martes, 18 noviembre, 2025

El nacionalcatolicismo y la pérdida de fe en España

Preguntaba Carla Restoy en X sobre el porqué del salto, ¿al vacío?, de dos generaciones de españoles que han ido secularizándose de manera rápida, lo cual ha provocado que lo que para los bisabuelos y abuelos era normal —rezar el rosario, ir a misa cada domingo, guardar los preceptos, conservar la fe— para los padres e hijos que han venido después ha dejado de existir. La escritora y traductora Aurora Pimentel contestó, lúcidamente, con algunas posibles situaciones que puedan haber influido en ello. Por su interés se expondrán las conclusiones.

1.) El dinero. «La afluencia se tradujo en materialismo (consumismo en muchos casos). El centro era tener y tener más».

2.) «Pasó que colegios religiosos y también universidades privada católicas se centraron más en otras cosas que en transmitir unos valores. Sí hubo confusión tras el Concilio Vaticano II pero hubo, de nuevo, dinero también: más importante la cuenta de resultados que el ideario».

3.) «Pasó también que curas dejaron de hablar en homilías de cosas fundamentales. Si para el católico medio practicante, de misa dominical, su única “formación”, tras salir del cole, es (era) ese momento —y no se forma por otro lado— cumple 20 o 70 con la formación del cole».

4.) «Pasó —y esto para mí es casi lo más clave— que se dejó de rezar. Individualmente y en familia. Simple y llanamente. La gente tan ocupada dejó de rezar. En casa de mis abuelos se rezaba el rosario todos los días juntos. Esto ya en muchas familias dejó de hacerse en los 1960s-1970s».

5.) «Pasó también que como consecuencia de una pésima educación religiosa —escasa o inexistente, “quedarse” en las cuatro cosas que viste en el cole o en catequesis: ignorancia culpable en algunos casos ¿a qué preocuparse por saber? Mejor decir ¡qué chorradas!— la gente perdió la fe».

6.) «Culturalmente pudo mantener algunas cosas externas por tradición, pero sin “raíz” —sacramentos, fundamentalmente confesión (la gente dejó de confesarse)— y sin piedad, también creyendo que la razón es contraria a la fe o que no hace falta formarse».

A algunas personas les puede parecer que lo que dice Pimentel es muy cierto, otras pueden criticarla por cierta beatería, incluso puede haberlas que abunden en el problema cultural. De hecho la mayoría de críticas, incluidas las de eminentes teólogos, hablan de una fuerte contraprogramación de la modernidad y/o del sistema actual contra cualquier pretensión religiosa, en especial la católica. En realidad todos y todas tienen su punto de razón. A las razones particulares se pueden añadir las colectivas o sistémicas, pero el análisis de la autora de En casa. Una aproximación a las ideas sobre el hogar y lo doméstico en G.K. Chesterton (CEU Ediciones) es muy interesante por lo que no se cuenta, por lo que parece haberse olvidado en España: nacionalcatolicismo.

Para entender esa relación entre la Iglesia y el poder político nada mejor que bucear en las páginas del libro de José Francisco Serrano Oceja, Iglesia y poder en España (Arzalia), el cual tiene la virtud de no esconder los dimes y diretes de la Iglesia española. Cierto que con la llegada del cardenal Tarancón a la jefatura de la Conferencia Episcopal Española pudo parecer que el nacionalcatolicismo se deshacía, algo que siguientes purpurados y obispos han contradicho con sus palabras y acciones. No es anda nuevo esa disputa entre «liberales» y «conservadores» o, si lo prefieren, «conciliares» y «tradicionalistas». La unión entre la Iglesia y el franquismo, incluso con aquella apelación a la cruzada contra los propios paisanos —no se va a entrar en los horrendos crímenes de un lado u otro pues es cosa sabida— o el nombramiento de obispos por el dictador —que en el libro citado se explican muy bien los dimes y diretes— hizo un daño terrible a la propia Iglesia.

El hacer del catolicismo la única moral posible de los españoles, con la persecución de otras posibilidades, sin laicismo pleno hizo ver que lo católico no dejaba de ser sino un arma del poder político. Y si bien los católicos han de participar en política —mediante diversos mecanismos— no es de recibo hacerlo utilizando todo el poder del Estado como imposición a los ciudadanos. Eso ocurrió durante el franquismo pese a que existiesen espacios de «libertad» como las HOAC, las JOC o, incluso, las Hermandades del Trabajo, lugares donde el pluralismo católico se pudo expresar, con miedo y recelo eso sí. Que el catolicismo fuese hasta última hora, única fuente de moral y del derecho casi, provocó el rechazo de muchas personas que, en cuanto se liberaron las cadenas políticas, terminaron por abandonar los caminos de la Iglesia, teniendo fe, para posteriormente secularizar a sus familias por aquel recuerdo.

En el libro de Serrano Oceja no se habla de ello pero también la insistencia, hasta de la cúpula católica, en impedir la aparición y triunfo de grupos Demócrata-cristianos o los Socialdemócrata-cristianos —como la Izquierda Democrática de Joaquín Ruíz Giménez y la Federación de la Democracia Cristiana— posibilitó que lo religioso desapareciese del ámbito político. Tanto como expresión moral, como por los posicionamientos de la Doctrina Social de la Iglesia. Se dejó al libre albedrío de los propios políticos y estos decidieron entregarse al furor liberal-secular. Ni las gentes de Óscar Alzaga, ni los vaticanistas del PSOE —en buena parte captados de las filas de Izquierda Española o el PSP de Tierno Galván—, tuvieron voz en las Cortes españolas. De repente lo católico desapareció y pasó a ser un estorbo, especialmente, en los partidos de derechas. El PP siempre sacaba (y saca) la bandera vaticana para esconderla a los dos minutos.

