miércoles, 17 diciembre, 2025

La “contracamiseta”, respeto a la identidad e historia del Atlético de Madrid

La “contracamiseta” es una iniciativa que surge entre los aficionados del Atlético de Madrid, a través de las redes sociales, ante el malestar causado por la camiseta diseñada para la presente temporada 2022/23.

Las primeras filtraciones de la camiseta, que mostraba una elástica en la que las rayas rojiblancas sufrían una patente ondulación, generaron un gran malestar en un importante sector de la afición rojiblanca que veía una falta de respeto a la identidad e historia del Atlético de Madrid. El descontento de los aficionados se hizo más patente al coincidir, durante la presente temporada, con la conmemoración de destacados acontecimientos en la historia del Atlético de Madrid, que sin embargo han sido obviados para así torcer los renglones de la historia.

La “contracamiseta”

A mediados de junio, cuando se confirmó el diseño de la camiseta oficial del Atlético de Madrid, la reacción no se hizo esperar y cientos de mensajes en contra de las líneas torcidas inundaron Facebook y Twitter (donde llegó a ser trending topic la etiqueta #contracamiseta). Era evidente que la camiseta de esta temporada no iba a calar entre los aficionados rojiblancos.

La indignación se transformó en una iniciativa, espontánea y comunitaria, que dio como resultado el diseño en 3D de una camiseta alternativa, que fue compartida a través de la cuenta de Twitter @contracamiseta acompañada de un texto en el que se explicita que se trataba de la respuesta a una “agresión a la historia” del club, porque “nuestros valores no se tuercen”.

Gracias al esfuerzo desinteresado de un grupo de aficionados coordinados a través de las redes sociales, con esfuerzo, perseverancia y parafraseando a Diego Pablo Simeone: “si se cree y si se trabaja, se puede”, aquella imagen en 3D se ha materializado en la fabricación de una edición limitada de la “contracamiseta”, una camiseta que los aficionados podrán lucir con orgullo, sabiendo que respetan los valores, símbolos e historia del Atlético de Madrid.

La iniciativa carece de ánimo de lucro y en el caso de obtener algún beneficio sería destinado a acciones solidarias.

Los valores de la “contracamiseta”

La “contracamiseta” presenta las clásicas y hermosas rayas rojiblancas, que desde 1911 ha lucido el Atlético de Madrid. En la parte delantera, la imagen del Metropolitano tomada desde la legendaria Gradona coronada por el término “STADIUM”, con el que se tributa un homenaje al centenario de su inauguración, que se conmemorará el próximo 13 de mayo de 2023. El botón que cierra el cuello rememora la clásica insignia del escudo primigenio de la sociedad Athletic Club, en la temporada que se recordará el 120 aniversario del Atlético de Madrid.

La parte trasera también esconde algunos guiños importantes a la historia del Atlético de Madrid, como son las alas rojiblancas que recuerdan al Atlético- Aviación y el dorsal de la “contracamiseta” es el número ocho, que grandes jugadores del Atlético de Madrid han lucido con personalidad en su uniforme, trazando rectos los renglones de su historia.

El número ocho

Luis, máximo goleador histórico y emblema del Atlético de Madrid, fue el número ocho. Pero otros también lo fueron. Así, el 12 de septiembre de 1948, Antonio Vidal, integrante de la “delantera de seda”, lució por primera vez el dorsal número ocho en una camisola del Atlético de Madrid.

Ben Barek, componente de la “delantera de cristal”, con el ocho a la espalda, anotó el gol del empate en el último partido de Liga contra el Sevilla, el 22 de abril de 1951, y al Atlético de Madrid se proclamó campeón de Liga.

Javier Irureta, con el número ocho en la rojiblanca, empató la final de la Intercontinental que Adelardo, el jugador que más títulos ha conquistado con el Atlético de Madrid y que también portó el ocho en alguna ocasión, levantó en un abarrotado Manzanares.

La primera “bicicleta” que se vio en un campo de fútbol español la realizó, con el ocho a la espalda, Joao Leiva “Leivinha”.

De los diez títulos de campeón de Copa conseguidos por el Atlético de Madrid, nueve de ellos se lograron en el estadio de Chamartín, como aquel 27 de junio de 1992 en que Schuster anotó un magistral gol, también con el ocho a la espalda.

Despedimos a Raúl García en el Vicente Calderón, con el mismo dorsal que en alguna ocasión lucieron Gabi o Simeone, el número ocho.

El número ocho se asocia a la fortaleza y a una gran personalidad. Valores que no solo abanderan a los jugadores que han lucido la elástica rojiblanca, sino que representan a la afición del Atlético de Madrid, que se mantiene fuerte y firme ante la adversidad.

https://contracamiseta.com

La tecnología, la única arma de Leonel Fernández para asaltar el poder

Leonel Fernández pretende volver a ser nombrado presidente de República Dominicana. Por eso está haciendo una oposición populista, basada en una estrategia vacía de argumentos y que sólo añade contenido exponiendo lo que la gente quiere oír, sin realizar el análisis profundo de la realidad que se espera de quien gobernó durante 12 años.

La gestión que está haciendo Luis Abinader, en general, está afrontando directamente a los problemas de la ciudadanía y buscando las herramientas para, en primer lugar, paliar la herencia envenenada que recibió del PLD (el anterior partido de Leonel), y, en segundo término, para enfocar todos los esfuerzos y recursos en lograr que República Dominicana se convierta en un referente en Latinoamérica. Y, por más que Leonel busque fallas, tiene que ir a los detalles para intentar socavar los múltiples logros de Abinader.

El mejor ejemplo de la propulsión que se está dando al país se puede comprobar en la cargada agenda que el presidente dominicano ha llevado a Washington, donde ha sido recibido por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por congresistas y presidentes de comités y, sobre todo, por la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris.

Esa apretada agenda contrasta con otros jefes de gobierno europeos y americanos que, aunque llevan en el poder cerca del triple de tiempo que Abinader, aún no han sido recibidos por los altos representantes de las instituciones estadounidenses…, ni se espera que lo hagan a pesar de haber visitado en varias ocasiones Estados Unidos.

La importancia que está adquiriendo República Dominicana en el ámbito internacional se pudo comprobar en el hecho de que la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Samantha Power, saliera a recibir al presidente dominicano a la entrada del edificio, un hecho sorprendente y que da muestra del respeto y de la importancia que se le dio a la presencia de Abinader en este organismo.

Habrá dominicanos que pueden pensar que el lugar de Abinader no está en Washington, sino en el país. Sin embargo, la realidad es que de cada viaje que ha realizado el presidente dominicano al exterior ha vuelto con las alforjas cargadas de inversiones y nuevos proyectos para incrementar el bienestar de su pueblo. Además, en un mundo globalizado, la obligación de un Jefe del Estado es la de acudir al lugar de donde se pueden obtener beneficios para su ciudadanía, no mantenerse sentado en su despacho con una estrategia localista que en nada favorece al bienestar del pueblo.  

Ante los hechos, Leonel Fernández sólo puede acudir al populismo trumpista que tanto le caracteriza. Como tal, evidentemente, su estrategia de comunicación a través de redes sociales, plataformas de streaming y aplicaciones de mensajería se parece demasiado a la que han aplicado en Europa y Estados Unidos los movimientos y partidos de extrema derecha que fueron y están siendo instruidos por el exasesor de Donald Trump, el ínclito Steve Bannon.

El manejo del Big Data

El populismo de Leonel parece aplicar la máxima de «si no le gustan mis principios, tengo otros». Los mensajes de Fuerza del Pueblo parecen recoger análisis de lo que piensan y lo que anhelan los dominicanos en un escenario de crisis global. Sin embargo, en vez de hacer una oposición constructiva, Leonel está utilizando esa información para ajustar su estrategia al «cuanto peor, mejor» que tantos beneficios da a los movimientos populistas.

¿Cómo es posible que puedan lograr tener acceso conocimiento absoluto de lo que la ciudadanía quiere oír? Muy sencillo, a través del Big Data, una tecnología que les podría estar permitiendo estar dentro de los dispositivos digitales de todas y cada una de las personas del país.

No hace muchos años se manipularon elecciones para que los populistas alcanzaran el poder. Estados Unidos en 2016 o el Brexit en Reino Unido son el mejor ejemplo. Sin embargo, esos métodos no se están utilizando sólo para ganar comicios, sino que disponen del nuevo sistema para manipular la voluntad de la ciudadanía de las democracias. Se trata del control absoluto del Big Data, del manejo de metadatos que se van dejando en redes sociales o en el historial de navegación de internet.

Los expertos en Big Data conocen los gustos culinarios, el consumo cultural, el tipo de mujer o de hombre que gusta a cada una de las personas, la hora a la que se van a dormir o se levantan. Lo saben todo con un solo clic. Para controlar esto hace falta, no sólo expertos, sino dinero porque acceder a esos metadatos cuesta muchos millones de euros.

Esto es lo que podría, presuntamente, estar utilizando el partido de Leonel Fernández y para manipular la voluntad de la ciudadanía y, en consecuencia, para conocer todos los puntos que preocupan para incluir esos puntos clave en su discurso y, de este modo, crear un contenido que alegra los oídos de una población temerosa por la incertidumbre respecto al futuro más cercano.

En el año 1988, Guy Debord alertaba del peligro de la desinformación en nuestras sociedades: «La desinformación se despliega ahora en un mundo en donde no queda sitio para verificación alguna».

Ese fenómeno, la posverdad, se une al conocimiento de las preferencias de casi toda la población. Ahí es donde está el triunfo de los partidos y los líderes trumpistas, su poderío y el fracaso de quienes siguen pensando en términos casi analógicos.

El Big Data, que sirve para informar/desinformar, está controlado por unas pocas empresas, por unas pocas personas que tienen accenso a millones de datos y de conversaciones en internet. Así, presuntamente, podría estar creciendo el partido de Leonel gracias al Big Data: desinformación, conocimiento de las preocupaciones de la población en tiempo real, adecuación de su programa a los datos recogidos con el toque ideológico adecuado y propagación de bulos. Esta estrategia suena demasiado a Steve Bannon.

