domingo, 28 diciembre, 2025

A Carrasco y João se les puede crujir a patadas

Luego que si Simeone no pone a los jugadores estilosos; que si los árbitros favorecen al Atleti; que si… ¡anda ya! Si les diesen a los jugadores estrella del duopolio lo que dan a João Félix y Yannick Carrasco en los partidos hasta el invento de moinseur Joseph Ignace Guillotine habrían pedido. Pero entre que no tienen casi estrellas ya –Vinicius, balón de oro, parece que se ha quedado en Onésimo-, las que tienen están demodé y las que lleguen ya se verá, nadie vuelve a sacar a colación la protección de los jugadores talentosos. No lo verán en sus programas favoritos de la televisión (en el nocturno seguramente propongan más palos para que se hagan a una liga de “machotes”), ni lo leerán en esa prensa tan imparcial que jamás está a las órdenes del viudo con gafas o el de los pantalones bajados.

No es queja sobre la presión y la entrega de los jugadores del Athletic de Bilbao. Muchos querrían para su equipo ese pelear. Pero cuando llevan años, casi ya una década, diciendo que el Atlético de Madrid, además de ser el antifútbol, es un equipo de guarros, de leñeros, ¡de asesinos!, pues hay que recordarles a esas mismas personas que la ética que antes mostraban deberían aplicarla ahora también, salvo que sean unos fementidos (este palabro seguro le gusta a Miguel Sosa). A João y a Carrasco les están dando este año lo que no está escrito y los árbitros, empero, acribillan a tarjetas a los jugadores rojiblancos. Luego los ilustrados y entrenadores de barra de bar critican que les cambien… y dos semanas de baja.

Cierto que João tampoco es que esté jugando excelsamente. De hecho para una gran mayoría, sin dejar de reconocerle el talento, le achacan tener horchata en vez de sangre en las venas. No obstante eso no es motivo para que le apaleen. En cuanto recibe el balón patadita al tobillo, una y otra vez. Carrasco está demostrando ser decisivo e incisivo por lo que está más expuesto a las patadas bruscas. ¿Han escuchado pedir protección arbitral como no hace tanto se pedía para Messi, Ronaldo, Iniesta o cualquier jugador del duopolio –para Griezmann no lo piden porque se lo quieren quitar de encima? No. Ni lo verán. Pero quien dice João, puede decir Bryan Gil, Guedes, Darwin o cualquier jugador de otro equipo. Ahora ya no hay que proteger a los jugadores talentosos porque, paradojas del destino, no los hay en el duopolio y los que hay ya tienen asegurado el salvoconducto arbitral.

Luego dirán que si al Atleti le ayudan los árbitros (por cierto, el tiempo transcurrido en el juego del fútbol no es como en el baloncesto), pero son muchos años ya de aguantar la parroquia rojiblanca arbitrajes sibilinos. No ese tipo de arbitrajes de error en un penalti, un fuera de juego o la zona dogso. Esos arbitrajes que permiten a un equipo interrumpir el juego sin tarjetas; que lo que para unos es carga legal para otros es empujón; las pérdidas de tiempo (en eso el Recreativo de Huelva era experto hace unos años); los agarrones y codazos en la nuca (jamás le pitaron una de estas a Fernando Hierro); las patadas al tobillo sin tarjetas (¿a que sí Casemiro?); en general ese tipo de arbitraje que desmoraliza al contrario y que los árbitros saben perfectamente utilizar sin que se note. De eso no dirán nada en la prensa del duopolio porque les conviene ahora, igual dentro de un año buscan en la vida de todos los árbitros para ajusticiarles en la plaza pública. Esto último, por cierto, lo más rastrero que puede hacer un periodista.

Socialismo es libertad y Ayuso es…

El titular queda abierto para que ustedes puedan lanzar improperios, exabruptos o, incluso, alabanzas a la presidenta cesante de la Comunidad de Madrid. La primera idea era colocar en el titular el calificativo de inculta –de verdad no era tonta, ni cosa por el estilo-, pero también podía haber sido iletrada, montaraz, analfabeta funcional o yerma. Como en las redes sociales les gusta desquitarse amarguras, se deja abierto, pero se debe insistir en la incapacidad de Isabel Díaz Ayuso para manejar conceptos políticos, para hablar con cierta sustancia y no pasar de ser una demagoga profesional.

Más allá de su dimisión o lo que sea que ha hecho, que en estos precisos momentos carece de importancia –salvo por la situación pandémica que se vive-, ha decidido imitar a Charles de Gaulle y lanzar un reto populista “o yo o el caos”. Como en una vieja portada de Hermano lobo igual eligen el caos. Da igual esa apuesta personalista que podría salir bien o no. Lo que más destaca, incluso con insistencia, es la dicotomía que ha elegido la pepera para justificar esa deriva populista que ha tomado: “Socialismo o libertad”. Si lo hubiese dicho en la URSS o alguno de sus satélites igual tendría sentido. En España, como se verá, no lo tiene porque no son términos dicotómicos sino complementarios. Como sucede en buena parte de Europa occidental. Si Angela Merkel hubiese dicho esa frase la tomarían por loca o poco menos y quien sí dijo algo parecido en Gran Bretaña fue expulsada por su propios compañeros de partido al demostrarse que sus capacidades habían disminuido.

