No hace falta hacer aspavientos, ni recurrir constantemente a salidas de tono, ni mostrarse como un o una mártir para defender lo que se cree y la propia tierra. Emiliano García-Page no ha dudado en ningún momento en enfrentarse a La Moncloa si con ello Castilla-La Mancha sacaba beneficio o no salía perjudicada, sin importarle que estuviese Pedro o Mariano. Así lo ha venido haciendo con el trasvase del Tajo, ese engendro político que ahora no es necesario al poseer desaladoras suficientes en la costa levantina para dotar a sus regadíos de agua. De hecho, ayer, el presidente de la Junta manchega habló de reducir al mínimo los hectómetros cúbicos: “El famoso Memorando va a quedar derogado de facto con la aplicación de una reducción clara de los limites automáticos de trasvase. Esto es un escalón para nosotros, son dos escalones de golpe. Desde un razonamiento nacional, cuando decimos que el agua es de todos, es que también es nuestra, el Tajo desemboca en el Atlántico, no en el Mediterráneo”. Por si hubiese dudas ha querido rematar: “los trasvases son una ruina ecológica ambiental y económica”.
La vicepresidenta cuarta Teresa Ribera allí estaba y no se opuso. Cuestión bien distinta es que intenten hacer alguna trampa como han venido haciendo desde hace años. Así también Page ha pedido que los parques nacionales pasen a ser gestionados por la Junta porque es “algo en lo que estoy convencido terminaremos llegando a un acuerdo. No tengo la más mínima duda de que llegaremos a consenso. En el momento que haya proceso de transferencia, pasará como en todas, que todo el mundo ha salido ganando”. Así no habrá más tentaciones de hacer de Cabañeros un lugar de bombardeo militar o vayan ustedes a saber qué otra ocurrencia. “Somos una región antiquísima desde el punto de vista geográfico, pero hemos construido nuestra identidad autonómica sobre un pilar que es la identidad ambiental” ha afirmado el presidente.
Mientras en otros lugares hacen muchos aspavientos, concretamente en alguno colindante con Castilla-La Mancha, el presidente manchego presume, dentro de las armas que tiene para luchar, de gestión de la vacunación: “Esta Semana Santa, el 40% de todas las vacunas se ha puesto a gente de más de 80 años”, quien ha avanzado también que “el grueso de los mayores de 80 años va a estar abordado esta semana”. Mientras se cerraban los centros de salud en otros sitios en su región se estaba vacunando para paliar en todo lo posible la pandemia. Además notificó que la semana que viene se adelantará la vacunación a los mayores de 70 años. Según llegan las vacunas, se ponen. Sin políticos, ni obispos colándose, y sin necesidad de hacerse publicidad con colas de cuatro horas. Al contrario, al lado de casa. Lo que en un territorio tan vasto supone una logística que en otras comunidades con más recursos se evita. Igual por falta de capacidad de las personas que gestionan.
Esto no lo verán en los medios de comunicación porque, más allá del centralismo que censura todo lo que no sea Madrid, al ser buenas noticias no venden. Está en tal estado de podredumbre la prensa estatal que los buenos datos de Castilla-La Mancha (como de otras regiones) en vacunación, empleo o defensa de los intereses de la región no aparecen en las webs o los telediarios (estos últimos se han convertido en un estercolero de no-noticias). Y si a ello se le suma que es un gobernante del PSOE, con mayoría absoluta, pues interesa muchísimo menos. ¿Saben cuándo acuden al presidente manchego? Cuando puede hacer daño al presidente del gobierno o a la coalición de gobierno con alguna declaración. En algunas ocasiones acierta y en otras no. Pero cuando defiende las cosas de los manchegos jamás le sacan en televisión, ni cuando llega a acuerdos con la musa Ayuso en favor de las personas que viven en las ciudades limítrofes al agujero negro que es Madrid.