martes, 26 agosto, 2025

1.100 millones en propaganda ¿y quieren un gobierno ERC-Comuns?

Ayer el PSC cuantificó en 1.100 millones de euros los gastos derivados de “propaganda” y cosas del procés. Miles de millones tirados a la basura y que podrían haber ido a la sanidad para salvar vidas (más en estos tiempos de pandemia) y no a fuegos fatuos del nacionalismo secesionista. Algo que han denunciado en otro tiempo, con menor coste, desde Ciudadanos. 1.100 millones sacados de los bolsillos de los catalanes para divertimento de una clase política secesionista y aliados necesarios, como los comunes. 1.100 millones de euros para que protesten por la retirada de la inmunidad de un subversivo que ha llevado a la ruina a Cataluña.

Si es escandaloso ese gasto superfluo en cosas de secesionistas, aún lo es más que Jessica Albiach quiera un gobierno con esas personas con el apoyo externo de un partido serio como es el PSC. Desde luego las órdenes de Madrid son esas. Coincidentes en lo que piensan los nacionalistas escondidos de Ada Colau. Hacer que parezca que hay un gobierno de izquierdas en Cataluña cuando, en realidad, lo que existirá será un gobierno nacionalista, menos secesionista tal vez, pero que persistirá en el empleo de fondos destinados a nada que sea social y sí propagandístico. Normal que Salvador Illa no se preste a esos manejos –tiene la piel curtida en su propio partido- y siga adelante con la intención de presentar su candidatura a president.

Un gobierno ERC-Comuns en ningún momento prescindiría de esos fondos para publicidad. Son demasiado jugosos para nutrir a oenegés amigas y de amigos, para comprar voluntades en los medios o para darse publicidad. En ningún momento esos miles de millones engrosarán los servicios sociales. No pasó en la época de Manuela Carmena en el ayuntamiento de Madrid, no pasa en el ayuntamiento de Barcelona, ni pasaría en la Generalitat. Ambos partidos viven y sobreviven de las subvenciones y la publicidad. Y en ese juego no piensa entrar Illa, mucho menos de miranda desde la barrera.

Se pueden quejar que se judicializa la política –cabe preguntar ¿quién provocó esa judicialización?-, pueden ser los mayores adoradores de personajes subversivos y caraduras como Carles Puigdemont -¡qué bien vive en Bélgica mientras su “compañeros” comen cárcel!-, pero callan ante estos gastos superfluos. Y lo peor es que quieren engañar a los catalanes y al PSC en sus tejemanejes. Los cuales sólo tienen la vista puesta, no en la gestión eficaz y eficiente de Cataluña, sino en ser un grupo de presión contra el presidente Pedro Sánchez dentro y fuera del gobierno. Joan Tardá ha salido a defender la no unión con Junts, por aquello de parecer de izquierdas, pero en el fondo, siendo más inteligente que Gabriel Rufián, sabe que o gobierna Illa o se deben abrazar a los puigdemonters. Y si la alianza es con el PSC se acabó el procés y la dilapidación de millones de euros. ¿Querrán ERC y Podemos-Comuns renunciar a esos millones en publicidad y compra de voluntades?

“El corazón helado” de Almudena Grandes a la televisión

Boomerang TV prepara la adaptación de la novela homónima de Almudena Grandes “El corazón helado”. La obra recrea un panorama emocionante de la historia reciente de España desde la Guerra Civil hasta principios del siglo XXI a través de las familias de dos personajes: Álvaro Carrión, hijo de un importante hombre de negocios cuyo poder se remonta a los años del franquismo y Raquel Fernández, hija y nieta de exiliados republicanos en Francia.

Los guiones de esta adaptación corren a cargo del prestigioso dramaturgo Miguel del Arco, autor y director de “El proyecto Youkali”, “Juicio a una zorra”, “Deseo” y “Refugio”. El proyecto está liderado por Luis Santamaría, Productor Ejecutivo de series como “Alba” o “La Otra Mirada”.

“El corazón helado” ha cautivado a crítica y público y ha vendido hasta la fecha más de 700.000 ejemplares. Traducida a varias lenguas, la novela ha merecido además numerosos reconocimientos nacionales e internacionales como el Premio de Novela Fundación José Manuel Lara 2007, Premio al Libro del año del Gremio de Libreros de Madrid, Prix Méditerranée 2009 (a la edición francesa) o el Premio Rapallo-Carige Internazionale 2009 (a la edición italiana).

Boomerang TV cuenta con una sólida experiencia en la adaptación de grandes obras literarias con producciones de gran éxito como “Inés del alma mía”, “El tiempo entre costuras” o “La templanza”, que próximamente estrenará Amazon Prime Video. Recientemente, ha anunciado que también prepara la adaptación de la novela “Divina Lola”.

 Así es “El corazón helado”

El día de su muerte, Julio Carrión, prestigioso hombre de negocios cuyo poder se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una fortuna considerable pero también una herencia de sombras, con muchos puntos oscuros en su pasado. Nunca le gustó recordar su juventud, ni sus peripecias en la División Azul. En su entierro, en marzo de 2005, su hijo Álvaro, el único que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie reconoce y que tal vez fue la última amante de su padre. Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados republicanos en Francia, conoce muy bien el pasado de su familia, sus frustraciones y esperanzas, y no ha podido olvidar el episodio más misterioso de su infancia, la extraña visita en la que acompañó a su abuelo, recién regresado a Madrid, a casa de unos desconocidos con los que intuyó que existía una deuda pendiente. Ahora, el azar hará que Álvaro Carrión y Raquel Fernández Perea se conozcan y se sientan atraídos sin remedio. Así descubrirán hasta qué punto sus viejas historias familiares son capaces de proyectarse en sus propias vidas, donde se entrecruzan y convergen de manera dramática.

Llantos y berrea

En un bosque nombrado por la gran cantidad de conejos que hubo antaño, había una amplia manda de ciervos que se creían los dueños y señores de él. Con sus majestuosas cornamentas pastaban y mandaban sobre la fauna que allí vivía. Todo era suyo por decreto. Todo les pertenecía por ser ellos lo que eran. Todos debían vivir la vida según su propia forma de verla. Todos debían aceptar que no había seres más majestuosos, ni dignos de elogio continuo. Al frente de la manada había un cérvido viudo que imponía, por las buenas o las malas, sus deseos que no eran otros que el dominio completo y total de su manada. Cuando, en algún momento, alguien se descuidaba de rendir pleitesía berreaba y tejones, salamandras, insectos palo, búhos y demás seres comenzaban a criminalizar a quienes habían osado interferir en el devenir marcado por el cérvido viudo para su manada.

En algún que otro momento esa manada ha tenido sus peleas con una manada de muflones del norte que ha intentado quitarles la hegemonía. De hecho se han granjeado la amistad de un nutrido grupo de cuervos, aves que suelen intervenir en las disputas en campo abierto de las distintas manadas. Una vez un grupo de murciélagos intentó imponerse al duopolio de las cornamentas, pero les fue enviado un virus de Singapur para hacerlos casi fenecer. Pero, hete aquí, que un grupo de mapaches habita en ese mismo bosque y no tienen nada mejor que hacer que molestar a los cérvidos. Les quitan las nueces. Cuestionan su poder. Pretenden quitarles los trofeos más apetecibles. Por muchas trampas que les hacen, con ayuda de otros animales, aguantan y vuelven al ataque. Y, lo que más encanalla a los cérvidos y sus acólitos, jamás lloran por el destino que les ha sido deparado. Es más, hasta se han atrevido a hacer llorar a los cérvidos. Normal que estén berreando hasta quedar exhaustos en estos días, sin algo que tenga que ver con la época de celo.

¿No lo han entendido? Igual está escrito en un lenguaje excesivamente criptográfico o simbólico. Si alguien no tiene derecho a llorar en el mundo del fútbol es, sin duda, el Real Madrid. Llevan cometiendo asaltos a mano armada a cualquier equipo con el que se han enfrentado, llevan años controlando a los árbitros, llevan mangoneando lo que quieren. Y ahora lloran porque no les han pitado una mano en el área de un rival que los propios árbitros que trabajan en la prensa nacional-madridista han dicho que no era penalti. Gracioso escuchar a Casemiro llorar mientras comentaba, al finalizar el encuentro, que de no haberse desviado el balón él hubiese metido gol. Ciencia ficción. O a toda la prensa hablar de robo, de adulteración de la competición y demás fruslerías. El viudo con gafas no va a tener entradas al palco, ni canapés para tanto pelota como ha aparecido. Supóngase que se pita penalti ¿quién garantiza que lo marcaran? Es más, ¿quién garantiza que ese posible gol no cambiase el tono del encuentro y el Atlético de Madrid marcase dos más? Ciencia ficción.

El problema es que en su mundo la verdad es siempre la suya e intentan que los demás la asuman, no la critiquen y así seguir llenando la buchaca con títulos. Como si los títulos significasen algo importante para la tribu rojiblanca –que también les ha molestado que fueran los aficionados a recibir al equipo (no se le ocurrió a ellos, que ya saben que sólo saben copiar)-. Normal que el gestor de la cuenta de twitter del Atlético de Madrid haya subido un mensaje señalando los lloros por una jugada bien arbitrada –en vista de estado del presidente el domingo-. Ahí es cuando la manada blanca ha salido en estampida a cornear. Mientras tanto la parroquia rojiblanca pendiente del FC Barcelona que son los perseguidores más cercanos. Otros, además de llorar, deberían fijarse en el equipo que fue fundado antes de Cristo que llega por detrás. No soportan que otra manada les quite el territorio que piensan es sólo suyo. Son muy machos alfa pero se les está poniendo una cara de pupas de aúpa. Siempre podrán recurrir a Gil Manzano para que arregle el entuerto pero ni por esas dejarán de llorar. Eso sí, desde hoy Marcelino es Zagalo y el Athletic un club señor, como el Getafe un equipo que ya no da patadas sino que practica un excelso fútbol moderno. Mientras tanto, los mapaches riendo como hacía mucho tiempo no hacían… y si ganan la liga saldrán desnudos a las calles.

El ejército unga-unga fracasa violentamente

El momento clave: 19 horas. El ejército unga-unga está en tensión. Tiene preparadas las imágenes y el vídeo que les han pasado en diversas cuentas de redes sociales para lanzar su ataque definitivo. Van a acabar con el feminismo. Con el Gobierno. Con la Constitución. Con todo lo que se ponga por delante porque son los unga-unga. A nadie se le había ocurrido salvo a ellos asimilar el feminismo con la violencia. “¡Qué gran idea de Santi!” piensan las huestes. “¡Qué buenos los lemas!” añaden los que no son analfabetos funcionales. Todos los machos alfa salivando antes de lanzarse en redes sociales a criminalizar a las mujeres. Vamos como si fuesen de una secta ultracatólica. ¡Ah que algunos lo son!

Como no podía ser de otro modo, la tribu de Vox tenía que montar el numerito el día de mujer trabajadora. Además de recordar la figura de Eduardo Dato –un social-reformista paradójicamente- no han tenido mejor forma de hacerse notar que utilizando la violencia mientras se acusa de violentas a las mujeres feministas. Las violaciones se acaban con cadena perpetua y la violencia machista también. Así, recurriendo al brochazo gordo y las vísceras pretenden proteger a las mujeres de los hombres violentos. Han pensado que si hay cadena perpetua ningún hombre osará cometer tropelías contra las mujeres. ¿Pruebas que certifiquen esa penalidad como suficiente? Ninguna. De hecho, si algo ha demostrado la historia es que por punitivas que sean las leyes a las mujeres las matan igual y las violan igual.