Bannon fue presidente de Breitbart News, uno de los controladores de ese Big Data mundial. Así logró colocar a Donald Trump en la Casa Blanca.

El discurso y las propuestas de Leonel tienen cabida por la grave crisis económica, política y social que se está viviendo tras la pandemia y la guerra de Ucrania. Hay un posible caldo de cultivo, pero no todos los mensajes llegan a calar en todas las personas.

Sin embargo, con una utilización adecuada del Big Data se realizan estrategias de propaganda prácticamente personalizadas. Todo ello medido a la perfección y adaptado al contexto en el que se mueven. Pongamos un ejemplo: la utilización de la inflación importada de la que Abinader no tiene responsabilidad alguna.

La RFEF permitirá al R. Madrid meter goles con la mano en el derbi

Ayer mismo salieron las designaciones arbitrales para el derbi madrileño. Su florentineza en comandita con Luis “el orgias” Rubiales y Javier “madridista” Tebas no deja nada sin atar. Como todo el mundo conoce, si hay algún equipo que le caiga mal y al que odie Florentino Pérez es al Atlético de Madrid (debe ser porque en su juventud tenía la mala costumbre de vacunarle). Aunque tiene problemas legales por un despiste de 500 millones de dólares, por un trapicheo con el presidente Macri, seguro que ha utilizado toda su influencia para tener asegurado un arbitraje favorable.

Seguramente no le ha hecho falta ni llamar. Ya es normal que los árbitros sepan a qué atenerse en los partidos del Real Madrid. Total, si se equivocan a su favor, tiene a una miríada de palmeros en los medios de comunicación para convencer a las masas de que no ha habido error alguno. Y si hay que mover las líneas del VAR, se mueven… como en el gol de Rüdiger en último fin de semana (que no ha causado revuelo por ser el último de la goleada). Pero esta vez parece que en el Comité Técnico de Árbitros se han pasado de la raya.

Con la designación de Munuera Montero en el césped y de Iglesias Villanueva en el VAR, el equipo blanco se ha asegurado meter goles con las manos. Pero no como el de Sadiq de la Real Sociedad, no. Como si la cogiese turrita Doncic en el centro del campo y la llevase cogida debajo del brazo hasta meterla en la portería. Los defensas blancos podrán dar todas las patadas que deseen en el área pues no será señalado como penalti. Y cualquier desmayo de Vinicius dentro del área rojiblanca será pena máxima.

No dejan nada a la improvisación para mantener una liga de dos y por ello han elegido a dos de los árbitros más sanguinarios contra el Atlético de Madrid. Iglesias Villanueva, cuando no estaba solamente en el VAR, se la lió al equipo rojiblanco en numerosas ocasiones. Todavía se recuerda un partido contra el Levante en Valencia que terminó empatado a 2 en el que pitó penaltis a mansalva, expulsó a un jugador… Y otro partido contra el Levante en el que se comieron dos penaltis un 20 de febrero de 2021. De los dos, paradójicamente, no es el peor.

Munuera Montero comenzó la temporada anterior atracando al Atleti frente al Celta. Se consiguió vencer pero a João le crujieron a patadas, se comió algún penalti y desquició a los jugadores con sus chulerías. Lo mismo que hizo contra el Rayo Vallecano en Vallecas. Chulería, agarrón a João en el área (agarrón de esos de novios que se quieren mucho), cambios en el acta arbitral para intentar que se sancione a los jugadores… y la expulsión de Correa. Sudores fríos es lo que sienten los aficionados rojiblancos cada vez que escuchan el apellido Munuera (da igual Montero que Martínez).

Tan atado lo quieren tener que desde el medio controlado por su florentineza ya están diciendo que Iglesias Villanueva es malo para el Real Madrid. No vaya a ser que se vean muchas imágenes en el VAR. No es que se esperen ver, como pasó en San Sebastián, pero mejor si ya se condiciona al que maneja el aparato. Igual porque Roures, destacado barcelonista, está detrás de las retransmisiones. Y todo eso justo cuando el equipo está jugando mal. Van con saña a hacer daño desde todos los frentes.

Abinader afronta la dura tarea de cambiar el régimen corrupto heredado del PLD

Los presidentes democráticos se enfrentan a veces a una disyuntiva que puede modificar la estrategia inicial de gobierno diseñada. Esto es lo que está ocurriendo en República Dominicana. Luis Abinader, presidente del país caribeño, además de llegar al poder en medio de una pandemia mundial, se encontró con una herencia envenenada del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Los anteriores mandatarios, Leonel Fernández y Danilo Medina, dejaron como legado un régimen basado en la corrupción más absoluta, sobre todo en lo referente al funcionamiento de los tribunales de Justicia.

Como bien dijo Abinader en su discurso de investidura, en agosto de 2020, la democracia dominicana «había sido dañada», advirtió de que su gobierno no iba a tolerar la corrupción ni que la corrupción del pasado quedara impune. «El que robó dinero del pueblo, tiene necesariamente que pagar en la justicia por sus actos», afirmó con contundencia Abinader.

Sin embargo, lo que dejó el PLD no entra en la definición de degradación democrática, sino que se encuadra en el apocalipsis más absoluto.

Uno de los ejemplos de ello se encuentra en la resolución judicial del Caso OMSA, donde se dirimía, entre otras cosas, la presunta corrupción que se estaba dando en la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses. En concreto, la sentencia condenó a 20 años de prisión a Argenis Contreras por la muerte del catedrático Yuniol Ramírez y que absolvió a Manuel Rivas, exadministrador de OMSA.

El escándalo de la sentencia es tal que la directora general de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, afirmó que era «increíble cómo la mayoría de los tribunales varían sus criterios exclusivamente para favorecer corruptos y casos de crimen organizado».

La magistrada fue más allá y en las pocas palabras que se pueden introducir en un tuit, hizo un análisis de la realidad que dejó el PLD: «En la RD la jurisprudencia de la corrupción es vergonzosa, indignante, parcial, ilógica, contradictoria, servil, deficiente, errónea».

Esta sería una demostración más de cómo los jueces nombrados por el PLD están extendiendo la impunidad de la corrupción indiferentes a las reformas que ya ha implementado Abinader.

Por más que desde la oposición trumpista de Leonel Fernández y de su partido Fuerza del Pueblo, formación cuyos miembros ocuparon puestos de responsabilidad y de gobierno con el PLD y, en consecuencia, tienen responsabilidad directa en el régimen corrupto que heredó Abinader, el presidente dominicano, casi desde el primer día de su mandato, ha desarrollado importantes reformas para eliminar la impunidad de los corruptos en los tribunales.

Entre ellas destaca, evidentemente, la reforma constitucional para consolidar la independencia del Ministerio Público, es decir, la Fiscalía. Cuando se afronta algo tan delicado como es una reforma de la Constitución para terminar con la impunidad y la corrupción a través del fortalecimiento del Ministerio Público, una reforma que se ajusta a los postulados apuntados por el presidente del Tribunal Constitucional español en su visita a República Dominicana en la que avaló las reformas.

Abinader fue claro y no dejó espacio a la duda cuando anunció esta reforma: «La democracia, la lucha contra la corrupción y la separación de poderes, no pueden depender de la buena voluntad de un presidente». Por eso es fundamental que haya garantías constitucionales a la hora de romper con una historia política que nunca se inclinó hacia la justicia, sino que mantenía la influencia del poder ejecutivo sobre el Ministerio Público. Eso no es sano para una democracia moderna.

El presidente dominicano no quiere que la impunidad ante los delitos sea una parte de la normalidad. Por eso, Luis Abinader está trabajando para cimentar la credibilidad del sistema democrático a través del fortalecimiento de las instituciones públicas y la transformación de República Dominicana en una nación capaz de garantizar los derechos de todos sus ciudadanos.

«El camino hacia un sistema de consecuencias ante el delito, igual para todos, es ya irreversible», sentenció Abinader.

Los hechos son los que muestran la eficacia y, cuando aún se encuentra en el ecuador de su mandato, Abinader y su gobierno ya han sido reconocidos, no sólo por el presidente del Tribunal Constitucional de España, sino por representantes del gobierno de Estados Unidos, como Robert Thomas quien no dudó en afirmar que la Administración Abinader, sin haber llegado a la mitad de legislatura había logrado «investigar la corrupción y detener a personas implicadas en fraudes y manipulaciones, incluidos altos funcionarios que antes se consideraban intocables, así como a legisladores implicados en el tráfico de drogas, incluidos algunos de su propio partido. Su gobierno ha colaborado con los Estados Unidos en la formulación y propuesta de reformas institucionales. Un Gobierno democrático no puede funcionar sin el soporte y la rendición de cuentas de la sociedad. Juega un papel indispensable apoyando los esfuerzos del Gobierno en la implementación de estos compromisos de manera eficiente y justa, para el beneficio del pueblo dominicano».

Las medidas implementadas por Abinader, además de las profundas reformas en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de Estado, han tenido como resultado, además del reconocimiento internacional, que República Dominicana se haya colocado en el TOP5 de Latinoamérica en su capacidad para luchar contra la corrupción por encima de otros países de América Latina como Venezuela, México, Panamá, Bolivia, Guatemala, Paraguay, Brasil, Ecuador, Colombia y Argentina.

El presidente dominicano tiene un trabajo más duro del esperado porque los rescoldos del régimen corrupto dejado por el PLD siguen ahí. Sin embargo, la constancia, la transparencia e, incluso, la terquedad son algunos de los aspectos que caracterizan la gestión de Luis Abinader porque para él nada es suficiente para llevar a República Dominicana al lugar que prometió y al que lo llevará.

Simeone parece desnortado y hundido

Si algo tiene preocupada a parte de la afición rojiblanca, la más cholista, no es el mal juego del equipo durante todo 2022, esto preocupa a cualquiera (asista al Metropolitano o lo vea desde casa si es que aguanta), sino la expresa incapacidad del Cholo Simeone para dar con la tecla. Por unas cosas u otras, como se verá, el entrenador del Atlético de Madrid está mostrándose incapaz de cambiar el rumbo del equipo.

