domingo, 17 agosto, 2025

Cada medio su encuesta, cada partido sus medios

Cuando Göran Therborn escribió su famoso Cómo domina la clase dominante no podía sospechar, pese a ser sociólogo, que podría añadir un capítulo sobre los sondeos electorales como mecanismo de dominación. Si reescribiese el libro hoy en día podría escribir una adenda con lo que sucede en España. Cada medio, al menos los más potentes, tiene su encuesta y cada partido tiene sus medios, todos ellos controlados por las fracciones económicas de la clase dominante. No hay mayor enjuague en la actualidad política que las encuestas/sondeos electorales.

Si ustedes analizan las encuestas, salvo el CIS, ninguna les ofrece el número de entrevistas realizadas y la forma de realizarlas, datos importantes porque con 1.200 llamadas telefónicas no se aciertan los resultados de provincias periféricas. Luego dicen que tienen mucho material de sondeos anteriores y que van sumando. Muy bien, pero ¿cómo van a analizar el cambio que se puede estar produciendo entre, por ejemplo, PP y Vox en muchas provincias? Con el tipo de encuestas que se hacen a lo sumo se pueden marcar las tendencias y, con mucha precaución, advertir qué porcentajes de voto podría haber.

Encuestadoras con datos afines a su medio

Se parte de la base de que las encuestas ya pecan desde el momento de realizar las entrevistas de un error de base. Al que se puede añadir que, como la mayoría de llamadas son a teléfonos móviles hoy en día, la estratificación por barrios, regiones y provincias se va por el sumidero y es un factor de corrección primaria de los datos a recibir. Claro que preguntan dónde se vive, la edad y los ingresos (si se hacen bien, claro) pero sin más dato que un teléfono sólo cabe esperar que quien conteste diga la verdad de sus datos privados. Eso es incorregible e introduce sesgos en la recepción de los datos.

Tras eso está la tendencia de las encuestadoras a vencer los datos hacia la posición política del medio que les paga. A ajustar los resultados que ofrecen a los intereses editoriales del medio o los medios que les pagan. Paradójicamente, algo que aquí se ha denunciado, son los “sondeos libres” y del espectro progre los que indican que Vox está aumentando sus votos (algo que escuchando a Pablo Casado es comprensible), mientras que los conservadores les siguen dejando a en 40-50 escaños. ¿Tan mal recolectan los datos esas encuestadoras? Pues igual no, pero sí que en la “cocina” guisan para quien les paga.

Medios de partido

Todas las personas son conscientes que El Mundo, La razón, Abc, Vozpopuli o El debate son periódicos del PP. Como lo son algunos canales televisivos tipo Antena 3 o 13tv o radios como EsRadio o COPE. Medios que no suelen hacer ascos a según qué cosas de Vox. Ok Diario cubre a todos según entren dineros o no. En el otro lado, es obvio que todo el grupo que forma Público es Podemos, que El diario reparte según le conviene aunque tiene a lo morado, que El país es PSOE y poco más. En televisión y radio La sexta reparte según le conviene a sus jefes (si hay algo que rascar que depende del PSOE sacan la bufanda sanchista, si no hay que rascar y quieren presionar se ponen la bufanda morada), la SER siempre ha sido PSOE y Onda Cero depende del programa, del día y de la publicidad.

Son medios que tienen más importancia que los militantes en la elaboración de los programas electorales, de las campañas y que utilizan las encuestas, que es de lo que trata el artículo, para cambiar las mentalidades de las personas y que acaben votando a los dirigentes de sus partidos. Una alianza político-económica entre medios y partidos donde el elemento democrático queda completamente marginado. Si el señor que paga la publicidad, y por ende los sueldos, decide que hay que cargar contra Pedro Sánchez se saca toda la artillería. Si hay que potenciar a Feijóo en detrimento de Casado, se hace. Si hay que decir en las encuestas que gana el PP y que Vox no se note mucho, se trafica con las intenciones de voto.

Encuestas para cambiar el voto

Las encuestas actualmente no se hacen para conocer la famosa “fotografía electoral” del momento concreto, ni para analizar tendencias. Se hacen para cambiar el voto o la mentalidad de las personas. Acogiéndose a la supuesta cientificidad del sondeo presentan los datos como casi irrebatibles, como una verdad sagrada, pero la realidad es que ciencia poco, más bien brujería y acción política. En general las encuestadoras llevan años sin acertar –salvo cuando ofrecen horquillas de 20 escaños que eso lo hace cualquiera desde su casa- y algunas ni se han acercado.

Luego venden que una pronosticó que Vox entraba en el parlamento andaluz, cuando todo el mundo lo sospechaba y se equivocó por más de diez diputados. Las encuestas que ahora se ofrecen para Castilla y León van ya condicionadas. Nadie ofrece (salvo 40dB ahora) los datos brutos sino que presentan los datos con la intención de potenciar cierto voto (España periférica, por ejemplo), movilizar al votante del PP y del PSOE y que haya trasvases de votos de indecisos hacia la posición que quieren quienes pagan.

¿No se lo creen? Ayer mismo El país ofrecía datos de la macroencuesta que ha contratado y exponía en el titular lo siguiente: “El PSOE adelanta al PP como mejor gestor de la economía y el empleo”. No es falso pero es tendencioso pues el mayor porcentaje de respuestas era que ninguno de los partidos vale para gestionar la economía. Un desapego que se observa cada vez más pero que se oculta para salvaguardar a sus partidos.

Los datos no cuadran, pero algunos tienen valor

Alguien con un mínimo de cordura sabe que Ciudadanos seguramente desaparezca en todas las elecciones, incluyendo las andaluzas. Cualquiera sospecha que Más País no va a sacar seis diputados ni aunque Errejón vaya ofreciendo billetes de cien euros por las calles. Con ver los porcentajes que sacarán los partidos en Madrid, su núcleo de voto, sabe que el reparto es imposible para ese número (salvo que desaparezcan Vox, Unidas Podemos y al PSOE no le voten ni sus militantes). Interesa que el errejonismo, que es el globalismo y la postmodernidad, siga ahí por si se le necesita para algo.

En general los datos sobre cifras de voto son para coger con pinzas, eso no quiere decir que todos los datos sean irrelevantes. Que los votantes de derechas prefieran a Ayuso o Feijóo antes que a Casado como candidato (encuesta de El español) es algo relevante. Obvio porque no hay político más nefasto e inculto en España, y ofrece más pistas como que Santiago Abascal le supere en valoración. Por cierto, lo de la valoración de los dirigentes políticos es algo que se viene haciendo mal porque se ofrece siempre la media (con el sesgo de los votos muy negativos de una parte hacia otra) y no otras medidas que serían más objetivas.

