sábado, 23 agosto, 2025

Novedades literarias: pequeñas y medianas editoriales (23 mayo)

Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.

Novela

Silvia Bardelás, Destiempo, De Conatus, 19,90€

Destiempo es una novela comunitaria. Más allá de la individualidad, más allá del grupo está el nosotros, que sólo puede emerger de forma genuina cuando los individuos se vuelven seres singulares, cuando se hacen conscientes de los mitos, la ideología, los discursos que han dominado su vida y la de sus antepasados. El narrador pone el foco en la interrelación. Ilumina escenas en las que los personajes se descubren a sí mismos a través de otros. Destiempo ilumina el nosotros como el espacio verdaderamente humano. Una mujer mayor pide a su nieto que vuelva a Galicia desde los Estados Unidos para pasar el verano con ella. Quiere que asista a una especie de lucha social que está realizando con sus amigas. Buscan la acción como lo único que puede dar sentido a sus vidas. Así mezcla, Silvia Bardelás, distintas generaciones con un mismo problema: el peso de un mundo normativizado, lleno de discursos, ajeno a la vitalidad. La posibilidad de volver a sentirse vivos, reales, hace que todo se mueva ya de forma imparable. La historia es un ir y venir de pasado y presente, de ideas y acciones que revelan el callado poder social y la necesidad interior de sentirnos libres.

Eva Losada Casanova, Moriré antes que las flores, Funambulista, 19€

Durante un caluroso mes de agosto, en un viejo caserón segoviano con vistas a la sierra de Guadarrama, la memoria despierta y se transforma en un animal salvaje y cruel. La vida transcurre entre dos tiempos, dos mujeres, dos hombres, dos vidas y dos guerras. Un encuentro con el amor y, sobre todo, con la pasión por la escritura. Un recorrido por las playas de Argelès-sur-Mer, por el París de la posguerra, el Londres de artistas e intelectuales de los años cincuenta, el Madrid herido y los bosques segovianos. Se produce un encuentro extraño, lleno de dudas y desconfianza, un cara a cara con la propia identidad, con la muerte y el exilio español. Con la prosa envolvente y una atmósfera inquietante características de Eva Losada, el lector no querrá escapar de las conversaciones entre Ada, una enigmática anciana exiliada, y Livia, una joven e insegura escritora por encargo. Como únicos testigos: los muros de piedra, las montañas azules, el canto de las urracas y la mirada de Soa, un galgo gris que nos seguirá allí donde esta novela nos lleve. Un lugar en el que la realidad se mezcla con la ficción y la vida de los personajes.

Horst Krüger, La casa herida, Siruela, 19,95€

La reciente reedición con motivo del centenario del nacimiento de su autor fue saludada en Alemania como todo un acontecimiento. Un libro fundamental en la historia de las letras germánicas de posguerra en el que Krüger no solo relataba con agudeza su propia infancia bajo el Tercer Reich, sino que proponía al mismo tiempo una lúcida radiografía de toda una clase social, la de la burguesía.

Eugenio Montale, La mariposa de Dinard, Elba, 22,50€

Las prosas sorprenden por la variedad de paisajes y personajes que reúnen. En ellas hallaremos desde evocaciones de la infancia y adolescencia bajo el sol de la Liguria, hasta crónicas de carácter claramente florentino, retratos de mujeres mundanas, hombres de costumbres excéntricas y páginas que parecen extraídas de un diario de viaje. Una «novela», múltiple pero homogénea, capítulos de sólo aparente divagación.

Tracy Chevalier, Las huellas de la vida, Duomo, 15,90€

Antes de que Darwin escandalizara al mundo entero con sus teorías sobre el origen de las especies, hubo alguien que ya dudaba, buscaba, hacía preguntas…

En las playas llenas de fósiles de la costa inglesa, Mary Anning, una muchacha pobre y sin educación, y la huraña Elizabeth Philpot, una solterona de clase media, trabarán amistad, unidas por una misma pasión: el deseo de buscar las huellas de la vida en los fósiles y revelar así la historia secreta de nuestro pasado.

Laura Beatty, La poda, Impedimenta, 22,80€

Hace mucho tiempo, a los quince años, Anne reunió el valor suficiente para abandonar su casa, adentrarse en el bosque que ve cada día desde la ventana de su casa, y no regresar jamás. Un lugar en el que esconderse y alejarse de su caótica familia. Poco a poco, aprende a buscar comida y a cazar con sus propias manos; a construir una casa y a descifrar el coro griego de los árboles. Observa a los zorros y los ciervos. Sobrevive a su primer invierno, y conoce la amarga y cálida belleza del amor. Pero en el bosque hay otras voces: un hombre armado con una pistola, niños que chapotean en las charcas… y pronto la ciudad, que poco a poco empieza a cercarla. «La poda» es un libro desgarrador y hermoso, poético y brutal. Una conmovedora metáfora sobre la irresistible llamada de los bosques.

Diamela Eltit, Fuerzas especiales, Periférica, 16,50€

La protagonista en Fuerzas especiales es una joven de un barrio marginal que se prostituye en un cibercafé, en medio de una vida llena de dificultades. El telón de fondo es un grupo de bloques sitiado por las fuerzas especiales de la policía. Pero, en un juego de palabras desafiante, las fuerzas especiales del título son también las que se necesitan para resistir cuando se vive en los márgenes de la sociedad bajo tantas formas de represión y control. La violencia y las marcas que deja en el cuerpo (también en el «cuerpo social») son habituales en Eltit, quien construye este desasosegante texto sobre todo tipo de materiales de derribo: la brutalidad, los frustrados deseos familiares, los asedios de la policía (cuya presencia es constante y amenazante) pero también la dignidad.

Juan Bas, Una cuestión de alcohol, Alrevés, 18€

«Me llamo Julio Ejido y soy un alcohólico. Bebo y fumo desde que tenía doce años, ahora acabo de cumplir sesenta. Esta confesión no posee valor alguno ya que no se la hago a nadie, carece de destinatarios. Y aunque los tuviera, no por ello adquiriría la menor importancia, puesto que no contemplo el valor de la confesión como alivio, ni siquiera como ritual; tampoco valoro el perdón que se pide o se otorga, lo desprecio de igual modo. Solo creo en la culpa, en su persistencia, en la inutilidad del arrepentimiento, en lo fútil que es el transcurso de la vida, en la pérdida de toda ilusión, en la conmovedora belleza de algunas mujeres maduras, en cierta armonía de las contradicciones, en la decepción propia y ajena, en lo que te salva de la locura o te lleva a ella, en la inevitable seducción del caos y en la sed, en esta constante y maldita sed. […]

¿Por qué voy a contar esta historia hasta el punto en que lo haga? Porque en definitiva es una historia con fantasmas, y los fantasmas me fascinan, aunque me aterroricen. No existen, pero nos acompañan sin haber sido invitados. Y van por debajo.»

Juan Bas trata en esta novela de las consecuencias de nuestros peores actos, de una dura mirada hacia los demás y hacia uno mismo, de las decisiones equivocadas y de las mutaciones incontrolables de la memoria sobre lo que se ha creído vivir.

Roque Larraquy, La telepatía nacional, Fulgencio Pimentel, 19,90€

Al proyecto de crear el primer Parque Etnográfico del cono sur, nutrido por «negros, asiáticos, indios y subnormales», le sigue el desembarco de un lote de indígenas en el Buenos Aires de 1933. A través del testimonio de un empleado fiel, descubrimos que los recién llagados participan de un extraño ritual y que este desafía los presupuestos de la ciencia. A partir de ahí, el delirio y el quiebro de la historia reciente.

Roque Larraquy fue seleccionado para el National Book Award y es uno de los escritores más destacados de un continente que es ya de por sí un hervidero de talento. Con la salvedad de que Larraquy no se parece a nadie y sus ficciones han agotado las expresiones de asombro de sus contemporáneos. En La telepatía nacional vuelve a «travestirse y asumir la voz de su adversario ideológico» para entregar antropología dicción en estado puro, sin dejar de ser el escritor que boicotea sus propios libros, sus propios crescendos, para confinarnos de nuevo en la cueva donde se proyectan las sombras del mundo.

Efraín Rodríguez Santana, Mi último viaje en Lada, Espuela de Plata, 19,90€

En agosto-septiembre de 1994, en plena crisis de los balseros, se produce un espectacular robo de cuadros en casa de un poeta de la generación del 50. Ello va a desencadenar una peculiar investigación policial a cargo del protagonista de esta novela, que romperá con todas las tipologías al uso de un «agente» del Ministerio del Interior cubano. Es en ese ambiente institucional donde se entrecruzan múltiples historias límite sobre corrupción y represión. Aquí la ficción tiende a demostrar que la realidad es carcelaria y que los personajes y tipos de esta trama están hermanados por la desconfianza y el miedo. Texto de abrumadora síntesis, sus diálogos dan voz a lo mejor y lo peor de un mundo en descomposición.

Carolina Sarmiento, Tarada, Pez de Plata, 16,90€

Después de ganar un importante premio literario, harta de la lluvia y agobiada por la farsa en la que se ha convertido su vida, la protagonista de Tarada huye en pijama. Sin meta. Sin objetivo. Apenas lleva nada material, pero sí muchos nubarrones en la cabeza. Así se entrega a la carretera en un viaje iniciático que desatará una revolución interior. En coche, en bus, en bicicleta, haciendo autoestop o a pie. Sola y sin frenos, a tumba abierta. Una semana de carretera y manta es tiempo suficiente para cualquier peripecia. Un asesinato. Un calabozo. Un ingreso hospitalario. Un perro desaparecido. Una nueva familia. Y algo muy parecido al amor.