Había quedado tal resquemor con el nacionalcatolicismo que la clase política y el propio vaticano hicieron todo lo posible por hacer desaparecer del ámbito propiamente político lo religioso. Y si el Estado acaba por proponer lo político como fuente social es normal que al resquemor dictatorial se sumase la desaparición en el debate civil de lo religioso. Si a eso se le suma el neoliberalismo con su propia religión, el liberalismo con su bifurcación progresista y economicista, cada una con sus propias religiones de sustitución —además unas religiones con moralina pero no muy condenatoria—, es normal que lo católico, hoy en España, se haya perdido. A nadie interesa el debate ético-moral, entre otras cosas porque son todos hipócritas o fariseos, y a quien menos a los que están en el poder del Estado o en sus intersticios.

¿Qué hay hoy católico en España? El periódico que así se autodesigna tiene tufillo nacionalcatólico —un cardenal como Angelo Scola, nada susceptible de ser considerado progre, ha explicado perfectamente el sentido del laicismo católico que no se entiende por España, por no hablar de Joseph Ratzinger—, de un conservadurismo rancio y muy virado hacia una posición ideológica, lo que impide a católicos con otras posiciones sociopolíticas acercarse a una posible formación religiosa, como reclamaba Pimentel, mediante los medios de comunicación. En los partidos políticos de la derecha lo católico es utilizado como arma en ese combate agonístico contra el enemigo real o inventado —cada vez que hablan del peligro comunista mueren dos gatitos—, pero en realidad les da igual, les sobra, no les influye en su ser como partido —salvo excepciones individuales— y tienden en su visión religiosa al protestantismo pues el dinero, como decía la escritora, les puede. En la izquierda está ese invento de José Luis Rodríguez Zapatero y Rafael Díaz Salazar (Cristianos Socialistas), el cual no es más que un bluff para dárselas de plurales y una buen arma, ahora en manos del sanchismo, para atacar a los propios compañeros o la CEE cuando se tercia.

¿Cómo influir en la sociedad si hasta la televisión de la Conferencia Episcopal y su radio están al servicio del capital o del PP, según se mire? El nacionalcatolicismo, que parece ser el deseo del algunos curas radicalizados actuales, fue un abuso que hizo un gran daño, pero lo que hay hoy es la nada. Salvo individualidades, alguna editorial y algún espacio no hay nada que permita a lo católico ser tenido en cuenta, al menos, para dar testimonio. Ni el conservadurismo, ni el progresismo católico que se ven en algún lado sirven pues están infectados de ideología malsana y sistémica ¿cómo dar testimonio? Siendo misioneros otra vez y ocupando como católicos los espacios de influencia social. Lo demás es empeorar las cosas.

Marca manipula un vídeo para emponzoñar en el Atleti

El titular firmado por Pedro Lorente dice «Tremenda rajada de Samu Lino contra el Atleti». El vídeo editado —y esto de editado resulta fundamental— hace parecer que Samu Lino dice que el Flamengo es más grande que el Atlético de Madrid. ¡Falso de toda falsedad! Dice el ex-rojiblanco según pueden ver en el enlace: «Y hoy, sí, el Flamengo es mejor que el Atlético de Madrid. Hoy, la estructura que tiene, el tamaño, el estadio, todo es más grande que el Atlético de Madrid».

La realidad es bien distinta. Pueden ver el vídeo de la presentación más arriba y adelantarlo hasta el minuto 4 que es donde le preguntan por las diferencias entre uno y otro equipo. Ahí dice Lino ante la pregunta sobre el espacio en el que está: «Es pequeñito ¿no? Muy, muy buena estructura, fantástica. Está al nivel europeo y más aún. Me ha sorprendido mucho, mucho».

Le dicen que Saúl, su ex-compañero en el Atleti, comentó que el centro de entrenamiento del Flamengo es más grande que el del equipo rojiblanco, a lo que responde Lino: «El Atlético está en una etapa de crecimiento y cambio estructural. Están creando una ciudad, una ciudad deportiva y todo eso. Y hoy sí, el Flamengo está mejor que el Atlético de Madrid. Hoy, por la estructura, el tamaño, los campos, todo hoy es mayor que la del Atlético de Madrid». Una verdad como un templo.

Parece que no son similares las respuestas a la manipulación torticera de Marca. En primer lugar descontextualiza la respuesta lo que hace perder al visualizador sobre qué hablan. En segundo lugar, manipula la traducción, aunque siendo portugués, idioma comprensible para muchos españoles, es un tanto iluso. Y en tercer lugar se inventa un titular cuando pocos minutos antes —pueden verlo en el vídeo adjunto— Lino daba las gracias a la «torcida» rojiblanca por el cariño que le han ofrecido durante el tiempo que ha permanecido en el equipo.

