Rubén Uría, para quien no lo sepa, además de periodista en diversos canales de televisión —dicen las buenas lenguas que hasta ha comentado partidos de la liga francesa—, tiene un canal en la plataforma Twitch (Club Uría) donde comenta todos los días la actualidad rojiblanca. Un esfuerzo por tener un medio rojiblanco que no esté infectado por el nacionalmadridismo que todo lo pudre y donde acuden otros periodistas, aficionados y alguna que otra persona de mal vivir. El lunes, aunque yo lo vi el martes por culpa del banco de Santander en Youtube (#ClubUria180), no se sabe si por haber cambiado el té rojo por el verde, se quedó a gusto con la situación no solo de la plantilla sino de toda la institución (le faltó el Atleti femenino para rematarlo). Dijo muchas e interesantes cosas pero ¿tiene razón?

Corto, se ha quedado corto en esos primeros 45 minutos de palos. Como aquí tampoco me suelo esconder, hace poco que lo advertí (miren lo del 26 de febrero o los anteriores artículos) y del Atleti no creo que llamen para darme un toque (de otros sí que ha habido intentos) firmo todo lo dicho por Rubén y le subo cinco euros más la apuesta (está cosa muy apretada). Que hay dinosaurios jugando, sí. Que a algunos no les da para más, a manos llenas. Que Simeone entiende mal las jerarquías en este momento, ya lo dije y sí. Que Gil Marín no invierte y lo que ficha son retales (en algún caso incluso despojos), también. Que el nivel físico es deplorable, no hay más que verlos. Que la afición está acomodada y le vale con cinco o seis partidos buenos, sin duda. No hay más que ver la euforia después del Inter pensando algunos que se puede ganar la Champions… Si se retiran los demás equipos es posible.

Gil no invierte y el Cholo se acobarda

Nada de esto es nuevo con los Gil. Esto ya se ha vivido. Recuerdo que, después de décadas de socio, antes de la temporada que se bajó a segunda y aprovechando que mi hermano consiguió cambiarse al fondo sur, dije que les iba a financiar su $%&%$. Con el descenso piqué y volví hasta que dijeron que vendían el Calderón y hasta ahora. Ni he pisado y es muy probable que no pise el Metropolitano, salvo para conciertos, hasta que los Gil y Cerezo se mantengan como accionistas. No máximos, sino accionistas que puedan decidir algo. Si se ha ganado mucho estos años ha sido a pesar de quienes dirigen “su” sociedad. Esto ya lo hemos visto. Invertir poco (no pusieron ni el dinero con el que se quedaron el club), con fichajes raros y siempre con sospechas de todo tipo.

El problema es que todos están muy cómodos con el Cholo al frente. Los jugadores porque le conocen y saben que le cuesta cambiar, bien por sus cábalas, bien por sus jerarquías mal entendidas. En cuanto tiene un grupo de jugadores fetiche siempre los va a poner. Gil y Cerezo observan que con lo que les traen da para ir tirando hasta que logren vender el equipo por un pastizal, aunque dejen una ruina. Se paga muy por encima del rendimiento deportivo a los jugadores, a la mayoría, y se consiente que jueguen cuando les da la gana, como ha sucedido en estas dos temporadas.

El Cholo está desquiciado y ha abandonado el cholismo, como bien dice Uría y comentamos en el artículo anteriormente citado. No encuentra el sistema más eficaz porque las aptitudes de los jugadores son las que son en su mayoría y porque no se baja de la burra de poner siempre a los que, en otros tiempos cuando eran jóvenes y aguerridos, le sacaron las castañas del fuego. Cruyff solía echar del FC Barcelona a aquellos jugadores que veía medio acomodados, eso el Cholo no lo hace, se emperra en unos pocos. Le cuesta poner a otros.

Limpia en la plantilla

La renovación, como dice Rubén, debe ser de casi toda la plantilla. En la portería si viniese una oferta desquiciante por Oblak habría que aceptarla, como no va a llegar pues a seguir y ver si Moldovan puede competirle algo, hasta que llegue Iturbe. En defensa habría que dar salida a todos. Sí a todos. Ni Savic, ni Giménez, ni Reinildo, ni Hermoso, ni Azpilicueta ni principalmente Nahuel Molina, deben seguir. A Gabriel Paulista le acaban de fichar y a saber. La mayoría no tienen calidad, ni cuerpo para jugar en el Atleti o en el fútbol actual. Alguno habrá de quedarse.

El centro del campo también tiene unas salidas claras. Rodrigo de Paul fuera. Hoy. Ya. Cuanto antes. No por falta de calidad sino por perro y porque igual hasta se engaña a alguien para poner dinero. Koke debe seguir, ganando menos, porque es el estandarte y no lo hace mal del todo. Vermeeren debe seguir porque no sabemos si es bueno, malo o mediopensionista (¿lo sabremos algún día Cholo?). Witsel ganando ocho kilos al año, pese a no ser el de peor rendimiento, no lo veo. Saúl, dos besos, un abrazo y gracias por todo. Llorente igual podría quedarse porque es un parche para cualquier descosido. Lino, si jugase sin chuparse 110 metros arriba y abajo, seguramente tenga un buen rendimiento. Lemar hace tiempo que debió salir, aunque con tanto tiempo de lesión no habrá compradores. Barrios y Riquelme se pueden quedar, con dudas y esperando a que den un paso adelante… si les dejan.

En la delantera, salvo el marido de Érika, todos fuera. Sin pensarlo mucho y el francés se queda según rendimiento. De los cedidos salvo Mouriño (al que está por ver de verdad) y Omorodion, a vender con opciones de compra o porcentajes futuros. En el filial tampoco hay tantos que puedan subir directamente y si se ceden que sea a equipos donde vayan a jugar, no a comer banquillo porque el entrenador es un maniático de los maduros o perros viejos. Gil debería hacer caso a Berta (¿realmente piensan que decide fichar de primeras a los desgastados que han llegado?) e invertir. Si no lo va a hacer que se lo diga al Cholo y fuera como dice Uría.

No sufran más

Pregunten a los hinchas de River qué pasó con Simeone. Está en esa dinámica y, además, tiene a algún gafe en el cuerpo técnico. Volver al cholismo es necesario, vital. El Atleti no ha ganado todas las ligas que ha jugado pero ha competido la mayoría de ellas. Competir, dejarse la sangre, sudar la camiseta. Claro que en aquellos tiempos había una afición bastante más crítica. El Frente de los 1980s o 1990s ya les habría tirado alguna silla que otra. Una buena lluvia de almohadillas habría llegado. Pitos y broncas bastantes. Y el del palco saliendo escoltado por la Policía. El mal del buenismo se ha metido en el Metropolitano.

En cualquiera de los programas, o en los artículos que me dejan escribir por aquí, se ha dicho esto en diversas ocasiones. Esta misma temporada casi nada más comenzar. El Atleti, además de un vicio, es un salida vital para muchas personas y con eso no se juega. Que luego muchos cabreados en redes con Sánchez o Feijoo pero tragando con unos jugadores que arrastran y manchan la camiseta rojiblanca… cuando la llevan porque Nike sigue entregando adefesios y el de arriba traga porque ya habrá cobrado por adelantado. Corto se ha quedado Rubén. Muy corto.

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