Eso sería pensar y actuar de forma racional y, como han podido leer, se está hablando de Vox que es la completa antítesis de aquello. Son conscientes de que el movimiento feminista (da igual la versión liberal o la socialdemócrata, no se puede poner la mano en el fuego por “otros” feminismos) es imparable a nivel global. Las redes de sororidad son muy potentes. Y esos vínculos impiden dos cuestiones principales en el caso de Vox: volver al catolicismo preconciliar (que es lo que desean los grupos ultracatólicos que les apoyan); e implantar un modelo autoritario basado en la testosterona. Eso no lo van a permitir ni las mujeres de izquierdas, ni gran parte de las de derechas. Pensar que se van a dejar pisotear mujeres como María Blanco, Guadalupe Sánchez, Almudena Negro, Inés Arrimadas y un largo etcétera de mujeres liberales es utópico. No hay vuelta atrás en la lucha feminista, sea más individualista o más colectiva.

Sin embargo, el ejército unga-unga tiene que hacer populismo contra la única fuerza que les impide campar a sus anchas. Aunque en ese esfuerzo acaben fracasando. Porque ¿quién podía pensar que las mujeres, independientemente de su filiación doctrinal, iban a no defenderse? En realidad, más que defenderse les han obviado, les han hecho el vacío, les han ignorado. Quienes no lo han hecho no son más que la otra cara de la moneda, esos mismos que necesitan hablar todo el día de antifascismo para ocultar sus propias miserias. Un nuevo fracaso de Vox. Un triunfo de las mujeres de toda condición y profesión. Y un grave golpe a las sectas (algunas amparadas por el Vaticano) ultracatólicas que están detrás. En esto, lo de las sectas, sí que le han hecho un favor al PP.

Nada que celebrar con este ministerio de Igual-dá

La semana pasada ha habido polémica por el no permiso de las delegaciones del Gobierno en diversos lugares de las manifestaciones del 8M. Que si los nazis se manifiestan, que si los cayetanos se manifiestan, que si el concierto de Raphael y así hasta copar todas las concentraciones posibles. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha sido clara al respecto afirmando que lo aconsejable es no celebrarlo. Con más cabeza, o con menos interés en la publicidad, la política andaluza ha actuado desde un punto de vista sanitario… y político. Sí, político también porque es consciente de que este 8M se utilizaría para fines espurios y lejanos a la defensa de la igualdad de las mujeres. Sencillamente ha visto, como cualquier feminista, que con este ministerio de Igual-dá no hay nada que celebrar un 8M.

Irene Montero vive en una constante huida hacia delante en lo que se refiere al supuesto feminismo que se incardina en su persona. Es todo publicidad (recuerdan lo pesada que se puso hace un año con la ley del sí es sí que ya se verá si el Constitucional permite), todo aparentar, todo actuar en favor de los pocos lobbies que siguen apoyando a Podemos porque, al fin y al cabo, nadie les apoya por cuestiones obvias. Hasta la fecha ¿qué ha hecho Montero por la mujer? Nada. Absolutamente nada. De hecho las feministas socialistas, comunistas, liberales y no adscritas llevan desde hace demasiado tiempo criticándole por intentar aplicar políticas de borrado, protofalangistas y, directamente, reaccionarias. Se demuestra que sí que se han leído en el ministerio de Igual-dá siete cosas sobre feminismo, pero están en lo queer, en lo metafísico, en lo único en que se sienten diferentes. Porque, en realidad, eso de Podemos no es más que un intento constante por diferenciarse de los demás y las demás en los huecos que les van dejando. No se hacen nazbols porque sería demasiado brusco, pero no lo descarten.

Esto no es una pelea entre feministas del PSOE y de Podemos como quieren vender los Maestres, los Vallines y todos los que se deleitan haciendo mansplanning (hombres que dicen cosas). Estos días se ha conocido el escrito de numerosas mujeres y cargos públicos de Podemos quejándose de la ley Loretta. Con esa pelea partidista, en realidad, lo que se quiere, bien apoyadas esas personas por lobbies, es deslegitimar la lucha feminista. No sólo la del PSOE sino de todas las mujeres. Si se fijan en qué defienden en el ministerio de Igual-dá y en Podemos y satélites (como IU, Comuns, etc.) no hay nada que favorezca acabar con los techos de cristal (se le ponen a las mujeres techos de hormigón), con los suelos pegajosos, con la erradicación del género (al contrario se potencian los roles sociales), con la explotación…

Desde Podemos y su ministerio se apoyan los vientres de alquiler; se apoya el proxenetismo y la explotación sexual de la mujer; se apoya la permanencia de la mujer en los cuidados (como Pilar Primo de Rivera y su sección femenina); se apoya el borrado de la mujer; se le quitan a las mujeres sus espacios seguros; quieren colar toda la diversidad del mundo en el feminismo; potencian el generismo y la permanencia de la estructura patriarcal establecida en el dominio de género; y legislan sobre lo ya legislado y establecido como los planes de igualdad empresariales e institucionales –sobre esto último lo único que muestran es el enorme desconocimiento que tienen de la vida real-. Y hay algo que es la prueba definitiva, en Vox están encantados con sus propuestas y su discurso. Poco se puede esperar de un partido que en un 8M sacó un cartel con la cara de su dirigente máximo, autonombrado macho alfa. Que se hayan prohibido las concentraciones por el 8M supone casi un alivio para el movimiento feminista porque no hay cosa que toquen algunas y algunos que no acabe destruido.

Libros de mujeres y feministas para un 8M

Como celebración de las reivindicaciones de las mujeres y el feminismo en este 8M, les ofrecemos una serie de libros escritos por mujeres y/o sobre el feminismo. No encontrarán temática queer, ni aspavientos por el estilo. Sólo libros de mujeres y sobre mujeres.

Mujeres y literatura.

Delphine de Vigan, Las gratitudes, Anagrama.

«Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: “Le debo tanto.” O: “Sin ella, probablemente ya no estaría aquí.” Pensaba: “Es tan importante para mí.” Importar, deber. ¿Es así como se mide la gratitud? En realidad, ¿fui suficientemente agradecida? ¿Le mostré mi agradecimiento como se merecía? ¿Estuve a su lado cuando me necesitó, le hice compañía, fui constante?», reflexiona Marie, una de las narradoras de este libro. Su voz se alterna con la de Jérôme, que trabaja en un geriátrico y nos cuenta: «Soy logopeda. Trabajo con las palabras y con el silencio. Con lo que no se dice. Trabajo con la vergüenza, con los secretos, con los remordimientos. Trabajo con la ausencia, con los recuerdos que ya no están y con los que resurgen tras un nombre, una imagen, un perfume. Trabajo con el dolor de ayer y con el de hoy. Con las confidencias. Y con el miedo a morir. Forma parte de mi oficio.»

A ambos personajes –Marie y Jérôme– los une su relación con Michka Seld, una anciana cuyos últimos meses de vida nos relatan estas dos voces cruzadas. Marie es su vecina: cuando era niña y su madre se ausentaba, Michka cuidaba de ella. Jérôme es el logopeda que intenta que la anciana, que acaba de ser ingresada en un geriátrico, recupere aunque sea parcialmente el habla, que va perdiendo por culpa de una afasia.

Y ambos personajes se involucrarán en el último deseo de Michka: encontrar al matrimonio que, durante los años de la ocupación alemana, la salvó de morir en un campo de exterminio acogiéndola y ocultándola en su casa. Nunca les dio las gracias y ahora querría mostrarles su gratitud…

Escrita con un estilo contenido, casi austero, esta narración a dos voces nos habla de la memoria, el pasado, el envejecimiento, las palabras, la bondad y la gratitud hacia aquellos que fueron importantes en nuestras vidas. Son las respectivas gratitudes las que unen a los tres inolvidables personajes cuyas historias se entrelazan en esta conmovedora y deslumbrante novela.

Adrienne Miller, En tierra de hombres, Península.

A los veinticinco años, Adrienne Miller fue ascendida a editora literaria de Esquire, revista que durante décadas había dado forma al concepto mismo de masculinidad, acogiendo en sus páginas a autores como Carver, Hemingway o Mailer. Eran los años noventa, la edad de oro del periodismo impreso y un momento relevante en el que las mujeres empezaban a ocupar los puestos de poder que hasta entonces les habían sido vetados. A nivel literario, fue el momento de la irrupción de David Foster Wallace como la voz de su generación.

Este libro, foco de gran interés por el retrato contradictorio que la autora hace de su relación profesional y sentimental con el autor de La broma infinita, se adentra en los prestigiosos círculos editoriales de Nueva York dominados por hombres narcisistas, y ahonda en las complejidades de una relación personal con Foster Wallace que navega siempre entre la admiración intelectual y el abuso psicológico. Una historia clásica de supervivencia en un mundo adverso que pone luz a una época y a unos personajes devorados por su propio ego.

Carole Fives, Llamadas de mamá, Sexto Piso.

La voz de Charlène es la protagonista absoluta de esta novela inteligente, tragicómica e inolvidable. Una voz omnipresente y carismática que nos atrapa y nos arrastra desde la primera página a través de las constantes llamadas y los continuos mensajes en el contestador con los que esta madre obsequia diariamente a su hija.

De este modo, llamada a llamada, se va dibujando la personalidad arrolladora de una mujer tan maravillosamente corriente como poco convencional, así como la particular relación que mantiene con su hija. Pero pronto, más allá de esa cotidianidad llena de entrañables exabruptos, manías y recriminaciones, se atisba el punzante sentimiento de soledad de una madre que sin embargo se niega a abdicar y ceder terreno a la vejez. Cuando a Charlène le diagnostican cáncer y depresión, a los episodios surrealistas y caóticos tan habituales en ella se suman momentos más confesionales, llenos de ternura e intimidad. La verdadera originalidad de Llamadas de mamá reside en su capacidad de explorar con hondura y sabiduría territorios en ocasiones dolorosos, manteniendo el sentido del humor de principio a fin y sonando en todo momento profundamente vitalista.

Carmen Laforet, Nada, Cátedra.

«Nada» es una novela de llegada, donde el personaje central se presenta en un mundo que no es el suyo y cuyo conocimiento le va defraudando progresivamente, porque no es como lo esperaba. «Nada» resplandece más allá del ámbito que acompañó su aparición: la España de la inmediata posguerra, y deja revelar poco a poco poderes ocultos: la incurable herida de vivir en un mundo que la protagonista no comprende.

Teresa Moure, Hierba mora, Hoja de Lata.

Un día de mediados del siglo XVII, el carruaje de Christina de Suecia se detiene frente a una casucha en Ámsterdam. ¿Qué demonios hace allí? Ya se sabe que la real señora nunca ha estado muy cuerda, que lo mismo le han valido mancebos que muchachitas, que de ser esposa y madre ni hablar, y que por eso ha abdicado. No digamos ya su fascinación por ese filósofo de moda, René Descartes, que acaba de morir en su castillo… La casucha en cuestión es de Hélène Jans, hija de boticario, partera respetada, maestra en hierbas y también, amante de Descartes. Christina ha venido a conocerla, pero poco más sabemos, ya que no hubo quien fisgara por la ventana ese día.