El problema viene cuando confunden marxismo, con socialismo, con comunismo, con colectivismo y demás palabros que lanza la presidenta cesante en todas sus alocuciones. Le ocurre que lee ciertos medios y se deja aconsejar por ciertas personas que desconocen la historia y la significación de los conceptos y el contexto en el que exponen. Si hay algo que es el Socialismo es Libertad. Si todos los spin casi-doctors que tiene Ayuso hubiesen leído El capital de Karl Marx (volumen III) habrían comprobado lo que supone el final de la lucha: el reino de la libertad. Si hubiesen leído los apéndices al Manifiesto comunista habrían observado que el propio Marx calificaba al socialismo como movimiento de la clase media y pequeño burguesa. Si hubiesen leído la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel o la Crítica del programa de Gotha comprenderían que los socialistas serían aquellos que apoyan la intervención en el Estado burgués. Por tanto, si la dicotomía es contra una posible coalición de las izquierdas ¿por qué se queda en el término socialismo? ¿Por qué no aclara? Porque no tiene ni idea de lo que habla. Le han chivado cuatro eslóganes y que salga adelante.

A más, a más cabe recordar que el eslogan con el que se presentó en sociedad el PSOE en su 27° Congreso en 1976 era Socialismo es libertad. Un socialismo que sin la libertad como fundamento no tiene sentido en las sociedades actuales. El problema es que la libertad que tienen en la cabeza Ayuso y sus edecanes no es la liberal –Mario Vargas Llosa, que no es un peligroso comunista, lo clarificó muy bien en su ensayo La llamada de la tribu-, no es la libertad de la plena autonomía de la persona en sí misma. No, es la libertad de hacer lo que se le pone en los cojones o los ovarios sin importar que se perjudique o no a los demás. Vamos, la libertad de los señoritos. La libertad de los dirigentes de cualquier dictadura. La libertad de la aristocracia obrera incluso. La libertad de quitar espacio público para entregárselo al Opus Dei a fin de que construyan un colegio, el cual se concertará sin alternativa pública o privada-concertada laica. Es la libertad de quienes piensan que España es suya y pueden hacer lo que quieran, incluso meter la mano en la caja. La libertad de los pocos para condenar a los muchos (por cierto, Marx pedía en la crítica de Gotha que ni el Estado, ni lo religioso se inmiscuyese en la educación).

La libertad de abrir o cerrar los bares por causa de una pandemia no es libertad liberal, es gestión buena o mala en relación a un perjuicio sanitario. Ahí no se es más liberal, o más socialista. Se puede ser más inconsciente o más cobarde. Pero ella dale que te pego con la libertad. Si no fuese por el socialismo en Europa no habría habido, tras la destrucción de 30 años de masacres y guerras, la libertad que existe hoy en día. Sin socialismo en España no habría la democracia que existe. Sin socialismo estaríamos a pedradas y en constante guerra civil, pues ese es el estado al que lleva el libertarismo –al menos en el plano teórico que se abrió con Thomas Hobbes, porque la realidad es que jamás ha existido algo como lo que postulan los liberales actuales, es utopía-.

Como se dijo antes, puede que esa dicotomía funcione en Colombia –allí el partido liberal es realmente el socialista- pues están completamente influidos por la revolución cubana y la cultura imperial. Pero en España el socialismo no tiene el mismo significado. En España socialismo es sinónimo de socialdemocracia, entonces la dicotomía de Ayuso es socialdemocracia o libertad y comienza a no entenderse tanto o a mostrar un carácter totalitario. Tanto tiempo criticando desde los medios de derechas al gobierno por ser totalitario cuando, en realidad, lo que les molesta es no ser ellos y ellas los totalitarios. Todos los totalitarios, por mucho que estén insertos en una democracia, acaban utilizando el plebiscito sobre su persona. Todos. No falla ni uno. Y Ayuso no iba a ser menos. Demonizando al socialismo no afirma la libertad, sino el camino hacia la servidumbre totalitaria que ella representa. Mucho abrir tiendas y quejarse por todo, pero al final del camino está el ego, el absoluto, donde sólo en ella está la solución a todo, a la salvación de España incluso. Al final, como se dijo en cierta tertulia, sale la falangista de toda la vida.

Da igual si usted es de derechas o de izquierdas, lea, infórmese, piense críticamente, no se deje llevar por las corrientes fabricadas en los medios y luego decida. Sólo en ese momento será usted libre. Ayuso no sabe lo que es y supone la libertad, ni sabe lo que es el colectivismo (han copiado a Hayek y no lo sueltan), ni sabe gestionar en realidad, sólo sabe de publicidad política y espectáculo. Lo malo es que al final, como en otros casos, hay una dictadora o dictador a la vista.