En otras ocasiones Simeone ha hecho pruebas, pero en cuanto no le salían las cosas volvía al plan inicial de su larga etapa rojiblanca. Presión, defensa férrea y contragolpe más estrategia. Ahora no. Persiste, no se sabe si por algún tipo de cábala, en lo que cualquiera ve como un error. El año que se ganó la liga se jugaron algunos partidos con el sistema que tiene aterrado a todos los aficionados… con otros jugadores y con otras formas físicas. Ahora insiste e insiste cuando es obvio que no hay jugadores adecuados para el sistema.

Una mala plantilla

La configuración de la plantilla ha sido pésima, en parte por la nefasta gestión en los despachos, en parte por los análisis del propio cuerpo técnico. Hay jugadores que deberían haber salido y otros que mejor no hubiesen llegado. La calidad de lo que dijeron eran peloteros es muy mejorable. Se muestran algunos incapaces de dar dos pases seguidos o de pasársela al compañero. Los supuestos jugones no lo son y tampoco tienen carácter suficiente para estar en el alto nivel al que ha llevado el Cholo al Atleti. Para traer un lateral en formación (Cholo dixit) mejor probar con la gente de la casa o un jugador experimentado de esos que había libres o a bajo coste.

Andrea Berta está para fichar y para advertir al cuerpo técnico de las capacidades o incapacidades de los jugadores. Además de compensar la plantilla. Que haya, al menos dos jugadores por puesto, y no exceso en algunas demarcaciones. Y, obviamente,  traspasar, si se puede, a aquellos jugadores que pasan todo el año lesionados. Le gusten o no al entrenador. Claro que cuando se le ofrecen fichajes de esta o aquella agencia de jugadores solamente, normal que prefiera quedarse con el cojo al que conoce. Curiosamente cuando vienen jugadores fuera de cierto marco suelen rendir, salvo que sean argentinos que por alguna razón no terminan de encajar con el Cholo, paradójicamente.

Empecinamiento con algo que no funciona

Ni se ha planteado recuperar otro sistema con jugadores de más físico o garra por lo visto hasta el momento. Pareciera que debiese algo a algunos jugadores que no han ofrecido nada en el terreno de juego. Jugar sin cinco en un sistema con tres centrocampistas no se le ocurre ni a Guardiola (salvo ataque de locura transitoria). Y tiene dos en plantilla, con distintas características. Pareciese que las alineaciones y los cambios se hagan para contentar a unos u otros o a la cuchipandi. Con cinco cambios luego venden que ha acertado. Si cambiando a medio equipo no se acierta… y luego el tema Griezmann.

Entre los tres o cuatro jugadores que la afición considera que han hecho las cosas de forma correcta en el terreno de juego, no hay duda de que está Griezmann. No le puede utilizar más por la chapuza que llevó a cabo Miguel Ángel Gil, pero eso parece estar desquiciando al entrenador y provocando que los posibles cambios estén condicionados al jugador francés.

Se nota que hay jugadores en los que no confía, por lo que sea o porque no alcanzan en términos de calidad, pero no se atreve a dar pasos buscando soluciones donde sea… incluyendo la cantera. ¿Seguro que no hay un central que no cometa barbaridades y de los pases al contrario? O un lateral que sepa defender…

Esperando a Godot

Todo esto se ha visto, con más o menos matices, en lo poco que va de temporada y no es lo peor. Lo peor, lo que tiene consternado a los cholistas, es que parece que no existe ninguna evidencia en que tenga en su cabeza y en su mano los elementos para el cambio. Se le ve con la cabeza gacha, el semblante demudado y más nervioso de lo habitual. Ni él, ni los 100.000 hijos de San Luis que tiene como ayudantes encuentran algún sistema o los jugadores necesarios para defender y atacar con solvencia. No ya con excelencia sino solvencia.

Muchos quieren que se vaya Simeone (pensando que Gil les va a fichar Tuchel o algo por el estilo… ya), los cholistas quieren que vuelva. Lo aterrador es que parce que no va a volver. El hombre de negro se ha aburguesado y enredado en cuestiones futbolísticas que no son las que posibilitaron un equipo aguerrido, que se dejaba el alma en el campo y sabían combinar en más de seis pases si hacía falta. El ocaso está cerca y provocar un enorme temor al vacío. Pero a día de hoy no se ve a Simeone con ganas para cambiar el rumbo. Y el domingo llegan las huestes de su florentineza con los árbitros y Tebas detrás…

Post Scriptum. Por si hay dudas, a los dos segundos de que el Cholo salga por la puerta del Metropolitano deben irse los del dúo prescrito.

¿Saben en el PSOE con quién se reúnen?

Es curioso cómo se “esconden” algunas reuniones en los grandes partidos políticos. Hace poco, en su gira por Europa, el ex-presidente dominicano Leonel Fernández se reunió en Ferraz con Hana Jalloul, responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, en busca de un lavado de cara internacional. Seguramente ni se hayan enterado de tal visita y encuentro, salvo que vean todos los días la página Flickr del PSOE por algún morbo inconfesable. A los periodistas les llegó una nota de prensa escueta y llena de las típicas frases del buenismo. Nadie dijo nada porque la incultura internacional está bastante entendida.

En aquel momento quien esto escribe se preguntó “¿Saben lo que están haciendo?”. No parece que lo supiesen y eso que Jalloul es doctora en Relaciones de Internacional y debería conocer el asunto aunque sea de oídas (ella está más dedicada al terrorismo internacional, que da más dinero y oportunidades evidentemente). Entre otras cosas porque ha sido un suceso que ha salpicado a toda Latinoamérica. El caso Odebrecht supuso el mayor caso de corrupción política internacional de la historia. Nadie había sobornado a más políticos en más países a la vez para conseguir los contratos de infraestructuras que se estaban llevando a cabo, algunos con financiación internacional.

Caso Odebrecht

Un caso escandaloso y con numerosas ramificaciones. Que se sepa, y todavía queda mucho por saber, en España se han localizado dos empresas que lavaban dinero, una en Pontevedra y otra en Zaragoza. Además la Audiencia Nacional investigó si Acciona, Isolux y FCC habrían sobornado también a políticos para adjudicarse contratos en comandita con Odebrecht. Anticorrupción ha solicitado 6 años de cárcel y 200 millones para el cerebro de la trama, Rodrigo Tacla. En parte receptor de 80 millones de FCC para adjudicarse dos proyectos en Panamá. Pues toda esta trama internacional llegó a República Dominicana, bajo el mandato de Fernández.

No ha sido el único caso de corrupción que han tenido sus gobiernos, llegando a ser tantos que se ha considerado como el período más corrupto de la historia democrática de República Dominicana. Las investigaciones aún no han llegado al propio Fernández, ya saben que la Justicia es inexorable pero lenta, pero el pueblo dominicano le mandó para su casa a la mínima oportunidad. Acabarán saliendo documentos de la corrupción leonesca por lo que, cuando menos, en el PSOE deberían haber sido cautos y precavidos. Aunque de esto no les van a acusar los medios con capital venezolano que atacan al gobierno diariamente por si las moscas… “ya tú sabes”.

Leonel Fernández, otro dirigente bananero

Con toda esa corrupción detrás de la espalda de Fernández el paripé tendría que haber tenido menos luz y taquígrafos si es que existía alguna obligación en recibirle. Pues por mucho que se autodenomina de izquierdas, en realidad no es más que otro trumpista. La socialdemocracia que representa Pedro Sánchez se encuentra ubicada en el Partido Revolucionario Moderno, una mezcla extraña donde hay conservadores rojos o socialistas azules (según prefieran), demócrata cristianos y algún liberal con sentido social. El partido del presidente actual, Luis Abinader. Para que se hagan una idea, Fernández viene a ser una especie de Cristina Fernández a la dominicana… con suerte.

Jalloul reunida con Fernández en Ferraz

¿A qué viene sacar esto ahora? Sencillamente porque Leonel Fernández la está liando en República Dominicana y va camino de cargarse el sistema democrático, por precario que sea. Trumpismo de manual como se cuenta en este artículo o peronismo caribeño, que es casi peor. Ya saben cómo han terminado todas las repúblicas bananeras o cómo están las cosas en Nicaragua. ¿Qué necesidad tiene Sánchez de ensuciar su imagen al aceptar a personajes como éste por muy ex-presidente que sea? Tiene suerte que la prensa española tiene una cultura baja, incluso los que fardan de conocimientos internacionales (otanistas como mucho), porque es para que aumente la criminalización de juntarse con los peor. En algún caso sí que se junta con lo peor.

La casa sin barrer

¿Fue una reunión a petición de Pablo Iglesias como sucedió con Delcy Rodríguez? ¿Ha surgido motu propio por desconocimiento? ¿Merece el PSOE ver cómo los ocrruptos latinoamericanos entran en su casa con alfombra roja? Le podían haber preguntado a José Bono, cónsul honorario en Albacete nombrado por el actual gobierno, con doble nacionalidad y con asuntos empresariales en aquel país. Ya que le mandan a programas de televisión, evitando dar la cara desde el propio PSOE, le podrían haber preguntado por los casos de corrupción y las intenciones políticas del personaje.

Como el partido está abandonado al culto al jefe pasa lo que pasa. La secretaria de relaciones internacionales se reúne con corruptos y el secretario LGTBi apoya los vientres de alquiler y la ley transgenerista pasando de las mujeres del partido. Una casa sin gobierno, con ceses indiscriminados y cargos puestos por contentar a este o aquel lobby, con un nutrido grupo de palmeros. Para responder a la pregunta, claro que saben con quién se reúnen. Tanto lo saben que han hecho desaparecer de las redes del PSOE el encuentro… pero aquí se lo contamos y les ofrecemos las imágenes.

