Ayer El confindencial sorprendía con uno de esos artículos que no se sabe bien lo que son. Tal vez marketing personal, tal vez un bulo de los de siempre, tal vez una fórmula de allanar el camino para lo que ha de venir. Desde luego nadie se ha creído el titular: “Gil Marín rescata el Atleti con 400 millones de su fortuna y promete a la banca no fichar cracks”. Nadie lo ha creído porque lo habitual en Miguel Ángel Gil ha sido justo lo contrario, sustraer dinero del equipo hacia sus cuentas personales (ese salario como CEO que aumenta año a año, con pandemia o sin ella).
Tampoco es creíble el titular en sí mismo porque, según Forbes o el ranking de El mundo, la fortuna de Miguel ÁngelGil no pasa de los 200 millones de euros. ¿Cómo puede poner 400 millones de su fortuna quien tiene una fortuna que es la mitad? Desde luego a cualquier inspector de Hacienda le tiene que estar interesando y mucho ese titular. La realidad, y por ello se sospecha campaña de marketing, es que no, no va a poner ni un euro de su fortuna porque, como siempre, quien avala la refinanciación es el equipo Atlético de Madrid. Y bien que se va a notar en la plantilla del primer equipo masculino (la del femenino ya lo ha sufrido este año y mucho más el filial) el año que viene.
Carlos Slim, el millonario mexicano, era hasta hace bien poco el principal acreedor de la Sociedad Anónima Deportiva. Estaba involucrado en la megaoperación del Vicente Calderón, esa que parece ser que no deja ningún euro al equipo porque todo lo que llega va a engrosar las arcas del banco mexicano que puso el dinero para la construcción del Metropolitano. Una deuda que se iba a eliminar y paradójicamente no para de crecer a pesar del aumento de ingresos (incluidos los no futbolísticos). La crisis coronavírica ha dañado mucho ese aspecto de ingresos al Atlético, como a otros equipos, por lo que hay que refinanciar pero a costa ¿de qué?
Como sucede con los Gil, a costa de vaciar la plantilla. No saben trabajar de otra forma. Si alguien piensa distinto a que, más allá del marketing, lo que se ha anunciado en ese artículo es que se van a vender hasta las telarañas del Metropolitano, no conoce al dúo Forbes. Eso de no fichar cracks, como si alguna vez los hayan fichado (de fiado sí han tenido alguno como Falcao) es señal inequívoca de que este año van a vender todo lo que puedan y más. Por de pronto, los rumores que hablaban la salida de Saúl (para alegría de muchos) y de Giménez, pese a que Gil mandó que se desmintiese, pasan a tomar visos de realidad. Igual el segundo, por imposición de Simeone, no pero por el primero deben tener hasta el acuerdo firmado con el Bayern. El siguiente no se extrañen que sea João Félix porque es por el que pueden sacar mayor tajada. Y a Oblak habrá que mirar con el rabillo del ojo.
A Simeone no le echarán porque es el que les viene permitiendo ingresar lo que ingresan, pero si se fuese por propia voluntad igual no lo verían con malos ojos. Total buena parte de la afición piensa que con Emery u otro de ese estilo se conseguirían los mismos resultados. Gil y Cerezo mientras no les señalen a ellos son, como buenos demagogos, de ponerse los primeros a dar la razón a la afición. Cualquier jugador por el que puedan hacer una buena operación de ingresos está, tras el artículo, con el precio de salida puesto. Cualquiera. Luego tienen a los amanuenses para exaltar a la chavalería con ese astro brasileño que va a ser el nuevo Pelé, o el magnífico fichaje del portugués (de la cuadra Mendes) que nadie ha sabido ver –por algo no lo ha sabido ver nadie-, o el italiano a punto de jubilarse pero que los maldinis venden como un figura, o el francés cojo pero alto y guapo, o el rodillas raras de toda época Gil. A eso le sumarán a cuatro chavales del filial y a que obre el milagro de cada año Simeone.
Aterra que unos personajes públicos reciban unas balas en un sobre porque aún está muy inserto en la memoria colectiva lo que sucedía en el País Vasco no hace mucho tiempo. Que tras la amenaza, venía el tiro en la nuca de los viles terroristas. También aterra cuando a un político le persigue una horda de fanáticos de cualquier causa –en ese mismo momento pierden cualquier atisbo de razón- empujándole, insultándole y/o escupiéndole porque recuerda a las no tan antiguas razzias que los franquistas hacían por la calle Goya y adyacentes apaleando a quien les parecía. Distintos personajes ideológicos pero todos con la rabia y la agresividad como primera y fundamental manifestación humana.
Ahora que se reciben balas, por suerte en un contexto bien distinto, o navajas, pero no de regalo, cabe recordar que siempre se han recibido este tipo de amenazas en el mundo político. En algunos casos nunca se supo y algún culpable pasó por el juzgado, en otros (como suele suceder) no se supo quién pero no se hizo de ello un espectáculo de victimismo, ni de chulería. Entre otras cosas porque no servía para nada darle publicidad a estas cuestiones.
Hace ya muchos años, cuando realizaba mi tesis doctoral, pude entrevistar a personas que trabajaban en Moncloa y en Ferraz en el terreno de la seguridad en tiempos de Felipe González y Alfonso Guerra. Con menos mecanismos de seguridad, se recibían amenazas de este tipo, insultos, chorizos en una caja y hasta bragas por si eran fetichistas los destinatarios. ¿Qué se hacía? Lo primero no darle publicidad al asunto para que el imbécil que había mandado la misiva no reforzase sus ánimos y luego investigar si cabía posibilidad. Eran tiempos en los que ETA mataba mes sí y mes también, por lo que se tenía esa precaución mínima de recabar pistas si las hubiese. En Ferraz, concretamente, han recibido de todo, especialmente en los años que funcionaba La conspiración de Anson y se calificaban de crispación. Silencio para no darle publicidad a los instigadores y denuncia cuando cabía. Y sin preguntan en Génova, tres cuartos de lo mismo.
En esas mismas época el alcalde socialista de Alcorcón, Jesús Salvador –padre, por cierto, del actual alcalde de Granada (aunque en Ciudadanos)-, tras una falsa información sobre posible corrupción vio cómo su casa aparecía llena de pintadas y amenazas y a su hija la agredían. Este suceso, en estos tiempos de política espectáculo, hubiese servido para casi beatificar al alcalde y llenar las redes sociales de conspiraciones. Se denunció y ya. Ahí se dejó el asunto sin hacerse la víctima permanente –ahora algunos y algunas viven del victimismo. En la campaña de 1996 se insultaba a los militantes socialistas, se les escupía y nada pasó –igual porque los que alentaban eso (que son justo los mismos que ahora alientan la violencia) se sentían ufanos por su maldad-.
Para que no piensen mal, les contaré algo que le ocurrió a una asociación juvenil del PP en la facultad de Ciencias Políticas. Estaba a la cabeza de la misma Carlos Clemente (posteriormente viceconsejero de Cooperación e implicado en la trama Gürtel) y la compartían con la asociación Manuel Azaña. Un día una panda de idiotas de la asociación vinculada a Izquierda Unida no tuvo mejor ocurrencia que acudir a destruir el despacho que tenían en la facultad para guardar sus cosas (por cierto, uno de los instigadores llegó a ser concejal en Madrid, abandonó IU, se pasó a Podemos y más tarde a Más Madrid). Una gamberrada sin más dirán ustedes, el problema es que se llevaron 50.000 pesetas de los años 1990s, se denunció y algunos se mantuvieron callados por un tiempo largo. ¿Salió en la prensa a cuatro columnas? No, porque no había que dar alas a los gilipollas.
Sin duda el fascismo, que sigue presente en la sociedad, suele estar detrás de las palizas a homosexuales, a inmigrantes, peleas a cuchilladas entre distintos grupos extremistas, pero se sitúan en la periferia del sistema. No es la sociedad la que está podrida. Esto no empece para observar cómo algunos están empeñados en pudrirla para sacar réditos personales, electorales o económicos. Sin odio y bilis algunas radios no se escucharían y no tendrían ingresos publicitarios. Sin señalamientos selectivos y espectáculo basura algunas televisiones no tendrían espectadores ni publicidad. Sin hacer públicas las amenazas algunos no podrían montar campañas política (no precisamente las electorales). Al final parece que hay una retroalimentación de las partes.
Lo normal en los casos sucedidos estos últimos días es haberlo silenciado y haber intentado detener a los impresentables. Al darle publicidad se nutre a la víctima y al victimario –quien ve reforzadas sus amenazas-. En un sistema con valores democráticos, más allá de la publicidad o no de las amenazas, nadie hubiese dudado de las cartas. Y nadie lo utilizaría en beneficio. Porque al antisistema se le excluye ignorándole. Tampoco alentar por detrás para lanzar piedras a los ultramontanos es buena idea, por mucho asco que den a los demócratas. Tampoco animalizar al adversario como mecanismo de deshumanización y por tanto de posible ejecución. Por cierto, pintadas en las sedes de los partidos han existido toda la vida y lo que hacían era borrarlas y ya está. Ahora están llenas las redes de víctimas de odio, cuando igual no son más que gamberradas u operaciones de falsa bandera.
Cualquier amenaza es condenable, pero la democracia debe ser inteligente para gestionar ese tipo de condenas. Hay un camino claro siempre, la justicia. El que lo haga que lo pague. Lo demás es espectáculo y llevar la política a un terreno pantanoso y lleno de odio. Un terreno en el que acabarán ganando los lanzadores de bilis radiofónica, los partidos ultras, los demagogos y perderán los ciudadanos. Cualquier acto de violencia es condenable y perseguible judicialmente, pero sin necesidad de hacer caldo gordo a los que quieren acabar con el sistema que tenemos. Que mejor o peor, es el único que ha servido para que los españoles no estemos matándonos a todas horas.
La hipérbole continuada que existe en los medios de comunicación de derechas (casi todos hay que recordar) debe obedecer bien a la ingesta de sustancias psicotrópicas, bien a la no ingesta de sustancias grasas. No hace tanto tiempo, un buen cochinillo, un cocido o cualquier otro manjar graso, regado con algún buen caldo del país, llevaba a un estado de reflexión mayor a columnistas, editores, jefes de sección y directores. Ese chute de energía grasa proporcionaba el sustrato necesario para la pensar antes de escribir, a dejar la mala baba y el odio aparcado. Luego, después de salir de la redacción, ya si eso venían los cubatas o lo que cada cual quisiese utilizar para levantar el ánimo. Hoy, semi encerrados, con dietas rigurosas y frugales para aparentar en la sociedad espectáculo, es normal que el columnista o editor acuda frente a la pantalla del ordenador de mala uva. Lo otro es que acudan cargados de vaya usted a saber qué, algo que les lanza a sacar el ser maligno que se hay dentro. Sin descartar nunca que haya aumentado el número de malas personas escribiendo.
Al problema de la ingesta se suma una política espectáculo donde la reflexión ha sido abandonada en el segundo basurero de la historia y cada cual intenta destacar con la primera soplapollez que se le ocurre. Y como en los medios de derechas, cuanta más basura intelectual se lance, más columnas, más radios y más seguidores en redes se consiguen –lo que al final supone hacer caja-, mas estupideces se leen y oyen. Aspavientos lingüísticos, caídas del caballo premiadas (si al de Tarso le funcionó imaginen a estos), pobreza intelectual vestida de conocimiento porque se ha hecho una carrera –la cantidad de personas con doble titulación, en especial en Ciencias Políticas, que muestran un desconocimiento de lo mínimo de forma asombrosa, por no hablar de filólogos que tienen todo el conocimiento en sus cabezas no se sabe bien por qué-, y mucha bilis infectando las redes digitales.
Es continuo leer, como ayer mismo en Vozpopuli (que ha pasado del economicismo al amarillismo populista en menos de un año), su editor salía señalando al presidente del Gobierno Pedro Sánchez como catalizador de la llegada de un régimen totalitario. ¿Qué gilipollez es esta? Por edad ese personaje conoce perfectamente lo que es un régimen autoritario como el franquista, un régimen pelín más blando comparado con lo que es el totalitarismo. En esas en qué cabeza cabe hablar de totalitarismo del gobierno. Hasta el momento, desde 1978, la única legislación contraria a la libertad de expresión ha sido puesta en marcha –y sigue vigente sin que nadie pida a gritos que se elimine- por el PP. El Gobierno ha sufrido varapalos judiciales, lo que muestra que la división de poderes funciona. ¿Dónde está el régimen totalitario que intuyen estos columnistas y que nadie más que ellos ve? No es el único, son decenas los columnistas que hablan de ello de continuo en cualquiera de los medios de la derecha.
