miércoles, 27 agosto, 2025

Libros, libros, libros IV

Estas son las novedades literarias de la semana con los textos que han proporcionado las propias editoriales. Una semana con mucha obra ensayística, aunque con alguna perla novelesca, a la espera de las novelas y textos que llenarán los estantes para navidad… si no hay confinamiento claro.

NOVELA

Alma de cántaro de F. David Ruíz, Booket, 12,95 €

Alma de cántaro es un libro de historias, un relato polifónico que recrea los años de posguerra en el contexto de un pequeño pueblo cordobés. Hay en estas páginas una voluntad de novelar el desamparo y la atmósfera asfixiante del franquismo, pero también de invocar el testimonio de aquellas mujeres que, como Piedad, fueron agentes silenciados de las penosas circunstancias que asolaron España tras el conflicto fratricida del 36. En este sentido, la novela es clara expresión de la sororidad durante la posguerra. La recreación de este particular microcosmos andaluz, por el que desfilan viudas enlutadas, señoritos, maestros, civiles con tricornio y miembros de la resistencia refugiados en la sierra, constituye un friso vívido de la realidad del franquismo rural, que nos permite asomarnos a la miseria moral de una época ominosa de la historia de España. A partir de la narración del periplo de diversos personajes, esta novela nos brinda un retrato fidedigno del franquismo en el contexto de un pequeño pueblo cordobés. Gracias a la recreación de ese particular microcosmos, que constituye un friso vívido de la realidad del franquismo rural, accedemos a la atmósfera asfixiante y a la miseria moral de una época ominosa de la historia de España.

El tranvía de navidad de Giosuè Calaciura, Traducción de Natalia Zarco, Periférica, 14,90 €

Un recién nacido aparece abandonado en el último asiento del tranvía número catorce. Es Nochebuena y el vehículo surca cual cometa las vías hacia la periferia de una ciudad sin nombre. ¿Cómo ha llegado hasta allí? ¿Qué va a ser de él? Tal vez por caridad, por improvisación o por locura, alguien ha decidido confiar al niño a los brazos del mundo. Y el «mundo» que lo acompaña en ese primer viaje de su vida es esa parte de la existencia a la que no se le suele prestar atención, la mano de obra de la pobreza: un vendedor ambulante de paraguas, una joven prostituta africana, un muchacho negro sin papeles o un mago inmigrante que ha perdido la memoria. Un pesebre espontáneo y desharrapado que bien podría haber sido imaginado por Vittorio De Sica, y cuyas «figuras» considerarán que la aparición del niño es digna de un verdadero redentor: no descartan la idea de que aquel niño perfecto y perfumado de naranja no haya llegado por casualidad a ese lugar insólito y en ese día señalado, que no sea una posibilidad de salvación. Como un Dickens del siglo XXI (y como ya hiciera de manera magistral en Los niños del Borgo Vecchio), Calaciura pone en primer plano las vidas minúsculas de esos llamados, en palabras de Eduardo Galeano, «los nadies», los hijos de nadie, los dueños de nada, los ningunos, los ninguneados: unas vidas huérfanas de todo y libres del vicio de la riqueza, pero también poseedoras de una resolución invencible. Su escritura nos sitúa en una atmósfera de fábula en la que la crudeza y el lirismo dan lugar a una prosa repleta de hallazgos que mueven y conmueven, que arrullan y arrollan al lector: un autor que comprende y recrea como pocos las dificultades de tantos para estar en el mundo.

Diario de la alarma de Lorenzo Silva, Destino, 18,50 €

Y te irás de aquí de Patricia Kal, Destino, 18,50 €

«Nos aguardan un otoño y un invierno difíciles. Leyendo lo serán menos. Si en su transcurso a alguien le sirven de algo estos dos libros escritos en el primer confinamiento, benditos sean y habrá valido la pena el trabajo de escribirlos y hacerlos existir.

El confinamiento anterior lo enfrenté echando mano del remedio que hace décadas aprendí que mejor me funciona para darles un sentido al encierro y a la soledad: los libros. Me dediqué a leer los de otros, acabé escribiendo uno sobre la propia experiencia de la cuarentena, en forma de diario, y regalando otro que tenía escondido por ahí, por no poner sobre él mi nombre e intentar que llevara una existencia independiente. No porque me avergonzara de él, que no me avergüenzo en absoluto, sino para dejar que el lector se enfrentara al texto sin el estorbo de mi presencia.

