jueves, 25 diciembre, 2025

“La confrontación política debe producirse hoy entre identitarios y globalistas”

Jesús Sebastián-Lorente es uno de esos pensadores irreverentes que el sistema sitúa en los márgenes. Hoy les presentamos, mediante una interesante entrevista, su más reciente texto Contra Occidente de la Editorial EAS. Título sugerente y que ya advierte del potencial que se encuentra en las páginas del libro. No hay casi ningún gran tema que no sea tocado de un modo u otro. Estas respuestas son un avance de lo que encontrarán en el texto recién publicado.

P. No se puede negar la influencia que ha tenido la ND francesa en usted, se palpa a lo largo de todo el texto. Sin embargo, pese a su “debenoistismo”, se observan algunas discrepancias ¿a qué se deben?

R. Desde luego, reconozco a Alain de Benoist como un maestro del pensamiento, es decir, una figura tutelar que te enseña a pensar, no cómo pensar. Él mismo reconoce en el prólogo a mi libro que no está de acuerdo con algunos de mis planteamientos. Se refiere, por ejemplo, a la oposición/contradicción entre la apuesta por un federalismo integral y el rechazo del regionalismo. Benoist es heredero de las corrientes etnistas y federalistas de la posguerra, además de ser francés, y esta herencia le hace contemplar las regiones históricas de Europa con una perspectiva romántica y escasamente política. Para valorar la identidad de una determinada etnia no es suficiente con acudir, por ejemplo, a criterios lingüísticos o antropológicos, hay que someterla a un examen histórico, y muchas de las regiones europeas más reivindicativas no lo superarían. En definitiva, no estoy en contra de las identidades étnicas ni de su derecho a federarse entre sí, pero sigo considerando que el Estado-nación, hoy en crisis, sigue siendo la fórmula que mejor protege a los ciudadanos frente a las fuerzas disgregadoras del individualismo y de la mundialización. Seguramente por eso, todas las minorías étnicas europeas reivindican para sí mismas su constitución en micro-Estados-nación: quieren destruir las grandes naciones que hicieron de Europa una civilización que aspiraba a la excelencia por unas micronaciones dotadas de aparato estatal que solo pueden aspirar al folclorismo nostálgico. Este convencimiento no me impidió, sin embargo, promover la edición del libro “La Europa de las etnias”, también publicado por EAS, pero desde una dimensión casi mitológica del europeísmo, no política. Resulta complicado salir del laberinto identitario en el que se encuentran los pueblos europeos.

P. Cuatro parecen los grandes ejes del libro: antiimperialismo; antiliberalismo; reformulación de la identidad (o apuesta por el reconocimiento); y la solución federal. Comenzando por el primer eje ¿se puede situar al mismo nivel de poder el imperialismo estadounidense y al alemán respecto a Europa?

R. Son radicalmente opuestos. El americano aspira al imperio universal. El alemán solo quería alcanzar una posición hegemónica en Europa. El americano contempla a Europa como un satélite. Para el imperio alemán, Europa es su planeta, su universo biológico, antropológico, sagrado y cultural. Pero los métodos también importan. El imperialismo americano utiliza métodos “suaves” de disuasión y de persuasión, lo que lo convierte en algo más digerible, a veces incluso imperceptible. El germano casi siempre ha recurrido a la fuerza, aunque actualmente Alemania utilice el poder y la influencia de su economía para lograr una situación predominante en Europa. Lamentablemente, Alemania ya no ejerce su imperium espiritual sobre el resto del continente.

P. ¿Por qué deja fuera a Rusia, en cierto modo, del proceso de lucha europeo?

R. Excluyo a Rusia igual que dejo fuera a Gran Bretaña. Estas dos entidades se han alejado progresivamente de Europa optando por un modelo propio (o ajeno, en el caso de los británicos, que apuestan por el mundo angloamericano), lo cual no es nada objetable, por supuesto. Pero considero que sus combates y objetivos son distintos a los de los europeos continentales. Desconfío de todas esas corrientes que se dejan embaucar por las formas del nuevo imperialismo ruso. No obstante, sigo viendo a Rusia como a una aliada de Europa (de una Europa soberana, claro, no de la Unión Europea), aunque para ello ambas deberían experimentar profundos cambios. Eurasia no deja de ser una bonita utopía.

P. La mayoría de los analistas “sistémicos” tratan al liberalismo como si fuese una doctrina virginal, aséptica o pura, pero usted, siguiendo la estela de De Benoist, señala que es verdaderamente un cáncer sociopolítico. ¿Puede explicar este aspecto?

R. El cáncer lo constituye la ideología que nace de la Revolución francesa. Supuso el fin de los principios europeos de orden, tradición y jerarquía. El liberalismo es su metástasis. No cabe duda de que el liberalismo es el “principal enemigo”, como lo son también sus manifestaciones más evidentes, el individualismo y el mundialismo. Por eso Benoist focaliza su combate ideológico contra esta corriente, que ya no es una simple ideología, sino un sistema-mundo. El problema fundamental es que el liberalismo, con sus constantes mutaciones, ha triunfado. Y nada hace sospechar que pueda ser derrotado. Solo nos queda el recurso a la resistencia.

P. De Benoist ya se las tuvo tiesas con la ideología de género (véase Los demonios del bien editado por EAS) y ha sido el más lúcido analista, en tanto que ha sabido discernir entre el feminismo clásico y el generismo postmoderno. Usted sigue esa estela en el libro ¿no cree que la ideología de género es una hija del liberalismo (como cara progre) aunque se trate de ocultar?

R. Desde luego, la ideología de género forma parte de la metástasis liberal en su versión libertaria. Y la izquierda liberal-libertaria, tras renunciar al pueblo trabajador, siempre está dispuesta a renovar su discurso con filosofías antinaturales y antihumanistas que contribuyan a socavar los valores que el hombre occidental (europeo) convirtió en universales. Prueba de ello es la adhesión incondicional de la derecha liberal-conservadora a la ideología de género. La derecha siempre pierde la batalla cultural mediante la renuncia al combate ideológico y la aceptación de las perversiones libertarias.

P. El debate en España sobre las identidades está muy enfocado a los nacionalismos periféricos y el individualismo sexual. No parece, como sucede en Europa, que haya un sentido de peligro identitario europeo ¿qué nos puede decir al respecto y sobre los problemas de integración/asimilación?

R. La identidad europea solo existe en el plano filosófico, no en la conciencia popular. Incluso en los círculos identitarios europeos vemos el cruento debate entre los adeptos del etnismo, del nacionalismo o del europeísmo. Y nadie, hasta ahora, ha logrado llegar a una síntesis conciliadora de estos tres elementos. La identidad europea siempre se vehiculó a través de dos fuerzas dinámicas: la competencia entre las grandes naciones europeas y la adhesión de las pequeñas a una de las primeras. Actualmente, ninguna gran nación europea sirve de modelo al resto. Todo se diluye en la aceptación de un ente liberal-mundialista como la Unión Europea. Y en España la desafección por Europa es crónica.

En cuando a la inmigración, solo quiero subrayar que no se trata de un fenómeno espontáneo y circunstancial, sino que se trata de un auténtico proyecto del liberalismo mundialista. Es el tiro de gracia a la identidad europea. Al liberalismo no le interesan los pueblos, solo los ciudadanos-átomos trabajadores y consumidores. Y apela al humanitarismo para que los pueblos europeos acepten de buen grado la invasión migratoria. ¿Integración, asimilación? A los resultados me remito…

P. El islamismo es capaz de generar comunidad, usted apuesta por cierto paganismo, pero ¿cree que es suficiente para conformar comunidad en Europa hoy en día?

R. Las religiones monoteístas, como el islamismo y el judeocristianismo, atentan contra toda diferencia. Por eso apelo al politeísmo que se fundamenta en la diversidad. El paganismo indoeuropeo no deja de ser un recurso literario, quizás un modelo de convivencia del hombre con la naturaleza a través de lo sagrado, pero un retorno al paganismo no garantiza la constitución de una auténtica comunidad europea, como tampoco lo hizo el cristianismo. Se trata de una referencia, no de una solución. Una comunidad debe ser, ante todo, política.

P. El federalismo, ese que su amigo De Benoist no entiende que defienda con ahínco, parece la solución al problema europeo ¿puede explicar, sin destripar el libro, los ejes vertebradores del mismo?