¿Argumentos en favor de esa tesis? Que el gobierno quiere controlar el poder judicial. Lo curioso de esto es que cuando era otro gobierno el que lo controlaba no decían nada de totalitarismo. ¿El mismo hecho ya no es delictivo si lo comete otra persona por afinidad política y/o económica? Otro argumento, que quieren imponer un lenguaje políticamente correcto que ahoga la libertad. Eso mismo se ha visto, en todo occidente, a derechas e izquierdas, desde hace décadas. Hoy en día, por poner un ejemplo, se impiden críticas públicas a los vientres de alquiler, a la explotación reproductiva, mientras en los medios de derechas hablan de gestación subrogada y de papis guays que se compran hijos –un espermatozoide no es capaz de autopóiesis-. De hecho, cuando es alguien muy famoso se oculta que ha pagado por explotar a una mujer. El tema es global, no privativo de España. Y si hace falta se inventan que hay un populismo punitivo y ya está o una ideología de género que destruye la sociedad. Por cierto, esto de destrucción de la sociedad lo dicen los hipermegaliberales que sólo creen en el individuo.
En esta columna se ha criticado al gobierno con dureza cuando han pretendido llevar a cabo políticas que perjudicarían a la mayoría de la población (como los impuestos al diésel, la falta de perspectiva con la España periférica…). Aquí se ha catalogado al jefe de gabinete del presidente como camarlengo (epíteto que ya han copiado algunos). Aquí se ha hecho notar la pulsión autoritaria del ahora candidato podemita a la Comunidad de Madrid. Siempre con argumentos, sino racionales, sí razonables. Pero afirmar que el gobierno está limitando la libertad y que camina hacia un estado totalitario (con lo que eso supone) sólo se puede hacer bajo la incidencia de sustancias psicotrópicas. A lo que añadir pobreza/maldad intelectual.
Están llevando la crítica a ese extremo en los medios de derechas para provocar la repulsión de la mayoría de ciudadanos. Están esparciendo un discurso del odio que recuerda al homo sacer que analizase de forma brillante Giorgio Agamben. Un individuo al que se tiene por sagrado (como individuo) pero al que se puede matar sin cometer crimen alguno. No es que les moleste no tener el poder (que en buena parte algo de eso existe); no es que les molesten ciertas alianzas gubernamentales (que molestan a buena parte de los españoles); es que quieren imponer su visión de la vida por todos los medios sin importarles que la democracia se vaya por el sumidero. La libertad de expresión se sustenta en el valor de decir verdad, la verdad propia sí pero argumentada. No soltar soplapolleces para alimentar el odio.
Ningún demócrata, como hacen algunos que se cuelgan medallas de ello, puede tolerar discursos de odio y mentirosos porque ese tipo de discursos provengan de partidos o personajes del propio espectro ideológico. Da igual que el discurso provenga de la izquierda o la derecha. Si se piensa que los que están más cerca no son malos porque están más cerca se está dando paso a ser el primero en la lista de posibles víctimas a futuro. La actual generación de políticos es de las peores de la historia patria, eso seguro, pero curiosamente los que esparcen el odio en periódicos, radios y periódicos, son casi los mismos que estaban en La Conspiración de los años 1990s, o con los peones negros que negaban el atentado yihadista… Y, también hay que decirlo, están los que ven fascistas por todos lados porque les ayuda para su supuesta lucha antifascista y facturar miles de euros por eso mismo, los cuales alimentan el odio que otros se encargan de difundir. Mala es la generación de políticos, pero la de columnistas, periodistas y demás doxósofos no es mejor.
Mientras tanto los españoles las pasan putas para aguantar bajo una terrible pandemia y cada vez hay más gente que está en situación de pobreza y sin esperanza.
A fin de facilitar a nuestros lectores la consulta de las novedades literarias y no tener que estar bajando y bajando con el dedo o el ratón, se ha decidido hacer una división entre libros de literatura y ensayos y otras lecturas. Así, tanto para pequeñas, medianas o grandes editoriales habrá dos artículos de literatura y uno solo de ensayos. Como siempre, se seguirá haciendo un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.
Novela
Recaredo Veredas, Amores torcidos, Tres Hermanas, 18,50€
Amores torcidos es, al mismo tiempo, una historia de amor envenenada, una exploración de las consecuencias del trauma infantil y un recorrido por ámbitos tan distintos como la salvaje vida escolar de los años ochenta y la igualmente salvaje competencia entre abogados en el Madrid de nuestros días. Las distintas subtramas se alternan con precisión, buscando la reflexión del lector y que disfrute de un drama tan adictivo como la mejor novela negra.
Leonor de Recondo, Punto cardinal, Traducción: Palmira Feixas, Minúscula, 18,50€ (5 mayo)
«Laurent se encuentra a pocas calles de su casa. Aminora la velocidad, respira hondo. Soy Laurent, fingir. Gira a la derecha, la puerta está abierta. El coche avanza por la grava. Se detiene, tira del freno de mano y espera un poco más. En ese instante, le gustaría fundirse en el tejido sintético del asiento. Desaparecer, ya que Mathilda no está.» En el aparcamiento de un supermercado de una ciudad de provincias, Mathilda se desviste. Se quita la peluca, el vestido de seda, se desmaquilla. Pronto se volverá irreconocible. Laurent, en ropa deportiva, acaba de poner orden en su coche. Va de camino a casa para cenar con Solange, su esposa, Claire y Thomas, sus hijos adolescentes. Su vida está a punto de cambiar. Con conmovedora precisión, la delicadeza de la escritura de Leonor de Recondo los acompaña a todos por la senda de una transformación radical.
Louisa May Alcott, Cambios de humor, Funambulista, 22€
Cambios de humor (Moods) fue la primera novela publicada por la famosa autora estadounidense Louisa May Alcott. Aparecida en 1864, cuatro años antes de su gran éxito Mujercitas, y reescrita casi veinte años más tarde (versión que presentamos aquí), retrata de manera poco convencional a una «mujercita» de 17 años, sincera y apasionada (como lo fue la propia autora), que anhela una existencia repleta de aventuras. El relato comienza cuando Sylvia se embarca en un viaje de placer por el río con su hermano y dos amigos de este, Adam y Geoffrey pretendientes rivales que se inspiran en los filósofos Henry David Thoreau y Ralph Waldo Emerson, quienes se enamoran perdidamente de ella. Sylvia siente la fuerza del magnetismo y el carácter fuerte de Adam, pero también valora mucho la tierna amistad y llena de sensibilidad de Geoffrey. Al estar dominada por sus cambios de humor y gobernada más por la emoción que por la razón, Sylvia tal vez hará juicios equivocados en el amor. En definitiva, una madeja de sentimientos que la autora se dedicará a desenredar con su prosa sugerente e inconfundible y que deja a sus lectores preguntándose si hay un lugar para una mujer como Sylvia en un mundo de hombres. Escribe Alcott sobre su primera obra: «Esta novela es un intento de mostrar los errores derivados de los caracteres temperamentales que se guían por los impulsos en lugar de los principios. [ ] Me gustaría darle a mi primera novela, con todas sus imperfecciones, un lugar entre sus hermanas más exitosas, ya que en ella invertí más cariño, esfuerzo y entusiasmo que en ningún otro libro posterior ».
Janelle Brown, La estafadora, Duomo, 19,90€ (3 mayo)
Esto es lo que va a pasarle al próximo millonario que se cruce en el camino de Nina: cuando la velada que acaban de compartir se convierta en un vago recuerdo y él coja sus maletas #louisvuitton para una escapada con sus amigos de la jet set con botellas de #domperignon y trajes de #versace, ella aparcará una furgoneta frente a la mansión vacía de su nueva presa.
Usará los códigos de la alarma que ha conseguido la noche anterior y se llevará algunas piezas. Podría robarle más, pero no lo hará. Seguirá sus propias reglas… hasta que su situación cambia de repente. Ahora necesita mucho más dinero. Su próxima víctima no será desconocida.
Jay McInerney, Días de luz y esplendor, Traducción: Patricia Antón, Libros del Asteroide, 23,95€ (3 mayo)
Russell y Corrine parecen haber cumplido todos sus deseos: un loft en TriBeCa y veranos en los Hamptons, un día a día en el que se suceden las fiestas y los eventos culturales, un trabajo con el que se sienten satisfechos y dos hijos largamente esperados. Aunque en realidad, con la crisis económica, las estrecheces les asedian. Russell, modesto editor independiente, se lanzará a contratar la obra que será su gran oportunidad o su ruina, mientras un viejo affaire de Corrine reaparecerá y pondrá patas arriba lo que suponían una vida sólida e ideal. Una obra que nos sumerge de lleno en el espíritu del Manhattan de principios del XXI, con la elección de Obama y el colapso económico mundial como telón de fondo.
Al marido de Asa le han ofrecido un trabajo en una zona remota de Japón, junto al hogar en que nació. Durante un verano excepcionalmente cálido, la pareja se instala junto a la casa de los suegros, entre el ensordecedor e invasivo rugido de las cigarras. Hasta que un día Asa se topa con una extraña criatura, que no se parece a nada. La sigue hasta el terraplén de un río y cae en un agujero que parece haber sido creado para ella, y en el que queda atrapada para siempre. Casas asoladas por plagas de comadrejas. Niños fantasma. Pasillos que nos transportan «al otro lado», como si Alicia reviviera en el Japón de la tecnología punta. Oyamada firma un tríptico narrativo literariamente puro sobre la idea de que el entorno que nos rodea puede anticipar nuestras emociones y hasta nuestro destino.
Hans Kirk, Los pescadores, Traducción: Juan Mari Mendizabal, Nórdica, 23,95€ (3 mayo)
Los pescadores es una de las novelas danesas más importantes del siglo xx y su lectura es de referencia en todas las escuelas de Dinamarca.
Escrita en 1928, narra la historia real del conflicto entre los habitantes de la ciudad de Gjøl y un grupo de pescadores que se trasladaron allí desde la costa del mar del Norte. Los recién llegados, que observan una forma muy estricta de fe cristiana, chocan con los residentes, de costumbres más abiertas y tolerantes. La novela causó consternación en dicha ciudad y en todo el país, vendiendo más de 500.000 ejemplares, más que cualquier otro libro en la historia de Dinamarca.
Esta obra, la primera de Hans Kirk, es un texto esencial para comprender cómo el fundamentalismo religioso afecta a la vida de las personas.
Steven A. McKay, El druida, Pàmies, 21,95€ (3 mayo)
Norte de Britania, 430 d. C.
Un ataque inesperado deja la aldea de Dun Buic convertida en un montón de escombros y a muchos aldeanos muertos. Mientras los supervivientes intentan comprender lo ocurrido, el rey de Alt Clota le encarga a Bellicus, un joven guerrero druida, la misión de dar caza a los asaltantes, ya que estos se han llevado a su hija, la princesa Catia.
Bellicus, con años de entrenamiento en las antiguas enseñanzas y una habilidad sin igual con la espada larga, emprenderá, en compañía de sus dos perros de guerra, un peligroso viaje. Este le llevará a recorrer esa vieja provincia del Imperio que pugna por sobrevivir en un mundo que, sin las legiones, se ha vuelto extraño. Un mundo en el que los sacrificios humanos, la guerra y la superstición conviven con el amor, las risas y las canciones y en el que el cristianismo parece estar ganando la batalla por las almas.
Mientras tanto, Catia encuentra entre sus violentos captores a un inesperado aliado, pero ni siquiera él parece poder evitar el terrible destino que el rey Hengist tiene reservado para ella…
Katja Oskamp, Marzahn mon amour, Traducción: Santiago Martín, Hoja de Lata, 17,90€ (3 mayo)
A sus cuarenta y muchos años, Katja es una escritora en crisis y una madre sin nido que atender. Como mujer, por cortesía de la sociedad, empieza a volverse invisible, momento ideal para hacer cosas terribles o maravillosas. Y así, en 2015, Katja cambia la pluma por la bata blanca y empieza a trabajar como pedicura en un salón de estética del barrio berlinés de Marzahn, una de las zonas residenciales prefabricadas más grandes de la antigua RDA. Allí viven el señor Paulke —toda una vida arrastrando frigoríficos y pianos—, la dulce señora Guse, que ya tiene escogida la música para sus funerales o Fritz, los pies más bonitos de toda la consulta.
