Para quererse ir no deja de mostrar el totalitarismo inherente a su personalidad. Igual es por el narcisismo exacerbado que muestra constantemente, igual es por un sentimiento de inferioridad intelectual, igual es porque es así, pero Pedro Sánchez no ha hecho otra cosa que eliminar democracia interna desde que se hizo con las riendas del PSOE. Lo de las urnas ocultas es una tontería comparado con la reglamentación que ha implementado, con toda la militancia aplaudiendo cual foca en busca de pescado, y que ha hecho del partido una plataforma personalista. Normal que en este momento acabe por mostrar su cara más totalitaria. O hay demostración de fe inquebrantable al líder supremo hermoso y perfecto, o habrá consecuencias.
La maquinaria de Ferraz, o sea la maquinaria de Sánchez, no ha dejado de enviar mensajes durante toda la semana a la militancia para que le apoyen. En vez de esperar algo más espontáneo, desde que deslizó en redes sociales la lacrimógena carta, el aparato del partido ha enviado mensaje tras mensaje de apoyo a él y a su señora esposa (la cual ¿es militante? ¿es socialista?) para calentar y despistar a la militancia. No solo eso, han estado llamando, desde ministros-dirigentes hasta funcionarios del partido, a que todas las federaciones sacasen un comunicado de todas las ejecutivas (incluyendo las provinciales) de apoyo a Sánchez y en favor de la democracia —porque parece que la democracia es él o algo así, ya que no queda muy claro. Esto no es nuevo y ya se ha vivido en otras épocas un tanto más luctuosas.
A fin de rematar la locura totalitaria, con vistas al Comité Federal, Sánchez ha tomado varias decisiones —si alguien piensa que esto es obra solamente de Félix Bolaños y Marisú Montero, es que no conoce al personaje—: quitar la reunión de la comisión de listas electorales (no habrá votación del máximo órgano entre congresos, el parlamento para los profanos de los partidos); poner pantallas con la retransmisión del Comité Federal en la calle Ferraz; y, consecuentemente, permitir la transmisión de todo el Comité. Se pasa los estatutos y la tradición por el forro de los dídimos porque él lo vale y sus bocabajos no van a protestar, pero lo peor no es eso, es que es un mecanismo totalmente pensado para coaccionar a las mentes libres (si es que hubiese alguna pues la mayoría son palmeros).
Imaginen que cualquier miembro del Comité Federal quisiese hacer una crítica de las malas rachas electorales, o de la carencia de explicaciones a lo que ha sucedido con su esposa, o cualquier otra situación que se crea conveniente… las masas que estarán apostadas a las puertas lo lincharían al salir. Porque las masas no piensan, ejecutan. Por eso la convocatoria de apoyo a su sanchidad se ha hecho coincidir con el Comité. Pero hay más, no solo se quiere presionar a los miembros del comité sino a quienes hayan sido electos en las listas electorales.
Al quitar la votación de las listas electorales, una listas ya negociadas por la oligarquía del partido, no se genera la eliminación de críticas, eso ya se ha evitado con los candidatos (todos son palmeros), sino que se busca que muestren su total entrega al líder supremo. Se obliga a todos a acudir a Ferraz para alabar hasta la náusea al jefe. Defensa total e inquebrantable es lo que se busca. Y si alguno no sale al estrado y no rinde total pleitesía, igual puede desaparecer de las listas. O la esposa de ese alguno. O el hermano. O el novio/novia. Si no se practica la total sumisión al jefe supremo, solo queda el exilio interior, el ser tratado como un apestado y, dependiendo del enfado, echarle a las masas encima cuando vaya a salir.
Esto es totalitario. Es dictatorial. Es cualquier cosa menos socialismo. ¿Firmó cartas la esposa de Sánchez? Sí. ¿Se reunió con las gentes de Globalia? Sí. ¿Tiene intereses económicos con personas que obtienen dineros públicos y con cartas suyas? Sí. Esto no es mentira. Nadie dice que sea delito, pero es una carencia de ética total. Más cuando se dice ser socialista. Si la señora que duerme en Moncloa con Sánchez se hubiese estado quieta, esto no pasaría. Es obvio que las denuncias no van a llegar a ningún lado (lo ha reconocido hasta Carlos Herrera, quien no parece que sea sanchista), es obvio que Sánchez también ha utilizado a las familias de dirigentes de otros partidos para dañar la imagen, entonces ¿por qué eliminar las votaciones de listas, por qué dar en abierto el Comité, por qué presionar a las diferentes ejecutivas para que saquen comunicados? Si se va a ir ¿para qué mostrar su cara más dictatorial?
Si ya ha decidido irse ¿para qué este postureo? De hecho, si realmente está tan dolido por las informaciones tendría que haberse ido. Y eso no supone un quebranto democrático, pues pasa el siguiente y sigue gobernando el PSOE con sus aliados actuales. Él no, pero sí el PSOE. Y este es un matiz importante en la cabeza narcisista de Sánchez. Se debe creer un ser superior o una figura mosaica. Todo hace sospechar que no va a marcharse sino que quiere plegar todas las voluntades a la fuerza. Eso sí, provocando una escandalera tremenda y siguiendo con al división social. Ahí tienen a la menestra de Ciencia hablando de buenos y malos.
¿Que hay medios que dan asco? Sí. A izquierdas y derechas. Ayer mismo en El debate se publicaba un artículo infecto, asqueroso, carente de toda ética sobre el hermano de Sánchez. Y tiene razón el presidente que estas mierdas acaban provocando que los más idiotas y simples de España acaben pensando que seguro que está trincando. Como el riego les llega para las funciones vitales acaban creyéndose lo que dan a entender todos los medios. No piensen que por la izquierda son todos listos, no, los hay que se creen el lawfare o que la democracia española está en peligro. Mentes simples aleccionadas en favor de la división por hunos y hotros. Esto no empece para señalar que Sánchez, le pese a quien le pese, es un dictadorzuelo y con lo de hoy en Ferraz vuelve a demostrarlo.