R. Alain de Benoist, como ya he señalado, es un federalista convencido. Yo también. Se trata de que las comunidades (étnicas, regionales) actúen localmente en los asuntos que les afecten directamente, y conjunta y globalmente en los asuntos que incumban al Estado-nación y a Europa. Esto no es un invento actual, diversas formas de federalismo han caracterizado a Europa a lo largo de su historia. Pero el federalismo no puede ser asimétrico, más allá de las diferencias que caracterizan a unas comunidades frente a otras (lengua, cultura, historia, territorio). Destruir el Estado-nación para crear un Estado-federación con comunidades privilegiadas y comunidades discriminadas no parece tener demasiado futuro. Las comunidades son, y deben ser, diversas, pero las alternativas de los ciudadanos, de partida, deben ser las mismas. En fin, hay que federar para crear conjuntos más amplios, no federar para fragmentar o dividir. La federación es un vínculo, no una separación.

P. Como sucede con otros debates internacionales, parece que en España el transhumanismo no interesa, sin embargo usted no rehúye ese debate ¿qué es el metahumanismo que propone?

R. En los círculos identitarios, el transhumanismo es rechazado de plano, porque se concibe como algo contrario a la naturaleza del hombre. Y en esta posición se sitúa también Alain de Benoist, aunque con algunos matices. Entiendo el metahumanismo como un neoeugenismo, no solo terapéutico sino también performativo. En la especie humana ya no opera la selección natural, entre otras cosas, precisamente, por el intervencionismo humano en su reproducción o en el mantenimiento a ultranza de la vida. Las nuevas tecnologías de la biología y la genética pueden servirnos para eliminar o prevenir taras y enfermedades, pero también para mejorar y perfeccionar la especie humana, no solo física sino también intelectualmente. El límite insuperable está en la hibridación entre hombre y máquina. El resto es un mundo de posibilidades. ¿Por qué no utilizarlas en nuestro beneficio?

P. Respecto al populismo, personalmente me parece más adecuada la visión que su amiga Chantal Delsol ha defendido frente a Ernesto Laclau al que usted ve operativo, no es cuestión de que entablemos debate por ello, pero es obvio que el eje izquierda-derecha ya no es completamente operativo. ¿Puede explicarnos su visión, desde esta perspectiva, de la política a corto y medio plazo?

R. Precisamente, creo que se ha acabado la era de las ideologías y nos encontramos en el momento de las políticas. La metapolítica ha muerto, ¡viva la política! Y la confrontación política debe producirse hoy entre identitarios y globalistas. O entre iliberales y liberales. El populismo, desde esta perspectiva, solo es un instrumento que desea hacer del pueblo un agente político activo, una forma política esencialmente antimoderna y antiilustrada. Como decía antes, la ideología liberal ha triunfado y ya no podemos combatirla en el plano filosófico, sino en el de la política. Utilicemos, pues, el voto para darle la vuelta a la democracia, pues los discursos ya no llegan a la gente común.

P. Para finalizar una pregunta que es curiosidad. Citando tan buenos libros y autores ¿por qué no incluyó una bibliografía o notas a pie de página para que esos textos que cita puedan ser un nuevo camino para los lectores de su libro?

R. Creo que un libro de 300 páginas ya es un todo reto para el lector. Al contrario que Alain de Benoist, que utiliza un gran despliegue de citas bibliográficas, yo me inclino por un uso restringido de las mismas. Las citas a pie de página, por ejemplo, pueden servir al lector que desea ampliar sus lecturas, pero también constituyen obstáculos en la secuencia lectora. Además, de haberlo hecho así, las citas se hubieran remitido a las obras de origen de los autores franceses, accesibles solo para una minoría de lectores por cuestión del idioma. Por otra parte, los lectores potenciales del libro conocen de sobra dónde están las referencias bibliográficas sobre estos temas: los libros de la Biblioteca Metapolítica de Fides y los de la colección Synergias de Eas. En fin, mi libro ‒que, de hecho, es una recopilación de trabajos anteriores‒ es como una especie de resumen de mis reflexiones ideológicas. Pero también es un punto y aparte en mi trayectoria ligada a la Nueva Derecha francesa, lo cual no implica una despedida o una renuncia, sino la apertura de otros horizontes por explorar, como es la historia, la religión y la tradición.

Cuando Casado pierde hasta la linde…

Cuando sigue la linde tiene su gracia porque no la suelta hasta que se da de bruces con un muro o sigue y acaba haciendo el ridículo. Al ser un ignaro de la realidad del mundo –repite lo que le dicen desde FAES que diga, más algún asesor medio gafe tiene- deja verdaderas perlas, el problema es cuando pierde hasta la linde. Ahí es cuando Pablo Casado se muestra como el incapaz –que dijo Bieito Rubido de los políticos en su Astrolabio– que amenaza con gobernar España.

No será por falta de apoyos mediáticos. Ayer mismo la cadena de todas las derechas Antena 3 le volvió a invitar a un café tras pasar el coronavirus. ¡Fíjense que es lo único positivo que ha tenido en los últimos años! Hay que hacer campaña por el chico aunque no se confíe en él. Ya lo hicieron en el pasado con Albert Rivera –todas las semanas era invitado y algunas dos veces- y fracasaron. Ahora con Casado parece que se les ha acabado la linde y persisten. Si lo mejor para la derecha es que los dirigentes actuales ni aparezcan en televisión, ni en ningún sitio. Que en cuanto aparecen se les nota…

Las perlas de Casado

Sólo a un ignaro se le puede ocurrir pedir la subvención de los test de antígenos el mismo día en que el Gobierno fija el precio de los mismos. ¿No tiene asesores o son como él? Y así toda la entrevista. Miren cómo habrá sido la cosa que ni los medios de derechas (La razón, El español, Vozpopuli, Abc, El debate, Ok Diario, El independiente, El confidencial y demás regionales) se han hecho eco de las palabras del presidente del PP. Nada. Ni una reseña con vídeo. Nada. El silencio. El vacío más asombroso.

Normal, llevan meses criticando al gobierno de Pedro Sánchez que ha dejado a la población abandonada sin activar fondos para que haya más personal sanitario, que ahora no van a apoyar la política individualista. Ni de Casado, ni del gobierno más progresista de la historia. Individualismo que supone que cada persona se controle si está enferma o no, se de las bajas y las altas sin verificar si se sigue contagiando o no. Todo el sistema sanitario y de la seguridad social tirado por un vertedero. Y aparece Casado diciendo que el gobierno agilice las altas y bajas… ¿pero no conoce este hombre la legislación para las bajas de siete días o menos? Parece que no. Como El confidencial no conoce cómo funciona la aplicación de los PGE…

Casado no sabe cómo gestiona el PP

Acusa el pepero al gobierno de tener exhaustos a los sanitarios –y lo quiere resolver con test de antígenos-. Parece desconocer que la gestión sanitaria lleva transferida a las comunidades autónomas hace casi veinte años. Si están exhaustos será por culpa de Juan Manuel Moreno Bonilla, Isabel Díaz, Alfonso Fernández Mañueco, Alberto Núñez Feijóo… Porque el PP gobierna sobre la mitad de la sanidad española. Si se baja al dato, igual, sólo igual, están los sanitarios exhaustos porque no hay plantillas suficientes en las regiones peperas.

No las había antes de la pandemia y con ella se ha agravado la situación. Porque, además de coronavirus, por desgracia hay cánceres, operaciones de corazón, tratamientos de linfomas, toda la variedad de golpes y roturas de huesos (algunos provocados por accidentes laborales, un tema que es tabú para toda la clase política) y demás enfermedades. Debería saberlo pues las personas listas de su familia, según ha contado él mismo, estudiaron carreras sanitarias. Menos el familiar de las macrogranjas. Si están exhaustos los sanitarios en España es por las políticas del PP, no por hacer test de antígenos.

Él sabe mucho de campo

Esta es una de las lindes que se terminan y él continúa: el tema del campo. No hay dirigente del PP que no se ponga su fachaleco, cazadora cachemira, se vista de verde, se quite la corbata y aparezca por cualquier pueblo de España a aparentar que conocen el medio y lo defienden. Siempre acaban agarrados a alguna vaca, oveja u otro animal previamente adecentado. O subidos a un tractor en época en la que no se ara. Eso sí, con mocasines o unos Panamá Jack. Si viviesen en un pueblo verían que la gente no viste así, que igual hasta piensan que todos van con boina y gorra de la Caja Rural (bueno, esto sigue viéndose de vez en cuando con Globlacaja).