Aquellos dos libros, como las circunstancias imponían, tuvieron formato digital. El primero, que titulé Diario de la alarma, se publicó en mi blog, día a día, a medida que iban progresando sus anotaciones. El segundo, que ya se titulaba  Y te irás de aquí, se difundió gratuitamente, como libro electrónico.

En lo que atañe al Diario de la alarma es la primera vez que doy a la imprenta un texto diarístico. Como indico en el prólogo, la atracción que siento por la ficción y las historias ajenas me ha hecho siempre muy difícil mantener un diario, del que tendía inexorablemente a desconectarme dado lo anodino de mi peripecia vital.

Sin embargo, la circunstancia anómala de la alarma y el confinamiento me llevó a probar y a encontrar en la redacción de un diario un aliado para soportar el encierro; incluso para evadirme de él, a través de la lectura y la reflexión sobre lo leído y sobre el resto de los acontecimientos exteriores e interiores, con la que fui entretejiendo sus páginas. Por este libro pasan Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Epicteto, Joseph Roth, José Luis Sampedro, Mika Waltari, Ángel Ganivet o Rainer Maria Rilke, pero también Luis Eduardo Aute o Leonard Cohen. Con sus voces y algunas otras, y con las que me iban llegando a través de las pantallas y las conexiones digitales que a todos nos mantuvieron unidos al mundo, en algún caso mucho menos lúcidas y profundas, se alimenta este soliloquio que al publicarlo propongo como conversación y espero que paliativo a este nuevo confinarnos.

Por lo que toca a mi novela del confinamiento, Y te irás de aquí, se publica ahora en papel con el mismo seudónimo que su edición digital homónima: Patricia Kal. En su día dije que iba a lastrar lo menos posible su travesía con el bulto de mi persona.

Digamos que era un experimento, y también una necesidad. La de confrontar a los editores primero, y a los lectores después, con una novela que fuera sólo el texto, sin ninguna indicación acerca de la persona que lo escribió, más allá de su lugar de nacimiento. Quería despojar a la historia de la losa de la autoría, que en mi caso es una marca ya consolidada y por tanto fuente de todo tipo de prejuicios, tanto positivos como negativos.

Pero hubo un día en que decidí revelar el secreto y renunciar al experimento. ¿Por qué? Sucedió algo que lo cambió todo en nuestras vidas. De pronto mi experimento personal me pareció muy poca cosa, incluso algo ligeramente fuera de lugar. Tenía algo que regalar a mis conciudadanos, y eso valió más que mi tentativa de desaparición. Creo que han quedado hermosos, y es una alegría para mí dar la noticia de su llegada a las librería

Vidas breves de Anita Brookner, Traducción de  Catalina Martínez Muñoz, Libros del Asteroide, 19,95 €

Libros del Asteroide continúa con Vidas breves la reivindicación de la figura de Anita Brookner que inició en 2018 con la publicación de Un debut en la vida (1981). Considerada una de las escritoras británicas más importantes de finales del siglo xx, Anita Brookner fue galardonada en 1984 con el Premio Booker. La novela Vidas breves ha sido aclamada como una de las mejores obras de la autora por escritoras como Penelope Fitzgerald o Tessa Hadley. Publicada originalmente en 1990, estaba inédita hasta el momento en castellano.

 Vidas breves cuenta la historia de Fay, de sus discretas alegrías e ilusiones desde que, en los años cuarenta, abandonó su modesta carrera de cantante por un matrimonio muy alejado del romanticismo que predicaban las canciones y películas de la época. Una vida en busca de amor y de verdaderos afectos en la que una extravagante mujer, la glamurosa y egocéntrica Julia, acaba convirtiéndose en una influencia sutil pero constante. Ya en la madurez, en un mundo nuevo que parece haberlas dejado atrás, los lazos que unen a Fay y Julia no son los del secreto inconfesable que se ocultan, ni los de las horas compartidas, sino más bien los del temor a la soledad.  Anita Brookner nació en 1928 en Londres y, salvo las numerosas temporadas que pasó en París, vivió allí hasta su muerte en 2016. Después de realizar estudios de Historia del Arte fue profesora del Courtauld Institute y la primera mujer que accedió a la cátedra Slade de Bellas Artes en la Universidad de Cambridge. Es autora de veinticuatro novelas.