¿Contará el señor Lorente cuál es la intención de esta burda manipulación? ¿Es el periódico de todas las aficiones o sólo de una? ¿Merece la pena cagarse en el periodismo por tres visitas cuando ya no hay miedo a señalarles cuando manipulan?

No gasta más y administra mejor

Están ya en los medios del nacionalmadridismo con su campaña sobre el gasto del Atlético de Madrid en esta ventana de fichajes. Parece ser que les molesta que otro equipo pueda fichar jugadores de mediana o alta calidad y, por ello, competirles en el ámbito doméstico. Salvando que ya se han comprado el CTA, salvando que La Liga se baja los pantalones con el calendario y otras necesidades, salvando que UEFA/FIFA son una mafia al servicio del su malignidad, salvando que doblan en presupuesto al equipo rojiblanco ¿de qué tienen miedo? Porque es miedo y tergiversación de las cifras para llorar un poco porque otra cosa no pero lloricas son un rato.

Dicen que el Atlético de Madrid vence, hasta este momento en que el Mal parece que ya no tiene dinero en caja para fichar por los sobrecostes de más de mil millones del rumbódromo clausurado, gastando 508,8 millones en los últimos mercados por los 471 del Mal según Transfermarkt. Ahí tienen la primera trampa. Ese portal no suma las primas de fichaje, algo que sí hacen en La liga, y obvian que a esos millones hay que sumar 125,7 millones de primas según los propios medios nacionalmadridistas. Esa cantidad no se la han gastado el Atleti o el Barça en algunos mercados de los últimos cinco años. Tampoco cuentan los pluses que ya han logrado los equipos desde los que se ficharon jugadores, lo cual sumaría otra decena larga de millones.

El FC Barcelona, con su crisis oculta por una prensa demasiado afín a Joan Laporta —el nacionalbarcelonismo laportista se podría decir— no llega a esas cantidades y se queda en unos 345,4 millones de gasto. Tres equipos que gastan muchísimo más que el resto de competidores en su liga pero muy poco en comparación de equipos de mitad de la tabla en la Premier o algunos primeros espadas europeos. Así las cosas los gastos en fichajes serían el Mal: 596,7 millones; Atlético de Madrid: 508,7 millones; y Barça 345,4.

Cuestión bien distinta es hacer la comparación del gasto realizado con los ingresos por ventas. Ahí vence el FC Barcelona con 351,36, después el Atlético de Madrid con 301,03; y el Mal con 195,5 millones. Esto otorga una inversión neta de: Barça -5,96; Atleti 207,4: y el Mal 401,2. Inversión neta de -1,19, 41,48 y 80,24 millones por temporada de cada equipo. ¿Gasta más el Atleti? No si se tienen en cuenta los ingresos, esto es la gestión. Al Barça le sale a deber. Y se observa que el equipo del Maligno gasta a manos llenas temporada tras temporada pese a lo que digan.

Porque lo que ocultan todos estos amanuenses del nacionalmadridismo es que la inversión fuerte del Atlético de Madrid se ha producido en las últimas dos temporadas tras la llegada de nuevos y potentes patrocinadores y una ampliación de capital gracias a fondos de inversión. Todo ello dirigido a una posible venta en 2027. Vamos lo que sabe cualquier aficionado del Atleti sin analfabetismo funcional, algo que deben sufrir en otros lares.

Hay que volver al principio ¿tienen miedo o no es más que una táctica para deslegitimar más adelante al equipo rojiblanco y/o intentarle meter una presión que no tiene? Hay una parte de miedo al comprobar que el proyecto Xabi no es todo lo potente que se esperaba, que hay lagunas en el juego debido a las carencias evidentes hasta para VelcroRM y se encuentran sin dinero para fichar por mala gestión del Maligno. Personaje que ya está pidiendo recalificaciones y Fórmula 1 al PP para sacar dinero a costa del patrimonio de los socios del equipo —los supuestos dueños y tal ¡ja, ja, ja!—, mientras del PSOE obtiene mirar para otro lado y bajarse los pantalones en otras situaciones.

Y es evidente que es un añadido de presión para hacerle candidato a todo para luego vender lo que estimen desde el nacionalmadridismo. Miguel Ángel Gil Marín, que tiene pánico a las primas por campeonar, sin embargo, prefiere asegurar Champions, si es posible siendo terceros o segundos; llegar a cuartos en Champions y lo que caiga en Copa. Y si en el Barça, encima, le funcionan los canteranos —deben estar buscando hasta multas sin pagar del padre o madre de Dro, pues ya se ha visto la que han montado con las vacaciones de Lamine Yamal, mientras el balón de playa sólo tiene «amigas» porque no tiene edad para sobrinas, claro— y los dos fichajes… normal que estén de los nervios.

La liga de los alienígenas será rojiblanca

Noticia: «Científicos de Harvard alertan de que un objeto interestelar con tecnología alienígena podría amenazar a la Tierra». Un tal Abraham Loeb advierte que un objeto alienígena se acerca a la Tierra no se sabe con qué intenciones. Oumuamua, que así han llamado al objeto de 20 kilómetros de diámetro, llegaría en octubre, aproximadamente, y seguramente aparcaría en EEUU —porque todo el mundo sabe que es el único territorio del mundo al que llegan extraterrestres a fastidiarles la vida— o en Israel —ya que Loeb es israelí y todo el mundo sabe que son el país de los ofendiditos (no hay más que ver lo pasado con Vueling y los niños mamarrachos—.