Y como dice que sabe de campo pide al presidente del Gobierno que cese a Alberto Garzón por decir que la carne de explotaciones intensivas es mala para exportar. A Garzón habría que cesarle por muchas más cosas y aunque tenga razón en que en este caso debería ser cesado por hacerle el juego sucio a la pérfida Albión, la realidad es que ninguno de los presidentes del PP, que tienen gobiernos de coalición, han cesado a sus consejeros metepatas. Que en Andalucía la gente de Ciudadanos la lía cada semana. Otra cosa es que no se enteren en el resto de España.

Si hay un partido que desconoce el campo es el PP. Si miran sus candidatos de los entornos rurales verán que son notarios, arquitectos, abogados, hijos de o simples machacas (sin oficio, ni beneficio) de partido. En algún pueblo sí hay algún ganadero o terrateniente con visos de cacique, pero en general, en el partido no es que abunden. Cazadores bastantes, pero eso no es conocer el campo. La visión que tienen en el PP del campo es lo que hay circundante a Madrid, tres bodegas, el cabrito que se comen algún fin de semana (que les cuelan el revenido) y toda la simbología de Los santos inocentes de Miguel Delibes.

Fondos UE para pagar la nueva sede del PP

Y ya para rematar la inocentada de entrevista acaba quejándose mediante una mentira, que los fondos de la Unión Europea se darán a dedo. No. Los gestionará un grupo de la presidencia del Gobierno, por tanto bajo control parlamentario si se quiere hacer, y serán revisados y controlados por “los hombres y mujeres de negro”. Personajes que son más de fiar que las gentes del PP. Cabe recordar que este partido con Casado de dirigente cogió el dinero de la fundación Miguel Ángel Blanco para sus sobresueldos y demás trapacerías financieras.

Lo que no debe conocer Casado es que hay 75.000 millones que son finalistas, esto es, son fondos que concede la UE para un fin concreto, como la formación de trabajadores y parados. Por eso decir que se van a gastar en formar parados en vez de gastarlos en inversiones es de una estulticia que no se ha visto nunca. Señor Casado que si los fondos no se gastan en eso, no los dan. Tampoco se ha debido enterar que los 150.000 millones no llegan de una vez, sino que se entregan en diversas cantidades durante años. Ha pensado que con 150.000 millones algo le caería al PP y se le ha hecho la boca agua. Es lo que sucede cuando se preside un partido corrupto, que lo dice la Justicia.

Mezclar churra con merinas

Y por si fuese poco se queja de que a Madrid no le entregan 9 millones más y que, sin embargo, le va a pagar las tonterías a catalanes y vascos. Si alguien que aspira a ser presidente, que fue comisionista en Libia gracias a José María Aznar –el que hablaba del movimiento de liberación vasco-, habla así de sus compatriotas, es normal que no le voten ni en el País Vasco, ni en Cataluña. Ni todos los vascos, ni todos los catalanes son nacionalistas. Ni los fondos europeos pagarán sus tonterías por todo lo citado anteriormente.

Todo esto es lo que sucede cuando se mezclan churras con merinas (no meninas que ha escrito algún pepero), cuando la ignorancia se apodera de un cuerpo de tal forma que es incapaz de articular un discurso sensato y en favor del bien común. Pedirle al PP tener capacidad de articular algo similar al bien común es un imposible, sólo entienden del bien privado de sus amigos. Por eso no explica jamás dónde haría la rebaja de 10.000 millones en impuestos de la que habla. Lo que se sabe es que donde gobiernan han bajado los impuestos a los más ricos mientras están crujiendo a la clase media y a la clase trabajadora.

Paco “el bulos” pillado de nuevo

Hasta el momento las mentiras y los recortes contra la población más vulnerable de Castilla-La Mancha no habían traspasado las fronteras de la región, con alguna salvedad como Diario 16 y poco más. Ayer mismo esos bulos, mentiras y ayusismo inilustrado de Francisco Núñez ha sido noticia a nivel nacional. Toda España se ha reído de la inoperancia del presidente del PP manchego, de sus mentiras y sus intentos de pisar todos los charcos sin calzado.

Todos medios nacionales han conocido lo que hace habitualmente Paco el bulos, como es conocido en tierras manchegas. Conocerán que es un mal imitador, si es que eso es posible, de Pablo Casado (tanto como para dejarse barba a la vez que el presidente pepero y vestirse igual); que es capaz de hacer ayusismo de construcción de colegios a 50.000 euros; o que quería quitar la comida a las personas discpacitadas. En realidad no dirán nada más los medios progres porque están a defender a Alberto Garzón y la agenda globalista y les venía bien, pero sirve a muchos castellano-manchegos para ver cómo hacen pasar vergüenza sus representantes.

¿Sí o no a la ganadería intensiva, señor Bulos?

Cuando era alcalde de Almansa –aunque les parezca extraño fue alcalde- se quejaba de una macrogranja que quería instalarse en la zona. También, por una supuesta confrontación con Emiliano García-Page, se mostró contrario a más instalaciones de industria cárnica. Mientras el gobierno socialista legislaba una moratoria y aumentaba los controles sanitarios y animales, Núñez hacía una alabanza de la ganadería extensiva. Una forma de generación de carnes que, como todo el mundo, sabe ha sido santo y seña de La Mancha… ¡Ah, que no lo ha sido!

Ahora Núñez y el PP manchego, por electoralismo o indigencia mental, se lanzan a borrar mensajes en redes sociales donde ponían a parir la ganadería intensiva. Han visto que puede ser un motivo electoral y se han vuelto antiecologistas… Bueno ya lo eran al apoyar los trasvases del Tajo que tanto estaban perjudicando a los pueblos manchegos que circundan el río. “El bulos” sólo tiene una máxima en su programa electoral, privatizar Castilla-La Mancha, el resto a lo que salte o sea moda. Ahora es moda apoyar la ganadería intensiva de un familiar de Casado, pues allí que va con todo y borrar mensajes.

Page le pide a Garzón que coma carne manchega

Por su parte el presidente manchego ha invitado al mininistro Garzón para que acuda a Castilla-La Mancha y coma un filete (que igual él es más de solomillo) de una de las explotaciones intensivas que existen para que valore la calidad. Lo que puede parecer una chuscada hacia los come-acelgas cobra sentido cuando nadie garantiza, como se explicó claramente aquí, la alimentación de la clase trabajadora con nutrientes animales de aplicar lo que dice la agenda 2030. Reducir la producción de carne (vacas, aves, cerdos, conejos, etc.) en un 73% tiene sus consecuencias.

En una región donde la apuesta por la agricultura “ecológica” es total (tanto alimentos como vino y aceite); donde se vigila que las ovejas y cabras que proporcionan la leche para los famosos quesos estén en condiciones óptimas; que les vengan a tocar las narices pues no. Se puede tener conciencia ecológica y que la población pueda comerse un filete a la semana o que los más pequeños puedan degustar jamón york y mortadela. Porque el mininistro oculta que sin intensiva eso que ustedes ven normal pasaría a extraordinario. Por coste y por desabastecimiento.

Campaña electoral continua pero nada de gestión

Todo esto, lo del bulos y lo de Garzón, al final no es más que la consecuencia de la continua campaña electoral en la que viven algunos miembros de la clase política. Mientras en Castilla-La Mancha se legisla y trabaja pensando en la región, la oposición se dedica a los bulos y a intentar sacar dos votos de cada polémica. Al final, como dicen las encuestas, los votos parecen que no los ganan y se van al espacio verde. Tampoco piensen que Núñez es capaz de defender la ganadería intensiva, lo suelta sin pensar y ya.

Lo mismo le pasa a Garzón, con una inflación disparada y numerosos engaños al consumo (compañías telefónicas, por ejemplo), no sabe trabajar (no lo ha hecho nunca) y no sabe gestionar. Por eso se dedica a las huelgas de muñecos, a las hortalizas (por cierto no vigila los precios en origen) y a sus cosas ecologistas sin explicar las consecuencias. Es imposible alimentar España a base de ganadería ecológica y/o extensiva de aquí a veinte años, así que en vez de hacer un totum revolutum de la ganadería intensiva y laminar las exportaciones, mejor que deje trabajar al ministro del ramo y a los presidentes y presidentas de comunidades.

¿De qué Wass, Miguel Ángel?

Como sospechaba la mayoría de la afición del Atlético de Madrid, y en esta columna también, el consejero delegado de la SAD estaba preparando una gilada de las suyas. Una de esas que le permite figurar en la lista Forbes mientras degusta un buen vino en la finca de Valdeolivas. Parece que al final no va a llegar un rodillas raras sino un jugador, veterano, pero con cierta competencia demostrada en el Valencia y el Celta. Daniel Wass parece ser el elegido para sustituir a Kieran Trippier, ese extraño inglés que se ha ido como llegó. Gracias y adiós.