Tres siglos después, la estudiante de filosofía Inés Andrade, última descendiente del matriarcado de las Pereiro, descubre un viejo arcón en el desván de su casa y, al abrirlo, estalla la maravilla: allí hay bebedizos para enamorar, polvos para secar las lágrimas, canciones de la reina de Suecia, el Libro de remedios de una tal Hélène Jans, cartas del filósofo René Descartes a las dos mujeres y apuntes para la quimera de un lenguaje universal. E Inés, que a fin de cuentas viene de una estirpe de mujeres sabias, tiene claro que ha llegado el momento de desempolvar un poco el mundo y de fisgar por la ventana de aquella casucha de bruja. Una historia de mujeres que dignifica siglos de cuidados, sororidad e ideas retenidas en el puchero.

Rebecca Solnit, Recuerdos de mi inexistencia, Lumen.

En 1981, una jovencísima Rebecca Solnit se mudaba a su primer apartamento en un barrio marginal de San Francisco. En él pasaría los siguientes veinticinco años, librando feroces batallas para llevar a cabo la difícil tarea de construir su identidad y tomar la palabra en una sociedad que agrede y silencia a las mujeres.

Recuerdos de mi inexistencia, su último libro y su primer memoir, aclamado por la crítica y los lectores en Estados Unidos, marca un hito y «nos da la clave para comprender toda su obra» (The New York Times). Estas páginas narran la emocionante historia de iniciación de «una escritora única, cuya esperanzadora voz es, ahora más que nunca, esencial» (The Guardian): «la voz de la resistencia» (The New York Times Magazine).

Miranda Popkey, Temas de conversación, Gatopardo ediciones.

Temas de conversación traza un retrato caleidoscópico e intermitente de la vida de su narradora a lo largo de dos décadas. Desde un viaje de juventud a la costa adriática con los diarios de Sylvia Plath como lectura tutelar, hasta su actual vida de madre soltera en California, la protagonista despliega un arco narrativo compuesto de retazos, una biografía caótica como la vida misma, marcada por los fracasos amorosos, la maternidad, episodios recurrentes de autosabotaje y la búsqueda quimérica de un centro de gravedad. El pasado de la narradora se revela en una serie de conversaciones aparentemente banales —confidencias, charlas desinhibidas en fiestas, un encuentro con un extraño en una habitación de hotel— que dan pie a momentos de euforia, vergüenza, ternura, humor, cinismo, envidia e intimidad.

El deslumbrante e inteligente debut de Miranda Popkey es un verdadero tour de force que aborda sin tapujos las paradojas del deseo femenino y se interroga acerca de los elementos que componen el relato de una vida. El resultado es un estudio detallado de las luces y las sombras de una vida que, en cierta forma, nos interpela a todos: somos lo que contamos y lo que reprimimos, lo que escondemos y lo que decimos.

Virginia Woolf, Una habitación propia, Ilustraciones de Sara Morante, Seix Barral.

En 1928, Virginia Woolf es invitada a dar una serie de charlas sobre las mujeres y la novela. Lejos de cualquier dogmatismo, planteó la cuestión desde un punto de vista realista y valiente. A la pregunta «¿Qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas?» solo cabía dar una respuesta: independencia económica y personal, es decir, una habitación propia. Hacía nueve años que se le había concedido el voto a la mujer y aún quedaba mucho camino por recorrer. Publicado originalmente hace casi un siglo, se ha convertido en un clásico contemporáneo de la literatura feminista.

Adélaïde Bon, La niña de la banquisa, Anagrama.

Una novela que testimonia y denuncia la agresión sexual padecida por la autora siendo niña. Un libro valiente, perturbador y necesario.

Un soleado domingo de mayo, Adélaïde, una niña de nueve años de familia parisina acomodada, sufre una agresión sexual por parte de un desconocido en el hueco de la escalera de su casa. Como mecanismo de autodefensa, su mente bloqueará los recuerdos del episodio. Pero el trauma de lo vivido derivará en soledad, tristeza y una persistente sensación de culpa y vergüenza que marcarán su vida. Ella tratará por todos los medios de ocultar a los demás el abismo de un sufrimiento que no ceja y tendrá problemas en la adolescencia y en su iniciación en la sexualidad.

Veintitantos años después, superado –al menos en parte– ese trauma infantil, Adélaïde revivirá lo ocurrido de nuevo. La policía ha detenido al presunto culpable, un hombre apodado el Electricista, sospechoso de ser autor de decenas de abusos sexuales a menores. Ella –como otras muchas víctimas– es llamada a declarar en el juicio, lo cual la obliga a enfrentarse, cuando ya no contaba con ello, al individuo que le destrozó la vida.

Esta es una novela desgarradora sobre la pérdida de la inocencia, sobre un trauma de difícil –acaso imposible– superación y sobre las dolorosas y perseverantes secuelas que deja en quien lo ha padecido. Es también un testimonio valiente sobre los tabúes, las trabas burocráticas y la insensibilidad institucional que rodean a estos casos cuando llegan a los juzgados. Una historia narrada desde la propia experiencia, con voluntad de denuncia y con una poderosísima voz literaria que la eleva más allá del mero testimonio. Un libro demoledor, inquietante, veraz y necesario.

Mary McCarthy, El grupo, Impedimenta.

El grupo es la obra más conocida, y controvertida, de la norteamericana Mary McCarthy. Cuando se publicó en 1963 constituyó un succès de scandale, pues abordaba temas como el amor libre, la anticoncepción o el aborto desde un punto de vista femenino. McCarthy nos traslada a la Nueva York de los treinta para retratar la vida de nueve universitarias recién licenciadas en el Vassar College, comenzando con la boda de una de ellas, y terminando con su funeral en 1940. Las nueve son independientes, inquietas y libres, aunque lo que se espere de ellas sea el matrimonio y la crianza. Una novela excepcional, un clásico moderno de extrema elegancia y franqueza que supone una de las más brillantes radiografías de los Estados Unidos en la época en que las mujeres empezaron a hablar en primera persona.

Carmen Boullosa, El libro de Eva, Siruela.

¿Y si resulta que todo lo que sabemos sobre el Paraíso hubiese sucedido al revés? En esta novela es la propia Eva quien decide contarnos su versión: ni fue creada a partir de la costilla de Adán, ni es exacto que fuera expulsada del Edén por aquel asunto de la serpiente y la manzana, ni la historia de Abel y Caín es tal y como dicen, ni la del Diluvio, ni la de la Torre de Babel…

Carmen Boullosa le da una desenfadada vuelta de tuerca al libro del Génesis para desmontar la figura masculina y reconstruir el mundo, el origen de la gastronomía, la domesticación de los animales, el cultivo de la tierra y el placer, todo a través de una mirada netamente femenina. A partir de esta exploración —a veces divertida, a veces dolorosa—, la autora hace un repaso por los relatos que nos han transmitido y que han ayudado a cimentar la absurda idea de que la mujer es compañera, complemento y hasta accesorio del hombre. El libro de Eva, feminista y fundacional, viene por fin a desmentirla y a transgredirla.

Margarete Böhme, Diario de una perdida, El paseo.

Diario de una perdida vendió millones de ejemplares, tuvo catorce traducciones, adaptaciones teatrales y varias en la gran pantalla. La llamativa versión cinematográfica de 1929, realizada por G. W. Pabst y protagonizada por una superestrella como Louise Brooks, hizo honor a la fama de este libro que un día fue un superventas en toda Europa. Debido a las repercusiones de su reivindicativa obra, Böhme fue considerada una reformadora social, marbete con el que, aunque ya con su carrera literaria inactiva, se justificó la persecución de su libros en la Alemania nazi, lo que supuso el último peldaño para su total olvido.

La publicación de esta novela supuso una conmoción en 1905. Margarete Böhme, escritora curtida en la novela popular, se presentó al público con una arriesgada y verosímil historia. Mediante el reflejo exacto del diario hallado de una joven alemana, del que Böhme se presentaba como “editora”, el público tendría noticia de Thymian Gotteball, una adolescente burguesa que se ve forzada, por las artimañas y las presiones de un entorno hipócrita, a un episodio de prostitución. Desde un inicio, esta prototípica trama del naturalismo literario de su tiempo se nos vuelve totalmente original debido al pionero mecanismo de autoficción que utilizó la autora –y que dio lugar a una fuerte polémica sobre el cariz autobiográfico del libro y la legitimidad de su narración–. Además, dicho relato rebasaba los límites de cualquier franqueza de su tiempo en cuanto a su “exhaustivo inventario sobre el comercio sexual” –en palabras de Walter Benjamin–, y fue tildado de pornográfico. Por último, sorprendía el tono de una historia que, aun pudiendo ser una más, impresionó al público –y todavía lo hace hoy– por la fuerza insumisa y emancipatoria del dietario de la joven Thymian, que mostraba un nuevo camino para la expresión de las tensiones del moralismo sexual y la opresión enorme que sufría el mundo femenino.

Eva Acosta, Emilia Pardo Bazán, Ediciones del viento.

Un clásico en los estudios biográficos sobre Emilia Pardo Bazán, en su día La luz en la batalla acercó al lector no sólo la imagen más íntima de la escritora, mal conocida y envuelta en tópicos trasnochados, sino también su propia voz. La biografía descubrió así la peripecia vital de una mujer cuya voluntad de ser ella misma resultaba casi intolerable para los cánones sociales y artísticos masculinos, dominantes en su época. Hoy, totalmente revisada y cuidadosamente actualizada, La luz en la batalla nos trae de nuevo a una Pardo Bazán de cuerpo entero en toda su rica y paradójica complejidad: a la maestra de la creación literaria, a la polifacética dramaturga, ensayista y articulista, a la traductora, a la incisiva crítica y a la autora de libros de viajes… Y, sobre todo, a la mujer que eligió defender su derecho a ocupar un lugar en el mundo. Un perfil único en la España de su tiempo.

Katerina Tuckova, El legado de las diosas, Periferica & Errata naturae.

En las cumbres de los Cárpatos Blancos, en la comunidad de Žítková, esparcidas por las colinas, se encuentran agazapadas unas pocas casas. Todo queda lejos. Por eso, dicen, desde tiempos inmemoriales un linaje de mujeres con poderes excepcionales ha logrado preservar el conocimiento y la intuición que el resto de nosotras hemos perdido, que ha pasado de generación en generación durante siglos. Sanadoras, sabias y videntes, transmiten su arte de madre a hija, y se las llama «diosas». Si se dice que ven el futuro, ¿por qué no han sabido protegerse del suyo? Una novela conmovedora sobre el poder, la corrupción y la traición en los regímenes totalitarios, sobre la racionalidad y la magia, pero también, y de forma fundamental, del destino de las mujeres durante el siglo XX.

Anna Starobinets, Tienes que mirar, Impedimenta.

En 2012, Anna Starobinets descubrió, en una visita rutinaria al médico, que el hijo que esperaba tenía un defecto congénito incompatible con la vida. Lo que comienza siendo la crónica de un embarazo malogrado, acaba convirtiéndose en una verdadera historia de terror. Starobinets narra con extrema dureza y desgarradora humanidad el peregrinaje por las instituciones sanitarias de su país, su posterior viaje a Alemania y el duelo por el hijo perdido. Tienes que mirar desencadenó una tormenta en Rusia cuando se publicó, ya que se atrevía a abordar el tabú del poder que tienen las mujeres sobre su propio cuerpo. Una historia de dolor y de resistencia tan audaz como clarificadora, tan intensa como real, sobre un trauma silenciado.

Octavia E. Butler, La parábola del sembrador, Capitán Swing.