Un libro bello e importante, como los cerezos en flor de la pradera frente al salón en primavera; como la incombustible señora Blumeier rodando risueña entre ellos con su elegante modelo eléctrico; o como una resplandeciente manicura de fantasía.
Marsella, 1973. Una oleada de terrorismo racista sacude toda Francia. Su epicentro es Marsella y su objetivo los inmigrantes argelinos. En seis meses, más de cincuenta son abatidos a tiros, a veces incluso en plena calle, con total impunidad.
El comisario Théo Daquin, joven, parisino, elegante, culto, homosexual y sin prejuicios, lucha por encontrar a los culpables a pesar de las presiones de los magistrados, la prensa y los políticos. Además de tener que lidiar con la oposición de los propios policías que deberían investigar los crímenes. La violencia racista y el conflicto social están sobre el tapete.
Dominique Manotti nos ofrece una obra maestra, una novela negra antológica, profundamente documentada, implacable, marca de la casa.
Una ficción basada en hechos reales que descubre el origen del ascenso del Frente Nacional y la extrema derecha en Francia y nos permite comprender mejor la sociedad de hoy.
Gabriel Josipovici, El cementerio de Barnes, Traducción: José Luis Amores, Pálido Fuego, 14,90€ (3 mayo)
Un narrador innominado cuenta la historia de un traductor profesional cuya identidad tampoco llegaremos a conocer. Sabremos, sin embargo, que a lo largo de su vida residió en Londres, París y Gales, y que estuvo casado dos veces. Se nos dará cuenta de sus refinados gustos musicales y, cómo no, literarios. Conoceremos sus andanzas por los lugares donde vivió, y sus desdichas, reales o imaginarias. Por encima de todo, disfrutaremos de una exquisita narración enmarcada por un estilo de vida único y, en todos o casi todos sus aspectos, casi extinto.
Gabriel Josipovici, uno de los mejores escritores en lengua inglesa cuyas temáticas huyen de las modas para centrarse en asuntos de importancia objetiva y universal, entrega en esta breve novela un relato de elevada intensidad sobre la pérdida. Una pérdida que, una vez más, puede ser auténtica o mera fantasía.
Charlotte Brontë, Shirley, Alba, 16,50€ (5 mayo)
Robert Moore «hombre importante, hombre de acción», dueño de una fábrica textil sacudida por los efectos económicos de las guerras napoleónicas y por el temor de los obreros a la Revolución Industrial, se debate entre el amor callado de su prima Caroline, una huérfana en constante vigilia y obligada austeridad, y la admiración apasionada de Shirley, una heredera independiente y entusiasta.
Jürg Federspiel, La balada de María Tifoidea, Vegueta ediciones, 20,50€ (5 mayo)
A finales del siglo XIX, los europeos lo darían todo por emigrar al continente americano, donde buscan cumplir todos sus anhelos. Eso mismo debió de soñar los familiares de Maria Anna Caduff cuando, el 2 de noviembre de 1867, subieron a un barco que zarpó de Hamburgo con 544 emigrantes a bordo. Cuando, dos meses despues, atracaron en el puerto de Nueva York, 108 pasajeros habían muerto. Entre los supervivientes, encontraron a la supuesta hija del fallecido cocinero que dice llamarse Mary Mallon. Sin embargo, la ciudad a la que llega esta Lolita suiza es un montón de tierra donde el aire está tan contaminado como hoy, los hombres de honor no lo son tanto y las mujeres son maliciosamente tacañas. Allí, en un mundo decepcionante, las enfermedades arrasan, y Mary, la heroína de esta historia, ya sea como amante o como cocinera, se convertirá en una especie de ángel vengador contra la mezquindad de un mundo que, por desgracia, no es muy distinto del nuestro.
Poesía
Luis García Montero, No puedes ser así, Visor, 22€
La poesía de Luis García Montero ha indagado a lo largo de su obra los latidos históricos que tejen una educación sentimental. En este nuevo libro elige el camino contrario y busca en los hechos históricos el rumor de vida y muerte, de amor y odio, de soledades e ilusiones colectivas, que define nuestra intimidad. Más que nunca el poeta es un romántico ilustrado o un optimista melancólico que se enfrenta a las trampas del posmodernismo, el mal y la renuncia en favor de una segunda oportunidad: un gran relato lírico y cívico capaz de sostener las apuestas de la razón y los derechos humanos.
Curiosidades
Care Santos, Atrochar, Trea, 9€
«El olvido es la peor demolición.» «Si los muertos pudieran volver, preferirían no hacerlo.» «Desear morir después que tú es una forma de amarte.» «El sutil le halla todos los matices al silencio.» «Nunca regresas al lugar del que saliste.» «Muchos planes de futuro te dejan sin futuro.» «La infancia es lo que somos para siempre.»
Jorge Nunes, Las gafas de Bo Diddley, 66 rpm edicions, 12€ (3 mayo)
En Las Gafas de Bo Diddley se mezclan historias reales protagonizadas por pioneros del rock y el country con andanzas de peculiares personajes del mundo circense, luchadores de wrestling y habitantes de un lugar difícil de situar en el espacio y el tiempo. Una narración fascinante poblada por seres no menos atractivos…
Ana Llurba, Érase otra vez, WunderKammer, 12€ (3 mayo)
Pocas expresiones tienen el poder performativo de «Érase una vez…». Como una invocación mágica, nos invita a adelantarnos a los horizontes narrativos, tan arquetípicos y previsibles, de los cuentos de hadas. Huérfanas maltratadas por madrastras y hermanastras. Princesas narcolépticas abusadas por príncipes. Hadas celosas que castigan con sus hechizos a reinos enteros. Princesas acosadas sexualmente por sus propios padres. Niñas que mueren de frío, mutiladas o devoradas por elegir el camino «equivocado». Estos son algunos de los temas de las versiones originales de los cuentos clásicos. Este ensayo traza un itinerario por las relecturas y nuevas versiones que se han realizado de ellos en las últimas décadas. Érase otra vez para abrir nuevos horizontes más emancipadores.
A fin de facilitar a nuestros lectores la consulta de las novedades literarias y no tener que estar bajando y bajando con el dedo o el ratón, se ha decidido hacer una división entre libros de literatura y ensayos y otras lecturas. Así, tanto para pequeñas, medianas o grandes editoriales habrá dos artículos de literatura y uno solo de ensayos. Como siempre, se seguirá haciendo un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.
Ensayos
José María Lassalle, El liberalismo herido, Arpa, 17,90€
La impotencia del liberalismo ante los retos del siglo hace que se muestre herido frente al populismo mientras crece la nostalgia autoritaria en las democracias. Ante esta coyuntura tan adversa para la libertad, José María Lassalle propone un liberalismo renovado y crítico que rechaza el individualismo egoísta de una ideología neoliberal hibridada con el fascismo, tal y como encarna Trump.
Anne Applebaum, El ocaso de la democracia, Traducción: Francisco José Ramos, Debate, 19,90€ (6 mayo)
Las democracias occidentales modernas están bajo asedio y el auge del autoritarismo es una cuestión que debería preocuparnos a todos. En El ocaso de la democracia, Anne Applebaum (premio Pulitzer y una de las primeras historiadoras que alertó de las peligrosas tendencias antidemocráticas en Occidente) expone de forma clara y concisa las trampas del nacionalismo y de la autocracia. En este extraordinario ensayo explica por qué los sistemas con mensajes simples y radicales son tan atractivos.
Los líderes despóticos no llegan solos al poder; lo hacen aupados por aliados políticos, ejércitos de burócratas y unos medios de comunicación que les allanan el camino y apoyan sus mandatos. Asimismo, los partidos nacionalistas y autoritarios que han ido tomando relevancia en las democracias modernas ofrecen unas perspectivas que benefician exclusivamente a sus partidarios, permitiéndoles alcanzar unas cotas de riqueza y poder inigualables.
Siguiendo los pasos de Julien Benda y Hannah Arendt, Applebaum retrata a los nuevos defensores de las ideas antiliberales y denuncia cómo estas élites autoritarias utilizan las teorías de la conspiración, la polarización política, el terrorífico alcance de las redes sociales e incluso el sentimiento de nostalgia para destruirlo todo y redefinir nuestra idea de nación.
Vivimos tiempos convulsos. Y, sin embargo, en la sociedad de nuestros días, moderna y avanzada, ociosa y cómoda las más de las veces, no existe el amparo de los ideales ni se realza ningún proyecto de progreso moral ni de sacrificio o trabajo. Todo ha sido asumido por un inmenso relativismo moral, sin entender que lo ecuánime y lo justo no es precisamente lo igualitario».
No obstante y pese a todo, la vida y la condición humana tienen su base en la reivindicación de libertades en un único ideal humanista que no es otra cosa que una civilización de justicia, respeto y responsabilidad. Y esto bien lo sabían Nietzsche, Zweig y Camus. Fueron ellos tres espíritus libres que, en la época moderna –que no tan lejos queda de la nuestra–, se enfrentaron a los excesos del racionalismo desde muy diferentes concepciones de pensamiento: Stefan Zweig, víctima de la guerra y del racismo; Albert Camus hombre brillante y valeroso que, tras enfrentarse a las dictaduras y a los totalitarismos, se dejó la vida en un desgraciado accidente, y Friedrich Nietzsche, quien, aun sindo el espíritu más clarividente de la modernidad, que se volvió loco y murió en las alambradas, de la desmemoria y del absurdo.
Por ello Mauricio Wiesenthal, como siempre clarividente y racional, delicado humanista y libre pensador, con pulso firme y mente lúcida, nos reúne los esbozos más profundos y literarios de sus tres vidas en esta Sonata humanista, en símbolo poético, en un pentagrama de espinos.
Damián J. Rosanovich, Hegel y el iusnaturalismo moderno, Guillermo Escolar, 19€
En este libro, Damián J. Rosanovich muestra la importancia que tiene la concepción hegeliana del iusnaturalismo moderno para lograr una cabal comprensión de la filosofía política del pensador alemán.
El derecho natural y más en particular la teoría del contrato social el laboratorio en que encuentran su génesis los conceptos fundamentales de la política moderna. Por ello, no se trata de una doctrina entre otras, sino de un contexto teórico decisivo para la historia del pensamiento político moderno y de las propias instituciones modernas.
La obra de Rosanovich no examina la confrontación entre una presunta posición teórica hegeliana y una escuela de pensamiento (aun cuando fuera relevante) en particular, sino que más bien muestra cómo el pensamiento político de Hegel solo puede ser comprendido si se tiene presente de manera constante la relación crítica con las doctrinas del derecho natural ya manifiesta en el período de Jena, pero que permanece operante y decisiva en el período maduro de su obra.
Jeremy Naydler, La lucha por el futuro humano, Traducción. Antonio Rivas, Atalanta, 24€
Con rapidez inusitada, las nuevas tecnologías están transformando sustancialmente nuestros hábitos. La relación de los seres humanos con las máquinas es cada vez más íntima y dependiente, y la Tierra, un planeta cada vez más cibernético. La implantación del sofisticado sistema de redes inalámbricas de quinta generación (5G), mucho más veloces, pretende ofrecernos un omnipresente internet de las cosas y la integración de la realidad virtual en nuestras vidas, pero entraña una considerable radiación electromagnética invisible en toda la naturaleza viviente. Este desafío sin precedentes para la vida humana y natural se está desarrollando sin ningún tipo de consciencia moral ni espiritual, con el único fin de obtener beneficios y dominar el mundo. Tras analizar pormenorizadamente este inquietante contexto, Jeremy Naydler concluye que sólo reafirmando los valores esenciales de lo humano y de la naturaleza, como esencia de la vida, podremos hacer frente a un futuro cada vez más incierto.
bell hooks, Enseñar a transgredir, Traducción: Marta Malo, Capitán Swing, 18,50€ (3 mayo)
Escribe sobre un nuevo tipo de educación, la educación como práctica de la libertad. Enseñar a los estudiantes a «transgredir» los límites raciales, sexuales y de clase para lograr el regalo de la libertad es, para hooks, el objetivo más importante del maestro. bell hooks habla al corazón de la educación ac- tual: ¿cómo podemos repensar las prácticas de enseñanza en la era del multiculturalismo? ¿Qué hacemos con los pro- fesores que no quieren enseñar y los estudiantes que no quieren aprender? ¿Cómo debemos lidiar con el racismo y el sexismo en el aula? Lleno de pasión y política, Enseñar a trasngredir combina un conocimiento práctico del aula con una profunda conexión con el mundo de las emociones y los sentimientos. Este es un inusual libro sobre profesores y estudiantes que se atreve a plantear preguntas sobre el eros y la rabia, el dolor y la reconciliación, y el futuro de la enseñanza misma. «Educar es la práctica de la libertad — escribe bell hooks—, es una forma de enseñar que cual-quiera puede aprender».