En general los sondeos suelen ser tendenciosos, si no es por la forma de recogida de datos, lo es por la forma de las preguntas o por la cocina. Hay que ser muy aséptico para que los datos que ofrecen, más allá del voto, sean válidos como una muestra fehaciente de la realidad. Son aprovechables para estudiosos que saben cómo captar la tendenciosidad, pero el público en general es lego en la materia y se las cuelan todas… porque se las quieren colar y son datos que los partidos necesitan para el espectáculo. Lamentable, pero espectáculo.

Lo que Garzón no dice, no sabe u oculta

El mininistro de Consumo Alberto Garzón ha sido el centro de la polémica en el comienzo del año. Unas declaraciones, que posteriormente él mismo ha intentado manipular a cuenta de que nadie iba a mirar la entrevista en The Guardian, han provocado el malestar de partidos políticos, asociaciones ganaderas y público en general. Sólo a alguien de la capacidad mental del malagueño se le ocurre decir a los hijos de la pérfida Albión que España exporta carne de mala calidad y de animales maltratados. Sí de ganadería intensiva pero generalizando pues hay intensivistas que cumplen las leyes y otros habrá que no.

Si alguien piensa que los españoles se pueden alimentar, a día de hoy y ya veremos a futuro, sin ganadería intensiva es que vive en una fantasía de unicornios ecológicos y pasteles de tofu. Sin ese tipo de ganadería la Comunidad de Madrid, por ejemplo, estaría desabastecida y nada de corderito el fin de semana, ni el chuletón, ni el morcón para el cocido. Bueno, algunos sí tendrían eso al doble de precio seguramente. Ahora bien, ¿la ganadería intensiva es más lesiva para el medio ambiente? Sí ¿El producto de ese tipo de industria es peor que la de la extensiva? En parte sí. O ¿se piensan que los ganaderos extensivos no ceban a las bestias con piensos?

Los datos

Tomando como referencia el estudio de Greenpeace –para que no se piense que la información es interesada-, en España se sacrificaron para consumo 910 millones de cabezas para consumo cárnico. Principalmente fueron aves, luego porcino, bovino, ovino y caprino, equino y otros animales. Como pueden comprender no todos los jamones son de pata negra, de bellota o ibérico, hay más jamón serrano y cocido. Del cerdo todo se aprovecha y por ello el 65% del consumo de carne fue porcino (se incluyen todos los embutidos). Luego el avícola y el bovino.

Dependiendo de tipo de terreno y la posibilidad de extensión de los mismos la distribución de la producción es desigual. Destacan Aragón y Cataluña como productores de porcino (con aumentos significativos de explotaciones intensivas en Murcia), mientras que Madrid, La Rioja, Canarias, Ceuta y Melilla casi carecen de explotaciones. La ganadería extensiva bovina es preferente en Galicia, Asturias, Extremadura y Castilla y León, mientras que en la avícola se cuela Castilla-La Mancha. Cabe destacar que dentro de todas las cabezas de ganado hay que incluir los animales que sirven para producir huevos, leche y derivados.

Lo que no cuenta Garzón

Ha decidido el ministro de las verduras preocuparse de una producción ecológica, obviando que los ministros del PSOE ya están legislando en ese sentido, con más cabeza que él, o que comunidades autónomas gobernadas por el PSOE están limitando la ganadería intensiva. Podría hablar de las producciones catalanas, pero ahí se achanta porque son aliados.

La realidad es que los memes que han distribuido los podemitas -donde se ve unas vacas tranquilas en el campo y se señala que esa carne sí y al lado, o abajo, unas vacas (en ocasiones de leche porque debe ser que no saben distinguir las vacas y no saben cómo funciona el proceso de extracción de la leche) hacinadas y diciendo que esa carne es mala- esconden que no se podría alimentar España con sólo la primera producción. Eso lo ocultan.

Y no lo dicen porque siguen diciendo que representan a la clase trabajadora y no quieren que se vea que los quieren dejar sin comer carne. Uno de los grandes avances de la lucha de clases fue que los nutrientes animales llegasen a la mesa de la clase trabajadora. Ahora dicen que un simple bocadillo de mortadela es malo, que la chavalería debería merendar apio o algo por el estilo.

Lo que propone Garzón

La propuesta del ministro, copiada de Greenpeace y objetivos del milenio, es que en España se reduzca en consumo de carne (pollo, cerdo, vaca, cordero, etc.) un 73% en 2030. De aquí a nueve años hay que reducir esa cantidad en el consumo. Comer carne (de todo tipo) dos veces a la semana como mucho (incluyendo el chorizo de las lentejas) y que toda la producción ganadera sea ecológica y extensiva. En realidad la intensiva no haría ni falta de seguir esa proporción. Volver a celebrar comer un pollo asado el fin de semana, eso sí criado a base de maíz y a treinta euros el kilo. El ganadero de extensiva al no tener competencia, y como el gobierno no piensa intervenir los precios, podrá salir de la miseria actual y poner el precio que desee para quien quiera consumir.

Lo que no hace Garzón

Se jactaba Garzón, ante las críticas, que él como mininistro de Consumo estaba autorizado para hablar sobre las granjas y demás dilemática. Puede hablar de lo que quiera sin mentir, sin ocultar datos y a ser posible sin perjudicar a España, pero debería estar a otras cosas que afectan mucho más a su encomienda. En España hay casi un 6% de inflación derivada del aumento de los precios en el consumo. ¿Hace algo para frenar esa escalada? ¿Tiene pensado tomar algún tipo de medida al respecto?

Curioso que el aumento de la inflación sea algo sumamente lesivo para la clase trabajadora, que ve cómo sus misérrimos ingresos pierden valor, y el mininistro Garzón esté a verlas venir. Que si muñecas, que si carne, que si la abuela fuma pero una inflación galopante que debe ser que a él no le afecta. La comida, producto de primera necesidad, ha subido un 28% en el mundo; las gasolinas con precios por los cielos (fundamental para las clases populares de la España periférica); y así con todo lo que afecta a las personas.

Despistando y poniendo alfombra roja a la derecha

Después del fracaso de la derogación reformada de la reforma laboral (maquillaje jurídico), sale Garzón a fastidiar las exportaciones españolas y a hacer de yogi verde ocultando que, en realidad, lo que se pretende es quitar de comer a las clases populares. Saben que no hay extensión suficiente para alimentar a España al nivel actual (que tampoco sea de comer chuletones todos los días, sino mucho pollo y cerdo) pero hay que venderlo como derecho de los seres sintientes (como si la tripa vacía de 13 millones de personas no sintiese) para aparentar.