Más preocupados por recuperar el control de la gestión de los palcos VIP, parece que el dinero recibido por el inglés –como siempre no se sabe a ciencia cierta cuánto es- se destina a esa ñapa institucional dejando menos de un par de kilos para la contratación del centrocampista danés. Sí, un centrocampista para sustituir a un lateral derecho. Ya saben, cosas de Andrea Berta ejecutando las órdenes, no de su entrenador, sino del capo. Igual Simeone debería haber pedido otro delantero y así le hubiesen traído un lateral, aunque fuese zurdo.

El Valencia no cede hasta tener sustituto… lógico

Una operación que, como informa Rubén Uría (del que se pueden fiar, no de los aprovechados nocturnos), no está cerrada. Todo se ha acordado, incluso con la posibilidad de colocar al “hijo del viento” Herrera en Valencia y así hacer hueco salarial (como si sobrase hueco allí) y se espera hacer efectivo en cuanto el equipo valenciano tenga medio cerrado su sustituto. Vamos, lo normal que hacen los equipos cuando se está en mitad de la temporada. Por eso huele a trapicheo la venta del inglés para la compra del negocio VIP. ¿No podía haber esperado Miguel Ángel Gil un poco? No. El ansía le puede.

Así el equipo rojiblanco, que tampoco es que dejase buena imagen en su partido contra el Villarreal, está en Arabia Saudí para jugar eso que se llama supercopa de España sin lateral derecho de fiar. Y no porque haya dudas con Vrsaljko, que las hay por su historial de lesiones, sino porque es más fiable de central. Al final se acaba sacrificando la llegada, clave para el título de Liga, de Llorente. Y todo porque al señor Gil le tienen que cuadras sus trapis. Enrique Cerezo no opina de estas cosas, bastante tiene con sus películas y sus comidas.

Hartos de las chapuzas

El Atlético, gracias al Cholo Simeone, es un equipo con unas exigencias deportivas que hace once años parecerían utópicas. No en la época de Vicente Calderón que eran parecidas. Y ese nivel conlleva exigencias en los fichajes. Wass es un magnífico jugador para alternar suplencias y titularidades. Para ponérselo difícil a los que pueden pasar por estrellas. Pero no es lateral derecho para jugar Champions y garantizar un tercer puesto en Liga. Que va a cumplir, no se duda por sus antecedentes. También incorporará carácter, de ese que parece faltar.

Normal que cualquier aficionado o aficionada rojiblanca se pregunte ¿de qué Wass, Miguel Ángel? Al final quienes se quedan sin cenar, quienes aguantan las tonterías el lunes, los que reparten los biberones, los que sufren de verdad son los aficionados. Esos que no pueden ir a donde Cristo perdió la boina porque la federación también tiene que sacarse unas perras (¿a que aparece Miró por allí?). Gil lleva años tomando el pelo a la afición. Por cada fichaje bueno cuela siete malos. Así no hay cholismo que aguante año tras año. Ojalá llegué un jeque. No porque se gaste el dinero a espuertas, sino para que lo gaste bien al menos. Y que devuelva el escudo (seguro que la camiseta del aniversario se vende mucho más).

Cada medio su encuesta, cada partido sus medios

Cuando Göran Therborn escribió su famoso Cómo domina la clase dominante no podía sospechar, pese a ser sociólogo, que podría añadir un capítulo sobre los sondeos electorales como mecanismo de dominación. Si reescribiese el libro hoy en día podría escribir una adenda con lo que sucede en España. Cada medio, al menos los más potentes, tiene su encuesta y cada partido tiene sus medios, todos ellos controlados por las fracciones económicas de la clase dominante. No hay mayor enjuague en la actualidad política que las encuestas/sondeos electorales.

Si ustedes analizan las encuestas, salvo el CIS, ninguna les ofrece el número de entrevistas realizadas y la forma de realizarlas, datos importantes porque con 1.200 llamadas telefónicas no se aciertan los resultados de provincias periféricas. Luego dicen que tienen mucho material de sondeos anteriores y que van sumando. Muy bien, pero ¿cómo van a analizar el cambio que se puede estar produciendo entre, por ejemplo, PP y Vox en muchas provincias? Con el tipo de encuestas que se hacen a lo sumo se pueden marcar las tendencias y, con mucha precaución, advertir qué porcentajes de voto podría haber.

Encuestadoras con datos afines a su medio

Se parte de la base de que las encuestas ya pecan desde el momento de realizar las entrevistas de un error de base. Al que se puede añadir que, como la mayoría de llamadas son a teléfonos móviles hoy en día, la estratificación por barrios, regiones y provincias se va por el sumidero y es un factor de corrección primaria de los datos a recibir. Claro que preguntan dónde se vive, la edad y los ingresos (si se hacen bien, claro) pero sin más dato que un teléfono sólo cabe esperar que quien conteste diga la verdad de sus datos privados. Eso es incorregible e introduce sesgos en la recepción de los datos.

Tras eso está la tendencia de las encuestadoras a vencer los datos hacia la posición política del medio que les paga. A ajustar los resultados que ofrecen a los intereses editoriales del medio o los medios que les pagan. Paradójicamente, algo que aquí se ha denunciado, son los “sondeos libres” y del espectro progre los que indican que Vox está aumentando sus votos (algo que escuchando a Pablo Casado es comprensible), mientras que los conservadores les siguen dejando a en 40-50 escaños. ¿Tan mal recolectan los datos esas encuestadoras? Pues igual no, pero sí que en la “cocina” guisan para quien les paga.

Medios de partido

Todas las personas son conscientes que El Mundo, La razón, Abc, Vozpopuli o El debate son periódicos del PP. Como lo son algunos canales televisivos tipo Antena 3 o 13tv o radios como EsRadio o COPE. Medios que no suelen hacer ascos a según qué cosas de Vox. Ok Diario cubre a todos según entren dineros o no. En el otro lado, es obvio que todo el grupo que forma Público es Podemos, que El diario reparte según le conviene aunque tiene a lo morado, que El país es PSOE y poco más. En televisión y radio La sexta reparte según le conviene a sus jefes (si hay algo que rascar que depende del PSOE sacan la bufanda sanchista, si no hay que rascar y quieren presionar se ponen la bufanda morada), la SER siempre ha sido PSOE y Onda Cero depende del programa, del día y de la publicidad.

Son medios que tienen más importancia que los militantes en la elaboración de los programas electorales, de las campañas y que utilizan las encuestas, que es de lo que trata el artículo, para cambiar las mentalidades de las personas y que acaben votando a los dirigentes de sus partidos. Una alianza político-económica entre medios y partidos donde el elemento democrático queda completamente marginado. Si el señor que paga la publicidad, y por ende los sueldos, decide que hay que cargar contra Pedro Sánchez se saca toda la artillería. Si hay que potenciar a Feijóo en detrimento de Casado, se hace. Si hay que decir en las encuestas que gana el PP y que Vox no se note mucho, se trafica con las intenciones de voto.

Encuestas para cambiar el voto

Las encuestas actualmente no se hacen para conocer la famosa “fotografía electoral” del momento concreto, ni para analizar tendencias. Se hacen para cambiar el voto o la mentalidad de las personas. Acogiéndose a la supuesta cientificidad del sondeo presentan los datos como casi irrebatibles, como una verdad sagrada, pero la realidad es que ciencia poco, más bien brujería y acción política. En general las encuestadoras llevan años sin acertar –salvo cuando ofrecen horquillas de 20 escaños que eso lo hace cualquiera desde su casa- y algunas ni se han acercado.

Luego venden que una pronosticó que Vox entraba en el parlamento andaluz, cuando todo el mundo lo sospechaba y se equivocó por más de diez diputados. Las encuestas que ahora se ofrecen para Castilla y León van ya condicionadas. Nadie ofrece (salvo 40dB ahora) los datos brutos sino que presentan los datos con la intención de potenciar cierto voto (España periférica, por ejemplo), movilizar al votante del PP y del PSOE y que haya trasvases de votos de indecisos hacia la posición que quieren quienes pagan.