¡Que se besen, que se besen!

Con rictus serio, el estómago encogido y aguantando el apretón previo a la diarrea, así se ha escenificado la unión entre PP y Ciudadanos en Andalucía, o lo que es lo mismo, la unión civil entre Juan Manuel Moreno Bonilla y Juan Marín. Sólo ha faltado que Elías Bendodo, Patricia del Pozo, Carmen Crespo, Rocío Ruíz, Marifrán Carazo, Rogelio Velasco y demás consejeros y consejeras vitorearan a los miembros del enlace, en sus bodas de chupa-chups, y pidiera alegremente “¡Que se besen, que se besen!”. La escena hubiese sido preciosa y el vídeo hubiese quedado para el recuerdo de los concurrentes. La felicidad en la familia naranjoazulada para la preservación de los cargos y las mariscadas.

No ha sido así y Canal Sur, ya que no ofrece noticias de la corrupción del PP, ni de sus líos en Almería y otros lugares, se ha quedado sin buen material para ofrecer a los cada vez menos televidentes. Y no ha sido así porque en realidad lo que había en esa rueda de prensa era más miedo que vergüenza –de esta han demostrado a lo largo de sus vidas carecer-. Algo incomprensible porque, a diferencia de lo que puede suceder en otras regiones, en Andalucía tanto el PP como Ciudadanos tragan con lo que le eche la ultraderecha. Si quieren pin parental, les ofrecen dos. Que quieren acabar con el medio ambiente, hasta abren nuevos cementerios de litio, nucleares o lo que haga falta. El caso es que los socios no se quejen y les dejen hacer con total libertad en las demás cosas. El trifachito andaluz vive en armonía porque, al fin y al cabo, quieren lo mismo aunque lo disimulen.

También es cierto que no hay alternativa posible. No porque Susana Díaz no quiera y Marín acepte que le ofrezcan lo mismo que tiene, sino porque necesitan los votos de lo que hay a la izquierda del PSOE y eso es imposible. No hay nada políticamente. Tan sólo una continua pelea para ver quién es más populista, más demagoga o simplemente por ver quién acaba antes fuera de la instituciones. Por tanto no era necesaria la comparecencia de Moreno Bonilla y su colega naranja. No habiendo alternativa posible ¿para qué han salido? Porque el miedo es libre y ambos son muy miedosos y temen que sus jefes madrileños les obliguen a hacer algo que no quieren. No se han presentado para dotar de estabilidad su coalición sino para que nadie de más arriba de Despeñaperros venga a estropearles el buen chiringuito que tienen montado. Con la cantidad de amigos, lebreles y paniaguados que han colocado como para decirles ahora que se van a la calle por el deseo de un señor o señora de Madrid.

A nivel andaluz no hacía falta esa rueda de prensa, pero a nivel Madrid sí. Ha sido un dejadnos en paz Casado y Arrimadas. Ha sido un “haz lo que quieras, pero aquí no molestes que estamos muy bien los dos cogidos de la mano”. Si alguien en Madrid piensa que se van a perder las comidas de coalición con buenos caldos, langostinos buenos, jamoncito de ese que tiene mucha veta y demás manajares que les pagan todos los andaluces, es que están locos. Viven muy bien a costa de Andalucía y eso no se lo chafan ni en Madrid, ni en Sevilla, ni en Bruselas.

La derecha comienza a sufrir el “mal de la izquierda”

Si algo ha destacado en la historia de la izquierda política es la continua búsqueda de la mayor pureza ideológica posible. De ahí surgió el “mal de la izquierda” que ha provocado una miríada de divisiones y subdivisiones en busca de ese objetivo de pureza dogmática nunca encontrada. Comenzó con los liberales de los que se desgajaron los radicales; de estos se separaron los socialistas; de estos los socialdemócratas y los comunistas; de estos últimos los trotskistas, los mao, los castristas y así hasta llegar a los ecologistas que son separación de los dos primigenios. Incluso en esta época de carencia total de pensamiento crítico (existe un pensamiento criticón que es distinto) aparecen esperpentos como los nazbols (nazis-bolcheviques).

Mientras tanto la derecha ha vivido alguna diferenciación, algún reparto de roles, pero en el fondo un mismo camino. Junto a partidos más o menos conservadores han coexistido partidos liberales que actuaban según fuese el partido mayoritario. Si era muy demócrata cristiano pues actuaban de forma más liberal; si había un conservadurismo tipo gaullista pues se sentían más republicanos; y en otros casos eran directamente la izquierda durante muchos años (véase en EEUU, Gran Bretaña y otras partes del imperio británico). Había división de funciones pero no había división doctrinal o ideológica. En estos tiempos, empero, sí han cambiado las cosas de forma suficiente para que aquel “mal de la izquierda” les esté pasando factura y dividiendo política e ideológicamente.