Y lo peor de todo es que pone una alfombra roja a la derecha, a las puertas de un proceso electoral, que va a utilizar sus palabras para decir que se quiere acabar con el mundo rural. Muchas luces jamás ha tenido Garzón (ya saben que sus libros son resúmenes de otros libros –si no lo sabían ya lo saben-), pero hasta ahora no había sido tan evidente. Muchas veces tener razón no exime de equivocarte por no plantear las cuestiones en modo y forma. Claro que la ganadería extensiva es mejor, también lo es que España no tiene capacidad para generar lo que se demanda. Así que sólo cabe o dejar de comer carne o hacer las cosas bien y con cabeza. Demasiado pensar para Garzón.

Novedades literarias: pequeñas y medianas editoriales (9 enero)

Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

José Luis Correa, Para morir en la orilla, Alba, 16,50€

Que una patera llegue a las costas canarias no es, por desgracia, un hecho insólito. Pero, cuando naufraga un cayuco en la playa de Maspalomas con más pasajeros de los que embarcaron, todo se descompone. Y el olor de dos cadáveres lo impregna todo. Dos cuerpos mustios, inmóviles, con las caras hundidas en la arena caliente, sus manos hechas garras como quien busca agua.

Toni Sala, Los chicos, Trotalibros, 20,75€

Vidreres amanece conmocionado. Dos jóvenes hermanos han muerto en un accidente de coche. En la onda sísmica de esta doble tragedia, un banquero vive atrapado en su rutina y un camionero adicto al sexo acaricia su escopeta con la esperanza de reventarlo todo algún día, mientras la novia desde el instituto de uno de los hermanos fallecidos, el que conducía, intenta encajar los fragmentos de su vida rota.

Paavo Matsin, La discoteca de Gógol, Ático de los Libros, 14,90€

Una distopía entre el realismo mágico y la mejor tradición de Bulgákov. En un universo paralelo y futuro, en Estonia se ha prohibido el idioma nativo y la población ha sido deportada tras la invasión del zar ruso. Nikolái Gógol resucita y desata el caos en el hasta entonces subyugado pueblecito de Viljandi. Un desfile de seguidores del mesías Gógol intentan escribir unos nuevos evangelios.

Bolsillo

Enrique Jardiel Poncela, Espérame en Siberia, vida mía, Blackie Books, 12,90€

A Mario Esfarcies, un joven adinerado le diagnostican un cáncer. Decide suicidarse y hacer testamento en favor de su mejor amigo. Como no tiene valor para quitarse la vida contrata a un asesino que deberá matarle. El amigo, futuro heredero, aumenta la prima del asesino para que acelere el «trámite». Pero Mario decide que no quiere morir y huye, citándose con la mujer amada en Siberia.

Patricia Gibney, No digas nada, Principal de Libros, 9,95€

Una cálida tarde de verano, el cuerpo sin vida del pequeño Mikey Driscoll es descubierto en un parterre y rodeado por un collar de flores silvestres. Tenía once años. Para la inspectora Lottie Parker, el caso es personal: Mikey era uno de los mejores amigos de su hijo Sean. La inspectora pronto descubre que su hijo no le está contando toda la verdad, y no sabe a quién protege y por qué.

Elizabeth Gaskell, Norte y sur, Alba, 16€

A través de la historia de Margaret Hale, una joven del sur de Inglaterra que por circunstancias familiares se ve obligada a trasladarse al Norte, a la ciudad industrial de Milton. Elizabeth Gaskell plasma de forma magistral los conflictos sociales y políticos derivados de la Revolución Industrial en la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Las contradicciones de la Inglaterra industrial se entrelazan con una historia de amor.

Carlo Padial, Doctor Portuondo, Blackie Books, 12,90€

«Te enseñaré cosas sencillas que tardarás años en comprender.» Así me hablaba el doctor Portuondo, un cubano exiliado en Barcelona que bebía whisky Johnnie Walker, juraba en nombre de Freud y me echaba de la consulta cada dos por tres. A veces se tumbaba en el diván porque consideraba que sus conflictos eran mucho más interesantes que los míos. Fue mi psicoanalista durante cinco años.

Novedades: Ensayos, Historia y otras lecturas (9 enero)

Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Ensayos

Cristian Segura, Gente de orden, Galaxia Gutenberg, 19,50€

A medio camino entre el ensayo, las memorias y una crónica periodística, Cristian Segura escribe un libro adictivo y sincero que ha recibido elogios unánimes. Gente de orden es un retrato de las élites de Barcelona, una sociedad en transformación debido a la globalización, a la consolidación del Estado del bienestar y también a la hegemonía del nacionalismo catalán.

Bruce Bueno de Mesquita, El manual del dictador, Siruela, 23,95€

Estamos ante un tratado de teoría y práctica política notable. Estos profesores ponen de manifiesto las contradicciones en el ejercicio del poder, pero también denuncian, sobre todo, la corrupción política. Lo hacen de forma elocuente y original, dándole la vuelta al enunciado conocido: no es tanto que el poder corrompa, sino que la corrupción otorga el poder absoluto.

Alex Richter-Boix, El primate que cambió el mundo, GeoPlaneta, 19,95€

Hoy es casi imposible explicar la ecología de cualquier organismo sin considerar el efecto que tiene nuestra especie sobre él. Llevamos miles de años interaccionado con el medio, alterando las comunidades vegetales y animales, domesticando especies y paisajes para nuestras necesidades, incluso alterando los ciclos atmosféricos y los geológicos. Se nos está escapando la biodiversidad sin que apenas seamos conscientes. Lo que se extingue, lo que desaparece, pasa al olvido en menos de una generación.

Este libro intenta combatir esa gran amnesia ecológica echando la vista hasta 300 000 años atrás, cuando apareció una nueva especie de primate que sería capaz de moldear su entorno hasta límites insospechados. Esa capacidad nos define como seres humanos, pero también es responsable de la crisis ecológica que sufre hoy nuestro planeta. Solo podremos afrontarla si sabemos de dónde venimos.

Carlos Martínez Gorriarán, En defensa del capitalismo, Espasa, 21,90€

La economía está estrechamente relacionada con la historia de las ideas. Es el resultado de la acción humana (es decir, cultura) y las condiciones materiales en las que se desenvuelve, su naturaleza.

A partir de un repaso ameno a la economía y el pensamiento económico desde la Prehistoria a la China actual, pasando por las utopías precursoras del anticapitalismo moderno y por las ideas de Adam Smith y Karl Marx, las conclusiones de Martínez Gorriarán resultan tan interesantes como el viaje emprendido.

Frente al anticapitalismo imperante en la sociedad actual, anclado en la repetición de un conjunto de prejuicios, lugares comunes y simples falacias típicas de la corrección política más de moda, este ensayo nos invita a reflexionar sobre la sociedad actual y su futuro, sobre la verdadera naturaleza del ser humano como Homo oeconomicus y sobre el paralelismo entre procesos económicos, culturales y naturales.