Esta aclamada novela posapocalíptica de esperanza y terror, de la galardonada escritora Octavia E. Butler, combina bien con otras obras distópicas como 1984 o El cuento de la criada. Cuando el cambio climático global y las crisis económicas conducen al caos social a principios de la década de 2020, California se llena de peligros, desde la escasez generalizada de agua hasta las masas de vagabundos que harán cualquier cosa para sobrevivir otro día más. Lauren Olamina, una joven adolescente de quince años, vive dentro de una comunidad cerrada con su padre, un predicador, su familia y sus vecinos, relativamente protegida de la anarquía circundante. En una sociedad donde cualquier vulnerabilidad es un riesgo, ella sufre de hiperempatía, una sensibilidad debilitante hacia las emociones de los demás. Precoz y lúcida, Lauren debe hacer oír su voz para proteger a sus seres queridos de los desastres inminentes que su pequeña comunidad ignora obstinadamente. Pero lo que comienza como una lucha por la supervivencia pronto conduce al nacimiento de una nueva fe y a una sorprendente visión del destino humano.

Ayn Rand, El manantial, Deusto.

Es individualista, inconforme, y está dispuesto a enfrentarse al establishment de la vieja profesión, los arquitectos que prefieren la resignación a la integridad, que rechazan las innovaciones y cuya única ambición es rendirse al gusto de las masas.

No le resultará fácil. Sólo su granítica entereza le permitirá salir adelante y encarar los deseos de los demás personajes que pueblan una trama tan original narrativamente como profunda filosóficamente: un arquitecto sin vocación que quiere ascender socialmente complaciendo y sometiéndose a otros; una hermosa amante que no cree en el triunfo de la rebeldía; un poderoso editor de periódicos que sabe que su éxito depende del favor del público; y un socialista que dice encarnar los deseos del pueblo y pretende dominar el mundo e imponerle una ética bondadosa. En última instancia, deberá hacer frente a una sociedad que desprecia a los grandes creadores porque no encajan en sus esquemas estrechos y necios.

Obra cumbre de la gran defensora de la razón y de la libertad individual frente a los excesos del Estado y su mentalidad autoritaria, en ella, Rand expone cómo el declive de la competencia entre las grandes empresas, la desmoralización entre quienes deberían liderar la actividad económica y creativa y la inercia del ciudadano común conducen a la pobreza moral y material.

Con esta novela, que desde su publicación en 1943 ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo e inspirado a varias generaciones de lectores que han encontrado en ella una defensa del egoísmo racional, la creatividad y la rebeldía, Ayn Rand se convirtió en una de las escritoras claves del mundo contemporáneo.

Mujeres y política.

Mary Wollstonecraft, Vindicación de los derechos de la mujer, Akal.

La vida de Mary Wollstonecraft (1759-1797) marcó claramente la vocación de sus textos y el mérito de una escritura desafiante con el espacio entonces negado a las mujeres. El contexto de la Revolución francesa y sus circunstancias personales la convirtieron en una fascinante excepción del pensamiento de la época. Vindicación de los derechos de la mujer aborda la inclusión de la mujer en los principios universales de la Ilustración, así como la aplicación del principio de igualdad, la educación y la emancipación de los prejuicios. La distancia que separa el tiempo de May Wollstonecraft del presente tan sólo cambia el modo de formular las preguntas, pero no el fondo de las mismas. Esta obra constituye uno de los pilares fundamentales de la teoría feminista contemporánea.

Clara Campoamor, Del foro al parlamento, Renacimiento.

Este volumen completa el titulado La forja de una feminista (2019), donde se recogían los artículos periodísticos escritos por Clara Campoamor entre los años 1920 y 1921. Ahora se añaden los aparecidos desde 1925 hasta 1934, con los que se cierra la compilación de los textos publicados por la sufragista en la prensa española antes de su exilio en 1936. Esta nueva serie de artículos, reunidos íntegramente por primera vez, abarca nueve años de su vida, los más trascendentales en el orden personal y profesional de la autora, en un momento histórico y político clave para la España del siglo XX. En ellos se advierte la evolución de Clara Campoamor, su madurez como jurista y como política, así como la complejidad de su pensamiento y su espíritu irreductible, su feminismo en acción. Sorprende el interés, la actualidad y la variedad de los temas que aborda, siempre con profundo conocimiento y rigor.

Hannah Arendt, La condición humana, Paidós.

A la vez análisis histórico y propuesta política de amplio alcance filosófico, La condición humana no sólo es la clave de todas las obras de Hannah Arendt, sino también un texto básico para comprender hacia dónde se dirige la contemporaneidad.

El presente libro es un penetrante estudio sobre el estado de la humanidad en el mundo contemporáneo, contemplada desde el punto de vista de las acciones de que es capaz. Propone una consideración de la condición humana desde el ventajoso punto de vista de nuestros más recientes temores y experiencias. De ahí que lo que plantea sea muy sencillo: nada más que pensar en lo que hacemos.

El ensayo dibuja una concepción del hombre rigurosamente incompatible con los totalitarismos, y que a su vez permite sentar las bases para una nueva idea de la historia en la que depende de los propios hombres que ésta aparezca como una contingencia desoladora, es decir, que en cualquier momento podemos regresar a la barbarie.

Alicia Miyares, Distopías patriarcales, Cátedra.

A lo largo de la historia las mujeres hemos padecido el invento de la «identidad de género», ese constructivismo esencialista que ha solidificado la de­sigualdad estructural entre los sexos. La «identidad de género» ahora es un neolenguaje que tiene por objeto prescribir qué, quién, cómo, cuándo y dónde alguien es «mujer». Su retórica se multiplica con prefijos como «cismujeres» o giros del lenguaje como «portadoras gestantes» o «seres menstruantes» para evitar el uso de la palabra correcta, «mujeres». La heterodesignación no quiere rendirse y se esconde en la transdesignación. La ginofobia, el machismo extremo y la minusvaloración de las mujeres asoman disfrazados de queer. La moneda está otra vez en el aire: o feminismo o distopía patriarcal.

Benedetta Craveri, La cultura de la conversación, Siruela.

Benedetta Craveri ofrece en este libro, tan riguroso y sugerente como ameno y erudito, un periplo literario apasionante en el que da voz a figuras femeninas emblemáticas que hicieron posible una cultura basada en el poder de la palabra, germen de la sociedad civil moderna y de la opinión pública.

Antes de la Revolución de 1789, Francia conoció dos siglos convulsos. Este largo periodo de transformaciones tiene como hilo conductor el salón literario, donde la mujer es la figura central y la conversación, el eje civilizador.

El arte de la conversación, que en principio era un juego destinado al placer y a la distracción, se nutrió de la literatura para dar lugar a la introspección, a la historia, a la reflexión científica, filosófica y política. En ese ambiente estrictamente laico las mujeres de la época, carentes de derechos civiles y jurídicos, establecieron las reglas del juego: rechazaron las injerencias del poder en la vida privada para crear y fomentar así un espacio de libertad que se les negaba en el exterior.

A través de anécdotas, de dichos memorables, de retratos, de descripciones de ambientes y lugares, la autora reconstruye un mundo en el que términos como sociabilidad, ingenio o gracia expresan un ideal de civilización que pretende plasmarse a través de la palabra, una palabra que Benedetta Craveri analiza y recrea de una manera magistral.

Tania Modleski, Las mujeres que sabían demasiado, El mono libre.

Publicado originalmente en 1988 y reeditado en 2016, Las mujeres que sabían demasiado es un clásico sobre la teoría del cine y la crítica feminista. Desde el estudio de siete películas icónicas de Alfred Hitchcock: Chantaje, Asesinato, Rebeca, Encadenados, La ventana indiscreta, Vértigo y Frenesí, Tania Modleski reflexiona sobre la polémica relación entre el autor británico y sus personajes femeninos.

Las mujeres que sabían demasiado es un ensayo fundamental sobre uno de los cineastas imprescindibles y su mirada a la condición femenina. Estudiado y referenciado durante treinta años por filósofos, pensadores contemporáneos y críticos como Slavoj Zizek, D. A. Miller, Robin Wood o Susan White se publica por primera vez en España.

Wendy Brown, En las ruinas del neoliberalismo, Tinta Limón.

“Las nuevas fuerzas de derecha aúnan elementos conocidos del neoliberalismo con sus opuestos aparentes. Combinan una superioridad moral autopercibida con una conducta casi celebratoriamente amoral e irrespetuosa. Respaldan la autoridad al tiempo que presentan una desinhibición social pública y una agresión sin precedentes. Se enfurecen contra el relativismo, pero también contra la ciencia y la razón. Desprecian a los políticos y a la política y a la vez evidencian una voluntad de poder y una ambición política feroces. ¿En qué quedamos?”.

En este libro escrito después del triunfo de Trump la filósofa política norteamericana Wendy Brown interroga el lado moral del neoliberalismo, aquello que permite su devenir conservador y llena de furor a las derechas antidemocráticas. Busca captar las nuevas formaciones subjetivas nutridas por el resentimiento ante la pérdida (o amenaza de pérdida) del privilegio de la blanquitud, la masculinidad y la cristiandad. ¿Qué son estas fuerzas con las que se conjuga el neoliberalismo para perdurar y renovarse? Mapear y narrar esta deriva es fundamental para entender las ruinas del neoliberalismo (lo que queda expuesto como sus cimientos y fundamentos) pero también para pensar y experimentar cómo arruinarlo.

Linda Scott, La economía Doble X, Temas de hoy.

Un solo cambio en la economía tendría repercusiones en cada aspecto de nuestras vidas. Este ensayo es la investigación de más de 20 años de Linda Scott, que la revista Prospect destaca como una de los 25 Pensadores Mundiales.

Estamos en 2021. El 99% del comercio internacional y los contratos institucionales de compraventa los firman hombres. La esclavitud moderna es mayoritariamente femenina. El 80% de toda la superficie cultivable del mundo tiene nombre masculino. El pulso de la economía es profundamente desigual, pero nunca antes de hoy fue tan fácil resolver tantos problemas atacando solo uno.

En este ensayo incontestable, nominado por el Financial Times a Mejor Libro del Año, Scott desarrolla el concepto «economía Doble X», que alude tanto a las descomunales desigualdades que el sistema global provoca en las mujeres como al poder colectivo potencial de todas ellas si tuvieran la opción de afectar directamente a las decisiones económicas mundiales. A pesar de estar continuamente amenazada, subyugada y devaluada, esta economía XX contiene las semillas de un sistema cooperativo más exitoso y respetuoso que el orden bajo el que vivimos ahora.

La economía Doble X es una sólida denuncia del sistema financiero actual, cimentada en centenares de datos e investigaciones sobre el terreno, pero también una apasionada exhortación hacia un cambio que tendría repercusiones en cada aspecto de nuestra vida.

Aurora Morcillo Gómez, En cuerpo y alma, Siglo XXI.

Francisco Franco consideró la Guerra Civil como una lucha «entre los hijos del mismo pueblo, de la misma madre patria» y a él mismo, como «jefe y salvador de la patria» encontrando en España una mujer, madre e indefensa.

En cuerpo y alma aborda la relación simbólica entre el estado dictatorial de Franco y el cuerpo alegórico femenino de la nación. Trata la utilización metafórica de las imágenes sexuadas o denominadas «de género» en el discurso político, desde el primer periodo autárquico de la década de los cuarenta hasta los años del «consumismo» y el «aperturismo» que habrían de sucederle a finales de los cincuenta y los sesenta.

