martes, 18 noviembre, 2025

El Atleti de los escalofríos

Hoy es la última prueba antes de comenzar las competiciones oficiales y lo mejor que se puede decir de este «nuevo» Atlético de Madrid es que no se parece en nada a lo que venden Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo —dependiendo la hora del día es más o menos grandioso—, ni a lo que han vendido amanuenses, periodistas e influencers que ahora se baten en retirada, no da para pensar en grandes cotas, ni los fichajes son lo más increíble que se haya visto. Ayer nos dejó Manuel Esteban, Manolete, y seguro estaría echando jaculatorias por la boca o tirando de ironía. No hay mejor homenaje que decir verdad o algo que se le aproxime.

En realidad este no va a ser un Atleti grandioso sino el Atleti de los escalofríos. Esos mismos que van a tener los aficionados cada vez que vean una convocatoria, una alineación o una salida al terreno de juego. Porque quitando dos o tres jugadores (Julián Álvarez, Oblak y/o Baena) se estará pensando en si cada uno de los que completan el once van a tener el día bueno, o lo tendrán malo, o a ver cómo sale el chaval. Se han ido ocho jugadores y han llegado seis, ya por ahí parece que se pierde algo, aunque alguno de los que se han ido fuese lo más perro que han visto en el Metropolitano. Menos jugadores, aunque avisan que llega Raspadori, delantero que no mete goles, para cubrir uno de los huecos.

Pubill, que ha dejado buena impresión «como central», es un melón por abrir. El color es bueno, el tacto es bueno, pero hay que abrirlo y catarlo. Que puede ser marroquí y apepinado, o puede que los venda de Villaconejos y resulte ser de Membrilla —si pasan por la A4 fíjense en los camiones de Villaconejos que hay recogiendo melones, antes o tras pasar Consolación, del pueblo de Membrilla, los cuales son excelentes—, con lo cual doble sorpresa. Johnnytiene buena pinta y sólo queda la duda si aguantará el ritmo de competición de un equipo grande. Hancko es otro que parece serio y habrá que ver si no se lengletiza. Ruggeri, a parte de tipo molón, no es que tenga muy complicado superar los anterior pero habrá que ver si sale para internacional o para las discotecas. Almada, si no le marean mucho, es otro melón por abrir. Vamos que hasta que jueguen escalofríos.

A esto hay que sumar lo que se ha quedado. Desde la SAD se viene fomentando una campaña de acoso y derribo, muy seguida por todos los velcrosATM de las redes sociales, contra Sørloth y Gallagher que habrá que ver cómo acaba reflejándose en el campo. A la primera que fallen habrá runrún o insultos y les desquiciarán propiciando una bajada en su rendimiento. Con Molina, Galán y Lenglet se sufrirá lo mismo que la última temporada y se llegará al estadio rezando —o frente al televisor en las salidas— para que tengan en día normal, sin grandes despistes. Giuliano y Llorente correrán mucho pero poco fútbol generarán. Así que todo quedará en manos de Baena, Barrios y Julián, porque al marido de Érica ya no se le espera más que para sorpresas puntuales y Koke está para lo que está. Y siendo año de mundial, Giménez estará la mitad de los partidos lesionado.

Como para que no entren escalofríos cada vez que se ofrezca una alineación. Cuando se sepa la designación arbitral también recorrerá un escalofrío el cuerpo de cada atlético por si es de los de tarjeta rápida, arbitraje sibilino o VAR maligno. A esto hay que sumar que todos los nuevos se acoplen no sólo a la liga sino al esquema cambiante, a las manías del cuerpo técnico, al nacionalmadridismo que les encumbrará para pisotearlos al día siguiente, a las sanciones desproporcionadas, a un estadio que está frío la mitad de los partidos, a unas visitas donde verán a compañeros tocarse los dídimos porque ya caerá el gol, etcétera. Lo del «Estoy tenso» de Alex Jackdaniels va a ser una tontería antes de cualquier partido del Atleti.

MAG y Carlos Bucero dirán lo que quieran, pero no existe un plan distinto al de otros años. Dicen que se ha rejuvenecido, ocultando que ya de los tiempos de los faraones no quedaban jugadores disponibles —sí, cuando el Sevilla disputaba la liga de la Atlántida—, pero todo el mundo ve las carencias evidentes de un equipo… entrenador por el Cholo. Porque igual entrenado por otro con estos chavales quedas cuarto o quinto y es una alegría, pero con el argentino lo mínimo exigible es clasificación Champions, intentar rascar un trofeo si dejan y subir un peldaño en la persecución del duopolio. A eso ha acostumbrado y menos es un fracaso de la directiva y del entrenador. En liga, vistos los demás equipos, a poco que se haga regular se consigue la tercera plaza, pero hay que pedir más, mucho más. Cuando menos salir con la mentalidad de don Luis Aragonés: «Esto del fútbol es ganar y ganar y ganar y volver a ganar».

¿Buenos fichajes? Escalofríos recorren las espaldas de los aficionados.

El duopolio deportivo y mediático se ha cargado La Liga

El otro día un tal Pacojó en la cadena SER se quejaba a Javier Tebas porque los equipos pequeños en España no podían casi fichar y los ingleses sí. Y lo dijo sin mirarse antes al espejo de su propia culpa. El duopolio mediático y deportivo que se instaló desde comienzos del siglo xxi, coincidiendo con la llegada del Maligno a la presidencia del Mal, es lo que ha acabado con cualquier posibilidad deportiva de competencia, más o menos, equilibrada. Si el foco general sólo se centra en dos ¿quién va a comprar un Osasuna-Real Sociedad donde no hay ni un jugador conocido medianamente?

El reparto televisivo en España es completamente irregular, dos se llevan un pastizal de lo que se ingresa, un tercero rapiña una buena cantidad y el resto a lo que quede. No se reparte un mínimo por igual y, a partir de ahí, dinero por clasificación deportiva, no. El dinero de reparto se hace desde una posición de partida descompensada que ya impide el poder formar una plantilla de jugadores en condiciones. Como el fairplay financiero sólo tiene en cuenta el dinero seguro —salvo que sea una empresa fantasma a la que dan cancha—, los equipos del cuarto para abajo van con lo justo al mercado. No por incapacidad financiera real —algunos equipos realmente están cogidos por alfileres como el Sevilla— sino por impedimentos legales previos. ¿Podría el Villarreal hacer un fichaje de cincuenta millones de euros? Seguramente, pero según los cálculos de La Liga no.