Leonel Fernández, líder en República Dominicana de la «franquicia de Donald Trump»

El trumpismo, es decir, la política basada en el populismo más absoluto que no da soluciones reales a la ciudadanía y que sólo beneficia a los privilegiados y a las élites, ha llegado a República Dominicana de la mano de Leonel Fernández. En todos los países del mundo democrático ha aparecido una figura que encarna los valores que representan al expresidente de los Estados Unidos. No se trata de un movimiento ideológico, es un modo de entender la política desde postulados antisistema. Sorprendentemente, ese trumpismo suele ser encabezado por personas, hombres y mujeres, que han hecho su carrera política o han ejercido el poder dentro de ese sistema.

No obstante, el modo en que triunfó Donald Trump, incluso después de perder las elecciones de 2020, el discurso vacío pero contagioso, el uso de los nuevos modelos tecnológicos como herramienta de transmisión política (que no de comunicación), y, sobre todo, la efectividad en las encuestas y los índices de popularidad de los líderes que se acogen a este nuevo modelo de hacer política, ha arrastrado al «lado oscuro de la democracia» a muchos, sobre todo a aquellos que sorprendente pretenden retornar al poder tras muchos años en el limbo de la insignificancia. Tal es el caso de Leonel Fernández, líder del nuevo partido Fuerza del Pueblo.

Cuando la oposición pretende tomar el poder desde el populismo es el mejor síntoma de que el gobierno en ejercicio está haciendo las cosas bien. Sin embargo, personajes como Leonel Fernández son muy peligrosos no sólo para el sistema democrático, sino para el propio pueblo que ahora le jalea porque se ha dejado engañar por las soluciones mágicas propuestas por Fernández. En un momento de crisis global, que también afecta a la ciudadanía dominicana, es muy fácil convertirse en el «Harry Potter» de la política y convencer a la gente que no hay más que hacer un movimiento de varita y un conjuro para solucionar todos sus problemas.

Esa es la raíz del trumpismo de Leonel Fernández: la «todología», intentar convencer de que el gobierno de Abinader lo hace todo mal y que él lo hará todo bien porque tiene «recetas mágicas». En diferentes países ya se ha visto lo que ha ocurrido cuando estos trumpistas logran que el pueblo confíe en ellos. Brasil es un desastre, al borde del default y con unas tasas de criminalidad disparadas, es decir, todo lo contrario a lo que Jair Bolsonaro prometió en su campaña electoral. En Estados Unidos, donde nació el trumpismo tras la victoria de Trump en 2016, apenas se cumplieron las promesas, se provocó una guerra comercial con China, se intentó un golpe de Estado, se benefició a las grandes fortunas y las multinacionales con políticas fiscales irresponsables y, sobre todo, el país está absolutamente polarizado y, según han señalado expertos politólogos, al borde de una guerra civil.

¿Es eso lo que pretende Leonel Fernández que suceda en República Dominicana? Sus palabras parecen indicar que su idea es recuperar el poder al coste que sea, presentando «soluciones mágicas» y sin ningún atisbo del análisis serio que se esperaría de quien fue presidente durante 12 años.

Un ejemplo de ello se dio en Puerto Plata el pasado fin de semana. Leonel Fernández sacó todo su arsenal populista, no se guardó nada. Por un lado rememoró los tiempos en los que él gobernó pretendiendo hacer válido que «cualquier tiempo pasado fue mejor». Además, utilizó uno de los argumentos que los trumpistas no pueden dejar de lado: la exacerbación de la identidad nacional, algo que le acerca a los movimientos y partidos de extrema derecha de Europa y Estados Unidos.

«Se hizo mucho por Puerto Plata porque puerto plata ocupa un lugar central en lo que es la historia de la República Dominicana. Puerto Plata es orgullo de la dominicanidad y, por tanto, tiene que ocupar ese sitial, pero para hacerlo los gobernantes tienen que estar comprometidos y tienen que tener el conocimiento de cómo las cosas deben hacerse. A un gobierno no se puede venir a improvisar. A veces se dice, tienen buenas intenciones, pero no bastan las buenas intenciones, hay que tener buenas realizaciones en favor de Puerto Plata y de todo el pueblo dominicano», afirmó Leonel.

El análisis político de este extracto de su discurso es sencillo: no dijo nada, absolutamente nada. Palabras vacías pero muy bien colocadas para dar un sentido al vacío más absoluto. La frase «los gobernantes tienen que estar comprometidos y tienen que tener el conocimiento de cómo las cosas deben hacerse» es un verdadero trabalenguas no muy lejano del «la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte» de los Hermanos Marx. Leonel dijo que los gobernantes tienen que tener el conocimiento de cómo las cosas deben hacerse. Sin embargo, como todos los populistas del mundo dice lo que «se debe hacer» pero sin aportar soluciones ni exponer cómo hay que hacer bien las cosas. Debe ser que esa es la base intelectual de Fuerza del Pueblo, es decir, el vacío y la nada.

Leonel, evidentemente, tenía que soportar su vacío en algo para que la gente «comprara» y se enardeciera con su discurso y, sobre todo, se centró en las infraestructuras, algo que el líder de Fuerza del Pueblo sí conoce muy bien, demasiado bien.

Hay que recordar un hecho que es lapidario: los años centrales de gobierno de Leonel Fernández se enmarcaron en una situación global de bonanza económica. Apenas vivió una crisis mundial, dado que los mayores efectos de la de 2008 se hicieron sentir en República Dominicana en los años finales de su mandato, y no con la virulencia que sufrieron otros países como los estados miembros de la Unión Europea o Estados Unidos.

Entonces, es evidente que apelar a lo que se hizo en aquellos años es jugar con las cartas marcadas. El actual presidente dominicano, Luis Abinader, accedió a la Presidencia de República Dominicana en los momentos más duros de la pandemia del Covid-19 y su gestión para revertir la situación de parálisis de la economía ha sido alabada por las grandes potencias en diferentes foros económicos mundiales. Para poner más dificultades, la crisis energética provocada por la subida de los carburantes y de los derivados del petróleo, ha derivado en una inflación desbocada e importada que Leonel no sufrió cuando gobernó.

Sin embargo, el populismo trumpista de «cualquier tiempo pasado fue mejor» es utilizado sin ningún tipo de pudor. Dorar los oídos de la gente diciendo lo que están esperando escuchar es muy fácil. Lo que no es en absoluto demostrable es si Leonel tiene capacidad para gestionar una situación como la que se vive en la actualidad en todo el planeta, no sólo en República Dominicana.

Por otro lado, es normal que Leonel haga referencia a las infraestructuras. En ese capítulo él es un verdadero experto porque durante su mandato se construyeron muchas. Eso sí, según indica la documentación con la que cuenta Diario16, empresas adjudicatarias de obras públicas hicieron aportaciones económicas a la Fundación de Leonel Fernández y, sobre todo, durante los años que gobernó, las obras de Odebrecht se incrementaron a tales niveles que República Dominicana, en proporción, se convirtió en el país líder de la corrupción de la constructora brasileña. Todo ello sin entrar en los negocios con el actual senador, mano derecha de Leonel, Félix Bautista.

El líder de Fuerza del Pueblo, por tanto, no tiene proyecto político porque no sabe cómo gestionar un país en la situación actual. Además, presenta sus argumentos contra Abinader como si mañana fueran las elecciones, como si los presuntos incumplimientos fueran perennes. Quedan dos años de legislatura y Abinader es un presidente que cumple con la palabra dada al pueblo dominicano porque para él eso es más sagrado que las propias Escrituras. Los hechos son los que determinan la validez de los argumentos trumpistas de Leonel y, de momento, Fernández no tiene más remedio que acudir a la manipulación, la mentira y el populismo pensando que el pueblo es idiota. Abinader, por su parte, respeta a la ciudadanía de todos los puntos del país, desde Monte Cristi a Punta Cana, desde Santo Domingo a Puerto Plata. Por esta razón, su gestión está basada en un proyecto global que abarca cuatro años. Cambiar no se hace de la noche a la mañana, salvo que tengas la varita de Harry Potter que, al parecer, está en manos de Leonel Fernández.

El final del ardaturanismo llegó

Ahora que se desprecia el pasado (salvo para tirárselo a alguien a la cabeza por una cuita actual), pese a ser un presente, digamos, pasivo porque lo que hoy somos no deja de ser parte de lo que éramos hasta ayer mismo, nada mejor que recuperar la figura de un jugador de época. Arda Turan tan sólo jugó cuatro años en el Atlético de Madrid, pero marcó profundamente los corazones de los aficionados rojiblancos. Sin él no se entenderían ciertos títulos, ni tendría sentido ese calificativo de la prensa inglesa: mad, bad and dangerous.

Si hubo alguien que ejemplificó eso de locos, malos y peligrosos fue Turan en sus años rojiblancos. Creó, de la nada porque antes de su llegada en Turquía no existía tal significación, el ardaturanismo. Una especie de religión, dentro de la religión que supone ser del Atleti, donde se concitaban las esperanzas teleológicas o de futuro, el gusto por ciertas exquisiteces y una actitud entre sudapollista y chulesca. Turan ejemplificaba en aquel equipo de roca y granito la alegría de vivir y la locura rebelde del que dice “hasta aquí”.

En Madrid se creó el ardaturanismo y en Barcelona comenzó un declive propiciado por el entorno hostil que encontró. Pensar que iba a jugar suficientes minutos quitando el puesto a los caciques culés entra dentro de esa locura que mostraba en cada partido con el Atlético de Madrid. El FC Barcelona es una máquina de devorar jugadores fichados por el capricho del presidente de turno (Pjanic, Coutinho…) por el único deseo de un acopio sin sentido. Allí comenzó el declinar del ardaturanismo que se había forjado entre carreras y cabreos en Madrid. Un declinar que tuvo su epílogo en Turquía con pistolas de por medio.

