Cuando estalló todo el “escándalo” sobre la “caja B” de Podemos algunas personas destacadas de Podemos se pusieron en contacto con este medio para saber si se tenían datos suplementarios. No los había en ese momento, pero la respuesta era clara no llegará a juicio porque por los datos aportados desde el principio no hay materia penal dónde agarrarse. ¿Es un montaje de la prensa cavernícola? No, tan sólo están ofreciendo los datos que se filtran desde el juzgado. Aunque bien es cierto que los todólogos-columnistas de esos medios están sacando toda su bilis guardada durante tanto tiempo. ¿Es un montaje judicial? Tampoco lo parece, el juez tan sólo está procediendo en sus pesquisas y ha llamado a testificar –lo que no supone imputación alguna, como falsamente han dicho desde la caverna y Podemos- a quienes cree que pueden aportar datos o que están implicados en algo delictivo.
En ningún caso es un caso de corrupción al uso. No hay sobornos o desvíos de fondos de las cuentas del Estado a una caja B para financiar campañas electorales o pagar sobresueldos. Son devengos de los salarios de los cargos públicos que han ido a parar al partido –como pasa en PP, PSOE o IU, por ejemplo- para sostenerlo… en principio. Es dinero de cargos para otros fines. La declaración del ex-abogado Calvente puede valer, por mucho que se base en rumores, hasta que el juez vea si hay pruebas o no. Recuérdese que no hace mucho tiempo una juez decidió que José Manuel Franco, delegado del gobierno en Madrid y secretario general del PSOE madrileño, podía ser imputado por haber permitido una manifestación pandémica. ¿Cuáles eran las pruebas científicas o testificales? Ninguna pero bien que estuvieron los cavernícolas berreando. Con esto puede suceder algo parecido porque de haber algún tipo de problema tan sólo sería societario, no corrupción política. Si el juez ha decidido llamar a Juan Manuel del Olmo o Rafael Mayoral, entre otros, es porque los rumores apuntan hacia ellos. O mejor dicho hacia sociedades que controlan ellos.
Pese a no haber corrupción hay algo, por las pruebas que se van conociendo, que podría ser tan malo como eso: una clara falta de ética. Si en verdad la cúpula dirigente de Podemos ha utilizado ese dinero que donaban los cargos públicos para nutrir empresas –da igual cooperativas que asociaciones- propias y sacarse un sobresueldo o dar un sueldo a “personas allegadas” estarían demostrando que están en política para llevárselo crudo. Algo que no les separaría de otros tipejos que pululan por el escenario político. Todo su discurso ético y de trabajo por los demás quedaría sepultado en dos minutos. Bien es cierto que esto quienes deberían valorarlo son los inscritos e inscritas del partido, son ellas y ellos los que deben valorar si la ejecutiva que votaron en confinamiento debe seguir o hacer como con el “chalet de Galapagar” -¿cuántos votos no habrá quitado?- y pasar página. Son ellas y ellos los que deben establecer su listón ético de demostrarse que la cúpula del partido ha utilizado los fondos de todos los cargos públicos para nutrirse. Corrupción política no es, delito societario podría ser, pero carencia de ética seguro. Sin duda Calvente se está vengando de la falsa acusación de acoso sexual que utilizaron en la cúpula de Podemos para despedirlo; es seguro que sabe bastante lo que se cuece dentro de la cúpula morada; pero el juez no abre juicio con rumores sino con pruebas y eso es lo que está solicitando ahora a Podemos.
A los problemas de Podemos con la gran mayoría del movimiento feminista, se suma este caso que sí están utilizando los medios. No tanto por desestabilizar al gobierno, que eso llevan intentándolo desde que Pedro Sánchez asumió el cargo de presidente, sin tener a Podemos en el mismo, como por devolver su propia medicina a quienes llegaron a la política con un listón ético tan alto que se han quedado muy por debajo del mismo. La clase dominante tiene asumido que la coalición seguirá por un tiempo, más con la crisis económico-pandémica que hay en España, pero los medios de comunicación de la derecha están pasando factura al Tramabús, a los insultos en redes sociales, a las campañas en redes contra éste o aquél director o periodista. En Podemos se ha despreciado bastante a los medios/periodistas que no eran totalmente afines y ahora pagan esa soberbia con medios que no son precisamente de derechas. Ya se verá en qué queda todo, pero si el dinero que debía ir para donaciones sociales ha ido a empresas donde cargos tienen intereses, a pagar el programa La tuerka (y sus respectivos salarios) o a financiar medios de comunicación, entonces toda la cúpula de Podemos, desde Pablo Iglesias hasta Jesús Santos deberán no sólo dar explicaciones a sus inscritos, sino a toda la población. Porque la ética no puede ser una estética artificial para actuar en provecho propio. Queda claro que no es corrupción política pero desde la izquierda, por el fuerte compromiso ético, puede que sea peor. Una debilidad humana por el dinero es comprensible y punible –a la cárcel con quien mete la mano en la caja común-, pero engañar a votantes, inscritos y cargos medios por sacar tajada monetaria personal, es para que no vuelvan al parlamento, ni a la política.