¿Pruebas? Las mismas que tienen en el PP y en sus redes mediáticas para decir que Fernando Grande Marlaska es el ideador de una confabulación contra el artista Nacho Cano. Las mimas. Esto es, ninguna. Igual usted, que se cree todo lo que le cuentan porque odia a la izquierda, piensa que sí, que como controla la dirección del Estado, el ministro del Interior es capaz de esto y mucho más ya que, se lo ha leído al pelos de Twitter/X, están en un proceso de totalitarización de España. Ya se sabe, los socialistas y los comunistas son así y ahora que se les ha dado libertad se la han tomado por su mano. “¡Que la democracia es para que mandemos los de siempre!”.
Más allá de las estupideces habituales de la prensa de derechas, que encuentra dictaduras en cualquier sitio menos en su casa, ¿por qué no podría ser esto una operación de falsa bandera por parte del PP? Dicen que no podría ser porque esto se ha hecho para ocultar lo de Begoña Gómez o lo del hermano del presidente. ¿Ocultar el qué si lo han sacado todos los medios, incluidos los de izquierdas? En su locura movidista —quedaron muy tocados los supervivientes de aquellos años de movida— Cano afirma que es una persecución de los comunistas contra su talento, por ser de derechas y amigo de Isabel Díaz Ayuso. Un discurso que es similar, clavado, el mismo, que vienen sosteniendo desde los medios de comunicación de derechas como cultura de la cancelación. Ni un milímetro se ha separado, aunque tampoco se esperaba que fuese a tener un discurso a lo Donoso Cortés.
Un mismo runrún que vienen moviendo tanto desde los medios, especialmente los financiados por la comunidad de Madrid y la de Andalucía, como desde los curules. El mismo discurso (por cierto fabricado en los años 1930s en EEUU) que Miguel Ángel Rodríguez utiliza para los discursos de IDA. Sin embargo, hasta el momento, en todos estos años, lo único que se conoce es que el PP sí montó una policía patriótica para acabar con sus rivales políticos. No el PSOE —lo del GAL fue otra cosa—, ni Sumar, ni el PNV, sino el PP. De todos esos años ¿no quedan oficiales que les sean fieles y capaces de montar este espectáculo para mayor gloria del PP?
Porque lo extraño es que han salido todos los medios de derechas a tomar por verdadero el discurso de Cano y todos los políticos del PP (desde lo más alto hasta lo más bajo) no han hecho más que repetir ese discurso del totalitarismo y el peligro involucionista para la democracia. Lo que se sabe del caso es que viene precedido por una denuncia, no es que a los policías les diese por ir a buscar criminales sin más, la cual tiene cierto fundamento pues se estaba utilizando a personas (sin requisitos legales para ello) en un trabajo. Los becarios, hay que recordar, vienen a cumplir con su beca y no ha hacer musicales. Lo que pase a partir de ahora lo resolverá un juez, pero ya se ha echado porquería sobre el gobierno en beneficio del PP.
Dirá usted, que defiende todo lo que le dicen en los medios peperos, que el “cabrón” de Óscar Puente le ha quitado la subvención al musical. Pregúntese primero usted si no haría lo mismo, si gobernase el PP, cuando alguien a quien se da dinero público señala sin pruebas a quien le está dando ese dinero. Cambie Nacho Cano por Miguel Ríos e igual le convence. La víctima, Cano, ahora puede recibir otro enchufe de dinero madrileño (por cierto no de los ricos sino de usted currante o autónomo de medio pelo) porque habrá que ayudarle más tras los ataques de los totalitarios. Un musical con poca calidad, a decir de los que entienden algo, y que tampoco es que esté lleno todo los días, ahora se revitaliza por la persecución.
Todos contentos, los peperos dañan la imagen del Gobierno (como si necesitase ese empujón en propio gobierno) y Cano aumenta las entradas vendidas y se enchufa al bolsillo otra subvención. Ni el ciclo de los Nibelungos podrá competir con Malinche.
Puede ser muy loco pero tiene tantas probabilidades de ser cierto como lo otro. ¿Conspiranoico? Es posible. Pero recuerden la película de Mel Gibson.
Hay modas políticas que aportan usos lingüísticos excesivos. Hoy en día todo es empoderamiento, emprendimiento y demás zarandajas o significantes vacíos que se llenan con cualquier cosa que se le ocurra al político de turno. Ese uso del lenguaje oculta, en casi todas las ocasiones, ignorancia y carencia de programa político real. Pero existen otros usos y abusos lingüísticos entre la oligarquía política que se utilizan con carácter descriptivo y en realidad ocultan que todos forman parte de la misma coalición dominante. Mejor dicho, que son los peleles de la coalición dominante.
“Ultra” y “extrema” están en boca de políticos, periodistas y doxósofos (incluyan aquí a cualquier analista en cualquier medio), pero la realidad es que ¿existen la ultraderecha y la ultraizquierda?, ¿existen la extrema derecha y la extrema izquierda? Según hablen los de un lado u otro dejará de existir el extremo o lo ultra de su cuerda. En respuesta a la pregunta cabría responder que sí, existen. El problema es que son tan minoritarios que no merece la pena ni pararse a pensar en ellos. Claro que existen nazis, fascistas, estalinistas y demás istas que quieran, pero son dos y el que lleva el cartel.
Se ve claramente en los análisis de las elecciones en Francia. El partido de Marine Le Pen (Reagrupación Nacional) es calificado de fascista y extrema derecha. Sin duda en el momento de su creación en los años 1970s lo era pero hoy en día no es eso. En la izquierda tibia, pro-sistema, liberal es usual agitar el espantajo del fascismo de vez en cuando para tapar las miserias propias, como sucede en Francia. Le Pen puede ser considerada populista, si quieren, pero no menos que Emmanuel Macron o Jean-Luc Mélenchon. Un conservadurismo fuerte, nacionalista y con soflamas populistas, como puede ser lo de Giorgia Meloni. En ninguno de los casos se quiere abatir el sistema sino reforzarlo utilizando la tradición.
En el caso español se habla, según el medio, de ultra derecha, por Vox, o ultraizquierda por Sumar-Podemos. Sucede lo mismo que con Francia, Santiago Abascal y sus compinches, además de querer vivir del sistema sin pegar un palo al agua, no son fascistas (igual hay alguno en Vox) son libertarios protestantes a los que les gusta la tradición. Igual esto es más peligroso que el fascismo porque es mucho más disolvente en lo social. Son como Javier Milei pero sin estar tarumbas… bueno, en algún caso puede haber dudas. Como tampoco Sumar-Podemos son ultraizquierda. No dejan de ser otros jetas, en su mayoría niños pijos, que pretenden ajustar a los seres humanos a los dictámenes del sistema capitalista. Ninguno de los dos partidos son antisistema.
El peligro real, donde nadie mira y se esconde el verdadero núcleo de dominación de las sociedades occidentales, es en los populistas del sistema. Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijoo, Macron, Scholz, etcétera. Señalando a los demás como ultra-lo-que-sea o extremo-X consiguen llevar al huerto a una mayoría social que acaba por negar lo material, lo que tiene ante sus ojos, por un exceso de defensa de lo sistémico-global. En el plano idealista disuelven las conciencias firmes, sean de clase o religiosas, mediante una nueva conformación de valores sociales inventados en los laboratorios de la clase dominante —lean el libro El gran mito que acaba de editar Capitán Swing para la cuestión libertad-libre mercado—, o mediante campañas promovidas por las grandes empresas para llevar a cabo esa disolución de los lazos sociales.