Para el Cholo Simeone sólo existe el hoy (en sus declaraciones de ayer en la rueda de prensa pre-partido es claro), pero para muchos aficionados rojiblancos no, no llegan ese exceso postmodernista. Turan estará en los corazones de todos aquellos que disfrutaron con su juego, sus relajamientos en los partidos y sus idas de cabeza. Se marchó porque no quería correr justo en el momento en que el fútbol exigía más movilidad. Simeone, como Pep Guardiola y otros, fueron genios a la hora de augurar que el fútbol exigía la ocupación de espacios y, por ende, el esfuerzo físico máximo durante todo un encuentro. Para ese tipo de fútbol la cabeza de Turan no estaba preparada.

De nada vale hacer cábalas sobre si se hubiese quedado… seguramente la magia que salía de sus botas (así le ha recordado su ex-compañero Saúl, como un mago) hubiese dado alegrías a la afición del Atleti. Igual, con él, esa segunda final no se hubiese perdido en los penaltis. Igual otra liga podría ocupar su espacio en las vitrinas del Metropolitano. Igual todo hubiese transcurrido por el mismo camino que ha transcurrido en el equipo rojiblanco (que no ha sido malo), pero con la visión de Turan en el césped. Loco, malo y peligroso, siempre estará en el corazón de muchos aficionados. El ardaturanismo se acabó el día que se fue al Barça, ayer fue su final oficial.

Post Scriptum. Nos hubiese gustado ofrecer alguna imagen, de forma legal obviamente, del paso de Turan por el Atlético de Madrid, pero La Liga sigue con su dictadura dualista y no ha elegido mejor imagen que una de los 38 partidos que jugó en el Barça. Tras 178 partidos en el Atleti parece que sólo jugó en el club blaugrana. Los aparatos ideológicos del duopolio actuando en todo momento.

¿Quién heredará el reino de Redonda?

Ha fallecido el rey de Redonda. ¡Viva el rey! Una gran pérdida de las letras españolas. Posiblemente su mejor escritor, visto desde todos los ángulos posibles, en décadas. Aquel cuyas novelas no sólo tenían la habilidad de transportar al lector más allá de la realidad circundante, sino que insertaban en cada uno una serie de dudas, de cuestiones sin resolver. La duda permanente sobre lo real era fundamental en sus escritos, así lo reconoció él mismo en alguna que otra entrevista, tanto como la defensa de ciertos principios éticos.

Ser hijo de un filósofo de la magnitud de Julián Marías no debió ser sencillo y más con el peso de la herencia del orteguismo. Sí le posibilitó, en aquellos años del franquismo (cuando el franquismo liberó a su padre del castigo del repudio público e institucional, rendidos a su prestigio intelectual), el acceso a obras y personas que al resto de la población casi les estaban vetadas. Una educación bajo los parámetros de la Institución Libre de Enseñanza tampoco era frecuente y él la tuvo. Hijo de filósofo y de escritora, sobrino de directores de cine o dramaturgos tampoco era común. Fue un privilegiado en ese sentido sin duda, pero ese privilegio nunca le llevó a la prepotencia o a una doble moral. Al menos eso cuentan quienes bien le conocieron.

Renunció a una primera inserción en la Real Academia Española porque le parecía incorrecto estar en una institución en la cual ya se encontraba su padre. Una vez fallecido el progenitor, en cuanto hubo posibilidad, aceptó su entrada. Tampoco aceptó el Premio Nacional de Novela porque siempre había expresado, en público y privado, que no era de su gusto recibir dinero público por escribir o recibir algún premio donde los proponentes fuesen instituciones públicas. Incluso expresó que, agradecido, no tenía nada que ver con el paso momentáneo del PP por el Gobierno. Jamás era jamás. Lo mismo que proponía, aquí y allí, en sus novelas como característica ética, lo aplicaba a su vida personal.

Javier Marías ha sido, con todas las dudas que el propio fenecido pondría, el mejor escritor español de los últimos treinta años. Nadie supo conjugar como él el uso excelso del español, buscando palabras casi olvidadas si era necesario, con la creación de magníficos personajes. Porque Marías siempre fue un gran creador de personajes insertados en una historia atrayente. Hay escritores que tienen capacidad para dotar a sus personajes de personalidad, atrayente o no, en una historia pobre; otros escritores son capaces de narrar buenas historias con personajes banales; pero sólo los elegidos son capaces de aunar la buena historia con el buen personaje.

Normal que fuese calificado, en más de una ocasión, como el Faulkner español. Aunque eso sería menospreciar la creación de un mundo propio. Total, cualquiera que escribe no deja de ser hijo de sus lecturas, y Marías meceré tener su propio espacio. Al menos eso han pensado fuera de España alabando su prosa y calidad, e incluyéndole en el catálogo de Clásicos Modernos de Penguin. En los últimos años ha sido un permanente candidato al Nobel. Se marcha sin haberlo conseguido, aunque visto cómo se elige, más por cuestiones políticas y mercantiles (hubo de ser suspendido un tiempo por corruptelas), no es un demérito.

En sus columnas no dejaba títere con cabeza. No por una cuestión puramente ideológica, ha repartido a diestra y siniestra, sino por un cumplimiento de lo ético, de lo pactado, de la liberalidad, de lo que debe ser para proporcionar un bien común. De ahí que los mangurrianes de la política, los postmodernitos, los ocurrentes con dinero público o, simplemente, los caraduras fuesen asaeteados por las certeras flechas de la prosa de Marías. Una doble vertiente, la de novelista y articulista, que nunca dejó pese a las cargas de caballería polaca que recibía.

Para algunos sus novelas serán un tanto densas, algunas lo son, pero la calidad que se contenía en una simple decena de sus páginas era suficiente para ver que se estaba ante un genio de las letras. Un genio republicano y que, paradójicamente, era rey del reino de Redonda. Un reino de las artes que ahora queda huérfano de dirigente máximo. ¿Quién asumirá la difícil sucesión? ¿Su amigo y duque Luis Antonio de Villena, excelso poeta? ¿Su amigo y duque Arturo Pérez Reverte? ¿El duque Francis Ford Coppola? ¿La duquesa Alice Munro?

El rey de las letras ha muerto. ¡Viva el rey!

Post Scriptum. Como sucede en otras ocasiones la clase política obviará el reconocimiento público debido a un grande de las letras españolas. “Como no es de los nuestros, que se joda” pensarán unos y otros. Lástima pues hijo más ilustre de España y Madrid en el bello arte de las letras en el mundo no ha habido en los últimos tiempos. La incultura, el infantilismo y la estulticia, esas sobre las que se quejaba en sus columnas y novelas, son parte del perfil político actual.

#NovedadesLiterariasD16 Pequeñas y medianas editoriales (11 septiembre)

Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales y/o las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

Esther Ginés, Aguas azul tormenta, Tres Hermanas, 19€

A comienzos de los años 80, la escritora Odette Murray regresa a la casi despoblada isla de Fair, en las Orcadas, donde su madre desapareció una década atrás. Su intención es escribir una novela autobiográfica para cerrar un duelo que ha oscurecido los mejores años de su juventud y ha condicionado su forma de entender la vida. Detrás de su decisión por aislarse de todo para abordar este proyecto se esconde también una necesidad de huida de su vida actual, en especial de la relación que mantiene con su pareja. Aguas azul tormenta invita al lector a regresar a las islas indómitas donde se ambientó Mares sin dueño para abordar la complejidad de las relaciones maternofiliales, los secretos familiares, el perdón, el peso del pasado y el tabú de la enfermedad mental.

Sara Gallardo, Eisejuaz, Malas Tierras, 19,90€

Después de sentir un extraño llamado, Eisejuaz rompe con las enseñanzas de la misión que lo evangelizó para seguir un camino errático y solitario en busca de su propia santidad. Abandonado por su pueblo, por los misioneros y hasta por el Señor —que no responde a sus llamados y lo condena a un silencio atroz—, Eisejuaz es relegado a la más absoluta marginalidad, convirtiéndose en un extranjero en su propia tierra. Ambientada en el paisaje arrasado del norte argentino, Eisejuaz es una novela de frontera que evade los lugares comunes del regionalismo a través de la creación de una lengua fascinante y llena de alteraciones. Una historia de iniciación y sacrificio atravesada por dilemas individuales, cuestiones sociales y destinos inexorables, protagonizada por mensajeros chamánicos, pastores noruegos, indígenas evangélicos, frailes franciscanos, patrones y mujeres prostituidas y esclavizadas. Olvidada durante décadas y recuperada por Ricardo Piglia, la novela hoy ocupa el lugar que se merece y se ha convertido en un clásico de la literatura latinoamericana, a menudo comparada con obras maestras como La pasión según G.H., Pedro Páramo o Zama.

Bette Howland, El pabellón 3, Tránsito, 20,90€

Bette Howland tenía treinta y un años y su vida consistía en criar sola a sus dos hijos pequeños y escribir todo lo que pudiese. Con un sueldo de librera a media jornada, luchaba por salir adelante en una Chicago hostil y helada. Una tarde, la desesperación pudo con ella: se tragó un bote de somníferos. «Quería dejar atrás toda mi historia personal —la oscuridad y el secretismo, los agravios privados, las penas y vanidades relamidas—, sacudírmela de encima como la tapa de una alcantarilla». Tres días después, se despertó en el psiquiátrico en el que pasaría un año. Este libro es el relato de aquella estancia donde, en vez de explorar su propia crisis, captura con una mirada de asombro el pulso de la vida en el pabellón. Un retrato extraordinario de la comunidad que la acompañó, de sus hábitos, sus obsesiones, su comicidad. Un debut, publicado originalmente en 1974 y ahora por primera vez en español, que supuso la salvación de su autora.

Martí Colom, Los cuadernos de Nadine, Funambulista, 18,50€

Julio de 1914. Desde el asesinato del archiduque de Austria en Sarajevo, los tambores de guerra redoblan por toda Europa. En París, Nadine Ledoux se deja cautivar por Raoul Villain, un joven reservado detrás de cuya timidez ella intuye un carácter noble. Jean Jaurès, director del periódico L Humanité, gran intelectual, pacifista y líder de los socialistas franceses, orquesta una campaña política y mediática en contra del inminente conflicto bélico: sabe que los pobres y los obreros no tienen nada que ganar en la contienda. Lo que Jaurès no sabe (¿o tal vez sí?) es que el tiempo se le acaba… El autor se adentra en las contradicciones y en la psicología de los protagonistas (pues «nunca se conoce la íntima madera de uno mismo», como dice Eduardo Gallarza en el postfacio) y, sobre todo, de Nadine, la amante de Villain, que en sus cuadernos plasma las emociones de quien se vio involucrada en unos acontecimientos que cambiaron el curso de la Historia.