Alberto González Pascual, Los nuevos fascismos, Almuzara, 17€

Para desentrañar las causas políticas, culturales y psicológicas del resentimiento y su evolución contemporánea, Alberto González Pascual analiza el trumpismo y el islamofascismo, así como la persistencia en nuestro tiempo del nacionalismo, el racismo y el antisemitismo. Revisita las propagandas de Mussolini y Hitler, y sus ecos resucitados que colean en el presente. Profundiza en los efectos ambivalentes que tuvo el juicio de Auschwitz y en los rasgos del virus eclosionado durante la Guerra de los Balcanes. Y descubre sin tapujos la ligazón arcaica que las estructuras familiares producen no solamente sobre el psiquismo de la persona, sino también sobre los impulsos políticos que adopta por su influencia y con los que después funciona en los diferentes ámbitos de la sociedad. La insatisfacción, la falta, la incomprensión, el vacío de sentido y el sufrimiento son, entre otros, aceleradores del resentimiento, aprovechados por los diferentes discursos y estéticas del fascismo para formar sus rebaños.

Yago de la Cierva, Navegar en aguas turbulentas, Eunsa, 24,90€

Las empresas y organizaciones de todo tipo, incluso las gestionadas de manera excelente, pueden verse envueltas en crisis que amenazan su reputación, sus resultados económicos, sus buenas relaciones con sus públicos prioritarios e incluso su supervivencia. Ninguna institución está exenta de ese riesgo.

Historia

Joseph Cummins, Grandes rivales de la historia, Arpa, 21,90€

Joseph Cummins da vida al drama que desataron las peleas políticas y militares más despiadadas de todos los tiempos. Un relato absorbente y enriquecedor que proporciona una nueva visión de cómo la política puede llegar a convertirse en un asunto personal, desentrañando las complejas razones que llevaron a las gentes de poder a tomar algunas de las decisiones que cambiaron el curso de la historia.

Ian Morris, Guerra, ¿para qué sirve?, Ático de los Libros, 22,50€

Una historia de la guerra como nunca antes se ha escrito. En este fascinante libro, el historiador y arqueólogo Ian Morris investiga el papel de la guerra a lo largo de la historia. Partiendo de esa premisa, «Guerra, ¿para qué sirve?» nos ofrece un sensacional relato de la violencia a través de los siglos, y llega a la sorprendente conclusión de que la guerra ha hecho del mundo un lugar más seguro y próspero.

Pedro López Barja de Quiroga, Entre tiranos, Marcial Pons, 26€

La guerra civil como concepto, pero también como experiencia angustiosamente sufrida es lo que nos ofrece el testimonio de quien afirmaba haber vivido cinco de ellas y tuvo que elegir a su caudillo entre los tiranos que ambicionaban apoderarse de la República: Marco Tulio Cicerón. Sus cartas nos conservan las dudas y los argumentos de quienes se ven obligados a tomar partido en un conflicto armado.

Juan Antonio Pacheco, El califato islámico, Almuzara, 19,95€

El término califato ha estado y está muy presente en nuestra sociedad, pero ¿conocemos de verdad el origen de este concepto que nos rodea? En esta obra se expone el molde teórico en que la sociedad musulmana fue construyendo su propio universo político o político-religioso y cómo fue diseñando una trayectoria histórica llena de cambios y traumatismos hasta llegar a la presencia de un pseudocalifato que parece haberse apropiado de un modelo original y originario colándose por los intersticios del orden «tradicional».

Juan Antonio Pacheco vuelve la mirada hacia los inicios en el año 632, desde los primeros cuatro Califatos de los bien guiados por Al-lah, para orientarnos hasta el autoproclamado por ISIS en 2014. Siglos de historia que transcurren por el Califato otomano, de Damasco, Bagdad, Córdoba y otra serie de ejemplos; acompañados por el pensamiento de figuras importantes en el islam como al-Farabi, Ridà, al-Bannà o Averroes. Muchos de estos pensadores y gobernantes estuvieron influenciados por la filosofía griega clásica y por modelos europeos, entre ellos el socialismo, que intentaron integrar en el mundo árabe en la búsqueda de su propia utopía. Otras vías quisieron volver al origen de los califatos tradicionales en lo que constituyó el movimiento de Reforma del mundo islámico.

Del mismo modo, también se abordan otros modelos dignos de mención, aunque no lleven el título de Califato, como la República iraní y el actual Reino de Marruecos. Desde la ley xaría, el papel de la mujer, la radicalidad, el yihad hasta el rol de los nuevos medios de comunicación en la Red; el autor no deja ningún tema sin tratar en este libro que parte del concepto de califato para dar una cosmovisión del mundo islámico tradicional y moderno.

Otras lecturas interesantes

José Antonio Millán, Antonio de Nebrija o el rastro de la verdad, Galaxia Gutenberg, 20€

Desde su cátedra de Salamanca quiso aumentar el conocimiento del latín, la lingua franca de la cultura europea. Escribió una gramática española (la primera publicada de una lengua vulgar) y elaboró diccionarios latín-español y español-latín, y una ortografía de nuestra lengua. Se interesó por la fonética del castellano, del latín y del hebreo, y lamentó la catástrofe cultural de la expulsión de los judíos.

Michael J. Fox, No hay mejor momento que el futuro, Libros Cúpula, 19,95€

Las memorias del actor Michael J. Fox sobre las etapas de su vida relacionadas con la salud, desde su experiencia con el Párkinson hasta la operación de un tumor benigno en la médula espinal, y en las que relata en primera persona los problemas de salud que ha tenido, y cómo le hicieron perder su optimismo temporalmente.

A través de capítulos dinámicos —llenos de recuerdos, reflexiones y de un gran sentido del humor— relata de forma amena sus momentos más duros.

Una historia de lucha, coraje y superación que ofrece un final lleno de esperanza, así como una mirada resiliente ante la dureza de la vida.

Unas memorias conmovedoras, a menudo divertidas, en las que Michael J. Fox revela cómo recuperó su sentido del optimismo y reflexiona sobre la edad, la familia y la vida con una discapacidad.

Novedades Literarias: Grandes Editoriales (8 enero)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. Esta semana no se ofrecen volúmenes del conglomerado Penguin Random House porque su web es mala hasta decir basta (es más fácil encontrar lo que publicarán en marzo que la semana que viene) y porque tampoco envían las novedades por email. Ya veremos si vuelven pronto…

Novela

Bernhard Schlink, Los colores del adiós, Anagrama, 19,90€

Este libro reúne nueve deslumbrantes relatos que presentan un minucioso catálogo de actitudes y emociones humanas. Bernhard Schlink, como ya hizo en sus libros posteriores, continúa aquí la minuciosa y sutil exploración de las flaquezas y anhelos de los seres humanos: el amor, el miedo al paso del tiempo, la culpa…

Milán Füst, La historia de mi mujer, Galaxia Gutenberg, 23,90€

Una obra clave dentro de la literatura húngara del siglo XX, y la más laureada de su autor, el novelista, poeta y dramaturgo Milán Füst. Escrita en un tono descarnado e irónico que en ocasiones roza el esperpento, la novela se inscribe en la línea de los autores que, como Proust, Kafka, Musil o el Céline de Viaje al fin de la noche, describieron el desconcierto del hombre moderno ante un mundo en construcción.