Por la derecha y la izquierda atacan a los ciudadanos y gobernando todo, ellos y ellas, la casta política. El populismo del sistema. Porque, pese a quien le pese, no dejan de ser populistas en el sentido de demagogos. Ayer mismo el presidente del Gobierno se alegraba en un mensaje en redes sociales de que el triunfo del Laborismo (liberalismo con apariencia progre) había impedido la llegada al poder de la ultraderecha británica. ¿Qué ultraderecha? ¿Los tories son ultraderecha? ¿Igual los red tories le parecen muy antisistema? ¿A quién quiere engañar el presidente? Esta última pregunta no es retórica, a los ciudadanos que le siguen haciendo caso. Así piensan que hay una batalla entre extremos que, en realidad, es inexistente.
Todo esto tiene su réplica en los medios de comunicación del color que sean. Unos alegres por la derrota de Le Pen y otros asustados por Mélenchon. Unos saltando por la derrota conservadora y otros mesándose los cabellos por la victoria laborista. En medio usted, medio acongojado, pensando que Hitler, Mussolini, Stalin, Pol-Pot o el que más le guste está a punto de llegar al gobierno de su país. Mentira, es todo un engaño de los populistas (en sentido de demagogos, no de apeladores al pueblo) del sistema. Demagogos que controlan la ekklesía (ἐκκλησία) democrática, los aparatos ideológicos, los instrumentos de represión y que no tienen otra salida para redireccionar el descontento popular en una batalla inexistente. Y mientras hay guerra, usted acepta que le cambien la mente y el modo de vida de manera mucho más asertiva… si es que se cree a la clase dominante. Si no la cree pasa a ser ultra.
Ya está la canción del verano del Atlético de Madrid sonando a todo volumen como dice Marta Peñalva (@arregui65). Un clásico que suena durante los cinco últimos años hasta el último día del mercado de fichajes: “Morata se va, Morata se queda”. El chico no sabe qué hacer nunca por lo que se puede sospechar de su estabilidad emocional como futbolista. Y más fácil no se lo puede haber puesto el führer rojiblanco, Miguel Ángel Gil, con una cláusula de rescisión de 13-15 millones de euros. Juan Manuel López (más conocido por Superlópez por la hinchada rojiblanca) no se podrá quejar de la oportunidad que le han dado. Pero nada, siempre con el “me voy” o el “me quedo”.
La afición del Atlético de Madrid ya está cansada del tema y del jugador. Cada vez más aficionados empiezan a verle con asco y eso es lo peor que le puede suceder a un jugador. Pese al Divertibarco de @Loloutlaw, que sirve para echarse unas risas, aunque ha estado encallado desde diciembre prácticamente, los aficionados se aburren con las salidas de tono del jugador. Lo primero fue que casi exigía ser titular indiscutible cuando cualquier persona pediría que si le tienen que fusilar que sea Álvaro Morata. Por no hablar de su idilio permanente con el fuera de juego.
Lo peor de todo es que ha fastidiado las vacaciones de verano de Yu Fu. ¿Quién es esa señora? La jefa de redes del Atlético de Madrid. La que siempre tiene esperando a la afición a las 19:03 para hacer algún anuncio. Imaginen a la chica tranquilamente dejando todo cerrado y programado (pues fichajes y demás cosas no va a haber hasta dentro de un tiempo) para poder irse a Pamplona a recordar viejos tiempos universitarios; o en alguna cala perdida de Formentera; o comiendo cualquiera de las delicias gastronómicas que tiene España. Todo preparado y a descansar que viene la pretemporada (en tres días) y la gira asiática. Y aparece Morata a estropear el descanso.
Mientras decía en las primera entrevistas que tenía su puerta abierta a salir, Yu estaba tranquila. Lo de todos los años. El problema es que, no se sabe bien por qué desvaríomental de Morata, el jugador decidió subir a sus redes sociales una historia diciendo que del Atleti no se iba a ir hasta ganar algún trofeo —con disgusto incluido de buena parte de la afición—. La pobre CM buscando imágenes potables para subir a redes un mensaje de alegría o de felicitación por el compromiso del jugador. Cuando estaba a punto de comerse un bocata de solomillo con queso azul acompañado de un buen vino, a dejarlo todo para hacer la historia de Morata.
Todo para que luego, al rato, ayer mismo, vuelva a decir que es posible que se vaya. “¡A la mierda!” piensan muchos aficionados que es el lugar donde se irá. Yu perdió un día de sus vacaciones por su culpa y ahora dice el chaval que igual se va a antes de ganar un título. Si desde que está él no se ha ganado nada —la liga ganada él estaba cedido en la Juventus— igual es porque es un poco gafe. Por no hablar de sus no-cualidades futbolísticas. Paga los 13-15 millones y puerta, que eres muy cansino chaval.
Post Scriptum. Bastante tienen los aficionados rojiblancos con los rumores (casi 89 jugadores le han colocado ya) de los propios periodistas, insisders y amigos de representantes como para que gente que no sabe ni dónde está el Metropolitano hable de fichajes. Sí, se dice por Paco González (cesión inexistente de Barrios a Las Palmas) e Irene Junquera (pagar la cláusula de Dobvyk, cuando están regateando dos millones a cualquiera). Inventarlas mejores porque esas no cuelan.
Les ofrecemos las novedades de ficción, reediciones y no ficción literaria de la semana entrante (8-12 julio). La presentación de las obras se hace tomando los textos de publicitación de las obras tal y como ofrecen las editoriales o las distribuidoras, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Narrativa
Gabrielle Roy. Los niños de mi vida. Hoja de Lata. 20,90€
Corría el año 1929 y Gabrielle Roy, con veinte años recién cumplidos, conseguía su primer trabajo como maestra en Cardinal, un pueblecito del Canadá occidental. De esas primeras experiencias surgiría, años más tarde, Los niños de mi vida, una maravillosa recopilación de historias de vida de sus alumnos. Por sus páginas veremos desfilar a Vincento en su primer día de clase, colgado de la pierna de su padre; a Clair, aplicado, tierno y demasiado pobre para poder ofrecerle un regalo de Navidad a su maestra; a Nil, el pequeño ucraniano cantor, o a Médéric, el preadolescente rebelde al que todos temen (y también el mejor buscador de riachuelos secretos de truchas).
Niños humildes de padres y madres granjeros, curtidores, limpiadoras, venidos de todas partes a ese rincón del mundo de campiñas remotas y denostados arrabales de ciudad.
Angélica Liddell. Caridad. La Uña Rota. 18€
CARIDAD
¿Qué cantidad de perdón estamos dispuestos a soportar?
LA ESCUELA DE EXPERTOS CERVANTINOS
¿Desde dónde se escribe? A los emperadores del aire acondicionado y a los inspectores de linóleos viejos se unieron ahora los expertos cervantinos. El rechazo de algunos de estos expertos es a veces tan feroz, tan abominable, tan virulento, que palpita en el origen de auténticas piezas literarias
ANTIPATRIOTA
La fortuna propició que uno de los idiomas más hermosos, complejos, e importantes del mundo, el español, fuera a parar a la lengua, al mero órgano muscular, de un puñado de palurdos, mediocres, ruines, cobardes y malas personas, a un país de «villanos hartos de ajos».
Agustín de Foxá. Misión en Bucarest y otros relatos. Espuela de Plata. 22,90€
La narrativa breve de Agustín de Foxá figura entre lo mejor que brotó de su pluma. Hasta la aparición de Misión en Bucarest y otros relatos no era fácil encontrar los cuentos de Foxá en el mercado. Era necesario rescatar esa espléndida parcela de su producción literaria. Junto a la historia principal, Misión en Bucarest, lamentablemente inacabada, se encuentran otros seis relatos tan bien urdidos como bien escritos. En Misión en Bucarest comparece el Foxá diplomático, pues la capital de Rumanía fue uno de sus primeros destinos como secretario de embajada. «Olor a cera» es un delicioso cuento taurino que responde al interés que despertaba en su autor la fiesta nacional, mientras que «Viaje a los efímeros» tiene que ver con Swift, la utopía y la ciencia ficción. En «Hans y los insectos», un especialista en exterminar insectos acaba siendo víctima de una conjura urdida por hormigas, a las que Foxá detestaba. «Satarán» aborda el tema de los grandes mitos que surgirían en América con motivo de su descubrimiento. «El príncipe Pablo» es un cuento muy decadente, en la línea de autores como Valle-Inclán, Barbey d’Aurevilly o Villiers de l’Isle-Adam. El último relato, «El lobizón», es una valiosa aportación de Foxá al mito terrorífico del hombre lobo. Son estupendos los cuentos de Agustín, conde de Foxá. Hoy resucitan de la mano de la editorial sevillana Renacimiento. Sean muy bien venidos. L.A.de.C.