Sara Gallardo, El país del humo, Malas Tierras, 22€

Publicado en 1977, El país del humo es el único volumen de relatos de Sara Gallardo. Sus cuentos exploran una multiplicidad de géneros y tradiciones literarias pero, en palabras de su autora, están «unidos por el común denominador de América, un lugar donde nada permanece, donde todo lo hecho se borra enseguida y donde se levantan estatuas en una inútil batalla contra el humo». Gallardo reescribe, reinterpreta y hasta reinventa en estos cuentos la historia de un continente. En lugar de las voces legitimadas —de próceres, historiadores, políticos y vencedores— aquí los relatos quedan a cargo de los antihéroes, personajes anónimos, marginados, solitarios, vencidos y no siempre humanos. El país del humo no solo condensa tradiciones estéticas que abordaban los anteriores libros de la autora, sino que explora y pone a prueba otros temas, estilos, registros y géneros que luego reutilizará, amplificará y revisará en sus novelas posteriores. El resultado es una obra caleidoscópica y coral, que confirma el talento de Sara Gallardo y constituye una de las cimas de su narrativa.

Eduardo Halfon, Un hijo cualquiera, Libros del Asteroide, 14,94€

«Escribí las historias que componen este libro durante los últimos cinco años, es decir, durante los primeros cinco años de la vida de mi hijo. Y aunque las historias de un escritor se le van cruzando como peatones o gatos en el camino, llevo cinco años caminando y escribiendo mientras sostengo en mi mano la mano de un hijo que entra y sale de esas historias, y que corre a esconderse en algunas de ellas, y que a veces hasta me susurra las suyas. Un hijo que, de pronto, me obligó a escribir como padre.»

En los textos reunidos en este nuevo libro de Eduardo Halfon, la paternidad –con sus vulnerabilidades y fortalezas– es a menudo el lente a través del cual el autor revisita algunos de los temas predilectos de su universo literario. Halfon escribe sobre la infancia, el desarraigo, la muerte, la vocación de escritor o la búsqueda de la propia identidad con una economía de medios inversamente proporcional al resultado obtenido. Un libro luminoso y valiente que es quizás uno de los más personales de un autor considerado ya uno de los escritores más relevantes de la literatura latinoamericana reciente.

Cara Hunter, Fuego en Oxford, Duomo, 19,90€

Una casa arde en Oxford… y sus cenizas ocultan una verdad terrible.

Las apacibles calles de Oxford se encuentran en plenas celebraciones navideñas, cuando un incendio irrumpe en la oscuridad de la noche. Los bomberos se afanan en apagarlo y logran localizar a dos niños. Pero todos se preguntan dónde están los padres, y más aún cuando se confirma que el incendio fue provocado.

Cara Hunter vuelve con una nueva entrega de la serie del inspector Adam Fawley, que deberá descubrir quién ha provocado el fatídico siniestro y por qué. Tras ¿Quién se ha llevado a Daisy Mason? y El sótano de Oxford, este es, sin duda, el caso más aterrador al que deberá enfrentarse el detective.

Stanislaw Lem, Fábulas de robots, Impedimenta, 20,95€

Seres con circuitos, princesas autómatas, ladrones de guante eléctrico, sabios muy sabios, bestias de silicio y reyes del algoritmo. Artefactos mecánicos que se han expandido hasta colonizar el último rincón de la galaxia, y que a pesar de todas sus virtudes y bajezas, y de su proclividad a la locura y a la ambición, son incapaces de errar ni de desviarse de su programación. Fábulas de robots es uno de los títulos más míticos del maestro polaco Stanislaw Lem, una brillante antología de mitos y leyendas cibernéticas, que fluctúan de lo profético a lo surrealista, de lo filosófico a lo humorístico, en las que el hombre es el verdadero rival a batir: seres mitológicos, semilegendarios, con fama de blandos, de pusilánimes y de paliduchos, y con una fatal y peligrosa tendencia al crimen.

Diamela Eltit, El cuarto mundo, Periférica, 17€

En El cuarto mundo, tercera novela en la fecunda trayectoria de Diamela Eltit, y publicada en 1988, todavía en el contexto de la represión dictatorial chilena, un hermano y una hermana gemelos compiten por la atención del lector del mismo modo en que, antes de nacer, competían por el espacio en el vientre materno, lugar de enunciación elegido por la escritora para hacer hablar a sus personajes en el arranque de esta historia.

Tal y como acostumbra, sirviéndose de un lenguaje lírico que desafía y cautiva, Eltit explora los límites de la narración para abordar con espíritu crítico el universo familiar y la maternidad, la construcción del género, los roles socialmente asignados a hombres y mujeres o la materialidad del cuerpo femenino como centro de las relaciones de poder.

Barbara Pym, Jane y Prudence, Gatopardo, 21,95€

Jane Cleveland y Prudence Bates forman, por edad y temperamento, una extraña pareja de amigas. Jane tiene cuarenta y un años, está casada con un clérigo y lleva una vida plácida pero anodina. Desempeña sin gracia y sin entusiasmo el papel de ama de casa; atrás quedan sus años de docencia en Oxford. Su aspecto torpe y descuidado contrasta con el de Prudence, una mujer independiente, atractiva y elegante con un largo historial amoroso que, a sus veintinueve años, ha alcanzado una edad «crítica para una mujer que aún no se ha casado». Corren los años cincuenta del siglo pasado y, según la mentalidad de la época, está a punto de pasar de soltera con pretendientes a solterona sin remedio.

Con la mejor voluntad, Jane decide resolver el problema y buscar al hombre apropiado para su amiga. Utilizando como excusa una partida de whist, Jane invita a Prudence a su parroquia rural con la secreta esperanza de que entable un idilio con Fabian Driver, un viudo apuesto y solitario. Sin embargo, Jane descubrirá que el papel de casamentera puede llegar a ser tanto o más complicado que el de ama de casa. En esta deliciosa comedia de costumbres, Barbara Pym retrata la amistad de dos mujeres cuyos destinos se ven constreñidos por los convencionalismos de la clase media británica.

Emily Eden, Los vecinos de lady Chester, Libros de Seda, 19,95€

Blanche, lady Chester, una joven bella, recién casada y embarazada, y también un poco engreída, se traslada a regañadientes junto con su hermana Aileen a una casa adosada de las afueras mientras su marido, Charles, se encuentra de misión diplomática en Berlín. Al llegar, descubre horrorizada que sus vecinos, los que ocupan la casa adosada a la suya, son de una clase social inferior a la suya. Sin embargo y a pesar de las reticencias, acabará por entablar amistad con la señora Hopkinson y sus dos hijas. Entre fiestas, picnics y obras de caridad, ambas familias se irán conociendo y ampliando su círculo social. Pero, al mismo tiempo, habrán de guardarse de aquellos que solo las buscan por el interés y la posibilidad de medrar socialmente.

Félix García Hernán, Días sin sol, Alrevés, 20€

Tres víctimas de la crisis económica que asoló el mundo hace unos años contactan casualmente a través de una plataforma digital y deciden unir sus fuerzas para propiciar una cumplida venganza de quienes les han llevado a esa situación.

Días sin sol nos muestra un crudo retrato de esos banqueros, magistrados, funcionarios corruptos y otros personajes deshonestos que fueron los protagonistas perniciosos de una época en la que muchos pensaron que el sol ya no volvería a iluminar sus vidas.

Una vez más, con una prosa incisiva, arrolladora y precisa, Félix García Hernán se revela como un hábil constructor de tramas tan vibrantes como vertiginosas en las que, unida al indudable carisma de sus personajes, no olvida, en lo que ya es una característica común de todas sus obras, la denuncia social.

Días sin sol confirma el talento de un autor que sabe mirar con una sensibilidad especial a unos personajes llamados a perdurar en nuestra memoria.

Marco Steiner, Ultramar, Confluencias, 22,90€

Esta es la segunda novela con el joven Corto Maltés, imaginado en un momento anterior a las historias creadas por Hugo Pratt. Comienza en Sicilia y concluye en Camboya, en una atormentada travesía que le llevará por los puertos de las islas griegas, Venecia o Estambul hasta la isla prisión de Poulo Condor, al sur de la China y las aguas del Mekong. Gran parte del fascinante mundo de Corto Maltés, que los libros de Marco Steiner describen con su espíritu más genuino, se encuentra en el hecho de que Corto es contemporáneo de todos los mitos exóticos y las leyendas nacidas en la edad mágica de la marinería europea. Transformaren escritura las imágenes de ese mundo diseñado por Hugo Pratt, tiene el mérito de exaltar al máximo la atmósfera narrativa que crea el escenario para esos personajes.

Antxiñe Mendizabal Aranburu, Vínculos, Consonni, 23,50€

En un recorrido que comienza en 1941 y llega hasta nuestros días, esta espléndida novela nos relata la historia de una familia carlista conservadora de Pamplona a través de tres mujeres de tres generaciones diferentes —Matilde, Teresa y Amaia—, tres matrioskas que buscan a sus madres y al mismo tiempo reniegan de ellas.

Esta primera novela de Antxiñe Mendizabal, escritora principalmente de literatura infantil y reconocida editora, fue originalmente escrita y publicada en euskera, captando la atención de la crítica ante esta historia formalmente ambiciosa, muy bien documentada y llena de emoción en su mesura. La narración va reflejando, como si de un espejo itinerante se tratara, las formas de vida, modas y sucesos de cada época, hilando así una vívida crónica de las tensiones, luchas y cambios sociales. Pero además de la Historia con mayúscula, conoceremos también otras muchas historias personales: las de los componentes de la familia Echaluce, las de sus parientes, sus empleadas, sus amistades y sus enemigos.

