Comienza a clarificarse el tablero andaluz del PSOE. Se sabe que habrá dos candidatos que conseguirán con facilidad el número de avales requeridos y otro que tendrá bastantes más dificultades. Susana Díaz y Juan Espadas tienen los resortes orgánicos suficientes para conseguir los apoyos, Luis Ángel Hierro tendrá que vérselas con la capacidad de engullir de los otros dos. Y aquí es donde comienza la pelea en los bordes del sistema. Si desde San Vicente creen que Hierro puede debilitar a Espadas le “cederán” las firmas necesarias para que acuda a la competición. Ya ocurrió en el pasado.
Esa pelea por los avales, empero, no es más que una escaramuza porque desde Moncloa/Ferraz ya están trabajando en la sombra. Pedro Sánchez se la tiene jurada a Díaz desde hace tiempo y está deseando rebanarle el cuello político. Nada que no haya hecho o intentado antes (Tomás Gómez, por ejemplo). Pese a que Espadas, ayer mismo, juró y rejuró en Granada que él no tenía el apoyo del aparato del partido, lo cierto es que desde hace tiempos le han estado proporcionando apoyos desde Madrid. Que los michelangelos andaluces del Senado (Heredia y Vázquez) estén engrosando las filas del alcalde sevillano es buena muestra sobre los manejos de Paco Salazar, el junillo y otros edecanes del aparato. Málaga nunca fue muy susanista, pero quieren atar esa pieza, junto a Granada, para aupar a Espadas a la candidatura. Son gentes conocidas en el PSOE andaluz y pueden servir para esas ganas de “coser” del sevillano -¿no saben utilizar otras metáforas en Andalucía’-.
Ganar apoyos en las grandes agrupaciones es bueno, siempre y cuando en las medianas y pequeñas también se consigan. De ahí que la presencia de la presidenta de la diputación de Huelva, María Eugenia Limón, sea un punto favorable a Espadas. Pero Díaz tiene mucha mili hecha dentro del partido y controla bastantes agrupaciones de las que pueden ser consideradas clave. Las agrupaciones sevillanas de la capital, por ejemplo, aportan muchos militantes, ergo mucho votos, pero pueden ser compensados por cinco agrupaciones de la sierra. De ahí que comiencen a pasar cosas extrañas, de esas que se sitúan en el borde del sistema, como la llegada de 45 nuevos afiliados a la agrupación cordobesa de Peñarroya-Pueblonuevo enviados directamente desde Ferraz. Si se tiene en cuenta que esa agrupación tenía hasta ese envío aparateril 75 militantes, la aparición de 45 nuevos es cuando menos sospechosa. Vamos que no han calculado y se les ha ido la mano con esas “nuevas altas”. En un pueblo de 10.000 habitantes se conocen casi todos los que están interesados en cosas políticas y no hay que acudir a Ferraz para darse de alta. Sospechoso y mal cálculo de los ejecutantes monclovitas.
Lo curioso es que sabiendo el buen juego que les dieron en las primarias a la secretaria general los afiliados directos –esos afiliados que no pertenecen a ninguna agrupación en sí, sino al partido-, con aquellas tarjetas de crédito echando humo, no han seguido por ese camino ya conocido. Se pueden colar 400 afiliados en Córdoba provincia y los votos valen lo mismo. Mal síntoma para Espadas si quienes le apoyan por detrás están haciendo estas cosas. Igual la buena aceptación que había tenido con las gentes de las Juventudes Socialistas se echa a perder, ya que demostraría que hace lo mismo que critica a los demás.
Si alguien piensa que el discurso político o la cercanía o no al poder van a decantar estar elecciones primarias es que no han entendido todo. Evidentemente la crítica a los malos resultados andaluces es coto cerrado de Espadas, pero tampoco puede presumir de pureza de cargos ya que lleva desde 1994 en el momio. Por ello hay que acudir a los límites del sistema para lograr la victoria, a las promesas de cargos futuros (repetir en el Senado, que en Madrid se lo pasan muy bien), a todo lo que haga falta para ejecutar las órdenes de Moncloa (o San Vicente). La condesa-duquesa de San Telmo asediada por las tropas castellanas del rey sol sería una bella metáfora de lo que sucederá. Y como sucede en toda guerra hay espías, sabotajes y traiciones. De momento algunos han abandonado el susanismo para entregarse al turbosanchismo (en remedo de los turborrenovadores de hace años), veremos otros cambios y alguna sorpresa más. De momento ya han comenzado algunos a “colar” afiliados. Veremos…
Viendo el martes pasado al presidente del PP apuntarse tantos de otros, y corroborarlo este domingo en la “prensa de partido”, se interrogó en las redes sociales a las personas que las pueblan si no les parecía que Pablo Casado es ese tipo de amigo (o conocido, o compañero, o familiar) que… Quedaban las respuestas abiertas a la apreciación de cada cual. Contestaron de forma variada y desde distintas posiciones ideológicas/partidistas. Aquí les ofrecemos un resumen de las mismas (evitando los insultos), con algunas de cosecha propia.
Casado es ese amigo que…
…un día dice una cosa, al siguiente la contraria pero se las apaña para no tener nunca razón.
…te dice que el Atleti es un equipo “simpático”.
…siempre paga el último y si ya hay dinero no pone pasta.
…se lleva un bañador a Córdoba porque piensa que tiene playa.
…se queda solo en el bar pavoneándose y con la cuenta de todo Cristo pendiente de pagar.
…anima a beber y pide cubatas para todos pero él no se acaba el suyo en toda la noche.
…dice con un palillo en la boca y el codo apoyado en la barra: “si esto lo sabía yo pero no quería decirlo”.
…es un bocazas y le gusta apuntarse tantos ajenos.
…cuando hay un problema en el avión corre el primero a coger el paracaídas y se lanza con una mochila.
…cri, cri, cri
…pasea con ovejas.
…dice que inviertas en bitcoins que él se ha forrado y después pide que le pagues la ronda porque no lleva suelto.
…no es capaz de estarse calladito cuando la situación lo requiere porque quiere casito.
…no pegaba bola en el grupo pero entregaba el trabajo.
…te dice las respuestas del examen, suspendes y él aprueba.
…es un pagafantas.
…da las puñaladas antes de saludarte.
…te da vergüenza ajena haberlo conocido.
…nos mira como gilipollas pensando “si ya os lo decía yo”.
…es el ex que nunca encontrarás en Madrid.
…podría ser el mejor amigo de tu novia y no te pondrías celoso.
…es como un ex que nadie quiere.
…es el cuñado de cualquier sarao que se precie.
…no se afeita para no parecer un monaguillo del Arzobispado Castrense de España.
…lo que menos vale más caro cuesta.
…tiene un master de plastilina.
…da pena hasta para meterse con él.
…que llega cuando la fiesta ha terminado y cuenta año tras año sus peripecias sobre “aquel fiestón”.
…que se queda en casa durante el verano y se inventa ligues y fiestas.
…habla ex cátedra.
…derribó el muro de Berlín con sus propias manos y paró los tanques de la plaza de Tiananmén con Aguirre vigilando.
…es el ex que sí querrías encontrarte en Madrid porque seguro que le va peor.
…le presenta la novia al colega porque le da pena su situación y, al final, el colega se queda a su novia.
…es el favorito de la abuela y delas tías y tú sabes que nunca quiere comer mucho porque se droga.
…llevaba el bote de todos y se iba el primero sin que nadie supiese si quedaba pasta o no.
…se presentaba siempre en tu casa a la hora de comer.
…me llevaría a una isla desierta, pero para dejarlo allí.
Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.
Novela
Raphael Bob-Waksberg, Alguien que te quiera con todas tus heridas, Círculo de Tiza, 22€
A través de sus personajes rotos, el autor se ríe de lo que se asume como el triunfo, de la vanidad, del esfuerzo inútil de ser reconocido por los otros. Pero también indaga en la necesidad de brindar sentido al amor, la pena y el perdón. En medio de situaciones extravagantes, Bob-Waksberg trata de encontrar un equilibrio entre todas esas pequeñas grietas y dolores invisibles, con tanta frescura como rebeldía. Los seres destartalados, solitarios, heridos, incompletos, encuentran en estas páginas un vínculo de emoción que los salva y los hace reconocibles por cualquier lector de este siglo XXI tan impredecible.
Estefanía González, En sueños de otros, Tres hermanas, 16€
Las ochenta y ocho breves narraciones que componen En sueños de otros son un puñado de las historias que nos rodean, que somos, que respiramos, y que la autora escribe a la manera de la poesía: atendiendo a la realidad sin interferir y apresando con rapidez lo que aletea, lo entrevisto al pasar. Frente a una narrativa que desarrolla y agota la causalidad y la sucesión, ella opta por la latencia y la sugerencia. Frente a una prosa extensa, una prosa intensa. Frente al análisis y la planificación, la síntesis intuitiva. Las historias de este libro son potencia apenas desentrañada, conflictos sin desanudar. Llegan y se leen enteras, en una mirada, y piden solo un minuto de silencio tras su lectura para resonar.
Pilar Adón, Eterno amor, Páginas de Espuma, 17€
En una apartada residencia ubicada en la ladera de un monte vive un grupo de mujeres cuya existencia se consagra al cuidado y vigilancia de unos chicos. Nadie utiliza su nombre verdadero. Las relaciones entre ellos se basan en la eficacia de unas reglas que todos aceptan calladamente, y que marcan el ritmo de sus días. Hasta que, en esa atmósfera opresiva, acechante, la directora anuncia que va a llegar un preceptor y que tendrán que acogerle. Aunque no quieran. Conocida por la extraordinaria fascinación que provocan sus historias, Pilar Adón nos sitúa en el paisaje secreto de una comunidad en la que se establecen vínculos más fuertes de lo imaginable, y que atesora un universo cerrado donde la complicidad y la belleza pueden aflorar de repente. Remate perfecto son las magníficas ilustraciones de Kike de la Rubia, que dan textura y color a un texto eterno.
Rocío Lanchares Bardají, Hotel Madrid, historia triste, Lengua de Trapo, 16,50€
«El 15M no existe. Es un significante hueco. Es un cepo en el que se metió el pie a pesar de que muchos apelamos también a la inclusividad de los meses y los días. A la importancia de hacer prevalecer la fecha frente a la marca. La historia frente al relato. Nosotras ponemos el acontecimiento. Ya otros se hacen cargo de la idea.» Esta es una historia en tres tomas. Empieza un 15 de mayo, con la toma de las plazas por parte de una ciudadanía ilusionada y ambiciosa. Sigue un 15 de octubre, con la toma del Hotel Madrid y cómo aquel magnífico cuartel general para el invierno acabó convirtiéndose en escenario de la deriva de los walker, verdaderos soldados desconocidos, difuminados por la Historia. Y, finalmente, la toma de una nave industrial, en la que años después los mismos personajes intentan prolongar y hacer carne el espíritu revolucionario de las plazas. En Hotel Madrid, historia triste Rocío Lanchares Bardají se vale de la ficción para cruzar la memoria sentimental y la crónica política de un momento único, pero actualizado por el aprendizaje de lo que vino después, sin nostalgia ni cinismo. Aquí late la verdad de una generación de desclasados que, diez años después, sigue preguntándose por la posibilidad de la utopía.