Evie Dunmore. En el amor y en la guerra. Libros de Seda. 19,95€
Lady Lucie está furiosa, más que eso. Tras muchos esfuerzos para recaudar fondos y hacerse con una de las principales editoriales de Londres, ella y el grupo de sufragistas a las que apoya ven como todos sus esfuerzos se van al traste por el dichoso lord Ballentine, que no está dispuesto a ceder poder en la editorial. A no ser que le compense. Y ¿cuál es su precio? Una noche en su cama.
Tristan se siente más que atraído por Lucie, pero es tan… rebelde. Sin embargo, ninguna otra logra que arda por dentro como ella. Y hará lo que sea por conseguirla porque, en el amor y en la guerra, todo vale. ¿Lo logrará?
Matías Néspolo. Una fábula sencilla. Candaya. 18€
Una jauría de jóvenes perros poetas de diversas procedencias sale cada noche a la caza del pájaro de fuego. Ansían robar uno de sus huevos con el cascarón intacto, pero regresan al cabo de los años de los bosques urbanos lamiéndose las heridas, derrotados y hambrientos, sin un solo hueso digno de mención. Y lo peor de todo es que ya no son los mismos. Ahora se han transformado en gato, hormiga, abeja, sapo, ajolote… Hasta que un verano un par de ellos creen haberse convertido en la zorra del cuento porque las uvas, al fin maduras, están ahí al alcance de la mano. Cuelgan de lo alto de un contenedor portuario, por donde revolotea una urraca y merodea el lobo. Y entonces empieza la fiesta.
Narrada en breves y ágiles capítulos, a la manera de un bestiario, y con el andamiaje de un policial, Una fábula sencilla es una novela sobre la migración y el desarraigo, el anhelo insatisfecho y la amistad, el desamor y la poesía. Una historia de humor abrasivo y ternura feroz que transcurre entre la zona alta y los bajos fondos de Barcelona, una vaca multicolor como la de Zaratustra preñada de sufrimiento y desamparo.
Orlando Mejía Rivero. El médico de Pérgamo. Punto de Vista. 18€
Un manuscrito apócrifo de Galeno, el médico más célebre del mundo antiguo junto con Hipócrates, atrae la atención de un erudito, traductor y editor. El texto, en primera persona, condensa un recorrido por la vida del célebre médico desde su infancia hasta su vejez, con la sabiduría vital de un hombre que sabe que está pronto a morir. Galeno en sus memorias cuenta la magnitud de los hallazgos médicos y de los episodios que marcaron no solo su propia vida, sino su época, el Imperio romano durante los siglos II y III de nuestra era, y recorre algunos de los sitios fundamentales del mundo antiguo: Pérgamo, Esmirna, Corinto, Alejandría y Roma.
Galeno, el protagonista de esta novela, recuerda a Zenón, el personaje de «Opus Nigrum» de Marguerite Yourcenar. Ambos son paradigmas de la inteligencia, la tolerancia y la mesura en épocas tenebrosas.
Poesía y Teatro
Jaime García-Máiquez. La humana cosa. Renacimiento. 15,90€
En esta antología figuran muestras de los poemarios que Jaime García-Máiquez ha publicado hasta la fecha. Todo un viaje iniciático por etapas hacia sus «adentros» (en palabras de Santa Teresa), hacia el centro de su mundo. Los grandes temas no desaparecen, sino que se «intimizan». En la cita elegida de Dante que da título al libro viene a expresarse lo verdaderamente esencial, que no es otra cosa que la vida, «la humana cosa». Toda la obra poética de nuestro autor es una búsqueda incesante de lo bello, y fruto de esa quête son algunos poemas que participan de la idea platónica de la Belleza con singular intensidad y que resultan indiscutiblemente hermosos. Si el destino final de un buen poema es ser memorable, esta antología contiene, sin lugar a dudas, numerosos ejemplos dignos de ser memorizados. Luis Alberto de Cuenca
Elisabeth de Fontenay. Gaspar de la noche. Vaso Roto. 22€
«No se mira en el espejo. Rara vez sonríe, no se ríe, no llora. Nunca afirma: esto es mío, sólo pregunta a veces: ¿esto es para mí? Rara vez dice yo e ignora el tú. No pronuncia mi nombre. No obstante, cuando me veo por casualidad en un espejo, la sorpresa de descubrir sus ojos en mis ojos me obliga a suponer un parentesco de nuestras vidas secretas, a imaginar en él una historia que habrá proseguido en otro lugar y de la cual, como investigadora incompetente, impaciente y desconsolada, busco descifrar los mensajes demasiado escasos».
La filósofa y ensayista Elisabeth de Fontenay nos ofrece un texto intimista y deslumbrante dedicado a su hermano menor discapacitado. Este libro conmovedor invita a la reflexión sobre las aptitudes diferentes a través de una narración que supera lo autobiográfico y nos sitúa en el terreno ontológico: ¿en dónde estoy yo y en dónde el dolor de los otros? Gaspar de la noche es el título del poemario del romántico francés Aloysius Bertrand, sobre el que el compositor Maurice Ravel escribió una suite del mismo nombre.
Fontenay recurre a personajes de la música y de la poesía para explorar en el dolor ajeno pues fueron Baudelaire y Mallarmé quienes tomaron de ese título, Gaspard de la nuit de Bertrand, su prosa poética. Ella misma poeta escribe este libro bajo el deseo de que miremos el autismo bajo otra forma de mirar, oír e interpretar cada palabra, cada gesto, cada acto humano con imágenes que hienden en su abrumadora belleza.
Marcelo García. Axis mundi. Valparaíso. 12,95€
Desorientado lector, que has recorrido tierras y lugares que nunca hiciste tuyos, pasa libremente el umbral de este edificio que tiene algo de santuario y algo de morada. Aquí el espacio tiene estancias y distancias, pero no límites. Mas no estás solo: una guía, desde el comienzo, con el laurel de Apolo en una mano, símbolo de la luz, de la música y las artes, de la ciencia oracular, del fuego sagrado y la palabra, te invita a seguir la estela de historias, de vidas y de seres que quieren conocerte y compartir contigo su drama, su ventura y su infortunio. Explora las estancias. No estás perdido. Todos los pórticos, pasillos y pasajes te conducen al centro, al punto inmóvil, donde las pasiones se resuelven y el amor se cumple. ¿Es un árbol, es un monte, es el eje del mundo?
Vittorio Bodini. Metamor y otros poemas. Visor. 18€
Vittorio Bodini (Bari, 1914-Roma 1970), además de un magnífico poeta, fue un relevante hispanista y un excelente traductor. Su voz poética, nacida al calor del hermetismo florentino e imbuida de amor por España, sugestiones lorquianas y meridionalismo, despunta como una de las más significativas de la literatura italiana del siglo. Rafael Alberti, con el que Bodini trabó una sincera amistad durante sus años romanos, dijo de él que era «un traductor genial, un hombre genial, un poeta genial», y Carmen Laforet lo definió simplemente como «un poeta muy grande, muy actual y ya de siempre». Sus versos rompen de un puñetazo la cotidiana monotonía del alma, aturdida de inercias, y nos invitan a sumergirnos en las entrañas de la vida, con sus colores y sus sombras, porque «solo cuando hayamos aprendido de los sauces / a acariciarnos lentamente / y de la luna a apostar en contra de nosotros / podremos decir que hemos vividos dos veces».