Félix Ovejero, Secesionismo y democracia, Página Indómita, 16€ (3 mayo)
En los últimos años, hemos visto crecer el secesionismo y la comprensión por este. En la presente obra, se examinan las diversas teorías de la secesión a las que se ha apelado. Según el autor, las argumentaciones carecen de base en el caso de nuestra comunidad política: no funcionan los argumentos de principio; o cuando lo hacen, resultan inaplicables a realidad española. Así pues, desde una perspectiva de izquierdas situada en la tradición ilustrada y republicana (comprometida con los ideales de los revolucionarios franceses: «Unité, Indivisibilité de la République; Liberté, Égalité, Fraternité»), se sostiene aquí que levantar una frontera entre conciudadanos supone una vuelta a los tiempos oscuros, una erosión de los proyectos emancipatorios herederos de la Ilustración.
Historia
John Freely, La llama de Mileto, Traducción: Magalí Martínez, Alianza Editorial, 24€
En el siglo VI a. C. la ciudad griega de Mileto, situada en la costa occidental de Anatolia, fue el epicentro desde el que se desencadenó la revolución intelectual que sentaría las bases para el desarrollo de nuestro conocimiento moderno del mundo. Trazando un hilo que recorre cerca de dos mil años de historia desde Tales de Mileto hasta Newton, John Freely narra el apasionante relato de la ciencia griega desde su nacimiento en la costa egea de Asia Menor, pasando por su consolidación en la Atenas clásica y el mundo helenístico y la preservación de su legado en el mundo islámico medieval y Bizancio, hasta su recuperación definitiva como fundamento de las nuevas formas de saber que, condensadas en torno a nuestra moderna concepción de la ciencia, verían la luz en la Europa del siglo XVII.
Daniel Aquillué, Guerra y cuchillo, Esfera de los Libros, 22,90€
La historia convirtió a la ciudad y su defensa en un mito y ejemplo de resistencia frente al emperador Napoleón Bonaparte. Una población sin murallas, sin ejército, sin posibilidades militares, que asombró a toda Europa haciendo frente a varios ejércitos napoleónicos entre 1808 y 1809.
Daniel Aquillué, uno de los investigadores más destacados sobre los acontecimientos, presenta en esta obra fundamental nuevas visiones para recorrer y explorar junto al lector el levantamiento y revolución a través de la experiencia de civiles y combatientes, así como de archivos hasta ahora inéditos.
Iván Rega Castro y Borja Franco Llopis, Imágenes del islam y fiesta pública en la corte portuguesa, Trea, 20€
Este libro es el primer estudio sobre el proceso de formación de la imagen del mourisco o mouro en el arte efímero portugués, ofreciendo una visión de conjunto y de larga duración que abarca toda la Edad Moderna.
Es, sobre todo, una historia de las representaciones de lo musulmán en la metrópolis Lisboa, habida cuenta de que nuestro objeto de estudio son en su mayoría productos lisboetas creados por y para la corte. Así pues, aquí se reúnen numerosos materiales dispersos, junto a otra documentación hasta ahora inédita o poco estudiada, que ponen el foco sobre la creación de un imaginario colectivo (anti)islámico, el cual pretendió subrayar el rol tradicional de la monarquía lusa en guerra permanente contra «los enemigos de la fe» desde la Edad Media.
Otras lecturas
Pablo Sendra y Richard Sennett, Diseñar el desorden, Alianza Editorial, 18€
Acosados por la privatización, la planificación urbanística obsesiva, la vigilancia policial y la especulación, los espacios que habitamos se vuelven cada vez más inhóspitos, recipientes cerrados que coartan la acción y limitan la experiencia vibrante que constituía la riqueza humana de las grandes ciudades. Cincuenta años después de la publicación de su clásico Los usos del desorden, en el que Richard Sennett alertó por primera vez sobre los efectos nocivos que la proyección de modelos preconcebidos y rígidos sobre el entorno urbano tenía sobre aquellos a los que pretendían cobijar, Sennett vuelve junto con Pablo Sendra a las tesis que guiaron este título fundamental: a saber, que la idea de un espacio urbano ordenado y planificado constituía una trampa que llevaba en su seno la semilla de la corrupción de la vida de las ciudades, y que la existencia de una cierta forma de desorden era un requisito ineludible para la gestación de una ciudadanía crítica y emancipada. A través de lo que sus autores denominan «infraestructuras para el desorden», estas páginas plantean la urgencia de diseñar nuevas formas de intervenir en el tejido urbano que, combinando la arquitectura, la política, el urbanismo y el activismo comunitario, posibiliten los tipos de desorden que puedan generar una ciudad abierta constituida por individuos autónomos, libres y comprometidos. Espacios, en definitiva, capaces de reunir en lugar de dividir, de generar, en lugar de osificar: espacios abiertos al cambio y a la transformación radical.
Ruy Castro, Bossa Nova, Turner, 23,90€
Este libro reconstruye la vida bohemia y cultural carioca de los tiempos de la bossa nova: local por local, fan por fan, historia por historia. Para componer este fascinante mosaico que mezcla música y anécdotas, Ruy Castro escuchó a decenas de sus protagonistas: compositores, cantantes, instrumentistas y también a los amigos y enemigos de todos ellos. El resultado es un relato que se lee como una novela, lleno de pasiones y traiciones, amores y desamores, situaciones cómicas y trágicas. Sus protagonistas son João Gilberto, Antonio Carlos Jobim, Vinicius de Moraes, y la legión de jóvenes a los que sedujeron con el encanto de unas canciones que salieron de Brasil a conquistar el mundo.
Cristina Seguí, La mafia feminista, Homo Legens, 19,50€
Cristina Seguí denuncia en este libro, de una manera clara y rotunda, las actuaciones que, bajo el paraguas de la búsqueda de la igualdad de género, han llevado a crear un auténtico aparato financiero y malversador que hace millonarios a políticos y reinonas mediáticas, aterroriza a los jueces y a empresarios con guerrillas civiles feministas apostadas en los juzgados, y maltrata a las mujeres que, si quieren escapar del yugo, deberán declararse feministas y trabajar para enriquecer a sus “hermanas”. Un libro demoledor cuyos datos desmontan las consignas del Ministerio de Igualdad y sus actuales dirigentes.
Alejandro M. Gallo, Crítica de la razón paranoide, Reino de Cordelia, 45,95€ (3 mayo)
Las Teorías de la Conspiración se han extendido por la atmósfera cultural como una pandemia, convirtiéndose en un burdo método de interpretación de la realidad y de la Historia. En el siglo XX fueron el lenguaje preferido de los dictadores y en el siglo XXI se multiplican gracias a la expansión de las redes sociales de las que tanto gustan políticos como el expresidente de los Estados Unidos de América Donald Trump. ¿A quien benefician?, ¿cómo se construyen? Alejandro M. Gallo se ha sumergido durante años en una ardua investigación para responder a estas y muchas más preguntas. Este apasionante y riguroso trabajo se presenta como una aventura por la Historia de la humanidad, de la Filosofía, de la Literatura y de la Retórica política.
Carlos Astiz, Bill Gates ¡Reset!, Libros Libres, 20€
Bill Gates ha sido durante varios años el hombre más rico del planeta. Odiado por una parte de la comunidad informática y envidiado por otra; animador de su actividad empresarial desde el mundo de los negocios hasta la filantropía, sin dejar por ello de buscar beneficios cada vez mayores. Grandes medios de comunicación se deshacen en elogios hacia su persona, aunque, muchas veces, esos mismos medios han recibido fuertes donaciones del propio millonario. Otros consideran que el capitalismo filantrópico, encarnado por Gates, es el nuevo imperialismo que domina naciones y recursos a través de la extensión de la beneficencia y las ayudas interesadas. Hay incluso quién lo califica de encarnación del mal, colocándole como protagonista de toda una serie de ofensivas contra los derechos humanos y la propia existencia de la población mundial. Pero Gates no es más que el personaje más destacado, de todo un elenco de grandes multimillonarios (George Soros, Mark Zuckerberg, Rockefeller…) que comparten un punto de vista común, denominado hasta ahora izquierdista, que pretenden re-diseñar el mundo, e imponernos sus puntos de vista y sus objetivos. Pero, ¿quién es Bill Gates y de dónde sale?
Miguel Ángel López, Cecilia Vicuña. Veroír el fracaso iluminado, Turner, 35€
Figura absoluta del arte latinoamericano en la escena internacional, Vicuña está considerada una de las máximas representantes de la performance, pero es también escritora, poeta, activista y artista visual. Desde hace décadas desarrolla un cuerpo de trabajo variado y multidisciplinar, construido a partir de palabras, imágenes, entornos y una combinación de lenguajes, medios y técnicas. En su trabajo se refleja su compromiso permanente con temas que abarcan el erotismo, los legados coloniales, las luchas de liberación, la felicidad colectiva, el pensamiento indígena y la devastación ambiental. Bajo la dirección del crítico e investigador Miguel Ángel López, el libro recoge ensayos de destacados autores y una selección de escritos de la artista.
Cruz Morcillo, Departamento de Homicidios, Libros del KO, 18,90€ (3 mayo)
Departamento de Homicidios desvela las rutinas y anécdotas de los detectives, analiza las transformaciones tecnológicas, científicas y humanas que ha experimentado la investigación de homicidios, radiografía las complejas y fascinantes relaciones que se establecen entre los reporteros y los investigadores, y entre estos y los fiscales, jueces, abogados y forenses. Gracias a décadas de confianza mutua y muchas horas de conversaciones, la autora arma una crónica negra sutil y humana en la que se entretejen la nostalgia, el terror, los reproches, los fracasos, los miedos y los traumas.
Didáctico como un buen manual, este libro se lee como quien escucha —o espía— una conversación secreta.
Manuel Azuaga, Cuentos, jaques y leyendas, Renacimiento, 19,90€ (3 mayo)
El artista Marcel Duchamp abandonó su afán creativo para dedicarse en cuerpo y alma a las sesenta y cuatro casillas. En Cadaqués, el francés jugó muchas tardes con la escritora Rosa Regàs. La magia del juego-ciencia también atrapó a Humphrey Bogart. Tanto, que su afición compulsiva estuvo a punto de cambiar el final de Casablanca. El cantaor Enrique Morente, Miguel de Unamuno, John Wayne, Stanley Kubrick, Ernesto Che Guevara o Vladímir Nabokov también cayeron bajo un mismo influjo ajedrezado. Dentro del tablero, del juego como competición, la historia del ajedrez se ha escrito gracias a capítulos extraordinarios, como el de Sultan Khan, un sirviente indio que logró ser campeón de un imperio; o el de Sonja Graf, la ajedrecista que jugaba vestida de hombre para vivir en plena libertad. Cuentos, jaques y leyendas nos presenta una recopilación de treinta artículos publicados en Diario Sur por el periodista Manuel Azuaga. En ellos desfilan todo tipo de personajes y relatos en blanco y negro, vidas fantásticas y literarias que le harán acercarse al ajedrez como nunca jamás hubiera imaginado.
A fin de facilitar a nuestros lectores la consulta de las novedades literarias y no tener que estar bajando y bajando con el dedo o el ratón, se ha decidido hacer una división entre libros de literatura y ensayos y otras lecturas. Así, tanto para pequeñas, medianas o grandes editoriales habrá dos artículos de literatura y uno solo de ensayos. Como siempre, se seguirá haciendo un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las distribuidoras sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación. En esta ocasión recuperamos algunos libros del grupo Anaya que se quedaron fuera la semana anterior por problemas informáticos.
Novela
Benito Olmo, El gran rojo,Alianza de Novelas, 18€
Mascarell es el tipo al que recurres cuando no te queda otra salida. Acostumbrado a moverse por el barrio rojo, las narcosalas y algunos de los tugurios más apestosos de Frankfurt, su fama de resolutivo le ha proporcionado una sólida reputación como detective de casos perdidos. Sin embargo, un mal día se verá obligado a hacer frente a un encargo más extraño de lo habitual y demasiado bien remunerado para ser legal.
