martes, 26 agosto, 2025

Tras su fracaso ministerial Podemos ataca al PSOE

De alguna forma hay que tapar las propias miserias y errores y, como viene siendo habitual en Podemos, han optado por atacar a su principal enemigo. ¿Vox? No, el PSOE. No se asombren por esta calificación o cualificación del PSOE por parte de Podemos. Cabe recordar que cuando irrumpieron en la escena política, cierto concejal, hoy secretario general de Madrid, afirmó ante un grupo de políticos y periodistas que su adversario era el PP pero su enemigo el PSOE. Esta es la mentalidad de habita en la formación morada desde el comienzo. No se sabe si por algún tipo de proyección o por heredar del antiguo comunismo no haber aceptado jamás que el partido socialista sacase más diputados en las primeras elecciones tras la dictadura, el caso es que cuando algo no les va bien acaban atacando al PSOE. Lo de los fascistas no es más que un juego espectacular.

Se preguntarán también, al hilo del titular, sobre cuáles son los fracasos ministeriales de Podemos pues dicen y no paran que gracias a ellos se ha conseguido todo lo que hace el gobierno. Por sólo ofrecer unos ejemplos, los ERTE que llevan retrasos de meses (no siendo lo peor ese ministerio de Trabajo); el engaño con la prohibición del despido, ya que lo único que se hizo fue encarecerlo; el aumento del paro sin alternativa real y a la espera de que mejore la situación gracias a algún tipo de espíritu… El ministerio de Universidades se sabe que existe, lo que no se sabe es tiene actividad. Bueno sí, ha sacado un borrador que provocaría la privatización de parte de las Universidades públicas; la precarización del profesorado; beneficia a las Universidades privadas (que el ministro tenga como pareja a alguien que tiene intereses en cierta universidad privada se supone que no tiene nada que ver); incluye la posibilidad de veto de la contratación de unas universidades a otras de forma encubierta…

Respecto al ministerio de Consumo, todas las personas han visto como se ha encarecido la bolsa de la compra –especialmente en cierta cadena de supermercados- pero el ministro calla. También vendieron que ya no habría más publicidad de juegos y apuestas, y resulta que cada dos por tres saltan en los dispositivos móviles de cada cual. En el ministerio de Igualdad han conseguido enfurecer a todas las feministas, cosa complicada a poco que no se hubiese hecho nada, y parecer que trabajan para Vox más que por la igualdad. De hecho ayer mismo la ministra Irene Montero acudió a uno de esos programas de amigos para ver si conseguía lavarse la cara aunque acabó mintiendo al decir que se había reunido con las mujeres críticas con la nueva ley transgenerista. Y qué decir de la vicepresidencia segunda de Asuntos Sociales, aún le están esperando en residencias de ancianos a ver si hace algo para ayudarles. Fracaso, tras fracaso no tanto por inexperiencia sino porque están en el gobierno a lo que están, a lo propio de la oligarquía sexual en que se ha convertido Podemos y en medrar para no se sabe bien qué propósito reformista.

Tras un tiempo escondido Pablo Iglesias, el primer día después del Consejo de ministros han sacado la artillería contra su enemigo, el PSOE. Han aprovechado que el PSOE ha decidido no dar su voto afirmativo a la comisión de investigación sobre Juan Carlos de Borbón para saltar al cuello socialista. Con ello pretenden acercarse y hacerse con el grupo radicalizado que existe en el PSOE respecto al tema republicanista. Antes de nada cabe hacer una explicación para los legos en comisiones de investigación. Se puede y se debe investigar al huido como a cualquier otro cargo público, sin duda, pero esta comisión no pretende ser de investigación sino de publicidad de Podemos y los independentistas. ¿Por qué? Porque en realidad no van a poder acceder a documentación y, posiblemente, al interfecto. La documentación que tienen Hacienda y la Fiscalía no se podría ceder a la comisión por estar sub iúdice, es decir, en proceso de investigación. No es una documentación de otro tipo de administración pública –como si eran los contratos de la Comunidad de Madrid que dieron lugar al descubrimiento de las trampas del PP con hospitales, por ejemplo- y por ende trabajarían sin documentación. Tampoco el escondido parece que vaya a acudir por no estar en España.

Entonces, sin documentación y sin testigo principal ¿qué se va a tratar en realidad? Nada. Llamarían a cualquier pelagatos para montar un espectáculo y que ese clavo ardiendo al que están agarrados les siga valiendo para no caer al vacío político. Porque el republicanismo de Podemos es lo único que les queda junto a sorber y soplar. No hay más, son casta. La estupidez de Iglesias sobre las discusiones en la cena navideña sobre monarquía o república ya indicaba claramente que no les queda más que ofrecer. Lo peor de todo es que desde que están con la matraca el apoyo a la monarquía ha subido, en lo que parece una conspiración podemita con los Borbones para asentar los privilegios reales. Necesitan, como buenos populistas y como ha recordado la ministra Margarita Roles –algo que molestado mucho y para lo que Ione Belarra ha salido de su cueva a atacar a la ministra-, deslegitimar las instituciones del Estado para que su estrategia de confrontación les permita opacar sus errores de gestión y sus miserias. En una situación calmada serían pasto del olvido y de la salida política, por ello necesitan estar alimentado confrontaciones como la republicanista. Cómo será la cosa que hasta La razón les apoya ahora para que no desaparezcan y con miedo a que el PSOE a medio plazo les mande al rincón de pensar en los altos del parlamento. Paradójicamente PP y Podemos tienen el mismo enemigo común: Pedro Sánchez.

Saben que con este tipo de cuestiones calientan los cascos de buena parte de la militancia del PSOE, especialmente la que ha abandonado la lógica tradicional del partido y se encuentra más podemizada. Así, de esa forma pretenden vencer al enemigo desde dentro. Que presione la militancia con esta cuestión republicana al presidente Sánchez y al ministro José Luis Ábalos, como secretario de Organización –al menos hasta octubre-, y ver si más adelante pueden sacar más tajada. Visto que en el Consejo de ministros, en el parlamento o en los medios de comunicación no hacen doblar la cerviz al PSOE, intentan hacerlo mediante una estrategia quintacolumnista. Claro que sumándose a los que piden la dimisión de Salvador Illa tampoco es que les haga quedar como muy leales. La estrategia es hacerse con la voluntad del militante idealista radicalizado del PSOE, justo ese que ha abandonado cualquier tipo de análisis materialista, para no se sabe bien qué. Porque en realidad hablan mucho de república y no han explicado qué tipo de república quieren, salvo una en la que haya naciones y arriquitaun, pero no hablan jamás de cuál sería el centro del poder estatal. Por ello caben sospechas de presidencialismo húmedo en la mente de Iglesias o Juan Carlos Monedero. No tienen nada más que ofrecer salvo el enfrentamiento continuado, soflamas izquierdistas que no plasman y colocar a amigos y subvencionar a todos los lobbies de la diversidad para ganarse su apoyo a futuro. Mientras tanto sólo les cabe atacar al PSOE, pero no dimitirán porque las casas no se pagan solas.

¿Dónde está Pablo Iglesias?

Desde hace varios días las personas normales se hacen una pregunta ¿dónde está Pablo Iglesias? En efecto, el vicepresidente segundo de Asuntos Sociales y Agenda 2030 está desaparecido. No se sabe nada de él. Salvo un mensaje sobre el fallecimiento de Boni, guitarrista de Barricada, y un retuit sobre el fascismo en EEUU (con una visión extremadamente corta para quien ha vivido allí), nada. El silencio. La calma. Acudir, sí ha acudido al Consejo de ministros de ayer, por lo que se colige que no está muerto, ni enfermo. ¿A qué se debe esa desaparición? En Diario 16 nos hemos hecho esa pregunta y vamos a intentar responderla mediante varias hipótesis.

1ª hipótesis: Está viendo series. Lo más lógico, tras las festividades en que habrá estado muy ocupado con la chavalería que tiene en casa (ya saben, reyes magos y demás cuestiones infantiles), el vicepresidente segundo se ha encerrado en su cuarto a ver todas las series que le faltaban por ver para así poder darnos la turra durante el resto del año y tener inspiración para su estrategia política del curso entrante.

2ª hipótesis: Está deprimido. Después de la paliza estratégica que ha recibido por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al nombrar a Salvador Illa como candidato al gobierno catalán, echando por tierra el “acuerdo” pactado con ERC para servirse del PSC para gobernar y llegar al referéndum de autodeterminación, se encuentra deprimido. Sollozando por no haberla visto venir. ÉL que es el más listo de la clase política y el único que, piensa ÉL, ha leído y comprendido a Maquiavelo.

3ª hipótesis: Está acojonado. Ha visto que las encuestas le están apeando de su actual posición y se encuentra aterrado. No comprende cómo el pueblo es incapaz de asimilar su estrategia de soplar y sorber a la vez. O lo que es lo mismo, su estrategia de ser gobierno y oposición al mismo tiempo y sin que eso genere contradicción alguna. Porque, paradójicamente, las mayores críticas al gobierno en los últimos tiempos no llegan de parte de Pablo Casado (que está recorriendo España con su pala), sino de uno de los socios del propio gobierno.

4ª hipótesis: Ha visto lo que le ha pasado a Trump y ha frenado. Esta es la hipótesis menos probable seguramente. ÉL piensa que Trump es un fascista y no un populista. Para amado líder los populistas son buenos, son como ÉL, son comunistas sin hoz, ni martillo. Pero igual, poco probable, ha visto que la demagogia y la chulería en política acaba pasando factura e igual le toca su turno.