Hasta el momento actual –de unos pocos años para acá- la derecha carecía de una ideología fuerte, como se jactan los liberales el -ismo que defendían era doctrina, no ideología. Olvidan que era LA IDEOLOGÍA. El liberalismo como ideología dominante desde las revoluciones de finales del siglo XVIII y mediados del XIX ha sido algo evidente. No necesitaban, eso sí, estar constantemente haciendo fe de ella porque al fin y al cabo tenían bajo su control los aparatos ideológicos del Estado, el poder económico de su parte y, por tanto, los mecanismos de la reproducción social. Sí debatían y competían con la izquierda, socialista o comunista, pero desde la posición dominante. Hoy se las ven y las desean para recuperar el liberalismo como ideología en ese monstruo (el Minotauro) que ayudaron a construir o estabilizar, conocido como Estado. De hecho todas las bestias que lanzaron al mundo en su camino hacia la cima de la dominación ideológica se les han vuelto contra ellos.

No sólo ayudaron al Estado a consolidarse sino que el nacionalismo que utilizaron para unificar a las poblaciones y facilitar los procesos productivos, hoy convertido en identitarismo extremo les señala por sus deseos globalistas. Toda la ingeniería social –sí los liberales fueron los primeros en ejercerla- sobre la autodeterminación del individuo, sobre el control de las masas, sobre la propia construcción del ser humano –Michel Foucault demostraría brillantemente que el sujeto ser humano (él decía hombre) es algo moderno en Las palabras y las cosas-, sobre la confluencia de la diversidad en un mundo armonioso; todo ello se ha vuelto en su contra ahora. Cuando se habla del neoliberalismo y la diversidad paradójicamente se hace sin revisar arqueológicamente en los fundamentos primigenios del liberalismo. Allí está todo, la ingeniería social, la diversidad, los derechos, etcétera.

Hoy la derecha está dividida en busca de una pureza de sangre, lo mismo que le pasaba a la izquierda no hace tanto. Si se analiza el caso francés se podrá observar que no quedan ni republicanos, ni gaullista, ni liberales, ni radicales ni nada por el estilo sino una miríada de grupúsculos que se tuvieron que unir en Macron porque el punto de conexión era el pavor al lepenismo. En la izquierda francesa tampoco queda algo salvo populismo. En todos los países europeos los choques entre fuerzas de derechas son cada vez más virulentos. En algunos casos porque hay una ultraderecha que aprieta, en otros porque han abandonado (cada caso habría que estudiarlo en profundidad) los antiguos principios y se han lanzado a la conquista de las minorías de todo tipo. Esto lo explica bien Javier Benegas en Disidentia. El caso es que hoy, cuando podrían decir que han vencido, todo el castillo de naipes se les ha venido al suelo y tienen que explicar cuestiones que hace menos de una década estaban insertas en las personas.

En España este proceso es patente también. Desde la restauración de la democracia siempre ha habido un fuerte partido de derechas y algún que otro escarceo. Primero la coalición UCD y una AP pequeña. Luego una AP coaligada con democratacristianos  y algún grupúsculo liberal, llegando a la refundación en el PP que absorbió toda la derecha posible. La corrupción ha jugado un fuerte papel en la división, pero tampoco hay que olvidar los movimientos de la clase dominante para no verse contra las cuerdas. En realidad todo lo sucedido ha sido producto de la clase dominante, en error tras error. Primero alentando al populismo de izquierdas, buscando reafirmar a un PP en horas bajas por la corrupción y en busca de una gran coalición. Luego alentando un populismo del sistema de color naranja para incrustarse entre los dos partidos de Estado, pero que acabó siendo un histrionismo nacionalista que no ha servido para nada bueno. Y posteriormente alentando a la ultraderecha verde. Así es normal que Pablo Casado se haga cruces cuando le piden reconstruir la derecha personajes como José María Aznar.

Hoy en día hay dos extremos populistas, un centro naranja que es inútil y dos partidos históricos debilitados. Mientras que hacia la izquierda se aclaran las cosas, en la derecha la batalla entre PP (si es que suma a Ciudadanos a la ecuación, más para evitar molestias que por la suma de votos en sí) y Vox va a ser más cruenta de lo que parece a primera vista. En el partido ultraderechista apuestan firmemente por el “identitarismo” y la ingeniería social (eso que tanto ha asustado a Francis Fukuyama entre otros), en el retorno a una moral preconciliar, en la destrucción del orden constitucional, pero todo bajo el libre mercado más salvaje que se recuerda en España. En la parte económica la gente del PP puede llegar a parecer socialdemócrata en comparación con la extrema derecha (algo que no se produce en el lepenismo, por ejemplo), pero en la política y social la atracción de la ultraderecha, por el propio contexto español, la lucha va a ser dura.