Enrique Decarli, Tokio, Menoscuarto, 14,90€

María no está. Se fue. No hay manera de saber a dónde. A partir de esa ausencia, el narrador de Tokio lleva adelante sus días, entre la fugaz ilusión de volver a encontrar ese amor perdido, sus jornadas laborales, las visitas a la casa de su madre y una especie de investigación inorgánica y vana en los lugares donde ella estuvo alguna vez. Decarli escribió una novela sobre la pérdida del amor, pero sin dejarse atrapar por la melancolía. Con procedimientos de la novela policial, pero sin crimen ni detective, instalando la sensación permanente de que la realidad, como pasa en el género fantástico, se vuelve inquietante, imposible de comprender. Buscamos a María, junto al narrador de esta historia, con la sospecha de que nunca vamos a encontrarla. Y con el temor, incluso, de que tal vez María nunca haya existido.

Francisco Morales Lomas, El ojo del huracán, Carena, 20€

Los relatos de Morales Lomas surgen de lo más profundo del ser humano, de sus desvelos, de sus miedos, de su esperanza, de su imaginación o resistencia, pero también de su alambicado existir, que no es solo esa realidad que nos han vendido sino una que está enraizada en el misterio, en el absurdo, en la fantasía o en los más íntimo de nuestras pesadillas, y se desarrollan en forma de alegorías, deformación, sarcasmo, distanciamiento, simbologías diversas y juegos escénicos. De todo ello habla este escritor a lo largo de más de cuarenta años de narrativa breve en los que recoge historias creadas desde finales de 1970 hasta la actualidad. En él aparecen sus libros El sudario de las estrellas; Juegos de goma; Tesis de mi abuela y otras historias del sur; El viento entre los lirios y también un buen número de relatos inéditos. Un mundo heterodoxo y rico en matices con el que sigue a sus grandes y admirados Melville, Poe, Borges, Cortázar, Bukowski, Cheever y Burroughs.

Novela ilustrada

Martin Ernsten y Knut Hamsun, Hambre, Nórdica, 25€

Hambre, de Knut Hamsun (1890), es posiblemente la novela noruega más influyente de la historia, un verdadero clásico de la literatura moderna y un precursor de la ficción de enfoque psicológico de Franz Kafka, Albert Camus y José Saramago.

Ahora, el dibujante de cómics Martin Ernstsen lo ha convertido en una novela gráfica «con el potencial de convertirse en un gran clásico como la novela original», según la crítica de Dagbladet Erle Marie Sørheim.

A partir de la creencia de Hamsun de que la literatura debería tratar sobre el misterioso funcionamiento de la mente humana, un intento, como él escribió, de describir «el susurro de la sangre y los suplicantes de la médula ósea», Hambre es un trabajo histórico que señaló el camino hacia un nuevo tipo de novela.

Alessandro Tota y Pierre Van Hove, El ladrón de libros, El mono libre, 25€

¿Quién forma parte del mundo literario y por qué? Eso parece preguntarse Daniel Brodin, el protagonista de El ladrón de libros que, de modo totalmente azaroso, conocerá la gloria y los infiernos de la excluyente sociedad literaria. 

Tota y Van Hove nos proponen un viaje por cafés,  librerías y fiestas literarias de los años cincuenta que siguen siendo referentes de la intelectualidad europea del siglo XXI.

Poesía

Francesca Coppola, Lo perdido en la poesía del exilio de Rafael Alberti, Visor, 24€

A estas alturas, pocos dudan de que Rafael Alberti (1902-1999) puede ser considerado el poeta de la memoria. Bien conocido asimismo es el sentimiento de desarraigo que impregna su obra en los años del exilio argentino. Partiendo de ello, el presente estudio reconstruye y decodifica las imágenes de deseo nostálgico de «lo perdido» que surgen de sus versos, los cuales dan prueba de la honda carencia emotiva que embiste al yo lírico. En este contexto peculiar, de los poemas del autor cobran vida mundos retrospectivos, concretados en una corporeidad material de la que afloran significados y pulsiones latentes. Mediante el presente ensayo se ha pretendido arrojar nuevas luces sobre este proceso de composición, estructurando el estudio en torno a la relación del sujeto poético con los artefactos que lo rodean y que pasan a ser «cosas» o «fetiches» en las terminologías marxista y psicoanalítica.

De la función narrativa del objeto, además, se ha considerado el valor de los espacios habitados e incluso la función simbólica de los «objetos del alma»: las personas más cercanas al poeta, como su mujer, María Teresa León, su hija Aitana y, por último, sus amistades (con aproximaciones a Federico García Lorca, Luis Cernuda o Miguel Hernández). Se propone, en definitiva, una nueva lectura de la producción lírica albertiana, en la cual se examina el hilo temático del rol de los artefactos tomando en cuenta el proceso de transustanciación llevado a cabo por el poeta: la conversión de los elementos tangibles en signos, en entidades cargadas de sentido, de energía afectiva. Todo ello, brinda la oportunidad de ahondar en los entresijos de la obra del gaditano y desvelar las incógnitas de su particular estilo, cuya tendencia a la remembranza fluctúa entre el mito involutivo del pasado y un nostálgico presente de separación.

VVAA, Poetas inglesas del siglo XIX. Antología, Alba, 22,50€

El lector encontrará en sus páginas el talento visionario de las tres hermanas Brontë (Charlotte, Emily y Anne). Elizabeth Barret Browning nos sirve una serie de sonetos analizando los movimientos más sutiles y apasionados del enamoramiento. Mary Shelley escribe sobre la pérdida del ser querido. George Eliot medita sobre la bondad y el paso del tiempo y Christina Rossetti nos pasea por el lado mágico de la vida.

Curiosidades

Luis Berenguer, El mundo de Juan Lobón, Clan, 22€

Son muy pocos los libros de caza que tienen la calidad literaria de éste, a pesar de que en España la literatura cinegética es relativamente abundante. Encontramos una cruda descripción de las estrecheces que se vivieron en la España rural de la posguerra, un canto a la sabiduría popular y una exhibición de sapiencia venatoria. Todo ello a través de la historia de su protagonista, Juan Lobón, que dice de sí mismo: ‘Soy cazador cómo soy moreno’. Se trata, pues, de un cazador de nacimiento, extraordinariamente dotado para serlo, cuyo conocimento del medio hoy nos resulta asombroso. Juan Lobón fue uno de los últimos cazadores para los que conseguir una pieza era cuestión de supervivencia y no un deporte, como había venido siendo para los hombres durante millones de años. Este libro es la aventura apasionante de un hombre libre y de su lucha contra la naturaleza y, más aún, contra las leyes de los hombres.

Camila Sosa Villada, El viaje inútil, La uña rota, 12€

«Un recuerdo muy antiguo. Lo primero que escribo en mi vida es mi nombre de varón. Aprendo una pequeña parte de mí». El viaje inútil arranca anunciando zozobras y maravillas. Con una intensidad y una rabia inusuales, Camila Sosa Villada, autora de Las malas, ensaya en clave autobiográfica el relato de una deriva que va de la infancia al posterior ejercicio de la prostitución, el tránsito desde el travestismo al teatro y el choque con la escritura como lugar de posibilidad y peligro, de expresión de vitalidad y borramiento. El viaje inútil es un viaje solo de ida.

«Escribo, así, tan alcohólicas son mis palabras como lo fue mi papá y tan desamparadas e inestables como lo fue mi mamá». Camila Sosa Villada.

Novedades: Ensayos, Historia y otras lecturas (23 mayo)

Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Ensayos

VVAA, Las preguntas siguen, Paidós, 18€

Las preguntas siguen recoge las conversaciones que el periodista Iñaki Gabilondo mantuvo con algunos de los pensadores más relevantes del momento (Naomi Klein, Karen Armstrong, Muhammad Yunus, Adela Cortina y Facundo Manes) con motivo del 75.º aniversario de Paidós en el marco del Hay Festival Digital Arequipa 2020.

El mundo de la postpandemia necesita el análisis crítico y la capacidad de los grandes pensadores para abrir nuevos caminos que nos ayuden a enfrentar los desafíos del futuro con esperanza. Desde el peligro que supone la crisis climática hasta la erradicación de la pobreza, pasando por el recorte de las libertades o el racismo, las conversaciones de este libro nos ofrecen una mirada lúcida a una realidad política, social y económica extremadamente compleja, y nos revelan a su vez que ahora, más que nunca, es imprescindible plantear las preguntas adecuadas.

Juan Arana (Director), La cosmovisión de los grandes científicos del siglo XIX, Tecnos, 20€

Durante el siglo XIX la filosofía entró en una fase de disolución y decadencia, mientras que la nueva ciencia de la naturaleza conocía la más brillante etapa de su historia. Una pléyade de matemáticos amplió hasta límites insospechados tanto la matemática pura como la aplicada. La química, disciplina recién constituida como ciencia, no sólo se expandió ella misma, sino que contribuyó poderosamente al progreso en ramas afines de la investigación. La física desarrolló la teoría electromagnética, la termodinámica y la mecánica estadística, erigiéndose en paradigma de saber seguro y abarcativo. La biología alcanzó de la mano de Darwin y Mendel una madurez teórica anteriormente desconocida. Surgieron por todas partes ingenieros e inventores que transformaron por completo la faz del planeta. La ciencia, en resumidas cuentas, se convirtió en el resorte más poderoso de la humanidad. ¿Cómo abordaron los protagonistas de aquellos descubrimientos las grandes preguntas que les competían, no en cuanto científicos, sino en cuanto seres humanos? Este libro contempla las respuestas que dio el más selecto grupo de ellos.