5ª hipótesis: Con el frío que hace piensa que han llegado los White walkers como en Juego de Tronos. Ya que acostumbra a ver la vida como si fuera una serie de televisión, igual al llegar la gran nevada ha pensado que los White walkers han llegado, se ha visto desarmado y se ha escondido en su castillo de Galapagar. Al final la ficción ha devorado al hombre, como los libros de caballería afectaron a Alonso Quijano.

6ª hipótesis: No sabe qué hacer. Siendo vicepresidente de Asuntos Sociales debería haber estado al pie del cañón con las nevadas caídas. Haberse preocupado de la situación de las Residencias de Ancianos, de los refugios para personas sin hogar, para ver que no había desabastecimiento de alimentos para la población afectada (que para eso tiene a su subordinado Alberto Garzón), pero no sabe cómo hacerlo. Después de un año casi de vicepresidente segundo todavía no se ha enterado bien de sus competencias. Hay que comprenderlo porque ÉL está para otras cosas de miras más amplias: el CNI, hace oposición al PSOE, zascandilear en Twitter…

7ª hipótesis: No puede hacer demagogia o populismo. Tras la subida de la factura de la luz que vendrá por el alza de los precios en el mercado –pese a haber dicho por activa y pasiva que eso no sucedería con Él en el gobierno-; tras el fracaso de sus prédicas republicanas y en medio de un temporal invernal, no sabe cómo colocar su demagogia. Bien es cierto que tiene un propio periódico para hacerse toda la propaganda posible y criticar a los demás, pero no encuentra el encaje para sus soflamas típicas. Incluso podría haberse hecho una foto quitando nieve en sus 2000 metros de finca en Galapagar, pero eso sería estar a la altura de Casado y por ahí no pasa. ÉL es más.

Una ausencia inexplicable con la que está cayendo, por sus responsabilidades gubernamentales, y asombrosa por la capacidad que tiene para meterse en todos los charcos, especialmente cuando cree que puede sacar tajada con sus discursos falsos. Sus escuadras en redes sociales, de capa caída como muestran los datos, intentaron engañar a las personas diciendo que si tuviesen cientos de diputados nacionalizarían la energía (sin aportar más datos), justo el día en que un cargo de su partido entraba en el consejo de administración de Enagás. Ya no cuela ese discurso de sorber y soplar y se espera que haga algo más que entrevistas a amigos; que contar en las redes que ha visto esta o aquella serie; que hacerse el colega del barrio; se espera que gobierne y se vea reflejado, más siendo vicepresidente segundo, pero vicepresidente, de Asuntos Sociales. Cada vez más parece un estorbo que un apoyo para las personas normales. Amaga y no tira la piedra o dice que Calviño se la ha quitado, que es como usar el comodín en un juego. Si no te hacen caso te sales del gobierno; si hay presiones de la UE te sales del gobierno; si no te gusta Sánchez te sales del gobierno. Pero quedarse y quejarse ya no engaña a nadie. Más bien pareciera que se vive muy bien y hay facturas que pagar aún.

Hollywood llevará a la pantalla la aventura del Real Madrid

Diversas empresas de producción hollywoodienses se han interesado en las últimas horas por las vicisitudes sufridas, en lo que ha venido a calificar de “odisea” la prensa nacional-madridista, por la expedición del Real Madrid. Han visto los productores un gran filón para una película con secuelas o incluso una serie de, al menos, cuatro temporadas. Los padecimientos que han podido leer en la prensa “oficial” As, Marca, OkDiario o El español; o los mensajes desgarradores de tertulianos del fútbol, de chiringuiteros o de algún que otro programa futbolístico, han llamado la atención tanto como para estar colapsando la centralita de ACS en el intento de hablar con Florentino Pérez.

Las productoras han visto en Zinedine Zidane ese ídolo que necesitan para que las películas o la serie sea todo un éxito. Tras afirmar un comentarista, muy del gusto del palco blanco, “Zidane le queda bien todo, hasta el gorro” se han percatado del potencial para generar alegrías y llantos (esos que llevan días mostrando en el 90% de la prensa futbolística). Pero lo que más ha llamado la atención, como se ha comentado en las redes sociales, es el terrible dolor que han sufrido esos jugadores sin poder ver a las familias durante tres días y no poder sentarse al lado de una cálida chimenea a leer, tras haber escogido esos grandes clásicos que las pueblan, a Proust, Céline, Althusser e, incluso, a Pérez Reverte (que es más propio del madridismo). Un sufrimiento que ha sido recogido por intelectuales de tan reconocido prestigio como Jorge Calabrés. Pobre Sergio Ramos alejado de sus incunables.

En realidad la “odisea” madridista tiene de todo. Un secuestro en avión por un piloto loco, empecinado en hacer llegar al equipo estelar a la fortificada Pompelon, donde unos malvados (medio vascones, medio carlistas) vestidos de rojo les esperaban para impedir su ascenso hasta el liderato de La Liga. Alojamiento en un hotel de cinco estrellas, muy lejos de las comodidades de sus mansiones, mientras miles de españoles estaban esmorecidos quitando nieve con las palas y escobas. Ese sufrimiento jugando con sus diversos dispositivos electrónicos sin poder hacer un Tik-Tok como miles de madrileños en la nieve. Eso no está pagado ni con 10 millones de euros de salario al año. Casi han tenido que devorarse unos a otros para sobrevivir.

Y para colmo de males, les han hecho ir de Pompelon a la antiquísima Malaka, donde tampoco pueden hacerse historias de Instagram o Tik-Tok para fardar, y tendrán que vérselas con más vascones ávidos para hacerles sufrir. Todo culpa de un complot orquestado por el renegado Javier Tebas y el antimadridista Luis Rubiales. Un complot que tiene una doble finalidad: esperar a que el odioso Joan Laporta se haga de nuevo con las riendas del temido FC Barcelona y que las huestes imperiales de Lord Cholo Simeone ganen la liga sin necesidad de haber jugado la mitad de los encuentros. Además, los cholistas se han hecho con nuevas máquinas que les permiten caminar sobre la nieve, viajando en el tiempo y recatándolas del pasado. Un complot propio para una gran saga que dejará en pañales a El padrino (que bien podría estar basada en los manejos del viudo con gafas).

Soldados cholistas junto a máquina de destrucción masiva

Políticos con pala y con mucha cara

Cierto que la nevada que ha sufrido el centro peninsular no la habían visto en décadas. Cierto, también, que en esta política del espectáculo, la nevada permite hacer el mastuerzo a la clase política para ocultar su propio fracaso en la gestión, o simplemente para hacer el lelo aparentando. De repente los políticos de la derecha madrileña tienen palas en sus casas o aparecen como por arte de magia. Normal que la tengan aquellos que viven en entornos rurales, incluso en chaletazos apartados de mundanal ruido, pero viviendo en una ciudad ¿quién piensa en comprarse una pala de esas buenas para hacer la mezcla del cemento? Hay que contribuir al espectáculo ad maiorem gloriam dei.

Mientras tenían a la población encerrada en Hospitales, Centros Comerciales, carreteras y demás lugares públicos, los políticos bien que se escondieron para que no se notase su falta de previsión. Todos en sus cuevas pidiendo que las personas no saliesen a la calle, que fuesen precavidos, etcétera. En cuanto comenzó a despejar un poco el tiempo han aparecido, cuales osos después de hibernar, para pedir a la ciudadanía que se ponga manos a la obra y quiten la nieve. De esta forma se esconde la incapacidad de todas las administraciones involucradas para gestionar, no la nevada en sí que fue tremenda, sino el trabajo posterior. Quieren a la ciudadanía esmorecida en las calles haciendo el trabajo que deberían hacer los poderes públicos. Luis Garicano ha afirmado en su cuenta de Twitter que en otros países son los propios vecinos los que limpian las aceras. Las aceras enfrente de sus casas, no todas las aceras, los caminos circundantes, el asfalto o las carreteras. También es cierto que en esos otros países nieva bastante todos los años, en todo el país. Aquí, salvo zonas montañosas, la nieve sólo se ve en los baños de bares y parlamentos.

Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, ha aparecido con una pala en la puerta de su casa, más limpio que un jaspe, pidiendo a madrileñas y madrileños que hagan lo mismo. Como se muestran incapaces de limpiar la nieve, cuando ya ha parado la nevada, acuden al voluntariado como fórmula de tapar su mala gestión. En ningún momento dice Aguado, ni otros que le han seguido después –ya que son copiones y más si son de derechas-, que se han visto sobrepasados y que pese a poner a todos los equipos y personal a trabajar no llegarían a limpiar mínimamente las ciudades. Ni llaman a personal de refuerzo por ahorrar esos gastos extras a las empresas subcontratadas, ni tienen capacidad real por la privatización de numerosos servicios públicos. Deben ser los ciudadanos quienes limpien las ciudades. Y la acera frente a la casa sí, pero ¿el resto de aceras? ¿Dónde viven personas más mayores nadie les limpia? ¿Quién tiene una pala en casa que sirva para esos menesteres?