La mercancía más preciosa de Jean-Claude Grumberg, Traducción de Óscar Luis Molina, Tres Puntos ediciones, 14,95 €

Había una vez… una pobre leñadora y un pobre leñador asediados por el hambre, el frío, la gran guerra. Había una vez… un rústico y gris tren de mercancías que iba y venía. Había una vez… una pobre leñadora que clamaba para que el gris tren de mercancías le compartiera alguna de ellas para salvar el hambre, el frío, el desaliento. Había una vez… un matrimonio judío, padres de gemelos, que en un rústico y gris tren de mercancías eran conducidos a su final. Hasta que hubo una vez en que ese padre decidió arrojar a uno de sus bebés desde el rústico y gris tren de mercancías, que era parte de la industria de la muerte, con la esperanza de que sobreviviese. Y hubo también una vez en que el tren escuchó los clamores de la pobre leñadora y le ofrendó la más preciosa de sus mercancías.

ENSAYO

Una Alemania europea. Discursos e intervenciones (1983-1998) de Helmut Kohl, 20 €

El «Canciller de la Unidad», que logró la reunificación de Alemania solo once meses después de la caída del Muro de Berlín, fue también un entusiasta impulsor de la unidad europea desde el inicio de su mandato. Cuando en 1989 se abrió inesperadamente la posibilidad de la reunificación, el canciller logró ganarse el apoyo de sus socios en la Comunidad proponiendo que el paso de la unidad alemana fuera acompañado de otro paso en la unidad europea. En sus últimos años de canciller fue el principal valedor de la moneda única, que esperaba que hiciese casi irreversible el proceso de integración.

Este libro recoge algunas de las intervenciones más significativas de su vida política, como el debate sobre la instalación de misiles norteamericanos en suelo alemán, sus palabras tras lograr el apoyo de Gorbachov a la reunificación o el emocionado discurso sobre la unidad ante la multitud de Dresde. Especial mención merece su intervención con motivo de la visita del presidente del gobierno español, el 3 de mayo de 1983. Kohl se comprometía a hacer lo posible por desbloquear la solicitud de adhesión: «Abogaremos por vuestros intereses». El canciller recordaba aquel día las palabras de ánimo que un español había dirigido a los alemanes en 1949, en el «momento más aciago» de su historia, en el que «muchos habían perdido la fe en el futuro de nuestra vieja nación». Se cumplían entonces cien años del nacimiento de Ortega y Gasset, que tanto había deseado un futuro europeo para España, y que de este modo reaparecía en escena en el momento preciso en el que, con el apoyo del canciller y tras años de negociaciones, se hacía posible la adhesión.

Ser feministas de Alicia H. Puleo (ed.), Cátedra, 15 €

Pensamiento y acción se unen y refuerzan mutuamente en el feminismo. Las consignas escritas de las pancartas y coreadas en las manifestaciones y los textos de las teóricas no son mundos separados. Por el contrario, son dos formas de la fuerza transformadora del mundo que llamamos feminismo. ¿Qué puede ser mejor para festejar los 30 años de la Colección Feminismos que un libro aniversario en el que más de 40 autoras y autores de reconocido prestigio reflexionan a partir de lemas y citas que nos son familiares? En los últimos años, caracterizados por un nuevo auge del movimiento, estos lemas y citas circulan por las redes sociales y acompañan las movilizaciones del 8 de marzo y de otros momentos clave de las reivindicaciones de las mujeres ante la injusticia patriarcal. Autoras y autores: María Xosé Agra Romero, Teresa Alario Trigueros, Paloma Alcalá, Eva Antón, Xabier Arakistain Fátima Arranz, Isabel Balza, Barbi­japuta, Asunción Bernárdez, Mont­serrat Boix, Esperanza Bosch Fiol , Anna Caballé, Rosa Cobo, Ana de Miguel Álvarez, María Luisa Fe­menías, Victoria A. Ferrer Pérez, Carmen García Colmenares, Dina Garzón, Beatriz Gimeno, Amalia González Suárez, María José Guerra Palmero, Roberta Johnson, Marián López Fdz. Cao, Teresa López Pardina, Teresa Lozano (Towanda Rebels), Marta Madruga Bajo, Zua Méndez (Towanda Rebels), Alicia Miyares, Cristina Molina Petit, Isabel Morant, Soledad Murillo, Asunción Oliva, Eva Palomo, Verónica Perales Blanco, Eulalia Pérez Sedeño, Luisa Posada Kubissa, Alicia H. Puleo, Concha Roldán, Rosalía Romero Pérez, Octavio Salazar Benítez, Iván Sambade Baquerín, Aimé Tapia González, Amelia Valcárcel y Angélica Velasco Sesma.