Lo que no se cuenta es que esta posición de partida es asumida y defendida por el Maligno y el socio que esté en la presidencia del Barça. No quieren que vuelva a aparecer un Superdepor, ni un Valencia campeón, ni un Bilbao con gabarra, ni nada por el estilo. De hecho, toleran mal que exista el Atleti de Simeone, ese que les ha quitado dos campeonatos y se mete por el medio cada dos por tres. Era más gracioso el Atleti de Manzano —le han acabado premiando al señor con un carguito en el CTA—, de ahí que este verano se hayan oído quejas a ambos lados del duopolio por los fichajes acometidos por el equipo rojiblanco. ¿Cómo es posible que fiche tanto? ¿De dónde saca para tanto como destaca?

Si deportiva y económicamente Tebas y los dos representantes del duopolio, uno de los cuales acaba controlando todo el engranaje de la RFEF, impiden el desarrollo de La Liga, los medios de comunicación lo hacen en su campo alimentando la ideología duopolística. Sólo interesan dos equipos, el resto para hacer scroll en la pantalla del móvil y encontrar una noticia después del falso desnudo de la petarda mediática de turno o el comentario imbécil del «dos neuronas» que sale en televisión. Decía antes del verano Roberto Palomar: «Somos una carnicería, hay que vender carne y el que más carne vende es el Real Madrid. Es así y no hay que avergonzarse». La metáfora de la carnicería viene bien por la casquería, pero en un periódico lo que hay que hacer es informar, no bufandear, que es lo que hacen y da mucha vergüenza. Los palos que meten los periódicos británicos aquí son impensables, las investigaciones menos. ¿Por qué?

Evidentemente, en el sector del Mal, por miedo a perder el trabajo. Pero también porque con este duopolio logran ganarse un jornal unos cuantos mediocres. ¿Por qué aparece Gonzalo Miró en cosas del Atleti no teniendo ni idea de… nada, en realidad? Porque da palos a Simeone y acepta el discurso oficial del nacionalmadridismo. Con un periodismo libre, no le dejarían ni apoyarse en la puerta del medio. Al final todo esto genera un caldo de cultivo, una dialéctica amigo-enemigo que impide al resto de equipos intentar ir más allá. ¿Para qué se va a gastar dinero el Villarreal si no le van a dejar crecer? ¿Para qué va a fichar el Betis si el tope es tercero? Lo del gasto, siendo supuestamente la segunda liga en ingresos, es para llorar. Miren los gastos en fichajes:

Premier League: 2.173.032.275 €

Bundesliga: 580.700.000 €

Serie A: 817.785.000 €

Ligue 1: 341.713.988 €

Liga Portugal: 276.735.000 €

La Liga: 490.000.000 €

Si se tiene en cuenta que de esos millones casi 350 son de dos equipos de Madrid… ya me dirán qué se gastan los demás. Pero es lo que quieren los medios y los dirigentes futbolísticos. En la Premier salvo Aston Villa, que está en mala situación financiera, y Crystal Palace, que no ha comenzado a comprar, todos los equipos han gastado cincuenta o más millones. Incluyendo los recién ascendidos. Pero es que salvo Francia y Portugal, el resto de ligas competitivas gastan más que la española y de forma más repartida. E ingresan más o menos lo que gastan, como la española, salvo la Premier. Esta desigualdad de base provoca que los equipos de La Liga, del octavo para abajo, hagan antifúbol en muchas ocasiones porque caer a segunda es casi desaparecer. Mientras tanto en Inglaterra los partidos, habiéndolos malos, son más entretenidos.

Si a eso le suman que todos los medios en España acaban bajándose los pantalones a lo que diga RMTV, un canal que no ven ni los socios, pero que acaba marcando la línea periodística de cada semana… queda una mierda pinchada en un palo. Todo se planifica para dos, todo se bufandea para dos, pues se acaba teniendo a dos que ya ni pueden competir con los de fuera salvo con trampas y argucias en UEFA. Se lo han cargado ellos, los directivos y los periodistas, no vendan ahora que si la abuela fuma. Ustedes son los culpables y deberían pagar por ello, o al menos tener la vergüenza de reconocer su error pero… los palomares venden carne y acabarán con gota.

¡Cómo torea MAG a los periodistas!

Como cada temporada quien acaba ganando en todo esto de la ordenación de la plantilla es Miguel Ángel Gil Marín. Invierte lo justo, estos dos años presionado por los inversores un poco más, y logra que todo el mundo alabe su gestión. Da igual que esté Andrea Berta que Carlos Bucero, se ficha bonito y barato, o en su defecto a pagar en comodísimos plazos, y ya si sale bueno se le ponen los ojos con el signo del euro o del petrodólar y a vender en cuanto se pueda. A todo ello conoce perfectamente el funcionamiento de la prensa, especialmente la nacionalmadridista, y sabe que una palabra suya bastará para cepillarse a alguno en según qué medios. El mayor problema lo tiene en aquellos medios que no controla o que son muy minoritarios, pero siempre habrá tiempo para un patrocinicio de Gilmar.

Lo que hacen todos los presidentes de equipos de fútbol, vamos. El del Getafe con su prensa local, el del Villarreal con la prensa provincial y regional, el del Barça con la prensa autonómica —impresentable lo que están haciendo con Ter Stegen pero allí culpando al jugador, cuando no quieren cumplir lo pactado desde la directiva— y luego está el Maligno que lo controla todo. Dentro de esta situación común, Gil Marín tiene la especial habilidad de torear a la prensa que cubre la información rojiblanca con suma maestría. Debe ser que de sus años de ganadero taurino le ha quedado el poso de algún torero bueno y entre verónicas, pases de pecho y naturales consigue que la afición no sepa ni por dónde vienen dadas.

