En el PSOE deben quedar cuatro socialistas (hay un grupo por Málaga muy rebelde), un gran grupo de socialdemócratas, algunos cristianos y el resto, la gran mayoría, sanchistas, nacionalistas (gallegos, valencianos, catalanes…) y gentes de grupos de presión que están para el “¿Qué hay de lo mío?”. El sanchista por definición no es socialista, carece de otra ideología que no sea decir amén a todo lo que proponga su jefe de filas. Si en algún momento tuvo algún ánimo o espíritu socialista o socialdemócrata desapareció en el momento en que perdió cualquier escala de valores para apoyar lo que haga Pedro Sánchez.

Carecen de ética, de estética y de un mínimo de sentido democrático. ¿Han escuchado a algún sanchista quejarse por los cambios (por que le ha salido de sus partes pudendas al secretario general) en la Ejecutiva Federal? Son sanchistas sin más. Lo que diga Sánchez va a misa. Todo en su mundo es maravilloso y de color rojizo. Cuando se les señala que hay cosas que no están tan bien como piensan, aducen que es culpa de un volcán o de la extrema derecha, nunca de quien lleva años gobernando España. Una gran masa de seres que no tienen otra visión que lo que emane de su sagrado pope y la cohorte de pelotas y paniaguados que le rodean.

Entre esos paniaguados están Santos Cerdán, secretario de Organización, y el mininistro de Transportes, Óscar Puente, los cuales no dejan pasar la ocasión de mostrarse más sanchistas, ergo menos socialistas, que nadie. Ahora a causa de la ampliación de la amnistía de los secesionistas a aquellos que hubiesen cometido actos de terrorismo light. Ayer ya se explicó lo de la cuestión del lenguaje antinómico y orwelliano del Gobierno por lo que no es necesario insistir. Ambos dos no han tardado ni un minuto en salir a criticar las palabras de Emiliano García-Page (presidente por mayoría absoluta, cabe recordar) en contra de la posición del PSOE al respecto. Ha afirmado el toledano que el PSOE se ha situado con esto ya en el extrarradio de la Constitución.

Pese a que Page es un poco tocapelotas con el tema no deja de tener razón. Para cualquier socialista o socialdemócrata la Amnistía en sí es algo que jamás se debería haber producido. Por lo que ampliarlo a terroristas ya comienza a ser insoportable del todo. Algunos, muy listos ellos, piden al presidente castellano-manchego que se vaya del PSOE y si lo hiciese se llevaría a casi todo el partido por lo que el PSOE se quedaría en nada en la única región donde ganan elecciones con suficiencia. Seguramente sea lo que los británicos llaman un red tory, un conservador rojo, sí, pero no deja de ser una forma de entender la socialdemocracia que mantiene valores y principios. Justo lo que no tienen los sanchistas.

Cerdán, el gran pensador del siglo XXI, le ha espetado a Page: «Todo terrorismo es malo, Emiliano García-Page. El problema planteado por otros es ¿qué es terrorismo? Creo que la gran mayoría lo sabemos y tú deberías saberlo». Lo curioso de la frase es que dice saber qué es el terrorismo (recuérdese que por unos pocos años fue con escolta en Navarra) pero no lo explica. Dice saberlo, dice que Page debería saberlo, pero no lo explica. Y no, terrorismo no es solo lo que sufrieron muchos cargos públicos, sino muchas cosas más como el miedo a expresarse en público por si unos jóvenes te rocían la tienda con gasolina y le prenden fuego, el miedo a decir que eres español en España, el miedo a no poder ir a trabajar porque a los CDR les da por destrozar las vías del tren, el miedo a muchas más cosas que la simple y pura violencia. O el miedo a decir lo que se piensa en redes sociales, sin necesidad de insultar, y que te expulsen del partido al que perteneces, como sucede en el PSOE sanchista.

Cerdán no va a explicar lo que el terrorismo es, más allá de sus dificultades intelectuales que no son significativas (otros no saben nada de electricidad industrial), porque si lo explicase dejaría mal a su jefe. Y, claro, con 54 años verse en el paro, con los recortes que quieren meter a los parados de esa edad, y sin posibilidad de trabajar hasta jubilarse (le quedaría un pensión muy baja), pues hace la pelota y lo que haga falta. Sin explicar qué significa el terrorismo para él no puede preguntar lo que otros entienden por ello. Entre otras cosas porque igual saben más sobre lo que es el terrorismo. O ¿no se persigue a los islamistas y se les encarcela pese a no haber cometido atentado? Tener explosivos almacenados era para las fiestas del pueblo seguramente. Igual sus compañeros de base del PSC le pueden explicar cómo lo han pasado en la etapa Puigdemont a ver si es terrorismo o no.

Puente ha salido a decir: «Quien está en el extrarradio del PSOE es el señor Page, desde hace bastante tiempo, nosotros estamos en el centro de la Constitución». A la T que hay más o menos en mitad de la palabra debe referirse el mininistro, porque en lo demás hay millones de españoles que lo dudan. Por si fuera poco, y no cayendo en la dictadura de la mayoría, lo piensan y lo dicen gentes más estudiosas que Puente y la mayoría de ninis del Gobierno. Incluso dentro del PSOE, pero como no hay canales de debate y al que disiente se le persigue pues… Pero ¿qué está diciendo en señor Puente, que Page está fuera del PSOE? ¿Quién es el señor Puente para determinar quién puede y quién no estar en el PSOE?

Si se hiciese por principios Puente no estaría en el PSOE. Si fuese por ideología tampoco pues carece de ella. Solo está por sanchista. Page, posiblemente esté en la derecha del PSOE, no es nada nuevo, pero el sanchismo ¿dónde está? Muy lejos de lo que ha sido el PSOE. Ni respeta la democracia interna, ni tiene en cuenta a las bases, ni tiene proyecto de país, ni nada, es una continua vulneración del principio de no contradicción. Si mañana Sánchez dijese que hay que ser libertarios á la Milei todos asentirían, siempre y cuando mantuviesen sus puestos. Lo curioso es que lo mismo que opina Page lo opina un 40%, como poco (según los datos de consultas y participaciones), del PSOE. ¿Están todos esos militantes fuera del PSOE?

Para tocarle las narices al mininistro, Page le ha recordado algo: «El que gana a la derecha y a la extrema derecha en este país no está en ningún extrarradio. Yo gano elecciones. A ver si voy a tener que pedir disculpas por ganar elecciones». Puente no las ganó, Sánchez no las ganó y así muchos más que se entregaron al sanchismo, por miedo o conveniencia. Puente y Cerdán no tienen la valentía de decir lo que piensa todo el mundo, incluidos los sanchistas, que esto lo hacen para seguir en el cargo. Sin más. Están por el poder y les vale todo. Carecen de ética, principios e ideología socialdemócrata, solo el poder les vale. Son enfermos del poder. Pero hay que advertirles que hasta los dictadores acaban por morir, los partidos por perder y los bocabajo en el paro.

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