Verónica Gerber Bicecci, La compañía, Pepitas de Calabaza, 18,20€
«El huésped», uno de los cuentos más célebres de la narradora Ámparo Dávila, y el proyecto La máquina estética, del pintor y escultor Manuel Felguérez, constituyen el punto de partida de La Compañía, una reescritura entre la fotonovela y el collage realizada por la artista visual mexicana Verónica Gerber Bicecci que cuenta la historia de un pueblo que ve turbada su existencia tras la inquietante irrupción en el mismo de una compañía minera. El resultado es una obra que, combinando procedimientos del arte contemporáneo intervención plástica, fotografía, diseño gráfico con recursos de carácter literario narrativa gráfica, crónica, relato, nos regala una profunda reflexión sobre las repercusiones de la minería a nivel social y medioambiental.
Daša Drndic, Leica Format, Automática, 22,50€
Leica Format es una obra brillante, compleja y caleidoscópica que aúna, en un impresionante collage, hechos reales e historias de ficción a través de un entramado de personajes y lugares que nos conducen por el mapa mental de una ciudad en decadencia. En una continua superposición de relatos, Daša Drndic nos adentra en los mundos de diferentes protagonistas, a veces destinados a cruzarse, otras obligados a quedarse solo cerca: una pianista que no recuerda su identidad llega a una ciudad y, sin saberlo, regresa a su pasado; un hospital austríaco aún conserva en secreto los experimentos de eugenesia realizados bajo el dominio nazi; un médico recala en una ciudad costera en la que verá su futuro marcado para siempre; un hombre colecciona libros de El Principito; otro está obsesionado con los nombres; una mujer busca un lugar en su ciudad, donde siempre se sentirá extranjera. Deambulando por Rijeka, entre ecos de Austria-Hungría, los años del Holocausto y los del fin de Yugoslavia, Daša Drndic arroja al lector a esta historia de historias; una obra poética y errante, una narrativa de saltos, fugas y secretos ocultos, que dialoga con algunas de las grandes obras de la tradición literaria occidental (de Pessoa a Calvino, de Sebald a Eliot, de Bernhard a Baudelaire) y da forma a una fina pieza de orfebrería en la que se entreveran los fríos datos de la investigación documental y las pulsiones de sus protagonistas.
Tor Ulven, Reemplazo, Malas Tierras, 18,90€
Reemplazo es una sinfonía en miniatura en la que los monólogos de quince personajes se funden para alcanzar lo que puede parecer una sola voz narrativa. Hombres y mujeres que recuerdan, sueñan, reflexionan, observan y hablan consigo mismos; cada uno atrapado en su cárcel respectiva trabajos de mala muerte, viajes, sexo sin salida o alcoholismo, cada uno fantaseando acerca de cómo sus vidas podrían haber resultado diferentes. Publicada en 1993, dos años antes del suicidio de Ulven, Reemplazo es la única novela que nos ha legado un autor capital dentro de las letras noruegas de la segunda mitad del siglo XX, admirado, casi reverenciado, por contemporáneos como Karl Ove Knausgård, Stig Sæterbakken o Jon Fosse, para quienes ha servido como modelo indiscutible, un narrador único capaz de captar el mundo que nos rodea con una sensibilidad solo al alcance de los más grandes.
Leonor de Recondo, Punto cardinal, Minúscula, 18,50€
«Laurent se encuentra a pocas calles de su casa. Aminora la velocidad, respira hondo. Soy Laurent, fingir. Gira a la derecha, la puerta está abierta. El coche avanza por la grava. Se detiene, tira del freno de mano y espera un poco más. En ese instante, le gustaría fundirse en el tejido sintético del asiento. Desaparecer, ya que Mathilda no está.» En el aparcamiento de un supermercado de una ciudad de provincias, Mathilda se desviste. Se quita la peluca, el vestido de seda, se desmaquilla. Pronto se volverá irreconocible. Laurent, en ropa deportiva, acaba de poner orden en su coche. Va de camino a casa para cenar con Solange, su esposa, Claire y Thomas, sus hijos adolescentes. Su vida está a punto de cambiar. Con conmovedora precisión, la delicadeza de la escritura de Leonor de Recondo los acompaña a todos por la senda de una transformación radical.
Lara Williams, Las devoradoras, Blackie Books, 22,90€
Roberta vive intentando ocupar el mínimo espacio posible. Un día conoce a Stevie, una mujer libre y peligrosa y se van a vivir juntas. Crean el Supper Club: un colectivo de mujeres cansadas de que les digan que tienen que hablar menos, comer menos, ser menos. Pero cuanto más popular se vuelve ese club, más obligada se ve Roberta a reconciliarse con la vulnerabilidad de su propio cuerpo.
Katya Adaui, Geografía de la oscuridad, Páginas de Espuma, 15€
Con trazo lírico, despojado e irónico, Katya Adaui ensaya su teoría de la paternidad: un mapa opaco en el que los seres humanos rastrean con fuerza e inteligencia cómo sobrevivir a la crianza. Pudorosos ante lo íntimo, apaciguados con los parecidos, enervados por lo familiar, esquivan los golpes, afrontan los abandonos y buscan cualquier prueba de ternura y felicidad para redimirlos.
Caroline Blackwood, La hijastra, Alba, 16€
Una mujer en su treintena escribe y firma con la inicial «J» cartas sin destinatario concreto que nunca llega a enviar. Arnold, su exmarido, le pasa una pensión todos los meses después de comprarle un lujoso apartamento con magníficas vistas en Manhattan. Allí vive con Renata, la hija que Arnold tuvo en un matrimonio anterior, además de con Sally Ann, su propia hija, y con una interna francesa llamada Monique.
Andrea Camilleri, Autodefensa de Caín, Altamarea, 10,90€
En esta obra Andrea Camilleri ofrece una visión insólita y sorprendente del primer homicida de la historia. Se trata de un Caín inventor del concepto de elección, y por tanto de la idea de responsabilidad de la que descienden las nociones, tan radicadas en la cultura occidental, de culpa y culpabilidad.
Poesía
Antonio Praena, Cuerpos de Cristo, Visor, 12€
Ha recibido, entre otros, los premios Jaime Gil de Biedma, Tiflos, José Hierro, el de la Crítica Andaluza y el Valenciano de la Crítica. Es profesor de la Facultad de Teología de Valencia, de Domuni Université y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Valencia. El 17 de abril de 2020 fallecía, a sus 48 años de edad, el amigo del poeta. Este libro habla con él. Su muerte revela una resurrección y transforma la poesía en un compromiso hacia todos los suyos, que ahora ya son todas las criaturas. Para el poeta, vivir y agradecer son lo mismo. Y la poesía, la manera de hacerlos lenguaje, existencia hablada. Más allá de una poética de la alteridad, este libro aúna vida y voz en un encuentro cósmico que abraza lo infinito cada vez que entregamos el corazón a un ser humano en su cotidianidad más humilde. El estilo de Cuerpos de Cristo consiste en un modo de escucharos, hablaros y ser vuestro. Abrazaros en la libertad del lenguaje, que es misterio.
Teatro
Gabriel Porras, Conversaciones con Alberto González Vergel, Fundamentos, 25€
Este libro estudia la extensa y rica carrera de Alberto González Vergel a través de los recuerdos y reflexiones del biografiado, lo que le otorga una viveza y autenticidad especiales. En el teatro español del siglo XX, Alberto González Vergel ha representado una auténtica renovación del concepto y práctica de lo que se conoce como puesta en escena. Su idea, diferenciada claramente de la dirección escénica tradicional, está basada en la creación, el aporte personal y la concepción de la obra desde distintas ópticas sin por ello alterar el texto original.
Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.
Ensayos
Gianfranco Pacchioni, La ciencia en la encrucijada, Traducción: Andrea Saavedra, Alianza Editorial, 11,30€
La vertiginosa aceleración que en la vida del hombre ha supuesto la generalización de las nuevas formas de comunicación global, especialmente internet, no ha podido dejar de verse reflejada también en el ámbito de la ciencia. Pero si este cambio ha supuesto ventajas innegables, también es cierto que ha llevado aparejada en el mundo de la investigación científica una distorsión preocupante y perversa en forma de despiadada competitividad que no deja espacio a la reflexión, la originalidad y el riesgo, una continua y angustiosa carrera por la publicación, la desaparición del tiempo para abordar temas complejos, etc. La que antes era actividad apasionada de unos pocos elegidos ha pasado a ser un abarrotado universo de profesionales con pocas ideas y sin valores éticos en común. Historia de un recorrido individual que permite apreciar de primera mano estas transformaciones, en este libro Gianfranco Pacchioni quiere detenerse y llamar la atención sobre lo que representa hoy una encrucijada decisiva para la ciencia.
Edmund Wilson, Hacia la estación Finlandia, Traducción: Aurora Echevarría, Debate, 24,90€
En este relato repleto de romance, idealismo, intriga y conspiración, historia intelectual a gran escala, Edmund Wilson rastrea las ideas revolucionarias que dieron forma al mundo moderno desde la Revolución francesa hasta la llegada de Lenin en 1917 a la estación de Finlandia en San Petersburgo. Es una crónica viva y de gran envergadura a la que subyace una idea singular y capaz de cambiar la historia: que es posible construir una sociedad basada en la justicia, la igualdad y la libertad. Anarquistas, socialistas, nihilistas y utópicos cobran vida en estas páginas, y sus ideas permanecen tan provocadoras y relevantes hoy como lo fueron en su tiempo.
Philipp Blom, Lo que está en juego, Traducción: Daniel Najmías, Anagrama, 18,90€
En este nuevo libro Philipp Blom escruta la situación social, y lo que observa no es muy halagüeño: estamos situados ante el abismo en varios frentes, de los que tal vez el más alarmante y acuciante sea el relacionado con el cambio climático. Para saber cómo proceder, Blom analiza cómo reaccionaron las diversas sociedades ante la llamada «Pequeña Edad de Hielo» de los siglos XVII y XVIII, y su conclusión es que no todas supieron o pudieron adaptarse igual de bien al cambio del clima.
Tenemos también otros frentes abiertos: la sociedad de consumo genera una creciente desigualdad, las clases medias tienden a diluirse, los robots y la inteligencia artificial hacen prescindibles muchos puestos de trabajo. Y en el ámbito político ganan posiciones los partidarios de un capitalismo sin cortapisas que buscan defender sus privilegios, y emergen populismos de cariz autoritario, mientras la verdadera democracia queda arrinconada…
El mundo surgido de la Ilustración –libertad, justicia, democracia– está en peligro. La buena noticia, nos dice Blom, es que aún estamos a tiempo de revertir todos estos males. Este libro valiente y necesario pretende ayudar a detectarlos y proporcionar instrumentos para reaccionar, para virar el rumbo antes de que colisionemos.
Valerie Trouet, Escrito en los árboles, Traducción: Pedro Pacheco, Crítica, 20,90€
Desde que somos niños nos enseñan que para descubrir la edad de un árbol solo tenemos que contar los anillos de su tronco. No obstante, desconocemos que en los árboles también se hallan las pistas para comprender las complejas interacciones entre la naturaleza y las personas a lo largo de la historia.