Rafael Tarradas Bultó, El valle de los arcángeles, Planeta, 19,90€

Barcelona, primavera de 1864. Gabriel Gorchs, hijo único del barón de Santa Ponsa, vive en el oscuro palacio gótico de su familia. Mientras trama cómo cambiar su suerte, recibe una carta que le informa de que la tragedia lo ha convertido en el heredero de una importante plantación en el Caribe. Aunque duda, enseguida comprende que es una oportunidad única para él. Por otra parte, Pepa Gómez, criada en la miseria y el maltrato, pero guapa, inteligente y determinada, ha conseguido trabajo en un gran palacio de la ciudad. Maquinando cómo seguir escalando socialmente, su decisión de abrirse paso sin pensar en los demás provocará un error de cálculo que la forzará a desaparecer y huir.

Ambos coinciden a bordo del Santa Graciela, un fabuloso clíper, que es el medio más rápido para viajar al otro lado del Atlántico. A los dos los espera su destino, el Valle de los Arcángeles, donde los ingenios azucareros de los Viader, los Serrano y los Abbad han convivido en armonía y opulencia hasta que se produce el primero de una serie de asesinatos.

Una historia que, con el telón de fondo de la profunda injusticia del sistema esclavista, los estertores del imperio español y la belleza de un paisaje paradisiaco, nos habla del abismo entre pobres y ricos, entre amos y esclavos, y del poder de las pasiones y de la ambición sin límites de una mujer que llegó para trastocarlo todo.

Tamara Tenenbaum, Todas nuestras maldiciones se cumplieron, Seix Barral, 17€

Todas nuestras maldiciones se cumplieron narra el tránsito de la infancia a la madurez de una chica que creció en una comunidad judía ortodoxa hasta que, una mañana de invierno, cuando apenas contaba con 5 años, una bomba se llevó la vida de su padre e hizo estallar todas sus certezas. Sin una figura paterna, la protagonista crece en un ambiente dominado por mujeres fuertes, lo que le dará la determinación necesaria para cuestionar los mandatos religiosos que la rodean y las limitaciones impuestas por su género.

Tamara Tenenbaum narra una historia personal que es también generacional, atravesada por una tensión latente que moldea todos los vínculos. Mediante un estilo seco, irónico, con destellos inteligentes de humor, la autora describe el clima de su infancia y su adolescencia dentro de la ortodoxia y su ruptura simbólica y real en busca de horizontes menos asfixiantes. Esa búsqueda traerá la promesa de la libertad sexual y del amor, pero también el desconcierto, la inadecuación a un mundo que ya no viene diseñado de antemano.

Jonathan Coe, El señor Wilder y yo, Anagrama, 19,90€

«El retrato en primer plano que Coe hace de Billy Wilder no se limita a homenajearlo, sino que encarna su gloriosa habilidad para decir cosas tristes de forma divertida, y viceversa» (Jake Kerridge, The Daily Telegraph). «Está al nivel de lo mejor que ha escrito. Una novela para atesorar» (Alex Preston, The Observer).

Robert Kurson, Tras la sombra de un submarino, Península, 21,90€

En la tradición de Mal de altura de Jon Krakauer, Tras la sombra de un submarino, clásico imprescindible de la no ficción narrativa, es el relato verídico de la increíble aventura de dos buceadores, John Chatterton y Richie Kohler, que arriesgaron sus vidas para resolver un gran misterio histórico. En el otoño de 1991, encontraron a menos de cien kilómetros de la costa de Nueva Jersey los restos de un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial y huesos humanos enterrados bajo décadas de sedimentos acumulados. Ningún historiador, experto, incluso gobierno, tenía idea de la existencia de este vestigio de la guerra. Junto con un equipo de buzos de élite, los dos amigos emprendieron una búsqueda de siete años para resolver este enigma histórico y honrar la memoria de los desaparecidos. A medida que sus vidas se desmoronaban bajo la presión de una obsesión compartida, sus inmersiones en el gran azul se volvieron cada vez más atrevidas, hasta que se dieron cuenta de que buscaban algo más que la identidad de un submarino perdido y su tripulación sin nombre.

Luis García Jambrina, El manuscrito de niebla, Espasa, 19,90€

A comienzos del siglo XVI, un tipógrafo aparece muerto de forma violenta en una imprenta de Salamanca. El lugar está completamente destrozado y ha desaparecido el original de un nuevo libro del célebre humanista Antonio de Nebrija. El catedrático le encarga a su antiguo alumno, el pesquisidor Fernando de Rojas, que averigüe quién mató al cajista y encuentre el manuscrito robado. La tarea no va a ser fácil, pues Nebrija cuenta con muchos enemigos dentro del Estudio salmantino por sus numerosos enfrentamientos con otros catedráticos, debido a su guerra abierta contra la barbarie que asola la Universidad y por considerar que la gramática ha de estar por encima de las demás disciplinas y saberes, ya que es la base y el instrumento del que todas ellas se sirven. Esto hace que Rojas tenga que enfrentarse a los enemigos de la imprenta y de las nuevas ideas, simbolizados por esa niebla perpetua que cubre en otoño e invierno la ciudad de Salamanca e impide ver la luz.

Poesía

Jorge Gimeno, Fragmentos de Saadi, Pre-Textos, 17€

Este nuevo libro de versiones de Jorge Gimeno está consagrado al poeta persa Saadi (c. 1210-1291).

Otras lecturas

Carlos Pujol, Novelas contadas y otras reflexiones, Pre-Textos, 27€

Pujol traza su propia trayectoria narrativa, el proceso de génesis de cada una de sus ocho primeras novelas. Con su inconfundible aire a la vez melancólico e irónico, el autor nos abre las puertas de su taller de escritor y expone lúcidamente el proceso creativo, los referentes, las opciones estéticas y los recursos narrativos.

Bolsillo y reediciones

José Ovejero, Nunca pasa nada, Galaxia Gutenberg, 19€

«Nunca pasa nada» es una novela a ratos divertida, a ratos trágica, en la que se desvelan los conflictos y tensiones subyacentes en un mundo en el que la apariencia impera sobre lo real, y se desmontan los mecanismos de nuestra buena conciencia. Sólo Olivia, a la vez víctima y agente de la desgracia, parece saber que la buena conciencia no va a resolver sus problemas.

Viola Ardone, El tren de los niños, Booket, 9,95€

Nápoles, 1946. El Partido Comunista italiano consigue trasladar a setenta mil niños con el fin de que se alojen temporalmente con familias del norte y conozcan una vida diferente lejos de la miseria que los rodea. El pequeño Amerigo se ve forzado a abandonar su barrio y sube a un tren junto con otros niños del sur.