No ficción literaria
Ramón Eder. Las estrellas son los aforismos del cielo. Renacimiento. 16,90€
Considerado como uno de los más influyentes y prolíficos aforistas españoles vivos, en los últimos años ha publicado con asiduidad: La vida ondulante (2012), Aire de comedia (2015), Ironías (2016), que recoge los libros anteriores más algún inédito, Pequeña galaxia (2018), donde reúne aforismos sobre el aforismo, Palmeras solitarias (2019), El oráculo irónico (2020), Cafés de techos altos (2021), Aforismos y serendipias (2022), Los regalos del otoño (2023). Se ha editado una antología de su obra: Aforismos del faro de la plata (2022). En 2019 obtuvo por Palmeras solitarias el Premio ADA de Aforismo al Mejor Libro del Año y el Premio Euskadi de Literatura en Castellano. Su estilo, grácil y ligero a la par que reflexivo y crítico, no oculta una recia militancia contra la ampulosidad y las trampas de la ceremonia, la impostura y la inútil rigidez. Maestro en el envés irónico y el revés ilustrado del género, ha sido capaz de forjar un estilo propio que es escuela y fórmula para muchos de los autores que se acercan hoy en día al aforismo. Demetrio Fernández
Historia
Marina Mosquera. Atapuerca. Pinolia. 22,95€
Los yacimientos arqueológicos y paleontológicos de Atapuerca, ubicados en la provincia de Burgos, España, son una ventana excepcional al pasado remoto de la humanidad como ninguna en el mundo. Este volumen, escrito por expertos a quienes debemos estos descubrimientos, como Juan Luis Arsuaga o Ignacio Martínez Mendizábal, entre muchos otros, ofrece una visión integral, científica y detallada de este sitio arqueológico de renombre mundial. A través de sus páginas, los lectores se sumergirán en la historia del descubrimiento de Atapuerca, su presente y futuro para comprender su trascendencia en el estudio de la evolución humana y todo lo que aún puede aportar. Los ensayos abarcan una amplia variedad de temas, desde los importantes hallazgos en la emblemática Sima de los Huesos, la Galería de las Estatuas o La Cueva del Mirador —hogar del Homo sapiens—, la paleodieta que seguían nuestros ancestros, la geocronología que nos permite medir la antigüedad de los restos encontrados o los animales prehistóricos que convivían con las primeras especies humanas. Atapuerca es una lectura rica y provechosa para desentrañar el pasado de nuestra especie y abrir nuevos horizontes e interrogantes sobre quiénes somos y de dónde venimos.
Religión
Rafael Pascual Elías. El valor del silencio interior. Sekotia. 19€
En una era dominada por el ruido y la constante estimulación, el silencio ha adquirido un valor incalculable. Sin embargo, este silencio no solo implica la ausencia de sonido, sino también un estado interno de calma y paz mental. Por esta razón, cada vez más personas, especialmente de grandes ciudades, buscan refugios alejados del bullicio para pasar días libres de palabras, medios de comunicación, tecnología y el ruido urbano. El padre Rafael Pascual, carmelita descalzo, distingue entre varios grados de silencio, cada uno de los cuales, cuanto más profundo es, abre puertas a experiencias que llenan el alma de alegría: silencio divino, silencio abrumador, silencio permanente, silencio iluminador, silencio caritativo, silencio necesario… Hasta veinte tipos de silencios, que unidos y entrelazados, forman una rica experiencia interior y alcanzan la plenitud del verdadero silencio. A través de imaginarias cartas, cuyo propósito es enseñar al destinatario cómo alcanzar la tranquilidad, la paz y el crecimiento interior, se recrea el valor del silencio desde una perspectiva cristiana del recogimiento. Tradicionalmente, el silencio es esencial para la conexión con lo divino, permitiéndonos calmar la mente y abrirnos a una realidad más profunda que trasciende el mundo físico. Es en este estado de serenidad donde podemos experimentar la paz interior, la unidad con el universo y la presencia de Dios. Desde una perspectiva humana, descubrimos que la creatividad, a menudo vinculada a la actividad constante, puede florecer en el silencio. Numerosos estudios han demostrado que el silencio tiene un impacto positivo en la salud mental y física: reduce el estrés, la ansiedad y la depresión; mejora el sueño, la concentración y la memoria; y fortalece el sistema inmunológico.
Les ofrecemos las novedades de la semana entrante (novelas, poesía, teatro, ensayo, historia…) del grupo Penguin Random House (8-12 julio). La presentación de cada obra es la ofrecida por la propia editorial, sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Narrativa
Jasper Dewitt. El paciente del doctor Parker. Plaza & Janés. 21,90€
En una serie de posts en un foro de internet, Parker, un joven psiquiatra, relata su paso por un sanatorio mental y su experiencia con un paciente muy particular. Un hombre de entre treinta y cuarenta años que ingresó siendo solo un niño y que se ha convertido en el paciente más antiguo y peligroso del centro, sin diagnóstico conocido. Todos los que han tratado con él o han intentado curarlo han enloquecido o se han suicidado. Los responsables del centro han acabado por confinarlo y solo permiten que el personal del hospital se le acerque cuando es estrictamente necesario, convencidos de que su reinserción podría ser catastrófica. Parker se hace cargo del caso, pero muy pronto las cosas empiezan a escapar a su control y se verá obligado a poner en entredicho todo aquello en lo que creía.
Danielle Steel. Preciosa. Plaza & Janés. 20,90€
A los veintidós, Veronique Vincent desfila por las pasarelas de todo el mundo. Entre la semana de la moda de París y una sesión fotográfica en Tokio, tiene la oportunidad de hacer un pequeño descanso, pero su vida da un giro a causa de una trágica explosión en el aeropuerto de Bruselas.
En el hospital, Veronique descubre que el atentado le ha arrebatado a las dos personas que más amaba y que, además, las heridas han cambiado para siempre su apariencia. Es entonces cuando el testamento de su madre y una carta inesperada le ofrecen oportunidades que nunca creyó posibles.
Poco a poco, forja nuevos vínculos y revisita los antiguos, encuentra paz en ayudar a los demás y redefine lo que es realmente la belleza.
David Baldacci. Un minuto para la medianoche. Ediciones B. 21,90€
Hace treinta años la hermana gemela de la agente del FBI Atlee Pine fue secuestrada. Tenía solo siete años y, aunque todo el mundo da por hecho que fue asesinada, para Atlee es un caso que no dará por cerrado hasta descubrir qué ocurrió. Unas vacaciones forzosas la llevan de vuelta a su antiguo hogar y Atlee reúne algunas pistas con los recuerdos de personas que conocieron a la familia. Sus padres, abrumados por la culpa, se separaron tras la tragedia; el padre acabó suicidándose, y poco después la madre la abandonó. La aparición del cadáver de una mujer en plena calle cubierta con un velo de novia la obliga a dejar a un lado su investigación y a concentrarse en atrapar al asesino antes de que vuelva a actuar.
Nuria Rivera. El secreto de Las golondrinas. Ediciones B. 21,90€
Málaga, 1990. La pequeña Candela corretea entre las hileras de olivos que pertenecen a su familia. Siempre a su lado, el abuelo y la tía Julia le transmiten el amor y la devoción por esas tierras y por el aceite que esos árboles les brindan. En el mismo olivar, dos décadas después, aparece el cuerpo sin vida de Julia.
El trágico suceso hace volver a Candela a Las Golondrinas, la finca familiar de la que decidió alejarse años atrás. Un diario lleno de confidencias y el repentino -a la vez que anhelado- reencuentro con Fran, un amor pasional de adolescencia, le recuerdan una ardua verdad: relegar el pasado al olvido no hace que este desaparezca.