Mujeres invisibles para la medicina de Carme Valls Llobet, Capitán Swing, 22 €

¿Por qué cuando un hombre acude con dolor torácico a urgencias se le somete inmediatamente a un electrocardiograma y cuando es una mujer quien presenta idénticos síntomas se le da un ansiolítico? ¿Por qué una mujer estresada es tachada de histérica y en cambio el hombre padece con toda probabilidad el peso de la responsabilidad? ¿Por qué a las mujeres se les exige una perfección física imposible de alcanzar y un hombre con canas y curva de la felicidad es, sencillamente, un madurito interesante? ¿Por qué las mujeres continúan siendo invisibles para la medicina? El cáncer de mama, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades mentales sin tratamiento, englobadas aún bajo el triste calificativo freudiano de histeria, la osteoporosis y otras enfermedades asociadas a la menopausia no son más que algunos ejemplos que, junto a la anorexia o la bulimia, hijas del tiránico culto al cuerpo, claman por una medicina adaptada a la mujer. Mujeres invisibles para la medicina es un apasionante recorrido por los distintos recovecos de la salud de las mujeres, por cómo se ven a sí mismas y cómo permiten que las vean los demás. Un documento imprescindible para todas ellas, cualesquiera que sean su edad y sus necesidades, que reivindica el nacimiento de una medicina adaptada a las necesidades específicas de la mujer.

Covidosofía de Dulcinea Tomás Cámara (comp.), Paidós, 22 €

Frente a fenómenos que trastocan y cuestionan desde elementos básicos de nuestra cotidianeidad hasta formas estructurales del sistema, la filosofía debe ser un espacio de reflexión indiscutible que se lance a desbrozar los efectos de una crisis como la de la COVID-19. Las consecuencias de esta inesperada anomalía configuran un cuadro de síntomas que, de manera casi impensable tiempo atrás, le devuelve una dignidad de hierro a las humanidades. Por ello, esta obra se erige como el primer acercamiento colectivo en español desde la filosofía a la era de la pospandemia. Para todas las voces indispensables de la filosofía contemporánea aquí reunidas parece enormemente atractivo pensar algo tan radical como lo que estamos viviendo sin el filtro del tiempo de la reflexión demorada, haciendo frente al acontecimiento inmediato. Es por ello que, más allá de sus limitaciones de tiempo y de espacio, así como de su indudable premura, una disciplina como la filosofía se erige como baza privilegiada para hilvanar las primeras reflexiones en torno al impacto y las consecuencias del virus, demostrando así que el pensamiento es lo único que se resiste a la cuarentena.

La retórica reaccionaria de Albert O. Hirschman, Clave Intelectual, 22 €

A lo largo de los últimos dos siglos y medio se produjeron las principales conquistas emancipatorias de la ciudadanía moderna: igualdad ante la ley (siglo XVIII), participación política (siglo XIX) y derechos sociales (siglo XX). Pero a cada una de estas conquistas le siguió una furiosa ola de reacciones conservadoras tan influyentes social y culturalmente como las propias reformas contra las que se levantaban.

En este verdadero clásico de las ciencias sociales, Albert O. Hirschman logró identificar y aislar tres tipos de argumentos reaccionarios paradigmáticos (la tesis de la perversidad, la de la futilidad y la del riesgo de todo intento de cambio histórico) que sirven para analizar la lógica con la que piensan y actúan los reaccionarios de cualquier época… también la nuestra.

La perspicacia y el conocimiento histórico desbordante de Hirschman (que combatió en persona al fascismo en Alemania, Italia, España y Francia durante los años treinta del siglo XX), permiten al lector recorrer en pocas páginas los hitos fundamentales del pensamiento político moderno: en ‘La retórica reaccionaria’ somos testigos de los apasionados debates de los últimos trescientos años en torno a la expansión de los derechos civiles, la universalización del sufragio o el derecho a una vivienda digna.