Ahora que el Atlético de Madrid está fichando con cierta cabeza, que está generando ilusión para poder lograr el tercer puesto, van y llegan los alienígenas para obligar al equipo rojiblanco a vencer en el campeonato de liga. Porque cuando pasan cosas raras el Atleti acaba ganando ligas. Que hay una pandemia y los políticos se cagan por las patas abajo dejando el campeonato sin gente en las gradas, ¡zas! la liga del DAO, la pausa de hidratación ilegal y el puntín. Llega el hombre a la luna y ahí tienen al Atleti ganando la liga. Llega la democracia y gana el Atleti. Pierde las elecciones Felipe González y gana el Atleti.

Lo normal es que la llegada de los extraterrestres acabase provocando un nuevo entorchado para el equipo rojiblanco. El Maligno abandonaría su presión en los medios y en la Federación para ponerse a los pies de los alienígenas y conseguir rascar algo de poder y que le tengan como su más complaciente súbdito. El Barça intentaría lograr una palanca marciana por la venta de los palcos interestelares y acabaría fulminado con un rayo láser. Los del Bilbao dirían que comparten un mismo lenguaje pues el euskera es alienígena y acabarían todos como carne para alimentar a las bestias. Mientras el equipo del Cholo Simeone intentaría llevar el partido a donde se pueda hacer daño y ser contundentes, algo que desarmaría a esos seres venidos de otros lugares.

Con el Atleti no entenderían eso de los biberones, ni lo de los Isidoros, ni lo del velcro. ni el canto del cu-cu, ni lo de la berrea de los cérvidos, ni la cara del CEO, ni el «estoy tenso», ni la relación de Sylvester Stallone con el equipo, ni los vídeos extraños que mueven. Cerezo los llevaría al Pétalo’s a darlo todo y caerían ante el poderoso agua de fuego DYC. Y lo que jamás de los jamases llegarían a comprender es que siendo una invasión la afición rojiblanca esté a sus cosas, llenando el estadio o en un párking sin hacerles ni caso. Y como no están buenos tendrían el desprecio de las milfs rojiblancas. Algo inconcebible para una supuesta mente superior que les pase eso. Justo en ese momento de confusión, el Atleti ganaría la liga de los alienígenas.

Sí ya se sabe que eso no va a pasar, pero y si sí, que en el Atleti se han visto las cosas más raras como dobles toques inventados, goles en fuera de juego a mansalva, ligas robadas en el propio estadio por el margüenda de turno, fichar jugadores raros y ganar el doblete… Por si las moscas quedan avisados.

Post Scriptum. La imagen es de Copilot que no sabe cuál es el verdadero y único escudo del Atlético de Madrid. Al requerirle el cambio colapsó. También puede ser porque los alienígenas tienen información retrasada…

Y Simeone les pondrá donde le de la gana

Y al final de todo el proceso de fichajes, el Cholo Simeone los colocará donde le de la gana, por no decir los dídimos. Es curioso cómo los pajiplantilleros de las redes sociales se pasan el día, con cada nuevo fichaje o rumor por peregrino que sea, diseñando sistemas de juego y colocando a los jugadores donde entienden que deben estar. Cualquiera puede divertirse de la forma que estime oportuna mientras no dañe a nadie, desde luego, pero hay que contar con el «factor Simeone».

¿Cuál es ese factor? Aquel mediante el cual el entrenador del Atlético de Madrid acaba situando a un jugador no en la posición previsible sino en la que él entiende que es mejor para el equipo y, a veces, para el propio jugador. Sin llegar al extremo de la estupidez de algunos que pululan por las radios, expulsando bilis a cada momento, Simeone no es tan estúpido para colocar a Álex Baena como lateral izquierdo, sabe que ahí perdería buena parte de sus virtudes, pero sí podría ubicarle en cualquier otro puesto que entiende puede mejorar el rendimiento. O le venga bien para sus mufas y obsesiones personales, que también.

Cuando se fichó a Marc Pubill todo el mundo entendía que era para ser el relevo en el lateral derecho de Nahuel Molina. Lo poco que se ha visto del chaval es que se pone las botas cada una de su pie correcto, algo que se duda del argentino, y que sabe defender mínimamente. Ahora podría resultar que el neófito podría acabar siendo central en una defensa de cinco y que Molina permanezca en el Atleti para sufrimiento de sus aficionados.

Cardoso parece que llega para ser el «cinco», aunque esa posición sólo ha existido en los sistemas de Simeone cuando ha jugado con tres en el medio. Cuando ha jugado con cuatro no existe un cinco específico sino dos centrocampistas con recorrido, apoyados por dos interiores sin llegar a extremos, aunque siempre uno acaba quedándose entre los centrales para conformar una línea de tres defensiva. Con Tiago fue así y con Rodri también. Con Koke menos porque no tiene características para hacer eso y de ahí que se recurriese a otras variantes tácticas que ya se ha visto que no han salido bien. El estadounidense y Barrios sería volver a esa composición en el campo… o no. Igual le parece que Cardoso podría desempeñarse en otro lado y pedir el fichaje de otro centrocampista más o menos defensivo.