Jordi Soler, La orilla celeste del agua, Siruela, 13,95€

En las cuatro breves piezas que componen este volumen, entramos en el universo más personal de Jordi Soler. A través de sus páginas, reflexiona sobre la música y el silencio; traza una cartografía del enamoramiento y sus vasos comunicantes; critica la era tecnológica y la pérdida progresiva de los espacios para la introspección y el pensamiento; reivindica el aquí y el ahora; evoca lecturas, discos, películas, poemas…

Jimena Canales, El físico y el filósofo, Arpa, 22,90€

El 6 de abril de 1922, en París, Albert Einstein y Henri Bergson debatieron públicamente sobre el concepto del tiempo. Jimena Canales presenta en esta obra las ideas revolucionarias de Einstein y Bergson, su posterior colisión y las repercusiones de este choque. Un relato magistral y revelador que muestra cómo se puso a prueba la verdad científica en un siglo dividido.

Ramesh Srinivasan y Adam Fish, Después de Internet, Antonio Machado, 18€

Hemos escuchado y leído mucho sobre la promesa de democracia que trae internet. Como red descentralizada internet podía dar voz a todos sus usuarios por igual. Iba a eliminar las políticas y economías organizadas de arriba a abajo propias de las grandes corporaciones que han monopolizado las viejas empresas periodísticas de televisión y radio. Internet podía alentar a todos los ciudadanos a contar sus historias, diseñar sitios diferentes y a movilizarse y generar redes desde la base de la sociedad. Transformaría nuestro mundo en una «aldea global». Pero, ¿de quién es esa aldea global de la que hablamos? Y ¿esa aldea global existe realmente?

Ana Muiña Fernández, André Léo. Del socialismo utópico a la Comuna de París, La linterna sorda, 18€

André Léo (1824-1900) es una de las grandes escritoras francesas del siglo XIX. Novelista, ensayista, militante y, sobre todo, periodista; aunque ella consideraba inseparables todas estas formas de acción. Figura política incómoda, crítica, castigada con el olvido por decir siempre lo que pensaba.

En su juventud estuvo vinculada al llamado “socialismo utópico”, en torno a ‘La Revue Sociale’, a la Asociación de Boussac y a su fundador, el filósofo Pierre Leroux. Esta Comunidad agrícola, tipográfica y artesanal, muy desconocida, tuvo gran importancia por sus propuestas colectivistas y ecológicas. George Sand, Pauline Roland, Liszt, Chopin, Baudelaire, Turguénev, Herzen, Courbet… simpatizaron con este ideario.

La escritora, tras años de exilio, participa activamente en la Comuna de París, 1871. Pone en evidencia que esta revolución, roja en sangre y negra en luto, olvidara a las mujeres, a las comuneras. Y para repararlo, ofrecemos un despliegue gráfico original, con grabados, fotografías y retratos de las obreras parisinas que animaron la revuelta.

Esta obra recoge, también, textos inéditos de André Léo en castellano: uno de sus primeros poemas (1850) y el último gran ensayo antes de fallecer, ‘¡Cortemos el cable!’ (1899), una crítica al pensamiento religioso y un llamamiento a la emancipación individual y colectiva.

George Makari, Alma máquina, Sexto Piso, 34€

Muchos de los interrogantes irresueltos de nuestros días, como el de la distinción entre mente y cerebro o el misterio de la conciencia, hunden sus raíces en una historia y un debate de siglos. En Alma máquina, George Makari nos narra cómo en los albores de la modernidad el concepto de alma fue poco a poco sustituido por el de mente, y cómo esta fue desligándose de lo divino para devenir natural, biológica. La mente parecía situarse en un lugar intermedio entre el alma y el cuerpo, entre lo etéreo y lo mecanicista, sin ser ninguna de las dos cosas. El nacimiento de la mente moderna vino acompañado de duras pugnas religiosas, filosóficas y científicas, fue un camino lleno de avances y retrocesos, muchas veces estrechamente vinculados a los vaivenes históricos, políticos y sociales del momento, tal como ocurrió, por ejemplo, con la Ilustración o la Revolución francesa.

Por esta obra monumental desfilan figuras como Hobbes, Locke y Spinoza –pensadores cruciales para que se produjera el tránsito desde la concepción religiosa del alma pecadora hasta la noción de una mente enferma que requiere un cuidado específico– o Rousseau y los filósofos idealistas alemanes –cuyo contraataque en favor del espíritu y sus profundidades ocultas actualizó una confrontación cuyos ecos aún hoy reverberan–, hasta desembocar en el psicoanálisis y la neurociencia de nuestro tiempo. Un debate, nos demuestra Makari de modo erudito y ameno, que no solo se dirime en el ámbito de las ciencias de la mente, sino que tiene consecuencias en nuestras actuales concepciones del ser, la sociedad, la política e incluso la ética.

Historia

Charlotte Beradt, El Tercer Reich de los sueños, Pepitas de Calabaza, 17,50€

Durante el período de consolidación del nazismo la periodista Charlotte Beradt recopiló varios centenares de sueños relatados por ciudadanos comunes que llamaron particularmente su atención por la repetición de sus contenidos. El archivo onírico de Beradt se mantuvo inédito durante muchos años hasta que decidió ordenarlo por capítulos temáticos y acompañarlo con reflexiones teóricas y referencias literarias.

Xavier Roca-Ferrer, Talleyrand, Arpa, 21,90€

Personalidad enigmática y fascinante, Roca-Ferrer arroja nueva luz sobre la vida del viejo aristócrata, que entendió como nadie los conflictos de su época. Se dio cuenta de que la irrupción del pueblo en el gran teatro del mundo iba a cambiar la historia, e hizo entrar en ella principios como los de la soberanía del pueblo, la legitimidad, la no intervención o la neutralidad.

John Gooch, La guerra de Mussolini, Esfera de los libros, 34,90€

Hasta el verano de 1940, al mismo tiempo que permanecía estrechamente alineado con Hitler, Mussolini se mantuvo cuidadosamente neutral. Sin embargo, a raíz del hundimiento repentino e inesperado de los ejércitos franceses y británicos, el Duce declaró la guerra a los Aliados con la esperanza de obtener ventajas territoriales en el sur de Francia y en África. Esta decisión resultó ser un terrible error de cálculo, que abocó a Italia a librar una guerra prolongada e imposible de ganar, y la condenó a sufrir ingentes bajas y una invasión de los Aliados en 1943 que inauguró una espantosa nueva era para el país.

Este nuevo libro de John Gooch es la crónica definitiva de la experiencia de Italia en la guerra. Desde la invasión de Abisinia hasta la detención de Mussolini, Gooch describe brillantemente la pesadilla de un país con un sector industrial demasiado pequeño, con unos líderes demasiado incompetentes y con demasiados frentes en los que combatir.

Por todas partes —ya fuera en la URSS, en el desierto entre Libia y Egipto o en los Balcanes— las tropas italianas tuvieron que enfrentarse a unos enemigos mejor equipados o más motivados. El resultado fue una guerra que no se correspondió en absoluto con los sueños de los planificadores italianos antes de la contienda, sino con una serie de improvisaciones a la desesperada contra unos Aliados que podían contar con unos recursos a escala mundial y frente a los que Italia demostró ser impotente.

Este libro extraordinario muestra acertadamente la importancia de Italia en la guerra, y destaca el breve auge y la desastrosa caída de sus campañas militares.

Ana Alemany, Mujeres de los aires, Ediciones del Viento, 20€

En 1910, la francesa Raymonde de Laroche fue la primera mujer en conseguir la licencia de piloto y, en 1911, Harriet Quimby la primera estadounidense en sobrevolar el Canal de la Mancha. En España, la primera piloto fue, en 1931, Mari Pepa Colomer, que daría instrucción durante la República. Amelia Earhart culminó un vuelo desde Terranova hasta Irlanda del Norte que le supuso reconocimiento mundial y ha sido inspiradora para miles de personas. Ellas son las pioneras. En esta obra están las españolas de ahora mismo.

Otras lecturas

Henry Marsh, Ante todo, no hagas daño, Salamandra, 20€

El resultado es este volumen que poco tiempo después de su publicación se encaramó a las listas de más vendidos del Sunday Times y el New York Times. Escogido «Mejor Libro del Año» por el Financial Times y The Economist, obtuvo los premios PEN Ackerley y South Bank Sky Arts y fue finalista del Costa Book Award, el Guardian First Book Award y el Samuel Johnson de no ficción.

A los mandos de un microscopio ultrapotente y un catéter de alta precisión, el doctor Marsh se abre camino por los intersticios del cerebro. Con frecuencia, de su pericia y de su pulso dependen que un paciente recupere la visión o acabe en una silla de ruedas. Hay días en los que salva vidas, pero también hay jornadas nefastas en las que un pequeño error o una cadena de infortunios lo hacen sentirse el ser más desdichado sobre la faz de la Tierra.

Mucho más cercano a una confesión personal que a una autobiografía complaciente con el autor, este libro -cuyo título se inspira en el juramento hipocrático- supone un auténtico alarde de valentía y de honestidad intelectual, un relato vibrante y luminoso que logra remover nuestros sentimientos más profundos y ensanchar nuestro umbral de sabiduría y compasión.