Pero, sobre todo, este es un intenso y conmovedor relato sobre los vínculos entre madre e hija: una relación difícil, compleja y dolorosa, construida por sentimientos contrapuestos, y que, al igual que algunas bebidas, en un primer trago nos quemará la garganta, pero nos calentará el alma durante mucho tiempo.

Lu Min, Cena para seis, Adriana Hidalgo, 24,90€

Entre fines del siglo XX y principios del XXI, en pleno proceso de reforma económica china, dos familias monoparentales viven en una remota zona industrial. Los seis personajes se conocen, se dan calor, se lastiman, comparten experiencias juntos para luego separarse y seguir cada uno un curso de vida distinto y enfrentar a su manera los sufrimientos que la vida les presenta. Seis personas comunes, buenas y humildes que, en medio del desconcierto y las transformaciones socia- les, buscan un camino que los lleve al éxito.

José Antonio Molina, La memoria de las sirenas, MAR Editor, 17€

José Antonio Molina nos muestra toda esa belleza que sale del alma humana. La heterogeneidad es la nota característica de nuestra vida, y Molina encuentra en diversas obras de la cultura un hilo conductor; una preocupación por la naturaleza cambiante, por la contemplación del universo sobre nuestras cabezas, y nos presenta el misterio de la existencia, los nuevos desafíos para la vida, el origen del arte y su manifestación, su capacidad de atrapar el momento. En esta ruta nos encontramos con Edmond Dantès, quien hace el viaje a los infiernos, a las profundidades de la muerte, y resucita convertido en ángel vengador; sufrimos la experiencia reveladora de 2001. Una Odisea del espacio, y somos testigos del encuentro entre Stanley Kubrick y el novelista Arthur C. Clarke; recordamos la advertencia de Pico della Mirandola, cuando nos anuncia dos caminos posibles para la humanidad: “Las estrellas o el fango”; contemplamos el carácter sobrehumano de Judit, que engañó a Holofernes, cruel comandante de un ejército invasor, verdugo y víctima de sus deseos, decapitado por tan poderosa heroína. En este viaje a la profundidad del alma humana retumban los versos de Omar Khayyam, que mandó su alma a sondear el abismo y volvió con una inquietante embajada: “Yo soy el cielo, y el infierno”.

Estos textos surgieron como colaboraciones en Zenda y La Opinión de Murcia. Nacieron atemporales y pretenden ayudarnos a encontrar en nosotros la belleza, la eternidad.

Zeruya Shalev, Dolor, Acantilado, 24€

Iris, una directora de escuela de cuarenta y cinco años, madre y esposa, goza de lo que considera una vida apacible en Jerusalén hasta que un atentado terrorista lo cambia todo. Zeruya Shalev imbrica así, con una prosa magnética, el conflicto social y el personal para adentrarse en la complejidad de las relaciones humanas y ofrecer un relato profundamente conmovedor.

Víktor Nekrásov, En las trincheras de Stalingrado, Automática, 25€

Esta obra es una pieza fundamental de la literatura bélica y uno de los primeros textos escritos en la antigua Unión Soviética que aborda con honestidad incontestable el que, probablemente, sea el episodio más importante de la Gran Guerra Patria: la batalla por Stalingrado. El autor se centra en mostrar el conflicto desde los ojos de sus protagonistas, los soldados.

Richard Hull, Mi propio asesino, Alba, 21,50€

El protagonista de esta novela es un abogado londinense que lleva, a su pesar, una vida «tranquila y monótona». Una noche recibe en su casa la visita de un amigo y cliente que le confiesa que acaba de matar a su criado. El abogado urde un complicado plan para salvarlo. Esta obra constituye una mezcla de comedia insolente y novela policiaca en la que las convenciones del género sirven a propósitos insólitos.

Will Levinrew, El asesino invisible, Siruela, 19,95€

Tras una cena familiar organizada por el millonario estadounidense Rodney Borger, siete comensales resultaron hospitalizados con síntomas de intoxicación. Y aunque todos se recuperaron pronto, décadas después, el ya moribundo magnate quiere saber cuál de los miembros de su familia intentó acabar con él. Para ello requerirá los servicios del profesor Herman Brierly, químico famoso y apasionado de la criminología.

Meryem Alaoui, De la boca del caballo sale la verdad, Cabaret Voltaire, 20,95€

Yemía, a la que el destino guiado por decisiones desafortunadas llevó a ejercer la prostitución, vive sola en Casablanca con su hija. Meryem Alaoui nos ofrece una colorida panorámica de la vida cotidiana en un Marruecos popular donde cada uno se enfrenta a las dificultades y las supera a fuerza de vitalidad e ingenio. Pero la llegada al barrio de una joven llamada Chadlía cambiará por completo su futuro.

Jan Morris, Enigma, Gallo Nero, 19€

La gran escritora de viajes Jan Morris nació como James Morris. Con ese nombre se distinguió en el ejército británico y se convirtió en un audaz reportero de éxito. Estaba felizmente casado y con hijos. Pero durante toda su vida sintió que en el fondo era una mujer. Esta obra es uno de los primeros libros en plantear la transexualidad con honestidad y naturalidad.

Inger-Maria Mahlke, Archipiélago, Vegueta Ediciones, 28,50€

Rosa regresa de Madrid a Canarias en búsqueda de algo. ¿Qué? No lo sabe. Está tan perdida como el resto de su familia, la otrora influyente y conservadora estirpe Bernadotte. Con un estilo literario brillante y extraño, la autora retrocede para recorrer la vida de Julio, la de los Baute y los Bernadotte, pero también las pequeñas grandes historias de quienes no han pasado a la historia.

K. J. Parker, Infiltrado, Red Key Books, 14,95€

Tras una experiencia traumática, y designado por sus superiores como «frágil», un demonio pasa sus días en un apacible convento distrayendo a los monjes de sus obligaciones religiosas. Su tediosa existencia termina cuando le encargan una nueva misión en la lejana Antecira. Una novela a medio camino entre el terror y la fantasía oscura, donde hombres y demonios rivalizan en ingenio y amoralidad.

Julia Ruíz Bueno, En el agua de tus huellas, NPQ Editores, 15,90€

En el agua de tus huellas narra la aventura de David y Mina, dos fugitivos que se encuentran mientras huyen. En el transcurso de la historia, probablemente nos demos cuenta de que están buscando lo mismo. Mina es una viróloga que protege de las manos de un coronel corrupto el fármaco que ha descubierto contra un virus letal. Lo hace junto a David, un viticultor de prestigio que ha perdido a su familia tras la destrucción de su finca. Para ello han de cruzar montañas, ríos y ciudades en tanto alcanzan su destino. Durante la persecución reciben la ayuda de personas entrañables en lugares encantadores, aunque también descubren la cara oculta de algunas de ellas. Mina nos habla de forma sincera, nos abre su corazón y nos adentra en lo más hondo de su alma a través de su visión introspectiva de la vida, sus diálogos interiores y su sentido del humor. David y Mina nos invitan a conocerlos y a disfrutar de su amistad con la ayuda de los sonidos, colores y sabores de la naturaleza que los rodea.

Ilustrados

Grégory Mardon, Cuando el trabajo mata, Garbuix, 19,95€

Carlos ha logrado su sueño: un puesto de ingeniero automovilístico en una gran multinacional. Pero nunca habría podido imaginar que esto le supondría un descenso a los infiernos por la progresiva deshumanización, presión y sobrecarga mental en el trabajo. Una situación tolerada por los directivos de su empresa y que será fatal, llevándole al suicidio. Tras una larga investigación acerca de la oleada real de suicidios de trabajadores en Renault y France Telecom, los autores nos cuentan cómo se establece el sistema de acoso, en todos los niveles de la jerarquía, para llevar a los empleados al límite de sus capacidades. Una narración sobre un entorno implacable en el que las personas no son más que carne de cañón.

Luis NCT, Kaya, Astiberri, 25€

Kaya es una joven salvaje que busca alcanzar el Reino Perdido del Norte para traer consigo el tesoro de sus antepasados. Pero no es la única. Provista de la mitad de un mapa, flanqueada por un enano, un guerrero y una bruja, y perseguida por la furia de un dragón, emprende un largo periplo en busca de su tierra ancestral y de sí misma.

Kaya se ambienta en el universo de Wahcommo (Astiberri, 2018), un relato de iniciación con personajes singulares, colores apabullantes y mucha épica, cuyos derechos se vendieron a Estados Unidos.

Alejandra Pizarnik y Santiago Caruso, El eco de mis muertes, Libros del Zorro Rojo, 15,90€

Esta es una pieza única que nos permite, una vez más, adentrarnos en la obra poética de la gran escritora argentina Alejandra Pizarnik a través de la mirada del artista Santiago Caruso. Siguiendo la estela de «La condesa sangrienta» (Libros del Zorro Rojo, 2022), las pinturas de Caruso en «El eco de mis muertes» nos llevan a emprender un recorrido por el imaginario de Pizarnik.

Lorenzo Coltellacci, Escher, Avenauta, 19,90€

Un viaje a la mente de un genio visionario que con su obra gráfica ha desafiado las leyes del tiempo y el espacio, dialogando con diversas disciplinas, desde la filosofía a las matemáticas, y ha sumergido al observador en la vorágine de sus ilustraciones. Esta novela gráfica acompaña al lector por la vida y la obra de M. C. Escher, un artista que ha fascinado a generaciones enteras.

Poesía y Teatro

Alberto Cortés, Los montes son tuyos, Continta Me Tienes, 14€

Los montes son tuyos reúne dos piezas de Alberto Cortés: El Ardor (2021) y One night at the golden bar (2022). Sus obras se han estrenado en el Festival de Otoño de Madrid, y van a reestrenarse en el Festival Iberoamericano de Teatro y en el Teatro Central de Sevilla. El dramaturgo tiene una puesta en escena a medio camino entre lo popular y lo filosófico, que recuerda a lo mejor de los románticos y de los malditos.