Con Almada a saber dónde le situará. Como también sucede con Ruggeri. En principio el argentino se moverá por el ataque o alguna de las bandas dependiendo del sistema. El italiano debería ser el lateral izquierdo aunque Hancko podría turnarse con él en las posiciones que ambos supuestamente pueden cubrir. O Ruggeri acaba jugando de interior izquierda y el eslovaco de lateral, teniendo que sufrir con Lenglet. O esto no es más que otra especulación y acaba jugando con el marido de Érica, no vaya a ser que se la líen en casa, y Julián Álvarez más ocho más de campo.

La mayoría dice que se están fichando jugadores para los puestos que han quedado y pueden quedar descubiertos. La realidad es que con Simeone nunca se sabe. Bien porque ha visto algo que nadie ve; bien porque sus cartas astrales hacen que tengan que descansar algunos períodos —como debe ser el caso de Gallagher y Sørloth—; bien porque las manías del cuerpo técnico son variadas y tienen que encajarse todas.

A pesar de esto, no se crean eso de que se ha fichado justo lo que faltaba porque salvo las tres opciones de la defensa —que parecen obvias—, el resto ¿son perfiles similares a los que supuestamente reemplazan? ¿No estarán cambiando sofás por butacones? ¿Saldrá alguien a explicar cuál ha sido la política deportiva? Dicen que se está rejuveneciendo la plantilla, algo que no era muy complicado salvo que se quisiese fichar a los primeros jugadores del Sevilla que yacen momificados en alguna pirámide escondida en Andalucía. La verdad es otra.

Primero, está la opción de la amortización de los fichajes: si fichas a alguien de 30 años o más no puedes hacerle un contrato de cinco años —que es el máximo permitido para amortizaciones—, ergo fichas más jóvenes. Segundo, la opción negocio: si sale bueno hay plusvalías con su venta. Luego, ya viene la opción deportiva, que igual no encaja tanto con la filosofía del Cholo.

Lo dicho, han fichado gente que acabará jugando a saber dónde y por qué.

Da igual el fichaje, nos gusta sin haberlo visto en la vida

Para ser justo debo decir que este artículo viene como consecuencia de una reflexión de Nacho (@rojiblanco_atm2) en X y que me ha despertado la musa cuando estaba mirando al techo sin saber sobre qué escribir. Como bien dice el citado, este año a los atléticos nos gusta cualquier fichaje. Nos dicen que viene Louis Leclercq, que es extremo izquierdo pero puede jugar a pierna cambiada y quien ha disputado la nada despreciable cifra de 15 partidos en Bundesliga y ya nos tiene ganado.

La realidad es que salvo muy, muy pocos, la mayoría de aficionados y periodistas no ven fútbol. Algún resumen por ahí, dos o tres programas de goles y un par de partidos sueltos de la premier o el calcio con suerte. ¿La Bundesliga? Los partidos del Bayern con suerte de no dormirse si pillan a la hora de la siesta. ¿La liga portuguesa? ¿Existe, se preguntan muchos? Y ya otras ligas denlo por descartado. Ni el tipo ese que se rasca mucho la nariz ve demasiados partidos. Se pillan el FIFA y se aprenden los números de los jugadores y sus nombres porque se les escucha y habiendo visto a ese jugador se puede alucinar con los comentarios.

Dado ese nivel general en los medios —con muy contadas excepciones y salvando a los que tienen encargada la misión de otras ligas—, lo normal es que el aficionado medio vea esos vídeos de grandes jugadas y le parezca cualquier jugador Pelé y Maradona juntos. Salvo si se es VelcroRM que siempre piensa que lo suyo es lo mejor hasta que el maligno le ponga la cruz como al balón de playa. El resto de aficionados siempre se ilusiona con los fichajes de su equipo por aquello de renovar la sangre y meter algo nuevo al equipo… No todos los aficionados porque los del Atlético de Madrid siempre han mirado con recelo los mercados de fichajes.

Si se fijan bien, los dos primeros, casi que los tres primeros fichajes, que han intentado colar eran Lenglet, Musso y Carlos Martín. Los amanuenses de Miguel Ángel los contabilizaban como fichajes y, claro, eso escamaba a la hinchada oliéndose otro mercado de terror. Con la llegada de Baena y Ruggeri —al que los insiders ni le vieron venir y alguno dijo su nombre, como dice doscientos, hace unos meses y se apunta medallas—, la cosa se animó. Parecía que se fichaba algo normal, para posiciones necesitadas. Luego vendrían Cardoso, Almada, Pubill y Hancko para asustar a la afición pues, no siendo esas estrellas estrelladas que algunos tanto desean, valen. O al menos parece que valen. ¿Les han visto jugar? Entre poco o nada, pero al instalarse la euforia y no ser los típicos rodillas raras o apaños de Mendes, generan ilusión.

Como dice @loloutlaw parece que Carlos Bucero ha drogado o hipnotizado a Gil Marín y le ha quitado la chequera fichando a diestra y siniestra. La verdad es que despertaba dudas, aunque no deja de ser menos cierto que el equipo necesita algún sofá y venga a comprar butacones, pero las va despejando, especialmente con las salidas. Quitarse la losa de De Paul, Saúl y Lemar no se lo esperaba nadie. Y ahí le tienes, sacándolos. Y alguno más que queda por salir, que igual no es Lino. Por @AdrianinaAtm que sea Connor Gallagher, pero incluso ella está en éxtasis con las salidas y llegadas.