Valerie Trouet nos lleva desde las remotas aldeas africanas hasta los radiactivos bosques rusos para ofrecernos una mirada privilegiada acerca de las aplicaciones de la ciencia que estudia los anillos de los árboles. Combinando ciencia, historia cultural y diarios de viaje, la autora analiza los peligros naturales y artificiales que han quedado grabados en los anillos de crecimiento para comprender las dinámicas climáticas que han influido en las civilizaciones humanas durante los últimos dos milenios. Y esto lo hace a través de curiosos relatos en los que aparecen piratas, faraones, marcianos, samuráis y Gengis Kan, que se entrelazan hábilmente para desvelar los claros vínculos entre los humanos y los árboles.
Trouet nos deleita con su dedicación al estudio de los árboles, disciplina que la llevado a descubrir paisajes austeros y hermosos por todo el mundo, y ha permitido a los científicos encontrar respuestas sobre los misterios de la Tierra y sus habitantes humanos que no podrían conocerse de ningún otro modo.
Carl G. Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos, Traducción: Maria Rosa Borràs, Seix Barral, 21,50€
En la primavera de 1957, cuando contaba ochenta y un años, Carl Gustav Jung emprendió el relato de su vida con la ayuda de su colega y amiga Aniela Jaffé. Pero en estas memorias las anécdotas se ponen al servicio exclusivo de su concepción del inconsciente y del hombre. No se recogen encuentros con otras celebridades ni se pronuncian discursos sobre el curso del mundo. En estas páginas conoceremos los años de formación, su ambivalente relación con Freud, los viajes y los descubrimientos, y la gestación de su religiosidad.
Laura J. Snyder, El Club de los desayunos filosóficos, Acantilado, 29€
En el siglo xix, cuatro hombres, tras descubrir en la Universidad de Cambridge su pasión compartida por el progreso científico, deciden reunirse los domingos por la mañana para hablar del estado de la ciencia en Gran Bretaña y en el mundo. Inspirados por el gran político y reformador científico Francis Bacon, los miembros del Club de los desayunos filosóficos aunaron fuerzas para promover una nueva revolución científica. William Whewell, Charles Babbage, John Herschel y Richard Jones, investigadores de prestigio que llevaron a cabo importantes descubrimientos en distintos ámbitos, fueron los últimos filósofos naturales, que no sólo estuvieron a la vanguardia de la modernización de la ciencia, sino que engendraron una nueva especie: el científico. La historiadora Laura J. Snyder explora en este deslumbrante ensayo las motivaciones políticas y religiosas, las amistades y enemistades, y la sed de conocimiento y de poder que impulsaron a estos extraordinarios hombres, protagonistas de una auténtica revolución intelectual.
Anderson Araujo, Estetas fascistas y antifascistas, Guillermo Escolar, 10€
En el ambiente general de totalitarismo que rodea la Guerra Civil sobresalen cuatro escritores que, cada uno a su modo, contribuyeron a la política cultural del momento y coincidían en el alto grado de intransigencia de sus posturas: Ernesto Giménez Caballero, José María Pemán, Ezra Pound y Virginia Woolf. Por mucho que sus filosofías políticas se contrapusieron, juntos representaron una de las muestras más influyentes de la intelligentsia modernista. A su vez, también disfrutaron de un acceso privilegiado a las más altas esferas del poder en la España, Italia e Inglaterra del momento. Este ensayo contrapone algunas obras de estos autores, que ocupan espacios liminares entre el arte y la propaganda. Considerando el fascismo como una hoja de ruta teórica y retórica, el libro realiza un estudio comparativo cuyo principal objetivo es examinar espacios tradicionalmente descuidados por el estudio literario del modernismo.
Mariano Fazio, Contracorriente… hacia la libertad, El buey mudo, 14,90€
El libro que el lector tiene entre sus manos aborda una temática profundamente inglesa, pero a su vez tiene un alcance universal. Los tres autores estudiados —Moro, Newman y Chesterton— son ingleses hasta los tuétanos. Uno sufrió martirio por su defensa de la fe católica; los otros dos se convirtieron a ella. Los tres amaron a su patria tiernamente, y los tres sufrieron la persecución, discriminación o calumnias por parte del poder político o de la tradición cultural dominante. Por eso, los tres navegaron contracorriente porque entendieron que lo más digno en el hombre, lo que lo hace feliz y supremamente libre, es ser leal a lo que en una conciencia bien formada se presenta como la verdad. Hoy podríamos afirmar que la corriente cultural dominante implica en muchos casos ir contracorriente. Pero contracorriente hacia la libertad.
Historia
Robert Graves, Lawrence y los árabes, Traducción: Juan Antonio Gutiérrez-Larraya, Península, 19,90€
La biografía imprescindible de T. E. Lawrence, que se convirtió en un clásico de la literatura.
Publicada originalmente en 1927, Lawrence y los árabes es la primera biografía de T. E. Lawrence. Basándose en los relatos escritos de Lawrence, y en un minucioso intercambio epistolar con él, Graves construye un retablo preciso y fascinante de la peripecia vital de un personaje singular y la historia de un pueblo y unos parajes de perenne actualidad.
Teresa María Ortega y Ana Cabana, «Haberlas, haylas». Campesinas en la historia de España en el siglo XX, Marcial Pons, 29€
Siempre se ha sabido que están, que importan, que el trabajo en el campo y la vida en el medio rural contemporáneo no se explican sin ellas. Pero entre esta percepción y el reconocimiento en los libros de historia media un abismo. El rigor académico del análisis histórico y la perspectiva de género sustentan la presente publicación que ofrece una visión plural sobre el protagonismo de las mujeres rurales. Porque haberlas, haylas y son muchas y muy diferentes: campesinas, jornaleras, propietarias, artesanas…, y todas ellas dignas de figurar en un relato historiográfico que se precie de ser integrador y sustentable.
John Keegan, Secesión, Turner, 28€
Una perspectiva internacional, desde la visión imparcial de un historiador extranjero. Para un historiador militar, incluso si se trata de uno de los más prestigiosos del mundo, como sir John Keegan, no resulta fácil decir algo nuevo sobre la Guerra de Secesión, la guerra civil estadounidense. Otros eminentes especialistas, como Bruce Catton, Shelby Foote y James McPherson, han narrado la crónica de este enfrentamiento civil analizándolo con todo detalle. Keegan analiza a fondo la influencia que tuvo este conflicto bélico en las técnicas militares europeas. La Guerra de Secesión inauguró un estilo de guerra que presagiaba la peor clase de males para los pueblos incapaces de mantener a raya a un conquistador, como se vería 75 años más tarde, con las campañas de Hitler en el este de Europa. Una historia magistral que cubre el vacío de la bibliografía en español sobre la Guerra de Secesión.
Laura Sancho, El nacimiento de la democracia, Ático de los libros, 22,50€
En este libro, Laura Sancho, catedrática de Historia Antigua, recrea el apasionante periplo de Atenas, desde sus orígenes a la expansión del reino de Macedonia. El nacimiento de la democracia es una obra esencial para entender nuestro pasado y lo que nos depara el futuro. Una obra esencial para entender nuestro pasado y el futuro de la civilización occidental.
Guy Debord, El nacimiento de la Internacional Situacionista, Materia oscura, 21€
Este Volumen 1 recoge el primer período de actividad de la Internacional Situacionista, que comprende desde su conferencia inaugural en Cosio d’Arroscia a la III Conferencia internacional en Londres de 1960. Estas cartas está marcadas por el intento, finalmente infructuoso, de llevar a cabo una guerra dentro del mundo de la cultura para transformar las condiciones materiales de la vida.
Anna Plantagenet, La única María Casares, Alba, 18,50€
María Casares estudió interpretación en el Conservatorio de París a pesar de sus dificultades con el idioma, que decidió aprender enseguida. Conoció a Albert Camus y mantuvo una relación sentimental con él hasta la muerte de este en 1960. Con su tenacidad y esfuerzo, se convirtió en la musa del existencialismo francés, interpretando obras de Camus, Sartre, Claudel o Jean Cocteau, entre otros. Era ante todo una mujer libre.
Otras lecturas
Rafa Vivas y Puño, Visual thinking works, Lunwerg, 21,90€
Los seres humanos hemos utilizado el dibujo desde tiempos remotos, muchas veces como una forma de expresión artística, pero también como una poderosa herramienta de comunicación.
Después de miles de años empleando imágenes para contar cosas, han surgido profesionales que quieren ir más allá y llevar el contenido visual «al siguiente nivel». ¿Qué pasaría si fuéramos capaces no solo de representar pensamiento con dibujos sino de «pensar con imágenes» y de aplicarlo a la realización de proyectos y a la organización de equipos? Los visual thinkers están convencidos del poder de lo visual y saben que si lo aprovechamos veremos una revolución imparable en nuestras organizaciones.
Rafa Vivas, referente del Visual Thinking como metodología de trabajo en nuestro país, nos introduce en este libro en este método de pensamiento creativo que arrasa en el mundo anglosajón, de forma sencilla y efectiva.
Un manual repleto de ideas para aplicar tanto al mundo profesional como a la creatividad en general. Con datos rigurosos, ejercicios prácticos y un sinfín de imágenes inspiradoras creadas por Puño, uno de los ilustradores que triunfan en Domestika (+300 mil seguidores).
Veronica O’Keane, El bazar de la memoria, Siruela, 22,95€
En este libro impactante, esclarecedor y reflexivo, la destacada psiquiatra Veronica O’Keane nos explica, a través de su experiencia terapéutica, las redes neurológicas y los procesos que intervienen en la memoria; brinda además ricas perspectivas filosóficas y literarias. Una punzada de tristeza, un suspiro de pesar, el ímpetu del amor, el entumecimiento que produce la pérdida; los recuerdos tienen el poder de conmovernos, a menudo cuando menos lo esperamos, señal del complejo proceso neuronal que actúa tras los bastidores de nuestra vida cotidiana. Un proceso, además, que nos conforma y nos construye al filtrar el mundo que nos rodea, moldear nuestro comportamiento y alimentar nuestra imaginación. Veronica O’Keane ha dedicado muchos años a observar el modo en que memoria y experiencia se entretejen. A partir de las conmovedoras historias de sus pacientes, e involucrando a conocidos escritores, la autora explica las últimas investigaciones neurocientíficas para resituar nuestra comprensión del extraordinario rompecabezas que es el cerebro humano. Se pregunta, entre otras cosas, por qué los recuerdos nos producen una sensación tan real, de qué modo están vinculadas a ellos nuestras sensaciones y percepciones, por qué el lugar es tan importante para la memoria, o si existen recuerdos «verdaderos» y «falsos». Y, por encima de todo, ¿qué sucede cuando el proceso de la memoria se ve alterado por la enfermedad mental? El rigor y la diversidad de datos y referencias que confluyen en este volumen hacen de él un auténtico bazar que nos invita a rebuscar y descubrir en él las revelaciones más asombrosas y también, en el mejor sentido, inquietantes.
Andrés di Tella, Cuadernos, Caballo de Troya, 15,90€
Cuadernos recoge la sabiduría del Andrés Di Tella cineasta, pero sobre todo confirma al escritor que siempre estuvo allí, llenando las hojas de cosas vistas y oídas, de aquello que no sabría decir de otra manera. Un libro de aprendizaje constante, asaltado por toda clase de personajes y conversaciones inspiradoras; el testimonio de alguien que ha sabido ser testigo privilegiado para después, en cada página, venir a ensancharnos generosamente el mundo.
