Con lo bien que estaba él y su clan de la manzanilla apoyando a la presidenta de la Junta de Andalucía, sin hacer gran cosa, salvo algún cuñadismo como es inherente al partido naranja, y las elecciones se acercan para fastidiarle. Algo tiene que decir Juan Marín para no parecer que está a expensas de apoyar a Susana Díaz o a Juanma Moreno Bonilla (esto último menos creíble), tiene que hacer algo de oposición después de casi cuatro años tragando con todo lo que les enviaban desde San Telmo. Y ha decidido, no vaya a ser que se enfaden en el PSOE-A, hacer oposición, por increíble que parezca, con políticas de rango europeo.
En su intervención, lo primero ha sido hacer el cuñado político agradeciendo a todo el mundo su labor en la llegada de migrantes a nuestras costas: “Una cosa es la solidaridad, que hay que agradecer a las ONGs, a la Guardia Civil, a la Policía Nacional y también a todos los andaluces, y otra es política de inmigración”. A los trabajadores de Salvamento Marítimo, esos que dan el callo como la Guardia Civil y tienen que aguantar el maltrato gubernamental y de las fuerzas de seguridad y Cruz Roja, como denunciamos en estas páginas, ni los tiene en consideración. Lo que demuestra que ni se ha informado de lo que sucede en altamar. Que no sabe ni quienes están trabajando en el rescate de pateras, tablas de surf o maderos. Y ello porque Andalucía le importa poco o nada, sólo salvar el carguito y rascar algo mejor si se puede. También habría que recordarle que ni la Guardia Civil, ni la Policía Nacional están haciendo solidaridad, sino su trabajo, en condiciones mejorables. Pero eso no lo dice.
La culpa de Europa y el Gobierno. “Europa no está dando una respuesta porque tenemos un gobierno débil que no se atreve a poner encima de la mesa estos asuntos, y esto es la consecuencia de llegar al poder a cualquier precio” ha dicho Marín. Curioso que afirme esto cuando Pedro Sánchez, en la cumbre europea de hace unas semanas, expuso el drama del Mediterráneo. Por tanto, o miente, o no se entera de lo que sucede en España. Le mandan el argumentario desde la calle Alcalá de Madrid y él repite como un ser sin capacidad propia. Al fin y al cabo, como se ha dicho en otras ocasiones, Ciudadanos no deja de ser una secta que hace política. Europa no da respuesta porque, para información del señor Marín, hay una divergencia entre ciertos gobiernos de derechas, como lo es Ciudadanos. Es más, Albert Rivera sólo se ha preocupado de algo relativo a la migración cuando se produjo el asalto a la verja. Ni antes, ni después le ha interesado. Sólo hacerse fotos, como su némesis Casado.
Eso sí, metiendo el dedo en la llaga, ve nerviosa a Susana Díaz por culpa de Sánchez. “Las decisiones de Sánchez a nivel nacional están provocando una inestabilidad que afecta a los sondeos de Susana Díaz” ha dicho. Al final va a ser que sí, que no se entera de lo que pasa en España. En el último CIS, que es tan creíble como los que les daban muchos votos a Cs, dice que el PSOE ganaría con diez puntos de ventaja a PP y Cs. En Andalucía los últimos sondeos dan una victoria del PSOE-A. ¿Dónde ve Marín sondeos malos? Igual es que se ha equivocado y no se ha dado cuenta de que los de rojo no son los de Ciudadanos, sino el PSOE. Claro, al confundir colores ve a los naranjas que bajan y bajan pensando en el PSOE, no en Cs. Aunque no por ello va a haber adelanto electoral, algo de lo que se viene hablando desde hace dos meses por cierto, sino porque las políticas que han apoyado no han resultado tan beneficiosas como venden.
El cuñadismo andaluz de Ciudadanos no da para más. No es de extrañar que Rivera e Inés Arrimadas vayan a ser quienes hagan la campaña electoral de verdad. No sólo son más mediáticos, sino que tienen mayor experiencia en hacer cuñadismo e igual saben más de Andalucía que Marín. Aunque va a tener su gracia escuchar a ambos dirigentes de la formación naranja hablar de los problemas andaluces, porque ni hay independentistas, ni terroristas, ni nada por el estilo. Son capaces de decir que los andaluces no son andaluces porque sólo pueden ser españoles. Y Juan Marín, mientras le garanticen un sillón en el Parlamento, feliz de la vida porque el apoyo del Ibex-35 en la región lo tiene muy ganado Díaz.