Longino, De lo sublime, Acantilado, 10€

¿Qué hace de Homero, Platón o Safo autores inmortales? ¿No consistía su arte en la capacidad de despertar en el lector los sentimientos más elevados? Éstas son algunas de las preguntas que plantea «De lo sublime», una obra capital de la preceptiva publicada en Roma en la primera mitad del siglo I.

Samuel Sueiro, La fecundidad del Cristocentrismo, Ediciones Encuentro, 29€

Antes que una cuestión relativa a la teología de la historia o a la eclesiología, el problema dogmático detectado por Henri de Lubac en La posteridad espiritual de Joaquín de Fiore es de orden cristológico y trinitario, o mejor, de alcance trinitario por su raíz cristológica. A lo largo del presente estudio se traza el itinerario de las cuestiones teológicas planteadas por el joaquinismo en sus múltiples versiones y se señala la respuesta correspondiente que H. de Lubac encuentra en la doctrina de la tradición cristiana. Dicha respuesta no es otra que la fecundidad incesante y la capacidad iluminadora del misterio y acontecimiento cumbre de Cristo en la historia de la salvación, algo que ni el abad calabrés ni su posteridad habrían logrado percibir en su justeza. Este estudio realiza un análisis exhaustivo del texto de La posteridad espiritual de Joaquín de Fiore, comparándolo con la temática de otras obras lubacianas y recogiendo algunas notas del material inédito conservado en el Centre d’Archives et d’Études Cardinal Henri de Lubac (Namur), en las cuales se alude a la problemática en torno a la conclusión doctrinal de la obra.

La Liga del Cú-Cú, el Panda, las palanquitas… y el Cholo

Difícil escribir cuando las emociones continúan a flor de piel. En el momento en que terminó el partido la alegría se desbordó entre la afición rojiblanca. Llegaron los abrazos y las lágrimas. Sí, lágrimas de felicidad y de recuerdo. Este último año ha sido bastante hijo de puta con muchas familias. Hoy, cuando algunas personas del Atlético de Madrid tocaban el cielo de la gloria deportiva –en cierto sentido mundana-, han sentido como desde el tercer anfiteatro ese alguien les ha tocado de forma sutil y cariñosa. Muchos abuelos y abuelas que ahorraron para comprar esa primera bufanda; muchos padres y madres que hicieron el esfuerzo de comprar esa primera entrada o camiseta; muchos hijos e hijas que se han quedado por el camino… Ese tercer anfiteatro echó un capote pero aquí se les recuerda y se les echa de menos en estos momentos.

Tras recordar a los caídos de la parroquia rojiblanca hay que hablar de La Liga en sí. La verdad es que de fútbol tampoco hay mucho que hablar. Sufrieron, lucharon y campeonaron. 59 kilos a los bolsillos del jeque-mochilo Gil Marín. En realidad para muchos esta liga será recordada no tanto por los goles del desahuciado Luis Suárez, por la explosión futbolística de Marcos Llorente, por las paradas milagrosas de –pónganse en pie- Jan Oblak, por la valentía de Ángel Correa o por lo que sea que tenga que ver con el fútbol, sino por muchas cosas de las que han sucedido alrededor de los partidos y la competición.

Esta es la liga del “cú cú” de Propanprul –con el famoso vídeo de Die Woodys-; es la liga de las palanquitas y los biberones que se han repartido de forma regular cada jornada (vía Loloutlaw); es la liga del teletexto de Palindrón; es la liga del Contubernio, de Aplasta Arteche…; es la liga de sufrir junto a Muros; es la liga del Seat Panda –ese que no tenía ITV como denunciaron en los medios de nacionalmadridismo-; es la liga del penalti anticonstitucional –que un catedrático baje al lodazal para expresar tal memez ya señala el nivel-; es la liga del viudo con gafas quejándose al comenzar que la prensa era poco madridista; es la liga en la que descubrimos que el rojiblanco es un color, no dos; es la liga donde poco a poco comenzaron a establecerse ciertos ritos para la obtención de los logros; es la liga donde Juan Gato y Rubén Uría han ido repartiendo por los platós; es la liga de las novias de Sosa; es la liga en que se ha creado una peña de mujeres; es la liga donde acabó generándose un hermanamiento en redes sociales impresionante; es la liga donde hemos visto bodas y nacimientos rojiblancos –esos críos llegaron con un pan bajo el brazo-; es la liga de las risas constantes, no por las victorias del equipo, sino por el nivel de mendicidad intelectual que llegan a alcanzar los “periodistas de los medios serios”; es la liga del “descanso de hidratación”; es la liga que se había ganado en diciembre y ahora no vale nada porque patata…

Y es la liga de dar de mamar a niños rata, anticholistas y demás mufas (tipo alcalde Almeida o Miró). Tras crucificarle jornada tras jornada y pedir su dimisión desde noviembre –alentados por el nacionalmadridismo de la puerta 5-, debería ponerse Cholo Simeone una camiseta donde esté escrito “Perdónalos porque no saben lo que hacen”. Gentes sin fe que viven en un fútbol de consola o tablet donde el más tronco de cualquier equipo es muchísimo mejor que los propios jugadores. Hoy deben estar muy jodidos tras haberles aguantado durante meses llorar y quejarse jornada tras jornada. Personas que maman y asimilan lo que les venden desde la prensa vendida al duopolio. Seguramente estén celebrando pero cabreados con el mundo. No han entendido que siendo del Atleti el fútbol no lo es todo, o no es casi todo, hay una comunión de personas de diversas procedencias, generaciones o ideologías que ya disfrutan siendo del equipo colchonero. Si se gana frente a los equipos del Estado español, la alegría es enorme, pero si se pierde la comunión permanece. Por eso los jugadores se respetan y más cuando se dejan todo. Lo demás, los balones de oro (comprados), los fifas y otros productos de marketing sobran.

Como ha venido sucediendo al terminar los partidos de esta liga infartante: ¡¡¡Suelta a las fieras!!!

Novedades Literarias: grandes editoriales (22 mayo)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

Carlos Bardem, El asesino inconformista, Plaza & Janés, 19,90€ (3 junio)

Fortunato es un asesino a sueldo, culto, elegante y discreto. Cuando se le encarga que elimine a una política corrupta, recuerda su infancia y juventud, cómo sintió crecer la violencia dentro y qué hizo para controlarla y usarla, según él, en beneficio propio y de los demás. Pero esta educación sentimental es solo el principio de un viaje que le llevará por los escenarios más oscuros y violentos de nuestra sociedad y le hará replantearse su papel en ella. Una odisea de décadas por Madrid y escenarios como Nueva York, Zanzíbar, Bagdad, Estocolmo o Marruecos. Y es también la historia de un asesino enamorado, la radiografía de una pareja. ¿Estará dispuesto a sacrificar al amor de su vida por seguir sus ideales hasta el final? ¿Será este su último encargo?

Valiéndose de una trabajada prosa llena de ironía e inteligencia, Carlos Bardem realiza el prodigioso retrato de un antihéroe carismático y complejo atrapado en una sociedad dominada por la inmoralidad y la corrupción. Tras el éxito de Mongo Blanco, el autor conjuga la novela negra, la sátira política y la denuncia social en El asesino inconformista, una original historia de amor, humor y muerte.

Kate Russo, Superhost, Traducción: Maia Figueroa, Alianza de Novelas, 19€

Bennett Driscoll es artista: antiguo nominado al premio Turner y estrella en declive. A los cincuenta y cinco su esposa lo ha abandonado, hace dos años que no vende ningún cuadro y su galería quiere dejar de representarlo porque su obra tendrá más valor en sentido retrospectivo… cuando haya muerto. Así que, con una casa grande en un barrio del oeste de Londres y sin ingresos, no le queda más remedio que mudarse al estudio que tiene en el jardín trasero y alquilar la casa a través de una popular plataforma de alquileres vacacionales: AirBed.

De pronto, a Bennett todo se le pone cuesta arriba: se siente un intruso en su propia casa, su hija Mia se ha marchado a estudiar Bellas Artes y cualquier posible relación se acaba antes de empezar. Todo eso cambia cuando tres huéspedes distintas (Alicia, una estadounidense solitaria; Emma, la artista torturada; y Kirstie, una divorciada que se atreve a ser un poco optimista) sacan a relucir partes de sí mismo que creía haber perdido hacía tiempo.

Cálida, ingeniosa y del todo compasiva, la novela «Superhost» es un retrato cautivador de la mediana edad, las relaciones y lo que verdaderamente implica que se te presente una segunda oportunidad en la vida.

Vicente Molina Foix, Las hermanas Gourmet, Anagrama, 17,90€

Cuatro hermanas cocineras que se hacen famosas dando de comer a ricos y pobres; un joven visitante curioso; un noble caserón que parece abandonado; un lugar del Mediterráneo europeo, con playa y río, donde conviven miembros de un antiguo linaje y familias sin patria. Con estos componentes, Vicente Molina Foix se adentra con Las hermanas Gourmet en un territorio que mezcla los fantasmas de la memoria y el secreto de las despensas: cocinas artesanas y platos de vanguardia donde se condimenta, con las probadas recetas de los cuentos, el arte de la ficción.

Después de su celebrada trilogía de «novelas documentales» del siglo XX hispánico, que tomaba como base la carta y el documento de época, en Lashermanas Gourmet es la oralidad lo que centra la narración. Convocando a grandes chefs de lo imaginario (Oscar Wilde, Borges, Kafka, Tabucchi), Molina Foix construye un relato repleto de relatos, y lo salpimenta con elementos tomados de la novela de intriga y espionaje. Todo ello ligado con el imperecedero mundo de la fábula (el desfile de los animales casi imposibles, los niños en algarabía mestiza, la carroza fantasma que nos devuelve al pasado), que al final del libro se ve invadido por la acuciante presencia de lo real.