Alimentó algún tipo de esperanza antes del Mundial de Clubes, incluso se llegó a invocar aquello del faiplay financiero o el período de fichajes cuando era evidente que aquello había sido liberado para esa época. Luego no se anunciaban los que se decía habían fichado porque patatas, vamos que no estaban los avales monetarios, no se habían terminado los flecos o había que esperar algún ingreso para poder poner la primera cuota del fichaje —algo que contamos aquí y que luego nos han reprochado como quejas infundadas—, el cash flow de toda la vida. Que se puede contar así porque le pasa a todos los equipos, de hecho hay unos cuantos equipos con fichajes que no han podido ser inscritos por motivos de ese estilo. Desde la prensa se alimentaba la esperanza, normal al comienzo del verano, pero sin dar más información. «Baena está hecho, pero tal y cual»; «Johnny llegará, pero lo otro y lo demás allá», les faltó «lo de Ruggeri ni la hemos visto venir».

Mientras caían los seis fichajes, cuando han echado a ocho hay que recordar con insistencia, Gil Marín acariciaba un gato en su despacho. En cuanto se terminaron los fichajes comenzó la campaña de salidas, lo que tuvo a la muchachada entretenida otra semana y el gato estaba hasta las narices de las caricias. Todos los medios al unísono diciendo que los fichajes habían sido estupendos, que todo iba muy bien y la prensa nacionalmadridista vendiendo que el Atleti ya no se podía conformar con ser tercero, que de dónde sacaba el dinero y las típicas estulticias de esa tropa de personas con zapatillas de velcro. ¡Ah, pero amigo! ¿Ahora qué?

Ahora MAG comienza a filtrar y juguetear con unos y otros. Lo primero es que sale en la autoentrevista diciendo que están haciendo «una plantilla para soñar en grande». Algo que es interpretado como que van a seguir llegando fichajes y se supone que buenos de verdad, de los que cincuenta millones para arriba. Y ahí están opinando en las tribunas rojiblancas que si dos, que si tres, que si la sorpresa final del verano… Mientras tanto, se comienza a filtrar que si no salen dos de los que pueden dejar dinero la cosa va a estar complicada y les ponen nombre y todo: Sørloth y Gallagher. La Gloriosa, pensando que van a traer al Cuti o a algún descarte de los buenos de Chelsea o PSG, atizando a los pobres jugadores. Por cierto, menos mal que Darwin Núñez se va a Arabia porque cuidado que lo han pedido no se sabe bien por qué.

En cuanto se han descuidado los periodistas les filtran que van a por Raspadori o Piccoli, y algún rodillas raras más que saldrá, porque son oportunidades de mercado, dejando abierta la posibilidad de algo más de calidad. En ese tiempo Enrique Cerezo, después de comer y «sobremesear», sale diciendo que el Atleti es candidato a ganar todo. Más especulaciones y todos contentos porque van a venir más jugadores y el parón es lógico tras el esfuerzo. Todavía hay que sacar a algunos jugadores para dar el último paso pues el mercado dura hasta el ¿30 de agosto o 1 de septiembre inclusive? —La Liga ha modificado las fechas, sin emitir un segundo comunicado, en su página web—, sin pensar que si siguen sacando jugadores el equipo se va a quedar con los seis fichajes, Oblak y Julián.

Y como el Diablo es travieso, ahora filtra que la plantilla se va a quedar en 22 fichas, salvo que salga alguien más, y que sólo llegará un jugador más. Un jugador que no será estrella, ni nada por el estilo —como se avanzó aquí— y que apunta a fichaje de esos estrafalarios que tanto gustan al CEO. ¿Cómo quedan todos esos periodistas que hasta ayer decían que desde la directiva se estaba trabajando en sumar más efectivos al equipo? Tras ver las carencias en el primer amistoso, ¿dónde están los que decían que el mercado era muy bueno y se estaban haciendo las cosas bien? ¿Do quedan esos que estaban llamando a llenar el Metropolitano para la gran fiesta rojiblanca de presentación de fichajes? ¿Quién es el guapo que ahora se atreve a asumir la responsabilidad de haber sido engañado y empieza a exigir de verdad al CEO?

Mañana, ¿qué nos contarán en los medios? ¿Otra filtración completamente contradictoria con todas las demás filtraciones? La verdad es que MAG los tiene a todos bailando y todavía algunas personas piensan que se está cociendo una sorpresa enorme. Sorpresa la que se van a llevar el año que viene al renovar el abono, que se lo subirán para hacer fichajes ilusionantes. Mientras habrán dejado una plantilla peor que la anterior, la cual ya daba pena. Como ha dicho alguno en redes sociales, si se quedan en 22 fichas, considerando que hay uno que se pasa la vida lesionado (Giménez), otro que es casi exjugador (el marido de Érica) y alguno que no le gusta demasiado al entrenador (Gallagher), pues son 19 fichas para una temporada llena de partidos. En el camino, MAG los tiene bailando en sus palmas.

Bucero pasa de comprar en El corte inglés al gitano Manuel del mercadillo

El hombre comenzó comprando en El corte inglés, luego pasó a los centros comerciales de diversos lugares de la geografía y ahora ya se ha acercado al mercadillo donde el gitano Manuel a por los calzones y las bragas en paquetes de a tres. Carlos Bucero, que hace nada era considerado poco menos que un dios griego, ha dejado a la hinchada rojiblanca como se queda quien después de un calentón discotequero se queda con las ganas.

Baena y Hancko pueden ser considerados fichajes de clase media alta, Ruggeri y Cardoso de clase media con posibilidades y Almada y Pubill son esas ofertas que pueden salir buenas o malas con las que fardas al principio y luego… toca esperar. El problema es que se han marchado ocho o nueve jugadores, se filtra que van a salir dos más y lo que proponen y filtran a los amanuenses habituales son esas bragas baratas que se compran por quintales. Sabes que no te van a servir más que para una puesta con suerte. O como los calzones de esos apretados que te van a calentar los dídimos a los dos minutos de puestos. Son baratos, sí, pero de la calidad se duda bastante.