Lo curioso de todo este mercado es que hay viudas de Renato Veiga, de Areso —una treta para meterle tres millones más a los gastos del Bilbao—, de Lookman —una treta de los italianos «por favor pase por caja» para encarecérselo al Inter—, de Richard Ríos —que ha sido un invento de los insiders, quienes se han tragado lo que les dicen los representantes por no contrastar—, o del Cuti Romero. ¿Les han visto jugar? Con suerte dos minutos. Pero ya les gustaban desde el principio, como sucede con Enzo Milliot, al que ya califican como el nuevo Arda Turam. Va a dar igual quien venga, que este año va a gustar y va a ilusionar… y justo en ese momento, ¡zas! la gilada. Y no, no es pupismo como dice David Vinuesa, son años de experiencia.

Post Scriptum. Por ejemplo, el último invento de los insiders, Take Kubo, no le gusta a nadie. Sobrevalorado, con un carácter complicado, que igual ni vende camisetas y caro. No le han visto jugar más de dos partidos, los que le han enfrentado al Atleti y le tratan como estrella cuando no mejora a muchos chavales del filial.

Se espera el fichaje de un madurito

Tras la salida de Azpilicueta, e incluso Witsel, las aficionadas del Atlético de Madrid se han quedado sin sus maduritos resultones. Maduritos teniendo en cuenta que se habla de jugadores de treinta y unos poco, no cincuentañeros. Sí, está el marido de Érica, Oblak y alguno más pero no tienen esa estética de yerno preferido y deseable que ha venido enloqueciendo a las milfs rojiblancas. En su momento Gabi también tenía alguna que otra seguidora y habiendo crecido enormemente la presencia del sector femenino en el fútbol, es una cuota de mercado que no se puede descuidar así como así.

Carlos Bucero debería hacer hueco a un veterano resultón —sí es una cosificación total—, no centrarse solamente en futuras estrellas y jugadores que formen equipo antes que egolatrías. Esto no quiere decir que el maduro tenga que ser como el narciso portugués, no. Puede ser un jugador polivalente, que ofrezca su veteranía y mala leche a un conjunto rejuvenecido —si se espera que dos sinsangre como Koke y el marido de Érica hagan eso…— y maduro resultón.

Por si no tiene una lista con jugadores de ese perfil le ofrecemos los siguientes perfiles:

  • Granit Xhaka, 32 años, pivote, con ese mentón prominente que tanto gusto, aseado y sin ocupar plaza de extracomunitario. Es de tatuajes, algo que le resta valor, pero bueno.
  • Fabian Schär, otro suizo, 33 años, central, de barba de dos días…
  • Anastasios Bakasetas, griego, 32 años, mediocentro, moreno de ojos azules.
  • Joël Veltman, holandés, 33 años, lateral derecho, camino de resultón.
  • Brandon Mechele, belga, 32 años, central, juega en el Brujas con el que no hay malas relaciones.
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  • Lukasz Skorupski, portero polaco, 34 años, juega en el Bolonia, no hace falta pero tiene cara de pegar a los malignos.
  • Tomas Holes, central, 32 años, no es muy de tatuajes, checo y tiene pinta de buen yerno.

Se han excluido todos esos que visten como si fuesen auténticos desarrapados pero a 200 euros los calzoncillos, esos barbas mal cuidadas, todos los que tienen el cuerpo lleno de tatuajes y los españoles —está mal la cosa en la patria— porque no pueden superar a Azpilicueta.

300 millones de gasto para cerrarse y jugar al unocerismo

Según VelcroRM y VelcroVascongadas el Atlético de Madrid ya lleva gastados más de 300 millones en fichajes y todavía podría gastar más. No puede haber nadie que supere al Maligno en gasto y parece que les molesta. Lo paradójico es que no están contando con los fichajes externos, pero mucho más decisivos que el gafe, como el CTA, el CSD, el Ministerio, el Ayuntamiento y la Comunidad —en el caso Vascongadas es RFEF, Diputaciones Forales, Presidencia del gobierno vasco y Petronor—. Mantener esa estructura de poder y hacerse con el control del VAR no es barato precisamente. Más o menos el salario que le ponen al Cholo Simeone por siete.

Pues sí. En el Atleti se están gastando lo que les da la gana y más que van a gastar. ¿La meta? Asegurar el tercer puesto en diciembre y dedicarse a dar asco el resto de la temporada con cerrojazos indecentes en busca del unocerismo, con Baena de lateral derecho, Gallagher de segundo delantero y defensa de seis. De hecho eso de que no se va a fichar ningún central más, que dice Picu Díaz, es mentira, van a fichar tres para el 6-3-0 que va a implantar el Cholo. Además se pretende desquiciar a media Europa en Champions hasta donde permitan, porque es sabido que UEFA es una mafia que sólo quiere que lleguen ciertos equipos a las rondas más avanzadas. Lo mismo viene haciendo Javier Tebas y se ha cargado La Liga. Aunque igual es una estrategia del Maligno para la Superliga.

Cuando a finales de junio los del rumbódromo prohibido se veían como los que mejor habían fichado, con una reconstrucción del equipo para dominarlos a todos, ahora están penando para que alguien les haga casito y les vendan a buen precio algún central. Se han quedado tiesos con los gastos extras del estadio y el exceso de salarios. Por cierto, esto de los salarios es algo que en el Atleti ni importa, todos los nuevos tienen 12 millones o más de ficha. Porque sí. Como si fueran de Bilbao pero de verdad, no de boquilla.