Novela histórica a su modo, este libro poliédrico, sensual y misterioso parte de un relato de mujeres para hablarnos de un país desaparecido y de una familia dispersa que inventa con los alimentos la materia prima de sus fantasías.

Ray Celestin, El lamento del mafioso, Alianza Editorial, 24€

Nueva York, otoño de 1947. Un jefe mafioso intenta abandonar la ciudad cuando el capo Frank Costello le encarga que rastree un dinero que le han robado al hampa. Mientras, Ida Davis y Michael Talbot investigan unos crímenes perpetrados en una pensión de mala muerte de Harlem del que es acusado el hijo de éste. Pero, según van avanzando en la investigación, Ida y Michael se van dando cuenta de que no se trata de un simple crimen de los bajos fondos, que el caso es mucho más complejo de lo que parece. La tercera entrega del premiado cuarteto City Blues de Ray Celestin, es tanto una apasionante e innovadora novela negra como un intenso retrato panorámico del Nueva York de los años cuarenta, cuando la mafia alcanzaba sus más elevadas cotas de poder y el senador Joe McCarthy empezaba sus manejos para establecer su propio reino del terror… Todo con un ambiente de fondo salpicado del mejor jazz de Louis Armstrong.

William Ospina, Guayacanal, Literatura Random House, 18,50€

«Después nos fuimos muy lejos, y las sirenas nocturnas de la ciudad nos dijeron que no habíamos ganado un cielo, pero que ya, definitivamente, habíamos perdido un mundo».

En Guayacanal, su obra más personal, William Ospina revive la historia de sus bisabuelos, de sus abuelos, de Padua -el lugar donde nació-, de un tiempo lejano que si bien es el de su infancia, también podría ser el de su vida entera. Llena de alegría, de música, de personajes de una humanidad inverosímil, de fiestas, relatos, poesía, magia y naturaleza, así como también de mezquindades gratuitas, de hombres aviesos, de terribles crímenes, esta extraordinaria novela logra, en cierto modo, desentrañar el espíritu de un país entero, resucitando una Colombia extinta, una época, una región, unos personajes desaparecidos físicamente, que podrán estar vivos por siempre en estas páginas.

María Gómez, Odio en las manos, Suma, 18,90€

¿Serías capaz de traicionar a un paciente para evitar un asesinato?

Ana García de la Serna es psicóloga y trabaja por inercia en el departamento de Recursos Humanos de una gran empresa del sector audiovisual. Movida por la decisión de su madre de trasladarse a la India y de cederle su lugar en el gabinete de psicología del que es cofundadora, decide aceptar el reto y salir de su zona de confort. Pero su primera paciente se convierte en un desafío para el que no está preparada. Rosario Jiménez, agente de la Policía Nacional, le revela en consulta que piensa cometer un asesinato y quitarse la vida después. Ana no sabe si debe denunciar la confesión o respetar el secreto profesional. Y aunque es consciente de que el odio que Rosario siente en las manos es incontrolable, su instinto le dice que detrás de toda esa frialdad, de toda esa rabia, se esconde algo todavía más aterrador. Y no está dispuesta a parar hasta descubrirlo.

Rodrigo Blanco Calderón, Simpatía, Alfaguara, 18,90€

Ulises Kan es huérfano y cinéfilo. Paulina, su mujer, como tantas personas que huyen del país en ruinas en que viven, ha decidido irse. Sin él. Dos sucesos más terminan de trastocar su vida: el regreso de Nadine, un amor inconcluso del pasado, y la muerte de su suegro, el general Martín Ayala. Gracias al testamento de este, Ulises descubre que se le ha encomendado una misión: transformar Los Argonautas, la gran casa familiar, en un hogar para perros abandonados. Si logra hacerlo antes del tiempo indicado, heredará el lujoso apartamento que había compartido con Paulina.

El polémico testamento desencadenará una trama que envolverá a Ulises entre las intrigas de Paulina y la sombra de Nadine, que no alcanza a descifrar. Mientras, los otros habitantes de la casa proyectarán sobre la extraña arquitectura sus propias historias y fantasmas.

En una sociedad en bancarrota, donde todos los lazos humanos parecen haberse disuelto, Ulises es como un perro callejero que va recogiendo las migajas de la simpatía. ¿Se puede conocer de verdad a quien se ama? ¿Qué es, en el fondo, una familia? ¿Son los perros abandonados una prueba de la existencia o de la inexistencia de Dios? Ulises encarna sin saberlo estas preguntas, como un peregrino del afecto en una época posterior al amor.

Andy Weir, Hail Mary, Traducción: Javier Guerrero, Nova, 22,90€

Ryland Grace es el único superviviente en una misión desesperada. Es la última oportunidad y, si fracasa, la humanidad y la Tierra misma perecerán.

Claro que, de momento, él no lo sabe. Ni siquiera puede recordar su propio nombre, y mucho menos la naturaleza de su misión o cómo llevarla a cabo.

Lo único que sabe es que ha estado en coma inducido durante mucho mucho tiempo. Acaba de despertar y se encuentra a millones de kilómetros de su hogar, sin más compañía que la de dos cadáveres.

Muertos sus compañeros de tripulación, y a medida que va recuperando confusamente los recuerdos, Grace se da cuenta de que se enfrenta a una misión imposible. Recorriendo el espacio en una pequeña nave, depende de él acabar con una amenaza de extinción para nuestra especie.

Sin apenas tiempo y con el ser humano más cercano a años luz de distancia, habrá de conseguirlo estando completamente solo.

Javier Vela, Revelaciones de la maestra del arco, Pre-Textos, 17€

Gracias a una escritura fronteriza que hibrida mecanismos en apariencia opuestos en una libre constelación de fragmentos de tradición apócrifa, esta obra nos adentra en un Japón dislocado, deliberadamente inactual, sobre el que reverberan las voces tutelares de todo un archipiélago nimbado por la invención y el mito. En su seno convergen el relato alegórico, la poesía y el ensayo de ficción.

Novela gráfica

Ken Krimstein, Las tres vidas de Hannah Arendt, Traducción: Carlos Mayor, Salamandra Graphic, 22€

En esta apasionante novela gráfica, Ken Krimstein describe e ilustra la peripecia vital de una mujer valiente y extremadamente lúcida que vivió en carne propia la persecución nazi y el exilio. Su atribulada existencia no le impidió desarrollar una brillante teoría política sobre lo individual y lo colectivo, la responsabilidad, la ética y su propio concepto del Estado ideal. Los orígenes del totalitarismo (1951), su obra magna, mantiene hoy su plena vigencia y prestigio.

Vanna Vinci, Yo soy Maria Callas, Traducción: Diego de los Santos, Planeta, 22€

La historia y el mito de María Callas: un icono de nuestro tiempo, contado y evocado en una novela gráfica fruto de una investigación muy cuidadosa. A través de las imágenes y palabras de Vanna Vinci, Callas se convierte en personaje de una tragedia griega y, al mismo tiempo, en una superestrella.

Una obra apasionante y conmovedora, de la que surge una reflexión sobre la fuerza del arte como redención personal y sobre el talento como bendición y condena. Biopic ilustrado con las luces y las sombras de la vida de la famosa cantante desde su niñez hasta su fallecimiento.

Curiosidades

Rodrigo García, Gabo y Mercedes: una despedida, Literatura Random House, 17,90€

En marzo de 2014, Gabriel García Márquez, probablemente el escritor más querido en lengua española del siglo XX, ya anciano y enfermo, cayó resfriado. «De esta no salimos», le dijo Mercedes Barcha, su esposa desde hacía más de cincuenta años, a Rodrigo, el hijo de ambos. Estas páginas son la crónica más íntima y honesta de los últimos días de un genio, escrita con la asombrosa precisión y la distancia justa de un testigo de excepción: el propio Rodrigo. Así vemos el lado más humano de un personaje universal y de la mujer en la que se fijó cuando era una niña de nueve años, que le acompañó toda la vida y que apenas le sobrevivió unos años. Este relato, entreverado de recuerdos de una vida irrepetible, es la más hermosa despedida al hijo del telegrafista y su esposa.

Carlos Bardem: “Madrid es la historia del asesino”

– ¿Puedes describir la novela en treinta segundos?

El asesino inconformista es la historia de un antihéroe, es un asesino que no se conforma, que elige a sus víctimas, que asesina corruptos, que encuentra en una ciudad como Madrid un ecosistema perfecto para ampararse en él, esconderse en él y hacer su trabajo. Y al mismo tiempo es una gran historia de amor, la historia de una pareja, Fortunato y Claudita, su gran amor.

-Háblanos de los escenarios principales de la novela, ¿Madrid puede considerarse un protagonista más?

Los escenarios principales de la novela son muchos, pero hay uno que destaca sobre todos los demás, que es Madrid. Madrid es la historia del asesino, de su infancia, de su juventud, de su educación sentimental, y Madrid es el escenario de sus encargos. Es un asesino que asesina corruptos, así que desarrolla su labor donde está la sede del poder. Pero es un asesino muy viajero y muy buen lector, es un amante de la literatura de viajes, amante de conocer sitios nuevos, y lo vamos a ver en sitios tan dispares como Nueva York, los clubes de “sadomaso” de esa ciudad, un safari Lodge de lujo en Zanzíbar, visitas a La Coupole y el Café di Fiore de París, en un hotel en Estocolmo, o en la propia Bagdag de Sadam Husein. Así qué de alguna manera, es también una novela de viajes.