Pablo Casado no tiene pala en casa –imagínense ayer por la mañana a su equipo de comunicación buscando palas desesperados por un Madrid imposible-, pero tiene más cara que espalda para lanzarse a echar cuatro paladas y que parezca que está haciendo algo. Según ha contado en redes sociales, ha ido a cuatro centros sanitarios a quitar nieve para limpiar y que las personas puedan acceder a los mismos. En algún caso porque es un centro donde se vacuna contra el coronavirus. Lo curioso es que uno de los centros señalados estaba cerrado y no ponen vacunas, pero eso no puede impedir el postureo. Otro de los centros donde ha ido pala en mano sí tiene vacunaciones, pero como en la Comunidad de Madrid no vacunan tampoco es que importe mucho. Que el cartel de la puerta no tape la realidad. Lo paradójico es que Casado se haya podido mover por una amplia zona de Madrid capital y a esas zonas, pues son centros de salud, no haya ido nadie pues son servicios básicos. Quienes tendrían que limpiar las entradas de hospitales y centros de salud son los servicios públicos, no la ciudadanía. Una cosa es la acera como pedía Aguado y otra servicios básicos y necesarios. Sin darse cuenta las paladas de nieve de Casado estaban cargadas de mentiras e incapacidad.

Barrio de Alcorcón con nieve sin recoger en la mañana del domingo

Lo mismo se puede decir en otros municipios de la Comunidad de Madrid, donde gobierna la izquierda. Por ejemplo en Alcorcón, cuyo máximo responsable de los servicios de limpieza es el secretario general de Podemos, Jesús Santos, se han visto incapaces de limpiar las calzadas y las aceras. Especialmente en barrios donde la población es muy mayor, donde no hay palas como es lógico e, igual, votan al PP masivamente. En esto de ser estólidos, los políticos no se diferencian ideológicamente en muchas ocasiones. Unos con palas y otros con maldad de servicio. Cierto que la nevada ha sido excesivamente copiosa, pero la gestión posterior está siendo pésima y, además, quieren culpabilizar al Gobierno de lo que les pasa cuando ofreció a la UME desde el primer momento. Curiosamente las carreteras que no llegaron a colapsar del todo (a altas horas de la noche algunas sí), son las carreteras gestionadas por la Administración central como mostraron en Telemadrid. El problema viene porque están abusando del voluntariado (enfermeras y enfermeros voluntarios para hospitales o vacunar, voluntarios para quitar nieve, voluntarios para esto y aquello) mientras llenan los bolsillos con zendales a los de siempre. Pero hay que fardar de pala y de cara dura en la política espectáculo.

Is qui ni si pidíi jiguir

Tras un empate que les ha impedido marcarse el farol de ser líderes de La Liga –pese a llevar tres partidos más que el líder- y con un FC Barcelona echándoles el aliento en la nuca, desde el Real Madrid han comenzado a buscar excusas de malos estudiantes. En rueda de prensa se quejaron sobre la idoneidad de jugar el partido contra Osasuna. Que si el campo estaba mal –Kroos fue el único que no lo hizo pues debe haberlos visto peores en Alemania-, que si no tenían que haber viajado, que si esto, que si lo otro. Todo con la intención de ocultar un partido desastroso, ya que el campo estaría mal para ambos equipos, y un viaje que fue extraño pues fue el único avión que partió del Adolfo Suárez la tarde del viernes.

Una vez que jugadores y cuerpo técnico dieron las coordenadas, la prensa “mamadora del régimen” que diría Manolo Lama, más conocida como nacional-madridismo, comenzaron con la campaña de excusas que Florentino Pérez les exigió poco tiempo atrás en famoso discurso en la Asamblea madridista. Así los principales diarios deportivos madrileños y madridistas comenzaron con los artículos que buscaban tapar el “tropiezo” del equipo blanco, haciendo todos los deméritos posibles al club navarro, y exigiendo no se sabe bien qué. Bueno sí, que les den la liga sin jugarla, o que los demás equipos salgan contra ellos con nueve jugadores, o que al Atlético de Madrid le suspendan todos los partidos posibles hasta que no sea muy escandaloso, el club del viudo con gafas se ponga líder y se suspenda la liga dando como vencedor a ya saben quién. El caso es que Marca y As no han dejado de quejarse por todo desde el sábado por la noche se supiese el resultad, como han hecho los chiringuiteros en sus diversos canales.

Curiosamente ha sido el ministro José Luis Ábalos, encargado de Fomento y por ello con contacto directo con la principal oficina de ACS, quien ha cargado el muerto del viaje al piloto del avión que transportó al Real Madrid. Que se esperase a que saliese el avión, cancelando otros vuelos de salida, para cerrar el aeropuerto es culpa del piloto que debe tener superpoderes o algo parecido para controlar la mente de los ejecutivos encargados de decidir el cierre o no de un aeropuerto de los más transitados de Europa. La culpa de que el equipo merengue jugase en Pamplona es de un piloto de avión, el cual obligó a instituciones y jugadores a volar. Vale. Bien. No se lo cree nadie… ni el ministro que ha salido en ayuda del poderoso empresario.

Normal que las reservas de biberones estén agotadas en toda la Comunidad de Madrid y aledaños. Hasta sin jugar, el Cholo Simeone los reparte constantemente. De ahí que en Marca aprovechen, lo que ya califican de odisea –algo que encaja con la hybris propia del madridismo-, para lanzar puyas contra el entrenador del Atlético de Madrid (líder con tres partidos menos). Le acusan de echar la culpa a los jugadores por la eliminación copera, lo cual es falso pero sirve para nutrir la mente merengona con utopías de disensos internos. El entrenador fue claro, tras repartir algún biberón que otro con su posible salida –entraron todos al trapo-, la culpa era suya por no haber sabido conjuntar a los “reservas” y por no darles más minutos durante los demás partidos. Pero da igual, el problema is qui ni si pidíi jiguir en el Reino de Navarra. Si Camacho los escuchase los corría a gorrazos.

Tanta nieve en la calle y Rivera en su casa

En estos días en que Filomena, “a su pesar”, tiñe de blanco parte de España, es cuando se echa de menos, para conseguir una risa fácil, la presencia del otrora cuñado del reino Albert Rivera. Tanta nieve por las calles y él encerrado en casa sin poder hacer alarde del cuñadismo ilustrado (mezcla de demagogia, populismo y caradura) que tanto utilizó en sus tiempos de política. Un gran manto blanco que descubre la completa incompetencia de la clase política y él sin poder hacer demagogia barata. Ni un mísero tuit sobre ello ha sacado consciente de que sus mejores tiempos ya pasaron. Nadie podrá reemplazarle en el uso y abuso del cuñadismo. Inés Arrimadas, bastante más racional, ha pasado de ser la “montapollos” a abandonar la ideología cuñadista que hizo mediano a Ciudadanos. Juan Carlos Girauta ya se sabe que rebuzna lo que le dejan en ABC con sus locuras sobre peligros que sólo él conoce, pero nadie lo lee ya –en cuanto han hecho de pago sus columnas nadie gasta un mísero euro en ello- y pocos le aguantan en las redes sociales –tiene a la mayoría bloqueados-.

Tanta nieve en la calle y Albert sin poder criticar a todos a la vez. A los separatistas porque por su culpa ya no nieva como antes en Cataluña. A Isabel Díaz Ayuso y a José Luis Martínez Almeida porque se han mostrado completamente incapaces de gestionar la nevada –el resto de España no existe en la cabeza del ex-. A Pedro Sánchez por no mandar a los ejércitos patrióticos y muy mucho españoles de España mucho antes. Culpa sin duda de sus peleas con los populistas castrochavistas y por estar entregado al mal político de España. Bajo ese marco lenguaraz, Rivera hubiese sacado numerosos mensajes de apoyo a la UME, a la Guardia Civil y a las policías locales, y a los cuerpos de bomberos rememorando los tiempos en que manifestaba un extraño fetichismo por los uniformes. Vivas y loas a unos y palos a los demás… por no hacerle caso.

Porque como todo buen cuñadista ilustrado, Rivera siempre sacaría algún tipo de frase como la siguiente: “Si me hubiesen hecho caso esto no habría pasado”. ¿Caso a qué? Pues seguramente a un mensaje en redes sociales colocado antes de que todo se fuese al garete y ya no hubiese posibilidad de cambiar de rumbo. Rivera es ese tipo de persona, como muchos de sus antiguos compinches naranjas, que te indica mal el camino continuamente y justo antes de que sea patente el equívoco dice: “Te estás perdiendo”. Le pasó cuando apoyó a M. Rajoy al que fustigaba continuamente con ese tipo de circunloquios para señalarle como culpable de no haber hecho lo que decía que debía hacer. Le pasó a un alumno aventajado como el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, que se quejaba amargamente de Cristina Cifuentes pero la apoyaba constantemente… hasta que le preguntaron que si tan mal lo hacía ¿por qué no le quitaban el apoyo? Hoy Aguado calla. Aunque ha intentado hacer cuñadismo al recordar un mensaje con las máquinas quitanieves que tenían disponibles para toda la Comunidad (57), pero se ha vuelto en su contra después del caos.

En situaciones así Rivera disfrutaría porque es gratis hacer el canelo con estas cosas poco importantes –recuérdese que en gran parte de España lo de la nevada ni se sabe lo que es-. Cuando parte de su equipo negociaba con Iván Redondo un pacto PSOE-Ciudadanos que hubiese dado una mayoría de 180 diputados, algo que podía ser importante, él prefirió creer que sería el jefe de toda la derecha española y pasó lo que pasó. Así ha sido siempre el cuñadismo de Rivera, escandalizándose y criticando las menudencias, y rehusando las medidas importantes. Fue Rivera quien impulsó comisiones y comisiones de la nada en el parlamento, con la sola intención de hacer el cuñado. Pero cuando la corrupción apestaba en el PP jamás dio un paso al lado, ni provocó convocatoria de elecciones (véase en Moncloa o en Madrid) y acabó entregándose a la extrema derecha. No ha servido para mejorar el tema catalán, ni para estabilizar el gobierno estatal, ni para nada bueno, pero con tanta nieve él disfrutaría.

