Para quererse ir no deja de mostrar el totalitarismo inherente a su personalidad. Igual es por el narcisismo exacerbado que muestra constantemente, igual es por un sentimiento de inferioridad intelectual, igual es porque es así, pero Pedro Sánchez no ha hecho otra cosa que eliminar democracia interna desde que se hizo con las riendas del PSOE. Lo de las urnas ocultas es una tontería comparado con la reglamentación que ha implementado, con toda la militancia aplaudiendo cual foca en busca de pescado, y que ha hecho del partido una plataforma personalista. Normal que en este momento acabe por mostrar su cara más totalitaria. O hay demostración de fe inquebrantable al líder supremo hermoso y perfecto, o habrá consecuencias.

La maquinaria de Ferraz, o sea la maquinaria de Sánchez, no ha dejado de enviar mensajes durante toda la semana a la militancia para que le apoyen. En vez de esperar algo más espontáneo, desde que deslizó en redes sociales la lacrimógena carta, el aparato del partido ha enviado mensaje tras mensaje de apoyo a él y a su señora esposa (la cual ¿es militante? ¿es socialista?) para calentar y despistar a la militancia. No solo eso, han estado llamando, desde ministros-dirigentes hasta funcionarios del partido, a que todas las federaciones sacasen un comunicado de todas las ejecutivas (incluyendo las provinciales) de apoyo a Sánchez y en favor de la democracia —porque parece que la democracia es él o algo así, ya que no queda muy claro. Esto no es nuevo y ya