Su camino se cruzará con el de Ayla, una adolescente empeñada en averiguar la verdad tras la muerte de su hermano y en esclarecer los turbios asuntos en los que se vio envuelto antes de morir.
La investigación los llevará a rondar algunos de los lugares menos recomendables de la ciudad y los colocará en el punto de mira del Gran Rojo, la organización que habita a la sombra de los rascacielos y que no tiene piedad con quien se inmiscuye en sus negocios.
En Rehenes cristaliza el potente monólogo de Sylvie, de cincuenta y tres años, divorciada y con dos hijos, la empleada perfecta y mano derecha de su jefe… Hasta que le pide que clasifique a los trabajadores de la fábrica entre aquellos que deberían salvarse de un proceso de despido colectivo y aquellos que no. De repente su mundo se desmorona y acaba haciendo lo impensable: secuestrar a su jefe durante una noche.
Una novela que se lee como un manifiesto, como un grito y una llamada de atención para que nos replanteemos la sumisión a la que nos somete el sistema; qué es la libertad o la obediencia; la alienación a la que nos conduce el mundo del trabajo al tiempo que pensamos que nos estamos realizando precisamente a través de él, y la dura realidad a la que se enfrentan las mujeres, para las que a menudo la violencia que ejercen hacia ellas las empresas no tiene nada que envidiar a la de los hombres.
Paula Farias, Fantasmas azules, Alianza de Novelas, 17€
María es una joven periodista acostumbrada a dejar huella que, desencantada tras una ruptura amorosa, decide aceptar una corresponsalía en Kabul. Allí encontrará un mundo diferente, extraño y mágico por momentos, azul y amarillo, dividido e inescrutable, poblado por mujeres que se le escurren y que no termina de entender.
Un mundo en el que confluyen muchos otros personajes en ese crisol que es una ciudad devastada y en proceso de reinvención, como Mahmud, un guerrillero recién descendido de las montañas donde aún humea la contienda, que busca reinventarse y añora una infancia que casi no tuvo, perdida entre cometas y granadas, y que se ofrece como intérprete a Simón, un coordinador de Naciones Unidas encerrado en su pequeño mundo de hombre occidental que siente que tiene algo que demostrar. Y también está Ibrahím, un vendedor de alfombras marcado por los recuerdos; y Jana, una anciana que ha visto a demasiadas mujeres desaparecer; y Míster Marta, médico de una ONG, que desde su forma especial de entender el mundo, eligió quedarse en las montañas cuando sus compañeros se marcharon.
Javier Azpeitia, Músika, Tusquets, 19,90€ (5 mayo)
Músika es una novela histórica situada en la Grecia antigua (finales del siglo V a. C., en el último periodo de la guerra del Peloponeso) que nos cuenta los últimos años de la vida de Eurípides y las circunstancias oscuras en las que murió. A través de un personaje de ficción —Mora, una sacerdotisa de agua convertida en esclava por los avatares de su vida—, el autor recrea la vida en la corte de sabios de Arquelao de Macedonia y recrea las intrigas y las envidias entre poetas, filósofos y demás participantes del «Banquete de los afortunados». Un relato de aventuras por parte de la protagonista, y de deslumbrante recreación de la Atenas clásica, a través de los autores teatrales, y las cortes de artistas en una narración llena de referencias mitológicas e históricas.
Óscar Montoya, Lo que te persigue, Alianza de Novelas, 18€
Israel es un vendedor de seguros y escritor en plena crisis de la mediana edad al que de pronto se le viene el mundo encima cuando, tras unas pruebas médicas, su madre debe ingresar en un hospital de Vigo, su ciudad.
Son noches largas, en las que, a la espera de análisis y resultados, no parece fácil dormir, pero Israel tiene mucho en que pensar mientras deambula por los pasillos. Como en Mario, su hijo de nueve años, al que ha criado como suyo pero que ha empezado a hacer preguntas sobre su padre biológico; o la enfermedad aún sin nombre de su madre, y en ella y su fortaleza, también en su pasado como madre soltera y en todo lo que tuvo que vivir durante la primera infancia de Israel, como la extraña muerte de su tío Jaime; o en su hermano, Alberto, de viaje en Cuba y que afirma que regresará pronto con Yanelis, una desconocida con voz demasiado ronca que dice ser el amor de su vida; o en Agustina, la hija de la mujer con quien su madre comparte habitación en el hospital, una mujer excesivamente amable que parece ocultar algo… O la curiosa relación entre la tan soñada carrera literaria de Israel y su vida sexual, porque tras haber logrado al fin publicar una novela negra con una editorial prestigiosa, la intimidad con su mujer ya no ha vuelto a ser la misma.
Pero, sobre todo, Israel, piensa, aunque no quiera, en Teresa Salgueiro, una aguerrida portuguesa de profundos ojos verdes que acaba de realizar un fallido asalto a un furgón blindado y ahora es una fugitiva de la policía. Teresa es la protagonista de su nueva novela. Esa que no debe escribir porque tiene cosas más importantes en que pensar…
Mario Cuenca Sandoval, LUX, Seix Barral, 20€ (5 mayo)
Una inteligente ucronía sobre el auge de la extrema derecha y lo que lleva a un hombre a traicionarse a sí mismo para ser aceptado.
Un hombre que tal vez se llame Marcelo Mosén repasa las circunstancias de su declive personal, paralelo al hundimiento de un país que bien podría ser la España posterior a la pandemia. Tras la muerte de su hijo, desempleado y desahuciado, Marcelo abrazará los ideales de LUX, un movimiento populista que conquistará el poder apelando a las emociones primarias de los ciudadanos, aun cuando estos ideales lo sitúen ante profundas contradicciones íntimas.
Escrita con sutileza e inteligencia, LUX es una novela impactante sobre el auge de una nueva extrema derecha alimentada por los discursos del odio que se multiplican a través de las nuevas tecnologías, un espejo que nos muestra los preámbulos del autoritarismo y que nos mantiene en vilo hasta la última página.
Kate Reed Petty, Una historia verdadera, Alianza de Novelas, 19,50€
2015. Una escritora en la sombra, solitaria y con talento llamada Alice Lovett se gana la vida ayudando a otras personas a escribir historias. Sin embargo, a ella la persigue una historia propia que no puede narrar: la historia de «lo que pasó mientras dormía», como ella la define.
1999. Nick Brothers y sus compañeros del equipo de lacrosse comienzan el último curso en un acomodado instituto de Maryland como los campeones estatales. Están en la cima del mundo, hasta que dos de sus amigos llevan a una chica a casa, después de que esta pierda el conocimiento en una de las fiestas «legendarias» del equipo, y de que un rumor sobre lo sucedido en el asiento de atrás del coche se extienda como la pólvora por el pueblo.
Los jóvenes niegan las acusaciones y, al final, el pueblo pasa página. Pero no todos. Nick cae en el alcoholismo y Alice desarrolla una vida de vaivenes en la que se menosprecia a sí misma y confía en la gente equivocada. Cuando por fin tiene la oportunidad de enfrentarse al pasado que no recuerda -pero que ha conformado su vida-, ¿lo aceptará?
Una historia verdadera es un análisis ingenioso y sobrecogedor de una mujer que busca su voz en las secuelas del trauma: una mezcla de thriller psicológico, delirio y análisis sobre la agresión sexual, el poder y la naturaleza de la verdad. Su chispeante estructura, llena de giros y vueltas, que mantendrá al lector en vilo hasta las últimas páginas, marca el debut de una nueva voz en la ficción, una voz singular y atrevida.
Ana Hernández Sarriá, Entre azules, Esfera de los Libros, 19,90€
Federica, una joven escritora en plena crisis creativa, decide escapar a las Maldivas en busca de inspiración. Antes de partir, su abuela le entrega un diario de su propia juventud, del que Federica no tenía constancia, con la idea de que lo pueda convertir en su siguiente obra de ficción.
Sin embargo, Maafushi, la isla de un kilómetro de largo, y las circunstancias lo cambiarán todo. Federica no era consciente antes de partir del nuevo mundo al que se iba a enfrentar y lo mucho que iba a aprender atrapada en un paraíso al que pronto dejarán de llegar barcos con agua y comida.
El exotismo que la rodea, la gente del lugar, los niños de un orfanato, cuidar delfines y un amor prohibido, entre otras cosas, le harán reencontrarse consigo misma y descubrir que, ante sus ojos, la vida siempre tiene sentido.
Antonio Scurati, M. El hombre de la providencia, Alfaguara, 22,90€ (6 mayo)
En 1925, una figura de camisa negra y gesto arrogante comienza a ocupar todos los intersticios de la vida pública italiana. Benito Mussolini, una vez que se ha convertido en el presidente del Consejo más joven de la historia de Italia, se prepara para el siguiente paso del proyecto fascista: fundir su nombre con el de su propio país. Pero la senda del autoritarismo no es sencilla: luchas internas en el partido, durísimas batallas parlamentarias, la amenaza revolucionaria, la necesidad de expandirse territorialmente, una turbulenta vida personal y palaciega, intentos de asesinato y la nueva relación con un joven Herr Hitler, cada vez más popular. Todo para que Mussolini, fascismo e Italia sean uno. Este proceso irá tomando cuerpo hasta que, en 1932, se cumpla una década de la marcha sobre Roma. Pero no hay tiempo para mirar atrás, el futuro parece encerrar una promesa brillante para el fascismo.
Sasha Filipenko, Cruces rojas, Traducción: Marta Rebón, Alianza Literatura, 18€
Un joven llamado Alexander se muda a un apartamento en Minsk. Llega con una tragedia a sus espaldas y ninguna intención de hacer nuevos amigos. Pero Tatiana Alekséievna, su vecina nonagenaria, insistirá en compartir con él sus recuerdos antes de que el alzhéimer los borre por completo. Como mecanógrafa del ministerio del interior ruso durante la Segunda Guerra Mundial, Tatiana tuvo a su cargo la comunicación con Cruz Roja Internacional sobre de los soldados apresados por el bando enemigo; entre ellos, su marido. Después pasaría años en un campo de concentración. La memoria de Tatiana, pronta a extinguirse, se afirma como testimonio de la arbitrariedad del régimen soviético y de la impiedad hacia su propio pueblo. Sasha Filipenko (1984, Minsk) es un autor bielorruso de habla rusa. Tras abandonar su formación musical clásica, cursó estudios de literatura en San Petersburgo y trabajó como periodista y guionista. Esta es su cuarta novela.
Arantza Portabales, La vida secreta de Úrsula Bas, Lumen, 19,90€ (6 mayo)
Úrsula Bas, escritora de éxito, lleva una vida aparentemente anodina en Santiago de Compostela. Un viernes de febrero sale de su casa para dar una charla en una biblioteca y no regresa. Su marido, Lois Castro, denuncia su desaparición al cabo de veinticuatro horas. Úrsula, que permanece encerrada en un sótano, conoce bien a su secuestrador —un admirador en cuyas redes se ha dejado envolver sin oponer la menor resistencia— y sabe que tarde o temprano la matará.
El inspector Santi Abad, reincorporado al cuerpo de policía tras un año y medio de baja psiquiátrica, y su compañera Ana Barroso, que acaba de ser nombrada subinspectora, inician una búsqueda sin tregua con la ayuda del nuevo comisario, Álex Veiga. Todos sus pasos les dirigen hacia otro caso sin resolver: el de Catalina Fiz, desaparecida en Pontevedra tres años antes, y hacia un asesino que parece estar tomándose la justicia por su mano.
Jo Nesbo, El reino, Reservoir Books, 21,90€ (6 mayo)
En lo alto de una montaña, en los páramos de Noruega, hay un viejo caserón habitado por un hombre solitario. Se llama Roy, es experto en pájaros, lleva la gasolinera del pueblo y en cada casa corre un rumor sobre él. Su vida gris se reabre con la vuelta de Carl, su hermano pequeño. No se ven desde que se fue a estudiar a Estados Unidos hace quince años, tras la muerte trágica de sus padres en un accidente de coche.
El hijo pródigo trae consigo a su flamante esposa, Shannon, una enigmática arquitecta: han ideado un plan para construir un gran hotel en los antiguos terrenos familiares y podrían hacerse ricos, no solo ellos sino además los vecinos de la zona.