Novedades literarias (10 enero)

Presentamos las novedades librescas de esta semana. Como siempre la elección de los libros corre por nuestra cuenta pero no así la reseña de cada una de las obras presentadas. Es un sencillo copia y pega de lo que nos ofrecen las editoriales o los distribuidores. Cuando se lee un libro se hace reseña aparte, para gusto o disgusto de los afectados. No hay recomendación expresa sino mostrar aquellos libros que han llamado la atención sin más. La mayoría de los publicados hoy saldrán a la venta el 18 de enero, por si les entra la ansiedad de comprarlos.

NOVELA

La deseada, Maryse Condé, Impedmienta, 22,50€ (Traducción Ma Asunción Alonso)

¿Qué sucede cuando el amor propio convive con el dolor y la vanidad? ¿Cómo se puede vivir en el misterio y la inquietud de no tener una historia que contar? Maryse Condé responde a estas preguntas desde el relato tres generaciones de mujeres isleñas unidas por la fuerza de la sangre, los abusos y la violencia. Esta novela es también el viaje que inicia Marie-Noëlle para unir las piezas del puzle de su identidad desde la isla de Guadalupe hasta Francia y los Estados Unidos. Maternidades no deseadas y hombres de dudosa moral, La Deseada es una novela que responde a un grito particular: solo desde la invención de una lengua propia se empieza a vivir.

La facultad de sueños, Sara Stridsberg, Nórdica, 22,50€ (Traducción Carmen Montes)

En abril de 1988, Valerie Solanas, la escritora, feminista radical, autora del manifiesto SCUM y posible asesina de Andy Warhol, fue hallada muerta a los cincuenta y dos años en su habitación de hotel, en un sucio rincón de San Francisco, sola, sin un centavo y rodeada de las páginas mecanografiadas de sus últimos escritos. En esta novela, volvemos a visitar la habitación donde murió Solanas, así como la sala del tribunal donde fue juzgada y condenada por intentar asesinar a Andy Warhol. Una de las principales feministas de Suecia y una de las escritoras más aclamadas de Escandinavia, Sara Stridsberg borra aquí los límites entre historia y ficción, creación propia y narración de historias, locura y arte, amor y tragedia.

La cabaña del fin del mundo, Paul Tremblay, Nocturna, 16,50€, (Traducción Manuel de los Reyes)

Cuando la pequeña Wen y sus padres se van de vacaciones a una cabaña junto a un lago recóndito, no esperan recibir visitas. Por eso resulta tan sorprendente la aparición del primer desconocido. Leonard es el hombre más corpulento que Wen ha visto jamás, pero también es tan amable que se gana su simpatía enseguida, por mucho que a la niña siempre le hayan prohibido hablar con extraños. Leonard y Wen hablan y ríen y juegan, y el tiempo pasa volando. Hasta que él dice unas misteriosas palabras: «Nada de lo que va a pasar es culpa tuya. Tú no has hecho nada malo, pero los tres vais a tener que tomar unas cuantas decisiones difíciles. Espantosas, me temo. Tus padres no querrán dejarnos entrar, Wen. Pero tendrán que hacerlo». La cabaña del fin del mundo es la nueva novela del autor de Una cabeza llena de fantasmas, una historia cargada de tensión y con un ritmo frenético sobre la supervivencia y, quizás, el fin del mundo. La productora FilmNation ha comprado sus derechos cinematográficos.

Música de un pozo azul, Torborg Nedreaas, Errata Naturae, 21€, (Traducción Mariano G. Campo)

Bergen, comienzos del siglo XX. Cuando el verano llega a su fin, Herdis, una niña de diez años, asiste al final del que había sido su mundo: sus padres se divorcian al tiempo que estalla la I Guerra Mundial. Los ecos del conflicto llegan a sus oídos a través de las conversaciones de los adultos: miedo, resentimiento, y pronto, en Rusia, una revolución. Enfrentada al estruendo del mundo adulto, cruel, lleno de mentiras y pretensiones, Herdis, soñadora y solitaria, se resguarda en la penumbra y busca su propia música. La naturaleza fulgurante, una melodía que surge de los elementos más inesperados, un libro para escribir sus poemas y su bicicleta serán su única compañía. Con una sabiduría delicada y una precisión cautivadora, Nedreaas nos ofrece una prodigiosa sinfonía, poética y reveladora.

Las nubes, Juan José Saer, Rayo verde, 20€

Las nubes narra la historia de un joven psiquiatra que, en 1804, conduce a cinco locos hacia una clínica, viajando desde Santa Fe a Buenos Aires. Con él va una caravana de treinta y seis personas: locos, prostitutas, gauchos y una escolta de soldados, que atraviesan la pampa sorteando todo tipo de obstáculos. En esta falsa epopeya, que se desarrolla en el infinito escenario de la llanura ante la mirada científica del joven doctor, Juan José Saer concentra los núcleos básicos de su escritura: sus ideas acerca del tiempo, el espacio, la historia y la poca fiabilidad de los instrumentos con que contamos -conciencia y memoria- para aprehender la realidad.

Algo temporal, Hilary Leichter, Alpha Decay, 20,90€ (Traducción Inga Pellisa)

¿Cuántos empleos has encadenado en los últimos años? ¿Has llegado a tener algo parecido a un trabajo serio? Para la protagonista de esta novela disparatada, cada trabajo que consigue es más inestable que el anterior. Y también más absurdo: desde fregar la cubierta de un barco pirata hasta llevar consigo las cenizas de su jefe, pasando por ordenar un armario interminable de zapatos o ayudar a un asesino a sueldo. Atrapada en las redes de la gig economy –la sucesión constante de trabajos temporales y precarios–, esta joven sueña con lograr alguna clase de permanencia laboral en un presente en el que no es posible pensar a largo plazo, mientras distribuye su tiempo libre entre sus dieciocho novios y un fantasma que no se separa de ella. Parábola de un mundo en crisis, desorientado y al borde del agotamiento, Algo temporal es un prodigio de la narrativa humorística en clave social, o, quizá, una novela social de la que se extrae que la única manera de pensar nuestro tiempo es reduciéndolo al absurdo.

En su debut como novelista, Hilary Leichter ha inventado una nueva forma de ver y analizar ­–con ingenio, humor y buenas dosis de nihilismo– el mundo contemporáneo y la fase avanzada del capitalismo en el siglo XXI. Al final todos podemos identificarnos con esta insólita heroína de la nada, pues por mucha resistencia que opongamos, seguimos sometidos a las dinámicas de una sociedad que nos reduce a simples seres de paso, a eslabones prescindibles de una desmesurada cadena de producción.

Distrito del sur, Winifred Holtby, Hermida editores, 27€ (Traducción Simón Santainés)

Esta obra maestra de Winifred Holtby es una rica evocación de la vida y las relaciones de 160 personajes que pueblan South Riding (el distrito del sur) de una inesperada belleza. Sarah Burton, su protagonista, es una ardiente y joven directora de una escuela de niñas. Mrs. Beddows, concejala del distrito, es un personaje inspirado en la propia madre de Holtby, y Robert Carne, un conservador caballero encerrado en un matrimonio desastroso. De él se enamora Sarah Burton, una mujer de extremos. Esta historia ofrece una vista panorámica e inolvidable de la vida de la campiña inglesa durante la primera mitad del siglo XX.

¿Quién se ha llevado a Daisy Mason?, Cara Hunter, Duomo ediciones, 14,90€ (Traducción Begoña Prat Rojo)

Durante una fiesta en una tranquila casa de las afueras de Oxford, una niña desaparece misteriosamente. Ninguno de los vecinos ha visto qué ha ocurrido con Daisy, o, al menos, así lo afirman.

El inspector Adam Fawley trata de no llegar a conclusiones precipitadas, pero sabe que nueve de cada diez veces, el culpable es alguien a quien la víctima conocía. Lo que significa que alguien miente. Y que la carrera contrarreloj para encontrar a Daisy ha comenzado.

Vais a decir que estoy loco, Andreu Martín, Alrevés, 20€

«Ahora me duermo, ahora me despierto, ahora me duermo.» Así es la vida de Francesc Ascás, un extravagante joven que oye voces y dice cosas raras, que dibuja cómics y está enganchado a las predicciones de una maga televisiva, y todo ello encerrado en el piso donde vive, con la única luz que le ofrecen las rendijas de las persianas bajadas. Hasta que un día aparece muerta Blanca Benito, su vecina y única amiga, y será entonces cuando la policía lo acusa de homicidio, por ser el loco de la escalera, porque ya se sabe que un loco es capaz de todo.

Bajo esta trama, Andreu Martín nos adentra en una rueda de la fortuna rebosante de imprevistos y sucesos de todo tipo, donde finalmente todo el mundo te toma por loco porque «los locos siempre dicen que no lo están, de manera que cuando uno dice que no está loco, enseguida piensan que está como una cabra». Y precisamente aquí es donde el lector jugará un papel relevante: descubrir quién realmente lo está y quién no, quién dice la verdad y quién miente, y cuáles son las voces equívocas. Una novela llena de intertextualidades, personajes rocambolescos y lugares emblemáticos, algunos ya muy conocidos dentro del universo del escritor.