En esta metáfora orgánica de la nación, en la que la «nación» se transmuta en la figura física de una «mujer» con todas sus cualidades (maternidad, vulnerabilidad, fertilidad…), los cuerpos de las mujeres vendrán a desempeñar un papel central en el imaginario político, y el control de esos cuerpos se torna en herramienta esencial del «biopoder» del régimen para la consecución de sus fines totalitarios.

Arlie Russell Hochschild, La doble jornada, Capitán Swing.

Hochschild y sus investigadores asociados entrevistaron a cincuenta parejas y observaron una docena de hogares a lo largo de las décadas de 1970 y 1980, para explorar la brecha de ocio entre hombres y mujeres. La investigación demostró que las mujeres aún se hacen cargo de la mayoría de las responsabilidades del hogar y del cuidado de los niños a pesar de su ingreso en la fuerza laboral. Esta «doble jornada» afectaba a las parejas, provocando sentimientos de culpa, tensión marital, falta de interés sexual y sueño. Por otro lado, Hochschild difundió las historias de algunos hombres que compartieron por igual la carga del trabajo doméstico y el cuidado de los niños con sus esposas, demostrando que si bien es poco común, es una realidad para algunas parejas. La investigación presentaba además una clara división entre las preferencias ideológicas de los géneros y las clases sociales. Sumando el tiempo en el trabajo remunerado, el cuidado de los niños y las tareas del hogar, descubrió que las madres trabajadoras dedican un mes de trabajo al año más que sus cónyuges.

VVAA, Sindicalistas, Catarata.

La historia sindical es, por definición, una historia con pocos nombres conocidos. En el caso de las mujeres, se añaden, además, las barreras y prejuicios de género. Sí, también hubo sindicalistas porque siempre hubo trabajadoras, y porque las mujeres han participado de cuantas movilizaciones han acaecido a lo largo de la historia por un mundo mejor y más justo. Este no es tanto un libro histórico como un libro de historias, las de ocho luchadoras que supieron conectar sus reclamaciones como trabajadoras y como mujeres: María Luisa Suárez Roldán, Luz María Rodríguez Luque, Natividad Camacho, Begoña San José, María Antonia Martínez, Ofelia Vila Hernández, Loli García y Elena Blasco Martín. Sindicalistas de peso podrían ser más, o podrían ser otras, pero en su conjunto los perfiles de este libro reflejan la diversidad existente en cuanto a territorios, ocupaciones, vivencias y generaciones. Con ellas, la intención es cubrir las diversas etapas de la organización desde la posguerra y el franquismo hasta la actualidad, rellenando por fin un vacío en la memoria obrera y sindical.

Verónica Gago y Luci Cavallero, Una lectura feminista de la deuda, Tinta limón.

Cuando desde el feminismo decimos ¡vivas, libres y desendeudadas nos queremos!, estamos proponiendo una lectura feminista de la deuda, y estamos impulsando un movimiento de politización y colectivización del problema financiero que tiene tres vectores de radicalidad: le pone cuerpo y narración concreta a la abstracción financiera (sacar del closet a la deuda); señala la relación existente entre la deuda y las violencias contra los cuerpos feminizados (ya que vincula el endeudamiento de las economías domésticas -sostenidas en su mayoría por mujeres, lesbianas, travestis y trans- con la falta de autonomía); y denuncia que hoy las finanzas se lanzan a explotar no solo el mercado formal y asalariado, sino también el mercado informal y los trabajos doméstico, reproductivo y comunitario.

Una lectura feminista de la deuda forma parte de un proceso de investigación e intervención política en curso sobre procesos de endeudamiento. Fue usado como herramienta de debate y formación en sindicatos, universidades, ferias de pequeños productores, organizaciones de base y asambleas feministas. La presente es una edición ampliada y parte de una serie junto a ¿quién debe a quién? experiencias de desobediencia financiera de próxima edición.

Jodi Kantor y Megan Twohey, She said, Libros del KO.

She Said describe la investigación periodística de The New York Times que sacó los abusos cometidos por Harvey Weinstein, famoso productor de Hollywood, contra algunas de las empleadas y actrices que trabajaron para él. Esta investigación, narrada por sus autoras con aire de thriller, cuenta las conversaciones con las víctimas, quienes en un admirable gesto de valentía y gracias al respaldo mutuo, decidieron compartir sus historias pese a los esfuerzos del poderoso productor por desbaratar la investigación. Lo que empezó siendo una investigación periodística de un caso concreto acabó convirtiéndose en uno de los pilares en los que se asentó el movimiento #metoo, ya que puso sobre la mesa los sutiles mecanismos con los que los hombres poderosos se aprovechaban de las mujeres en su entorno laboral y ocultaban sus delitos. La trascendencia de esta investigación valió a las autoras un premio Pulitzer y los elogios más elevados: The Washington Post lo llamó «un clásico instantáneo del periodismo de investigación».

Judith N. Shklar, Sobre la utopía, Página indómita.

Judith N. Shklar es una de las figuras más influyentes de la teoría política estadounidense del periodo comprendido entre los debates sobre «el final de las ideologías», en la década de 1950, y los relativos al «final de la historia», en la década de 1990. Sin embargo, a pesar de haber ejercido tal influencia, el legado de la autora continúa en cierta medida ensombrecido cuando se lo compara con el de pensadores como Hannah Arendt, Isaiah Berlin o John Rawls, si bien en los últimos años su figura se ha agrandado gracias al renovado y creciente interés en su trabajo. En este volumen, presentamos dos ensayos en los que la autora retoma el asunto de su ópera prima y, desde un liberalismo escéptico y del mal menor, vuelve a poner el foco en la utopía y en las ideas políticas transformadoras.

Kamala Harris, Nuestra verdad, Península (a la venta el 31 de marzo)

«Estoy hablando». Con esa contundente frase dicha en medio de un debate electoral  se daba a conocer la que más tarde acabaría siendo la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos. La primera mujer y la primera negra. Una frase que resume como ninguna otra lo que ella es y, más importante aún, lo que representa su elección.

 En estas memorias, Kamala recorre una trayectoria personal que desde sus orígenes está impregnada de la lucha constante por la justicia social y la defensa de los más vulnerables; la de los niños víctima de abusos en su etapa como fiscal, la del matrimonio gay durante su cargo como Fiscal general de California, o la de las familias desahuciadas durante la crisis hipotecaria. Kamala Harris, criada por su madre india en una comunidad afroamericana muy vinculada a los derechos civiles, reflexiona en este libro sobre la importancia de alzar la voz contra los prejuicios y sobre los personajes, públicos y privados, que la han inspirado.  Un libro emocionante y escrito con honestidad, cuya lectura no solo ilumina la vida de una mujer que ha hecho historia a cada paso de su carrera, sino que además nos permite evaluar los importantes cambios políticos y sociales vividos en las últimas cinco décadas y los desafíos que nos aguardan.

Mujeres imprescindibles que fueron, son y serán

María de Castilla fue una mujer imprescindible, una gran reina que se hizo cargo del gobierno de la Corona de Aragón en la primera mitad del siglo XV, durante los largos años que su marido, el rey Alfonso V, estuvo en Nápoles. Fue una mujer inteligente que ejerció el poder desde la mediación, ¡y justa! Se ocupó de lo grande y de lo pequeño. Entendió la negociación como un gesto de concordia y entendimiento. Con las numerosas cartas que dejó escritas, además de demostrar que fue una trabajadora infatigable, nos enseñó que la palabra es una herramienta del buen gobierno. Y también fue valiente: para evitar una guerra entre su marido, rey de Aragón, y su hermano, rey de Castilla, llegó a poner una tienda en mitad del campo de batalla, reunió a las partes y las sentó a negociar.

¿Qué ha pasado con ella, una figura que debería ser modelo e inspiración? ¿Qué ha pasado con tantas y tantas mujeres de las que hace poco empezamos a conocer su legado? ¿Acaso no ha habido matemáticas, filósofas, escritoras, pensadoras, físicas…? Rotundamente sí. Las ha habido, pero han sido invisibilizadas, silenciadas, olvidadas.

Urge buscarlas y escucharlas para acabar con esa gran injusticia que ha supuesto apartar a las mujeres de la historia. De lo contrario, seguiremos dejando en herencia un legado cultural amputado en el que seguirá sin estar el cincuenta por ciento de la población, con las consiguientes desigualdades que ya sabemos que implica.

Para ello necesitamos ampliar la mirada sobre nuestra sociedad, abarcándola en toda su diversidad, dando a las mujeres las mismas oportunidades y visibilizándolas.

Solo así seremos capaces de tener una memoria común en la que se reconozca que mujeres y hombres han participado de forma similar en su construcción. Solo así, las mujeres serán algo más que ese escaso ocho por ciento de las referencias culturales y científicas que estudian nuestras hijas e hijos en sus libros de texto. Solo de esta manera, acabaremos con esa brecha profunda que separa las capacidades de las niñas de sus logros.

La visibilización de referentes femeninos es el primer gran paso que dará, no solo a las mujeres sino al conjunto de la sociedad, su memoria, su identidad y su historia; y también hará posible que las niñas tengan referentes inspiradores con los que soñar y construir su futuro.

Y lo de soñar no es baladí, porque en esa palabra maravillosa y evocadora se reconoce el avance de la humanidad. Con el verbo soñar se conjugan historias como la de Diana Trujillo, la ingeniera colombiana que el pasado 18 de febrero dirigió el vuelo de Marte 2020, que culminó con el aterrizaje del robot Perseverance.

Su historia es el relato duro de la migración: con 17 años partió a Estados Unidos, con 300 dólares en el bolsillo y sin apenas hablar inglés. Después de años de duro trabajo decidió estudiar una carrera y en ese preciso instante cayó en sus manos una revista con la lista de todas las mujeres que habían sido astronautas. Conocer los ejemplos de mujeres de muy diversos orígenes, países y que hablaban otras lenguas le hizo decidirse a estudiar ingeniería aeroespacial. Y así hasta coronar la misión más ambiciosa y compleja enviada hasta ahora al Planeta Rojo, ¡y además narrarlo en español! Ni más ni menos.

La pregunta, por tanto, que debemos hacernos es qué habría sido de Diana si no hubiese podido conocer a esas mujeres astronautas, si no hubiese tenido esos referentes femeninos que le hicieron saber que era posible alcanzar la meta.

De María a Diana, las mujeres han perseguido sus sueños, aunque no siempre los han alcanzado porque no han tenido las mismas oportunidades, porque fueron discriminadas y porque les hicieron pensar que no era posible.

Sin embargo, de María a Diana el cambio sustancial es que mientras conocemos muy poco de la primera, la segunda se ha convertido en el referente que puede conseguir que muchas niñas, como ella misma dice, “se enamoren de la ciencia y del espacio”.

Y esa diferencia profunda implica un mensaje de optimismo y esperanza que es con el que nos quedamos en el Gobierno de Castilla-La Mancha. Por eso, celebramos este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, con un homenaje a todas aquellas que fueron, que son y que serán ‘Imprescindibles’. Algunas conocidas, otras menos, sin olvidar a aquellas cuyo talento se perdió por falta de oportunidades, y en general todas las mujeres porque sin su contribución, hoy sería impensable el presente que disfrutamos. Somos conscientes de que quedan muchas brechas por cerrar para que haya más Dianas y Marías. Sabemos que no es fácil, pero esta es nuestra apuesta: un mundo en el que las mujeres estén en todos los ámbitos de la sociedad y nuestro compromiso para seguir trabajando y tejiendo la malla que arropa los sueños de las niñas, de las mujeres, de la igualdad.

