Después de la pantomima de Pedro Sánchez no puede pensar que se va a ir de rositas. No. Tiene que dar las mismas explicaciones que viene esquivando desde hace meses. No solo a la sociedad española, sino también a su propio partido. Con la actitud totalitaria del sábado pasado buscaba evitar esas explicaciones hacia dentro y recibir un apoyo externo. Lo último no lo ha conseguido por mucho que se autoengañe (tal y como demostró en su discursito monclovita) y lo otro debe hacerlo si tan demócrata se cree. Además de todo ello, el presidente del Gobierno y sus palmeros del partido no deben extralimitarse e ir a la caza de periodistas que expresan libremente su opinión. En caso de duda sobre lo que publiquen o hagan, al juzgado, que así funcionan las poliarquías occidentales.

Explicaciones a la sociedad

Se piensa que por esconderse cual comadreja en Moncloa durante cinco días ya no tiene que explicar cómo es posible que en el núcleo duro del sanchismo salgan una banda de corruptos. Koldo García no es un caso de un tipo que se ha contratado porque conocía a alguien en un ministerio o una consejería, no. El señor García era miembro, desde el principio, del sanchismo. Junto a José Luis Ábalos o Francisco Salazar (su machaca en Moncloa) era uno de sus hombres fuertes en aquellas primarias que venció a Susana Díaz. ¿Qué ha pasado aquí? ¿Se ha hecho algo desde Moncloa para favorecerle? ¿Sabe elegir a sus machacas?

Si a eso se le suma que su esposa, Begoña Gómez, se ha reunido con otro cabecilla de la trama Víctor de Aldama. Un empresario que nada tiene que ver con las cosas a las que se dedica la mujer de Sánchez. Es casi seguro que si se le pregunta sobre asuntos africanos o sobre transformación social competitiva, no sabría ni qué decir. Bueno, si se le pregunta a la interfecta casi seguro que tampoco sabe cómo aplicar empresarialmente eso. De perras y cómo conseguirlas en administraciones públicas y privadas seguramente sí. ¿Por qué se reunió con ese señor? ¿Por qué firmó cartas de recomendación cuando tenía fácil el negarse? De todo esto ni ha habido demandas, ni se ha dicho que sea falso (porque no lo es) y la sociedad tiene derecho a saber qué dice el presidente del Gobierno. Entre otras cosas porque hay que despejar las dudas. Lo de su hermano no tiene encaje. Si es un sinvergüenza que paga sus impuestos en Portugal trabajando para una institución pública española, es un problema de amoralidad suyo.

Explicaciones al PSOE

Si las explicaciones a la sociedad son importantes, mucho más lo son al interior del partido del que es secretario general. ¿Qué pasa con el caso Koldo? ¿Se ha expulsado a todos los implicados y se ha abierto una investigación interna? Porque hay bastantes militantes implicados. Y por muy amigo que sea Serrano o Maroto, el de la moto, hay que dar explicaciones de actos asquerosos, reprobables y muy lejos de la ética del PSOE. De su esposa no debe dar explicaciones porque no es militante, eso sí, no puede pedir al partido que defienda a quien no milita. Ajo y agua.

Explicaciones por la derrota electoral estrepitosa en Galicia. Explicaciones por los malos resultados en el País Vasco. Explicaciones por haber mentido a los militantes sobre las políticas a tomar en consideración. Mintió al Comité Federal y eso es como mentir a cada militante individualmente. Explicaciones por la destrucción de la democracia interna, mientras hacia fuera va dándose golpes de pecho (o ¿era la Marisú?) como si fuese el mayor demócrata. Es más, como si fuese la democracia misma. Ni aclamaciones, ni mecanismos totalitarios para coartar la libertad de pensamiento y expresión de militantes. No lo verán sus ojos.

Explicaciones sobre lo que va a hacer

Y debe explicar qué significa eso de la regeneración democrática. La última vez que dijo algo parecido, él y su Beria de andar por casa, Félix Bolaños, eliminaron la democracia dentro del PSOE. Todavía hay infelices que esperan que se elija entre los militantes esa parte directa del comité federal. Por tanto, cualquier apelación a algo similar solo puede provocar susto y muerte. Como le ocurrió a quien osó criticarle, tal que Tomás Gómez —al que echó a patadas, eliminando el Comité regional (saltándose los estatutos) y al que ha perseguido todo lo que ha podido—, o Antonio Miguel Carmona —al que se intentó destruir su imagen para que no le diesen el trabajo en una eléctrica.

¿Qué significa regeneración democrática? Cambiar el modo de elección del CGPJ. Bien, vale. Pero que no intervenga ningún político en ello. A sorteo puro y duro entre todos los jueces de carrera (aquí se explicó hace no mucho tiempo cómo). Ni él, ni su amigo el gallego de gafas podrán mangonear. Hay muchos otros mecanismos para despolitizar la judicatura —lo que no se puede evitar es que cada persona tenga su ideología y valores— sin que la clase política meta la mano. ¿Se atrevería a algo así? No, porque lo que entienden, en el sanchismo, y sucedáneos como Sumar, por jueces democráticos es que sean lo más parecidos a ellos, ellas y elles.

¿Entonces qué?

No perseguir a periodistas y/o medios

Ayer mismo, tras el trinfalista y narcisista discurso del presidente del Gobierno, el PSOE salió a señalar y disimuladamente acusar de cosas terribles a Bieito Rubido. Cierto que el directo de El Debate gusta más de mirar las bamboleantes caderas de la becaria de economía que verificar las noticias y encajarlas con bajo los principios católicos. De hecho, cuando se presentó el diario como católico, la mayoría de los mismos que quedan en España esperaban otra cosa. Y no. Rubido ha contribuido a manchar el nombre del cardenal Herrera Oria con un panfleto al que llegan todos los que son echados a la calle de medios conservadores y que se dedica al amarilismo más vomitivo —salvo en las secciones de religión y cultura que parecen dirigidas por otras personas— con poquísimas excepciones.

Ahora bien, si tienen pruebas de algo nada mejor que ir al juzgado, pero perseguirle como se hizo ayer, no. Expresaba su opinión, por contrapuesta que pueda ser a la de los demás, y sin haber insultos u ofensas, esa libertad es sagrada. Al menos para alguien que se considera demócrata. La soberbia les ciega. Y las carencias intelectuales también. Porque lloraba Sánchez, y así lo vienen diciendo sus focas y sugus, debido a que se metían con sus familiares y… Marisú Montero, mininistra de Hacienda, estaba atacando (como pueden ver abajo) a la esposa de Alberto Núñez Feijoo.

Todo esto más que regeneración democrática huele a otra cosa. Un olor hediondo, por cierto. Un olor que ya ha sido olido en otras ocasiones. Todos diciendo que es un héroe y ahora se enfadan por un final trágico. ¡Qué pocas lecturas tienen! Cojan cualquier libro de Joseph Campbell sobre el tema (en la editorial Atalanta tienen unos cuantos) y lean antes de hacer el ridículo. Claro que igual Sánchez ha aprovechado para leer Qué hacer de Vladimir Ilich Ulianov o una biografía suya (la de Capitán Swing, ilustrada, no porque todavía no ha salido, así que será la de Espasa) y habrá estado tomando notas, pues el discurso es puro leninismo, puro camino de servidumbre, pura bazofia. Y si quieren colar bazofia, mejor se la echan encima al narcisista.

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