Después de títulos como El Harén del Tibidabo, Todos te recordarán y La favorita del Harén, Andreu Martín vuelve para ofrecernos una historia colmada de ambigüedades y con una temática que le apasiona: los trastornos y las psicopatías.

La infeliz, Iván Turguénev, Ediciones invisibles, 16€ (Traducción Marta Rebón)

En el Moscú más elegante y refinado, un joven queda prendado de la enigmática Susana Ivánovna, hijastra de un despótico profesor de música. Necesita saber más de ella, y entender las trágicas circunstancias por las que se encuentra sola y desamparada entre extraños, como «una paloma blanca en una bandada de cuervos negros». El amor más trágico y las pasiones más oscuras brillan con luz pròpia en la exquisita prosa de Turguénev.

El escritor número 8, Andoni La Red, Carena, 15€

Tras la inesperada muerte de su padre, Martín debe gestionar su disconformidad con la versión oficial de los hechos a la vez que asume el mando del negocio familiar, una antigua librería situada en el corazón de El Rastro madrileño.

Su vida dará un giro cuando una misteriosa mujer, Vega, se presenta en el local. Su aparición precipitará una serie de hechos que les llevarán al límite. Juntos irán desvelando toda una trama de personajes siniestros y verdades encubiertas en el ambiente laberíntico de El Rastro, del que su padre, conocido como «El escritor número 8», formaba parte.

En esta nueva novela, Andoni La Red nos presenta una historia de abusos, venganza y desconfianza, pero también de la capacidad de amor y perdón como única vía para lograr la aceptación de la cruda realidad, cuando la justicia queda fuera de nuestro alcance.

Una conmovedora historia de suspense y misterio con tintes negros sobre el telón de fondo más castizo de la capital.

La noche azul, Juan Bolea, Alrevés, 20€

Hacía mucho tiempo que Florián Falomir no veía a Mateo Reblet, un antiguo compañero suyo de clase, ahora famoso director de cine, con una carrera cinematográfica fulgurante y una vida llena de lujos. Pero la vida privada de Reblet no es tan segura como su trayectoria profesional. Recientemente, el director se había vuelto a casar con la actriz Valeria Lázaro, treinta años más joven que él, y ahora teme que un enfermizo admirador los esté acosando, ya que del dormitorio de la pareja han desaparecido objetos y prendas íntimas. Convencido de que un peligro los amenaza, el director pide ayuda a su antiguo amigo detective y Falomir acepta la invitación para inspeccionar la mansión del director, ubicada en Oropesa, junto al Mediterráneo.

En un sofisticado ambiente de familias adineradas, políticos, productores, guionistas y actores, Falomir conocerá a Valeria, el nuevo amor de Reblet, y a las dos hijas adolescentes de su amigo, Elisa y Ruth, fruto de su primer matrimonio. Enfrentadas a la nueva esposa de su padre, este antagonismo pronto derivará en tragedia.

La mensajera del bosque, Maite R. Ochotorena, Planeta.

La mensajera del bosque es un regalo para aquellos lectores ávidos de emociones fuertes y de historias originales. Su estilo narrativo destaca por su ritmo y acción trepidantes, repletas de giros inesperados y cuya tensión no desfallece en ningún momento. En la ficción de la escritora vasca Maite R. Ochotorena nada es lo que parece y, afortunadamente para los lectores, este thriller demuestra su enorme capacidad para generar sorpresas. La autora logra hilvanar una trama adictiva que crece en intriga con cambios tan imprevisibles como frecuentes. Y es que esta novela tiene todos los elementos para que abandonar sus páginas sea una misión casi imposible.

Maite R. Ochotorena es capaz de sumarle a esta novela otra gran protagonista: la naturaleza vista como una fuerza indómita que se apodera de la gran ciudad. De esta forma, los lectores asistirán a la fascinante transformaciónn física de Madrid, cuyos escenarios le serán familiares y, a la vez, se convierten en lugares inexplorados propios de un mundo distópico. El hecho de que la autora haya sido creativa en el sector de los videojuegos, hace que se valga de una imaginaciónn sin límites a la hora de confeccionar su universo narrativo, que nos evoca grandes clásicos de la fantasía y el misterio como Edgar Allan Poe o Agatha Christie.

No en vano, el talento de esta autora no es nuevo. Son muchos los lectores que ya se han sentido cautivados por Maite R. Ochotorena, con ocho novelas de gran éxito en Amazon. Con La mensajera del bosque, la escritora consigue algo más que atrapar al lector: nos ofrece un mensaje especial, una visión sobre la vida y la humanidad que no deja indiferente a nadie. Su voz toca el alma del público. Sus palabras y su forma de entender el suspense son difíciles de olvidar.

ENSAYO

Iberia vaciada, Carlos Taibo, Catarata, 14,50€

El objetivo mayor de este libro es aplicar a la Iberia vaciada las herramientas que nacen de la perspectiva del decrecimiento y de la teoría del colapso. Con ese propósito, en sus páginas se delimita el concepto, a menudo nebuloso, de esa Iberia, y al respecto se considera tanto el escenario español como el portugués. Se perfila también un conjunto de propuestas relativas a lo que hay que preservar, lo que hay que recuperar, lo que hay que introducir y lo que hay que rechazar en los espacios afectados, no sin prestar atención a debates importantes como los relativos a la población, a las mujeres, a la neorruralidad, a las biorregiones o a la naturaleza de un modelo económico y social alternativo. Por encima de todo, el libro quiere constituir un borrador que estimule un debate, el vinculado con el decrecimiento, que visiblemente falta.

Gotas de sangre jacobina. Antonio Machado y la política, Paul Aubert, Renamiciento editorial, 34,90€

«De ser un espectador de la política he pasado bruscamente a ser un actor apasionado. Y el motivo que me ha hecho, a mis años, saltar a este plano ha sido el de la invasión de mi patria», explica Antonio Machado, en 1938. Este poeta intimista llega a ser un agitador, hasta definirse, tras haber reflexionado sobre la difusión del saber, como «un miliciano más con destino cultural». Su compromiso cívico se expresa por una creciente colaboración en la prensa. Ésta se inserta en la tradición europea de los apócrifos y ofrece un contrapunto a la experiencia pouperpone, en una escritura fragmentaria, varios lenguajes que unética sacando al escritor del idealismo para ponerle en contacto con la realidad. Considerando la estructura y la evolución de aquella obra en perpetua elaboración, se descubre una práctica literaria compleja que no distingue entre esencias diferentes y se en un trabajo sin fin. Pues, detrás de las paradojas de los apócrifos, Abel Martín y Juan de Mairena, se plasma una obra poética engastada en una reflexión filosófica que se incluye a su vez en una labor periodística y traduce un lento pero coherente caminar político que Machado empezó cuando estuvo confrontado a los problemas estéticos y morales de su tiempo.

Elogio de la ociosidad, Brian O’Connor, Ediciones Koan, 17,90€ (Traducción Ana Isabel Sánchez Díez)

Durante milenios, la ociosidad y la pereza se han considerado vicios. Se espera que todos trabajemos para sobrevivir y salir adelante. Dedicar energía a cualquier cosa que no sea el trabajo y la superación personal puede parecer un fracaso moral o un lujo. Pero, ¿y si la ociosidad, en vez de vicio o defecto, fuera una forma eficaz de resistencia? ¿Y si nos permitiera experimentar la libertad en su forma más plena?

Lejos de cuestionar estas ideas convencionales, filósofos modernos como Kant, Hegel, Marx, Schopenhauer y de Beauvoir la continúan y profundizan. Este libro expone los prejuicios tras estos razonamientos, cuestionando la visión oficial de nuestra cultura: que el incesante ajetreo, el hacerse a uno mismo, la utilidad y la productividad son el núcleo mismo de lo que está bien para los seres humanos.

Recogiendo ideas de la Grecia Antigua y sobre la importancia del juego en pensadores como Schiller y Marcuse, el autor presenta una visión empática de la ociosidad, que nos permite mirar bajo una nueva luz nuestro moderno culto al trabajo y al esfuerzo. Una reflexión estimulante.

La comuna de París, Roberto Ceamanos, Catarata, 17,50€

La Comuna de París de 1871 es un episodio fundamental de la historia en el que la ciudadanía protagonizó un proyecto revolucionario para concretar sus ideales políticos. Se cuestionó el poder establecido implantando una democracia directa y se tomaron importantes medidas para garantizar derechos fundamentales como la educación, la sanidad, la vivienda, la justicia y el trabajo digno para todas las personas. Además, defendieron lo común, evitaron la discriminación de la mujer y dieron los mismos derechos a los inmigrantes. Esta nueva edición, en su 150 aniversario, narra los sucesos que desembocaron en la Comuna y los detalles de su desarrollo: los principales hechos, los grupos políticos implicados, los polémicos decretos, las formas de participación… Mientras que para algunos los communards fueron unos delincuentes, para otros han sido héroes recordados; por eso es interesante analizar cómo se ha interpretado la Comuna a lo largo de la historia, desde los intentos por desprestigiarla hasta su reivindicación por parte de socialistas, anarquistas y marxistas. Aunque el contexto bélico al que se enfrentó y su trágica represión impidieron su desarrollo, se ha convertido en un hito histórico que hoy en día continúa siendo un referente de auto-organización ciudadana.

Decálogo del buen ciudadano, Víctor Lapuente, Penísula.

La base para una ética del siglo XXI se encuentra en las enseñanzas de los hombres y las mujeres sabias que desde la Antigüedad han reflexionado sobre cómo sobreponerse a la fatalidad y vivir una vida virtuosa, en la que los proyectos trascendentes se impongan a los deseos inmediatos.