Algún VelcroBarça, como hay VelcroATM y hasta tienen pseudoprogramas, está muy enfadado porque no cree que el Atleti pueda fichar más que su equipo. Claro, le lleva engañando Laporta desde hace tanto que no entienden que no hay dinero para más, que a Rashford le han tenido que traer cedido y sólo han gastado en lo del portero del Español por molestar al madridismo. Cuando tengan que hacerse SAD, como le va a pasar al Mal, igual se dan cuenta que han disparado demasiado con pólvora del rey, bueno en su caso de la Generalitat. La realidad es que Flick con cuatro canteranos y un gancho ganó una liga y el Atleti, pese a lo que diga el señor del Pétalo’s, no aspira nada más que a ser tercero, el séptimo Zamora y terminar la liga con 6 o 7 goles en contra y 33 a favor. ¿Cuál es el miedo?

En el caso de todos esos don nadie del fútbol patrio, porque están al servicio de su Malignidad pues ni uno se ha quejado de las trapacerías en el CTA, ni del reparto del dinero, por ejemplo, creían que podrían aspirar a quitar de ahí arriba a los rojiblancos. Sin pensar que en una temporada de pena, como la anterior, ha llegado a donde tenía que llegar: Champions. Sí por obra y gracia de los milagros del cholismo, también del inilustrado. Pero Champions. Ahora que empiezan a gastar en refuerzos que no parecen malos, se quedan mirando y pensando que sólo va a quedar un puesto de Champions para todos esos aspirantes. Alguno de los cuales no ha podido ni con el peor Manchester United de los últimos cincuenta años y quieren pelear con el City… Pardillos.

No deben desesperar, los fichajes en el Atleti, salvo sorpresa, han terminado. Si logran sacar a alguno de los que no quieren en la plantilla, con suerte llegarán el rodillas raras de todos los años, el cedido raro de un equipo venido a menos y un francés que nadie conoce. Tras gastar, no 300 sino 3000 millones, el Atleti ha llegado a su tope este año y va a parar. No hay necesidad de más fichajes. Total para jugar con Julián Álvarez de mediocentro, con Almada de lateral y Cardoso de central no hay que esforzarse mucho más.

Ya pueden descansar y dejar de utilizar el cilicio carlista, ya no habrá más fichajes, ni más jugadores buenos, llega el tiempo de Gil Marín y ahí todo da miedo.

Currículos, filtros, colágeno y viagra

Óscar Puente puso en evidencia a Noelia Núñez por mentir descaradamente en su currículo —realmente en todos sus currículos— y ha obligado a la pepera a dimitir de todos sus cargos. Desde el PP han salido en tromba a decir que no son como los del PSOE y que en cuanto se les pilla que han mentido dimiten. Igual se han lanzado demasiado rápido a ponerse medallas éticas porque tienen como presidente de la Junta de Andalucía a un señor, Juan Manuel Moreno Bonilla, más conocido como «el suavón», que ha mentido reiteradamente en el suyo y no dimite, ni nadie se lo pide. Pasó por licenciaturas en Turismo, gestión y cursos hasta no tener ni un mísero estudio superior. Un vividor de la política como tantos otros, por ejemplo, José Zaragoza del PSOE.

Si cualquier cargo público miente en algo tan banal como un currículo, que cualquier funcionario podría verificar dentro de la privacidad debida, ¿qué se puede esperar del resto de cuestiones importantes? El caso de Pilar Bernabé, delegada del gobierno en Valencia, también es sangrante porque nadie pidió su dimisión tras inventarse dos carreras. Y, cuidado, que este caso es bastante más grave porque para ser delegado, aunque legalmente no lo sea, se deberían tener ciertos estudios pues las materias de las que se es responsable así lo exigen. Para estar en política vale con ser honrado y saber leer y escribir, hasta ciertos niveles donde se exige cierta pericia, pero lo que no se puede consentir es la mentira. Núñez ha dimitido —no lloren por ella que la colocarán en cualquier lado—, Bernabé debería hacerlo mañana. Y al otro día Patxi López que dice haber estudiado Ingeniería Industrial y todo el mundo sabe en Bilbao que en cuanto entró a la primera clase de cálculo le dio un vahído del que nunca se ha recuperado.

Esther López, portavoz del PP, ha insinuado que Pedro Sánchez debería hacerlo por plagiar su tesis doctoral. ¿Tiene las pruebas y las ha llevado a un juzgado? Que todo el mundo sepa que esa tesis doctoral no es trigo limpio, por investigaciones periodísticas, no quiere decir que se haya probado el plagio. A los tribunales a demostrarlo y luego a pedir responsabilidades y retirada de título. Como también se podrían mirar otras tesis sospechosas de dirigentes del PP, como Francisco Camps, o carreras hechas en universidades o departamentos con cierto olor a tufillo. Vamos, de esas que pagas y tienes el título. Como la Fernando Marroquín, que Isabel Díaz Ayuso permite funcionar en Madrid, y que tenía entre su profesorado a Núñez, quien carece de cualquier titulación para ello, mucho más cuando pretendía oficiar en Ciencia Política —y no, ser político no sirve de nada para esa carrera—. Como los medios de derechas criticaban de Begoña Gómez, con razón, pero ahora callan y se tapan. Si no se tiene un mínimo, no se pueden dar clases en la Universidad. Y ya.