– Tras el éxito de Mongo Blanco, una novela histórica, has cambiado de registro hacia una novela de suspense con toques políticos. Cuéntanos a qué se debe.

El cambio de registro entre una novela histórica y de aventuras, tan documentada como Mongo Blanco, a una novela mucho más actual, responde a muchas necesidades mías. En primer lugar, a mí como escritor me gusta escribir y pensar que no escribo siempre el mismo libro, me gusta buscar distintos registros. Responde también a la necesidad de mezclar géneros, algo que está muy presente en todo lo que escribo, que es mezclar algo novela negra con algo de novela política. Es una novela muy pegada a los últimos años de nuestra sociedad, muy pegada a los últimos años de Madrid, y también de visitar algo que Mongo Blanco no tocaba en profundidad, o lo hacía muy tangencialmente, como es una gran historia de amor, que es la pareja que forma Fortunato, el asesino inconformista, y Claudita.

-¿Qué tiene la novela de amor?

El asesino inconformista tiene de amor que es una historia articulada por el deseo de felicidad y de paz junto al gran amor de su vida, Claudita, una actriz. Ambos arrastran sus monstruos, sus demonios, conviven con ellos. Y al escribir el libro tenía muy presente, de alguna manera, esta exageración de los monstruos, por ejemplo, como que él sea un asesino.

-¿Qué tiene de política?

No es una novela de humor. Es una novela política, con elementos de thriller, y también de amor, pero tiene toques de humor negro, pero ese tipo de humor, o lo que yo he buscado, es llevar al lector hacia la carcajada para salvarnos de la brutalidad y de la indignación, estas cosas que nos hacen reír a veces incluso por vergüenza, porque lo que retrata El asesino inconformista es un ecosistema político en el que se necesitan asesinos que limpien la basura, desgraciadamente, donde la psicopatía no se limita al que mata, sino que la psicopatía está en el que encarga que se mate y esas psicopatías muchas veces están muy altas en el poder.

 -¿Y qué de muerte?

Pues el protagonista es un asesino, es un señor que se gana la vida matando y se la gana muy bien. Es un misántropo, es un hombre que pese a matar, a lo único a lo que aspira es a vivir en paz con la mujer a la que ama. A vivir bien. Pero hay mucha muerte porque cuando el asesino entra en contacto con sus semejantes, normalmente eso se resuelve con la muerte. Hay muertes de todo tipo, algunas francamente divertidas.

 – ¿Te has inspirado en la actualidad política nacional?

Por supuesto, me he inspirado mucho en la actualidad política y social de este país. En el periodo histórico más corto. También es la novela de la educación sentimental de un asesino. Vamos a recorrer la historia de Madrid y de España, casi desde la transición, en muchos casos. Y está muy apegada a lo que pasa en la actualidad, es un asesino de corruptos. Como dice Fortunato en algún momento de la novela, él adivina cuál va a ser su próximo encargo solo viendo los telediarios. He querido trasladar eso a la novela.

-¿Qué va a encontrarse de Carlos Bardem el lector en El asesino inconformista?

No creo que sea una novela de auto-ficción. O, dicho de otra manera, todas las novelas son de auto-ficción. De mí hay en todas mis novelas, en Mongo Blanco hay mucho de mí, todo lo que saben mis personajes de la vida es lo que yo sé o lo que yo he oído a gente muy cercana. Como digo, es una novela muy pegada cronológicamente a mi vida en Madrid, a los años que yo he vivido directamente en Madrid, y a cosas que he podido conocer. Así que, siendo por momentos una sátira muy descarnada, tiene ese punto cruel, pero hay similitud.

No se rían: Casado dice que sabe mucho de algo

Es que hay que reírse ante ciertas palabras/frases de algunos miembros de la clase política. En general son bastante procaces en sus expresiones. La vergüenza no es un sentimiento que posean en su mayoría. Pero si hay alguien que supera con creces al resto es Pablo Casado. Es capaz de lanzar un bulo, como la vacunación de Salvador Illa antes de las elecciones catalanas –por el que no ha pedido perdón, ni se espera que lo haga dada su estolidez-, por cuatro votos y a la vez dárselas de salvapatrias. Es capaz de, en lo peor de una pandemia mundial, señalar un posible golpe de Estado del gobierno, mientras al segundo siguiente se ofrece para “liderar conjuntamente” la crisis. Siendo este tipo de comportamiento el propio de un mitomaníaco no es lo peor. Sí, aunque parezca increíble, hay cosas peores en el carácter del presidente del PP.

Ayer, intentando sacar rédito de un “ataque a la soberanía territorial de España” (como han dicho en los medios de derechas), hubo de echarse flores. Así no tuvo vergüenza alguna de decir: “Conozco muy bien Marruecos, conozco Estados Unidos y conozco muy bien cómo hay que hacer las cosas con Marruecos y con Estados Unidos”. (Por favor, contengan la risa y sigan leyendo) Conoce todo muy bien, a la perfección, con todas las soluciones posibles ¿cómo es posible poseer esa capacidad? La realidad es que su vida política no ofrece ninguna pista para creer una afirmación tan absoluta como esa. Toda su vida ha sido un machaca del PP. El niño que servía lo mismo para fregar, que para acudir a una fiesta con transexuales en la embajada de Italia. Un aparatero. Y para llegar a ser aparatero hay que arrodillarse mucho, hacer muchas genuflexiones y, esto suele ser habitual, no tener una mente brillante. Entre otras cuestiones porque la brillantez asusta dentro de un partido político.

Igual ha adquirido esos conocimientos gracias a sus estudios. (Aquí sí pueden esbozar una sonrisa, pero sigan leyendo) Suponiendo que en realidad haya estudiado lo que dice que ha estudiado, aunque todo el mundo sabe que le regalaron las carreras por las declaraciones que han ido saliendo en prensa. Suponiendo eso ¿desde cuándo se aprenden relaciones internacionales en Económicas?, ¿desde cuándo se aprende historia contemporánea en la carrera de Derecho?, ¿puede aportar algún conocimiento sobre la materia en relación a sus estudios? Para esta pregunta la respuesta sería, no. Salvo que haya dedicado buena parte de su vida al estudio minucioso de la historia de EEUU o de Marruecos. Si lo ha hecho, realmente no se nota demasiado. Y no vale con leerse dos artículos de la revista digital de FAES para tener amplios conocimientos, se requiere un poco más. Sin ser diplomático de carrera, ni historiador especialista, pero algo más.

Podría ser que durante su vida fuera de la política haya viajado por EEUU para conocer en profundidad el funcionamiento de su sistema, de las costumbres y se haya entrevistado con intelectuales, políticos y gentes variadas para aprender y conocer. De hecho cuando estuvo en Harvard… ¡Perdón! Lo de Harvard fue un bulo y estuvo realmente en Harvardaravaca en un curso de un día. Sí a este nivel ha llegado, hasta para posar delante de la catedral de Santiago de Compostela y decir que era Harvard. Igual ha viajado mucho a Marruecos. Se espera que no fuesen viajes de “bajar al moro”. En realidad eso se desconoce y no se sabe bien por qué prodigioso mecanismo conoce tan bien Marruecos. Igual es como esos extraterrestres que con sólo rozar a una persona o leerle la mente adquieren todos sus conocimientos. Y como él ha estado charlando con políticos marroquíes que piden la invasión y anexión de Ceuta y Melilla ha adquirido esos conocimientos leyéndoles la mente por internet. Así es normal que supiese lo iba a suceder en Ceuta, tal y como ha reconocido Teodoro García-Egea en una muestra más de alta traición.

No, Pablo Casado tiene los conocimientos justos. Si hubiese sido sobre Libia igual algo más porque era el mamporrero de José María Aznar para diversos negocietes. De Estados Unidos conocerá, como mucho, lo que los lobbies a los que está adscrita FAES digan –por eso ha estado callado con las matanzas de ciudadanos libres en Colombia-. De Marruecos, con suerte, conocerá que hay un rey, que Inditex tiene una fábrica y poco más. Los tratados sobre el Sáhara y demás se los pasa por el forro. No hay más que escuchar a las gentes de su partido y a sus edecanes mediáticos señalando la llegada de Galli a España –vía petición argelina- como causante del problema por culpa de Pedro Sánchez (como es habitual) y la mala ministra de Exteriores. Casado está en política, no para procurar el bien común –desde su propia perspectiva, pero bien común-, está para hacer lo que mandan las fuerzas imperiales, los entes económicos globales y los cuatro empresarios chusqueros españoles. El resto le da igual si beneficia o perjudica a España. Al carecer de sentido de Estado y de vergüenza dice lo que dice: que él sí sabría tratar a EEUU y Marruecos. Y sí lo sabe, arrastrándose babeante cumpliendo las órdenes imperiales.