Sin embargo, pronto llegan también los malos presagios. Porque es difícil reinventarse en una comunidad pequeña donde todos se conocen, y a los habitantes del lugar les costará olvidar ciertos episodios del pasado. Sobre todo, al agente Olsen, hijo del antiguo alguacil, que desapareció tiempo atrás en extrañas circunstancias.
John Boyne, Las furias invisibles del corazón, Salamandra, 23€ (6 mayo)
Hijo bastardo de una adolescente expulsada de su comunidad rural y adoptado por una excéntrica pareja de acomodados dublineses, Cyril es un niño educado que crece acostumbrado a enmascarar sus emociones. Extraordinariamente atento a todo lo que ocurre a su alrededor, pero tímido y retraído cuando está acompañado, pronto sabrá que es gay y tardará décadas en desprenderse de una culpa y una vergüenza paralizantes. En un entorno que juzga abominable su orientación sexual, dos relaciones serán cruciales en su maduración: Maurice Woodbead, un amigo de la infancia que posee la audacia y la belleza que Cyril siempre ha deseado, y Bastian, un médico holandés tocado por la gracia a quien conoce cuando se muda a Ámsterdam y con quien convivirá durante años.
Curiosidades
Umberto Eco, Memoria vegetal, Lumen, 18,90€
El libro es un seguro de vida, una pequeña anticipación de la inmortalidad.
El cerebro humano cuenta, desde el principio de los tiempos, con una memoria orgánica y otra mineral, grabada en piedras y tabletas de arcilla. Junto a ellas, de forma paralela, se ha desarrollado otra más profunda, silenciosa y revolucionaria: la memoria vegetal, impresa en papiros y en trapos hasta llegar al papel procedente del árbol que conocemos hoy. Su instrumento de supervivencia es el libro, objeto de amor y devoción durante siglos.
Umberto Eco, el «humanista integral», según Fernando Savater, dedica estos textos inéditos e iluminadores a los bibliófilos como él, a los futuros bibliófilos y a los que todavía no saben que lo son. Un libro para aprender, deslumbrarse, emocionarse y seguir leyendo siempre.
Desde que se hizo cargo de la dirección del PP contra Soraya Sáenz de Santamaría –contra porque tenían más rabia a la “chiquitilla” que ganas de apoyarle- viene demostrando ser una persona carente de personalidad. No un tipo pusilánime al estilo del escribiente Bartleby de Herman Melville pues tiene más cara que espalda, sino a ese tipo de persona con cierto trastorno psicológico que intenta superar su mediocridad (intelectual, personal, social, etc.) mediante la adopción de distintas máscaras y queriendo ser el graciosete del grupo en el que se encuentre en ese momento.
Pablo Casado es un ser sin personalidad propia. Buena o mala, mejor o peor, pero propia. Lo viene demostrando con la cantidad de disfraces que utiliza y que han servido para catalogarle como el Mortadelo de la política española. Ese intento de mimetizarse con profesiones, industrias o nevadas no es, como intentar vender desde la comunicación política de su partido, un mecanismo simbólico de representación de todos los españoles sino el intento de superar su mediocridad en el aspecto más importante de la dirección política: tener claras las ideas en concordancia con una personalidad formada. Un día se levanta conservador, otro día liberal, el siguiente socialdemócrata y si le dejan al otro se levantará monarca de España. ¿Qué quiere decir esto? Que hoy se apunta a lo que haya dicho Merkel, mañana Macron, al otro Rosanvallon y al final acaba mimetizado con Marhuenda.
Parece haber elegido la senda de Albert Rivera y su populismo del sistema y todos saben ya cómo acabó aquello, con el ex-dirigente naranja pidiendo paguita al PP de Madrid. El problema es que además se vanagloria de carecer de personalidad. Así en una entrevista se ha atrevido a afirmar que él es “la media entre Feijóo y Ayuso”. Tiene tan poca personalidad que tiene que elegir entre dos baronías peperas para autoubicarse. El escribiente melvilliano se limitaba a decir “Preferiría no hacerlo”, Casado debería decir “No sé quién soy, pero estoy en la media de dos personas seguro”. ¿Se imaginan a Felipe González diciendo que es la media de Leguina y Rodríguez de la Borbolla? O ¿a Aznar diciendo que es la media entre Bush y Blair?
El problema es que da por hecho Casado que todos los españoles conocen a la perfección quién es Alberto Núñez Feijóo. Pueden pensar que es un tipo moderado que gana elecciones por mayoría absoluta, pero hasta ahí. El 90% de los españoles no saben ni cómo gestiona, ni cómo le van las cosas a Galicia. Con Isabel Díaz sí tienen más con que comparar y, tras insultar a los no madrileños en diversas ocasiones, seguramente la imagen no sea buena. Así que la personalidad política del presidente del PP está entre una loca y un desconocido, según los clichés que se extienden por España. No parece una muy buena carta de presentación, desde luego. Pero como Casado carece del mínimo de inteligencia para darse cuenta de ese error cuando habla ad hominem, no puede desarrollar argumentos lógicos que sustenten una imagen positiva de su persona. Una personalidad que no es que sea bien acogida por los españoles, tal y como se refleja en las valoraciones de dirigentes políticos de las distintas encuestas.
Como pasa con buena parte de la clase política actual, para Casado el principio de contradicción parece no existir. Esto es, que decir una cosa y su contraria, sosteniéndolas como verdades absolutas, no solo es falaz sino que es imposible. Así hoy está en contra de cambiar el CGPJ y mañana acusa al gobierno de no querer hacerlo. Incluso en una misma entrevista es capaz de defender la soberanía estatal y la apertura total de fronteras. O decir defender a los agricultores españoles y a la vez los vetos de exportación a ciertos países –que son los que realizan las importaciones de los agricultores españoles-. Ahora habla de libertad y diez minutos después pide cárcel por delitos de opinión.
Todo esto es, en parte, producto de una época populista y demagógica sí, pero también demuestra su falta de personalidad al no salirse del guión e intentar ser él mismo. Carece de personalidad tanto como para lanzar a Teodoro García Egea a discutir los datos estadísticos del FMI con una portada de ABC. No es de extrañar que los votantes de derechas estén en constante duda pues un día es moderado y al otro ultramontano. Al carecer de personalidad pasan estas cosas y como la poca personalidad que tiene es la del graciosete que quiere ser amigo de todos, pero que se huele que es un trepa, ocurre que proyecta la imagen de una persona poco de fiar. Y tiene suerte que se está en tiempo pandémico, porque de estarlo tendría problemas mediáticos y partidistas. En realidad le están esperando con la guadaña aunque él no lo sepa.
En un día como hoy vamos a hacer una serie de recomendaciones libreras que sí se han leído. En las novedades semanales se reconoce que es puro corta y pega de lo que las editoriales ofrecen, pero hoy sí que son títulos leídos. Cierto que es una selección subjetiva, pero a diferencia de lo que ocurre en otros lares (no queremos señalar), no nos amina ningún ánimo pecuniario, ni ningún interés editorial. Son libros que nos han gustado, de diferentes editoriales y que recomendamos para su compra y lectura en el Día del libro. Se han elegido los más cercanos en el tiempo por dos razones: una, no irse a libros “clásicos” y, dos, que ustedes si están interesados los encuentren sin estar descatalogados. Porque todos tenemos ese amigo que te habla de un libro que es imposible encontrar. Vale, también tenemos ese amigo que sólo te habla de los libros típicos de las listas de los grandes medios, pero no es el caso.
No se ha elegido algún libro, como el último de Javier Marías, que debería estar en una lista de recomendaciones porque ya se encarga su editorial de llenarles a ustedes de publicidad. Tampoco se ha querido hacer sangre con una lista de no recomendables (como la biografía de Hegel de Jacques D’Hondt) porque no era el día. Sólo queda aclarar una última cuestión, el orden de los libros no es una gradación de mejor a peor, es aleatoriedad, salvo los dos ensayos que van al final del texto. Si no les atraen estos libros, da igual, vayan a la librería más cercana, al puesto de feria que haya en la calle y pasen unos minutos eligiendo aquel que más les atraiga. Y, por favor, lean para disfrutar y para que no les engañen.
Elizabeth Strout, Luz de febrero, Duomo.
Una delicia de libro que define la cotidianeidad de personas corrientes de una forma espléndida. Mejora la que se supone primera parte y que obtuvo el premio Pulitzer. Strout alcanza con este libro su máximo nivel narrativo sin necesidad de recurrir a extraños personajes o situaciones rocambolescas.
Presentación de la editorial: En Crosby, un pequeño pueblo en la costa de Maine, no suceden muchas cosas. Y sin embargo, las historias sobre la vida de las personas que viven allí contienen un mundo entero. Está Olive Kitteridge, una maestra jubilada, irascible, indecorosa, de honestidad inquebrantable. Tiene setenta años y aunque es más dura que una roca, sintoniza con los matices del alma humana. Está Jack Kennison, antiguo profesor de Harvard, que busca desesperadamente la cercanía de esa extraña mujer, Olive, siempre tan Olive. Su relación tiene la fuerza de quienes se aferran a la vida. Una novela conmovedora que habla del amor y la pérdida, de la madurez y la soledad, y de esos inesperados instantes de felicidad.
Edward Carey, Little, Blackie Books.
Si desea conocer la vida de Madame Tussaud (sí la fundadora de los famosos museos de cera) sin necesidad de leer un ensayo histórico, este es su libro. Una novela histórica, una historia novelada, algo más que una biografía al uso pero de gran calidad. Muy entretenida. Una belleza las ilustraciones incorporadas que amenizan la lectura.
Presentación de la editorial: Es 1761, y una niña diminuta y de aspecto bastante extraño nace en un pueblo de Suiza. La llaman Anne Marie, aunque no tardarán en referirse a ella como Little.
Pronto la tragedia se cierne sobre su vida: sus padres mueren, y su única salida es convertirse en aprendiz y sirvienta de un excéntrico modelador de cera, el señor Curtius. Espléndidas cabezas de cera la observan desde todos los ángulos del taller: Curtius las rellena con trapos y serrín, y las vende por encargo a los hombres más ricos de Berna.
De la Suiza de su infancia a París, donde funda con el señor Curtius el primer museo de cera, y más tarde a Versalles, para asistir a María Antonieta en el parto, esta es la asombrosa historia de la modeladora de cera más ilustre de la Revolución francesa. Porque la revolución exige cabezas para su incansable guillotina, y solo ella puede conseguirlas.
Marlen Haushofer, La buhardilla, Contraseña.
La autora consigue narrar a la perfección las relaciones matrimoniales de larga duración que caen en la monotonía, con un estilo sencillo y elegante. De esta forma consigue plasmar con habilidad tanto la rutina como los momentos de cariño en la pareja. Algo que, pese a que hoy en día las relaciones parecen ser de usar y tirar, plasma a la perfección lo que supone vivir en pareja con sus pros y contras.
Presentación de la editorial: A sus cuarenta y siete años, la protagonista de La buhardilla lleva una vida apacible y monótona. Casada con un abogado aficionado a leer libros sobre batallas, madre de dos hijos y con un círculo de relaciones muy reducido, pasa gran parte del día sola. Durante un tiempo trabajó como ilustradora, pero hace años que se dedica en exclusiva a las tareas de la casa, aunque no por ello ha dejado de dibujar. La rutina que preside su vida se quiebra el día en que recibe un grueso sobre amarillo. El sobre contiene unas hojas escritas a mano que reconoce al instante: se trata de las primeras páginas de un diario que llevó durante los meses que, debido a un problema de salud, vivió alejada de su familia en una casa de campo, diecisiete años atrás. Los siguientes cinco días recibe sendos sobres amarillos con el resto de las páginas del diario. Para leer estas páginas, que le hacen revivir un episodio muy traumático que supuso un antes y un después en su vida, se retira cada día a la buhardilla, el lugar en el que suele encerrarse a dibujar y que se ha convertido en su habitación propia. Aunque tiene la certeza de que el remitente de los sobres es un hombre con el que mantuvo una extraña relación mientras vivía en el campo, ignora qué es lo que pretende al enviarle tanto tiempo después esas páginas.
Chris Offutt, Lejos del bosque, Sajalín.