Walter Isaacson, El código de la vida, Traducción: Inga Pellisa y Luis Jesús Negro, Debate, 25,90€
Hay una revolución en marcha, una tecnología prodigiosa que nos va a permitir curar enfermedades, derrotar virus y tener hijos más sanos. A su cabeza está la reciente premio Nobel Jennifer Doudna y sus colegas, protagonistas del nuevo libro de Walter Isaacson.
Aunque su profesor de instituto le advirtió que las niñas no podían ser científicas, su búsqueda apasionada de los mecanismos ocultos de la vida y su voluntad por convertir descubrimientos en inventos llevaron a Jennifer Doudna a participar en el avance más importante en el ámbito de la biología desde el descubrimiento de la doble hélice del ADN. Con su equipo, transformó una curiosidad de la naturaleza en una herramienta que cambiará el rumbo del ser humano. El CRISPR, una técnica fácil de usar que permite modificar el ADN, lo que abre un mundo nuevo de milagros médicos pero también de cuestiones morales.
El desarrollo del CRISPR (y la carrera por encontrar la vacuna del coronavirus) acelerarán nuestra transición a la siguiente gran revolución. Los últimos cincuenta años han sido una era digital basada en el microchip, el ordenador e internet. Ahora comienza la revolución de las ciencias de la vida. A los estudiantes de código digital se les unirán los que estudian el código genético.
¿Deberíamos usar nuestras nuevas capacidades para hacernos menos vulnerables a los virus? ¿Y para prevenir la depresión? ¿Deberíamos aceptar que las familias que se lo puedan permitir mejoren la constitución física o la inteligencia de sus hijos? Tras dirigir el equipo que descubrió la tecnología CRISPR, Doudna ha liderado los debates en torno a estas cuestiones morales.
Kyo Maclear, Los pájaros, el arte y la vida, Traducción: Carles Andreu, Ariel, 16,90€
Para Vladimir Nabokov fueron las mariposas. Para John Cage, las setas. Para Sylvia Plath, las abejas. Son muchas las personas creativas que han encontrado en la naturaleza esa pasión que puede nutrirnos y repararnos de nuestro día a día.
Un invierno, Kyo Maclear se sintió perdida. Poco antes, su padre había enfermado. Ella ya no se veía capaz de escribir, y el trabajo no aportaba sentido a su vida. Pero entonces conoció a un músico apasionado por los pájaros que le demostró cómo, a través de la observación de las aves, podía conseguir que sus preocupaciones se desvanecieran. Kyo acompañó al músico durante un año en sus expediciones ornitológicas. Los sonidos de los pájaros le recordaban la necesidad de levantar los ojos y contemplar el mundo, de agudizar el oído. Empezó a apreciar los espacios naturales de las ciudades donde vivimos, descubrió que esos momentos la ayudaban a conseguir una vida plena y a superar la ansiedad. Esta es la historia de una recuperación a partir de aquello que muchas veces pasa desapercibido.
Un libro intensamente inspirador sobre cómo nuestras pasiones nos definen, sobre la maravillosa desconexión de la rutina que nos regalan nuestras aficiones y sobre la reconexión con uno mismo. Una meditación íntima y delicada acerca de la creatividad y la vida, que se lee como una guía práctica de todas las cosas pequeñas pero constantes y significativas.
Carmen Estrada, Odiseicas, Seix Barral, 20,50€
La mayoría de las adaptaciones y recreaciones de la Odisea se han centrado en el héroe, en el viaje de Ulises. Esto ha afectado a la imagen que tenemos de los personajes femeninos, que han llegado hasta el siglo XXI convertidos en estereotipos del imaginario popular que nada tienen que ver con unas mujeres dotadas de una personalidad muy definida. Odiseicas ofrece una apasionante aproximación a estos personajes femeninos que, con su comportamiento y sus cualidades, desafiaron el rol que se esperaba de ellas en una sociedad patriarcal y misógina.
Iñaki Piñuel, Mi jefe es un psicópata, Esfera de los libros, 19,90€
Camuflados bajo un aspecto encantador y un halo de falsa eficiencia, una nueva raza de psicópatas integrados está alcanzando el poder en las organizaciones. Dotados de un narcisismo extremo y de una formidable capacidad de manipular a los demás de mil maneras para conseguir sus fines, son capaces de usar a la gente sin tener el más mínimo problema de conciencia, destruyendo a todos a su paso.
El doctor Iñaki Piñuel analiza en este libro el funcionamiento típico de los psicópatas integrados en las organizaciones, sus métodos, estrategias y modus operandi. Describe las circunstancias bajo las cuales las personas normales pueden psicopatizarse de forma insidiosa. También ofrece claves esenciales para detectar, confrontar y contener a los jefes psicópatas y así evitar caer víctimas de sus procesos destructivos.
Si no los detectamos a tiempo, estamos destinados a convertirnos en sus víctimas.
Stephen Johnson, Cómo Shostakovich me salvó la vida, Antoni Bosch, 12,50€
Stephen Johnson, compositor, dirige en la BBC un programa de música clásica y explora en este texto cómo la música de Shostakovich se fue gestando bajo la época del Terror de Stalin, y cómo logró dar forma a los miedos y esperanzas de un pueblo castigado por la guerra y la historia. Johnson escribe sobre el poder terapéutico de la música para quienes padecen desórdenes mentales y cuenta cómo la música de Shostakovich le insufló a él mismo una fuerza insospechada en su lucha contra el trastorno bipolar. El texto enlaza episodios autobiográficos con entrevistas realizadas a músicos rusos coetáneos de Shostakovich y con reflexiones sobre la particular lectura que hace Johnson de filósofos, psicoanalistas y neurólogos, hasta dibujar ante nosotros una imagen profunda y convincente de cómo la música concebida por una persona encierra el hechizo que permite salvar la vida de otra persona.
Jonathan Rowson, Las jugadas que importan, Turner, 21,90€
Se ha considerado durante mucho tiempo una metáfora de la guerra o de los negocios, pero es aún más potente aplicada a la vida cotidiana. Jonathan Rowson ha sido gran maestro de ajedrez y en estas páginas desvela los secretos que este juego le ha enseñado sobre la vida. Reflexiona sobre sus retos y alegrías, sobre lo que significa amar, pensar o preocuparse profundamente, y también sobre los conflictos e incertidumbres del mundo actual. El relato revela nuestra enorme interdependencia y se convierte en un elogio de la gente que nos rodea.
Juan Malpartida, Mi vecino Montaigne, Fórcola, 21,50€
El poeta, ensayista y narrador Juan Malpartida, en este libro singular, se introduce en la vida y en la obra del gran escritor francés Montaigne, siendo fiel a la premisa misma del ensayo: probar. En su visita a la torre de este peculiar vecino, el autor dialoga implícita o explícitamente con otros lectores de Montaigne Azorín, Ortega y Gasset, Jorge Edwards, Marc Fumaroli o Jean Starobinski, construyendo así un ensayo narrativo sobre el arte de ensayar, realizado desde dentro, desde el desafío continuo que supone la alianza de la reflexión y la recreación.
Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.
Novela
María Folguera, Hermana. (Placer), Alianza Literaturas, 16€
Esta es la historia de una amistad de diez años, de los veintiséis a los treinta y seis, pero podría ser la fábula del rizoma y la mariposa: la protagonista se hunde en el arraigo -vive en la casa familiar, tiene una hija, escribe-, mientras su amiga es actriz, cantante, torbellino de photocall y planea irse por enésima vez, huir de Madrid, a Texas quizá. También es la historia de un empeño: la narradora escribe la «Enciclopedia de los Buenos Ratos de las Escritoras», una obra que conseguirá hablar de placer. Se acabó el martirologio, se acabaron los dramas y el sacrificio como única versión disponible. «Hermana. (Placer)» está basado en hechos reales, pero ficciona y fantasea. La autora indaga sobre lo que callaron algunas escritoras que admira: Elena Fortún, Rosa Chacel, Matilde Ras, Carmen Laforet, María Lejárraga, o Teresa de Jesús. Sus textos, escritos desde la represión, la ambigüedad, el menudísimo goce o la duda, la ayudaron en aquella primavera de 2020, cuando su amistad se miró a la luz de una rotura inesperada.
Naoko Abe, El hombre que salvó los cerezos, Traducción: Juan Manuel Salmerón, Anagrama, 21,90€
En Japón cada primavera la floración de los cerezos es una fiesta de los sentidos, y todo un símbolo de la cultura del país. Lo que casi nadie sabe es que si hoy sigue vivo ese patrimonio de la humanidad es gracias a un inglés llamado Collingwood Ingram, cuya historia nos descubre este libro.
Ingram, hijo de una familia rica, se interesó en su adolescencia por la ornitología, y el entusiasmo lo llevó a viajar a Japón para escuchar el canto de los pájaros de aquellos parajes. Con el tiempo fue abandonando la pasión ornitológica y la sustituyó por la horticultura, y en el país asiático quedó fascinado por las múltiples variedades de cerezos, de las que se calcula que había unas doscientas cincuenta. Cuando en 1919 se instaló con su familia en Kent, descubrió alborozado que en el jardín de la casa había dos espléndidos cerezos japoneses, que cultivó con mimo.
En 1926 emprendió un nuevo viaje a Japón en busca de esos árboles y descubrió alarmado que, debido a la occidentalización y modernización del país y a la decisión de apostar por una única variedad clonada, se estaba perdiendo la riquísima diversidad de cerezos japoneses, incluido el espectacular Taihaku o «gran blanco». Ingram dedicó su vida a salvaguardar esos árboles y a proteger la tradición de la sakura (palabra japonesa para referirse al cerezo en flor) hasta su muerte, ya centenario, en 1981.
Garth Greenwell, Pureza, Traducción: Inga Pellisa, Literatura Random House, 19,90€
En la ciudad de Sofía se respiran los agitados aires de una democracia apenas estrenada. Por sus calles desfilan jóvenes estudiantes con canciones y proclamas a la conquista de nuevas libertades, mientras los viejos edificios socialistas se deterioran lentamente. En medio de esta atmósfera efervescente, Garth Greenwell da voz a un profesor estadounidense que ha logrado hacer de Bulgaria su hogar. Al principio de la novela nuestro protagonista acaba de separarse de R., el único hombre al que ha amado con un sentimiento de pureza que ni siquiera creía posible. En esta nueva etapa de su vida, una serie de encuentros con estudiantes, otros escritores como él o amantes esporádicos ponen de manifiesto nuevas formas de intimidad, poder y deseo que le enfrentarán a sus cicatrices.
La aclamada segunda novela de Greenwell podría leerse como un libro de relatos o como una delicada sinfonía en tres movimientos. Con su habitual prosa sensual y detallada, Greenwell consigue plasmar sobre el papel los extraños dialectos del erotismo y el deseo en un texto de una fuerza extraordinaria, afianzando su posición como uno de los escritores que mejor indagan en los complejos resortes de la naturaleza humana.