Haciendo justicia a lo que sí sabe Casado, hay que reconocerle que sabe todo sobre la B. Tiene un “plan B” para todo: para el coronavirus; para el cese del estado de alarma –que sea inconstitucional no importa-; para la educación; para la vacunación…; para todo tiene plan B. Lo que no sabe es algo sobre los sobres en B. Sobre eso enmudece. Lo malo es que España, de necesitar algo, no son planes B, sino planes A. Y esos no los conoce, ni hace esfuerzo por conocerlos. Lo suyo es que si tiene alguna idea que pudiese arreglar los problemas, diese una rueda de prensa explicando todo al detalle, entregando un documento sumamente elaborado y ejecutando la opción de presentar leyes –tiene los diputados suficientes-. El problema es que no sabe hacerlo por carencia de conocimientos o pereza. La misma pereza que le dio estudiar, vamos. Si en vez de estar todo el día poniéndose disfraces en España se dedicase a estudiar y a ofrecer soluciones, igual alguien le tomaría en serio –incluso dentro de su partido-. Luego se le escucha pedir a Sánchez que rompa el gobierno para apoyarle en lo que haga falta y ya las lágrimas comienzan a deslizarse profusamente por las mejillas. Ahora sí, rían hasta desternillarse.

Post Scriptum. Pasearse por Fitur no convalida conocer España. Por cierto, si miran la imagen que encabeza el artículo ¿estaría Casado negociando con el alcalde de Granada, Luis Salvador, su salto de Ciudadanos al PP?

Casado no tiene disfraz de patriota

Con la cantidad de disfraces que ha venido ofreciendo Pablo Casado desde que se hizo cargo de la presidencia del Partido Popular y resulta que el más sencillo, el que era esperable que tuviese, el que es más acorde con la supuesta ideología que dice defender, ese, justo, no lo tiene. Le han visto los españoles disfrazado, cual Mortadelo, de cocinero, de agricultor, de Mr. Plow (quitanieves), de catador de vinos, de investigador, de panadero, de ganadero, pero jamás se le ha visto vestido de patriota. Lo normal para alguien que se dice liberal-conservador es tener ese disfraz, además impoluto. Si se defiende el Estado-nación ese traje jamás debe faltar… pues miren ustedes, ese no lo tiene.

Con la crisis de Ceuta parecía que comenzaba bien, que sí se iba a poner ese disfraz, que estaba disponible en su armario. Habló con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para respaldar las acciones que tomase para solucionar el conflicto con el dictador alauí. ¿Qué tiempo pasó? ¿Media hora? ¿Una hora? ¿Un piscolabis que le sentó mal? Mientras en Moncloa confiaban en la palabra del dirigente pepero, el taimado urdía tras las bambalinas una jugarreta, ya clásica, para desprestigiar al presidente de España. Mientras Sánchez tomaba la decisión de acudir a Ceuta y Melilla para ver in situ cómo se desarrollaban las operaciones, el PP llamaba a sus cargos públicos y afiliados ceutíes para que a la llegada de los altos representantes se les insultase. No eran más de cincuenta y no es la primera vez que el PP hace eso –hace pocos días hicieron lo mismo en Granada-, pero le sirve para lanzar la imagen de que a Sánchez no le quiere nadie en España. Igual por envidia de que a él tampoco le quieren y por eso ha de filtrar que una vez en un restaurante del barrio Salamanca le vitorearon.

En la sesión de control al gobierno, Casado ha hablado de uno de esos famosos pactos que ofrece cada semana pero que nunca se sustancian en algo. Son pactos que sólo tienen el nombre ya que jamás explica para qué el pacto, sobre qué el pacto y en beneficio de quién el pacto. Así luego aparece y dice que él ya ofreció un pacto en política exterior que, como siempre, le rechazó el malvado presidente. ¿Sobre qué materias? Ni lo dijo, ni ayer tampoco explicitó las materias. Humo y solamente humo en sus palabras. Y luego lo remata con “Hay más lealtad en la oposición que en los socios de Sánchez que ha demostrado que le queda grande el Gobierno”. ¿Lealtad y se lanzó, por medio de sus redes sociales, a vituperar al presidente?

“El Gobierno de España debe garantizar de inmediato la integridad de nuestras fronteras y coordinar con Marruecos la devolución de los inmigrantes a su país” dijo al poco de conocerse la situación. La integridad territorial nunca se ha visto desprotegida y los inmigrantes han sido devueltos inmediatamente, incluso algunos se han vuelto por su propio pie al ver cómo estaba la situación. Si el gobierno ha hecho lo que él pedía ¿a qué vienen las críticas en medios de comunicación de él y sus edecanes? Igual quería utilizar armamento o construir un muro como ha dicho el cavernícola que no ha hecho la mili. La verdad que en cuanto Estados Unidos ha dicho que apoyaba al dictador alauí, esto es, a Marruecos, Casado se ha achantado y ha pasado a otro tema agachando las orejas. Lo que no ha querido contar es que hace poco se reunió con dirigentes de partidos marroquíes que piden la anexión de Ceuta y Melilla, justo antes de la jugada. ¿Le contarían antes lo que iba a pasar? Una duda que jamás se resolverá, pero que deja bien a las claras que en situaciones donde se necesita a un patriota (coronavirus o conflicto con Marruecos), él sólo busca la ganancia electoral.

Marlaska impedirá la invasión de los hidratados en Valladolid

“Los hidratados” esa es la verdadera preocupación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Ni la invasión marroquí, ni los menas, ni la delincuencia, ni nada por el estilo. Los hidratados. Una obsesión que perturba el sueño del ministro, que le impide correr en la novísima cinta de correr de miles de euros que le compraron con fondos públicos, que no le deja ingerir ni una hamburguesa de su local preferido del barrio de Malasaña. Máxima preocupación ministerial que ha llevado a llamar a la subdelegación de gobierno en la provincia de Valladolid, al jefe de la comandancia de la Guardia Civil y al comisario de policía de la localidad. Todo alerta para impedir la invasión de los hidratados.

Valladolid, conocida hasta hace poco por sus maravillosas obras escultóricas y arquitectónicas, por ser la ciudad donde la hija del alcalde da la nota de mejor forma que su padre, se ve ahora perturbada ante la posibilidad de que los hidratados invadan la ciudad. Unos seres a los que habrá que impedirles llegar hasta el lugar de deseo como es el estadio José Zorrilla. Un lugar extraño pues no aparecía en los pergaminos sobre lugares de culto o de peregrinación y que estos seres hidratados quieren tomar el sábado poco antes de las seis de la tarde. El viernes mismo, subdelegación, fuerzas represivas del Estado, alcaldía y demás poderes locales se reúnen para impedir la invasión. Hay un sector, el hostelero, sin embargo, que ve bien esta invasión pues al ser seres hidratados necesitan bebidas de todo tipo para vivir. Y ahí hay negocio claro.

¿Quiénes son los hidratados que tanto preocupan al poder político? Se les conoce por necesitar refrescar el gaznate, algo que la religión oficial parece considerar ilegal –así lo ha hecho saber Gargamel en un famoso programa televisivo-; van vestidos con prendas rojiblancas –que como todo el mundo sabe es solamente un color-; acuden vitoreando a seres míticos (el Cholo Simeone) vilipendiados por niños rata, prensa del régimen y demás pagafantas habituales; reparten biberones y ofrecen mover palanquitas; y siempre acuden en manada con desfibriladores guardados en mochilas… No se sabe mucho más de estos seres hidratados, pero parece ser que en el ministerio del Interior los tienen como peligrosos. De hecho sus concentraciones han pedido ser declaradas ilegales hasta por aquellos que ven bien las concentraciones en un edificio pagado con dinero negro de la calle Génova –esta historia también daría para una narración sobre seres extraños-.

También se conoce que poseen poderes especiales capaces de provocar manos inconstitucionales; que el mayor atracador de la historia se sienta perseguido por manos maléficas; que el alcalde de la villa y corte sea más conocido por su capacidad de mufa que de su gestión; que se hayan puesto de acuerdo a madridistas y blaugranas en su odio hacia los hidratados; que hayan sido creadas zonas dogso, nuevas reglas en el fútbol –que sólo se aplican en un caso y nunca más-; y más prodigios inalcanzables hasta para los tocados con el espíritu santo. Estos seres invadirán Valladolid para cantar fuera de un estadio de fútbol, cumpliendo así un rito ancestral transmitido de generación por generación de forma hablada. Algo que parece ser peligroso. Desde luego eso piensan en el gobierno y en los medios de comunicación.

Toda la prensa contra Sánchez

Envalentonados por la victoria del PP en Madrid o por miedo a no se sabe bien qué, toda la prensa española se ha posicionado contra Pedro Sánchez. ¿Toda? Sí, toda. No hay un solo medio de comunicación que no le esté pasando facturas de algún tipo al presidente del gobierno o esté alimentando a nuevos contrincantes al servicio de la “agenda Soros”. No hace tanto se escribía aquí sobre lo beneficioso, en número de lectores, que comienza a ser escribir a favor de obra, esto es, en contra de Sánchez y las pérdidas que se producían por hacerle la pelota de forma inmisericorde sin ningún atisbo de crítica a las cosas que se están haciendo mal. Porque sí, se están haciendo cosas mal pero no del calado para que toda la prensa se ponga en su contra como lo está haciendo.

En realidad las críticas, argumentadas, fundamentadas y que aportan algo más allá del desguace del personaje, siempre son bienvenidas. De hecho son consustanciales al espíritu democrático, al conflicto perenne e inmanente al proceso democrático. Situar a cualquier dirigente como mero representante, evitando cualquier crítica y entregándose a la tecnocracia que acaba constituyendo una oligarquía contra el pueblo, no supone asentar la democracia, ni conferir al “ciudadano” su verdadero ser. En ese aspecto, Sánchez o cualquier otro dirigente político es criticable, como lo es su acción de gobierno, pero lo que ahora está sucediendo es algo bien distinto que atenta contra los principios democráticos. La prensa, después de año y medio de gobierno, ya ha dictado que la legislatura ha acabado, que Sánchez debe convocar elecciones y que las plagas de Egipto se han trasladado a España. Eso no es una crítica, eso es autoinvestirse del poder de decidir sobre y contra la soberanía nacional.