Mientras la investigación sobre la muerte de su tía avanza, los silencios familiares comienzan a resquebrarse y los secretos más oscuros se rebelan para sacudir los cimientos de Las Golondrinas.
Con una narrativa envolvente, esta historia familiar nos traslada a los campos de olivos de Andalucía para brindarnos una apasionante novela de amor, misterios y secretos que perduran a lo largo de los años.
Sergio Martínez. Tardes con el emperador. Grijalbo. 24,90€
Siglo XVI. Después de una existencia dedicada a conquistar nuevas tierras a golpe de espada, fuego y lágrimas, Martín del Puerto acude al monasterio de Yuste sin saber que su destino se verá ligado al del emperador Carlos V. En ese apacible rincón alejado del mundo, el monarca ha decidido retirarse tras su abdicación ahora que su fin se acerca.
Los días de gloria han quedado atrás para los dos hombres, pero cada tarde quien fuera el rey más poderoso del mundo y el viejo marinero se sientan juntos para compartir confidencias y recuerdos. Mientras el emperador languidece, los relatos del intrépido explorador lo hacen viajar a aquellas lejanas tierras que le pertenecieron y que nunca llegó a pisar. Aventuras, desdichas y retazos de una travesía extraordinaria ilustrarán cómo las expediciones a las Indias no solo unieron dos mundos, sino también dos formas de concebir la vida.
Jennifer L. Armentrout. Para siempre contigo. Suma de Letras. 19,90€
Hay cosas en las que creemos a pesar de no tener pruebas de su existencia. Para Stephanie, una de ellas es el amor. Sabe que está ahí fuera. En alguna parte. Y puede que algún día lo encuentre, pero mientras tanto está satisfecha con su trabajo en la academia de artes marciales y sus noches con ligues esporádicos (pero muy atractivos) como Nick para distraerse.
Nick oculta un pasado del que no quiere que nadie se entere, pero su conexión con Steph lo cambia todo. Mientras él retira las barreras que le han impedido comprometerse hasta el momento, ella se protege cada vez más, decidida a alejarse del dolor y del propio Nick.
Sin embargo, él no va a renunciar sin luchar a la única chica que le ha hecho plantearse las palabras «para siempre».
Freida McFadden. La asistenta te vigila. Suma de Letras. 20,90€
Yo solía trabajar limpiando las casas de otras personas, ahora apenas puedo creerme que este sea mi hogar. La encantadora cocina, la calle tranquila, el enorme jardín en el que los niños pueden jugar. Mi marido y yo hemos ahorrado durante años para que mis hijos tengan la vida que se merecen.
Aunque siento algo de recelo hacia nuestra vecina, la señora Lowell, veo su invitación a cenar como una oportunidad para hacer amigos. Cuando su doncella abre la puerta con un delantal blanco y el pelo recogido en un moño tirante, sé exactamente cómo se siente. Pero su gélida mirada me produce escalofríos…
La doncella de los Lowell no es lo único extraño de nuestra calle. Estoy convencida de que alguien nos observa. Y cuando conozco a la mujer que vive enfrente, sus palabras me dejan petrificada: «Ten cuidado con tus vecinos».
El PSOE es ese partido que, desde la llegada de su actual secretario general, ha laminado cualquier tipo de debate ideológico, de principios o político, pero pone en marcha una fundación política para el debate ideológico, de principios y político. El militante en el PSOE es un mero pagacuotas al que se convoca, alguna vez, por quedar bien, a una asamblea para que de su visto bueno a cosas que ya han sido decididas por él. ¿Debatir antes? ¡A quién se le ocurre!
Cuando tomaron la Fundación Pablo Iglesias y echaron de allí a todos los que había, poniendo al frente al gran intelectual español Santos Cerdán, se dijo que era para llevar a la fundación más allá de lo meramente histórico y académico. Se iba a transformar en un laboratorio de ideas para proponer a la sociedad española. Como Cerdán no sabía ni como abrir un libro pusieron a otra gran intelectual española, con una ingente obra a sus espaldas, María Luisa Carcedo. ¿Ha logrado algo en estos años? Nada. Cero. Es más, está en términos de actividad académica y bibliográfica peor que antes cuando la dirigía Alfonso Guerra. Lo único que se pretendía era que en la Pablo Iglesias no hubiese nadie con ideas o perspectiva propia. Lo mismo sucede con la Fundación Sistema que se ha puesto tanto al servicio del jefe que hasta es distribuida en las redes internas del PSOE.
Pedro Sánchez, como buen adanista, tenía que crear algo propio, suyo, algo que le eleve hacia la posteridad como el mayor político del progresismo mundial de estos tiempos. De ahí surge la Fundación Avanza (como el grupo de transportes de pasajeros) para el lanzamiento de las ideas de progreso y luchar contra la ultraderecha. Y ponen al frente a gente que no ha sabido luchar contra la ultraderecha aunque sí que compran todas las ideas del progresismo. De la socialdemocracia ni una compran, pero del progresismo todas. Y el progresismo es nada más y nada menos que la cara amable del neoliberalismo. No se lo dirán en esa fundación porque al menos les llega para no descubrir eso.
Al ser una idea y propuesta suya, Sánchez ha tenido que hablar y decir cosas como intelectuales. El chico tiene problemas para encarrilar un discurso económico siendo, supuestamente, doctor en Economía, imaginen las risas cuando intenta hablar de ideas, de valores, de principios… “De donde no hay, no se puede sacar” y eso mismo pasa con Sánchez. Al no tener nada dentro de su cabeza, eso le alivia y así puede cambiar de opinión constantemente, acaba por meter la pata y decir unas tremendas boutades que pondrían los pelos de punta a cualquier militante socialista de hace veinticinco años —¿por qué creen que tuvo que hacer carrera de machaca de Balbás (el del tamayazo) y Blanco? Porque en cualquier asamblea lo breaban verbalmente todos—.
¿Cuál ha sido la última? Afirmar que los progresistas y los socialdemócratas tienen la capacidad de ¡¡¡cambiar los principios!!! según la situación. ¿Los principios? ¿Está seguro que quería decir esa palabra señor Sánchez? De ser así ¿sabe lo que son los principios? Decía Louis Althusser que cada situación/acontecimiento requería de su propio análisis. Esto es, no se podía aplicar cualquier tipo de prejuicios ideológicos o técnicos a las diversas situaciones. Normalmente todos los políticos mediocres aplican sus prejuicios ideológicos a cualquier situación, sea la que sea y provenga de donde provenga. Es más fácil analizar así que ponerse a separar la paja del grano, ver los porqués, causas y consecuencias. Los intelectuales de izquierdas siempre han tenido esto en cuenta, según la situación su propio análisis. Pero no es lo mismo que cambiar de principios en cada situación.
Un ejemplo sencillo y que todo el mundo entenderá por cultural. La Iglesia católica tiene una serie de principios de los que no renuncia y que se encuentran en su gran mayoría en el Credo (la divinidad de Cristo, etc.). A ellos les suma otros principios no dogmáticos sino doctrinales como la preferencia por los pobres, los afligidos, etcétera. Esos principios no los cambian nunca porque son la base constitutiva de su religión. Lo socialdemócrata no deja de ser otro tipo de religión, como lo es lo liberal. Laicas sí, pero religiones. Un liberal no cambiará nunca sus principios de defensa de la libertad individual, la propiedad privada y el capitalismo libre. Un conservador no cambiará nunca los suyos, especialmente que la tradición tiene cosas buenas que deben ser transmitidas. El problema es que Sánchez no sabe cuáles son los principios socialdemócratas, ni los socialistas, ni nada que se asemeje.