Fernando Costilla, Eliminados, Alianza de Novelas, 18€
Javi, Rocío, Charli y Toño son amigos desde la infancia, y hay una cita a la que nunca faltan: el Mundial de Fútbol. No importa el momento: ya sea en el colegio, el instituto, la facultad, el trabajo… cada cuatro años vuelven a reunirse con la esperanza de ser, al fin, campeones del mundo. Aunque con el paso del tiempo se van distanciando, la promesa de ver los partidos juntos se mantiene inquebrantable, en el fondo como una excusa para reencontrarse; y un ardid de Fernando Costilla para hilar una historia, a la vez costumbrista y apasionada, que arranca en el año 1978 y culmina con los festejos por la victoria de España en el Mundial de Sudáfrica de 2010.
Fernando Costilla ha construido una narración repleta de imágenes sobre nuestro pasado más reciente; un relato coral en el que cada uno de los protagonistas tiene una marcada voz propia: cuatro voces que juntas se transforman en el estribillo, a menudo pop, de esa generación nacida en los años setenta, generación muchas veces perdida por las calles de una gran ciudad, y para Eliminados son las calles de Madrid, quinta protagonista de la novela. En este ambiente de barrio, de clan, casi de gueto, que desprende la historia, se mueven estos personajes marcados por el tiempo que les ha tocado vivir, un tiempo donde cuatro años, los que transcurren entre campeonato y campeonato, pueden ser un auténtico mundo. Eliminados es una historia que nos habla de amistad, de amor, de fidelidades y traiciones, pero también es un relato sobre las oportunidades perdidas, las decepciones, las desilusiones y las ausencias con las que vamos cargando a lo largo de la vida. La novela de Costilla es un viaje a la madurez y a la aceptación del paso del tiempo, de superar la derrota y seguir caminando hacia el futuro.
C.J. Tudor, La otra gente, Plaza & Janés, 20,90€
Mientras conduce hacia casa una noche, Gabe ve aparecer la cara de una niña en la ventanilla posterior del viejo coche oxidado que tiene delante. Solo pronuncia una palabra: «Papá». Es su hija de cinco años, Izzy. Nunca la vuelve a ver.
Tres años después, Gabe pasa sus días y sus noches recorriendo la autopista en busca del automóvil que se llevó a su hija, negándose a perder la esperanza aunque la mayoría de la gente crea que Izzy está muerta.
Fran y su hija, Alice, también han hecho muchos kilómetros por la autopista. No buscan. Huyen. Tratando de mantenerse un paso por delante de quienes quieren hacerles daño.
Porque Fran conoce la verdad. Sabe lo que realmente le pasó a la hija de Gabe. Sabe quién es el responsable. Y sabe lo que les harán si alguna vez las alcanzan…
Laurent Petitmangin, Lo que falta de noche, Traducción: María Lidia Vázquez, Literatura Random House, 16,90€
El hombre que narra esta historia perdió a su mujer y ha criado a sus dos hijos lo mejor que ha podido. Son dos chavales buenos y educados que quieren a su padre tanto como él a ellos, aunque no lo expresen a menudo. Comparten la afición por el futbol, los recuerdos sobre su madre y el orgullo humilde de clase trabajadora. Hasta que de repente el mayor habla cada vez menos, se aleja de su padre y empieza a codearse con jóvenes de extrema derecha.
Con la sensibilidad frágil y profundamente humana de quién no tiene herramientas para expresar cómo se siente, asistimos al relato de un amor imperfecto entre un hijo y un padre que no sabe cómo evitar que su chico se llene de odio. ¿Por qué alguien con la vida por estrenar puede contener tanta furia? ¿El amor de un padre puede perdonarlo todo?
Esta historia inolvidable se hace las preguntas adecuadas, las que más duelen y las que escapan a una respuesta fácil. Seleccionada como el mejor libro del año por los estudiantes franceses, resuena con fuerza en un mundo estupefacto ante el auge del odio y la incomprensión.
M.C. Beaton, Agatha Raisin y la quiche letal, Salamandra, 17€
Agatha Raisin se lía la manta a la cabeza y decide marcharse de Londres para saborear las mieles de una jubilación anticipada en un tranquilo pueblo de los Cotswolds, donde no tarda en aburrirse como una ostra. Desplegar su talento para la alta cocina en el concurso gastronómico de la parroquia tendría que convertirla, por fuerza, en una celebridad. Sin embargo, al primer bocado de su exquisita quiche, el juez del concurso cae desplomado y Agatha se ve obligada a confesar la amarga verdad: la quiche letal era comprada. No hay más que una solución para que la perdonen: meterse en harina y desenmascarar ella misma al asesino.
Berna González Harbour, El pozo, Destino, 18,50€
Greta Cadaqués, una reportera de televisión, es enviada a cubrir el caso de una niña que ha caído en un pozo a las afueras de Madrid. Mientras no deja de pensar en un juicio al que tiene que asistir como jurado popular, su cámara, Juan Quatremer, y su jefe, un hombre ávido de audiencia, la apremian a sacar a la luz todos los detalles del caso del que el país entero está pendiente. Aunque pronto descubrirá que las intenciones de ambos hombres son muy distintas: Juan pretende cubrir el suceso de la forma más rigurosa posible, pero su jefe la coaccionará para que consiga las exclusivas más impactantes, aunque eso signifique difundir noticias falsas. Greta deberá enfrentarse a una encrucijada personal y profesional que la llevará a cuestionarse el papel de los medios de comunicación y los límites éticos de su trabajo.
Un thriller que reflexiona sobre el mundo del periodismo y critica ferozmente el sensacionalismo mediático a partir de la recreación ficcionada de un caso que monopolizó la atención mediática española.
Curzio Malaparte, Kaputt, Galaxia Gutenberg, 21€
Coincidiendo con el inicio de la ofensiva alemana contra Rusia, Curzio Malaparte empezó a escribir «Kaputt», obra con la que pretendía recoger el testimonio de su experiencia como corresponsal de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Teje una sobrecogedora obra literaria sobre la realidad, salvaje y grotesca, de la guerra en el frente.
Fernando J. Múñez, Los diez escalones, Planeta, 21,90€
Reino de Castilla, 1283 d. C. Alvar León de Lara, cardenal de la curia, vuelve a petición de su antiguo mentor a la abadía que fue su hogar, que abandonó veinte años atrás con el alma rota por un amor imposible. Su maestro desea revelarle algo que cambiará el curso de la cristiandad.
Sin embargo, la llegada de Alvar desencadenará la tragedia: enigmas tras puertas ocultas, crímenes inexplicables, símbolos que conducen a pistas y pistas que conducen a trampas. Un descenso vertiginoso que le enfrentará a la mujer que desgarró su corazón, a la intransigencia de los cobardes, a la lucha por mantenerse entre los vivos y, finalmente, a los Diez Escalones.
Anne Enright, La actriz, Traducción: Rubén Martín, Seix Barral, 19,50€
Esta es la historia de la leyenda del teatro irlandés Katherine O’Dell: sus inusuales comienzos; su estrellato temprano en Hollywood y ya en la madurez, sus altibajos en Dublín y en el West End de Londres. La vida de Katherine es y ha sido siempre una gran actuación, con su hija Norah mirando desde las bambalinas. Pero esta historia de amor entre madre e hija no puede sobrevivir al pasado de Katherine o al daño que le inflige el mundo. La fama se convertirá en infamia cuando Katherine decida cometer un extraño crimen e inicie un imparable descenso a los infiernos.
Federica De Paolis, Las imperfectas, Traducción: Maribel Campmany, Planeta, 20,90€
Anna está interpretando un papel, pero no lo sabe. O tal vez no quiere saberlo, porque entonces tendría que preguntarse quién es realmente y qué quiere de la vida. Tiene dos hijos maravillosos, y Guido, su esposo cirujano plástico, acaba de ser nombrado jefe de Villa Sant’Orsola, la clínica privada familiar, por Attilio, el padre de Anna, quien haría cualquier cosa por su amada hija.
Así que ¿qué va mal? La verdad se revela cuando la familia se ve envuelta en un escándalo: los dos cirujanos están acusados de haber implantado prótesis dañadas. El matrimonio aparentemente perfecto de Anna y Guido salta por los aires, y todo comienza a derrumbarse a su alrededor como una avalancha implacable.
Mentiras, traición, engaño: todos los personajes de este drama burgués guardan un secreto. Nadie es quien parece.
Juan Ramón Lucas, Agua de luna, Espasa, 19,90€
No es tu dolor el que quiero causar. Eres, como yo, una víctima, pero tu muerte te trasciende a ti, como el hecho de matarte lo hace conmigo. Eres el precio de un crimen que te sobrepasa…
Sin apenas darse cuenta, la joven Greta, aspirante a actriz, se ve envuelta en un terrible secreto que rompe con toda su vida presente y amenaza a su propia familia.
Cuando desaparece, Julio Noriega, su padre, inicia un viaje en paralelo al de ella, que llevará a ambos a un territorio de frontera entre el bien y el mal, la verdad y la mentira. Un universo tan cercano como peligroso y desconocido en el que se entrelazan el dolor y la esperanza. Un mundo al revés lleno de ángeles y demonios.
Desvelará ese secreto aunque tenga que ponerse en manos de asesinos. Aunque tenga que desafiar al hombre tranquilo.
Lucía Puenzo, Los invisibles, Tusquets, 18€
Misterio, contrastes sociales y dolor en una novela en la que la infancia y el mundo de los adultos aparecen enfrentados.
Para Guida, guardia de seguridad en urbanizaciones de lujo, Ajo, la Enana e Isamel son rápidos, sigilosos, avispados, los mejores entrando y saliendo de las casas sin dejar rastro —como si fueran invisibles—. El vigilante ya les ha encargado algunos trabajitos menores, pero quizás haya llegado el momento de ofrecerles algo de mayor envergadura, un golpe más lucrativo que sus muchachos no puedan rechazar. La promesa de un dinero aparentemente fácil obliga a los chicos a aceptar la misión. Sin embargo, nadie les advierte de la posibilidad de que todo se tuerza.
Anne Cathrine Bomann, Agathe, Traducción: Victoria Alonso, Anagrama, 17,90€
Las afueras de París, 1948. Un psiquiatra de setenta y un años, a punto de jubilarse, se dispone a recibir las últimas visitas que le ha concertado Madame Surrugue, su fiel secretaria durante más de tres décadas. El anciano ha llevado una existencia metódica, rutinaria y aislada, sin abandonar nunca la casa de su infancia. Ha estado siempre tan encerrado en sí mismo que ni siquiera sabe nada de la vida privada de su secretaria, tras años y años viéndola todos los días laborables. También evita cualquier complicidad con sus vecinos, a los que elude, y por supuesto con sus pacientes, cuyos problemas matrimoniales le aburren tanto que, últimamente, mientras los escucha dibuja pajarillos en lugar de tomar notas.