Error de comunicación del PSOE con su Manifiesto del 8-M

No es algo fundamental porque los afiliados y afiliadas del PSOE podrán acceder en la página web del partido al Manifiesto por el 8M. Pero si pretendían tener algo más de repercusión, sinceramente, el error que han cometido en el gabinete de prensa del PSOE es mayúsculo. Han enviado una copia en formato pdf escaneada, por lo que no se puede pegar y copiar.

Dirán ustedes, con buena lógica, pues cópienlo. Eso se podría hacer con un manifiesto de una página, pero cuando son tres y muchas más noticias que redactar acaba arrinconado esa parte que da más trabajo. Y más en un domingo cuando hay menos personas, como podrán entender, para abrir al día siguiente. Si no se puede copiar y pegar, ni extractar nada, olvídense no se hará. Eso lo saben en cualquier redacción y debería saberlo cualquier partido político. Algunos partidos lo aprendieron a golpe de no publicarles sus notas de prensa.

Cuantos más medios, incluyendo los más pequeños y locales, hubiesen lanzado el manifiesto en redes si se facilitase el trabajo, sería mejor para el PSOE como partido. Pero mandar una copia con la que no se puede trabajar, aspirando a que se copien más de dos mil palabras cuando hay tanto por hacer, es tan utópico como improductivo. Por ejemplo, García-Page sí ha enviado varios formatos de su artículo sobre el 8M, como han hecho otras asociaciones, partidos e instituciones. Un error tan simple como ese les impedirá a ustedes poder leer el documento del PSOE en estas páginas.

Novedades: medianas y pequeñas editoriales (7 de marzo)

Aquí tienen las novedades de la semana que editan las pequeñas y medianas editoriales de nuestro país. Como siempre, la selección de los libros corresponde a lo que nos parece más significativo personalmente. O aquello en que nos dan mejores medios para hacer corta y pega, que es lo que se hace y lo reconocemos. Cuando se lea un libro que merezca crítica se publicará, el resto lo que dicen en notas de prensa. Otros igual se sienten cómodos con otras formas de hacer. La fecha que aparece en paréntesis es la de publicación ya que, a veces, vamos por delante de la publicación.

Novela

María Sonia Cristoff, Desubicados, Minúscula, 16,50€ Páginas: 96 (17 de marzo)

«Esa fue la primera vez que pensé en irme de Buenos Aires, en volverme al Sur, en irme a vivir a lo que la gente llama “un lugar tranquilo”. Que lo pensé seriamente, quiero decir, no es que cruzó mi cabeza como una frase hecha, un protodeseo, un amuleto del cual agarrarme en medio de una fiesta, una comida, una presentación o alguno de esos otros ritos urbanos que me ponen al borde del abismo, para después largarlo, olvidarlo en el camino despavorido de vuelta a mi casa, a mi cama. Esta debería ser la última.»

La narradora de esta novela felizmente insólita se entrega a sus cavilaciones en un banco del zoológico de la ciudad en la que vive, una de las más ruidosas del mundo, y allí, «como un bicho más», siente una fuerte identificación con los animales en virtud de algo que una y otros comparten: el hogar ausente. Así es como este libro, de forma oblicua e incluso hilarante, consigue preguntarse por las condiciones de existencia de todas las especies. Turbadora y de afilada ironía, Desubicados es una muestra destacada de la obra de una de las más singulares escritoras contemporáneas.

Ante los dilemas que plantea la experiencia urbana, este libro hace de la mirada y la observación sus temas y de la indagación en las perspectivas posibles su método, por eso recurre al uso de materiales diversos —otras novelas y cuentos, menús y carteles descriptivos, escenas de películas o anécdotas de documentales— organizados en una magnética constelación con la que pretende descifrar el espectáculo del encierro anestesiado.

Lauren Mechling, ¿Cómo ha podido?, Alba, 19,50€ Páginas: 352

Tres amigas que se conocieron trabajando en las oficinas de un periódico canadiense notan que poco a poco la vida las ha ido separando. Geraldine vive en Toronto y desperdicia su talento en un trabajo que detesta mientras vive atormentada por su relación con Peter. Rachel compagina su trabajo como editora en una revista local con la escritura, pero no se encuentra satisfecha con ninguno de los ámbitos de su vida. Por último, la envidiada Sunny, cuya vida parece perfecta, es una artista carismática que goza de una impecable reputación, pero la relación con su marido es fría y distante. Mechling aúna con gran maestría una sátira sobre la sociedad neoyorquina y la superficialidad de las relaciones sociales con un relato sincero sobre la amistad entre mujeres.

Sergio Bizzio, El escritor comido, Blatt & Ríos, 16,90€ Páginas: 196

Mauro Saupol es un escritor internacionalmente exitoso, millonario, megalómano. Sus libros, de escasa o nula calidad, se venden como pan caliente. En la cima de su fama, con una esposa bella y ambiciosa, con editores de los que ni siquiera recuerda la cara, decide presentar su biografía en una ciudad cercana al Amazonas. De regreso, la avioneta privada que lo traslada se precipita en la selva. Saupol resulta ileso, pero tiene entonces una ocurrencia que cambiará su vida para siempre: hacerse pasar por muerto. El accidente da comienzo a una serie de aventuras que lo llevarán a protagonizar escenas asombrosas, algunas de ellas en espejo con obras célebres de la literatura del siglo XX. Lo que no puede escribir, paradójicamente, lo tendrá que vivir. Narrada con potencia y precisión, Sergio Bizzio escribe una novela ácida, pesadillesca y, aún así, delirante y llena de juego y humor.

Kurt Vonnegut, Matadero cinco. La cruzada de los niños, Blackie Books, Traductor: Miguel Temprano García, 21€ Páginas: 216

Kurt Vonnegut (1922-2007) publicó su primera novela en 1952. Desde entonces, y hasta su muerte, su obra no dejó de desconcertar a la crítica «oficial». Incapaces de clasificar al autor que, con su estilo directo, de frases concisas, parágrafos breves y lenguaje sencillo, se atrevía no solo a plantearse las preguntas más trascendentales (¿quiénes somos? ¿De dónde venimos? etc.), sino a encontrar las respuestas, los sabios lo relegaron al universo menor de la ciencia ficción, «allí donde van a parar los escritores que, además de escribir, saben cómo funciona una nevera», como diría el propio Vonnegut.

Muy distinta fue la reacción del público. A partir de la publicación de Matadero cinco, Vonnegut se convirtió en el escritor de referencia de la contracultura. Sucesivas generaciones de lectores han ido manteniendo viva su obra, hasta doblegar la resistencia de la cultura oficial, que por fin se inclina ante este idealista desencantado, heredero de Aristófanes y de Mark Twain, quien, pese a tener una pobre opinión del género humano, y aplicarla igual a los héroes que a los villanos, fue demasiado inteligente para convertirse en un maniático y demasiado tierno para convertirse en un cínico; y que nunca pudo, ni quiso, refrenar su enorme capacidad para divertir y entretener. Su prosa clara y su acerado sentido del humor le permiten soltar, como quien no quiere la cosa, verdades como puños: las verdades últimas, las que vienen después de convenciones, ideologías e ideas preconcebidas, las que te dejan solo y desnudo ante el mundo. Las que te revelan el secreto del sentido de la vida: «Estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros a pasar por esto, se trate de lo que se trate».

En 1944, Kurt Vonnegut fue enviado a la guerra en Europa. Participó en la batalla de las Ardenas y fue hecho prisionero. Se encontraba en Dresde, trabajando en una fábrica de suplementos dietéticos para embarazadas, cuando la ciudad, joya de la arquitectura barroca, fue bombardeada y arrasada. Pensó que le sería muy fácil escribir un libro sobre esto: bastaría con contar lo que había visto. Pero lo que le salió fue este Matadero cinco, un libro que, según su autor, «… si es tan corto, confuso y discutible es porque no hay nada inteligente que decir sobre una matanza. Después de una matanza solo queda gente muerta que nada dice ni nada desea: todo queda silencioso para siempre. Solamente los pájaros cantan».

¿Y qué dicen los pájaros? Todo lo que se puede decir sobre una matanza. Algo así como: «¿Pío-pío-pí?».

Lorena Salazar Masso, Esta herida llena de peces, Tránsito, 16,90€ Páginas: 168 (10 de marzo)

Una madre y su niño viajan en canoa por el caudaloso río Atrato. La madre es blanca, el niño es negro. Entre manglares, frutas y trenzas, la narradora le va contando a la pasajera de al lado su infancia, sus recuerdos y cómo el pequeño llegó a su vida una mañana calurosa. La lancha avanza, la inquietud se acrecienta. La mujer preferiría no llegar o dar la vuelta.

Esta es una historia sobre el arraigo, el miedo y la maternidad en un contexto de violencia, sobre los peligros de la selva colombiana. A través del lirismo de su prosa, Lorena Salazar Masso crea una atmósfera adictiva y nos traslada a un mundo a veces onírico y otras descarnadamente realista en el que la ternura y la belleza de las imágenes salpica.

Chris Offutt, Lejos del bosque, Sajalín, 15€ Páginas: 128

Chris Offutt abandonó en su juventud el lugar que lo vio crecer, Kentucky, para ver mundo y ganarse la vida en empleos precarios a lo largo y ancho de los Estados Unidos. En Lejos del bosque, su segundo libro de relatos tras ‘Kentucky seco’ (1992), escribe sobre aquellos que, como él, dejaron atrás ?aunque no consiguieron olvidar? esas colinas agrestes donde los hombres se sienten desnudos si no van armados y las rencillas entre familias se transmiten de generación en generación. Camioneros, sheriffs, obreros, ex convictos y boxeadores amateurs protagonizan estas historias de gente a la deriva que anhela regresar a ese rincón perdido y olvidado del que huyeron y que probablemente solo existe en su memoria.

George Egerton, Tierra virgen y otros relatos, La navaja suiza, Traductor: Ce Santiago, 13€ Páginas: 226

Tras el seudónimo de George Egerton, se escondía Mary Chavelita Dunne (1859-1945), quien eligió ese nombre como garantía de entrada a un mundo fundamentalmente masculino al que las mujeres debían acceder travestidas, como también hicieron George Sand y George Eliot. El rechazo de Egerton del realismo imperante y la moral victoriana y su experimentación psicológica la conectaban de manera directa con autores a los que había admirado antes de convertirse en escritora, como Henrik Ibsen, August Strindberg y el premio Nobel Knut Hamsun, con quien mantuvo una relación platónica.

Los relatos de Egerton, quien encarnó a la «nueva mujer» de finales del siglo xix, muestran a unas protagonistas que finalmente descubren que el puritanismo es una creación patriarcal que busca limitar la libertad y el desarrollo femeninos. En ellos, se habla de la cárcel que era el matrimonio, la opresión de la Iglesia, la maternidad elegida, la vida sexual y el amor puramente intelectual. Su obra influyó en autores como James Joyce, D. H. Lawrence y Thomas Hardy y fue reverenciada por figuras consagradas como W. B. Yeats y George Bernard Shaw. A pesar de ello, Egerton no pudo luchar contra el olvido de un establishment literario que siguió dominado por los hombres.

María Fernanda Ampuero, Sacrificios humanos, Páginas de espuma, 15€ (eBook disponible) Páginas: 144

Todos podemos ser el demonio del otro. Todos podemos ser el sacrificio humano de ese otro. María Fernanda Ampuero, una de las voces imprescindibles de la literatura latinoamericana actual, nos empuja magistralmente a un universo húmedo, podrido y hostil donde la violencia marca la narrativa de nuestras vidas. En ese mundo se yergue una bestia de muchas cabezas que aterroriza y muerde a los débiles, a los marginales, a los sacrificables en aras del silencio, de la desigualdad, del odio, del abuso, de la muerte.