Este ensayo de 1991, que editamos ahora en nueva traducción y con un extenso estudio introductorio de Joaquín Estefanía, constituye una gran herramienta para comprender el actual ascenso de las derechas en el mundo.

BIOGRAFÍAS

Puccini. Su vida y sus obrasde Julian Budden, Traducción de Juan Lucas, Akal, 28 €

Puccini ha sido, es y seguirá siendo una de las figuras más populares en el mundo de la ópera. Y el autor de este libro, Julian Budden, ha sido uno de los más destacados investigadores de la ópera italiana. La unión de ambos nombres dio como fruto la que muchos consideran la gran biografía sobre el compositor de Lucca.

Con una hábil mezcla de análisis musical y relato colorista, en sus distintos capítulos se ofrece una esclarecedora visión de algunas de los títulos más populares del repertorio operístico de todos los tiempos, como Manon Lescaut, La boheme, Tosca, Madama Butterfly o Turandot. Budden aborda con agudeza el proceso de elaboración de una ópera, en la figura de quien se puede considerar que pone el punto final a la ópera italiana del siglo XIX. Así, en sus páginas el lector asiste a la pugna por encontrar a los intérpretes adecuados para el estreno de La boheme, la angustia de Puccini por terminar Turandot o su animosidad hacia algunos coetáneos como Leoncavallo (a quien llamaba irónicamente Leonasino o «león-asno»).

Asimismo, proporciona un informado análisis de las propias óperas, examinando la música acto a acto. Destaca, entre otras cuestiones, la influencia de Wagner en Puccini, el único entre sus contemporáneos italianos en seguir el ejemplo del alemán a la hora de otorgar protagonismo al motivo musical, lo que algunas veces le permite dar voz a pensamientos no expresados por los cantantes, y otras emitir al público una señal de la que el personaje no es consciente. Y, por supuesto, también nos deja un fascinante e interesantísimo retrato del hombre Puccini: con talento pero modesto, una persona con amistades de toda clase y condición social: tenderos, sacerdotes, terratenientes acomodados, colegas artistas. Afable, cortés, dotado de un gran sentido del humor, rara vez dejó de encandilar a todos los que se encontraban con él.

NOVELA ILUSTRADA/COMIC

¡Qué absurdo! de Lori Mortensen y Chloe Bristol, Traducción de Miguel Ros González, Impedimenta, 20 €

La biografía ilustrada, tan gótica como divertida, del inolvidable Edward Gorey, uno de los ilustradores más espeluznantemente creativos de la historia de la literatura. ¡Qué Absurdo! Biografía fascinante sobre uno de los autores más excéntricos y queridos de la literatura: ¡Edward Gorey! De niño era un ávido lector y disfrutaba con libros como Alicia en el País de las Maravillas y Drácula. Publicó más de cien títulos donde contaba historias que mezclaban el peligro, la oscuridad y el humor. Los niños por fin descubrirán aquel misterio terrorífico que inspiró a toda una generación de artistas… ¡desde Lemony Snicket hasta Tim Burton!

OTRAS LECTURAS

Siempre seremos. Mujeres en las artes visuales de Estrella Poza, Melusina, 9,90 €

Este es un libro de ilustraciones para colorear las historias de algunas de las mujeres españolas en las artes visuales de todas las épocas. Pero no solo: es también una pequeña acción pedagógica y creativa.

Reivindica la recuperación de las vidas, el trabajo y la pasión de estas mujeres que siempre serán, y a las que el sistema del arte ha invisibilizado, a lo largo de la historia y aún hoy en día. Les rendimos un merecido homenaje celebrando sus obras, tratando de vincular sus expresiones a la propia creatividad de cada lectora.

Un proyecto sencillo que invita a la experiencia íntima pero con voluntad de acción colectiva. Como si tuvieses en tus manos un pequeño museo de tapas de cartulina, con un aire un poco nostálgico, que esconde todo el color de nuestras pasiones: la de las artistas y las lectoras.