Tras la ilusión de los seis fichajes, pese a la decepción de un juego insulso y sin sentido del primer partido, viene el estacazo del gilmarinismo inilustrado. Bucero ya deja de sacar conejos de la chistera y vuelve a lo de siempre, a las ofertas que pueda encontrar en cualquier lado del mundo. Abandonada cualquier esperanza sobre el fichaje de una estrella, ya se comentó aquí que no iba a venir nadie de ese perfil, se pasa de la clase media alta —lo que corresponde al Atleti por situación deportiva actual e histórica— al saldo de mercadillo —ya ni Saldos Arias—. Suenan italianos que son delanteros y cuya característica más destacada es no meter goles. Se quiere vender a quien coge salmones con las manos para traer ¿qué? ¿Un tipo que debe asustarse al ver al portero contrario? Porque Sesko no va a venir. Con suerte, igual hasta te hacen buen precio por algún descarte por un rodillas raras del Chelsea.

Y decir esto no es pupismo, ni destrucción sino la exigencia mínima para una directiva que sale en los medios diciendo que hay que ganar todo —¿por qué dejan hablar a Cerezo tras salir del Pétalo’s?— pero ofrece saldos o jugadores de amigos que ni encajan, ni son para el Atleti actual. Los fichajes deben ser mucho mejores, pero bastante mejores, incluso majestuosos. No hay que permitir que la vuelvan a colar como el año pasado dejando una plantilla en cuadro, la cual se cayó en cuanto se apretó el calendario y no se respondió a los robos. ¿Ganar? ¿Con delanteros sin gol? ¿Con japoneses o koreanos que no jugarían ni en el Villarreal aunque vendan camisetas? ¿Con bragas de esparto y calzoncillos de lija? Si han de venir jugadores, que deben y tienen, que sean de mayor calidad a lo que existe, para traerlos peores que juegue cualquiera del filial, que sí que saldrá barato. Pero esos sí, que ni ellos, ni sus amanuenses vendan burras.

Vale echemos al Cholo pero ¿a quién traemos?

Como hemos comentado en el programa del Club de Uría cansa mucho que siempre las leches vayan en la misma dirección: el Cholo Simeone. Las que vienen desde el nacionalmadridismo son por miedo, por no tener al lado al vecino del que reírse. Antes estaba el vecino calvete y bajo con esposa grande y mandona del que se hacían chistes y tiras cómicas. Desde que, por suerte y chiripa, llegó el Cholo hay un vecino que te manda a pastar, que tiene una esposa que es mejor que las páginas web en las que se meten para creer que están casados y tienen una vida feliz y, además, te pinta la cara de vez en cuando en las reuniones de vecinos. El eje de este Atlético de Madrid, dentro de los años del gilismo inilustrado, es el entrenador argentino, para lo bueno y lo malo.

Sin duda puede parecer que, desde la última liga conquistada, se ha atascado, le faltan ideas, le falta fútbol, le sobran manías y niños mimados en la plantilla, eso no se discute, pero ¿a quién traerían para sustituirle? Porque debe ser un entrenador preparado para la presión que supone estar en el banquillo del Metropolitano: donde los robos son descarados y continuados de forma sibilina; donde la prensa es madridista y te van a dar si lo haces bien o si lo haces mal —en este caso dependiendo de otras circunstancias igual hasta te alaban por lo citado en el primer párrafo—; donde tu jefe no te va a defender si pasa algo extraño porque está a lo que está; donde los fichajes suelen ser baratos, raros, melones por catar y nunca se completa una plantilla en condiciones; donde la aspiración máxima de los dirigentes es entrar en Champions porque les molesta soltar la mosca de las primas. Y donde hay que aguantar a la afición más tremendista del fútbol.

¿Quién podría venir? ¿Emery? Ha fracasado en los dos equipos grandes que ha entrenado. ¿Marcelino? Buena pinta pero en cuanto sale por Europa se le ven las costuras. ¿Klopp? ¿Pep Guardiola? ¿Armando Buscarini? Porque el Atleti actual no está para probaturas, hay que estar siempre en Champions, llegar a cuartos en la máxima competición, aspirar a la Copa… vamos lo que decía Luis Aragonés «Ganar, ganar y volver a ganar» sabiendo y comiéndote que igual no te dejan por ser el Atleti. Al Bilbao, al Sevilla, al Nancy, al Brest, al Bolonia o al Aston Villa los entrena casi cualquiera, a los equipos grandes no. ¿Subir a Fernando Torres? Por nombre y aceptar la presión vale, pero futbolísticamente todavía es un misterio por estar en un filial.

Al final llegará el día en que el Cholo no esté en el banquillo, más cerca de lo que se piensa, pero ¡ojo! no vale cualquiera para el banquillo del Atleti, al menos de este Atleti que ha recuperado, en cierto modo, la ambición por ganar del histórico de los años cincuenta, los sesenta o los setenta del siglo pasado. Que se puede volver a los tiempos de seis entrenadores en una temporada del gilismo. Mientras tanto hay que exigirle y mucho al Cholo. Fútbol más rápido. Más presión. Más valentía en algunos partidos contra equipos, supuestamente, inferiores. Menos mufas, manías y cariños especiales. Pero sustituirle y seguir a este nivel, que al final pone en tierra de nadie en el fútbol español, no es sencillo, ni cualquiera lo puede hacer. Que llega un Postecoglu de la vida y no te baja segunda porque hay tres más malos todavía.

Reconozca que no tiene ni idea de fútbol

Leyendo a algunos por redes sociales, pues está complicado verse todos en un mismo sitio, se comprueba que no tienen ni puñetera idea de fútbol. Quien esto escribe el primero porque se compara con Borja Aranda y entiende que no ha visto el mismo partido. Quien esto escribe ve unos quince o veinte partidos a la semana —ayer mismo tras terminar el Atleti se enganchó al brasileirao con los partidos de Botafogo (Davide ya no es tan bueno ¿eh Marca?) y Flamengo—, lo que se teme es que quienes pontifican sobre jugadores ven, con suerte, el de su equipo (el Mal), el del que dicen que es su equipo y poco más.