Un libro de relatos muy entretenido y que no decae al pasar de uno a otro. La especificidad de este tipo de libros, que en estos tiempos de prisas es muy a valorar, es que se puede disfrutar un relato (o dos), dejar aparcado el libro unos días y retomarlo al tiempo. La virtud que tiene, empero, es que el autor consigue que nos enganchemos y queramos mucho más por el realismo de las historias.
Presentación de la editorial: En Lejos del bosque, su segundo libro de relatos tras Kentucky seco (1992), escribe sobre aquellos que, como él, dejaron atrás ―aunque no consiguieron olvidar― esas colinas agrestes donde los hombres se sienten desnudos si no van armados y las rencillas entre familias se transmiten de generación en generación. Camioneros, sheriffs, obreros, ex convictos y boxeadores amateurs protagonizan estas historias de gente a la deriva que anhela regresar a ese rincón perdido y olvidado del que huyeron y que probablemente solo existe en su memoria.
R. A. Dick, El fantasma y la señora Muir, Impedimenta.
Es un libro muy ameno, con un argumento original, que ayuda a evadirse por momento de lo que nos rodea. Esta es una virtud, a veces, poco valorada pero que este libro tiene. No busquen el libro del año; no busquen la obra maestra del siglo; no busquen lo que este libro no tiene porque se decepcionaría. Sin embargo, es un muy buen libro que deberían leer por su historia agradable y la capacidad de enganchar que tiene a l lector.
Presentación de la editorial: Lucy Muir es una joven viuda a la que todo el mundo considera «muy poca cosa» a pesar de que ella se tiene por una mujer muy decidida. Agobiada por las deudas tras la muerte de su marido, decide mudarse a Gull Cottage, una casita ubicada en un pintoresco pueblo costero inglés llamado Whitecliff. Según los rumores que corren por la zona, la casa está embrujada, y el espíritu del atractivo y arisco capitán Daniel Gregg, antiguo dueño de la casa, vaga por el lugar importunando a todos los que osan alterar su descanso. Inmune a las advertencias, Lucy se plantea descubrir por sí misma si esas historias son ciertas. La relación estrambótica y a la vez sumamente tierna que establece con el capitán Gregg se convertirá en un refugio para ella y en un amor que desafiará todas las leyes de la lógica.
Ruth Klüger, Seguir viviendo, Contraseña.
Un librazo. A medio camino entre la autobiografía y la novela, con unas reflexiones extraordinarias sobre los sucesos que nos narra. Consigue plasmar en sus párrafos lo que significó aquella odisea de una forma muy inteligente, fría pero contundente.
Presentación de la editorial: El 12 de marzo de 1938, día en que tuvo lugar la anexión de Austria al Reich, Ruth Klüger vivía en Viena, ciudad en la que había nacido en 1931 en el seno de una familia judía, con su madre, Alma, y su padre, Viktor. A principios de mayo de 1945, cuando se firmó la capitulación alemana que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa, residía con su madre en la localidad bávara de Straubing, a la que habían llegado después de escapar durante la evacuación de Christianstadt, el tercero de los campos de concentración, después de Theresienstadt y Auschwitz-Birkenau, en los que estuvieron recluidas. Tanto el padre de la autora como su medio hermano, Schorschi (fruto del primer matrimonio de su madre), se encontraban en la larga lista de víctimas mortales de la barbarie del nazismo.
Paco Roca, Regreso al edén, Astiberri.
Con decir que es un libro de Paco Roca ya valdría para que cualquiera tuviera ganas de hacerse con esa novela gráfica. No sólo es su distinguible forma de dibujar, es la capacidad de contar una historia con una estética preciosa y un buen argumento. Una forma de dar siempre un pellizco al corazón mediante la combinación de dibujo y texto.
Presentación de la editorial: A partir de una foto familiar de 1946 en la antigua playa de Nazaret de la capital valenciana, Paco Roca dibuja un fresco sobre la España de la posguerra a través de una de aquellas familias humildes –reflejo de la inmensa mayoría de la sociedad que sobrevivía bajo la dictadura franquista–, con serios problemas para acceder al sustento, obligada a acudir por sistema al mercado negro para hacerse a duras penas con una alimentación básica diaria.
Un vigoroso y delicado retrato en cuatricromía de una España de tonos grises y libertades cercenadas por un régimen político caldo de cultivo, igualmente, de la propagación de miserias morales.
Eduardo Halfon, Canción, Libros del Asteroide.
Una delicia por la buena forma de escribir del autor que supera con mucho a la propia historia, la cual no desmerece. Mediante un uso pletórico del lenguaje consigue que una dramática historia acabe enganchando al lector.
Presentación de la editorial: Una fría mañana de enero de 1967, en plena guerra civil de Guatemala, un comerciante judío y libanés es secuestrado en un callejón sin salida de la capital. Nadie ignora que Guatemala es un país surrealista, había afirmado años antes. Un narrador llamado Eduardo Halfon tendrá que viajar a Japón, y revisitar su infancia en la Guatemala de los bélicos años setenta, y acudir a un misterioso encuentro en un bar oscuro y lumpen, para finalmente dilucidar los detalles de la vida y el secuestro de aquel hombre que también se llamaba Eduardo Halfon, y que era su abuelo.
George Egerton, Tierra virgen y otros relatos, La navaja suiza.
Colección de relatos en los que sorprende las ideas tan actuales de la escritora. Cuando hoy nos encontramos con tanto adanismo (en este caso en el mundo feminista) sorprende que la autora (que como bien conocen hubo de esconderse tras un seudónimo masculino) ofrezca un muestrario de cuestiones que aún se debaten y que tienen más de un siglo de vida. Al contrario de lo que sucede en la actualidad con algunas feministas, Dunne/Egerton hace uso de la calidad narrativa para explicar la problemática de las mujeres.
Presentación de la editorial: Tras el seudónimo de George Egerton, se escondía Mary Chavelita Dunne (1859-1945), quien eligió ese nombre como garantía de entrada a un mundo fundamentalmente masculino al que las mujeres debían acceder travestidas, como también hicieron George Sand y George Eliot. El rechazo de Egerton del realismo imperante y la moral victoriana y su experimentación psicológica la conectaban de manera directa con autores a los que había admirado antes de convertirse en escritora, como Henrik Ibsen, August Strindberg y el premio Nobel Knut Hamsun, con quien mantuvo una relación platónica. Los relatos de Egerton, quien encarnó a la «nueva mujer» de finales del siglo xix, muestran a unas protagonistas que finalmente descubren que el puritanismo es una creación patriarcal que busca limitar la libertad y el desarrollo femeninos. En ellos, se habla de la cárcel que era el matrimonio, la opresión de la Iglesia, la maternidad elegida, la vida sexual y el amor puramente intelectual.
Pierre Rosanvallon, El siglo del populismo, Galaxia Gutenberg.
Un libro imprescindible para conocer eso que se conoce como populismo y que está penetrando en todo el sistema político. Un detallado análisis de las causas del fenómeno y qué las provoca. Justo es en esta parte donde Rosanvallon señala acusatoriamente a la clase política “tradicional” por un olvido de las funciones principales, en especial una izquierda enredada en derechos imaginarios o deseos sin fin. Un muy buen libro que los “intelestuales del sistema” no recomiendan. ¿Por qué será?
Presentación de la editorial: El fenómeno del populismo aún no se ha pensado a fondo. La mayoría de los libros sobre el tema se han centrado sobre todo en caracterizar sociológicamente a los votantes populistas; o en discutir de qué es síntoma (el desencanto democrático, las desigualdades galopantes, la constitución de un mundo de invisibles, etc.); o en hacer sonar la alarma sobre la amenaza que representa. Pierre Rosanvallon propone entender este fenómeno en sí mismo, como una ideología coherente que ofrece una visión atractiva y potente de la democracia, la sociedad y la economía. Si expresa enfado y resentimiento, su fuerza radica en el hecho de que se presenta como la solución a los conflictos contemporáneos. De ahí que sea la ideología ascendente del siglo XXI, en un momento en que las palabras heredadas de la izquierda parecen resonar en el vacío. El autor presenta una teoría documentada sobre el populismo, traza su historia en la de la modernidad democrática y desarrolla una crítica profunda y razonada. Permite así poner fin a las estigmatizaciones sin fundamento y dibuja las líneas generales de lo que podría ser una alternativa movilizadora a este populismo.
Roger Scruton, Conservadurismo, El buey mudo.
Un libro perfecto para conocer el conservadurismo actual. Menos denso que el libro de Gregorio Luri, pero siguiendo una senda occidental de defensa del conservadurismo como doctrina política frente a populismos, libertarios de todo tipo y liberales echados al monte. Escrito de forma muy pedagógica, Scruton logra el propósito de poner negro sobre blanco una tradición añeja que acaba confundida en las mentes de personas, de políticos y de doxósofos de lo intelectual.
Presentación de la editorial: Ser conservador es un modo distintivo de ser persona. Roger Scruton invita al lector al mundo de la filosofía política explicando la historia y la evolución del movimiento conservador a lo largo de los siglos. Con la claridad y autoridad de un talentoso profesor, reflexiona sobre la perspectiva de esta ideología en la sociedad civil, el estado de derecho, la libertad, la moralidad, la propiedad, el derecho y el papel del Estado. En un tiempo en que muchos alegan que los conservadores carecen de un sistema sólido de principios intelectuales, este libro defiende con fuerza la idea contraria, lo cual será alentador para lectores con pensamiento político.
Scruton analiza el origen y desarrollo del conservadurismo a través de la filosofía y el pensamiento de John Locke, Thomas Hobbes, Adam Smith y Milton Friedman, entre otros. Muestra cómo las ideas conservadoras han influido en la política poniendo de ejemplo la carrera de distintos políticos como Thomas Jefferson, Benjamin Disraeli, Ronald Reagan y Margaret Thatcher. También se fija en la relación fluctuante entre políticas conservaduristas, capitalismo y libre mercado, tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos. Esta guía clara e incisiva es una lectura fundamental para quien quiera entender la política actual y de los últimos tres siglos en Occidente.
En la vida profesional y política de Florentino Pérez (apodado ahora FlorenTimo) no todo han sido victorias, no todo ha sido oropel y grandeza. También ha tenido sus momentos de derrota, de catástrofe, de humillación que, contando con buenos esbirros en los medios, han sido opacados y ocultados para no dañar su imagen de hombre de éxito. El golpetazo para su reputación con el fracaso de la Superliga, empero, ha dejado bien a las claras que es un mero hombre con fallas y vicios, a la par que un chapucero que si no tiene detrás al poder político para cubrirle las espaldas es incapaz de hacer algo bien. Aquí veremos sus tres Waterloo, sus tres grandes fracasos en la historia.
Primer Waterloo: PRD
En 1983, tras haber comprado por un euro una empresa de construcción para quedarse con la estructura y comenzar en el mundo de las obras públicas, Florentino sabía que estar cerca del mundo político le reportaría beneficios empresariales o, cuando menos, contactos al más alto nivel. Lo había aprendido como concejal en Madrid de la, en ese momento, casi extinta UCD. Así, se unió al Partido Reformista Democrático de Antonio Garrigues Walker para lanzar un proyecto que se situaría entre el socialismo arrasador de Felipe González y la derecha con olor a azufre autoritario de Manuel Fraga. La famosa “Operación Roca” tuvo a Pérez como uno de los principales instigadores con el apoyo destacado en los medios de comunicación de Pedro J. Ramírez –en esos años director de Diario 16-, en lo financiero con la CEOE y algún apoyo judicial (como el ex-presidente del CGPJ Federico Carlos Sainz de Robles). Una unión entre varios partidos regionalistas (CiU, Coalición Galega, Unión Mallorquina…) y el partido donde Pérez era secretario general.
Hicieron el cálculo de que en 1986 González perdería la mayoría absoluta (lo que suponía pasar de 202 diputados a 170 como poco) y ellos serían clave en el gobierno de España. Allí se apuntaron María Dolores Cospedal, Rafael Arias Salgado, Gabriel Elorriaga, Pilar del Castillo… Personas que al cabo de una década serían importantes en la gobernación de España que coincidió, mera casualidad, con el despegue de OCP y la conformación de ACS. Se gastaron 16.000 millones de euros en la campaña electoral y obtuvieron 0 diputados fuera de los obtenidos por CiU con Miquel Roca en Cataluña. 16.000 millones que perdieron empresarios y banqueros en la mayor catástrofe electoral que se recuerda. Pero Pérez ya había hecho los contactos, las amistades y si se fijan esa conexión mallorquina le vendría bien para cuestiones personales y en cierto director de periódico siempre ha tenido un claro defensor. Poder político, empresarial y mediático en su pubertad pública.