PSOE y Podemos irán en alianza las próximas elecciones

Según cuentan los que verdaderamente están en el meollo de las negociaciones cada vez es más plausible que en las próximas elecciones generales, que podrían adelantarse a junio de 2021 –cuando ya se haya vacunado a la mayoría de la población española-, PSOE y Podemos acudan a las mismas mediante la fórmula de la coalición electoral. Algo que podía resultar impensable hace solamente un año es a cada día que pasa algo más que factible. Una alianza que los asesores de ambas partes entienden como un proyecto ganador, un win-win dicen con voz engolada, ante la división electoral de la derecha. Esta ha sido la principal razón para limar las asperezas que siempre han existido, lograr la mayoría de diputados para no depender de ningún otro partido y gobernar durante una legislatura completa.

Las primeras conversaciones surgieron de conversaciones informales tras las reuniones del consejo de seguridad nacional entre Iván Redondo y Pablo Iglesias. Como todo el mundo sabe, el camarlengo monclovita siente verdadera fascinación por el podemita y viceversa. Así, entre bromas, halagos e intentos de aparecer como más estratega la posibilidad de esa alianza fue tomando cuerpo. El equipo de Redondo comenzó a hacer simulaciones con las encuestas semanales del gobierno y los números han ido cuadrando y proyectando la tan ansiada mayoría. Tras tener los números en la mano tanto Redondo como Iglesias han convencido a Pedro Sánchez, quien ha acabado dando el visto bueno pues en ningún momento se ha puesto en entredicho su posición principal y sería él quien participase en todos los debates electorales dando la imagen de toda la derecha contra el presidente “más de izquierdas de la historia”.

En efecto, Sánchez será el principal cabeza de cartel pasando Iglesias a repartirse en mítines conjuntos con otros miembros del PSOE pero no con Sánchez, con el que coincidiría solamente en el mitin de apertura y el de cierre. El resto de los mismos, agendas separadas. Iglesias se dedicaría más a las mañanas televisivas y Sánchez al horario nocturno en calidad de presidente presidenciable. Respecto al programa electoral cada partido tendría el suyo propio aunque ofrecerían uno conjunto con lo que se podría catalogar, según dicen las fuentes consultadas, las medidas del “programa de gobierno”. En ambos casos entienden que no habrá problema con las bases de ambos partidos y que todo se aprobará sin problemas, no en vano controlan los mecanismos digitales para hacer que el resultado satisfaga a las direcciones de ambos partidos. Esta alianza, justo antes del proceso congresual del PSOE permitiría a Sánchez presentarse como el político socialdemócrata de la historia y evitar que alguien tenga alguna tentación de realizar la mínima crítica a su persona y programa.

La lucha contra las fake news.

Si ha leído hasta el subtítulo anterior y se ha creído todo entenderá lo que es un bulo. Sin necesidad de recurrir a lo emotivo (“¡Inmigrantes asesinan a niña de seis años!” y cosas por el estilo), bien al contrario, con una redacción sumamente racional pero apelando al deseo alojado en su inconsciente de seguir con un gobierno de coalición con mayoría absoluta se puede conseguir engañar a las personas. También lo pueden hacer los propios partidos políticos filtrando noticias falsas o para ver cómo responde la población o militancia (los famosos globos sonda) a fin de lograr algún rédito personal. Está todo inventado desde hace muchos años. Lo único que cambia es la velocidad a la que circula la mentira, la media verdad o lo ideológico-discursivo.

También puede suceder que desde el primer momento usted no se haya creído nada y se haya dado cuenta del bulo con sólo leer el titular. Bien por usted que tras leerlo habrá pensado que es una “paja mental” del articulista, del director del periódico o de algún poderoso que ha pagado para que se publique algo así. Es normal en los periódicos meter publicidad a través de noticias más o menos impactantes y que se escribe al dictado de la clase dominante, de un partido o de una empresa tampoco es extraño, ni novedoso.

Lo normal con la ciberinformación es comprobar si otros medios, especialmente esos que pueden ser considerados más fiables o grandes, se hacen eco de la información, si la replican o callan. En caso de no ver eco sin duda puede estar ante un bulo, una gran mentira, porque lo habitual es intentar informarse de esa exclusiva contactando con las propias fuentes. Así se consigue, si se tiene un poco de perspectiva crítica, luchar contra las famosas fake news, no desde el gobierno sino desde la educación a la población para que posea una mente crítica. Cuando ABC dice que este gobierno es autoritario y está dispuesto a acabar con la democracia no está informando sino procurando a sus fieles ideología. Lo mismo sucede con los periódicos “progresistas”. ¿Es eso contrario a la democracia? No, en una sociedad con valores democráticos asentados y por tanto conciencia crítica, no es necesario acudir a organismos del propio gobierno para perseguir las mentiras, que como dice el refrán tiene las patas cortas. Es más un problema de educación que de información. Por ello unos poderes tales sobran si se tiene sentido democrático.