Es sobre los principios que se construye la ética, lo moral, lo político, lo ideológico. Es sobre los principios que las personas tienen capacidad de enfrentar al mundo, al otro. Es gracias a los principios que puede haber convivencia social. Los principios permanecen hasta que se demuestran falsos, si es que lo son, o la persona cambia por circunstancias personales. Los principios no se adaptan a las situaciones sino que es la forma de enfrentar cada situación, analíticamente sobre todo, la que debe ser distinta bajo los principios propios. No se puede pensar el siglo XXI de la misma manera que el XX, pero los principios que permiten ese análisis y pensar permanecen. Si cualquiera cambiase de principios cada día ¿qué sociedad podría ser posible?
Claro que siendo Sánchez un gazmoño es normal que piense así. Cambia de opinión, miente sin ruborizarse, hace lo que sea necesario para salirse con la suya, no respeta la palabra dada. Para él es normal que los principios sean completamente etéreos, líquidos, la nada. No es algo de la socialdemocracia, es algo personal de Sánchez. Por ello es un ser amoral, por carecer de principios, por carecer de palabra, por carecer del mínimo necesario para poder participar de la sociedad. Sí es un político profesional y vive de pisotear a los demás para beneficio propio, pero eso le hace mala persona. Amoral le hace carecer de principios, de ahí que para él lo mismo vale el libre mercado que la intervención de él; la preferencia por los más débiles que plegarse a los poderosos; ser socialdemócrata que ser liberal. No hay diferencias porque las circunstancias hacen que se pueda ser dios y el diablo a la vez, según su forma de ver el mundo. Es Calígula.
La canción “Antes de entrar deben salir” la conocen todos los aficionados rojiblancos que llevan viendo la serie Canción triste de Cerezo y Gil desde hace décadas (vale, el chiste es malo y viejuno). No hace falta que los amanuenses de la dirigencia del Atlético de Madrid lo recuerden todos los días, entre otras cosas porque el personal se acaba calentando, en especial los abonados que ya han soltado los dineros por delante antes de que se sepa cómo va a ser la plantilla del primer equipo.
Como se comentó ayer en el programa de Twitch de Rubén Uría (tuvo el placer quien esto escribe de estar junto a personas serias y de mente estable como @doniphon62, @EduardoDeAtleti y @kosecki_navarro), esto puede provocar una escandalera contra el Cholo Simeone al comienzo de la temporada o, incluso, que por fin los pitos contra el palco no sean acallados por quienes todos saben. Y todo porque se han dedicado a promover la ilusión (¿para pasar los abonos y que nadie se diese de baja?) tras una temporada mala —mala por no competir, que luego aparecen los que dicen que si la estadística tal y cual dice que ha sido buena— para ¿volver a las andadas?
Está muy bien que Miguel Ángel Gil —Enrique Cerezo solo es el relaciones públicas y consigliere de la familia Gil— haya dado el paso de construir una ciudad deportiva, un campo para los filiales y el femenino, un centro acuático y demás cuestiones deportivas, además de la playa de olas, el campo de golf y la universidad. Le conviene a él y al Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida (“Dame la manita Pepe Luis”, otra cosa viejuna sí), al segundo para dar dotaciones al barrio sin poner un euro y al primero para poder aumentar el valor de la sociedad para poder venderla a mayor precio. Es algo bueno que quedará ahí para el club, aunque sobrevuelen sospechas por las trapicherías cometidas durante años.
El problema es que por mucho que se quiera vestir al asno con ropajes de caballo, asno es. ¿Qué quiere decir esto? Que sin una plantilla competitiva, sin jugadores con cierto carácter y calidad, todo lo demás es inservible. Desde hace dos años se viene viendo que los jugadores no daban para más. Bien por acomodación, bien por carencias futbolísticas, bien por inacción del entrenador. El año pasado ver jugar al Atlético de Madrid era para querer sacarse los ojos, especialmente fuera de casa. Y lo que parece solo deportivo, siendo lo fundamental, también tiene su aspecto económico. Sin jugadores que destaquen y que marquen un estilo, la venta será peor, la publicidad será menor, los contratos comerciales se complicarán, no se quitarán de encima a Nike (algo necesario por sus camisetas horrendas) y los aficionados se darán de baja.
Hoy se puede vender la sociedad porque hay casi sesenta mil locos abonados; mañana igual solo son treinta mil por una temporada ruinosa y eso baja el precio y el prestigio. ¿Por qué cuesta fichar jugadores de cierta calidad? Ya que sueldos altos no se pueden pagar, podrían venir por prestigio, ese que se ha perdido en todo el mundo. Por mucho que se haya llegado a cuartos de final de Champions, la imagen que queda es deprimente y mala, por segunda temporada consecutiva. Este año se anunció una revolución, aquí Uría se juega que le menten los ancestros, que parece no va a ser nada.
Sin inversión no hay retorno, lo saben en cualquier escuela de negocio, y Gil lleva demasiado tiempo sin inversión. Y si ahora toca poner demasiado dinero es porque antes se lo echaron a la buchaca. Con que se hubiera gastado poco a poco y bien, hoy no se estaría como se está. Se ha fichado mal o a futuro lejano. El problema es que este recaerá sobre los hombros de Simeone y el dúo Gil-Cerezo se irán de rositas otra vez. Ya tienen a sus gentes para que silencien los pitidos al palco, pero allí está el verdadero problema. No por este año, sino por todos los anteriores. Ya saben, menos playas y más fichajes… para el masculino y el femenino (otro equipo que han destrozado en cuatro años).
Andan los medios “liberales” enfadados por la posibilidad de que el gobierno de España legisle sobre los contratos de publicidad de las instituciones públicas. Afirman, así lo ha hecho Bieito Rubido en otra de sus conspiranoicas elucubraciones, que esto es un ataque a la libertad de prensa que solo busca someter a los medios críticos. Según las palabras del presidente Pedro Sánchez ¿dónde se encuentra cualquier tipo de acción encaminada a legislar sobre lo que se escriba en cada medio? De hecho Gabriel Rufián, socio gubernamental, afirmó que se aumentasen las multas sobre las mentiras y difamaciones. Ni censura previa, ni nada por el estilo. Entonces ¿por qué se quejan?
Piensa el ladrón que todos son de su misma condición y acierta. Todos los directores de medios, de una u otra forma, están vendidos a aquellas administraciones que les subvencionan. Y hacen esto, el otorgar publicidad, porque así tienen cogidos con una correa de perro a los medios de comunicación, bien para que sean sus correas de transmisión, bien para que no osen intentar hacer periodismo y publicar noticias perjudiciales a los intereses de este o aquella dirigente. Decía en su artículo de ayer Rubido que a él le daba lo mismo la publicidad institucional del Estado porque no ha recibido un euro, pero ha recibido de ¿la Comunidad de Madrid?, ¿la Comunidad de Galicia?, ¿la Comunidad Valenciana?, ¿la Comunidad Andaluza?, ¿el Ayuntamiento de Madrid?, ¿el Ayuntamiento de Sevilla?, ¿el Ayuntamiento de Málaga?, u ¿otras instituciones dirigidas casualmente por el PP?
La realidad es que debería prohibirse a cualquier institución pública (incluidas las empresas públicas o entes público-privados) hacer cualquier tipo de publicidad. Que el dinero de los impuestos de todos los españoles no se dedique a comprar voluntades, ni a tener servicios de noticias o aparatos ideológicos de ningún partido político o gobierno. Técnicamente ya no existe necesidad alguna del Estado en hacer publicidad de nada. Tiene a su disposición redes sociales, aplicaciones móviles y televisiones públicas si es que necesita transmitir algún tipo de información importante. Incluso con las notas de prensa lo que, realmente necesita de publicidad, se transmite perfectamente. Ahí tienen a un ayuntamiento pequeño como Las Mesas (2200 habitantes en la provincia de Cuenca) que tiene su propia aplicación móvil para informar de todo tipo de eventos y sucesos a la población. ¿No pueden las administraciones central, autonómicas y municipales hacer lo mismo? Incluso se podría utilizar la Carpeta Ciudadana para algún tipo más específico de transmisión de información.