¿Por qué esta pretensión de aparentar? Marcelino Camacho o Nicolás Redondo no necesitaban demostrar nada en sus currículos para ser políticos y no comegambas. Desde luego hay una situación consustancial al sistema en el que se vive. No es tanto narcisismo, que también, sino el aparentar constantemente lo que no se es porque parece que es exigencia seguir ciertos estándares marcados por el propio sistema. ¿No tienes títulos universitarios? No eres apetecible en política, salvo que te acuestes con alguno o alguna o seas amigo de ciertas familias, entonces hay que aparentar. Hoy te inventas que estas/has estado estudiando el doctorado, como Díaz Ayuso aunque es evidente que no llega al mínimo intelectual para ello, y mañana subes una foto al Facebook/Instagram con filtros.

Sí porque muchos y muchas de las que se quejan en redes sociales o medios de comunicación también mienten. Saturan sus imágenes de filtros. Se inyectan colágeno, y lo que no es colágeno, para aparentar ser más jóvenes —aunque acaben pareciendo la momia de Tutankamón—, reducen caderas con la IA, se ponen pechos (ellas y ellos), y utilizan viagra en cuanto se descuidan para demostrar no se sabe bien qué fiereza —lo reducen todo al pene y se olvidan de otras artes amatorias—. ¿No es eso mentir? ¿No están engañando a los demás? ¿Qué nivel de exigencia piden a los demás cuando no lo tienen con ellos mismos?

Como quienes utilizan microaudífonos para que les vayan dictando lo que decir en una charla o un parlamento ¿no engañan? O cuando los parlamentarios llegan hasta con las contrarréplicas escritas ¿qué significa eso? Un individualismo atroz que sólo da importancia al yo, por mucho que digan. Les importa poco o nada lo que el otro tenga que decir, van a lo suyo. Es como cuando le preguntan a Ayuso por la sanidad en Madrid y responde que Sánchez es un corrupto. ¿Por qué esos medios, que se ponen tan dignos para algunas cosas, no le echan en cara esa carencia ética y política? Aquí es por dinero, pero también por no perjudicar la hipostatización política. Se crean, desde lo abstracto, imágenes falsa. Y da igual que sea un currículo, un filtro o un personaje.

La llamada del Cholo a Gilma

Quedan tres semanas y el Atlético de Madrid está entrenando con un central (Le Normand) porque Giménez —¡Qué raro!— está lesionado y Lenglet no se sabe dónde está —se espera no sea nada grave o familiar—. Cuando se habla de haber fichado bien no se mira a la situación de la plantilla y se dice aquello de que queda mucho mercado. Mal no se ha fichado pero quedan tres semanas para el inicio de la temporada y se han ido dos centrales multifuncionales, pero centrales para el entrenador.

En las dos sesiones en Los Ángeles de San Rafael —la familia siempre gana— el entrenador ha probado con dos sistemas (4-3-3 y 4-4-2) a decir de quienes allí han estado, pero no puede probar otros —como el 5-3-2 que más de una vez ha utilizado— porque como no se ponga él no hay donde elegir, pese a que Kostis siempre acabe sirviendo para un roto y un descosido. De ahí que el Cholo Simeone haya llamado a Miguel Ángel Gil Marín para exponerle la situación.

«¡Che, Miguel Ángel! Los chavales que trajiste bien pero voy a tener que poner a jugar a Vercellone. Te dije que primero los centrales porque ya sabes que Josema está siempre con sus dolores y Clemencio según el día». Al otro lado Gil Marín: «¡Diego no me jodas! Te dije que teníamos que sacar a unos cuantos jugadores. Mira, ya hemos colocado a Saúl, si no le da un algo en la cabeza y no va para Brasil. A Rodrigo que, desde que volvió con la pareja no funcionaba en el campo. Y si hay suerte a Lemar le empaquetamos para Francia».

«¡No jodás! El dinero en inversión todavía no lo veo en el campo de entrenamiento. Luego me ponés a la prensa en contra con ser candidatos a ganar el título. Mirá el cabrón del Aparicio ese que no para de atizar». Con hilillo de voz: «Hemos tenido mala suerte con Areso que casi estaba hecho, pero la no salida de Nahuel está complicando fichajes». «¡No me vendas panqueques Miguel Ángel! Centrales, te dije centrales, no laterales. ¿Cómo va lo del portugués ese que me dijiste?». Silencio al otro lado del teléfono lo que provoca a Simeone a afirmar: «¿No estarás otra vez dilatando fichajes por un millón? Por los pisos en pago de tu padre, Miguel Ángel».

«No, no Diego. Mira en la web del equipo que hemos anunciado el fichaje de Marc Pubill», con nerviosismo Gil Marín. «¿Marc qué? ¿De qué juega? ¿No me estarás colando algún fichaje de algún amigo de esos que tienes?» espeta el Cholo. «Es…, es… lateral» balbucea el CEO. «¡La concha de tu madre! ¡Centrales, necesito centrales! Y si me traés un regateador lo bordás». Y así hasta que Gil Marín logró calmarle, aunque Simeone sabe que está en la zona Gil y eso significa peligro.

Vale. Es inventado. Pero no me digan que más de una así han debido tener.