El problema es que creando un “ministerio de la Verdad”, como lo han catalogado desde la derecha, al final se infantiliza a las personas pues aparcan el desarrollo de la conciencia crítica a la espera de que ese organismo gubernamental les diga si es verdad o no. Y como no podrá decidir por los millones de artículos que se publican, al final, el bulo seguirá corriendo como la espuma por las redes. El problema es que un organismo así se puede utilizar para hacer el bien (perseguir la mentira), pero también para hacer el mal (perseguir a las conciencias críticas). Y como seres humanos, imperfectos y llenos de debilidades nada impide que se utilice mal y se atente contra la libertad de expresión y de pensamiento. Y no contra el gobierno sino contra el propio sistema a instancias de la clase dominante o una fracción de ella. Incluso no sería extraño que se utilizase en las peleas entre fracciones de clase, entre élites de todo tipo o contra alguna mente crítica. Lo que han aprobado PSOE y Podemos es bastante peligroso y antidemocrático porque se puede utilizar mal. De hecho algunos ya se quejaron cuando M. Rajoy intentó algo similar y la carne política es débil, muy débil. Y no sólo se posicionan contra esto personas de derechas, sino de izquierdas.

Unos presupuestos para terminar la legislatura

Los presupuestos generales del Estado que viene presentando el equipo económico del gobierno son fundamentales no tanto para España como para el propio gobierno de coalición. Significan la supervivencia política de la alianza que se produjo hace casi un año entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Una supervivencia de dos años cuando menos, que es lo que se calcula va a durar el efecto Covid-19 en las economías europeas. Luego habrá que ver por dónde vienen los disparos del Eurogrupo, de Alemania o del propio ritmo económico español. Unos presupuestos con aumentos de las partidas respecto al eterno “presupuesto Montoro” que es criticado por unos y alabado por otros, como suele ser normal en estos casos, pero que permitirían al gobierno aguantar esos dos años –ya se ha planificado que los siguientes pudieran no aprobarse y prorrogar estos mismos-, más los dineros que vengan de la Unión Europea como mecanismo de reflotación coronavírico.

Sin tener en cuenta que esta situación cualquier estrategia, da igual el partido como se verá, no puede ser analizada aportando más certezas que voluntarismo. El PP de Pablo Casado sabiendo que los presupuestos resultan fundamentales para la estabilidad gubernamental se opone a ellos atacando el aumento de los impuestos a las personas que más ingresos tienen. Saben que, en condiciones normales, ese aumento impositivo no supondrá más de 14 o 15 millones de euros al año… con suerte y si no hay elusión fiscal, pero le sirve para legitimar su discurso de la confiscación patrimonial y demás tics que ya son conocidos por todo el mundo. Ese mismo aumento impositivo sirve al equipo de gobierno para justificar que actúan en favor de una mayor solidaridad entre clases y en favor de los menos pudientes, a la vez que aumentan los impuestos indirectos (los más regresivos) y las cotizaciones a autónomos. Todos acaban justificando sus discursos con una medida que, más allá de si es de justicia social, no aportará un gran aumento en los ingresos generales de la hacienda pública. Ciudadanos ya se verá si acaban apoyando o no debido a los acuerdos que se establecen en otras leyes y materias a cambio de apoyos.

Unos presupuestos para dos años que es lo que calculan que durará como máximo la legislatura actual. Una vez que se hay reflotado la economía, que el gobierno tenga a mano poder decir que venció a la pandemia y puso a España en el camino del progreso occidental, el amor que se tenían terminará. Las divisiones dentro del Consejo de ministros, que son carne de prensa amarilla y no coinciden con los distintos partidos que conforman la coalición, no son tan exageradas como se presupone pero no es calma chicha lo que en Moncloa se cuece. Tanto los asesores de Sánchez, como los de Iglesias están deseando justificar una ruptura, más o menos civilizada, e ir a elecciones para sobrevivir cada cual. No se producirá el año que viene pues hasta que no haya una vacunación masiva y se pueda volver a cierta normalidad aguantarán. También lo harán para sacar adelante las leyes y reglamentos que entienden mejor se adaptan a los deseos de cada partido, y eso se logra en un año y poco más. De ahí pasarán al sentimentalismo que tanto gusta al camarlengo monclovita y cuando menos lo esperen los partidos de la oposición… a elecciones.