No teniendo ni idea, aunque sea por aluvión de partidos —por cierto el Maldonado, ese que se rasca mucho la nariz, era incapaz de saber quienes eran los jugadores del Atleti el otro día, así que menos el lateral derecho de cualquier equipo perdido—, se sabe qué jugador es medianamente decente y cual no. Cual sirve para su equipo y cual no. Porque, tras el no fichaje de Millot, han aparecido seres diciendo que Kubo sería genial para el equipo rojiblanco… ¿Kubo? ¿De verdad? ¿Le han visto jugar este último año? Ni para el Villarreal de Champions está el chaval y lo venden como estrella. Este tipo de indicadores demuestran que no ven fútbol y se dejan llevar por los highlights del nacionalmadridismo o los reels de redes sociales.

A veces surgen nombres —sin llegar a la cagada de Marca anunciando que Luuk de Jong podría fichar por el Sevilla dos horas después de ser presentado por el Oporto— con los que cualquiera se ilusiona y resulta que es un tuercebotas o rodillas raras de cuidado. El Getafe está acostumbrado a las cesiones del Mal —deben estar los aficionados deseando que lo vendan al Liverpool para ver si algún día fichan algo— y claro se ilusionan con cualquiera porque todo el mundo sabe que la cantera del Mal es la mejor. Ni dos internacionales por país alguno, pero la mejor. Y es que da igual que sea el Girona —otros que esperan la ayuda de papá City— o el Villarreal, siempre está el aficionado que encumbra o destruye al fichaje de turno sin tener ni idea.

Apoyados en la barra de un bar con un clarete y el almuerzo se puede decir cualquier estupidez o cuñadez, en las redes sociales, empero, el alcance es mayor, aunque sea de pasada, y lo que es estúpido puede acabar siendo opinión contrastada, lo cual genera que los grogets estén que trinan porque no se ha fichado a Maruswerki, ese que dicen es el nuevo Maradona de los Alpes, o se enfaden en Sevilla porque se ha conseguido la cesión de Matheus Fernandes, al cual tildan de pies torcidos quienes no saben ni que juega en el… —busquen, pista: equipo inglés—.

Todo esto se amplifica mucho más, por masa social especialmente, si se habla de los fichajes o posibles del Mal, el FC Barcelona o el Atleti. Salvando que el nacionalmadridismo alimenta expectativas enormes con cualquier Reinier de la vida, sus aficionados no tienen ni idea de fútbol en general, les vale con tres carreras y dos golpes de pecho tocándose el escudo para salivar y creer que merecen el balón de Oro y no se acercan ni al de playa. En el Barça sucede algo parecido, aunque últimamente por carencia de fichajes. ¿Han visto jugar a Rashford el último año? Ni dos veces pero es poco menos que el Lobo Carrasco en negro. Y ya en el Atleti no digamos, cualquier medianía parece ser una estrella y no serviría ni para el filial en algún caso.

Al final es fútbol, y todo el mundo dice saber y su opinión está fundamentada, pero igual hay que pararse a pensar que no, no tiene ni idea de fútbol. Disfrute del deporte y no proyecte sus carencias vitales. Si vive en una casa de chapa no crea que porque su equipo gana usted es un triunfador. Si no se come un rosco, no crea que por que le den dos likes en un tuit es un galán de época. Si es político, bastante tiene con lo suyo como para querer opinar nada. ¡Tápese! Y sí, quien esto escribe pontifica porque tiene este espacio y hasta le pagan por ello. ¡Ajo, agua y haber «estudiao»!

Hay lelos y luego están los senadores estadounidenses

Cuidado que hay tontos en la política española. Da igual donde miren que allí encontrarán al lelo de turno, al inventor del agua, al que usa zapatillas con velcro, pues en EEUU los superan con mucho. El senado estadounidenses, pese a lo que vendan en las series o películas, debe ser la mayor concentración de estúpidos por metro cuadrado de la política mundial. Y el jefe de todos John Kennedy.

¿Por qué se preguntarán ustedes? Entre el jueves y el viernes salió una noticia que ha pasado prácticamente desapercibida en la que se informaba que un grupo de senadores estadounidenses, encabezados por el lele mayor de la república, habían presentado una resolución en el Senado para atacar a España y, en especial, a su presidente Pedro Sánchez. No al que esconde la pedofilia de Mar-a-lago, sino al de España porque no quiere gastarse ese 5% en defensa que se le ha puesto a Donald Trump en los dídimos. Siendo como es el presidente español, la realidad es que la mayoría de españoles apoyan no gastar esa millonada en ¿defensa de quién?

Sí porque la OTAN defender, lo que se dice defender, no defiende a nadie en Europa, pero bien que amenaza y exige. Luego cuando se actúa en supuestas acciones de guerra en defensa de la libertad y la democracia por el mundo resulta que sólo EEUU rasca dinero y el resto de los europeos se quedan mirando como estúpidos. A más, a más, resulta que los estadounidenses se dedican a bombardear hoteles donde se alojan periodistas españoles y los matan —y aquí paz y después gloria porque justicia ninguna— o dejan tirados a los legionarios. ¿Para qué invertir más en algo que nos jode cada vez que hay una misión de paz?

También EEUU, porque la OTAN es un mecanismo de control de EEUU, está cebando protegiendo al mayor enemigo que tiene España y quien amenaza con invadir territorio español, esto es, Marruecos. Más allá de tener unos gobierno progres de mindundis que no quieren armamento nuclear, tampoco EEUU posibilita el tener misiles nucleares como armamento defensivo en España. Si ese gasto fuese, por ser la frontera sur de Europa, a armamento nuclear disuasivo podría haber debate, pero no, es para comprar armamento estadounidense. Si no le venden una bala a nadie no es problema de los españoles, que además saben fabricar armamento mucho mejor que el estadounidense, sin tantos artificios. Así que no deben los españoles pagarle su fracaso empresarial.

Por si fuera poco Trump está friendo a aranceles a los productos españoles y no producto tecnológicos sino vino, uva, aceituna negra, aceite y cosas por el estilo. Insumos de los que carecen o tienen en poca cantidad. El problema es que lo español es de mayor calidad que lo de allí. Se siente. A joderse. ¿Quiere el senador Kennedy que España gaste más en armamento? Pues ya sabe, quid pro quo y a bajar aranceles. Que no, pues tampoco se gasta en lo que ellos digan sino en lo que interese a España. Que tampoco, pues no se gasta. Que basta ya de ser la putita de Washington.