Con la prohibición también se evitarían verdaderas mafias periodísticas. Hay dueños de medios, regionales, locales (en el sur de Madrid hay algún caso) y estatales, que han hecho fortuna amedrentando a políticos con arruinarles la vida si no pasaban por caja (tan sencillo como negativizar todas las políticas ejecutadas). También lo hacen con grandes empresas a las que chantajean con dos o tres artículos negativos hasta que se hace efectivo el óbolo, pero esto es un problema de entes privados, no públicos. Como privadas son esas empresas que controlan la línea de editorial de los medios con su publicidad y su sufragación de eventos, algo que ha sucedido desde que existen los periódicos.
El Estado y sus ramificaciones no necesitan a día de hoy publicidad institucional en medios de comunicación, entonces ¿por qué no dedicar esos dineros en cosas bastantes más urgentes y necesarias como arreglar carreteras, cubrir el dinero de la Dependencia, aumentar el número de médicos o cualquiera de esas verdaderas necesidades sociales? Porque al final es un quid pro quo sufragado con el dinero de los paganinis, esto es, los ciudadanos. Ahora que los partidos son meras plataformas personalistas del dirigente de turno, necesitan un ejército mercenario y nada mejor que todos esos medios de comunicación digitales que sin esas “subvenciones” ni existirían. Si se cierran periódicos porque económicamente no son rentables no hay perjuicio para la democracia, ni para el pluralismo. Lo paradójico es que los que más se quejan son precisamente los que más hablan del libre mercado… para los demás, ellos a mamar de la teta del Estado.
Hoy les presentamos la entrevista con el ganador del IX Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica de MAR Editor. Manuel Guerrero Cabrera se llevó el galardón con La Estrella de la canción, una curiosa novela centrada en la cantante Estrellita Castro y sus peripecias hasta 1937.
D16. ¿Por qué elegir Estrellita como elemento de una novela que no es sobre Estrellita en sí pero sí es de Estrellita?
MGC. Desde principios de la década de los años 20, cuando era niña, Estrellita Castro había trabajado de teatro en teatro por toda España, de los pequeños escenarios de los pueblos andaluces había llegado a los grandes salones y music-hall de Barcelona y Madrid; así, alcanzó gran popularidad de los años 30, siendo una de las más queridas artistas durante la Segunda República. Se une a esto que en ese tiempo había vivido la decadencia del cuplé y había dado vida a la canción andaluza que popularizó. Por todo esto, considero que ella es un buen motivo para darle cohesión a la novela en unos años tan complejos para España.
D16. ¿Cómo se ha documentado para explicar lo que suponía ir de gira en los años 1920s y 1930s?
MGC. Por un lado, conozco mucha información por los libros y trabajos sobre Carlos Gardel, pues soy gardeliano y desde mi adolescencia he querido saber cualquier detalle del Zorzal, lo que implica todo lo que tiene relación con los teatros, giras, etc., en las primeras décadas del siglo XX. Por otro, también he extraído muchos datos de la hemeroteca española, tomados de la prensa diría y de las revistas de la época que publicaban en sus páginas notas y reportajes de artistas dedicadas al cuplé, al transformismo, al humor, etc.
D16. Y siguiendo a la anterior y en vista del código QR que hay al final de la novela ¿dónde ha rebuscado para encontrar las canciones y los teatros en los que actuaba Estrellita?
MGC. He consultado varios libros sobre copla, como los de Manuel Román, José Blas Vega o Manuel Francisco Reina, por citar tres relevantes, a los que sumo un par de biografías de Estrellita aparecidas en los años 40 y varias grabaciones de audio y de imagen en las que la artista rememoraba su pasado y daba algunos detalles. Sin embargo, la fuente principal ha sido los diarios y revistas de los años 30, que me han permitido elaborar una cronología fidedigna de todas las actuaciones de Estrellita, además de conocer detalles de los edificios en los que actuaba, las sensaciones que transmitía en las entrevistas e, incluso, el repertorio. Por ejemplo, en la prensa figura el nombre de los temas que interpretó en la naciente radio sevillana y, también en uno de estos periódicos, hallé la transcripción de parte de una transmisión de la época, que me fue muy útil para uno de los capítulos en los que Estrellita canta para las ondas hispalenses.
D16. ¿Por qué se decidió por los anarquistas como elemento político que gira alrededor de Estrellita?
MGC. Porque así fue en verdad. Es cierto que en los primeros años de república fue lerrouxista y llegó a afirmar públicamente que iba a votar a Alejandro Lerroux en las elecciones de 1933, político republicano cuya reputación cayó en picado por los casos de corrupción en el 35. En este año, Estrellita tuvo como representante a Jaime Cubedo, de quien todo el mundo sabía su filiación anarcosindicalista; es más, él fue amigo íntimo y secretario personal de Ángel Pestaña, líder del Partido Sindicalista del Frente Popular. De manera habitual, Cubedo acompañó a Estrellita en su gira del 35-36. En la gira justamente anterior a la guerra, llegó a actuar a beneficio de pescadores y obreros.
Por mi parte, no quería limitar la presencia del anarquismo a solo estos años, sino que preferí prestarle atención desde la acción de la novela en los años 20, ya que los movimientos obreros tuvieron mucha influencia entonces y he aprovechado para que aparecieran anarquistas conocidos como Federica Montseny y José Sánchez Rosa, entre otros.
Como curiosidad, Estrellita armó con su arte tal revuelo en la cuenca minera de Huelva a finales de la década de los 20, donde había fuerte presencia de anarquistas, que la prensa hablaba de ello como «la revolución de Estrellita».
D16. ¿Conoció realmente a Gardel o es una solución literaria de sus tiempos argentinos?
MGC. Ella afirmó que lo había conocido, lo que sucedió en algún momento entre el 9 y el 25 de enero de 1933 en Buenos Aires. Lo más probable es que se conocieran en el Teatro Mayo, donde ella actuaba. Sin embargo, en la novela he hecho que se encontraran por primera vez en el hipódromo de Palermo, porque ambos tenían una pasión común: las carreras de caballos. Estoy seguro de que no solamente hablaron de música sino también de la emoción del turf.
D16. ¿Fue realmente amiga de Indalecio Prieto, porque la imagen que ha llegado hasta los que recordamos a Estrellita no es esa?
MGC. Ella reconoció más de una vez que había salido de Madrid, durante la guerra, gracias a Indalecio Prieto, incluso recuerdo que una vez contó que fue a su despacho para convencerlo en persona. La cuestión está en que Indalecio Prieto abandonó Madrid y Estrellita aún se quedó un breve tiempo más, lo que es extraño si ya tenía el «visto bueno» para marcharse.
No puedo asegurar que Prieto fuera un «amigo» de ella, en el sentido de afecto, pero sí que ambos se relacionaban con Jaime Cubedo y con Ángel Pestaña, a quienes ella jamás mencionó —al menos, yo no he encontrado ninguna mención— después de asentarse en la España franquista.
D16. ¿Por qué dejarlo en 1936 y no seguir unos años más?
MGC. Esta es una de las cuestiones que más me he planteado durante la escritura. En un principio, quise detenerme al comenzar la guerra, pero sucede algo importante al principio de la misma —no puedo desvelar qué es, por motivos obvios— que me obligó a dilatar el tiempo. Finalmente me decidí a detener la novela cuando sale de Madrid, ya que la primera actuación fuera de esta ciudad fue en Castellón el 1 de enero de 1937. A partir de ahí, debido a múltiples cuestiones (la guerra, la pérdida del nexo con el sindicalismo, los límites que la situación del momento suponía para sus ambiciones, etc.), me parece que Estrellita empezó a considerar la posibilidad de largarse de España, lo que consigue unos meses después, y creo que, como se suele decir, esa es otra historia.