Víctor Lapuente, autor de El retorno de los chamanes, todo un mapa hacia la sensatez política en un mundo cada día más polarizado, deja a un lado el análisis de los desafíos de la sociedad para centrarse en los de un individuo perdido y angustiado en la era del selfi. Con un estilo claro, trenzando anécdotas históricas y ejemplos didácticos, se lanza a la tarea de rescatar las gemas de esos pensadores clásicos y proponer una ética a la altura de los retos a los que nos enfrentamos.

Enemigo de la autoayuda y las soluciones milagrosas, Lapuente defiende la necesidad de tomar el camino más exigente para alcanzar el equilibrio personal: el que pasa por cuestionarnos a nosotros mismos y nos empuja a rebelarnos contra la pereza, la vanidad y el victimismo. Su Decálogo del buen ciudadano propone diez reglas que se resumen en la necesidad de asumir un peso que, más que hundirnos, nos eleve por encima del vacío.

La división de poderes, Charles Louis de Secondat, barón de Montesquieu, Página Indómita, 13,50€  (Traducción Carlos Fernández Muñoz)

Presentamos en este volumen, de manera independiente, el libro XI de El espíritu de las leyes, aquel en el que Montesquieu formula su célebre teoría de la separación de poderes, y que es quizá el escrito político capital del siglo XVIII, así como uno de los textos de teoría política y de historia de la jurisprudencia más relevantes de todos los tiempos.

Siguiendo las teorías antiguas y medievales sobre el gobierno mixto, junto con los escritos de Bolingbroke y el Segundo tratado sobre el gobierno civil de John Locke, y tomando como tipo ideal la monarquía parlamentaria británica surgida tras la Revolución gloriosa, Montesquieu plantea aquí la división del poder en legislativo, ejecutivo y judicial, de modo que estos tres poderes se refrenen mutuamente y mantengan un equilibrio dinámico.

El texto, publicado originalmente de forma anónima en 1748, e incluido poco después por la Santa Sede en su Índice de libros prohibidos, conoció de inmediato el éxito, con más de una veintena de reimpresiones en diversos países, y ejercería una enorme influencia en los revolucionarios americanos y franceses, marcando respectivamente la Constitución de los Estados Unidos y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y sentando así las bases de la modernidad política.

FANTÁSTICA

Mundos al descubierto, VVAA, Espuela de plata, 25,90€

Extraterrestres. El fin del mundo. Estados totalitarios. Científicos locos. Y todo eso en nuestro país hace cien años. Este libro supone una invitación al lector a adentrarse en el universo de la ciencia ficción temprana en España. Mundos al descubierto constituye la mayor antología de ciencia ficción de la Edad de Plata jamás publicada: veinticuatro textos, la mayoría de ellos muy poco conocidos, que presentan un completo panorama de las distintas facetas de la ficción científica entre 1898 y 1936.

Autores: Emilia Pardo Bazán, Miguel de Unamuno, Ramón López-Montenegro, José María Salaverría, Agustín de Foxá, Alejandro Larrubiera, José Fernández Bremón, Eduardo Bertrán Rubio, Rafael López de Haro, Ángel Marsá, Alfonso Hernández Catá, Ramón Gómez de la Serna, Luis Bello, Félix Lorenzo, José Ortega Munilla, Marcos Rafael Blanco Belmonte, Ángeles Vicente, Ramón Pérez de Ayala, Luis Antón de Olmet, Miguel Calvo Roselló, Azorín, Santiago Ramón y Cajal, Ángel Ganivet, Vicente Vera.

Meddling kids, Edgar Cantero, Insólita, 22,95€ (Traducción Christian Rodríguez)

En el verano de 1977, el Club de Detectives de Verano de Blyton desenmascaró al monstruo del lago Sleepy: otro cazatesoros disfrazado que se hubiera salido con la suya si no fuera por esos chicos entrometidos.

En 1990, los ex detectives viven atormentados por los recuerdos de unos hechos que difícilmente pudieron ser obra de un tipo con una máscara. Andy, una fugitiva buscada en dos estados, necesita respuestas. Para obtenerlas deberá encontrar a Kerri, la otrora niña prodigio que ahora se dedica a ahogar sus fantasmas en alcohol junto a Tim, el perro weimaraner descendiente del miembro canino original del club. También tendrá que recabar la ayuda de Nate, el fanático de las novelas de terror que está internado en el manicomio de Arkham, Massachusetts. Por suerte, Nate sigue en contacto con Peter, el deportista convertido en estrella de cine que fuera el líder de la pandilla… Lo que tiene su mérito, ya que Peter lleva años muerto.

Ha llegado la hora de volver a reunir al equipo, enfrentarse a los demonios del pasado y averiguar qué sucedió realmente en el lago Sleepy hace trece años. Es la única oportunidad que tendrán de poner fin a sus pesadillas y, tal vez, salvar el mundo.

Meddling Kids es un original viaje nostálgico con guiños a H. P. Lovecraft y a la cultura pop que subvierte los arquetipos de las historias de detectives adolescentes como Los Cinco o Scooby Doo para ofrecer un exuberante y retorcido homenaje al terror, la amistad y los horrores tentaculados interdimensionales.

Preparativos de viaje, M. John Harrison, Interzona, 16,50€ (Traducción Marcelo Cohen)

Traducido al castellano –magistralmente por Marcelo Cohen–, inauguró la colección Línea C dedicada al género. La literatura de Harrison híbrida los grandes géneros literarios y está atravesada por influencias tan diversas como Borges o Bob Dylan. Pueden rastrearse en su obra elementos de la ciencia ficción, del realismo, del relato fantástico, del terror e incluso variantes de la novela de aventura. Con precisión, humor sardónico y sensuales detalles, crea pequeños universos definidos por sus propias reglas, que introducen en nuestro mundo elementos de lo fantástico. O quizás nos señalan algo perturbador que nunca antes pudimos ver.

Dos piezas de esta compilación -“Siete enigmas del corazón” y “La ciencia y las artes”- han sido incluidas entre los mejores cuentos de la literatura inglesa.

OTRAS LECTURAS

El milagro metabólico, Carlos Jaramillo, Diana.

A todos nos gusta comer. Pero algo estamos haciendo mal, y cada día vamos a peor. Confundidos por la industria alimentaria, la publicidad, las fake news gastronómicas y los consejos nutricionales de familiares bienintencionados, con cada bocado tomamos decisiones nefastas que nos enferman, nos engordan y nos roban energía. ¿Cómo detener esta espiral? ¿A quién creer y a quién no? ¿Cómo cambiar de hábitos sin volvernos rígidos y aburridos?

En este libro, el célebre doctor Carlos Jaramillo ofrece respuestas contundentes a esas preguntas y nos enseña que la clave para un peso óptimo y una salud plena está en el metabolismo. Entender qué es, cómo opera y qué podemos hacer para que funcione a nuestro favor es fundamental. Con humor, ciencia y sencillez, el doctor Jaramillo nos propone emprender nuestra propia sanación metabólica a partir de los mejores medicamentos: los alimentos. Si sabemos elegirlos y combinarlos, y entendemos cuándo debemos (o no) incluirlos en nuestra dieta, habremos dado un enorme paso hacia una vida mejor.

Showboat, Roland Lazenby, Libros Cúpula, 22,90€

Dieciocho veces All-Star, anotador de 81 puntos en un mismo partido, MVP 2007-08, dos premios MVP de las Finales, 15 selecciones de equipos de la NBA, tercero en la lista de anotadores de la historia de la NBA, cinco Anillos de Campeonato en el bolsillo y uno de los mejores escoltas en la historia de la liga estadounidense, Kobe Bryant es considerado uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, con una personalidad compleja y fascinante que el legendario y reconocido periodista deportivo Roland Lazenby disecciona en profundidad para revelar con toda su complejidad a la enigmática estrella de los Lakers.

Incluso un equipo lleno de estrellas como Los Angeles Lakers, donde jugó toda su carrera, Bryant, conocido con el apodo de Showboat, siempre fue el centro de atención y su juego cautivó al mundo del baloncesto. Roland Lazenby, indaga en profundidad para ver más allá de la imagen pública del jugador a través de decenas de entrevistas que revelan una visión completa, desde la infancia hasta sus años como jugador y su trágica pérdida.

Una lectura imprescindible para conocer a fondo la vida de Kobe Bryant, sus logros y zonas oscuras, su complicada vida personal, su explosiva relación en la pista y otras muchas historias sobre este personaje complicado y fascinante a la vez, que afirmaba saber desde pequeño que cuando creciera sería mejor que Michael Jordan.

Dos pediatras en casa, Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, Zenith.

El bebé ya ha llegado a casa y empieza una etapa maravillosa y estresante a partes iguales. Y es que no hay ninguna madre ni padre que esté preparado para todos los interrogantes que empiezan a surgir con solo mirar a la criatura. Las dudas nos asaltan: ¿cuál es la mejor posición para dormir al bebé?, ¿es necesario bañarlo todos los días?, ¿puedo salir a pasear, aunque haga frío?, ¿qué son esta tos y estos mocos?, ¿qué hago si tiene fiebre?… Y un sinfín de preguntas que nos llevan al clásico: «¡¡Ahhhhh!! ¡¡Llama al médico!!»

