
No se inventa nada nuevo que se juegue a estas cosas del submundo partidista. Unos porque buscan cargos, otros por venganzas personales y aquellos por lo que les dicen los diferentes secretarios generales (residan en Moncloa o estén en San Vicente). Pero recurrir al insulto, a la filtración malintencionada de movimientos que los propios vienen haciendo también –y que no han trascendido a la prensa porque se está a la espera de los discursos de los candidatos-, demuestra que hay nerviosismo, que hay canguelo, que no tienen todas consigo en la candidatura de Espadas. Los que mueven los hilos por detrás habrán hecho sus números con los avales recogidos, con la cantidad de personas que acuden a los actos e, igual, no les da para ganar a Susana. Ni en primera, ni en segunda vuelta.
Lanzar a una aventura tal al alcalde de la capital andaluza, quemándole si no vence y poniendo en bandeja al PP la campaña contra él igual no ha sido calculado en Moncloa-Ferraz –tampoco lo hicieron con la bastarda moción de censura en Murcia y las consecuencias que ha tenido-. Pensaban que Susana estaba más que muerta y parece que tan sólo estaba de parranda. Pensaban que con sólo presentar a Espadas como el candidato de Pedro Sánchez (aunque sea de tapadillo) las masas llegarían a entregarse al alcalde para llevarle en volandas a San Telmo. Una ensoñación muy bonita pero que está muy alejada de lo que es Andalucía y el PSOE andaluz. Por supuesto ha habido cambios de chaqueta del susanismo al espadismo –más cuando se han prometido cargos a mansalva-, pero como suele suceder esas personas, que saben venderse, no tienen detrás nada al final. Los insultos y las informaciones maledicentes suelen indicar que no se está seguro de la victoria, pero tampoco parece que estén al tanto de lo que se huele en Andalucía en general respecto al gobierno central, lo que igual no es el mejor aval. Susana podría vencer y eso ha puesto muy nerviosos a muchos.