Con la mirada acerada de un chico de la calle, Amerigo nos sumerge en una Italia fascinante que vuelve a levantarse en la posguerra y nos confía el relato conmovedor de una separación, de un dolor que marca a fuego, al tiempo que nos obliga a reflexionar, con delicadeza y maestría, sobre las decisiones que acaban convirtiéndonos en lo que somos.

Viola Ardone firma una de las novelas más sobresalientes de los últimos años: ha seducido a cientos de miles de lectores y a la crítica con una historia insólita, auténtica y universal que recuerda a las de grandes nombres como Elsa Morante o Elena Ferrante. Inspirado en hechos reales, este relato de solidaridad en tiempos difíciles se ha convertido además en un fenómeno internacional en veinticinco países.

Josep Pla, Humor honesto y vago, Austral, 9,90€

La enorme personalidad de Josep Pla —sin duda alguna uno de los prosistas más importantes del siglo XX— tiene muy cultivada una importante faceta humorística. El escritor de talento, el observador, maneja en Humor honesto y vago con extraordinaria destreza la difícil y rara cualidad de un humorismo sano e ingenioso. Del amor al fútbol, pasando por la teoría de la propina, los perros, los gatos, lo que le puede suceder cuando se naufraga, hasta la cultura de los lenguados, Pla envuelve todos los temas con una prosa atractiva.

En este libro, de uno de los más inteligentes cultivadores de las letras periodísticas españolas, la amenidad, apoyada a menudo en el diálogo, es espléndida.

¡Adiós Trippier! ¡Hola gilada!

Cuando se escriben estas líneas no se conoce el desenlace copero del equipo rojiblanco, pero lo que tiene con la mosca tras la oreja a la afición del Atlético de Madrid es la gilada que se está preparando. “El inglés que ganó una liga y no se enteró de nadaKieran Trippier marcha camino de Newcastle en una nueva demostración de esa imposibilidad de adaptación a España que sufren los hijos de la Gran Bretaña. Salvo Bale, que teniendo un campo de golf y robando 15 millones al año es feliz, ningún inglés ha aguantado lo suficiente vaya usted a saber por qué.

El chico se quiere ir, se le abre la puerta, se recibe un dinero (nunca se sabrá a ciencia cierta la cantidad) y… el Cholo Simeone diciendo que ya saben lo que se necesita y que si no llega alguien pues que se apañarán con lo que haya. El problema es que lo que hay, salvo milagro, es la nada. Una nueva operación típica de Miguel Ángel Gil Marín. Trilerismo futbolístico ya conocido, por desgracia, en la Sociedad Anónima Deportiva antes Club. ¿Qué se puede esperar de quienes se hicieron con el equipo sin poner un duro y quedándose con el dinero de los accionistas que sí lo pusieron? Pues eso…

¿Llegará alguien?

Trippier se va (gracias por los servicios prestados) y es más que posible que no venga nadie. Como sucede en época de fichajes, la maquinaria (engranaje pequeño) gilista comienza a filtrar a periodistas afines y algunas cuentas de redes sociales nombres posibles. Andrea Berta pregunta y pregunta pero va con la buchaca más vacía que la cuenta de un autónomo a fin de trimestre. De hecho es más que posible que los sondeos bertianos sólo sean para despistar y aparentar que se hace algo. Porque la realidad es que la gilada siempre está a la vuelta de la esquina.

Cuentan los filtradores (cuando quieren hacer un fichaje de verdad casi nadie se entera) a los comunicadores que el lateral derecho que podría llegar (esperen que pare a sonreír y tomar aliento) sale de una terna entre Nelson Semedo (chico Mendes pero caro), Zeki Çelik (precio medio) y Pedro Porro (que igual ni Sporting quiere quedarse sin él, ni City vender). En los próximos días dirán más nombres hasta llegar a la decena con seguridad y así tener entretenida a la afición. Desde la más sobria a los Fifas.

Vendrá un rodillas raras

La realidad es que si hubiese alguno por dos millones sería ese, así tenga las rodillas raras, sea manco y bizco. Las palabras de Simeone son proféticas. También podría darse un golpe en la cabeza Gil, Cerezo estar a sus cosas y traer a Attila Szalai y a César Azpilicueta. Eso lo hacía Vicente Calderón con Leivinha y Pereira, no el gilismo. Los sueños, sueños son. Porque desde que los Gil tienen el poder las cosas bien hechas han escaseado.

Ahí radica el temor de la afición, que no venga nadie o llegue un Pilipauskas de la vida, que es lo mismo que nadie. Temor a que Marcos Llorente, visto que Sime Vrsaljko está siempre en la enfermería, acabe destrozado o aburrido por jugar en un puesto que no es el suyo. Por mucha confianza que exista en Simeone y sus recolocaciones extrañas, hay cosas que ni son, ni pueden ser (como los penes de mujer). Toca esperar y recurrir a la infinita paciencia de la afición rojiblanca. Mientras decir “¡Adiós Tripier!” y que no se pronuncie nunca “¡Hola gilada!”.

Toneladas de carbón para los medios de comunicación

Los reyes magos han pasado por España, han dejado muchísimos regalos a niñas, niños y no tan jóvenes, prosiguiendo una tradición. Como la mayoría se ha portado bien (aunque se haya pecado contra el sexto) han sido todo lo espléndidos que la inflación permite a unos bolsillos sufrientes. Sin embargo, donde se han cebado a echar carbón con camiones ha sido en las sedes de los grandes medios de comunicación de España. Ni uno se ha portado bien. Al contrario han sido todo malos que han podido y en correspondencia les han dejado carbón del más malo que existe y que no sirve ni para quemar.

Corre por las redes la chulería de un presentador de televisión de Antena 3, Manu Sánchez, el cual se ha encarado con los políticos, de todos los partidos aunque sin citarlos, por tomar por tontos a los españoles en referencia a la pandemia. Tiene su gracia porque podría haber citado perfectamente a las personas a quien se refería, principalmente Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, ya que lo hacen todos los días del año para defenestrar o alabar. “Alabar” es un verbo utilizado de forma contenida porque lo que suelen hacer es lamer culos de mala manera y sin pudor alguno. En concreto este presentador con Florentino es una cosa inexplicable.

Medios que no informan

No es nueva esta estratagema de los medios de comunicación, ahora que las personas se han cansado de ellos y empiezan a bajar las visitas. Hace pocos días Bieito Rubido, ex de ABC y actualmente en El debate, se sacaba por la cara un artículo donde arremetía contra las élites españolas… donde paradójicamente no se incluía él, ni la mayoría de medios de comunicación. “Que nadie se equivoque, lo mejor que tiene España es su paisanaje, mientras que las élites son deplorables. Es increíble escuchar y ver determinados canales de radio y televisión azuzar permanentemente el odio de unos ciudadanos contra otros o atacar un día sí y otro también a la propia España y a su unidad” escribe Rubido. Y tiene razón, el problema es que él y sus colegas son parte de esas élites y ese azuzar el odio entre españoles.