Y para rematar la situación esos senadores, que seguro tienen problemas de alcoholismo, o van con prostitutas, o pegan a sus esposas, o hacen ritos satánicos en alguna logia masónica, se atreven a meterse con la siesta. ¿Que los españoles están más preocupados por la siesta que por sus «mierdas» del armamento? Sin duda. Todos los días. En defensa de las tradiciones y en contra de Disney y sus porquerías televisivas. Más vale una siesta que siete balas hechas en Rockford, y mucho mejor el cine western europeo que el suyo. Y Ulises es mejor que Superman. Y Prometeo se ríe de todos los mitos estadounidenses… ¡Ah, que no tienen! Pues no haber exterminado a los indígenas. Como decía Fernando Fernán Gómez: «¡Vaya usted a la mierda!».

Post Scriptum. Y a ese lugar marrón se pueden ir todos los medios y patriotas de pulserita que se bajan los pantalones frente a EEUU todas y cada una de las veces. Sánchez puede ser lo peor pero a España se la defiende siempre, en todo momento y no cuando apetece ¿a que sí Santiago?

Y ahora llega… el «rodillas raras»

Hasta hace una semana todo eran alabanzas, loas al gran prócer rojiblanco, al gran ayudante de cámara de los fichajes. Aumentaban esas alabanzas al ver que el nacionalmadridismo estaba (está) echando espuma por la boca pues el Atlético de Madrid fichaba jugadores —algo que parece reservado tan sólo para el Mal—, ya debe ser campeón sin echar el balón a andar claman desde las tribunas feladoras de los periódicos entregados al señor de Pío XII. A los que mirábamos entre sorprendidos y mosqueados nos decían puperos, gatafloristas, amargados…

Aquí se ha venido repitiendo que que sí, que parece que se ha fichado decentemente. Baena y Cardoso eran las primeras opciones en la lista y se ha cumplido con su fichaje. ¿Encajan? Deben hacerlo sí o sí. No siendo las primeras opciones Ruggeri y Hancko parecen ser jugadores que pueden mejorar lo existente —algo que tampoco es muy complicado—. Almada y Pubill son fichajes de oportunidad a la espera de que los encaje el entrenador. ¿Se ha fichado lo que se necesitaba? Pues no en términos generales. De momento han salido Azpilicueta, Witsel, Correa, Reinildo, De Paul, Lemar, Riquelme y Samu Lino más Saúl que no estaba, ni se le esperaba. Vamos que se han ido ocho/nueve y han llegado seis —aunque no lo parezca sabemos sumar y restar, algo que no pasa en las radios y periódicos españoles—.

Faltan dos y todo el mundo espera que sea ese jugón que ayude a campeonar, o lo que dejen, o a dar el salto de calidad que nadie explica realmente cual es. Aquí, pese a ser calificado de pupero, se dijo que no llegaría ni Gyokeres —la paja mental de los insiders en el momento—, ni nadie que costase más de 40 millones de euros. Lo que incluye al Cuti Romero, No se van a gastar esas cantidades por algún jugador. No es ese el camino como bien ha dejado claro Miguel Ángel Gil Marín en la autoentrevista que se publicó en la web del Atleti. Si la leen sin la bufanda puesta en los ojos, se puede ver entrelineas que ya los gastos no van a ser esos 200 millones netos que vendía Medina en Marca al comienzo del mercado. De hecho ya no se va a seguir ninguna línea deportiva clara…

Si piensan que todos esos nombres que salen son seguros es que ha sido gilmarinado. Porque es el momento del «RODILLAS RARAS». Esto es, ese jugador que no aumenta calidad; que es parte de un pago a algún representante y que será vendido a la menor oportunidad; que cuando lo vea el Cholo Simeone en el campo de entrenamiento pensará «¿De dónde lo sacaron?»; que se tropieza en el entrenamiento; que se pegará una carrera inútil para alcanzar un balón inalcanzable y eso alegrará a la gloriosa pero nada más; que hará populismo mientras corre la banda; vamos, un jugador extraño. Si se fijan bien ya comienzan a aparecer nombres raros, jugadores con poco valor, fuera de esa supuesta línea de rejuvenecer el equipo con cierta calidad.

Una vez fichados los que más o menos se tenían pensados, de largar a muchos más de los que esperaban, ahora llega el tiempo donde Carlos Bucero hace poco o nada salvo asentir a lo que le diga su jefe el CEO. Al final del mercado incluso habrán ganado dinero como se descuiden y en vez de invertir 200 habrán ganado siete y no hará falta la ampliación de capital —mucho más encaminada a la ciudad deportiva y de divertimentos que a los fichajes— y hasta llegará un DAO. Es el tiempo de Gil Marín, como se ha advertido, y aquí puede pasar cualquier cosa… mala. Demos la bienvenida al stranger knees (copyright de loloutlaw si mal no recuerdo hace unos cuantos años).

Editorial EAS vuelve a sorprender en verano

Si las golondrinas vuelven en primavera, la editorial EAS tiene la costumbre de aparecer con un buen carro de novedades en verano. En esta ocasión les traemos seis de estas novedades veraniegas para que disfruten de su lectura.

Carlos Videla. Nacionalismo identitario frente a la aldea global. 21,95€

El proceso de globalización de las últimas décadas ha provocado un enfrentamiento político como no se veía desde la Guerra Fría. La institucionalidad hegemónica pretende instaurar una gobernanza mundial bajo preceptos liberales. Frente a ésta, se alzan fuerzas que promueven la diversidad de sistemas políticos en un orden multipolar.

Globalistas y soberanistas están configurando el nuevo clivaje de la política mundial, una iteración contemporánea del enfrentamiento entre el orden tribal ancestral y el anhelo moderno de una gran sociedad abierta.

En el presente trabajo, Carlos Videla expone una acabada genealogía de la institucionalidad globalista así como de los diversos movimientos políticos que hoy cuestionan el modelo hegemónico y ponen en duda la supuesta inevitabilidad de una gobernanza mundial.