¿Cómo conjugar lo identitario sin perder de vista lo individual? ¿Cómo formular el patriotismo sin caer en el nacionalismo? ¿Cómo defender el constitucionalismo sin meter en la ecuación a quienes quieren acabar con el orden constitucional? ¿Cómo ser liberal con todas sus consecuencias mientras desde tu derecha adoctrinan constantemente? Difícil responder a ello. Es el “mal de la izquierda” que ahora ha pasado al otro lado del espectro político y está haciendo mella en quienes pensaban que el espíritu de la historia estaba en su favor.

Los libreros eligen «La cólera» como mejor cómic nacional de 2020

La cólera, de Javier Olivares y Santiago García, ha ganado el premio Zona Cómic-CEGAL al mejor cómic nacional de 2020. Zona Cómic está integrado por las librerías especializadas adscritas a la Confederación Española de Asociaciones de Libreros y ha concedido este prestigioso galardón a esta reinterpretación del mito homérico.

Los libreros han destacado que «lo clásico y lo moderno se mezclan para darnos una obra atemporal que pasa desde ya a engrosar la lista de grandes cómics nacionales. Una historia redonda de Santiago García que encuentra el apoyo perfecto en el arte de Javier Olivares en toda su magnificencia.»

Santiago García y Javier Olivares ganaron el Premio Nacional del Cómic en 2015 con Las meninas y en este nuevo trabajo demuestran ambición al tomar como punto de partida la historia de Aquiles para reflexionar sobre la Europa de hoy. Esta obra se publicó justo antes del estado de alarma de marzo de 2020 y del confinamiento por el coronavirus. Las librerías lo eligieron cómic del mes en mayo de 2020, cuando la desescalada permitió la reapertura de los comercios.

Regreso al Edén, de Paco Roca, que fue el cómic del mes de diciembre para las librerías de Zona Cómic, ha quedado en el segundo puesto en la votación.

La segunda edición de La cólera llegará a las librerías en los próximos días, a tiempo para la ceremonia de entrega del premio que se celebrará en una fecha por determinar.

El premio Zona Cómic-CEGAL celebra este año su IX edición. ¡Universo!, de Albert Monteys (2018), Los surcos del azar y La casa, de Paco Roca (2013 y 2015) son las otras obras de Astiberri que han recibido este reconocimiento anteriormente.

1.100 millones en propaganda ¿y quieren un gobierno ERC-Comuns?

Ayer el PSC cuantificó en 1.100 millones de euros los gastos derivados de “propaganda” y cosas del procés. Miles de millones tirados a la basura y que podrían haber ido a la sanidad para salvar vidas (más en estos tiempos de pandemia) y no a fuegos fatuos del nacionalismo secesionista. Algo que han denunciado en otro tiempo, con menor coste, desde Ciudadanos. 1.100 millones sacados de los bolsillos de los catalanes para divertimento de una clase política secesionista y aliados necesarios, como los comunes. 1.100 millones de euros para que protesten por la retirada de la inmunidad de un subversivo que ha llevado a la ruina a Cataluña.

Si es escandaloso ese gasto superfluo en cosas de secesionistas, aún lo es más que Jessica Albiach quiera un gobierno con esas personas con el apoyo externo de un partido serio como es el PSC. Desde luego las órdenes de Madrid son esas. Coincidentes en lo que piensan los nacionalistas escondidos de Ada Colau. Hacer que parezca que hay un gobierno de izquierdas en Cataluña cuando, en realidad, lo que existirá será un gobierno nacionalista, menos secesionista tal vez, pero que persistirá en el empleo de fondos destinados a nada que sea social y sí propagandístico. Normal que Salvador Illa no se preste a esos manejos –tiene la piel curtida en su propio partido- y siga adelante con la intención de presentar su candidatura a president.

Un gobierno ERC-Comuns en ningún momento prescindiría de esos fondos para publicidad. Son demasiado jugosos para nutrir a oenegés amigas y de amigos, para comprar voluntades en los medios o para darse publicidad. En ningún momento esos miles de millones engrosarán los servicios sociales. No pasó en la época de Manuela Carmena en el ayuntamiento de Madrid, no pasa en el ayuntamiento de Barcelona, ni pasaría en la Generalitat. Ambos partidos viven y sobreviven de las subvenciones y la publicidad. Y en ese juego no piensa entrar Illa, mucho menos de miranda desde la barrera.

Se pueden quejar que se judicializa la política –cabe preguntar ¿quién provocó esa judicialización?-, pueden ser los mayores adoradores de personajes subversivos y caraduras como Carles Puigdemont -¡qué bien vive en Bélgica mientras su “compañeros” comen cárcel!-, pero callan ante estos gastos superfluos. Y lo peor es que quieren engañar a los catalanes y al PSC en sus tejemanejes. Los cuales sólo tienen la vista puesta, no en la gestión eficaz y eficiente de Cataluña, sino en ser un grupo de presión contra el presidente Pedro Sánchez dentro y fuera del gobierno. Joan Tardá ha salido a defender la no unión con Junts, por aquello de parecer de izquierdas, pero en el fondo, siendo más inteligente que Gabriel Rufián, sabe que o gobierna Illa o se deben abrazar a los puigdemonters. Y si la alianza es con el PSC se acabó el procés y la dilapidación de millones de euros. ¿Querrán ERC y Podemos-Comuns renunciar a esos millones en publicidad y compra de voluntades?