No os preocupéis, si vuestro deseo es tener un pediatra en casa, nosotros lo hacemos realidad, ¡y por partida doble! Dos pediatras en casa es la guía de consulta perfecta para salir de dudas sobre los temas de salud más típicos de los niños. Elena y Gonzalo son pediatras y padres. Con sus explicaciones y #pediconsejos recuperaréis la tranquilidad y evitaréis salir corriendo al hospital.

Casado está salvando el cuello por el coronavirus

Mucho quejarse del coronavirus, más bien de la gestión que se está haciendo, y resulta que la pandemia está salvando el puesto de presidente del PP de Pablo Casado. No son pocos los que dentro del propio partido cuentan y no paran lo nefasta de su gestión al frente del mismo. Algunos entienden que esas “salidas de pata de banco” populistas y demagógicas que suele tener –básicamente por miedo a la derecha populista- no son compatibles con el perfil de partido institucional. Esa falta de moderación, unida a numerosas meteduras de pata –como la última al apoyar públicamente al presunto corrupto Juan Guaidó cuando todos los países del mundo le retiraban su apoyo-, le aleja de un elector que desea cierta estabilidad política, mucho más cuando hay una crisis económica que resolver. Otros piensan que no es válido porque está permitiendo que en su propio partido le tomen por el pito del sereno. Algunos más por ser demasiado tibio –que también los hay-.

Esas tres cuestiones –falta de capacidad de diálogo institucional, falta de moderación y partido desunido- sobrevuelan las cabezas de numerosos dirigentes y personas del poder económico que tienen capacidad de decisión dentro del PP. Las encuestas no son malas, se está salvando el tipo –y en algunas se ofrece una subida en la intención de voto-, pero no son suficientes como para competir realmente de tú a tú con su gran oponente, Pedro Sánchez. Así lo ha reflejado en una reciente entrevista el anterior jefe de gabinete de Rajoy, José Luis Ayllón. Tan descorazonados están algunos en el PP que hasta afirman que Sánchez “si quiere, puede ser el presidente que más dure, el más longevo de la democracia, por delante de González ya que la derecha está rota y no parece que sepan coserla”. Añade algo que ha sido habitual en esta columna: “Casado tiene un problema de credibilidad, ha pasado de ofrecer un ministerio a Vox, a insultarle en la tribuna del Parlamento; y de decir que Cayetana Álvarez de Toledo era lo más florido del partido, a echarle sangrientamente”. A esto súmenle la deslealtad demostrada al pedir en la Unión Europea que no diesen ayuda a España si no la controlaba él mismo, claro.

En el propio seno del partido ya hay quien ha olido la sangre, como Miguel Ángel Rodríguez, y está moviendo a otras personas para que puedan ser las sustitutas de Casado –salvo que Isabel Díaz Ayuso no cuenta con apoyo de nadie porque es un meme-. Pero está sucediendo y lo hacen utilizando la demagogia y la chabacanería política. También hay bastantes sorayistas y marianistas que están afilando los cuchillos para usarlos cuanto antes. Federico Jiménez Losantos, que más allá de sus diatribas dictatoriales, tiene cierta influencia en la militancia pepera, ha sido sumamente crítico. Es más durante la presentación de su último libro contó cómo le pidió personalmente a Casado que se abstuviese para evitar el gobierno de coalición, algo que también hizo con Santiago Abascal, y que la respuesta fue negativa sin pensarlo. Incluso cuando el locutor le señaló que sería devolver el favor al PSOE. Ni lo pensó, algo que sí hizo el presidente de Vox –que acabó negándose por la negativa de Casado-. Antepuso, a criterio de Jiménez Losantos, lo personal a lo institucional –“ahora que no se queje”-.

El problema que todo el establishment observa es que Casado, como hacen otros dirigentes políticos, sólo piensa en términos personales. No por endiosamiento –aunque también hay un poco de ello, el pecado de la hybris afecta a cualquiera-, sino por incapacidad manifiesta para actuar con sentido de Estado y estar mirando todo el día a ver qué hacen los demás. En general no hay un solo medio de comunicación de la derecha –que son casi todos- que apoye a Casado por él mismo. Hacen de transmisores de las posiciones del PP pero no por el presidente. De hecho prefieren señalar acciones de Martínez Almeida, de Ayuso, de Moreno Bonilla, de Feijóo o de cualquier otro dirigente antes que del propio Casado. Si se molestasen en revisar las tertulias radiofónicas, los periódicos o las televisiones, comprobarían que en comparación con otros dirigentes máximos, Casado es el que tiene menor cobertura mediática. Y no es por gusto, sino por disgusto con alguien incapaz.

Están intentando por todos los medios cerrar las heridas desde la calle Génova. Quieren recuperar la uniformidad de antaño, tanto por una razón partidista propia de las oligarquías de partido, como por una necesidad práctica. Ahora que no hay elecciones a la vista hasta, por lo menos, bien entrado 2022 –si a Podemos le diese por salir del Gobierno estarían entregando la mayoría absoluta al PSOE-, el casadismo, que son cuatro, sabe que su presencia como dirigentes del partido sería más contestada. Más si, como parece, en Cataluña se vuelven a estrellar y Vox les iguala en escaños. Un nuevo fracaso electoral con Casado al mando. Porque a diferencia de lo que ocurrió con Rajoy –al que quisieron descabalgar, especialmente los corruptos madrileños-, aquel ganaba elecciones parciales y no hacía el saltimbanqui verbal. No se entendía lo que decía en alguna ocasión, pero no decía hoy una cosa y mañana otra completamente diferente. Sus últimas arengas contra el populismo, aprovechando el jaleo de Trump, han caído en saco roto por el descrédito que arrastra –por mucho que en alguna cuestión tenga razón-.

En el PP bastantes desearían un partido con más sentido de Estado –que pelee hasta el final que Podemos tenga poco o nada en el CGPJ, por ejemplo, pero que se siente con el presidente del Gobierno sin hacer aspavientos-, un partido más liberal -aunque en dura pugna con la tendencia democristiana-, un partido más unido y que absorba a Ciudadanos cuanto antes (con Vox hay muchos más recelos), un partido que se muestre como una derecha moderna y no demagógica/populista. En definitiva un PP clásico pero con pies firmes en la realidad de los hechos. Porque una cosa es soltar algún improperio, algo propio del proceso adversarial de la política, y otra muy distinta creerse alguna que otra tontería que se dice. Casado tiene puesta la cruz desde hace tiempo por parte del poder económico y de algunos dirigentes, y su suerte es que el coronavirus impide hacer movimientos en su contra. Igual por eso en las Comunidades del PP van más lentos con la vacunación. Pero la realidad es que de estabilizarse la situación Casado igual no llega a las siguientes elecciones pues está obligado a un congreso antes de aquellas. Y eso lo están deseando muchos más de los que imaginan.

Iglesias, Abascal y Rufián son lo mismo que Trump

Tras el bochornoso espectáculo que se vio el día 6 de enero de la toma de Capitolio estadounidense a llamada del actual presidente Donald Trump, las cúpulas partidistas españolas han querido hacer una proyección de aquello para compararlo con lo que ha sucedido y sucede en España. Paradójicamente quienes más tenían que callar más han hablado porque en el fango se vive mejor. Igualmente impresentables los análisis que se han producido en las televisiones (da igual el canal) donde nadie ha querido explicar el porqué del suceso más allá de acudir al concepto del populismo (o trumpismo según versión cañí de los “muy ilustrados”). Que los White trash (por cierto muy recomendable el libro del mismo título que publicó la editorial Capitán Swing) se hayan lanzado a tomar el centro de la soberanía nacional es un claro exponente de cuestiones materiales –y derivadas subjetivas- que nadie ha querido verbalizar porque también están presentes aquí. Todos intentando alabar la democracia sin querer mirar hacia la base material que, al final, es la que sostiene todo el andamiaje.

La pelea entre unos y otros se ha debido a que se han acusado de hacer lo mismo que los fanáticos de Trump. En la práctica misma puede que no haya sido igual, pero en lo subjetivo-simbólico es lo mismo. Que los estadounidenses porten armas es una cuestión propia del país que no se puede extrapolar, ni utilizar como elemento de análisis. Tampoco se puede decir que unos (los de izquierdas) pretenden más democracia –salvo dentro de sus partidos o donde han gobernado- y los trumpistas no, cuando la realidad es que para toda esa recua lo que estaban defendiendo era la democracia que imaginariamente les está quitando el establishment. Cierto que en EEUU la llamada ha sido del presidente de la República, pero en otras ocasiones han sido partes de los cuerpos legislativos contra el ejecutivo o el mismo legislativo. En realidad, en España, nadie puede tirar la piedra, como se verá, sin estar libre de pecado. Son pecadores, lo saben y tiran la piedra.

¿Creen que hay diferencias entre Pablo Iglesias, Santiago Abascal o Gabriel Rufián con respecto a Trump y su deslegitimación del sistema liberal-democrático? Ni una. Les molesta la democracia, mucho más cuando no son ellos los que ganan siempre o pueden hacer lo que les da la gana. Su perfil no es muy democrático pero sí que los tres son antisistema, en el mal sentido además, porque se puede estar contra el sistema para mejorarlo mediante una transformación (gradualista o revolucionaria) pero aportando una alternativa real. Y en ninguno de los casos se produce ese mejoramiento, entre otras cosas porque no hay alternativa clara y real –como se denunció en estas páginas antes de ayer curiosamente-. Dejando de lado la toma del Capitolio en sí, el proceso de deslegitimación del sistema democrático es clara y concisa en los tres casos, arrastrando además a los “partidos del orden” a chabacanerías populistas.