Así, cada historia es un grito que contempla a las víctimas de estos sacrificios humanos que permanecen cada día en los altares de aquellos que los celebran, los ocultan o miran hacia otro lado.

Johannes Anyuru, Se ahogarán en las lágrimas de sus madres, Nórdica, Traductora: Neila García, 22,50€ (15 de marzo)

Göran Loberg está leyendo en una librería cuando tiene lugar un ataque terrorista. Es un dibujante de cómics famoso por sus dibujos sobre el profeta Mahoma. Uno de los atacantes, una mujer joven, tiene la súbita premonición de que algo anda mal y cambia el curso de la historia.

Dos años después, esta mujer anónima invita a un famoso escritor a visitarla en la clínica psiquiátrica donde reside. Luego comparte con él una historia increíble: es una visitante de un futuro alternativo. A pesar de las discrepancias que hacen que el escritor sea muy escéptico, se siente cada vez más fascinado por su asombrosa historia: en su futuro distópico, cualquier ciudadano llamado «antisueco» se ve obligado a entrar en un gueto horrible llamado «el patio de los conejos». A medida que los acontecimientos comienzan a girar y el autor se implica cada vez más en el cuento de esta mujer, llega a creer lo increíble: ella está diciendo la verdad.

Marta Jiménez Serrano, Los nombres propios, Sexto piso, 17,90€ (15 de marzo)

¿Quién es Belaundia Fu? Es la mejor amiga de Marta a los siete años: la amiga invisible que, en esos momentos en que las cosas no salen como había planeado y ni siquiera la abuela es capaz de consolarla, se sienta con ella y espera hasta que se le pase. Belaundia Fu es la voz sensata, ideal e infalible que, cuando Marta tiene dieciséis años y pese a que prefiera no escucharlas, le dice las verdades a la cara: por ejemplo, que ese chico, Charlie, no le conviene. Pero cuando Marta ya ha cumplido veintidós, cuando ya se ha licenciado, cuando está empezando a tomar las decisiones que van a marcar el resto de su vida, ¿qué hace aún ahí Belaundia Fu? Ahí sigue porque es quien, desde siempre, le narra a Marta su propia historia. ¿Quién es Belaundia Fu?, nos preguntamos; y, sin embargo, la pregunta que verdaderamente importa es: ¿quién es Marta?

Luminosa y emocionante, Los nombres propios es una indagación sobre la identidad y la relación que establecemos con el mundo que nos rodea. Dominada por una voz narrativa de una madurez excepcional, la primera novela de Marta Jiménez Serrano reflexiona acerca de cómo llegamos a convertirnos en quienes somos, sobre el hecho mismo de crecer y la manera en que lo hacemos: aprendiendo a nombrar aquello que nos importa.

Elizabeth Hardwick, Noches insomnes, Navona, 23€ (15 de marzo)

En Noches imsomnes una mujer repasa su vida -la galería de personajes, los variados telones de fondo de los lugares- y elabora un cuaderno de recuerdos, reflexiones, retratos, cartas y sueños. En una vivificante fusión de hechos y ficciones, este libro lírico, endurecido y perfectamente construido, no es sólo una de las mejores obras de Elizabeth Hardwick sino una de las grandes contribuciones a la literatura estadounidense de los últimos cincuenta años.

Mila Martínez, Insurrectas, Egales, 20€ (15 de marzo)

Año 2024. Un partido emergente, Movimiento Evolución, logra ilusionar a sus votantes con una fuerza inusual, consiguiendo una aplastante mayoría absoluta. Su líder, César Barral, se erige como el gran transformador de la situación económica y social del país, comenzando a hacer realidad, de forma tajante, las promesas electorales vertidas. Entre ellas, la III República en España.

Vega del Hierro, luchadora, impulsiva y famosa fotógrafa que sigue de cerca los actos públicos del dirigente, sospecha que hay algo oscuro detrás de su aspecto impecable de hombre atractivo y carismático. Junto a Marina, jefa de prensa de Barral, intentarán desenmascarar el secreto que se esconde tras Movimiento Evolución.

En las páginas de Insurrectas cohabitan mentes oscuras, secretos profundos, temperamentos impetuosos y personas valientes dispuestas a afrontar riesgos por unos ideales incorruptibles.

Esta novela nos demuestra que las pasiones reprimidas acaban desbordando sus diques y que la solidaridad crea vínculos capaces de cambiar la Historia.

Tom Franklin, Letra torcida, letra torcida, Dirty Works, Traductor: Javier Lucini, 25,40€ (15 de marzo)

Finales de los años setenta. Chabot, una pequeña localidad rural del sur de Mississippi. Larry es un adolescente solitario y triste que se pasa todo el día encerrado en su cuarto leyendo libros de Stephen King. Una mañana, camino del colegio, recogen en la carretera a una mujer negra y a su hijo, Silas. Los dos adolescentes, pese a tenerlo todo en contra, clase, raza y modo de vida, se hacen amigos. Sus vidas cambian la noche en que Cindy Walker desaparece.

Más de veinte años después, Larry lleva una existencia solitaria a cargo del viejo taller de su padre. Silas se ha convertido en el alguacil del pueblo. Cada uno lleva su vida como buenamente puede.

Pero se verán obligados a retomar el contacto y a confrontar su doloroso pasado. Acaba de desaparecer otra chica.

Ensayo

Roger Chartier, Lectura y pandemia, Katz, 8€ Páginas: 71

En tiempos de pandemia ni las lecturas son inmunes, pero realizar diagnósticos sobre sus transformaciones no es tarea fácil. La lectura es una práctica cuyo ejercicio depende de ciertas condiciones de posibilidad distribuidas de forma muy desigual en cada sociedad. Aquí, al tiempo que resiste “la tentación de proyectar la experiencia personal como si fuese compartida y general”, Roger Chartier reflexiona sobre las relaciones entre lectura y pandemia y explora las implicancias de este cruce tanto para la economía política del libro y la edición, como para las relaciones entre mundo digital y mundo analógico.

Conjugando los recursos del historiador y la mirada del sociólogo, la sensibilidad lectora y la precisión del erudito, Chartier va tejiendo en estas páginas una reflexión de extraordinaria agudeza y profundidad para ayudarnos a descifrar algunos de los desafíos del presente.

Irene Gómez Franco, Deudas pendientes. La justicia entre generaciones, Plaza y Valdés, 21€ Páginas: 384

Irene Gómez Franco, filósofa y escritora especializada en Filosofía Política y Moral, se adentra en cuatro regiones problemáticas de la justicia intergeneracional –la incertidumbre epistémica, los derechos de los no nacidos, la justicia entre generaciones que no conviven y las razones por las cuales nos deberíamos preocupar por la calidad de vida de las personas del futuro– desde una de las perspectivas más exitosas de la justicia social, la teoría arraigada en las «capacidades».

Con un lenguaje claro, salpicado de casos concretos que ilustran el camino, afronta con maestría esta tarea al conjugar cuestiones que van de la ética, a la política, la economía y los estudios medioambientales, ahondando en temas como los derechos de las mujeres, la democracia y la razón pública, los intereses de la comunidad, el ecocidio y la sostenibilidad de las libertades.

José Luis Gómez Urdáñez, El marqués de la Ensenada, Punto de vista, 24€ Páginas: 302

El marqués de la Ensenada, pieza clave del Despotismo Ilustrado del siglo XVIII, fue mucho más que un ministro. Realizó un proyecto político integral junto con un grupo de valedores situados en puestos clave de la corte y del gobierno, impulsando el desarrollo del Estado español mientras desplegaba una formidable red de espionaje en media Europa. Fue el motor de numerosas reformas bajo el desempeño de los ministerios de Hacienda, Guerra, Marina e Indias. En ese momento cumbre de su carrera, el padre Isla le llamó el «secretario de todo». Su trabajo en la Marina le convirtió en enemigo de Inglaterra; la reforma hacendística, en sospechoso para la nobleza. El catastro y la protección que dispensó a los científicos puede considerarse lo más ilustrado de su obra. Fue amigo de los jesuitas y víctima, como ellos, del absolutismo regio. Su cara más cruel la mostró con la persecución al pueblo gitano. Mujeriego, alegre, sensato y conservador, sus restos descansan en el panteón de marinos ilustres, aunque en realidad nunca fue marino.

Antonio César Moreno Cantano (coord.), Crónicas de tinta y sangre. Periodistas y corresponsales de guerra (1936-1945), Trea, 29€ Páginas: 272

La guerra moderna no es entendible si solo ponemos en valor la capacidad armamentística de cada uno de los ejércitos enfrentados. Con el desarrollo de los medios de comunicación, la información se convierte en un elemento indispensable para arremeter contra el enemigo. No hablamos únicamente del efecto persuasivo, desmoralizador… de la propaganda, sino de los testimonios de aquellos «profesionales de las palabras» que narraban los prodigios o desventuras que tenían lugar en el frente de combate. En una época donde el acceso a los datos estaba mucho más limitado que en la actualidad, las narraciones, imágenes, escritos que estos periodistas y corresponsales de guerra remitían a sus retaguardias, vanguardias o al mundo entero, se convertían en la única verdad para gran parte de la población.

Con motivo del ochenta aniversario del bombardeo de Guernica (1937-2017), cuyos reales efectos y detalles nunca hubiesen podido ser reconstruidos y conocidos sin la labor, sufrida e indispensable, de los cronistas que los presenciaron, presentamos al lector una obra colectiva centrada en la vida, misiones y textos de los periodistas y corresponsales de guerra en el periodo comprendido entre el inicio de la guerra civil española y la segunda guerra mundial (1936-1945). A dicha tarea se han encomendado un nutrido y heterogéneo grupo de investigadores especializados en el ámbito de los medios de comunicación social, la historia militar y la historia cultural, que han buceado en archivos, hemerotecas y todo tipo de fuentes, para reconstruir la biografía de aquellos hombres y mujeres que fueron testigos de un periodo crucial en la historia de la humanidad.

Sus estilográficas, cámaras y voces fueron capaces de aportar una imagen tan nítida y real del horror como la de aquellos soldados que la sufrieron de primera mano. Sus crónicas fueron de tinta y sangre.

Prosper-Olivier Lissagaray, La historia de la Comuna de París de 1871, Capitán Swing, Traductora: Blanca Gago Domínguez, 25€ (15 de marzo)

En marzo de 1871, la clase trabajadora de París, indignada por su falta de poder político y cansada de ser explotada, tomó el control de la capital. Este libro es la excepcional historia de la Comuna, las heroicas batallas libradas en su defensa y la sangrienta masacre que acabó con el levantamiento. Un apasionante experimento revolucionario que en pocos meses logró sustituir al ejército por una milicia ciudadana, acabar con la injerencia eclesiástica en los asuntos estatales, introducir el derecho universal a la educación y reconocer a los funcionarios públicos el mismo salario que percibían los trabajadores. Hasta que las fuerzas represoras desataron una ofensiva sin precedentes sobre la capital francesa. Un baño de sangre que costó la vida a decenas de miles de rebeldes, fusilados por soldados enemigos. Lissagaray, un joven periodista que no solo vivió los hechos, sino que luchó por la Comuna en las barricadas, narra la gloria de la resistencia en París, los grandes logros alcanzados por la revolución y el valor de las mujeres y hombres que dieron su vida por la causa de la libertad.