Entre las últimas visitas, sin embargo, la fiel secretaria ha añadido una no programada: la de una mujer alemana llamada Agathe, con problemas psiquiátricos previos y una vida envuelta en misterio. La cita desestabilizará el ordenado mundo del viejo psiquiatra. El soplo de lo imprevisible se colará en su vida y lo cambiará para siempre, si es que todavía está a tiempo de cambiar…
Anne Cathrine Bomann debuta con esta novela tan contenida y breve como arrebatadoramente hermosa y emocionante. Una obra que habla de soledades, traumas, indecisiones y miedos, de aislamiento y empatía, del pasado que nos persigue y de segundas oportunidades… Todo ello a través de unos personajes construidos con extrema sutileza y una prosa depurada y exquisita. El texto avanza en capítulos breves, escuetos, que van envolviendo al lector en esta historia inolvidable.
Pablo d’Ors, El olvido de sí, Galaxia Gutenberg, 22,50€
Narra la atribulada y sobrecogedora historia de Charles de Foucauld (1858-1916), un aristócrata francés convertido al cristianismo gracias a la fe y devoción que vio en el Islam. Fascinado por este deseo de abajamiento, Pablo d Ors se mete en la cabeza y en el corazón de este extravagante personaje. El resultado es una de las novelas más intensas y portentosas de las últimas décadas en lengua española.
Poesía
Else Lasker-Schüler, Un viejo tapiz tibetano, Traducción: Jenaro Talens, Galaxia Gutenberg, 11,50€
Tu alma, que ama a la mía,
se entreteje con ella en un tapiz del Tíbet.De haz en haz, con colores de amor,
un cortejo de estrellas a lo largo del cielo.Descansan nuestros pies en el tesoro
de una malla de mil y mil anchuras.Dulce hijo del Gran Lama en el trono de almizcle,
¿durante cuánto tiempo tu boca besará la mía
y mejilla contra mejilla hará un tejido multicolor
de horas?
Guillermo Molina Morales, Mar caníbal, Pre-Textos, 13€
Galardonado con el IX Premio Internacional de Poesía Claudio Rodríguez y el XI Premio Internacional de Poesía Joven Antonio Carvajal. Durante cuatro años vivió en Trinidad y Tobago. En la actualidad, se desempeña como docente e investigador en el Instituto Caro y Cuervo (Bogotá).
Teatro
Javier Gomá Lanzón, Un hombre de cincuenta años, Galaxia Gutenberg, 17€
En la trilogía el protagonista es siempre un huérfano en torno a los cincuenta que, en determinado momento, sostiene un diálogo con el espectro de su padre difunto. Las obras exploran ese elemento común por medio de géneros distintos: el monólogo, la comedia moral y la tragedia. Las dos primeras ya habían sido publicadas, la tercera es inédita, y las tres se reúnen aquí por primera vez, precedidas por «Sucio secreto».
Curiosidades
Juan José Revenga, Muerte en Medellín, Luciérnaga, 16,95€
Esta obra arranca con el final del libro anterior del autor: La última bala. El mismo protagonista, el personaje novelado Richard Corbin, da vida al alter ego que utiliza el autor, una vez más, para narrar situaciones que no se pueden contar actualmente, y tal vez nunca. De su mano descubriremos los detalles de las tramas secretas del poder, donde se mueven miles de millones de dinero en el mundo y que son utilizados por los principales gobiernos y delincuentes internacionales para el blanqueo de capital.
Los hechos y personajes que se desgranan en el libro son reales, sin embargo, nos parecerán ficticios por lo increíbles que resultan. Aunque ya sabemos que muchas veces la realidad supera la ficción, en este caso lo es hasta límites insospechados. Y la realidad es que el mundo se mueve según leeréis aquí, creando unas oportunidades asombrosas para la delincuencia. Todos los movimientos y acciones financieras que se relatan en el libro son verdad: las trampas, engaños, timos y la supervivencia económica son nuestro día a día, situaciones que podíamos tachar de delincuencia de guante blanco, y que se refieren tanto a particulares millonarios, como a grandes capos de la delincuencia internacional o a gobiernos corruptos.
Andri Snaer Magnason, Sobre el tiempo y el agua, Salamandra, 18€
Sobre el tiempo y el agua es un ensayo narrativo profundo y convincente sobre la crisis medioambiental global y, a la vez, una íntima y desesperada súplica al mundo. Nació de una conversación con un científico puntero convencido de que son los escritores, y no los científicos, los más capacitados para hablar de uno de los asuntos más apremiantes para la humanidad. Los argumentos que esgrime son, pues, indistintamente mitológicos o científicos, anecdóticos o estrictamente morales y filosóficos. El resultado es un rico entramado de relatos de viaje, historias familiares, momentos poéticos: un libro bellísimo, a la vez que urgente.
Muy alegremente han decidido desde la ejecutiva federal del PSOE adelantar las primarias en el PSOE de Andalucía. Salvo que Paco Salazar tenga hechos los números agrupación a agrupación, lanzarse a por el cuello de Susana Díaz de forma intempestiva, cuando en el momento de mayor euforia militante se rajaron, puede ser bastante contraproducente. Aquí no hay camarlengos, ni nada por el estilo. Es una pelea de aparatos (federal vs. regional) o personas que puede acabar haciendo más daño al propio partido que alguna elección peninsular.
El PSOE es un partido peculiar y la “federación andaluza” mucho más. En Andalucía no sirve controlar cuatro o cinco agrupaciones, como sucede en regiones uniprovinciales, ni utilizar los brazos de las diputaciones provinciales, es todo eso y mucho más. Encontrar el equilibrio entre ocho provincias, cada una de ellas con su idiosincrasia y su necesidad de estar representada y mandando, no es sencillo para cualquier candidato que no esté incrustado en el aparato. A ello súmenle que hay que congraciarse con presidentes de diputaciones, de entidades comarcales, de entes autonómicos, de agrupaciones grandes y chicas, del personaje conocido en aquel lugar y del que controla en el anonimato a un buen grupo de militantes y, casi por último, los medios de comunicación y quienes ponen el dinero de la publicidad en ellos. En resumen, hacerse con el poder en Andalucía no es llegar, presentarse, hacer presión a cuatro, venderse con la persona que tiene el apoyo de la ejecutiva federal sin más. Hay que manejar bastantes variables.
Desde luego, Canal Sur jugará un papel importante en la contienda. En estos días Elías Bendodo debe estar pasándolo mal. Pensará que si no silencia (algo que le importará poco) el proceso de primarias, ¿a quién apoyar? Si apoya a Díaz puede que se encuentre a la vuelta de año y medio con una candidata potente, conocida por todo el mundo y con posibilidades de derrotar a su protegido Juan Manuel Moreno. Si apoya a Juan Espadas daría publicidad a un personaje más desconocido en el ámbito andaluz (aunque el centralismo informativo sevillano es alto) y se podría encontrar con la misma sorpresa o acabar dando publicidad a los candidatos a alcaldía de Sevilla y Junta. Lo mismo pensarán en los medios regionales, porque es más o menos lógico que la estatal apoye a Díaz –aunque sólo sea por molestar-.
Susana tiene bastantes apoyos a día de hoy. ¿Suficientes? Igual sí porque al otro lado hay mucha algarabía, muchas voces críticas pero ¿votos? Mucho militante crítico se marchó del partido cuando Pedro Sánchez no se atrevió a cazar a la sevillana cuando estaba en el punto de mira. Y que haya cansancio con la sevillana no quiere decir que se vayan a echar en brazos del alcalde Espadas. Al final muchos votos se moverán por medio de caciques y caciquillos, y estos ¿los controlan desde Ferraz? Parece que no. Con suerte se manejan bien en algunas agrupaciones grandes y en Jun. Además, Susana ya tiene un buen trecho de trabajo de campaña hecho. Lleva desde hace meses visitando pueblos y ciudades para atizar a Bonilla, pero también para cerrar apoyos. Y ahora han decidido en Ferraz lanzarse a primarias con todo el trabajo por hacer de su candidato. Por cierto ¿no se han dado cuenta que Díaz ni se ha quejado?
Si alguien piensa que desde la prensa de derechas no van a mover todo lo que puedan por la victoria de Susana es que no saben cómo funcionan. Muchos medios vivieron muy bien con la publicidad institucional de la Junta en tiempos de la condesa-duquesa de San Telmo. Hoy se lo devolverán, entre otras cuestiones, porque quieren dañar al presidente del Gobierno. Una victoria de Susana sería un bofetón al actual secretario general, el cual podría haber nombrado candidato directamente ya que el reglamento interno le faculta a ello (hacerse un Borbolla vamos), más si la excusa del adelanto electoral fuese cierta –un adelanto que no se producirá hasta que Bonilla y Marín cierren cómo se van a incluir en el PP los de Ciudadanos (ahí tienen al alcalde de Granada que camina hacia una viceconsejería) y todavía les queda-. Salvo que Salazar y el junillo hayan hecho bien sus deberes y tengan los números seguros, cualquier proceso de primarias a cara de perro puede perjudicar más al presidente del gobierno que al candidato regional. Con el añadido de que “ideológicamente” las diferencias entre Susana y Espadas son casi inapreciables. ¡Ojo! Las primarias las carga el diablo y las disparan los idiotas. Veremos…
Las elecciones madrileñas han dejado por los suelos a la mayoría de analistas. En especial a los que dicen que son de izquierdas, los cuales no suelen ser los mismos que se postulan como los más listos y los que más saben, pero casi. Contaba en el libro Las vacas negrasLouis Althusser que, tras una charla en Barcelona, se le acercó un famoso sindicalista español para contarle lo cerca que estaban de la clase trabajadora. Cuando el sindicalista se fue a otros menesteres, Althusser charló directamente con los trabajadores y le contaron que ese hombre era muy dinámico y simpático pero que, en muchas ocasiones, proponía cuestiones que a esos obreros no les interesaban. Ya en ese momento dejó por escrito el intelectual francés que uno de los déficits de la izquierda era que pretendía representar a una clase social sin escucharla en realidad. (Con esto no se entiende la acusación al bueno de Louis por parte de Ramón Espinar ayer mismo por los resultados electorales)
Althusser aprendió, después de haber sido el más metafísico de los pensadores marxistas, que la realidad es más sencilla que las propuestas más radicales o los combates imaginarios que nos muestran las izquierdas españolas. Sin ir más lejos ayer Juan Carlos Monedero calificaba de poco menos que inútiles a las personas que siendo de clase trabajadora o media habían votado por Isabel Díaz. También lo habrán visto en las palabras de más de uno y más de dos de la verdadera izquierda o el socialismo puro. Si hubiesen escuchado a las personas igual no pensarían lo mismo. En realidad, más allá de las cañas y demás mecanismos simbólicos que han dado vidilla a la campaña, hay una serie de coordenadas, en gran parte mentales, que no han sabido entender estos personajes tan listos que se distribuyen por todos los partidos.
Coordenada libertad-cañas.
La primera coordenada se puede llamar libertad-cañas por el simbolismo que expresaba. Si sólo se quedan en la palabra (todos los postmodernos de Derrida salgan por la otra puerta) pensarán que es de broma que alguien pueda vencer apelando a la libertad (de la que todo el mundo disfruta) y a las cañas sin encontrarse a la ex-pareja. Pues no es tan broma en realidad. Sobre todo si se sitúa en un contexto no sólo circunstancial de campaña electoral y no se abre más la visión.
