Este artículo no es el que estaba pensado realmente. Ante la posibilidad de que el Manchester City golease al Atlético de Madrid, estaba previsto acordarse de la madre de Miguel Ángel Gil Marín y su gestión por condenar al equipo del Cholo Simeone a hacer malabares. Pedir un cinco y un nueve goleador, que siguen siendo necesarios, iba a ser el argumento principal. Pero resulta que ese equipo es capaz de cualquier cosa como vencer al equipo de Pep Guardiola (que está a una semana de jugarse el primer título de la temporada inglesa) y frente a la ilusión rojiblanca no tenía mucho sentido hacer una justa demanda.

Mirando qué cosas había de peculiares en España, evitando el bochorno en que se ha convertido la política (ese Feijoo bajándose los pantalones hasta los tobillos frente a Sánchez), no quedaba otra que mirar por otros lares. De resultas, parece que en el cambio del día 29 de julio al 30 del mismo se jugó un partido que ha desaparecido de Marca y As. Jugaron el Real Madrid y el FC Barcelona, venciendo los segundos por 0-3. Algún titular quedaba escondido donde se decía que el Madrid había jugado y el Barça ganado. Nada que ver con esos otros de “Bellingham recuerda a Zidane” o “el Madrid es un portento” de días anteriores. Hasta desapareció uno que decía que Vinicius era el líder o algo así del equipo por su valor al fallar un penalti. Hasta celebró un gol que solo vio él.

Todo ello provoca pensar que sí que han comenzado fuerte la pretemporada en la prensa madridista. Ya se sabe que buena parte del mes de julio sirve para celebrar como títulos los caños en un rondo, decir que Güler (baja entre tres y cinco meses) asusta a sus compañeros o cualquiera de esas cosas propias del pienso que distribuyen entre los madridistas. Y, por supuesto desde hace siete años, Mbappé. Permitan un excursus. Es increíble como maneja Florentino Pérez a Marca y As. El viernes filtró a Carlos Carpio (Marca) que estaba casi hecho por 230 millones de euros y a la vez a Joaquín Maroto (As) que ni se pensaba presentar oferta. No a Roncero, ni a Mon, ni a esa tropa de teleñecos, a dos que suelen intentar ser serios.

Como la derrota había sido dura no quedaba otra que hacer desaparecer los artículos que a primera hora de la mañana se habían publicado. A las tres ya no quedaba rastro de ellos en las páginas digitales. Como mucho había que bajar y bajar y bajar para encontrar algo relacionado. Eso de que el Madrid necesita a Mbappé que escribió un incauto debe ser que jamás se publicó. De hecho, hoy mismo se preguntarán si existió ese partido o fue algún tipo de experimento con inteligencia artificial. Sin tiempo para descansar o mojarse los pies en las cálidas aguas del Mediterráneo, la prensa madridista debe proseguir en la ideologización de las masas mediante ese artefacto llamado nacionalmadridismo.

¡Cómo será la situación que hasta la portada digital durante horas ha estado dedicada a las victorias de Verstappen y el Atleti! A ese equipo rojiblanco que tiene prohibido hasta el respirar en los medios nacionalmadridistas. Ese equipo de leñeros, nazis y que aburre a las ovejas como reclamo principal. Cabe decir que, como no soportan a Pep y más tras ganar la Champions, entre lo malo y lo peor eligieron lo peor. Si hubiese perdido el Atleti, como todo apuntaba, hubiesen dedicado artículos y artículos a hablar de la crisis de juego de los rojiblancos, de la necesidad de echar al Cholo y todas esas estratagemas que utilizan cuando quieren tapar las miserias blancas.

Si hubiesen ganado al Barça no aparecería ni el serial Mbappé (¿Han visto que en marca tienen un apartado exclusivo dedicado al tema y en los destacados del periódico siempre?). Tendrían tres mil artículos alabando hasta la forma elegante en que Mendy se lesiona. Más la crisis del Barça, la necesidad de despedir a Césped Hernández y la ruina que está trayendo Juan Lapuerta (como han perdido sigue siendo Joan Laporta). A quince días de empezar La Liga, están ya con las pilas cargadas en plena pretemporada. A este ritmo van a llegar desfondados a diciembre. Normal que no informen de las trampas contables y las palancas del tito Floren, no dan abasto con el resto.

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