“El corazón helado” de Almudena Grandes a la televisión

Boomerang TV prepara la adaptación de la novela homónima de Almudena Grandes “El corazón helado”. La obra recrea un panorama emocionante de la historia reciente de España desde la Guerra Civil hasta principios del siglo XXI a través de las familias de dos personajes: Álvaro Carrión, hijo de un importante hombre de negocios cuyo poder se remonta a los años del franquismo y Raquel Fernández, hija y nieta de exiliados republicanos en Francia.

Los guiones de esta adaptación corren a cargo del prestigioso dramaturgo Miguel del Arco, autor y director de “El proyecto Youkali”, “Juicio a una zorra”, “Deseo” y “Refugio”. El proyecto está liderado por Luis Santamaría, Productor Ejecutivo de series como “Alba” o “La Otra Mirada”.

“El corazón helado” ha cautivado a crítica y público y ha vendido hasta la fecha más de 700.000 ejemplares. Traducida a varias lenguas, la novela ha merecido además numerosos reconocimientos nacionales e internacionales como el Premio de Novela Fundación José Manuel Lara 2007, Premio al Libro del año del Gremio de Libreros de Madrid, Prix Méditerranée 2009 (a la edición francesa) o el Premio Rapallo-Carige Internazionale 2009 (a la edición italiana).

Boomerang TV cuenta con una sólida experiencia en la adaptación de grandes obras literarias con producciones de gran éxito como “Inés del alma mía”, “El tiempo entre costuras” o “La templanza”, que próximamente estrenará Amazon Prime Video. Recientemente, ha anunciado que también prepara la adaptación de la novela “Divina Lola”.

 Así es “El corazón helado”

El día de su muerte, Julio Carrión, prestigioso hombre de negocios cuyo poder se remonta a los años del franquismo, deja a sus hijos una fortuna considerable pero también una herencia de sombras, con muchos puntos oscuros en su pasado. Nunca le gustó recordar su juventud, ni sus peripecias en la División Azul. En su entierro, en marzo de 2005, su hijo Álvaro, el único que no ha querido dedicarse a los negocios familiares, se sorprende por la presencia de una mujer joven y atractiva, a la que nadie reconoce y que tal vez fue la última amante de su padre. Raquel Fernández Perea, por su parte, hija y nieta de exiliados republicanos en Francia, conoce muy bien el pasado de su familia, sus frustraciones y esperanzas, y no ha podido olvidar el episodio más misterioso de su infancia, la extraña visita en la que acompañó a su abuelo, recién regresado a Madrid, a casa de unos desconocidos con los que intuyó que existía una deuda pendiente. Ahora, el azar hará que Álvaro Carrión y Raquel Fernández Perea se conozcan y se sientan atraídos sin remedio. Así descubrirán hasta qué punto sus viejas historias familiares son capaces de proyectarse en sus propias vidas, donde se entrecruzan y convergen de manera dramática.

Llantos y berrea

En un bosque nombrado por la gran cantidad de conejos que hubo antaño, había una amplia manda de ciervos que se creían los dueños y señores de él. Con sus majestuosas cornamentas pastaban y mandaban sobre la fauna que allí vivía. Todo era suyo por decreto. Todo les pertenecía por ser ellos lo que eran. Todos debían vivir la vida según su propia forma de verla. Todos debían aceptar que no había seres más majestuosos, ni dignos de elogio continuo. Al frente de la manada había un cérvido viudo que imponía, por las buenas o las malas, sus deseos que no eran otros que el dominio completo y total de su manada. Cuando, en algún momento, alguien se descuidaba de rendir pleitesía berreaba y tejones, salamandras, insectos palo, búhos y demás seres comenzaban a criminalizar a quienes habían osado interferir en el devenir marcado por el cérvido viudo para su manada.

En algún que otro momento esa manada ha tenido sus peleas con una manada de muflones del norte que ha intentado quitarles la hegemonía. De hecho se han granjeado la amistad de un nutrido grupo de cuervos, aves que suelen intervenir en las disputas en campo abierto de las distintas manadas. Una vez un grupo de murciélagos intentó imponerse al duopolio de las cornamentas, pero les fue enviado un virus de Singapur para hacerlos casi fenecer. Pero, hete aquí, que un grupo de mapaches habita en ese mismo bosque y no tienen nada mejor que hacer que molestar a los cérvidos. Les quitan las nueces. Cuestionan su poder. Pretenden quitarles los trofeos más apetecibles. Por muchas trampas que les hacen, con ayuda de otros animales, aguantan y vuelven al ataque. Y, lo que más encanalla a los cérvidos y sus acólitos, jamás lloran por el destino que les ha sido deparado. Es más, hasta se han atrevido a hacer llorar a los cérvidos. Normal que estén berreando hasta quedar exhaustos en estos días, sin algo que tenga que ver con la época de celo.