La presidenta madrileña lleva desde que comenzó su andadura hace dos años diciendo lo mismo, no ha cambiado su discurso. Defensa de la libertad (entendida casi como libertinaje pero especialmente libertad de mercado), lucha contra el colectivismo que sitúa en las peticiones colectivas –aunque paradójicamente hace alarde nacionalista que no deja de ser un colectivo- e impuestos bajos. Siempre ha dicho lo mismo aunque ahora lo ha simbolizado en las cañas y la libertad de comercio (hasta las 11 de la noche, no piensen que volverá la noche madrileña).
¿Qué ha cambiado para que eso sirva hoy y no mañana? El contexto pandémico y la acción gubernamental. Cuando dicen que Díaz ha sido el verdadero martillo opositor del gobierno de Pedro Sánchez (más allá de cierto negarse por principio a cualquier propuesta y que los medios están madrileñizados) es cierto. Desde el gobierno se ha propuesto una cosa y la contraria decenas de veces respecto al desarrollo de la pandemia. En Madrid, con más o menos acierto, se decidió seguir una línea sustentada en sus propios expertos y la propuesta de no hundir la economía. Errada o no la acción política, apostaron por ella sin dudar. También lo han hecho en otras comunidades gobernadas por PP o PSOE y los sondeos electorales parecen darles la razón. Las personas lo primero que necesitan de su clase política es cierta seguridad y estas personas se la han dado. Un día aparecía la portavoz del gobierno diciendo que cierres para todos y al otro que no se cerraba nada.
A ello súmenle que en la Comunidad de Madrid, política errada o no, la educación concertada es un pilar fundamental –sí la clase media aspiracional prefiere ese tipo de educación- y desde el ministerio de Educación la ministra Isabel Celaá amenazó con deteriorarla –más por falta de capacidad intelectual y discursiva que por acción real-. Eso le permitió a Díaz hacerse con la bandera de la libertad de elección de colegio, lo que a ojos de muchas familias madrileñas es fundamental. Por un déficit estructural público sí, pero eso de un día para otro no se ve –y como la capacidad de comunicación de la oposición ha sido nefasta los años anteriores, pues la realidad es la que es-. Libertad para educar a los hijos en el mejor colegio que crean y libertad para comerciar y moverse por la región. Que no se detenga lo productivo, aunque no se ofrezcan ayudas a las pymes y sí a los florentinos.
Al llegar las elecciones, las cañas y la libertad (sólo se han ofrecido unos pocos ejemplos para no cansar) estaban ya simbolizadas como una acción política distinta a la del gobierno, la cual parecía dar bandazos o estaba a cazar gnomos. ¿Con una situación pandémica creen ustedes que es tiempo de leyes transgénero donde a las mujeres les cambiarán el nombre por personas gestantes como vienen proponiendo? Díaz ha sido más materialista que el gobierno por mucho millones que dicen van a colocar para activar el mercado nacional. A cambio de que todos los españoles, especialmente los de las clases populares, paguen por utilizar las carreteras. Si a eso le suman que construyó un hospital, no perfecto pero que ha servido para cumplir cierta función, como el Zendal, ad maiorem gloriam de empresarios habituales, la visión de un madrileño, por muy loca que digan que esta su presidenta, es del todo menos negativa.
Si se va a las cifras, algo que no han sabido explicar en la campaña, nos dicen que la gestión económica no ha sido mejor que en el resto de España (está al nivel de Castilla-La Mancha en porcentaje PIB); que las colas del hambre son tan cruentas como en otros lugares; que es muy caro vivir en Madrid y todo lo que ustedes quieran. No es una buena gestión numérica pero los números deben ser traslados mediante símbolos a las mentes de las personas y en la izquierda de los listos eso les cuesta porque vienen pre-programados para soltar su discurso. Si a eso se le suma que la sociedad madrileña es conservadora y ácrata a un mismo tiempo, se comprende que la acción y el discurso de Díaz encajaban mejor en el contexto existente.
Coordenada patriótica.
Ese conservadurismo popular madrileño encaja a la perfección con una cuestión más sentimental –ahí tienen al camarlengo Iván Redondo buscando sentimientos pero sin encontrarlos-. Díaz se ha apropiado del patriotismo/nacionalismo español contra los pactos “contra natura” del gobierno Sánchez. Ella puede decir, porque es cierto en realidad, que salvo un acuerdo de investidura no ha pactado con Vox casi nada. De hecho, en Madrid se viene trabajando con los presupuestos que dejó Ángel Garrido desde hace dos años. Sin embargo, ella sí puede señalar al gobierno por pactar con los post-etarras y con los independentistas. Esto en Madrid es una línea roja. Desde el socialismo más moderado al extremo derecha, sumando alguno que otro despistado, que se pacte con los hijos y amigos de quienes hicieron irrespirable la Comunidad de Madrid durante tantos años sembrando el terror no se acepta así como así.
Cuando apelaba al peligro comunista, más allá del colectivismo económico, Díaz y los demás candidatos del PP han remarcado claramente esta cuestión patriótica. Mientras desde el PSOE y Podemos pedían establecer un cerco a Vox (que es supuestamente fascista), desde el PP siguiendo la mentalidad madrileña se pedía que primero los demás no pactasen con quienes quieren destruir España. En la izquierda son muy de apoyar nacionalismos periféricos pero desprecian cualquier patriotismo español. Y, por mucho que les cueste entenderlo, hay muchísimas personas de izquierdas que se sienten muy españoles y les molestan esos chanchullos con ciertos partidos. En Madrid, además, se está muy cansado de que desde esas periferias se les insulte constantemente por no se sabe qué superioridad. Ese madrileñismo español ha sido aprovechado por Díaz para ganar un bueno número de votos en barrios donde es predominante la clase trabajadora. Tampoco lo han visto los muy listos. Pero fíjense que Más Madrid ha hecho una campaña regionalista y le ha ido bien. Pensar que no existe patriotismo en el socialismo es ser un ignorante –al menos desde los análisis de los austromarxistas allá por el comienzo del siglo XIX-.
Coordenada sentimental.
Sabiendo que la gestión sanitaria –algo que critica cualquier persona de la derecha a la izquierda- la tenía perdida, pese al Zendal, Miguel Ángel Rodríguez diseñó una campaña agonista –comenzó con socialismo o libertad para pasar a comunismo o libertad con la entrada de Pablo Iglesias– en la que acabaron cayendo como estúpidos los demás partidos. Vox acusando al Frente Popular (algo que le funciona en según qué mentalidades pero no es generalizable), Podemos subiendo la apuesta antifascista y el PSOE sumándose sin pensar en ello (como ya se explicó ayer). Ese agonismo le funciona al PP para “captar el voto” de todas aquellas personas a las que repugna Iglesias –que en Madrid son bastante más de las que se piensa- y desviar la atención. Si, además, el interfecto les señala como lo peor, ya han ganado esta parte de la batalla.
Casi en el momento en que Iglesias entró al trapo, con el seguidismo de Ángel Gabilondo, el PP dejó de insistir en el tema para centrarse en defenderse y hablar de los elementos simbólicos que más agradaban a las personas. De vez en cuando sacaban el tema, casi siempre ante alguna propuesta controvertida de los demás. A ello súmenle que la ferocidad de la campaña lo que ha provocado en la concentración del voto en Díaz. Queriendo jugar a lo sentimental desde Podemos y PSOE han generado que lo sentimental se volviese contra ellos mismos. Habrá que ver los análisis postelectorales para analizar las transferencias de voto, pero es casi seguro que antiguos votantes de PSOE hayan votado al PP, como lo habrán hecho nuevos votantes y los que votaron a Ciudadanos. Pero todo esto del agonismo en campaña, donde el otro es enemigo y no adversario, se sustentaba en el contexto anterior para dar la apabullante victoria al PP.
Con algo más que añadir. El madrileño es una persona abierta y que pasa bastante del tema político, en general es muy ácrata, porque sus pertenencias, más allá de la española, están en otros ámbitos de la sociedad civil. Por ejemplo, alguien es del Atlético de Madrid (equipo al que algún listo ha intentado demonizar, por cierto) con todas sus fuerzas y quiere que el Real Madrid pierda siempre, hasta en las repeticiones de los partidos que hayan ganado. Pero no hacen de ello casus belli. Se toman una cerveza sin hablar de fútbol y se lanzan las puyas que hagan falta. No hay violencia –salvo la arbitral, claro- en la fraternidad. De ahí que dentro del campo atlético, por seguir con el ejemplo, se respeten los de derechas con los de izquierdas y viceversa, porque les une algo más grande. Este ejemplo futbolístico se puede trasladar a más ámbitos de coexistencia, como el mundo musical (mods, rockers, etc.) o el religioso. Porque sí, en Madrid hay personas de izquierdas religiosas (mucho más en Andalucía seguramente). Con esto jugaba Díaz porque, pese a recitar a Hayek cada día, no está tan ideologizada como en la izquierda, en el mal sentido. Los listos jamás les habrán hablado de esto, ni lo habrán previsto porque es casi microsociología para ellos. Pero el hilo social es así de sencillo en algunas ocasiones, sin necesidad de importar gilipolleces colonialistas, ni insultar a nadie.
En política se puede impostar una personalidad. Se puede aparentar ser una cosa pero realmente ser otra. Incluso se puede ser partícipe del espectáculo de muy diferentes formas, salvo la ineptitud. Y ese es el problema que afronta cada día Francisco Núñez nada más levantarse de la cama, no parecer incapaz o algo peor. ¿Lo consigue? Casi nunca.
Ayer, tras mostrarle las cámaras de televisión bailando en Génova (saltándose las restricciones sanitarias, por cierto), quiso tener su minuto de gloria. ¿Lo consiguió? No, como es habitual en él desde que se hizo con la dirección del PP castellano-manchego y no tuvo mejor ocurrencia que pedir la privatización de la sanidad. ¿Consecuencia? Mayoría absoluta de Emiliano García-Page. Pero ayer no, no propuso la privatización de la sanidad sino que propuso que el presidente de Castilla-La Mancha convocase elecciones a la Junta. ¿El argumento? Que el presidente había afirmado que las elecciones madrileñas no son extrapolables al resto del país.
Se puso el disfraz de chulito de discoteca Núñez, agarró el cubata con firmeza y le espetó al presidente algo así como “¿a que no te atreves a convocar si tan seguro estás de lo que has dicho’”. ¿El problema de lo dicho por Núñez? Más allá de la fanfarronada de discotequero con cadenas de oro y palillo en la boca, no se ha percatado Núñez de que existe una pandemia que ha sido bastante cruel con la región debido al envejecimiento poblacional. Ahora que está toda la población mayor y se avanza en la que sufre enfermedades complicadas, más el comienzo de la recuperación de la economía, quiere poner a los manchegos a votar.
Demuestra Núñez que no le eligieron para dirigir al PP por su inteligencia -¿puede explicar por qué alguien con mayoría absoluta va a convocar elecciones a mitad de la legislatura y en medio de una pandemia?-, sino porque Pablo Casado necesitaba gente que no molestase mucho. Es verdad que al dirigente pepero le salió mal con Isabel Díaz, pero con Núñez sí que acertó. Fíjense que en otras regiones están laminando a los no afines (Valencia, por ejemplo) pero en Castilla-La Mancha ni lo piensan. Entre otras muchas cosas porque les da igual lo que pase en la región. Para el PP ese trozo de tierra existente entre Madrid y Andalucía no existe salvo para cruzarlo cuando se van a comer gambas de Huelva. Vamos que si estuviese dirigiendo el PP manchego un mono tití con sombrero vaquero les valdría igual.