Los medios de comunicación ya no informan, rebuznan en el mejor de los casos contra el partido, el grupo de presión o el personaje que se sitúa como enemigo. Una lucha agonística (sólo hay que leer Ok Diario o Público, por ejemplo) en la que da igual lo que hagan “los propios”, siempre serán alabados, mientras que lo que hacen “los otros” siempre es malo. La información se pierde en el canal. Les interesa tener un enfrentamiento constante por dos razones: la primera para ganar visitas y poder rascar publicidad; la segunda, para adormecer a la población y que no piense sino que embista. Y como hay muchas personas que embisten a poco que les ponga el trapo en los morros persisten mientras una mayoría, por ahora silenciosa, queda pasmada ante el espectáculo.

Quienes primero toman por tontos son los medios

La estupidez de los políticos que denunciaba Manu Sánchez no es mucho mayor que la estupidez de los medios de comunicación. Mil veces repetida una mentira acaba por parecer verdad. Y no es un solo medio mintiendo, es que son cientos de ellos. Cada cual con su interés y banda sí, pero todos acaban mintiendo y manipulando. Da igual que sea El debate que El país, la COPE que la SER, en todos los medios se acaba por manipular la información. Por no hablar de influencers, atolondrados de redes sociales y los condenas de la vida. Esos jamás ofrecen información, en buena parte porque la mayoría bastante tiene con utilizar el cerebro para las funciones vitales, como no mearse encima.

Toda vez que los medios de comunicación toman por idiotas a las personas y observan que en un buen número se les engaña, es cuando aparece toda la manada de políticos mediocres que, como decía José Luis Cuerda, piensan que “somos gilipollas”. Sin la colaboración de los medios de comunicación, el mayor aparato ideológico en el Estado, la clase política no sería como es, ni actuaría como actúa. Por no hablar que esos medios, en su mayoría, están comprados por los mismos partidos y élites económicas a las que ahora critican. Igual es todo para pasar a cobrar el cheque que no llega.

Es peor en deportes

Lo curioso es que los medios de comunicación han ido poco a poco transformándose en medios deportivos, por aquello de ir todo el día escribiendo con la bufanda del partido o del equipo. Fueron los medios de comunicación deportiva los primeros que abandonaron la información (ni las crónicas de los partidos se salvan) para hacer fanatismo deportivo. Esencialmente los medios nacionalmadridistas y nacionalbarcelonistas… que casi son todos. As y Marca se entregaron al Real Madrid, Mundo Deportivo y Sport al FC Barcelona no como apoyo deportivo sino como productos ideológicos. El resto deja de existir y se utilizan los equipos como medida, incluso, de lo que significa el sentir nacional.

Han abandonado tanto la información que Marca ayer se sacaba un titular directamente vomitivo y asqueroso. Un violador (presuntamente ha violado a siete mujeres) era trasladado a una prisión de máxima seguridad y les daba pena porque era un infierno. Para infierno el que estarán viviendo las violadas. Por suerte no era jugador de “su” equipo porque habrían sacado un reportaje quitando toda culpa pese a haber sido descubierto cortando la cabeza a alguien. De hecho, tienen un condenado y no dicen nada. No informan y cuando lo intentan casi que dan más asco. Por no hablar de los programas nocturnos.

Carbón a toneladas para todos los medios de comunicación, esperando que no sigan pensando que “somos gilipollas” porque igual, cuando se monte alguna, los primeros en la lista van a estar unos cuantos.

El nacionalmadridismo provoca el desconocimiento del reglamento

Ayer Juanan, en su micro-vídeo Juanan Desencadenado, hablaba de penaltitos y pesos de jugadores. Sin importar realmente lo del peso, deja flotando en el aire la constante polémica sobre el reglamento del fútbol. No hay dios que se entere de las normas, en concreto de la aplicación de las normas, porque se van cambiando según interese o no al nacionalmadridismo. Esa ideología deportiva que justifica un atraco a la selección española porque un jugador blanco mete gol mediante una historia que rompe el fuera de juego y que jamás se vuelve a pitar.

Si uno está atento a las radios, los programas televisivos (nocturnos, con o sin opiáceos) o la prensa digital acaba por no entender las reglas. Resulta que pisar a un jugador es tarjeta, aunque sea sin querer, pero si la jugada es realizada por un Casemiro de la vida no es ni falta. Resulta que dar una patada en la cara es roja, pero si la patada la recibe un jugador del, por ejemplo, Atlético de Madrid no es nada. Y menos penalti si está en el área.

¿Qué es el VAR?

¿Recuerdan la zona Dogso? Esa zona entre mítica o fantástica que jamás se ha vuelto a pisar (de hecho este mismo fin de semana se podía haber expulsado a algún jugador pero no). No desesperen, volverá a aparecer en cuanto beneficie a algún equipo que le guste al nacionalmadridismo. Se entiende que perjudicará a algún equipo que no les guste. Pero no esperen intervenciones del VAR hasta ese momento.

De hecho el VAR ha pasado a ser el BAR del estadio. Un lugar esotérico que no interviene cuando hay errores flagrantes, salvo que beneficie al duopolio, como sucedió con la entrada criminal del Chimy Ávila. O las patadas a la rodilla de un tal Casemiro. Siempre estarán la alegre muchachada, nacionalmadridista, para justificar  el no uso. No ven que en todos los medios hay “especialistas”, como Isaac Fouto, encargados de servir a la Federación para que no se note. Que no se note no a favor de su equipo sino en contra de los otros.

Arbitrajes sibilinos

De lo que no suelen hablar los ex-colegiados, en algunos casos ya eran malos en activo, y los “especialistas” es de los arbitrajes sibilinos. Esos que van minando a los jugadores de algún equipo, penalizando cualquier protesta mínima, sacando tarjetas porque sí y, como no, dejando de utilizar el VAR en jugadas escandalosas. Las manos de un jugador madridista en el área no son como las de uno rojiblanco. En el segundo caso siempre son mano, da igual si es manco. Y en caso de duda, el roncerismo inilustrado habla de la mano de Militao como si no hubiese sido mano, ya que no están acostumbrados a que les apliquen el mismo reglamento.

Mientras los jugadores blancos pueden protestar a grito pelado, el resto de jugadores deben callar, bajo pena de cinco partidos de sanción. Este tipo de análisis no aparecen en las conclusiones y las notas de esos especialistas y ex-colegiados del nacionalmadridismo. Y son, paradójicamente, mucho más determinantes para el juego y el resultado que un penaltito. Aunque, bien es cierto, que a jugadores que vistan de rojiblanco se les puede agarrar hasta tirarles en los córneres.