AA.VV., Un puñado de tierra, Reino de Cordelia, 26,95€

Aunque la mirada de Occidente permanece centrada actualmente en Ucrania, poco se conoce de su cultura, su poesía y su pintura. Los traductores Luis Gómez de Aranda y Olena Kúrchenko han realizado la primera antología bilingüe de la lírica de ese país, compilando poemas clásicos del realismo y romanticismo de los siglos XIX y XX junto a obra de escritores actuales, que publican y son leídos en el siglo XXI. El volumen se ilustra con pinturas de artistas plásticos de la colección del Museo Nacional de Arte de Ucrania. En la selección ha primado sobre todo la calidad de los creadores, unidos por el denominador común de la defensa de la nación ucraniana. La reivindicación de un país unido durante décadas a la Rusia soviética, que desde su independencia mira a Europa.

Eusebio Calonge, Vanas repeticiones del olvido, Pepitas de Calabaza, 29,90€

En palabras del propio autor, estas obras se reúnen con la intención de facilitar «una visión completa, todo el horizonte de un lenguaje. Creo que existen en el mío unas corrientes constantes: la meditación sobre el propio sentido del teatro, una cotidianidad que se rebela contra el sinsentido de su existir […], un compromiso con la dignidad humana y una búsqueda de lo trascendente».

Raúl Zurita, Mi dios no ve, Vaso Roto, 30€

En 1969 Raúl Zurita empieza a escribir El sermón de la montaña, su primer poema. Deja ya patentes buena parte de sus inquietudes creativas: la reflexión sobre lo transitorio y lo efímero, la experiencia del yo y especialmente la búsqueda, a través de la poesía, de mantras contra el dolor. Todas ellas se desarrollan en Mi Dios no ve, un itinerario documental por las más de cinco décadas que el chileno ha consagrado a la escritura.

Mi Dios no ve incluye poemas, relatos autobiográficos, fragmentos de entrevistas, traducciones. Y también imágenes de sus intervenciones de land art, de acciones performativas sobre su propio cuerpo y de otras incursiones en el arte contemporáneo.

El libro reclama, así, el reconocimiento de Zurita no sólo como gran poeta, sino como artista total.

Carlos Velado, Huir mientras regresas, Valparaíso, 14,96€

Qué suerte estar vivo, estar con vosotras, tener una guitarra. Poder viajar a lugares sin sitio, dar clase y aprender de todo. Qué bien entenderte cuando callas, verte si me miro en el espejo, saber las sílabas de hogar. Y, a la vez, qué lástima de mundo envasado a veces, qué dolor recordarte, sufrir el silencio de tantas conexiones vacías. Por eso, porque la vida no tiene una sola respuesta, en este poemario explota una pregunta: ¿si pudiéramos huir, a dónde regresaríamos?

Dalia Alonso, La divina, Sonámbulos, 13€

Este estreno de Dalia Alonso, titulado La Divina, tiene dos cosas que muy rara vez se dan en un primer libro. Por un lado, encontramos en él una voz distinta y reconocible, rica, densa, con verdad, capaz de modularse y variar sin dejar de ser ella misma. Eso ya es mucho. Pero además no nos encontramos ante una colección de poemas-ejercicio: estamos ante un conjunto unitario que no sacrifica a su hilo los muchos puntos de fuga, las variaciones, las necesarias contradicciones. Hay algo que Dalia Alonso nos quiere contar (lo que ya de por sí es raro) y además sabe cómo hacerlo, sopesando las palabras, con una conciencia muy clara de cada elección. No se leen muchos libros así. Y menos como este, que ancla la búsqueda de una verdad en la belleza, en la elección de lo bueno. Si tenía razón Keats cuando escribió aquello de “A thing of Beauty is a Joy forever”, no lo duden: este libro es para siempre.

Andrés García Cerdán, Grunge, Reino de Cordelia, 12,95€

A lo largo de los años García Cerdán ha ido componiendo esta extraordinaria colección de poemas, «Grunge», vertebrada en torno al ritmo y a la música. Su conocimiento y erudición en los clásicos, perfectamente enchufada a la música popular de los años recientes, da lugar a pasajes y versos tan atípicos como memorables. Pocos autores pueden escribir nuestra peripecia vital apoyados en una poética tan sólida: siendo absolutamente contemporáneo, remontarse por entero a la prehistoria de lo que late en cualquier mito que intacto atraviese el tiempo: el ritmo. Como dice Agustín Fernández Mallo, con este libro la poesía pierde su obviedad y se traduce en verdaderos relámpagos que el lector no solo sentirá suyos sino atemporales.

Matilda Södergran, Los delirantes, Letraversal, 14,90€

Las preguntas incómodas deben ser confrontadas. En el delirio o en lo matérico, en la sordidez del cuerpo humillado y del cuerpo que se celebra a sí mismo. En las líneas de aproximación a la fragilidad de la sangre y la mente, envueltas en la violencia cotidiana que se tapa con soledad, con hambre de sueños que escapen de las pesadillas en el arrullo de los bosques escandinavos. (David Guijosa Aeberhard)

Julio Ángel Olivares Merino, La cacería, Inlimbo, 15€

Como una nana de desamparo, entre los recuerdos de la casa de infancia y las caricias ya caducas, trasforma la serenidad este poemario en el que la niñez mira, con recelo, pero sin disimulo, a los ojos de la muerte.

Salus Casaseca, La tiza de oro, NPQ Editores, 15€

La tiza de oro aborda la insatisfacción de no haber comprendido por qué seguimos repitiendo nosotros los métodos que llevan a repetir a tanto alumnado; o por qué no acabamos de ver que la heterogeneidad no baja nivel, sino que lo sube. Nos ocupa únicamente la preocupación de acabar bien los temas y examinar después, anhelando una objetividad sin imaginación. Hay en el libro una crítica a los opinadores que solo son capaces de aprender lo que ya saben, a los que nadan río abajo, seguros de que todo acaba en junio, cuando dan la nota. El buen maestro es como un concertista de jazz, que sorprende a cada paso. Por eso, se dice: tiza de oro el día que consigas/ que en medio del concierto/ nadie piense en la nota/ que vas a dar después .

Otras lecturas interesantes

Shulamith Firestone, Espacios sin aire, Muñeca Infinita, 20,90€

En 1970 La dialéctica del sexo se convirtió inmediatamente en un clásico del feminismo de la segunda ola. Con solo veinticinco años, Shulamith Firestone analizó cómo el feminismo radical podía y debía dar forma al futuro.

En Espacios sin aire, casi unas memorias en forma de viñetas, describe con perspicacia y sensibilidad unas vidas cautivas de un malestar y una pobreza cada vez más burocratizados, y sus encuentros con algunas personalidades como Valerie Solanas, Allen Ginsberg o Diane Arbus.

El epílogo de Susan Faludi, publicado en The New Yorker, rinde homenaje al activismo de Firestone y a los movimientos feministas radicales de los setenta en Estados Unidos.

Walter Besant, Henry James y Robert Louis Stevenson, El arte de la ficción, Firmamento, 18€

La historia no ficticia de El arte de la ficción comienza el 25 de abril de 1884 en la Royal Institution de Londres, donde Walter Besant, por entonces en el apogeo de su popularidad como narrador, pronuncia una conferencia de título homónimo posteriormente recogida en fascículo y ampliamente difundida en la prensa. Sabiéndose aludidos, Henry James y Robert Louis Stevenson deciden salir al paso y entrar en la discusión; el primero, con un artículo publicado algunos meses más tarde en Longman’s Magazine; el segundo, difundiendo en esa misma revista un texto titulado «Una humilde amonestación», dirigida sobre todo a James, a quien consideraba un maestro en el arte de la novela. La presente suite crítica, compuesta por sus tres disertaciones en torno a la ficción narrativa, ya afines, ya divergentes, ofrece a los lectores sólidas perspectivas que expanden su influencia hasta la novela de nuestros días.

Antonio Velasco Gómez, Hotel Rejas, Acidalia, 15€

¿Cómo transcurre la vida en una prisión? ¿Qué perfiles vitales se ven obligados a convivir en un espacio tan reducido y durante tanto tiempo? La angustia y la esperanza se entremezclan y dan paso a confidencias entre las personas que conviven, noche y día, anhelando la libertad.

Las historias del Hotel Rejas, biografía novelada, transcurren entre finales de 1979 y finales de 1980 en la cárcel Modelo de Barcelona. Reyertas, fugas, asesinatos… se entremezclan con el devenir sociopolítico de esos primeros años de una España sin el dictador Franco, donde el incipiente panorama democrático es todavía débil y lleno de peligros.

Virginia Woolf, Cuadros y retratos, Olañeta Editor, 12€

Nos asomamos a una antología de ensayos que retrata una faceta poco conocida de Virginia Woolf: su predilección por las artes plásticas que tanto le inspiraron para adornar su literatura.

Bolsillo y reediciones

Jorge Baron Biza, El desierto y su semilla, Eterna Cadencia, 19,50€

En el coche que la lleva de urgencia al hospital, el rostro de Eligia se va desintegrando por el efecto del ácido. A su lado va Mario, su hijo y narrador de los hechos, que desde entonces la acompañará a lo largo del lento proceso de reconstrucción de ese rostro, sin el cual ninguna identidad sería posible, ni la de la madre ni la del hijo. Corría el año 1964. Por demasía de sufrimiento, dice Mario, la realidad de Eligia –política exiliada bajo el peronismo, funcionaria de máxima jerarquía, autora del primer Estatuto Docente– ya no era convincente.

El ataque había convertido su cuerpo en una sola negación, sobre la que no era fácil construir sentidos figurados, y esa imposibilidad se convertía para Mario en imposibilidad de pensar metáforas para sus sentimientos.

Una novela que expone el dolor y el horror sin paliativos hasta el punto que parece anular el sentido humano de lo que ocurre; no hay lugar para el drama, solo queda mantener la perspectiva y dejar que operen la reconstrucción y el lenguaje, y que la pura facticidad, esa “pintura feroz realizada por un artista embriagado de sus poderes”, se transforme en pura literatura.