Hasta el momento Núñez ha copiado todo lo que ha podido a Díaz sin que le haya servido para algo. Porque mientras la presidenta madrileña no ha dado ni un solo euro a la hostelería, Castilla-La Mancha es la región que más ayudas ha dado. Que no es suficiente pero es más de lo ofrecido por otros, lo que ha permitido bajar la incidencia del virus. El ser, porque no puede calificársele de otra forma, que dirige el PP manchego es incapaz de presentar propuestas propias y adecuadas para la región, sólo mira a ver lo que dice Casado, o Díaz para copiarlo –de Juan Manuel Moreno no dice nada porque hace lo mismo, o más duro, que el presidente manchego en Andalucía-. Lo más gracioso es que desde el PSOE de CLM todavía le intenten tomar en serio. Si cada vez que habla suben los votos de Page ¿para qué replicarle?
Vendieron (la moto) de que renunciaba al oropel del poder ejecutivo de España para salvar a Podemos y, por ende, a la izquierda madrileña. Vendieron que sólo ÉL podría derrotar a las malvadas huestes del franquismo español. Vendieron que ÉL era el único capaz de enfrentar al fascismo –aunque no esté demostrado que exista algo así como el fascismo-. Vendieron todo lo que se les ocurría y se alegraron de establecer la contienda electoral en un Mesías vs. Loca. Pues resulta que al tercer día no ha habido resurrección, ni ha insuflado el espíritu santo en los demás, ni nada. Lo que vendían, desde medios de comunicación que todos conocen también, como la gran posibilidad, se ha quedado en aumentar ¡¡¡tres escaños!!!
Pablo Iglesias tiene tal ego que podría subirse a él y si se lanzase desde el mismo sería como lanzarse desde un 747 a diez mil metros de altura y sin paracaídas. Bien visto, cualquier persona puede tener el tamaño del ego que crea conveniente, el problema es que no acaban por percatarse de que a los demás les parece horrible. Más cuando no se tienen las capacidades que vende que se tienen. Decir que ni Enrico Berlinguer consiguió lo que ÉL mismo es una boutade de las que hacen época. Entre otras cosas porque ÉL no ha tenido a una red Gladio machacándole constantemente. Todos esas paranoias sobre persecución en los medios, como si a los demás no les diesen leña, no sólo ni se pueden comparar a lo que sufrió el comunismo italiano sino que demuestra no saber encajar las críticas. Si a ÉL le han adjudicado casos sospechosos de financiación, por ejemplo, a Felipe González le adjudicaron hasta 30 casos de supuesta corrupción que fueron rechazados en los tribunales –hasta su cuñado estuvo a punto de morir en un accidente de tráfico por la persecución de unos reporteros-. Además, no se sabe si por ignorancia o por mala fe en las comparaciones históricas, George Marchais o Robert Hue, comunistas franceses, consiguieron lo mismo que ÉL, entrar en un gobierno con mayoría socialista.
Normal que presentándose como lo más grande, como el mesías que venía a salvar a Madrid de no se sabe qué males, haya acabado estampado contra el muro de la realidad. Las personas del común le ven tan peligroso o tan extremista como a Rocío Monasterio, entre otras cuestiones, porque en su acción política se ha mostrado como un dictadorzuelo bananero. ÉL ha elegido todo desde que se aupó a la secretaría general de Podemos. De hecho ha elegido hasta lo que debían hacer los sacamantecas del garzonismo. Tomás de Aquino pensó y pensó sobre el misterio de la Trinidad, si hubiese conocido a Iglesias no le habría hecho falta tanta reflexión. En ÉL se encuentran el padre, el hijo y el espíritu santo. O dicho en lenguaje podemita, el progenitor no gestante, el hije y la identidad. Consiguió, para orgasmo de sus cada vez menos seguidores, que Isabel Díaz aceptase ese relato de lucha fascismo-comunismo y se creció pensando que todos los votantes madrileños que se sienten cercanos a la izquierda le acabarían votando a ÉL como nuevo libertador. Y no, no le han votado a ÉL sino a las personas que llevan pisando calle de antes. Porque desde la casa de Galapagar –el gran error de su vida política- no cuela acercarse a Vallecas a decir que se es como ellos y ellas. Ni cuela ponerle caritas a cuatro estúpidos.
En realidad, el mesías no conoce la realidad de la Comunidad de Madrid, ni de la izquierda madrileña. Por eso aceptaron gustosamente en el PP el tipo de combate que les proponía ÉL. Sin necesidad de debatir sobre cuestiones materiales sino sobre identificaciones ficticias, todo el monte es orégano. Con el añadido de que si criticaba a Díaz por las muertes en las residencias, todo el mundo le podría señalar a ÉL no porque la gestión fuese suya sino porque tenía la obligación de velar por el cumplimiento de lo correcto. Como no están las personas a su altura, según seguidores y ÉL mismo, no pudieron entender que todas las series que veía y los libros que leía eran para alcanzar algún tipo de nirvana espiritual que ayudase a España. Ha resultado que los madrileños son materialistas. Lo peor, si es que cabe algo peor, es que tal vez su presencia haya ayudado a la centralización del voto en el PP y en Vox, lastrando las posibilidades de la izquierda en el reparto de escaños –aunque el PSOE haya tenido su parte de culpa-.
Si es verdad que se marcha a su casa –o a la televisión de su amigo el independentista Jaume Roures-, todos saldrán ganando. Por suerte no habrá ni un Pablo Tarso que redefina el mesianismo morado, ni un Pedro sobre el que construir una iglesia. Entre otras cuestiones porque lo ha impedido ÉL mismo. En dos años de Podemos quedará el recuerdo, cuando menos en Madrid, y seguramente quienes asuman la imagen pública del artefacto virarán hacia otro tipo de aptitudes y de acción política. Madrid no ha sido la tumba del sanchismo, pero sí es la tumba –con una losa de mil kilos- del mesianismo podemita. Aguantar dos años, como estaba previsto anteriormente, al PP es poco comparado con tener que aguantar al mesías de la izquierda. Que en realidad ha sido el destructor de la izquierda porque todo lo que ha tocado o lo ha gafado o lo ha destruido. Ahí tienen Más Madrid que cuanto más se ha separado del podemismo, más sube en los votos. Sí no sirve para nada esos votos, pero las personas del común han demostrado que prefieren otras formas y otro discurso. “Igual no sirvo para unir” han sido sus ¿últimas? palabras… Nunca sirvió para ello y para desgracia de la izquierda se ha dado cuenta tarde.
¿En qué momento el camarlengo monclovita pensó que sería bueno cambiar el sentido de la campaña de Ángel Gabilondo? No se sabrá. Incluso se dirá que fue por presiones de otros –apunten a que en las columnas de periodistas afines se apunte hacia José Luis Ábalos. Pero la metedura de pata de Iván Redondo en la campaña electoral madrileña se estudiará en comunicación política como eso que no se debe hacer. Igual es ser muy optimista porque los comunicólogos (los nuevos sofistas de la política espectáculo) se protegen entre ellos y jamás aceptan un fracaso. La realidad es que la mayoría de ellos no conocen los entresijos reales de la contienda política y se les nota. Son incapaces de pararse a analizar el trasfondo, el contexto y el sentido histórico de cualquier elección. Tienen unos trucos, que pueden haber funcionado en el pasado o los copian, y los aplican a capón.
Aquí se señaló, antes de que comenzase todo el movimiento de las elecciones en sí, que la sociedad madrileña es bastante conservadora, con todo lo que ello implica. ¿Qué implica? Lo primero no irse por los cerros de Úbeda como ha hecho el camarlengo monclovita con la campaña socialista. Si, dado que el dedo de Pedro Sánchez decidió que era Gabilondo el candidato –aunque con ayuda de su cohorte de Moncloa (que se venden como listos pero parece que no lo son tanto)-, dado que la lista se haría en Moncloa y no en Buen Suceso, dado que se decidió hacer valer el perfil de moderado –hasta el aburrimiento habría que añadir-, ¿por qué se cambia y se entra al trapo de la batalla identitaria? Con ese movimiento, que es fundamental, no sólo se tiraba a la basura el perfil de concordia y consenso del candidato, sino que se entraba en un terreno de lucha para el que se carecían de armas. Los fichajes monclovitas (incluyendo a la gafe Irene Lozano) estaban pensados para hablar de gestión, no de identidades.
Fíjense que en el PP han tapado a los gestores (David Pérez, Enrique Ruíz Escudero…) y han presentado a los charlatanes. En el PSOE no había charlatanes, ni gestores casi tampoco. Llevan tantos años en el PSOE de Madrid viviendo tan bien en la oposición que sacarles de esa lógica era complicado, pero es que los nuevos (con alguna excepción) o eran desconocidos o no tienen el mínimo punch político. Una campaña y unos candidatos pensados para pelear en el terreno de las propuestas y la capacidad de gestión y se lían a hablar de fascismo, amenazas, madrileñismo y demás memeces. Por si fuera poco, lanzan al candidato a una petición de voto indefinida. No se sabía si quería que le votasen a él o a los demás partidos de la izquierda.
El segundo error, que proviene de no conocer Madrid realmente –debe ser que el camarlengo es más del Madrid de las cañas-, ha sido dar a entender que pactaría con Pablo Iglesias sí o sí. O lo que es lo mismo, que se reeditaría el gobierno de coalición que está en Moncloa. Eso le puede hacer sacar los más perversos deseos al camarlengo y demás personajes de viejas astracanadas políticas, pero en Madrid no cala ese tipo de coalición. Tampoco en otros sitios donde ya han puesto remedio mandando a Podemos fuera del sistema político. Son miles los votantes del PSOE que carecen de simpatía hacia el mesías podemita y su entorno. Tantas encuestas y estudios que piden en Moncloa y son incapaces de hacer algún grupo de investigación para analizar el contexto. Eso sin contar la prepotencia de minusvalorar al contrario. Lo curioso es que igual hasta pretendían captar el voto de Ciudadanos asilvestrando a Gabilondo. ¡¡¡Unos genios!!!
La prensa de derechas extrapolará estos resultados a nivel estatal –ayer se reflexionó sobre ello-, algo que debería haber previsto el camarlengo y que ahora, con la campaña que se han dejado montar, no podrán confrontar como se debe. También se dijo ayer que una cuestión es que no extrapolen los resultados y otra es que no deban caer cabezas. Algunas por incompetencia demostrada y otras, casi todas en el PSOE de Madrid, por tragar con todo desde hace años. No han sabido leer el fracaso del baloncestista. No han sabido leer el fracaso de Gabilondo como político. No saben leer nada en realidad sino vender humo y motos a proporciones parecidas. Sonó la flauta con Salvador Illa –que tampoco ha servido para mucho- pero es la única vez que se ha ganado algo (Galicia, País Vasco…) desde que están unos cuantos brujuleando tras Sánchez. No sólo es el camarlengo, principal culpable, sino que muchos van de listos pero saben poco o nada. Donde no llegan los tentáculos monclovitas, los resultados son otros.