Que unas elecciones territoriales sean el argumento para dictaminar que el tiempo de la legislatura ha llegado a su fin, dicen poco de quienes se acogen a ese argumentario. Que lo diga un inepto y mitomaníaco como Pablo Casado, en su desesperación para que no le quiten el puesto, puede ser visto como parte del espectáculo. Luego la prensa le puede dar veracidad a sus palabras o no –que en términos generales no lo hacen-. Pero que medios de comunicación, de los que se dicen serios y no son amarillismo, utilicen los artículos de análisis o de noticias –por no hablar de las locuras y berreas intelectuales que se leen en los de opinión- para hablar sin tapujos de la necesidad para la salvación de España de elecciones generales inmediatas, atenta contra su función social y contra los principios democrático que dicen defender. Desde Jesús Cacho hasta Antonio Caño, pasando por los sospechosos habituales, todos señalan al mismo personaje. Debe ser que tras la salida del mesías de la política ya no tienen con quien meterse.

En El país reculan de vez en cuando, por aquello de no perder todos los lectores, y dan tribuna al camarlengo monclovita, Iván Redondo, para la presentación del programa España 2050. Que es como el Programa 2000 del PSOE controlado por Alfonso Guerra pero dirigido por él que parece que es mejor. Está bien lo de colgarse medallas, pero señalar que jamás en España desde los tiempos de Adolfo Suárez se ha hecho algo parecido es no conocer la historia del propio país que se quiere transformar. Lo curioso es que en su artículo señala que hay que conocer la historia para aprender, pero se ve que no, que no lo ha hecho. Un programa que es criticable, precisamente, por su carácter tecnócrata y su desprecio a las personas que pueden tener ciertos conocimientos y capacidades de los partidos políticos –que parece que para estas personas en los partidos sólo hay pagacuotas y distribuye-memes-, pero esto no viene al caso salvo por las críticas furibundas que ya está teniendo el programa sin haber sido presentado. Y no por la fórmula elegida para desarrollarlo (oligarquía tecnocrática) sino por el contenido que nadie conoce. En eso están todos los medios en estos momentos.

Y por la izquierda, especialmente en la cadena amiga del grupo Planeta, ya están intentando colocar al nuevo mesías de la izquierda, Íñigo Errejón. Y para ello no sólo critican a la parte morada del gobierno, sino al propio Sánchez y los esbirros monclovitas. Lo de los esbirros es una invención de algún medio sobre la intención de los ivanes (Redondo y García Yustos –más conocido como el llamadas eróticas-) de favorecer mediante “las terminales mediáticas del sanchismo” al errejonismo. Debe ser que lo hacen para imitar a lo sucedido en Madrid y eso demostraría que muy listos no son… Volviendo al aliento al errejonismo desde los medios de izquierdas, ahí tienen al propio Juan Luis Cebrián previniendo al presidente Sánchez sobre el peligro del “partido verde” que le puede acabar devorando. Ha visto que Die Grünen vencen en Alemania y ha pensado que en España pasará lo mismo, por eso Sánchez tiene que hacer lo que le digan desde estos medios de comunicación.

No se trata de defender desde la obcecación, el dogmatismo o la cerrazón de un sugus al presidente del gobierno, pero cualquier crítica para ser válida, cuando menos, ha de situarse dentro de un contexto. Y en toda Europa existe un contexto particular que se olvida y no se critica y en España hay un contexto particular que se obvia día tras día. Pareciera que el coronavirus hubiese desaparecido de un día para otro y que los datos económicos fuesen terroríficos –que no lo son de momento-. Eso sí, no hace falta ir pisando callos todos los días (autopistas de pago, elevación impuestos, autónomos…) para retractarse al día siguiente –esta parte de la comunicación ¿quién la lleva?-. Ninguna crítica se sitúa en su contexto por lo que es pura opinión. Y como, desde los tiempos helénicos se sabe, la opinión es la más baja de las formas de conocimiento. La doxa es la piltrafa del pensamiento y no sirve más que para encizañar. Ni Sánchez es un santo, ni es un demonio. Hay que valorarle por lo que hace o lo que deja de hacer, pero pasar por encima de la soberanía popular para satisfacer los deseos de una parte de la oligarquía dirigente es algo muy poco democrático… más bien lo contrario.

Las extrañas primarias del PSOE de Andalucía

Siempre que se abre un proceso de selección de élites dentro de un partido político se mueven cosas. Algunas imperceptibles al ojo del profano, otras evidentes y producto de acciones ciertamente cainitas. Eso mismo está sucediendo en las primarias para elegir el candidato o candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía. Sí, una candidatura y nada más pese a que algunas personas hablen de cuestiones orgánicas que ya se verá si se producen o no. Sin embargo, pese a producirse esos movimientos internos y externos, están siendo una primarias sumamente extrañas.

Extrañas porque, por mucho que susanistas y espadistas intenten alegrar la contienda, resultan bastante anodinas, sosas, flojas, inanes o el epíteto que ustedes prefieran colocar pero siguiendo ese sentido. Ni Juan Espadas, ni Susana Díaz parecen animar a la concurrencia, no ya del propio partido sino de la ciudadanía andaluza. Al menos de la ciudadanía socialdemócrata, socialista o cercana. En otras contiendas donde ha habido candidatos con ciertas posibilidades (en algunas ha habido candidatos por presentarse o sin posibilidades) buena parte de la ciudadanía, cuando menos, ofrecía su opinión sobre unos u otros. En esta ocasión, si buscan en foros o en conocidos andaluces en redes sociales, salvo algunos asalvajados de una u otra posición política, la realidad es que poco o nada se mueve. Que Canal Sur iba a dar palos a Díaz en favor, tibiamente, de Espadas era algo lógico, pero poco más.

Y eso es un problema, gane quien gane, porque estas primarias están fundamentalmente orientadas hacia el exterior del PSOE. No sólo se elige un candidato o candidata sino que proyectan ciertos toques del proyecto socialista para Andalucía –lo mismo cabe decir en otras contiendas de este tipo-. Si se analizan los discurso de ambos candidatos, la realidad es que no hay demasiadas diferencias –algo lógico viniendo ambos de donde vienen-. Hay mucha mercadotecnia política pero poca sustancia. Si Susana dice que peajes en autopistas no, Espadas responde que sí –aunque en cuanto el gobierno dé marcha atrás se desdecirá para no palmar-. Si Espadas dice que es necesario reformular el proyecto hacia la izquierda (sin especificar qué es izquierdas), Susana responde que ella más. Pero en realidad esto es chau-chau y los andaluces miran con escepticismo el proceso de primarias.

Esto que es una impresión de personas que no están implicadas realmente en el proceso debería hacer recapacitar a los intervinientes de las candidaturas. De otra forma estarían haciendo el caldo gordo a Bonilla. Ni el victimismo de Susana en su lucha titánica contra Moncloa. Ni los intentos de apartarse del sanchismo de Espadas –cuando es evidente que están llamando a cargos dependientes del gobierno central para que movilicen a la militancia en su favor y utilizando los medios audiovisuales habituales de Ferraz-. Eso no interesa, cabría decir, ni a los militantes. Éstos quieren ganar al PP y recuperar el poder de la Junta de Andalucía y buscan a quien mejor garantice esa victoria. No interesa hacer un buen papel, sino ganar y gobernar. Y escuchar, escuchar a los candidatos atizar a Bonilla, a Bendodo, a Marín o a cualquiera que tenga una consejería a su cargo no es que se haya escuchado mucho. Que la Junta esté untando a empresas sanitarias privadas por servicio médicos fundamentales que no ofrecen es para estar día sí, día también señalando.

Al final aparentan que más que ganar la Junta –que seguro es su máximo deseo- están a cosas de partidos. Al final parece que todo es un duelo Susana-Sánchez II por persona interpuesta, pese a que el candidato no quiera que eso suceda. Hay tanta gente enredando desde Madrid que acaba proyectándose esa imagen a los no militantes. Incluso a los militantes. Parece que existe una especie de venganza de algunos que no pudieron/supieron vencer a Susana en el proceso congresual anterior más que la apuesta por un candidato que pueda vencer realmente a Bonilla. Esto tiene su proyección empírica –así se ha visto en el histórico de diversas encuestas- en lo poco que se mueven las encuestas de los últimos días respecto a Andalucía. El PSOE aparece estancado o aletargado cuando si hubiese movilización militante y social debería haber algún tipo de movimiento en las mismas.

No se puede achacar a la incertidumbre del resultado final, entre otras cuestiones porque eso sería un factor de movilización, de aliento, y eso no se observa por ningún sitio como en otras ocasiones. Que no entren en una lucha encarnizada es bueno para todo proceso democrático, pero ante la incertidumbre, lo normal, es que haya cierta movilización que no se advierte más allá de los fans de cada candidato. Incluso entre estos, los mensajes transmiten desidia. Hay más apoyo desde fuera de Andalucía hacia los candidatos, especialmente entre los sanchistas, que en la propia región. Entre los no sanchistas parece que hay tiempo de espera hasta que llegue el hundimiento de todo el proyecto. De todas formas son unas primarias extrañas y no por pandémicas más sosas de lo habitual. Igual mañana cambia todo. Veremos…