Al final, como buena ideología, el nacionalmadridismo acaba configurando un espacio mental, una pararrealidad, que genera un desconocimiento del reglamento. Ya no se sabe qué es cada cosa.

Alguno sólo será recordado como “el carapolla”

Almudena Grandes está ya en la memoria literaria de España como una magnífica escritora. Millones de libros así lo atestiguan, guste más o guste menos. Lo que se está haciendo con su nombre por parte de políticos mediocres, indignos y meapilas, de uno y otro lado, es vomitivo. Por suerte, quien más indigno se está comportando, si es que ello es posible, sólo será recordado en el futuro como “el carapolla”. Madrid tiene estas cosas, cuando te pone un mote estás jodido y quedas con él para toda la vida. Dicen que no le gusta al alcalde… pues así será recordado. En el pecado llevará la culpa.

José Luis Martínez Almeida, alias “el carapolla”, ha vuelto a la mezquindad en una entrevista concedida al amarillento Ok Diario del “patillas” Eduardo Inda (también conocido como el “lametraserillos de Florentino”). Afirma en el amarillo periódico digital que Grandes no merece ser nombrada hija predilecta, a título póstumo, de Madrid pero que él así ha conseguido aprobar los presupuestos. Lo curioso de todo esto es que “el carapolla” jamás ha explicado el porqué de no reunir méritos de la famosa escritora nacida en Madrid. Si es cuestión ideológica, si es por carencias subjetivas que sólo él sabe, si es por ser del Atleti… algo.

Lección de la familia

La familia de la difunta, así como enormes cantidades de personas de distinta ideología, han respondido con mayor elegancia. El viudo y la hermana de Grandes han agradecido a la institución (Ayuntamiento) y a la ciudad de Madrid la concesión de ese nombramiento honorífico. No son tantos los madrileños que han dado gloria y honor a la ciudad como para despreciarlos de continuo. A nadie molestaba esa concesión honorífica pues se reunían las virtudes necesarias para la concesión, pero la clase política da tal asco que tienen que enmierdar hasta estas cosas.

Porque si “el carapolla” se ha mostrado como un ser indigno no menos cabe decir de El grupo de los cuatro, famosos traidores de todas las formaciones de izquierdas a las que se han arrimado, por utilizar el nombre de Grandes para trapicheos políticos. Si no tenían la conciencia tranquila por pactar con el PP y Ciudadanos unos presupuestos propios del capitalismo de amiguetes, no tenían la legitimidad de utilizar el nombre de una escritora para curarse en salud.

Clase política de asco

Todo esto no es más que una muestra del asco que da la clase política. El guerracivilismo que están trayendo a España, del que también son culpables medios de comunicación y palmeros partidistas, está provocando que ningún buen escritor, ningún buen cantante o ningún buen intelectual (no doxósofos, todólogos y médico sabelotodo) pueda ser reconocido sin que haya una disputa estúpida. Qué más da que este o aquel hayan profesado una ideología u otra si ha conseguido hacer reír, llorar o pensar. No dejan de ser patrimonio cultural de España.

Carentes de una visión clara, carentes de capacidades personales (más allá del lametraserismo inilustrado), carentes de virtudes, las gentes de la clase política acaban recurriendo a la irracionalidad para que cualquier elemento racional muestre su completa incompetencia. Hoy es el “carapolla”, mañana puede ser “el guapo”, pasado “el sinsorgo” y al otro “el patriota”. Da igual, utilizan los recuerdos de las personas para sus disputas en el fango. Quieren enfangar todo para que el lodo impida ver la realidad. En este caso, Martínez Almeida será recordado como “el carapolla”. Cuando muera habrá que hacerle una estatua de un falo enorme como homenaje.

Correa es mejor que Mbappé

El nuevo año futbolístico deja claro que cuando algo funciona tampoco hay que tocarlo demasiado. El Atlético de Madrid volvió a la senda de la victoria en cuanto utilizó un sistema en el que los jugadores parecen reconocerse mejor. 4-4-2 con los jugadores que mejor encajan, aumento de intensidad y dos goles del argentino que nunca falla… si se le pone en su posición, segundo punta. El Cholo Simeone, en parte obligado por las bajas, volvió a hacer una alineación “lógica” y el equipo respondió.

Ángel Correa comenzó la temporada de segundo punta, marcaba goles, daba asistencias y luego llegó Antoine Griezmann, se cambió el sistema para encajar tantas piezas y las dudas llegaron a la cabeza de los jugadores. En cuanto Correa se sitúa en su posición pasan cosas. Es mucho más determinante que el francés del equipo de la Castellana y tiene la extraña capacidad de cambiar un partido cuando menos se espera. Veremos qué ocurre cuando vuelvan los enfermos, pero es obvio que se ha ganado el ser imprescindible en el Atlético de Madrid.

El Madrid mal con Mbappé

El Real Madrid sufrió una dolorosa derrota en Getafe ante un equipo bien plantado en el campo. Con un poco de fortuna y mucho oficio desarboló al equipo blanco que, como siempre, ha llorado por un penaltito. En el Metropolitano ha habido dos no pitados a favor del Atleti y ni aparece en la prensa deportiva (por no hablar de la masacre continua con las tarjetas por faltitas). Mal debut de Kylian Mbappé que no dejó ver las cualidades que dicen atesora…

¡Ah, que no ha jugado aún! Como Marca y As han dado por hecho el fichaje cabía pensar que ya estaba a disposición de Ancelotti. Como Haaland que va a llegar ya ¿no? Aunque Maroto dice que igual no hace falta en el BOE 2 del nacionalmadridismo. Esta semana va a ser de Mbappé-turra hasta que el equipo logre pasar en Copa del rey y vencer en Liga. Pero la risa va a ser buena como el ansiado francés no llegue en verano. Llevan ya una portada en apenas dos días de año para que la afición vuelva a la práctica del onanismo, como no sea verdad y renueve son millones de posibles hijos desperdiciados.

Tiene La Liga ganada ya –como la pierdan será el mayor fracaso de la historia- el equipo blanco, así que pueden dedicarse al onanismo periodístico hasta que llegue la eliminatoria de Champions (¿Con Zidane en el banquillo parisino?), que es lo único que les interesa en realidad. No son capaces de gozar otras cosas. Mientras tanto Correa demuestra que es mejor que Mbappé y que su temporada ha sido de balón de oro. Al menos ha ganado más cosas que ese francés y ese brasileño que lo iban a ganar gracias al nadaplete. Liga y Copa América no se ganan todos los días. ¡Ah, cierto! Que el campeonato del año 2021 se ha borrado de la memoria de la prensa… madridista.