¿No se lo creen? Ayer mismo El país ofrecía datos de la macroencuesta que ha contratado y exponía en el titular lo siguiente: “El PSOE adelanta al PP como mejor gestor de la economía y el empleo”. No es falso pero es tendencioso pues el mayor porcentaje de respuestas era que ninguno de los partidos vale para gestionar la economía. Un desapego que se observa cada vez más pero que se oculta para salvaguardar a sus partidos.

Los datos no cuadran, pero algunos tienen valor

Alguien con un mínimo de cordura sabe que Ciudadanos seguramente desaparezca en todas las elecciones, incluyendo las andaluzas. Cualquiera sospecha que Más País no va a sacar seis diputados ni aunque Errejón vaya ofreciendo billetes de cien euros por las calles. Con ver los porcentajes que sacarán los partidos en Madrid, su núcleo de voto, sabe que el reparto es imposible para ese número (salvo que desaparezcan Vox, Unidas Podemos y al PSOE no le voten ni sus militantes). Interesa que el errejonismo, que es el globalismo y la postmodernidad, siga ahí por si se le necesita para algo.

En general los datos sobre cifras de voto son para coger con pinzas, eso no quiere decir que todos los datos sean irrelevantes. Que los votantes de derechas prefieran a Ayuso o Feijóo antes que a Casado como candidato (encuesta de El español) es algo relevante. Obvio porque no hay político más nefasto e inculto en España, y ofrece más pistas como que Santiago Abascal le supere en valoración. Por cierto, lo de la valoración de los dirigentes políticos es algo que se viene haciendo mal porque se ofrece siempre la media (con el sesgo de los votos muy negativos de una parte hacia otra) y no otras medidas que serían más objetivas.

En general los sondeos suelen ser tendenciosos, si no es por la forma de recogida de datos, lo es por la forma de las preguntas o por la cocina. Hay que ser muy aséptico para que los datos que ofrecen, más allá del voto, sean válidos como una muestra fehaciente de la realidad. Son aprovechables para estudiosos que saben cómo captar la tendenciosidad, pero el público en general es lego en la materia y se las cuelan todas… porque se las quieren colar y son datos que los partidos necesitan para el espectáculo. Lamentable, pero espectáculo.

Lo que Garzón no dice, no sabe u oculta

El mininistro de Consumo Alberto Garzón ha sido el centro de la polémica en el comienzo del año. Unas declaraciones, que posteriormente él mismo ha intentado manipular a cuenta de que nadie iba a mirar la entrevista en The Guardian, han provocado el malestar de partidos políticos, asociaciones ganaderas y público en general. Sólo a alguien de la capacidad mental del malagueño se le ocurre decir a los hijos de la pérfida Albión que España exporta carne de mala calidad y de animales maltratados. Sí de ganadería intensiva pero generalizando pues hay intensivistas que cumplen las leyes y otros habrá que no.

Si alguien piensa que los españoles se pueden alimentar, a día de hoy y ya veremos a futuro, sin ganadería intensiva es que vive en una fantasía de unicornios ecológicos y pasteles de tofu. Sin ese tipo de ganadería la Comunidad de Madrid, por ejemplo, estaría desabastecida y nada de corderito el fin de semana, ni el chuletón, ni el morcón para el cocido. Bueno, algunos sí tendrían eso al doble de precio seguramente. Ahora bien, ¿la ganadería intensiva es más lesiva para el medio ambiente? Sí ¿El producto de ese tipo de industria es peor que la de la extensiva? En parte sí. O ¿se piensan que los ganaderos extensivos no ceban a las bestias con piensos?

Los datos

Tomando como referencia el estudio de Greenpeace –para que no se piense que la información es interesada-, en España se sacrificaron para consumo 910 millones de cabezas para consumo cárnico. Principalmente fueron aves, luego porcino, bovino, ovino y caprino, equino y otros animales. Como pueden comprender no todos los jamones son de pata negra, de bellota o ibérico, hay más jamón serrano y cocido. Del cerdo todo se aprovecha y por ello el 65% del consumo de carne fue porcino (se incluyen todos los embutidos). Luego el avícola y el bovino.

Dependiendo de tipo de terreno y la posibilidad de extensión de los mismos la distribución de la producción es desigual. Destacan Aragón y Cataluña como productores de porcino (con aumentos significativos de explotaciones intensivas en Murcia), mientras que Madrid, La Rioja, Canarias, Ceuta y Melilla casi carecen de explotaciones. La ganadería extensiva bovina es preferente en Galicia, Asturias, Extremadura y Castilla y León, mientras que en la avícola se cuela Castilla-La Mancha. Cabe destacar que dentro de todas las cabezas de ganado hay que incluir los animales que sirven para producir huevos, leche y derivados.

Lo que no cuenta Garzón

Ha decidido el ministro de las verduras preocuparse de una producción ecológica, obviando que los ministros del PSOE ya están legislando en ese sentido, con más cabeza que él, o que comunidades autónomas gobernadas por el PSOE están limitando la ganadería intensiva. Podría hablar de las producciones catalanas, pero ahí se achanta porque son aliados.

La realidad es que los memes que han distribuido los podemitas -donde se ve unas vacas tranquilas en el campo y se señala que esa carne sí y al lado, o abajo, unas vacas (en ocasiones de leche porque debe ser que no saben distinguir las vacas y no saben cómo funciona el proceso de extracción de la leche) hacinadas y diciendo que esa carne es mala- esconden que no se podría alimentar España con sólo la primera producción. Eso lo ocultan.

Y no lo dicen porque siguen diciendo que representan a la clase trabajadora y no quieren que se vea que los quieren dejar sin comer carne. Uno de los grandes avances de la lucha de clases fue que los nutrientes animales llegasen a la mesa de la clase trabajadora. Ahora dicen que un simple bocadillo de mortadela es malo, que la chavalería debería merendar apio o algo por el estilo.

Lo que propone Garzón

La propuesta del ministro, copiada de Greenpeace y objetivos del milenio, es que en España se reduzca en consumo de carne (pollo, cerdo, vaca, cordero, etc.) un 73% en 2030. De aquí a nueve años hay que reducir esa cantidad en el consumo. Comer carne (de todo tipo) dos veces a la semana como mucho (incluyendo el chorizo de las lentejas) y que toda la producción ganadera sea ecológica y extensiva. En realidad la intensiva no haría ni falta de seguir esa proporción. Volver a celebrar comer un pollo asado el fin de semana, eso sí criado a base de maíz y a treinta euros el kilo. El ganadero de extensiva al no tener competencia, y como el gobierno no piensa intervenir los precios, podrá salir de la miseria actual y poner el precio que desee para quien quiera consumir.

Lo que no hace Garzón

Se jactaba Garzón, ante las críticas, que él como mininistro de Consumo estaba autorizado para hablar sobre las granjas y demás dilemática. Puede hablar de lo que quiera sin mentir, sin ocultar datos y a ser posible sin perjudicar a España, pero debería estar a otras cosas que afectan mucho más a su encomienda. En España hay casi un 6% de inflación derivada del aumento de los precios en el consumo. ¿Hace algo para frenar esa escalada? ¿Tiene pensado tomar algún tipo de medida al respecto?

Curioso que el aumento de la inflación sea algo sumamente lesivo para la clase trabajadora, que ve cómo sus misérrimos ingresos pierden valor, y el mininistro Garzón esté a verlas venir. Que si muñecas, que si carne, que si la abuela fuma pero una inflación galopante que debe ser que a él no le afecta. La comida, producto de primera necesidad, ha subido un 28% en el mundo; las gasolinas con precios por los cielos (fundamental para las clases populares de la España periférica); y así con todo lo que afecta a las personas.

Despistando y poniendo alfombra roja a la derecha

Después del fracaso de la derogación reformada de la reforma laboral (maquillaje jurídico), sale Garzón a fastidiar las exportaciones españolas y a hacer de yogi verde ocultando que, en realidad, lo que se pretende es quitar de comer a las clases populares. Saben que no hay extensión suficiente para alimentar a España al nivel actual (que tampoco sea de comer chuletones todos los días, sino mucho pollo y cerdo) pero hay que venderlo como derecho de los seres sintientes (como si la tripa vacía de 13 millones de personas no sintiese) para aparentar.

Y lo peor de todo es que pone una alfombra roja a la derecha, a las puertas de un proceso electoral, que va a utilizar sus palabras para decir que se quiere acabar con el mundo rural. Muchas luces jamás ha tenido Garzón (ya saben que sus libros son resúmenes de otros libros –si no lo sabían ya lo saben-), pero hasta ahora no había sido tan evidente. Muchas veces tener razón no exime de equivocarte por no plantear las cuestiones en modo y forma. Claro que la ganadería extensiva es mejor, también lo es que España no tiene capacidad para generar lo que se demanda. Así que sólo cabe o dejar de comer carne o hacer las cosas bien y con cabeza. Demasiado pensar para Garzón.