Julio Vargas, Cólera, La Felguera, 14€ (15 de marzo)

El relato más desgarrador e inaudito del antiguo Madrid azotado por el cólera, un «viaje de exploración», anterior a Baroja y Galdós, que nos descubre unos suburbios peligrosos y hacinados en los que viven «nueve seres humanos en menos espacio, quizás, que el que concede la tierra a nueve ataúdes»

Mucho antes de que lo hicieran Benito Pérez Galdós o Pío Baroja, el intrépido periodista Julio Vargas visitó los tremebundos barrios bajos de Madrid, también conocidos como «tenebrosos», los arrabales y suburbios de una capital con una densidad de población mayor que la de Londres o París y diezmada por una terrible epidemia de cólera, cuyas similitudes con la actual pandemia y su manera de gestionarla resultan pavorosas.

Su crónica es inédita. La ciudad es muy distinta a como será en breve. El valor de su exploración es enorme. De hecho, no elige la palabra «exploración» de forma caprichosa. Visita esos lugares como un aventurero que marcha hacia terra ignota y, al regresar, cuenta cosas increíbles. Penetra en las casas, habla con los vecinos, se tapa la nariz ante los indescriptibles hedores de pozos negros e inmundicias, y se horroriza ante viviendas con «nueve seres humanos en menos espacio, quizás, que el que concede la tierra a nueve ataúdes».

Lo que nos narra Vargas es desgarrador. Usa una y otra vez la palabra «invasión» para referirse a los casos de cólera. Los cuerpos y las casas son constantemente «invadidos», donde los vecinos, hacinados, no son más que «un montón de carne» propicia para el azote del Ganges. Todavía los cuerpos esperan la llegada del carro de los muertos.

Su testimonio tiene un valor enorme. Describe, como nunca se había hecho ni se haría después, la vida y el modo de organización de las legendarias lavanderas del Manzanares, visita La Prosperidad cuando el barrio no es más que un puñado de casas, se despeña para alcanzar los famosos poblados chabolistas de las Injurias y las Cambroneras, mientras operarios del ayuntamiento, envueltos en trajes de aislamiento, desinfectan todo lo que encuentran a su paso y él pregunta a los vecinos qué tal viven. Uno de ellos, resignado, le responde: «Aquí, señor, se vive de milagro».

Jesús Zamora Bonilla, Contra apocalípticos, Shackelton Books, 18,90€ (15 de marzo)

Contra apocalípticos desmonta las principales tesis de los más radicales agoreros, que nos anuncian un día tras otro el inevitable colapso de nuestra civilización, desde el ecologismo extremo hasta el «dataísmo» de Yuval Harari, pasando por las «posthumanidades críticas» o los más variados anuncios del inminente fin del capitalismo. En el libro se cuestionan los escenarios apocalípticos con las que nos amenazan estas nuevas concepciones del mundo, y se confrontan con los hechos objetivos y con sus propias contradicciones internas, a la vez que se discute el fundamento moral sobre el que se construyen.

Una reivindicación razonada del humanismo ilustrado y de nuestra civilización frente a las voces apocalípticas que ven en ellos una amenaza al futuro de la humanidad. Un libro que nos ofrece una visión mucho más optimista del futuro.

Miguel Martínez, Comuneros, Hoja de lata, 19,90€ (15 de marzo)

En la primavera de 1520, las principales ciudades de Castilla se levantaron contra el joven rey Carlos. El grueso del común ciudadano y campesino, aliado con un sector de las élites urbanas, le plantaba cara al mal gobierno de la corte y a los grandes del reino, que habían acaparado ilegítimamente rentas y poder. La derrota de Villalar, en abril de 1521, no acabó del todo con el sueño comunero: las semillas de aquel rayo insurgente germinarían mucho después en un imaginario histórico que alimentó las luchas democráticas de los siglos XIX y XX.

Desde la relectura minuciosa de las fuentes, Comuneros. El rayo y la semilla ofrece una nueva historia de la revolución de las Comunidades, al tiempo que trata de integrarla en un relato diferente de nuestro pasado colectivo. La historia moderna de España, que empieza convencionalmente en 1492 con conquistas y expulsiones, podría comenzar en 1520 con una promesa de emancipación. Miguel Martínez nos invita a hacer memoria del momento comunero –un pasado vencido que late como posibilidad– en diálogo con las luchas ciudadanas de nuestro presente.

«Este libro propone una mirada desde abajo, no introduciendo los sujetos subalternos en la historia, sino transformando con ellos toda su construcción, que se alarga en el tiempo analítico hacia atrás de la propia revolución y hacia delante de la misma». Xavier Domènech, del prólogo.

José Antonio Pérez Pérez (coord.), Historia y memoria del terrorismo en el País Vasco, Confluencias, 29€ (15 de marzo)

Los tres volúmenes de la Historia y Memoria del Terrorismo en el País Vasco constituyen hasta la fecha el estudio más profundo y riguroso de cuantos se han llevado a cabo para alumbrar uno de los periodos más oscuros de la reciente historia de España. Gracias a la coordinación de los investigadores del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda y de la Universidad del País Vasco se ha podido afrontar la complejidad del fenómeno del terrorismo en el País Vasco a través de un esfuerzo ingente de investigación.

Giulio Meotti, ¿El último Papa de Occidente?, Encuentro, 14€ Páginas: 110

«Joseph Ratzinger ha sido, como Meotti lo describe, un coloso, finalmente ‘derrotado’ en sus esfuerzos por salvar a la civilización occidental, pero que ha dejado detrás de sí los códigos que aún pueden permitir a la humanidad arreglar las cosas. Ha visto el desmoronamiento y lo ha descrito con una claridad que nadie más había logrado, especificando también su antídoto. Después de ofrecerse como un escudo viviente contra la secularización, el relativismo, la islamización y el nihilismo rastrero, finalmente se sintió obligado a retroceder, cuando el peligro llegaba a su peor momento. Viajó por toda Europa para tratar de detener la caída, pero sin éxito. Esta es la historia que se cuenta en ¿El último Papa de Occidente? El tiempo dirá si fue una tragedia o si faltó poco para que lo fuera».

Otras lecturas

Ana Sanz-Magallón, Cuéntalo bien. El sentido común aplicado a las historias, Plot, 16,90€ Páginas: 128

Este libro no da fórmulas para narrar, te explica por qué pueden funcionar esas fórmulas. No cita a los grandes teóricos, ni busca ejemplos en las películas que todo el mundo ha visto ni en los libros que todo el mundo debería haber leído. ‘Cuéntalo bien’ te recuerda cosas que sabes por instinto cuando cuentas tus mejores anécdotas y que quizá no te hayas parado a pensar. Un libro que no te enseña cómo contar buenas historias, sino que te ayuda a comprenderlas para descubrir sus mecanismos con los que generar intriga y un público fiel. Porque, si comprendes cómo funcionan, es más fácil que puedas contarlas bien si tienes ganas, tiempo y talento.

Loveday Trinick y Teagan White, Oceanarium, Impedimenta, Traductor: Lorenzo Díaz Buendía, 25€ (15 de marzo)

Bienvenidos a Oceanarium

Un acuario abierto a todas horas. En él encontramos una asombrosa colección de más de doscientas criaturas: desde el plancton microscópico hasta el animal más grande que haya vivido jamás en la Tierra. ¿Cómo es posible que algunos animales que viven en las profundidades produzcan luz? ¿Cuándo se formaron los océanos? ¿Qué secretos esconden?

Acércate y explora con nosotros el mundo oceánico en todo su esplendor.

Telepizza pierde como clientes a los aficionados del Atleti

Como sigan a este ritmo las empresas españolas no deberá asustar a nadie que entren en crisis unas cuantas porque, por mucho que a sus creativos les haga gracia, los aficionados del Atlético de Madrid comienzan a hartarse de ciertas gracietas. No sólo tienen que aguantar (como les pasa a dieciséis equipos más) el duopolio imperante verbigracia de la Federación y Tebas; no sólo tienen que aguantar una prensa nacionalmadridista en Madrid; no sólo tienen que aguantar los tejemanejes del viudo con gafas; no sólo tienen que aguantar a una recua de políticos blancos; no sólo tienen que aguantar a los Gil; sino que además las empresas hagan bromas respecto al equipo rojiblanco. Pues no. Se acabó. A los atléticos les gusta la pizza, pero no de Telepizza.

Habiendo una población tan alta de cérvidos es normal que los creativos de publicidad de Telepizza (o la empresa contratada) tengan una manada que sea la que haga los anuncios. Por ello todas las gracietas contra el equipo rojiblanco las ven “normales” porque, al fin y al cabo, en su mundo son los chistes de todos los días. No dan para más. No dan para pensar en que siendo una marca de fast-food tienen una clientela potencial de 40 millones de españoles y que señalar y reírse de una parte considerable de esa clientela igual no es buena idea. No todo el mundo tiene acceso a un Mercedes, o a un Ferrari y sus anuncios van dirigidos a los potenciales clientes. Marketing básico. En Telepizza parece que las dos neuronas de los creativos no han llegado a esa mínima conclusión, ni han hecho un mínimo estudio previo. Más bien han hecho el orangután dándose golpes en el pecho, o se han dedicado a embestir de la risa.

Vayamos por partes. Primero la no comprensión de lo que significa un derbi y la rivalidad Atlético-Real. Utilizan una imagen para promocionarse afirmando que hay cosas que unen a las aficiones. La pizza desde luego no. Pero es que, salvo compartir ciudad, no hay nada más que les una, más allá de cierto civismo como seres humanos. Los atléticos ni son prepotentes, ni llorones, ni imperialistas, ni mafiosos, ni parte del poder establecido (da igual quién ostente el poder), ni nada de lo que rodea a los de la dócima. Por suerte cabe decir. El odio, por muy mal que esté visto ese sentimiento, es algo natural en un rojiblanco. Se lleva en la sangre y provoca querer que el otro pierda todo y en todo. Ergo no hay nada que les una, ni es una sana rivalidad como puede haber en Londres entre sus equipos.

Lo anterior podía verse como un producto más del infantilismo y el buenismo de muchos equipos de marketing. Pero claro, cuando vas más allá e insinúas que en el Atlético de Madrid se espera siempre mucho, con el símbolo de Neptuno mediante, seguro que no se ha pensado en el repartidor de pizza. Es la típica gracieta del cérvido cuando está junto al resto de la manada. Hace referencia a títulos que no se consiguen o para los que se tarda mucho tiempo en conseguir. Pensamiento típico de madridista mononeuronal para el que todo en la vida se basa en títulos, dinero o poder. Los atléticos no son así. ¿Les gusta ganar títulos? Sí, como a todo el mundo, pero no viven pendiente de eso. Incluso si se ganase la Champions la ilusión de la afición es tirarla al río.

Telepizza habrá ganado muchos pedidos de madridistas pero de rojiblancos los ha perdido casi todos. Ya se sufrieron sus helados trozos de masa en el añorado Calderón y no queda buen recuerdo, pero es que ahora ni ganas de comer esa comida basura. Unos millones de clientes potenciales perdidos, pero como en la mente madridista eso no se entiende, en Telepizza, además de explotar a sus trabajadores, ni se percatarán del asunto. Algo sí se han debido dar cuenta porque a las dos horas han intentado arreglarlo, cuando ya no tenía arreglo. A la lista negra de empresas. Los demás equipos de marketing que vayan tomando nota porque bromas, las justas.