Adriano Romualdi. El problema de una tradición europea. 15,95€

No resulta sencillo hallar textos como este ensayo de Adriano Romualdi, «bref mais dense, tout à la fois militant et savant» como lo llegará a describir Jean Haudry. Y no sólo por la belleza que siempre ha caracterizado el estilo del Autor, sino por la claridad con la que a lo largo de sus páginas se sintetiza tanto el itinerario espiritual de Europa como la voluntad de combate, de resistencia, de quien ha sentido como propios los principios espirituales y los valores éticos que han dado forma a aquellos ciclos tradicionales que hunden sus raíces en la prehistoria del hombre europeo. Una obra que no constituye únicamente un erudito y bellísimo ensayo, sino que son páginas que se abren hacia horizontes mucho más vastos. Un texto pretende ante todo colocar al hombre europeo frente a sí mismo, ofreciéndole caminos por los que buscar su identidad perdida…

Julius Evola. Explioraciones. 24,95€

A medida que vaya avanzando en su lectura no resultará difícil al lector vislumbrar el hilo que entreteje la presente recopilación de artículos, a primera vista muy dispares, que vio la luz en 1974, año que será también el del fallecimiento de su autor. Pero antes de comenzar su lectura, tanto título como índice le habrán permitido constatar que esta obra no constituye, como lo han sido otros de sus libros, un ensayo pormenorizado dedicado a una determinada doctrina tradicional o una exposición relativa a la actitud existencial a adoptar ante un mundo cuya trama se va disgregando con el transcurso del tiempo. Porque, en efecto, estas exploraciones, estos reconocimientos en territorios en parte enemigos, en parte amigos y en parte grises -zonas intermedias-, prestas a ser ocupadas por unos u otros, son en verdad admoniciones, planteamientos de ideas, sugerencias de caminos a tomar o tentativas de prevenir extravíos a quienes han ido a solicitar guía y consejo a su autor. Son, en definitiva, pues así lo muestran con claridad tonos y contenidos, escritos seleccionados o redactados muy especialmente para creyentes –por emplear un término bastante inadecuado–unos creyentes, además en pleno combate o en vísperas de entrar en él.

VV.AA. Los Cantos prohibidos de Ezra Pound. 16,95€

Posiblemente nos encontremos ante una de las obras de carácter poético más polémicas del siglo XX. Ya sea por odio y aversión política o por respeto y admiración, los Cantos prohibidos de Ezra Pound han sido y probablemente serán una obra maestra de un artista que hasta el fin de su vida estuvo envuelto en un fuego cruzado.

Este “enfermo mental” como así fue declarado en su Estados Unidos natal, fue encerrado en un manicomio por su visión modernista de lo que le rodeaba, recopilado todo en versos calificados como fascistas y por tanto peligrosos para los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. Su intensa admiración hacia la persona de Benito Mussolini, al que él llamaba the boss le llevó a nacionalizarse italiano, donde aún hoy puede denotarse la devoción por ese espíritu humilde con asociaciones como Casa Pound, que en su nombre da cobijo a sus paisanos sin techo.

Debe mencionarse que, el hecho que estos Cantos fuesen prohibidos y por tanto no saliesen a la luz hasta nuestros tiempos no se debe a la petición de este poeta revolucionario, del que consideran que casi cualquier poeta experimental inglés de comienzos de siglo está en deuda con él, sino de su familia para evitar alargar su sufrimiento tras ser encerrado, en el que artistas de la talla de Hemingway o Frost intercedieron para su libertad.

Marco Zagni. El reich secreto. 24,95€

Lo que los lectores podrán leer dentro de poco deriva en parte de un difícil y profundo estudio de documentos y escritos, los cuales, como si hubiera sido por una imponderable voluntad, permaneces poco conocidos, cuando no sin traducir a nuestra lengua. Todo esto, a despecho de otras realidades, ha llevado verdaderamente a las investigaciones históricas de nuestro país a alcanzar un nivel muy bajo en lo relativo al grado de apertura en lo que concierne a las teorías alternativas en la Historia de la Tierra y del hombre.

Hace algunos años fue confiado a las páginas de la revista Nexus el resultado de una dificultosa investigación sobre los denominados «Discos Volantes alemanes». Recientemente se ha publicado además un ensayo titulado I velivoli segreti dell’Asse (Ed. Mursia, 2020). Así, parecía lógico hacer partícipes a los lectores de otro gran problema que en la actualidad es planteado desde diversos enfoques, con resultados e hipótesis contradictorios: la existencia o no, hasta los años cincuenta, de una base secreta alemana en la Antártida, llamada convencionalmente Nueva Berlín o Base 211. Los resultados de esta investigación, que comprende también referencias a presencias alemanas ocultas en Sudamérica, tanto durante el conflicto como en la posguerra, constituyen el cuerpo principal de este ensayo, con el añadido de una interesante adenda documental. Dada la complejidad de la cuestión y las diferentes versiones contradictorias, se deja al lector la labor de extraer sus propias conclusiones a partir de estos candentes testimonios.

Luca Leonello Rimbotti. La Revolución Pagana. 19,95€

«En el alba de nuestra civilización indoeuropea descubrimos la alta conjunción del Dios del Sol con la Madre Tierra. Aquí reside aquel arcano que sobresale en el pasado y en el destino de nuestras estirpes, que las ha hecho artífices de las más elevadas conquistas de la civilización humana. Por una parte, instinto de grandeza humana, de voluntad de acceder a la inmortalidad a través de la gloria solar; por otra, culto a la tierra, que es madre, que proporciona alimento, que conoce el trabajo cotidiano del hombre, que protege el sueño de los antepasados: en estas dos rocas inquebrantables –el destino heroico y la sangre que mana de la tierra– ha residido siempre el secreto de nuestros pueblos dominadores, en oriente y en occidente, desde los bosques nórdicos a la playas mediterráneas […] Retornar al paganismo, reabrirse al politeísmo de los valores, volverse a centrar en el relativismo y el particularismo de las formas étnicas, volverse a sumergir en los flujos geo-históricos que son la fuente de la pertenencia, significa re-integrarse en la propia historia, en la sacralidad del propio suelo y en la comunidad de estirpe. Significa custodiar un bien que no es propiedad, no es posesión, sino don proveniente de la cadena genealógica…»

Hay demasiado madridismo entre la afición del Atleti

Sí, hay que decirlo con claridad, existe demasiado madridismo entre la afición rojiblanca. Madridismo entendido como ideología, como sustituto de una realidad que es tozuda desde que el Mal se erigió como aliado del poder político, económico, mediático y social en España. Siempre dicen los aficionados del Atleti «Orgullosos de no ser como vosotros» pero la realidad es que cada vez más aficionados son madridistas en su fuero interno.