Novedades literarias: pequeñas y medianas editoriales (9 enero)

Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

José Luis Correa, Para morir en la orilla, Alba, 16,50€

Que una patera llegue a las costas canarias no es, por desgracia, un hecho insólito. Pero, cuando naufraga un cayuco en la playa de Maspalomas con más pasajeros de los que embarcaron, todo se descompone. Y el olor de dos cadáveres lo impregna todo. Dos cuerpos mustios, inmóviles, con las caras hundidas en la arena caliente, sus manos hechas garras como quien busca agua.

Toni Sala, Los chicos, Trotalibros, 20,75€

Vidreres amanece conmocionado. Dos jóvenes hermanos han muerto en un accidente de coche. En la onda sísmica de esta doble tragedia, un banquero vive atrapado en su rutina y un camionero adicto al sexo acaricia su escopeta con la esperanza de reventarlo todo algún día, mientras la novia desde el instituto de uno de los hermanos fallecidos, el que conducía, intenta encajar los fragmentos de su vida rota.

Paavo Matsin, La discoteca de Gógol, Ático de los Libros, 14,90€

Una distopía entre el realismo mágico y la mejor tradición de Bulgákov. En un universo paralelo y futuro, en Estonia se ha prohibido el idioma nativo y la población ha sido deportada tras la invasión del zar ruso. Nikolái Gógol resucita y desata el caos en el hasta entonces subyugado pueblecito de Viljandi. Un desfile de seguidores del mesías Gógol intentan escribir unos nuevos evangelios.

Bolsillo

Enrique Jardiel Poncela, Espérame en Siberia, vida mía, Blackie Books, 12,90€

A Mario Esfarcies, un joven adinerado le diagnostican un cáncer. Decide suicidarse y hacer testamento en favor de su mejor amigo. Como no tiene valor para quitarse la vida contrata a un asesino que deberá matarle. El amigo, futuro heredero, aumenta la prima del asesino para que acelere el «trámite». Pero Mario decide que no quiere morir y huye, citándose con la mujer amada en Siberia.

Patricia Gibney, No digas nada, Principal de Libros, 9,95€

Una cálida tarde de verano, el cuerpo sin vida del pequeño Mikey Driscoll es descubierto en un parterre y rodeado por un collar de flores silvestres. Tenía once años. Para la inspectora Lottie Parker, el caso es personal: Mikey era uno de los mejores amigos de su hijo Sean. La inspectora pronto descubre que su hijo no le está contando toda la verdad, y no sabe a quién protege y por qué.

Elizabeth Gaskell, Norte y sur, Alba, 16€

A través de la historia de Margaret Hale, una joven del sur de Inglaterra que por circunstancias familiares se ve obligada a trasladarse al Norte, a la ciudad industrial de Milton. Elizabeth Gaskell plasma de forma magistral los conflictos sociales y políticos derivados de la Revolución Industrial en la Inglaterra de mediados del siglo XIX. Las contradicciones de la Inglaterra industrial se entrelazan con una historia de amor.

Carlo Padial, Doctor Portuondo, Blackie Books, 12,90€

«Te enseñaré cosas sencillas que tardarás años en comprender.» Así me hablaba el doctor Portuondo, un cubano exiliado en Barcelona que bebía whisky Johnnie Walker, juraba en nombre de Freud y me echaba de la consulta cada dos por tres. A veces se tumbaba en el diván porque consideraba que sus conflictos eran mucho más interesantes que los míos. Fue mi psicoanalista durante cinco años.

Novedades: Ensayos, Historia y otras lecturas (9 enero)

Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Ensayos

Cristian Segura, Gente de orden, Galaxia Gutenberg, 19,50€

A medio camino entre el ensayo, las memorias y una crónica periodística, Cristian Segura escribe un libro adictivo y sincero que ha recibido elogios unánimes. Gente de orden es un retrato de las élites de Barcelona, una sociedad en transformación debido a la globalización, a la consolidación del Estado del bienestar y también a la hegemonía del nacionalismo catalán.

Bruce Bueno de Mesquita, El manual del dictador, Siruela, 23,95€

Estamos ante un tratado de teoría y práctica política notable. Estos profesores ponen de manifiesto las contradicciones en el ejercicio del poder, pero también denuncian, sobre todo, la corrupción política. Lo hacen de forma elocuente y original, dándole la vuelta al enunciado conocido: no es tanto que el poder corrompa, sino que la corrupción otorga el poder absoluto.

Alex Richter-Boix, El primate que cambió el mundo, GeoPlaneta, 19,95€

Hoy es casi imposible explicar la ecología de cualquier organismo sin considerar el efecto que tiene nuestra especie sobre él. Llevamos miles de años interaccionado con el medio, alterando las comunidades vegetales y animales, domesticando especies y paisajes para nuestras necesidades, incluso alterando los ciclos atmosféricos y los geológicos. Se nos está escapando la biodiversidad sin que apenas seamos conscientes. Lo que se extingue, lo que desaparece, pasa al olvido en menos de una generación.

Este libro intenta combatir esa gran amnesia ecológica echando la vista hasta 300 000 años atrás, cuando apareció una nueva especie de primate que sería capaz de moldear su entorno hasta límites insospechados. Esa capacidad nos define como seres humanos, pero también es responsable de la crisis ecológica que sufre hoy nuestro planeta. Solo podremos afrontarla si sabemos de dónde venimos.

Carlos Martínez Gorriarán, En defensa del capitalismo, Espasa, 21,90€

La economía está estrechamente relacionada con la historia de las ideas. Es el resultado de la acción humana (es decir, cultura) y las condiciones materiales en las que se desenvuelve, su naturaleza.

A partir de un repaso ameno a la economía y el pensamiento económico desde la Prehistoria a la China actual, pasando por las utopías precursoras del anticapitalismo moderno y por las ideas de Adam Smith y Karl Marx, las conclusiones de Martínez Gorriarán resultan tan interesantes como el viaje emprendido.

Frente al anticapitalismo imperante en la sociedad actual, anclado en la repetición de un conjunto de prejuicios, lugares comunes y simples falacias típicas de la corrección política más de moda, este ensayo nos invita a reflexionar sobre la sociedad actual y su futuro, sobre la verdadera naturaleza del ser humano como Homo oeconomicus y sobre el paralelismo entre procesos económicos, culturales y naturales.

Alberto González Pascual, Los nuevos fascismos, Almuzara, 17€

Para desentrañar las causas políticas, culturales y psicológicas del resentimiento y su evolución contemporánea, Alberto González Pascual analiza el trumpismo y el islamofascismo, así como la persistencia en nuestro tiempo del nacionalismo, el racismo y el antisemitismo. Revisita las propagandas de Mussolini y Hitler, y sus ecos resucitados que colean en el presente. Profundiza en los efectos ambivalentes que tuvo el juicio de Auschwitz y en los rasgos del virus eclosionado durante la Guerra de los Balcanes. Y descubre sin tapujos la ligazón arcaica que las estructuras familiares producen no solamente sobre el psiquismo de la persona, sino también sobre los impulsos políticos que adopta por su influencia y con los que después funciona en los diferentes ámbitos de la sociedad. La insatisfacción, la falta, la incomprensión, el vacío de sentido y el sufrimiento son, entre otros, aceleradores del resentimiento, aprovechados por los diferentes discursos y estéticas del fascismo para formar sus rebaños.

Yago de la Cierva, Navegar en aguas turbulentas, Eunsa, 24,90€

Las empresas y organizaciones de todo tipo, incluso las gestionadas de manera excelente, pueden verse envueltas en crisis que amenazan su reputación, sus resultados económicos, sus buenas relaciones con sus públicos prioritarios e incluso su supervivencia. Ninguna institución está exenta de ese riesgo.

Historia

Joseph Cummins, Grandes rivales de la historia, Arpa, 21,90€

Joseph Cummins da vida al drama que desataron las peleas políticas y militares más despiadadas de todos los tiempos. Un relato absorbente y enriquecedor que proporciona una nueva visión de cómo la política puede llegar a convertirse en un asunto personal, desentrañando las complejas razones que llevaron a las gentes de poder a tomar algunas de las decisiones que cambiaron el curso de la historia.