Segundo Waterloo: Albert Rivera y Ciudadanos
Poco se ha comentado en estos años el decidido apoyo de Pérez al proyecto que pidió con pavor el presidente del banco de Sabadell Josep Oliu. Los dos grandes medios (no deportivos) cercanos al florentinato no sólo auparon al estrellato a Albert Rivera sino que dentro de ellos, como han contado desde dentro mismo, había una clara consigna dada desde las oficinas de la avenida de Pío XII: no criticar a Ciudadanos hiciesen lo que hiciesen, dijesen lo que dijesen. Luego alguno que salió corriendo como roedor en cuanto se hundía el barco y que ahora escribe en ABC se da golpes de pecho hablando del poder económico. Los mismos que estuvieron detrás de la Operación Roca, exceptuando cierto empresariado catalán, repitieron pero ahora con el control de numerosos medios de comunicación y lograron colocar a sus peones en el congreso de los diputados.
Ustedes se preguntarán ¿dónde está el fracaso si lograron llevar a Ciudadanos a la casi gloria? Muy sencillo. Cuando llegó a la presidencia del Gobierno Pedro Sánchez, el primer empresario español que acogió en Moncloa fue Florentino Pérez. Mientras estuvo gobernando el solitario José Luis Ábalos le hizo un trabajo fino con las autopistas de peaje –ahora quieren privatizar las autovías que pasarían a depender de ustedes ya saben quién- y otras obras importantes. Tenía controlada esa parte gubernamental pero sin mayoría todo quedaba en el aire y el nuevo PP de Pablo Casado no le hacía mucho caso. Sólo quedaba su gran sueño húmedo (y el de otros empresarios y banqueros como Ana Botín), un gobierno entre su “criatura política” y Sánchez. Rivera, se creyó el papel y dijo no a un gobierno con mayoría absoluta como le pidieron por tierra, mar y aire. Pedro J., nuevamente, utilizó todo su poder mediático en que hubiese un gobierno PSOE-Ciudadanos. Le llamaron los interesados por teléfono, a él y a alguno de sus peones en la operación, pero el nene catalán se pensó que él llegaría a gobernar como presidente y no como vicepresidente.
No hubo gobierno, llegaron nuevas elecciones y surgió un gobierno de coalición entre socialistas y populistas de izquierdas. En el ínterin, los medios que apoyaban y que son tan cercanos a su florentineza cambiaron la estrategia y se lanzaron a la caza de Rivera y sus adláteres. Al viudo con gafas le traicionaban los suyos (¿por primera vez?) y perder no le gusta, así que donde antes había sonrisas luego hubo crítica y apagón informativo. Cierto que el grupo Planeta siguió apoyando, pero ya había encontrado otro elemento político con el que jugar (Vox). Ciudadanos era prescindible y mucho más sin el apoyo en la sombra del tito Floren. ¿Por qué Rivera no ha acabado en uno de los grandes despachos profesionales y está arrastrándose para que le den carguitos en el PP? Roma no paga traidores. Arruinó lo que podría haber sido el logro político mayor del presidente de ACS (un gobierno florentino en su totalidad), le llevó a su segundo Waterloo.
Tercer Waterloo: Superliga
Como habrán adivinado el tercer Waterloo, posiblemente el verdadero Waterloo para la gran mayoría de los españoles, es el fracaso de la Superliga. Todas las personas tenían la imagen de Pérez como un señor que había logrado la perfección empresarial, tanto en sus negocios como en su equipo de fútbol. También había cierto resquemor por su carácter mafioso por controlar gobiernos, juzgados y medios de comunicación. Aunque ambas cuestiones son suponían una contradicción sino un sumatorio. Y resulta que esa imagen de “control mafioso” y efectividad empresarial se ha venido al suelo en tan sólo dos días. Por muchos lametones fálicos que reciba ahora su imagen de los de siempre, para la gran mayoría será un impostor, un fraude.
Ni controlaba el negocio del fútbol como nos hacían creer, ni el negocio de la Superliga era algo estructurado, diseñado y atado como vendían sus secuaces mediáticos. Ni había dinero –sólo un crédito apalabrado por uno de sus banqueros principales J. P. Morgan-, ni había equipos, ni forma de acceso, ni nada. En realidad huele a que era un mecanismo para hacer doblar el brazo a Alexander Čeferin, presidente de la UEFA, y que le entregase un montón de millones de euros para pagar las utopías de la afición madridista (ya saben los Mbappé, Haaland y demás). Y le ha salido mal no, peor. Ha quedado retratado –como gustan rotular en su programa de televisión- como un chapucero que si no es por el control político y la salvaguarda de sus contactos, es incapaz de gestionar algo con solvencia. Pensaba que todos se postrarían a sus pies como el nuevo mesías del fútbol y resulta que ha quedado marcado como lo que es. Para que no lo haya visto claro Gil Marín, la cosa debe ser espeluznante.
Al dañar su imagen de la forma en la que lo ha hecho, perjudicando a su equipo el Real Madrid –veremos si no le pasan factura un par de años en Liga y UEFA, como recado-, es plausible que desde el ámbito político incluso se atrevan a enfrentarle. Igual Isabel Díaz Ayuso ya no le pasa contratos para salvar las cuentas, o Ábalos las autovías de peaje. Igual en los juzgados se comienzan a rechazar las invitaciones. Igual nada cambia, pero todo aquello que toque el viudo con gafas quedará bajo la sombra de la sospecha. Seguirán riéndole las gracias porque los madridistas son muchos y compran lo que les echen en los medios; seguirán ciertos medios bajo su control económico; pero nada volverá a ser igual. Después de Napoleón llegó el bonapartismo; después de Florentino no vendrá nada porque ha arrasado todo en este su último Waterloo.
Supongamos por un momento que la Superliga europea no sea ese artefacto atroz ideado por cuatro equipos ricos para salvar sus cuentas anuales (como confesó el viudo con gafas en televisión). Supongamos que ese engendro futbolístico pudiese salir adelante sin que los organismos del mundo del fútbol puedan frenarlo o absorberlo. Supongamos que, incluso, los aficionados de los equipos españoles que podrían participar están muy de acuerdo con el lanzamiento –tan sólo se oponen con fiereza los aficionados del Atlético de Madrid-. Supongamos todo ello y analicemos el papel que jugarán los dos personajes más siniestros del fútbol español en décadas: Javier Tebas, presidente de La Liga, y Luis Rubiales, presidente de la Federación.
Aleksander Čeferin, presidente de UEFA, ha amenazado con expulsar de la actual competición de Champions a tres de los cuatro finalistas por participar en el proyecto de Superliga; ha amenazado a los jugadores de los doce equipos adheridos con impedirles jugar en sus respectivas selecciones nacionales; y ha amenazado con expulsar a esos equipos de sus ligas nacionales. Como buen integrante de mafia suiza de larga tradición –se sabe que UEFA es ese estamento feudal que hace lo que le da la gana con sus competiciones y donde todos viven a cuerpo de rey o papa-, ha tomado la vía de la amenaza, de la coacción y del señalamiento fuera de los bordes democráticos. Čeferin es un dictadorzuelo futbolístico que piensa que sólo su voluntad es válida y lo que él establezca tiene valor de ley. Un Putin eslovaco en el mundo de fútbol.
¿Qué han hecho Tebas y Rubiales? Por un lado, se han quejado utilizando el vocabulario propio de los macarras y, por otro lado, han lanzado a los equipos de primera y segunda contra los otros tres equipos pidiendo que lo dicho por Čeferin se aplique inmediatamente. Los dos macarras del fútbol español tienen ese punto de cobardía de los pelagatos pandilleros de barrio pijo y por ello se esconden detrás de la fuerza de la masa porque saben que sus sueldos dependen muy mucho de lo que suceda en esta guerra futbolística. Tebas se levanta tres millones de euros por beneficiar a Real Madrid y FC Barcelona al fin y al cabo. Rubiales gana medio millón de euros –de un organismo público-, más los extras de UEFA y FIFA manteniendo el duopolio y manejando por detrás ciertos arbitrajes extraños. Ambos viven de los dos equipos poderosos y no dan la cara –salvo alguna queja de Tebas contra Florentino Pérez– no vaya a ser que se la partan. En este momento están en apuros, acongojados y con el agua hasta el cuello.
El problema para ellos es que no pueden expulsar a los equipos de La Liga ya que no existe mecanismo administrativo para ello. Los equipos de la Superliga pueden o no inscribirse en la Champions, no están obligados a ello y en la disputa de la competición nacional sólo adquieren el derecho a, no la obligación a. Los tres clasificados que pertenecen a la Superliga podrían declinar en ese derecho y dedicarse a jugar una competición amistosa –que curiosamente tiene formato de Superliga y deja unos grandes beneficios-. Moralmente puede ser reprobable pero legalmente pueden hacerlo. ¿Algo que decir Rubiales antes de llevarse la supercopa española a cualquier país árabe para que le llenen de millones los bolsillos? No. ¿Podría pedir Tebas que se jugasen partidos de Liga en EEUU como se empeñó antes de la pandemia? Poder, con la cara que tiene, puede, pero moralmente le afectaría por sus críticas contra la Superliga.
Cuando el tito Floren decía a su edecán en el programa televisivo de las noches que estaba seguro que no habría sanciones a los equipos y a los jugadores es porque conoce mejor el terreno que los dueños de los demás equipos de La Liga y que el don de la UEFA. Equipos que no tienen compromiso ligueros ¿por qué no van a poder jugar amistosos y al final del torneo entregarse una copa? Los jugadores, como trabajadores de sus empresas, jugarán donde sus empresas les digan que jueguen, en las locales 8que no desaparecen) y en las amistosas. ¿Puede sancionar UEFA a jugadores por trabajar donde les dicen según la ley sus jefes? No. Y si se inventan normas ad hoc para sancionar a equipos y jugadores las demandas judiciales van a ser tremebundas contra la UEFA, la RFEF y La Liga, tanto como para acabar con miles de millones de euros perdidos. Y ¿de dónde van a sacar esos millones si los equipos que realmente venden y producen esos millones no juegan? ¿Piensan que en Latinoamérica van a pagar por ver un Villarreal-Huesca una millonada? De ilusiones también se vive.
Florentino, de momento, ya tiene una cautelar judicial en la que impiden sanciones –aunque eso no les libre de que pueda haberlas- al menos en España. Tiene abogados que han estudiado todo, aunque cualquiera con un mínimo conocimiento sabe que sancionar y expulsar es contrario a la ley. Rubiales y Tebas pueden acribillar a arbitrajes infames a Atlético de Madrid (ya está casi acostumbrado), Real Madrid y FC Barcelona para que gane el Sevilla la liga, pero la campaña periodística que se desataría igual no la resistirían. Además perderían contratos publicitarios de empresas que no querrían verse en situaciones asquerosas, más el añadido de que podrían ser acusados de amaños por los perjudicados. Muy compleja la situación de los dos macarras del fútbol porque los demás equipos les presionan para que acaben con los poderosos… pensando que ellos pasarán a ser poderosos y jugarán la Champions siempre. ¿Con qué dinero? O ¿piensan que los tenedores de los derechos televisivos van a pagar 1.000 millones por una liga sin los tres equipos expulsados (a la espera de resoluciones judiciales)?
La bazofia de la Superliga, que seguramente acaba como la Euroliga de baloncesto, está bien pensada pese a que Tebas diga que no. Podrían arrancar como torneo amistoso y mientras tanto jugar las ligas con unos cientos de millones en los bolsillos. Si les expulsan, tal y como está la legislación española y europea, pueden prepararse para demandas que acabarían por restituir en sus derechos a los equipos con una millonada en indemnizaciones que saldrían de los bolsillos (mediante ingresos que no disfrutarían) de esos equipos que hoy chillan. En realidad, tal y como se han expresado algunos, como Fernando Roig del Villarreal, lo que hay es envidia por no pillar cacho del invento. Tebas y Rubiales hoy están muy gallitos, mañana, como han hecho siempre, lamerán las botas de los poderosos. Hoy son los más macarras del fútbol, mañana lacayos de quienes siempre lo han sido. Cuando Étienne de La Boétie escribió su Discurso sobre la servidumbre voluntaria lo hizo pensando en estos dos avant la lettre.