Comenzando por el independentista, hay pruebas más que de sobra de sus soflamas antisistémicas –aunque maman del sistema todo lo que pueden- y de sus actos contra la democracia y el orden constitucional. Inventarse referéndums, manifestaciones, persecuciones del otro (del que discrepa) y así día tras día. Su enfermedad no es populista sino identitaria-nacionalista pero en muchas prácticas actúan de forma similar a los populismos. Gabriel Rufián defendió todas las manifestaciones contra los gobiernos de trifachito aunque va de la mano con los propios nazis catalanes (esos que están en Junts) porque la identidad hace que se perdonen los graves pecados contra la democracia. Graves pecados que no los ven así porque en su fuero interno lo que desean es un sistema donde manden ellos perpetuamente aunque tenga apariencia democrática.

Pablo Iglesias es un claro prototipo de populista como Trump. Que uno se sitúe en la izquierda y otro en la derecha no debe impedir ver que sus acciones y retórica son similares. El “rodea el Congreso” no siendo una invasión sí fue una fórmula de deslegitimación y de presión contra un parlamento legítima y legalmente constituido. Que en sus ensoñaciones pensaban ganar más algunos, es su problema, pero M. Rajoy era presidente con todo el derecho del mundo. Populista fue también la llamada contra el antifascismo (el populismo de derechas) en Andalucía por no aceptar los resultados. No hay que olvidar que desde Podemos se han puesto en duda hasta tres elecciones porque se decía que Indra había manipulado el recuento (demostrando que son analfabetos o disfuncionales de lo político). De hecho deben estar buscando todavía el millón de votos que decían les quitaron (teoría de la conspiración trumpiana) cuando la realidad es que las personas de izquierdas que no quieren al PSOE tampoco quieren a Podemos. Que los escraches sean buenos si se hacen a políticos de derechas pero no recibirlos también demuestra que sólo lo que es deslegitimación del sistema les vale como argumento y práctica. Lo mismo que ha intentado Trump (deslegitimar el sistema) lo vienen haciendo en Podemos, aun estando en el gobierno (sus paranoias republicanas últimas son buena muestra).

En el caso de Santiago Abascal es evidente que se postula contra el sistema al provocar manifestaciones contra el gobierno legal y legítimamente elegido (en esta ocasión PSOE-UP), al pedir acabar con las comunidades autónomas vía decretazo, al señalar constantemente al otro como un infraser metido en cualquier tipo de conspiración (como hace Trump), o con una retórica tremendista y contraria a cualquier respeto constitucional al señalar como dictador al actual presidente del Gobierno. Misma lógica populista deslegitimadora, mismo tipo de acciones, mismo interés alejado de la conservación de la democracia-liberal, mismos tintes autoritarios. En ese sentido, defendiendo intereses de clase distintos, actúan de igual forma que Podemos o los independentistas (donde se puede incluir a Bildu).

Cuando surge un populismo fuerte o con cierta fortaleza, potenciado por los medios de comunicación que así sacan tajada en términos de cuota de pantalla sin pensar en las consecuencias, éste acaba arrastrando a los propios partidos clásicos. De IU sólo quedan las pegatinas de la puerta, han acabado siendo suprimidos en la práctica y en lo simbólico por Iglesias y su chupipandi. Ciudadanos, que tuvo sus momentos de populismo del sistema à la Macron, se está desvaneciendo por completo. Y PSOE y PP están en sus peores números cayendo en las trampas del populismo. Pablo Casado, no se sabe si por incapacidad o por miedo a la derecha valiente, ha calificado a Pedro Sánchez de presidente ilegítimo; ha apoyado el rodea el Congreso de la derecha en la segunda investidura del actual gobierno; ha calificado al gobierno de dictadura; ha calificado las medidas sanitarias como mecanismo de meter el autoritarismo en España; ha ido a la manifestación de Colón contra el gobierno; ha apoyado a los cayetanos saltándose el confinamiento; ha pedido que la UE no diese dinero a España para superar la pandemia… Una serie de acciones populistas que no hablan bien de él. Tampoco el PSOE se ha quedado atrás, aunque igual por lágrimas como las de Boabdil al perder Granada, y se manifestaron contra el trifachito andaluz. Por no hablar de medidas populistas que son aire.

Los populismos son así sin importar el pelaje. Si piensan que por ser más cercanos a las propias posiciones ideológicas carecen de peligro se están autoengañando. El populismo funciona porque apela a arquetipos que llevan tiempo insertados en los inconscientes colectivos de los distintos países. Pero sus pretensiones son destruir al otro, no entienden que los demás son adversarios, sino que los ven como enemigos, y si están al otro lado del arco parlamentario como enemigos acérrimos. Aunque en realidad suelen morir los de abajo y nunca los de arriba, por muy populistas que sean. Lo que ha sucedido en EEUU viene sucediendo en Europa desde hace tiempo. Está aquí hace años. Y lo curioso es que la base populista es la misma allí y aquí pero nadie quiere hablar de eso aunque los estudios sobre los apoyos a Le Pen, Trump o Salvini están ahí para mostrar que no son locos o lumpen, sino personas que podrían ser sus vecinos. En el fondo lo mismo son Iglesias, que Abascal, que Rufián, que Trump. Que las formas no les engañen.

Penúltima metedura de pata de Casado

Penúltima porque siendo el personaje que es seguramente vendrán muchas más meteduras de pata en el futuro (no se descarta que hoy mismo). Metedura de pata por no decir idiotez, estupidez, incompetencia o negación de toda razón –un titular para no humillar más de lo debido y prudente al sinsorgo-. Pablo Casado alcanza la majestuosidad de lo absurdo justo el día que los reyes magos han repartido algo de felicidad por España, por lo que tamaña afrenta a la racionalidad queda opacada por estar la gente a otras cosas, aunque para eso se está aquí, para señalar la estupidez del presidente del PP. Parece que no le basta con las ridiculeces y privatizaciones de sus secuaces regionales, que tiene que intentar quedar por encima de ellos y ellas en estulticia.

¿Qué ha pasado? Primero, tras desvelar The Washington Post que Juan Guaidó, el famoso presidente encargado de Venezuela, y sus colaboradores habrían despistado 40.000 millones de dólares de fondos destinados a lograr la democracia en su país, el gobierno de Donald Trump, no de demócratas o liberales peligrosos, sino de la administración Trump –como dirían los repipis de relaciones internacionales-, le ha retirado su apoyo como presidente encargado. Deja de reconocerle como persona que tenga algo que ver con manejo de fondos o del proceso para la democracia en Venezuela por algo tan típico en aquellos lares como llevarse la caja. No ha metido la mano, sino que directamente se lleva toda la caja.

Acto seguido, y preocupados por rumores que se venían extendiendo, la Unión Europea, por palabra de su jefe de exteriores Josep Borrell, ha decidido retirarle la confianza al presunto corrupto Guaidó. Siguiendo las pautas de la potencia imperial, no quieren saber nada de un señor que está ya manchado por la corrupción en una cantidad enorme de dinero que se ha quedado en cuentas opacas, paraísos fiscales y bolsillos ajenos. Era sencillo prever que siendo políticos venezolanos que carecen de escrúpulos acabasen quedándose con dineros de todos los venezolanos. El saqueo de PDVESA y luego el saqueo Guaidó como muestra de lo que se cuece en el país latinoamericano. Esto no quiere decir que se apoye al sátrapa Nicolás Maduro, ni a su Asamblea recién elegida, no. Es que ya no se reconoce a nadie en sí. Guaidó ya sólo es representante de la corrupción y de cuatro o cinco venezolanos más.

Con todo esto –medio mundo quitando el apoyo a Guaidó-, al estólido Casado nada más que se le ocurre exigir al presidente del gobierno de España que apoye firmemente al corrupto. Sí, como lo leen. Casado exige a un gobierno democrático que apoye a un tipejo que está señalado por llevarse el dinero de la lucha contra la dictadura madurista. Es cierto que la historia del PP es la que es, tiene sus raíces en la dictadura franquista, pero decían que habían avanzado y que apostaban por la democracia y el imperio de la ley. También cabe recordar que el propio Casado afirmó con rotundidad que en cuestiones de corrupción nadie les podía dar lecciones (tienen corrupción de todo tipo). Pero de ahí a apoyar a un corrupto al que quitan el apoyo todas las democracias del mundo exigiendo al gobierno español que le apoye contra viento y marea hay un límite.

¿Por qué este apoyo al corrupto Guaidó? ¿Estarán financiando de algún modo los venezolanos que viven en España al PP para que éste deba este tipo de humillación? ¿Habrán llegado a bolsillos “españoles” o “peperos” parte de esos 40.000 millones de dólares para que Casado haga ese esfuerzo, no mental, de apoyo a la causa corrupta? ¿Qué debe Casado al “millonario exilio venezolano” para que exija al gobierno hacer lo contrario de lo que dicta la razón y hacen instituciones tan dispares como el gobierno Trump o la UE? O ¿es que es así de tonto Casado que ni se ha informado del caso de corrupción y sigue en su mundo? “Tonto es el que hace tonterías” decía Forrest Gump y parece que Casado se ha puesto a hacerlas para encajar con el adjetivo que le estaban poniendo desde todos lados. Eso o que eufórico porque ha visto la cabalgata de los reyes magos se haya puesto hasta arriba de morapio y haya escrito en condiciones deplorables. El caso es que ha metido la pata al pedir a Pedro Sánchez que apoye a un presunto corrupto.