D16. Hoy Estrellita Castro no es ni recordada por la Jaca, salvo los muy musiqueros ¿es una figura a recuperar?
MGC. Le voy a contar lo que me ocurrió cuando se difundió que la novela había obtenido el IX Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica: casi todas las felicitaciones de mis amistades, y hasta de algún desconocido, me las acompañaban con algún recuerdo que aludía a la madre o a la abuela cantando Mi Jaca, Suspiros de España o María de la O.
Me parece que, cuando alguna artista actual se coloca un caracolillo, se sigue pensando en Estrellita y en la canción andaluza de los 30, cuando no en la copla. Esto no quiere decir que sea recordada sino que no ha sido totalmente olvidada.
Respecto a si es una figura a recuperar, en lo musical totalmente; en lo personal, fue una mujer de su tiempo, moderna, comprometida y amable, pues durante la república aprendió a conducir, se mantuvo en forma con el deporte, practicó equitación, creó varias compañías con su nombre o en unión con otras artistas, participó en los primeros años del cine sonoro español, trabajó incansablemente por todo el país… Esta es la Estrellita que he pretendido recuperar en la novela.
D16.- ¿Por qué deberían leer este libro?
MGC. Porque es una novela con varios elementos: la biografía y trayectoria de Estrellita Castro (sus comienzos y su popularidad), la España de los años 20 y 30, el comienzo de la guerra en los dos bandos, la galería de personalidades que aparecen en la novela (el torero Sánchez Mejías, la reina Victoria Eugenia, el socialista Indalecio Prieto, la anarquista Federica Montseny, el cantor Carlos Gardel, el escritor García Lorca, el actor Pepe Isbert…), el anarquismo y el sindicalismo, los teatros españoles y, sobre todo, la música de entonces: cuplé, tango, fandanguillos y la canción andaluza. En otras palabras, hay bastantes opciones para que la novela sea para casi todos los gustos.
En su último artículo en ABC “El paripé del consenso”, el escritor Juan Manuel de Prada carga contra el pacto PSOE-PP para el reparto de los cargos del Consejo General del Poder Judicial. Como ha sucedido en otras ocasiones, aunque en esta tampoco es que se haya insistido mucho en ello, se ha hablado del necesario consenso entre los dos grandes partidos para resolver los problemas de Estado. Aunque en realidad, como afirma el escritor, esto no sea más que un cambalache entre dos para repartirse el botín.
«El consenso político no tiene otro fin sino el control del poder y su reparto por turnos entre los negociados de derechas e izquierdas» expresa De Prada. Y tiene razón respecto a lo que en España se llama consenso pero no a lo que el consenso es. Sin recurrir al consenso superpuesto de John Rawls, que no deja de ser un idealismo filosófico, el consenso en sí no tiene por qué ser una añagaza para el reparto del poder entre dos o tres grupos. Comúmente consensuar es acordar algo cediendo cada parte en algún aspecto y eso es lo que han hecho PP y PSOE, ceder en algo porque de ser por cualquiera de las dos partes (podrían poner otros partidos y sería lo mismo) querrían tener todo el poder para su uso y disfrute. Pero políticamente consensuar es algo bien distinto y no relativo a las oligarquías. De hecho, en España, el mitologema consensual es prácticamente algo de este mismo siglo.
Esto último es algo que desprecia De Prada en su análisis y que tiene, en realidad, una importancia mayor de lo que se piensa. Escribe: «Este cambalache que garantiza a las dos facciones en liza jueces cipayos nos vuelve a probar -por enésima vez- que el “consenso político” instaurado por el Régimen del 78 tiene como misión primordial la disolución del consenso social». No es correcta la apreciación del orondo escritor porque el “consenso” no ha sido instaurado por el Régimen del 78, aunque haya sido instaurado en el régimen. Tampoco es correcto que ello disuelva el consenso social. Hay que verlo por partes.
¿Hubo consenso para la instauración de la democracia de 1978? Sí. ¿Tiene algo que ver con el mitologema inventado por políticos posteriores? No, nada que ver. Para llegar al consenso, como así se le llamó en aquellos años, en España hubo una situación de debate y discusión que nada tiene que ver con el mitologema consensual. Ya a finales del franquismo había debate, en algunos casos soterrado, en otros más público. Se debatía sobre democracia y posibilidades del nuevo régimen en la HOAC, en las Hermandades del Trabajo, en los cuarteles de invierno del Opus, las gentes del grupo Tácito, en los sindicatos existentes, en las reuniones clandestinas de partidos, en los clubes liberales, en las asociaciones de vecinos, en las redacciones de periódicos… Cuando cayó el dictador, todo esto se hizo más público y los medios de comunicación comenzaron a publicitar todo.
Hasta el momento no se ha encontrado un sistema donde, ante grandes magnitudes de ciudadanos, no haya necesidad de partidos políticos —cuestión bien distinta es que se puedan poner límites y fórmulas mixtas— y en aquel momento los partidos tomaron parte muy destacada del debate. Se erigieron en portavoces y correas de transmisión, en muchas ocasiones, de unas posiciones u otras mientras los periódicos y las editoriales publicaban artículos y libros donde se recogían todas las posiciones sociopolíticas posibles. Todas, hasta las más extrañas tuvieron su momento o pedazo de espacio. Luego llegarían los Pactos de la Moncloa, la Constitución y el tiempo del desencanto. El consenso se construyó sobre los hombros de muchísimos seres desconocidos, no entre el bipartidismo.
El mitologema consensual ya es propio del siglo XXI y tuvo su mayor representante en José Luis Rodríguez Zapatero. Para todo quería consenso… sin debate general eso sí. Con la aportación de dos o tres grupos de presión le bastaba para pedir consenso al PP. O a los secesionistas si era para el pacto del Tinell —donde al PP no le podía pedir acuerdo pues pretendía excluirle de la política—. Emponzoñó, como suele hacer con todo, lo que fue el proceso consensual que constituyó el supuesto régimen del 78 —un régimen inexistente tal y como se presenta por quienes eliminan todo debate y posicionamiento crítico— para inventar un mito que sirviese a la casta como elemento que genera lo que bien explica De Prada. Sin ir a los comienzos es complicado situar el análisis en su sitio correcto.
Respecto al consenso social y su disolución, o bien es mito, o bien es un recurso estilístico porque como tal, el consenso social es inexistente. Es posible que haya corrientes subterráneas que muestren ciertas similitudes entre españoles, pensadores o no. Lo que no existe es consenso porque es imposible un debate. Ninguno de los medios más conocidos, ninguno, es capaz de aportar el pluralismo necesario para el debate. Tampoco hay réplicas, ni reuniones serias, de los intelectuales de verdad, se prefiere al doxósofo o al famosillo. Las asociaciones vecinales si existen tan solo están a la búsqueda de subvenciones para su “día de lo que sea”. La Iglesia está casi muerta en su interior. Y los partidos y sindicatos son meras oligarquías que luchan por permanecer en el machito.
No hay disolución de lo que no es. La nada es indisoluble. Salvo que se tome la parte por el todo y se piense que lo que dicen este o aquel valen por todos, pero no, las cosas no son así. Hasta se puede dudar de que las propias personas tengan las ganas de debatir, (in)formarse o constituir algo así como la base para un algo consensual. Lo que hacen los partidos de la sociedad del espectáculo es imposibilitar cualquier reacción crítica. Ante la imposición del mitologema consensual, aplaudido por todos pese a los matices que algunos incluyen, lo que se excluye no es un consenso social sino cualquier tipo de crítica o alternativa factible. Sea o no mediante un consenso social. El sacrosanto consenso es un invento reciente que, además, oculta las miserias de la peor casta que ha tenido este país. Aquel consenso transicional, pese a sus fallos, fue otra cosa.