Ian Morris, Guerra, ¿para qué sirve?, Ático de los Libros, 22,50€

Una historia de la guerra como nunca antes se ha escrito. En este fascinante libro, el historiador y arqueólogo Ian Morris investiga el papel de la guerra a lo largo de la historia. Partiendo de esa premisa, «Guerra, ¿para qué sirve?» nos ofrece un sensacional relato de la violencia a través de los siglos, y llega a la sorprendente conclusión de que la guerra ha hecho del mundo un lugar más seguro y próspero.

Pedro López Barja de Quiroga, Entre tiranos, Marcial Pons, 26€

La guerra civil como concepto, pero también como experiencia angustiosamente sufrida es lo que nos ofrece el testimonio de quien afirmaba haber vivido cinco de ellas y tuvo que elegir a su caudillo entre los tiranos que ambicionaban apoderarse de la República: Marco Tulio Cicerón. Sus cartas nos conservan las dudas y los argumentos de quienes se ven obligados a tomar partido en un conflicto armado.

Juan Antonio Pacheco, El califato islámico, Almuzara, 19,95€

El término califato ha estado y está muy presente en nuestra sociedad, pero ¿conocemos de verdad el origen de este concepto que nos rodea? En esta obra se expone el molde teórico en que la sociedad musulmana fue construyendo su propio universo político o político-religioso y cómo fue diseñando una trayectoria histórica llena de cambios y traumatismos hasta llegar a la presencia de un pseudocalifato que parece haberse apropiado de un modelo original y originario colándose por los intersticios del orden «tradicional».

Juan Antonio Pacheco vuelve la mirada hacia los inicios en el año 632, desde los primeros cuatro Califatos de los bien guiados por Al-lah, para orientarnos hasta el autoproclamado por ISIS en 2014. Siglos de historia que transcurren por el Califato otomano, de Damasco, Bagdad, Córdoba y otra serie de ejemplos; acompañados por el pensamiento de figuras importantes en el islam como al-Farabi, Ridà, al-Bannà o Averroes. Muchos de estos pensadores y gobernantes estuvieron influenciados por la filosofía griega clásica y por modelos europeos, entre ellos el socialismo, que intentaron integrar en el mundo árabe en la búsqueda de su propia utopía. Otras vías quisieron volver al origen de los califatos tradicionales en lo que constituyó el movimiento de Reforma del mundo islámico.

Del mismo modo, también se abordan otros modelos dignos de mención, aunque no lleven el título de Califato, como la República iraní y el actual Reino de Marruecos. Desde la ley xaría, el papel de la mujer, la radicalidad, el yihad hasta el rol de los nuevos medios de comunicación en la Red; el autor no deja ningún tema sin tratar en este libro que parte del concepto de califato para dar una cosmovisión del mundo islámico tradicional y moderno.

Otras lecturas interesantes

José Antonio Millán, Antonio de Nebrija o el rastro de la verdad, Galaxia Gutenberg, 20€

Desde su cátedra de Salamanca quiso aumentar el conocimiento del latín, la lingua franca de la cultura europea. Escribió una gramática española (la primera publicada de una lengua vulgar) y elaboró diccionarios latín-español y español-latín, y una ortografía de nuestra lengua. Se interesó por la fonética del castellano, del latín y del hebreo, y lamentó la catástrofe cultural de la expulsión de los judíos.

Michael J. Fox, No hay mejor momento que el futuro, Libros Cúpula, 19,95€

Las memorias del actor Michael J. Fox sobre las etapas de su vida relacionadas con la salud, desde su experiencia con el Párkinson hasta la operación de un tumor benigno en la médula espinal, y en las que relata en primera persona los problemas de salud que ha tenido, y cómo le hicieron perder su optimismo temporalmente.

A través de capítulos dinámicos —llenos de recuerdos, reflexiones y de un gran sentido del humor— relata de forma amena sus momentos más duros.

Una historia de lucha, coraje y superación que ofrece un final lleno de esperanza, así como una mirada resiliente ante la dureza de la vida.

Unas memorias conmovedoras, a menudo divertidas, en las que Michael J. Fox revela cómo recuperó su sentido del optimismo y reflexiona sobre la edad, la familia y la vida con una discapacidad.

Novedades Literarias: Grandes Editoriales (8 enero)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. Esta semana no se ofrecen volúmenes del conglomerado Penguin Random House porque su web es mala hasta decir basta (es más fácil encontrar lo que publicarán en marzo que la semana que viene) y porque tampoco envían las novedades por email. Ya veremos si vuelven pronto…

Novela

Bernhard Schlink, Los colores del adiós, Anagrama, 19,90€

Este libro reúne nueve deslumbrantes relatos que presentan un minucioso catálogo de actitudes y emociones humanas. Bernhard Schlink, como ya hizo en sus libros posteriores, continúa aquí la minuciosa y sutil exploración de las flaquezas y anhelos de los seres humanos: el amor, el miedo al paso del tiempo, la culpa…

Milán Füst, La historia de mi mujer, Galaxia Gutenberg, 23,90€

Una obra clave dentro de la literatura húngara del siglo XX, y la más laureada de su autor, el novelista, poeta y dramaturgo Milán Füst. Escrita en un tono descarnado e irónico que en ocasiones roza el esperpento, la novela se inscribe en la línea de los autores que, como Proust, Kafka, Musil o el Céline de Viaje al fin de la noche, describieron el desconcierto del hombre moderno ante un mundo en construcción.

Rafael Tarradas Bultó, El valle de los arcángeles, Planeta, 19,90€

Barcelona, primavera de 1864. Gabriel Gorchs, hijo único del barón de Santa Ponsa, vive en el oscuro palacio gótico de su familia. Mientras trama cómo cambiar su suerte, recibe una carta que le informa de que la tragedia lo ha convertido en el heredero de una importante plantación en el Caribe. Aunque duda, enseguida comprende que es una oportunidad única para él. Por otra parte, Pepa Gómez, criada en la miseria y el maltrato, pero guapa, inteligente y determinada, ha conseguido trabajo en un gran palacio de la ciudad. Maquinando cómo seguir escalando socialmente, su decisión de abrirse paso sin pensar en los demás provocará un error de cálculo que la forzará a desaparecer y huir.

Ambos coinciden a bordo del Santa Graciela, un fabuloso clíper, que es el medio más rápido para viajar al otro lado del Atlántico. A los dos los espera su destino, el Valle de los Arcángeles, donde los ingenios azucareros de los Viader, los Serrano y los Abbad han convivido en armonía y opulencia hasta que se produce el primero de una serie de asesinatos.

Una historia que, con el telón de fondo de la profunda injusticia del sistema esclavista, los estertores del imperio español y la belleza de un paisaje paradisiaco, nos habla del abismo entre pobres y ricos, entre amos y esclavos, y del poder de las pasiones y de la ambición sin límites de una mujer que llegó para trastocarlo todo.

Tamara Tenenbaum, Todas nuestras maldiciones se cumplieron, Seix Barral, 17€

Todas nuestras maldiciones se cumplieron narra el tránsito de la infancia a la madurez de una chica que creció en una comunidad judía ortodoxa hasta que, una mañana de invierno, cuando apenas contaba con 5 años, una bomba se llevó la vida de su padre e hizo estallar todas sus certezas. Sin una figura paterna, la protagonista crece en un ambiente dominado por mujeres fuertes, lo que le dará la determinación necesaria para cuestionar los mandatos religiosos que la rodean y las limitaciones impuestas por su género.

Tamara Tenenbaum narra una historia personal que es también generacional, atravesada por una tensión latente que moldea todos los vínculos. Mediante un estilo seco, irónico, con destellos inteligentes de humor, la autora describe el clima de su infancia y su adolescencia dentro de la ortodoxia y su ruptura simbólica y real en busca de horizontes menos asfixiantes. Esa búsqueda traerá la promesa de la libertad sexual y del amor, pero también el desconcierto, la inadecuación a un mundo que ya no viene diseñado de antemano.

Jonathan Coe, El señor Wilder y yo, Anagrama, 19,90€

«El retrato en primer plano que Coe hace de Billy Wilder no se limita a homenajearlo, sino que encarna su gloriosa habilidad para decir cosas tristes de forma divertida, y viceversa» (Jake Kerridge, The Daily Telegraph). «Está al nivel de lo mejor que ha escrito. Una novela para atesorar» (Alex Preston, The Observer).