Bien es cierto que es complicado desligar al ser humano de su contexto cultural y el del aficionado rojiblanco necesita de una alta dosis de formación y de información para no ser lo mismo que los malignos de la Castellana. Ese sólo medir lo deportivo por los títulos; esa obsesión malsana por la Champions; ese creer que por la camiseta ya se es campeón sin bajar del autobús; ese no respetar a los jugadores y aplaudir a aquel que se pega tres carreras para nada; ese gilismo inilustrado porque se gastan cuatro cuartos ahora; ese quejarse de los equipos-Estado; esa soberbia al hablar; ese gataflorismo; ese madridismo en definitivas cuentas.

¿El Atleti está obligado a ganar todo? No. ¿El Atleti es candidato a ganar? Hoy en día está obligado a competir hasta donde le llegue la calidad y las fuerzas y/o le permitan —que se olvida rápido lo sucedido en cierta tanda de penaltis o los gilmanzanazos—. Esa actitud chulesca que se tiene frente a otros equipos de La Liga no es ser atlético, al rival se le respeta siempre y luego, si se puede, se le meten cinco y tan amigos. Eso hace rabiar más a blibaínos, donostiarras y especímenes de ese estilo. Si aparece un VelcroRM, ahí sí se le dicen cuatro cosas, pero sin prepotencia, con ironía, saber estar, hidalguía.

El problema es que la gran mayoría de la afición del Atleti se informa en Marca y As —que ayer mismo manipularon unas palabras de Samu Lino de manera torticera para afirmar que había rajado del equipo rojiblanco—; escuchan Cope o Ser donde se reúnen los más antiatléticos del mundo, incluyendo a los que dicen ser del Atleti; ven en la tele el Desmarque, Jugones o los Teleñecos de la noche, programas dedicados a afianzar el nacionalmadridismo y que siempre hablan mal del Atleti. Normal que acaben pensando que el Atleti es como el Mal, pero sin darse cuenta de que tienen menos fuerza en los lugares de poder que la UGT con Franco. El Maligno controla la Federación, el CTA, el ministerio, el CSD, la UEFA y La Liga —y si tiene peleas con Javier Tebas es porque quiere quedarse con el 50% de los ingresos televisivos—, ¿alguien en su sano juicio piensa que se puede competir de tú a tú contra esto?

En este siglo sólo dos equipos han logrado quitar cuatro ligas a los dos buques insignias del duopolio futbolístico, el Valencia y el Atleti, en ambas ocasiones por despistes de unos u otros. Por ejemplo, la pasada campaña, a pesar del tocarse las narices en los partidos de fuera, en cuanto el Atleti fue campeón de invierno los arbitrajes comenzaron a cambiar y se transformaron en una caza sibilina para hacer daño. ¿Puedes ser candidato seguro a la liga con eso en contra? Salvo que te creas lo que dicen en todos esos medios feladores del Maligno, no. Es más intentan poner como candidato seguro al equipo rojiblanco para malmeter durante toda la temporada y si es posible no se clasifique ni para Champions.

No es sólo en eso en lo que se muestra el madridismo. Ahora se observa en redes sociales un continuo estar pendiente de ex-jugadores, incluyendo a los más perros y asquerosos que han vestido las rayas canallas, y ver qué hacen en otros equipos. Eso es muy madridista y muy del nacionalmadridismo como ideología. Si un jugador está en el Atleti, con él a muerte. Si se va, como si no existiese. Lo que haga el senderista, el guarro argentino, el ojos raros o un guapete no interesa lo más mínimo. Estar pendiente de eso sólo puede tener una explicación, buscar algún tipo de excusa para atacar al entrenador o a la directiva —aunque esto las menos veces—, esto es, para atacar al Atleti. Es como todos esos VelcroRM que se compran camisetas del Al-Nasser. El que se va, se va por mucho cariño que se le guarde. Se llame Witsel o Saúl.

El «no consuman» no lo han llegado a entender. Esto no significa que no lean alguna vez el periódico, la crónica del partido o no vean los goles en la tele, sino que de lo que digan, especialmente en las tertulias y los monos amaestrados que llevan para comentar los partidos, no se crean nada. Si están viendo el partido hagan caso a sus ojos. Y ya eso de que el Atleti debe jugar al fútbol, a un mejor fútbol, sí que es lo más madridista. A ver, esto no quiere decir que haya que tragarse partidos infumables como los perpetrados las últimas temporadas, no, pero el Atleti debe jugar con sus armas, gusten o no. Que luego alguno gana una Champions con cerrojazos y patadón arriba y es la perfecta utilización del bloque bajo. No se dejen llevar por esa corriente, para jugar como el City, el PSG, el Liverpool o el Bayern hay que tener el dinero de esos equipos y el Atleti compra por doscientos y vende por ciento noventa.

Miren presupuestos y comparen antes de exigir nada. Salvo que sean felices siendo madridistas, claro. Eso sí, exigencia máxima para el cuerpo técnico —que se dejen de mufas y cábalas—, para los jugadores —aquel que no tenga claro que debe volver del campo con la camiseta ensangrentada si hace falta que no salga— y para los dueños prescritos. Competir hasta donde dejen y si hay un despiste, cazar la presa. Más de eso es ser madridista o estar influido por el madridismo y el sistema actual que sólo entiende de títulos, de trofeos de chichinabo —como el balón de oro y esas cosas similares— y de marketing. Si uno es del Atleti también siente odio por el fútbol moderno. Y, como ya se dijo en una ocasión, el proceso de millwallización del Atleti es evidente. «Nos odian, pero nos da igual».