¿No lo han entendido? Igual está escrito en un lenguaje excesivamente criptográfico o simbólico. Si alguien no tiene derecho a llorar en el mundo del fútbol es, sin duda, el Real Madrid. Llevan cometiendo asaltos a mano armada a cualquier equipo con el que se han enfrentado, llevan años controlando a los árbitros, llevan mangoneando lo que quieren. Y ahora lloran porque no les han pitado una mano en el área de un rival que los propios árbitros que trabajan en la prensa nacional-madridista han dicho que no era penalti. Gracioso escuchar a Casemiro llorar mientras comentaba, al finalizar el encuentro, que de no haberse desviado el balón él hubiese metido gol. Ciencia ficción. O a toda la prensa hablar de robo, de adulteración de la competición y demás fruslerías. El viudo con gafas no va a tener entradas al palco, ni canapés para tanto pelota como ha aparecido. Supóngase que se pita penalti ¿quién garantiza que lo marcaran? Es más, ¿quién garantiza que ese posible gol no cambiase el tono del encuentro y el Atlético de Madrid marcase dos más? Ciencia ficción.

El problema es que en su mundo la verdad es siempre la suya e intentan que los demás la asuman, no la critiquen y así seguir llenando la buchaca con títulos. Como si los títulos significasen algo importante para la tribu rojiblanca –que también les ha molestado que fueran los aficionados a recibir al equipo (no se le ocurrió a ellos, que ya saben que sólo saben copiar)-. Normal que el gestor de la cuenta de twitter del Atlético de Madrid haya subido un mensaje señalando los lloros por una jugada bien arbitrada –en vista de estado del presidente el domingo-. Ahí es cuando la manada blanca ha salido en estampida a cornear. Mientras tanto la parroquia rojiblanca pendiente del FC Barcelona que son los perseguidores más cercanos. Otros, además de llorar, deberían fijarse en el equipo que fue fundado antes de Cristo que llega por detrás. No soportan que otra manada les quite el territorio que piensan es sólo suyo. Son muy machos alfa pero se les está poniendo una cara de pupas de aúpa. Siempre podrán recurrir a Gil Manzano para que arregle el entuerto pero ni por esas dejarán de llorar. Eso sí, desde hoy Marcelino es Zagalo y el Athletic un club señor, como el Getafe un equipo que ya no da patadas sino que practica un excelso fútbol moderno. Mientras tanto, los mapaches riendo como hacía mucho tiempo no hacían… y si ganan la liga saldrán desnudos a las calles.

El ejército unga-unga fracasa violentamente

El momento clave: 19 horas. El ejército unga-unga está en tensión. Tiene preparadas las imágenes y el vídeo que les han pasado en diversas cuentas de redes sociales para lanzar su ataque definitivo. Van a acabar con el feminismo. Con el Gobierno. Con la Constitución. Con todo lo que se ponga por delante porque son los unga-unga. A nadie se le había ocurrido salvo a ellos asimilar el feminismo con la violencia. “¡Qué gran idea de Santi!” piensan las huestes. “¡Qué buenos los lemas!” añaden los que no son analfabetos funcionales. Todos los machos alfa salivando antes de lanzarse en redes sociales a criminalizar a las mujeres. Vamos como si fuesen de una secta ultracatólica. ¡Ah que algunos lo son!

Como no podía ser de otro modo, la tribu de Vox tenía que montar el numerito el día de mujer trabajadora. Además de recordar la figura de Eduardo Dato –un social-reformista paradójicamente- no han tenido mejor forma de hacerse notar que utilizando la violencia mientras se acusa de violentas a las mujeres feministas. Las violaciones se acaban con cadena perpetua y la violencia machista también. Así, recurriendo al brochazo gordo y las vísceras pretenden proteger a las mujeres de los hombres violentos. Han pensado que si hay cadena perpetua ningún hombre osará cometer tropelías contra las mujeres. ¿Pruebas que certifiquen esa penalidad como suficiente? Ninguna. De hecho, si algo ha demostrado la historia es que por punitivas que sean las leyes a las mujeres las matan igual y las violan igual.

Eso sería pensar y actuar de forma racional y, como han podido leer, se está hablando de Vox que es la completa antítesis de aquello. Son conscientes de que el movimiento feminista (da igual la versión liberal o la socialdemócrata, no se puede poner la mano en el fuego por “otros” feminismos) es imparable a nivel global. Las redes de sororidad son muy potentes. Y esos vínculos impiden dos cuestiones principales en el caso de Vox: volver al catolicismo preconciliar (que es lo que desean los grupos ultracatólicos que les apoyan); e implantar un modelo autoritario basado en la testosterona. Eso no lo van a permitir ni las mujeres de izquierdas, ni gran parte de las de derechas. Pensar que se van a dejar pisotear mujeres como María Blanco, Guadalupe Sánchez, Almudena Negro, Inés Arrimadas y un largo etcétera de mujeres liberales es utópico. No hay vuelta atrás en la lucha feminista, sea más individualista o más colectiva.