Robert Kurson, Tras la sombra de un submarino, Península, 21,90€

En la tradición de Mal de altura de Jon Krakauer, Tras la sombra de un submarino, clásico imprescindible de la no ficción narrativa, es el relato verídico de la increíble aventura de dos buceadores, John Chatterton y Richie Kohler, que arriesgaron sus vidas para resolver un gran misterio histórico. En el otoño de 1991, encontraron a menos de cien kilómetros de la costa de Nueva Jersey los restos de un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial y huesos humanos enterrados bajo décadas de sedimentos acumulados. Ningún historiador, experto, incluso gobierno, tenía idea de la existencia de este vestigio de la guerra. Junto con un equipo de buzos de élite, los dos amigos emprendieron una búsqueda de siete años para resolver este enigma histórico y honrar la memoria de los desaparecidos. A medida que sus vidas se desmoronaban bajo la presión de una obsesión compartida, sus inmersiones en el gran azul se volvieron cada vez más atrevidas, hasta que se dieron cuenta de que buscaban algo más que la identidad de un submarino perdido y su tripulación sin nombre.

Luis García Jambrina, El manuscrito de niebla, Espasa, 19,90€

A comienzos del siglo XVI, un tipógrafo aparece muerto de forma violenta en una imprenta de Salamanca. El lugar está completamente destrozado y ha desaparecido el original de un nuevo libro del célebre humanista Antonio de Nebrija. El catedrático le encarga a su antiguo alumno, el pesquisidor Fernando de Rojas, que averigüe quién mató al cajista y encuentre el manuscrito robado. La tarea no va a ser fácil, pues Nebrija cuenta con muchos enemigos dentro del Estudio salmantino por sus numerosos enfrentamientos con otros catedráticos, debido a su guerra abierta contra la barbarie que asola la Universidad y por considerar que la gramática ha de estar por encima de las demás disciplinas y saberes, ya que es la base y el instrumento del que todas ellas se sirven. Esto hace que Rojas tenga que enfrentarse a los enemigos de la imprenta y de las nuevas ideas, simbolizados por esa niebla perpetua que cubre en otoño e invierno la ciudad de Salamanca e impide ver la luz.

Poesía

Jorge Gimeno, Fragmentos de Saadi, Pre-Textos, 17€

Este nuevo libro de versiones de Jorge Gimeno está consagrado al poeta persa Saadi (c. 1210-1291).

Otras lecturas

Carlos Pujol, Novelas contadas y otras reflexiones, Pre-Textos, 27€

Pujol traza su propia trayectoria narrativa, el proceso de génesis de cada una de sus ocho primeras novelas. Con su inconfundible aire a la vez melancólico e irónico, el autor nos abre las puertas de su taller de escritor y expone lúcidamente el proceso creativo, los referentes, las opciones estéticas y los recursos narrativos.

Bolsillo y reediciones

José Ovejero, Nunca pasa nada, Galaxia Gutenberg, 19€

«Nunca pasa nada» es una novela a ratos divertida, a ratos trágica, en la que se desvelan los conflictos y tensiones subyacentes en un mundo en el que la apariencia impera sobre lo real, y se desmontan los mecanismos de nuestra buena conciencia. Sólo Olivia, a la vez víctima y agente de la desgracia, parece saber que la buena conciencia no va a resolver sus problemas.

Viola Ardone, El tren de los niños, Booket, 9,95€

Nápoles, 1946. El Partido Comunista italiano consigue trasladar a setenta mil niños con el fin de que se alojen temporalmente con familias del norte y conozcan una vida diferente lejos de la miseria que los rodea. El pequeño Amerigo se ve forzado a abandonar su barrio y sube a un tren junto con otros niños del sur.

Con la mirada acerada de un chico de la calle, Amerigo nos sumerge en una Italia fascinante que vuelve a levantarse en la posguerra y nos confía el relato conmovedor de una separación, de un dolor que marca a fuego, al tiempo que nos obliga a reflexionar, con delicadeza y maestría, sobre las decisiones que acaban convirtiéndonos en lo que somos.

Viola Ardone firma una de las novelas más sobresalientes de los últimos años: ha seducido a cientos de miles de lectores y a la crítica con una historia insólita, auténtica y universal que recuerda a las de grandes nombres como Elsa Morante o Elena Ferrante. Inspirado en hechos reales, este relato de solidaridad en tiempos difíciles se ha convertido además en un fenómeno internacional en veinticinco países.

Josep Pla, Humor honesto y vago, Austral, 9,90€

La enorme personalidad de Josep Pla —sin duda alguna uno de los prosistas más importantes del siglo XX— tiene muy cultivada una importante faceta humorística. El escritor de talento, el observador, maneja en Humor honesto y vago con extraordinaria destreza la difícil y rara cualidad de un humorismo sano e ingenioso. Del amor al fútbol, pasando por la teoría de la propina, los perros, los gatos, lo que le puede suceder cuando se naufraga, hasta la cultura de los lenguados, Pla envuelve todos los temas con una prosa atractiva.

En este libro, de uno de los más inteligentes cultivadores de las letras periodísticas españolas, la amenidad, apoyada a menudo en el diálogo, es espléndida.

¡Adiós Trippier! ¡Hola gilada!

Cuando se escriben estas líneas no se conoce el desenlace copero del equipo rojiblanco, pero lo que tiene con la mosca tras la oreja a la afición del Atlético de Madrid es la gilada que se está preparando. “El inglés que ganó una liga y no se enteró de nadaKieran Trippier marcha camino de Newcastle en una nueva demostración de esa imposibilidad de adaptación a España que sufren los hijos de la Gran Bretaña. Salvo Bale, que teniendo un campo de golf y robando 15 millones al año es feliz, ningún inglés ha aguantado lo suficiente vaya usted a saber por qué.

El chico se quiere ir, se le abre la puerta, se recibe un dinero (nunca se sabrá a ciencia cierta la cantidad) y… el Cholo Simeone diciendo que ya saben lo que se necesita y que si no llega alguien pues que se apañarán con lo que haya. El problema es que lo que hay, salvo milagro, es la nada. Una nueva operación típica de Miguel Ángel Gil Marín. Trilerismo futbolístico ya conocido, por desgracia, en la Sociedad Anónima Deportiva antes Club. ¿Qué se puede esperar de quienes se hicieron con el equipo sin poner un duro y quedándose con el dinero de los accionistas que sí lo pusieron? Pues eso…

¿Llegará alguien?

Trippier se va (gracias por los servicios prestados) y es más que posible que no venga nadie. Como sucede en época de fichajes, la maquinaria (engranaje pequeño) gilista comienza a filtrar a periodistas afines y algunas cuentas de redes sociales nombres posibles. Andrea Berta pregunta y pregunta pero va con la buchaca más vacía que la cuenta de un autónomo a fin de trimestre. De hecho es más que posible que los sondeos bertianos sólo sean para despistar y aparentar que se hace algo. Porque la realidad es que la gilada siempre está a la vuelta de la esquina.

Cuentan los filtradores (cuando quieren hacer un fichaje de verdad casi nadie se entera) a los comunicadores que el lateral derecho que podría llegar (esperen que pare a sonreír y tomar aliento) sale de una terna entre Nelson Semedo (chico Mendes pero caro), Zeki Çelik (precio medio) y Pedro Porro (que igual ni Sporting quiere quedarse sin él, ni City vender). En los próximos días dirán más nombres hasta llegar a la decena con seguridad y así tener entretenida a la afición. Desde la más sobria a los Fifas.

Vendrá un rodillas raras

La realidad es que si hubiese alguno por dos millones sería ese, así tenga las rodillas raras, sea manco y bizco. Las palabras de Simeone son proféticas. También podría darse un golpe en la cabeza Gil, Cerezo estar a sus cosas y traer a Attila Szalai y a César Azpilicueta. Eso lo hacía Vicente Calderón con Leivinha y Pereira, no el gilismo. Los sueños, sueños son. Porque desde que los Gil tienen el poder las cosas bien hechas han escaseado.

Ahí radica el temor de la afición, que no venga nadie o llegue un Pilipauskas de la vida, que es lo mismo que nadie. Temor a que Marcos Llorente, visto que Sime Vrsaljko está siempre en la enfermería, acabe destrozado o aburrido por jugar en un puesto que no es el suyo. Por mucha confianza que exista en Simeone y sus recolocaciones extrañas, hay cosas que ni son, ni pueden ser (como los penes de mujer). Toca esperar y recurrir a la infinita paciencia de la afición rojiblanca. Mientras decir “¡Adiós Tripier!” y que no se pronuncie nunca “¡Hola gilada!”.