Sin embargo, el ejército unga-unga tiene que hacer populismo contra la única fuerza que les impide campar a sus anchas. Aunque en ese esfuerzo acaben fracasando. Porque ¿quién podía pensar que las mujeres, independientemente de su filiación doctrinal, iban a no defenderse? En realidad, más que defenderse les han obviado, les han hecho el vacío, les han ignorado. Quienes no lo han hecho no son más que la otra cara de la moneda, esos mismos que necesitan hablar todo el día de antifascismo para ocultar sus propias miserias. Un nuevo fracaso de Vox. Un triunfo de las mujeres de toda condición y profesión. Y un grave golpe a las sectas (algunas amparadas por el Vaticano) ultracatólicas que están detrás. En esto, lo de las sectas, sí que le han hecho un favor al PP.

Nada que celebrar con este ministerio de Igual-dá

La semana pasada ha habido polémica por el no permiso de las delegaciones del Gobierno en diversos lugares de las manifestaciones del 8M. Que si los nazis se manifiestan, que si los cayetanos se manifiestan, que si el concierto de Raphael y así hasta copar todas las concentraciones posibles. La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha sido clara al respecto afirmando que lo aconsejable es no celebrarlo. Con más cabeza, o con menos interés en la publicidad, la política andaluza ha actuado desde un punto de vista sanitario… y político. Sí, político también porque es consciente de que este 8M se utilizaría para fines espurios y lejanos a la defensa de la igualdad de las mujeres. Sencillamente ha visto, como cualquier feminista, que con este ministerio de Igual-dá no hay nada que celebrar un 8M.

Irene Montero vive en una constante huida hacia delante en lo que se refiere al supuesto feminismo que se incardina en su persona. Es todo publicidad (recuerdan lo pesada que se puso hace un año con la ley del sí es sí que ya se verá si el Constitucional permite), todo aparentar, todo actuar en favor de los pocos lobbies que siguen apoyando a Podemos porque, al fin y al cabo, nadie les apoya por cuestiones obvias. Hasta la fecha ¿qué ha hecho Montero por la mujer? Nada. Absolutamente nada. De hecho las feministas socialistas, comunistas, liberales y no adscritas llevan desde hace demasiado tiempo criticándole por intentar aplicar políticas de borrado, protofalangistas y, directamente, reaccionarias. Se demuestra que sí que se han leído en el ministerio de Igual-dá siete cosas sobre feminismo, pero están en lo queer, en lo metafísico, en lo único en que se sienten diferentes. Porque, en realidad, eso de Podemos no es más que un intento constante por diferenciarse de los demás y las demás en los huecos que les van dejando. No se hacen nazbols porque sería demasiado brusco, pero no lo descarten.

Esto no es una pelea entre feministas del PSOE y de Podemos como quieren vender los Maestres, los Vallines y todos los que se deleitan haciendo mansplanning (hombres que dicen cosas). Estos días se ha conocido el escrito de numerosas mujeres y cargos públicos de Podemos quejándose de la ley Loretta. Con esa pelea partidista, en realidad, lo que se quiere, bien apoyadas esas personas por lobbies, es deslegitimar la lucha feminista. No sólo la del PSOE sino de todas las mujeres. Si se fijan en qué defienden en el ministerio de Igual-dá y en Podemos y satélites (como IU, Comuns, etc.) no hay nada que favorezca acabar con los techos de cristal (se le ponen a las mujeres techos de hormigón), con los suelos pegajosos, con la erradicación del género (al contrario se potencian los roles sociales), con la explotación…

Desde Podemos y su ministerio se apoyan los vientres de alquiler; se apoya el proxenetismo y la explotación sexual de la mujer; se apoya la permanencia de la mujer en los cuidados (como Pilar Primo de Rivera y su sección femenina); se apoya el borrado de la mujer; se le quitan a las mujeres sus espacios seguros; quieren colar toda la diversidad del mundo en el feminismo; potencian el generismo y la permanencia de la estructura patriarcal establecida en el dominio de género; y legislan sobre lo ya legislado y establecido como los planes de igualdad empresariales e institucionales –sobre esto último lo único que muestran es el enorme desconocimiento que tienen de la vida real-. Y hay algo que es la prueba definitiva, en Vox están encantados con sus propuestas y su discurso. Poco se puede esperar de un partido que en un 8M sacó un cartel con la cara de su dirigente máximo, autonombrado macho alfa. Que se hayan prohibido las concentraciones por el 8M supone casi un alivio para el movimiento feminista porque no hay cosa que toquen algunas y algunos que no acabe destruido.