Salvo catástrofe y disputa demasiado intensa, hoy por hoy, no interesa a ninguno de los dos partidos romper el gobierno. Sí que se va a proceder a modificar el número de ministerios y algunas caras del Consejo, pero el límite de seguir hasta 2022 como poco está en la mente de todos. El año que viene, con sus retrasos, será congresual para el presidente Sánchez, quien espera darse un paseo militar en el mismo y reducir su ejecutiva a los más fieles y, especialmente, tomarse fría venganza de Susana Díaz. Izquierda Unida iba a celebrar su Asamblea Federal pero Alberto Garzón, a quien le están moviendo la silla, ha decidido que se retrase su celebración hasta bien entrado el año. No sólo por la pandemia sino también para mover sus hilos y salvar su pescuezo. Mientras tanto esperan que la derecha siga en su pelea destructiva para poder ir a las elecciones con mayor división a ese lado del espectro. Así pues, sabiendo que habrá muchas dificultades para aprobar otros presupuestos, estos se tornan claves para aguantar toda la legislatura… Si la Unión Europea no lo impide.

#BlockMatallanas llena las redes atléticas

Igual esperaban en esta columna una profunda disquisición sobre las elecciones en EEUU, contando las peculiaridades de cada estado en relación a su idiosincrasia, a ser anabaptistas del sur o el orgullo redneck… Pues no. Porque da igual lo que elijan los estadounidenses que a los españoles les irá mal. Más interesante, empero, es la tendencia en la red social twitter que ha tenido entretenida a la masa atlética durante todo el día, tanto como para hacer trending topic, que dicen los anglos, el lema #BlockMatallanas, o en la lengua de Cervantes Bloquea a Matallanas. Y ustedes se preguntarán ¿quién es Matallanas? ¿Qué ha podido hacer ese ser para que toda la masa atlética quiera bloquearlo? ¿Ha estado contando votos en Wisconsin?

El bloqueo en redes se produce contra Javier Matallanas, periodista del diario As, que tiene por costumbre alabar a los dueños, aunque por apropiación indebida, y atizar al entrenador del Atlético de Madrid sin venir a cuento. El ínclito columnista del periódico madridista del Banco de Santander, lo que ya es un aviso, nunca se ha prodigado en las redes sociales salvo para dejar sus “perlas ensangrentadas” contra el Cholo Simeone. Como está estudiando para entrenador de “furgol” también se cree capacitado para dar explicaciones que a nadie le importan sobre los movimientos tácticos del equipo y el mejor aprovechamiento de los jugadores.

Todo esto sin haber pisado un terreno de entrenamiento con esos jugadores. Esto no empece para que el todólogo deportivo ataque semana tras semana al entrenador rojiblanco. Si gana porque no había puesto hasta ese momento a los jugadores en su verdadero sitio; si empata porque es un amarrategui; si pierde porque no le gusta el “furgol de ataque”; si juega bien el equipo porque ha dejado escapar a no se sabe bien qué jugador que se come siete fueras de juego por partido; y así hasta causar la náusea.

Producto de esa náusea y ese rencor contra el entrenador con el que el Atlético de Madrid ha conseguido tener la mayor regularidad en lo alto de la tabla y de las competiciones europeas de la historia, además de haber nutrido las polvorientas vitrinas rojiblancas con la mayor cantidad de trofeos que se recuerda desde los tiempos de Helenio Herrera, surge entre la familia atlética la intención de bloquearle en la red social para no tener que aguantar más sus –dicen los atléticos, tomando las publicables- “babosadas”, “estupideces”, “gorrineces”, “gilipolleces”, “rencores”, “mala baba”… No vaya a ser que a algún bienintencionado, o a un niño rata, le dé por compartir esa publicación y acabe “lastimando los ojos”. Mientras las redes estaban pendientes, no se sabe para qué, de los resultados en EEUU, la familia atlética estaba “apuñalando” digitalmente a un traidor a los valores republicanos. En otra época fue a César, hoy es a Matallanas, salvando la distancia de personaje histórico y de escritor de calidad, que como habrán entendido es en favor del romano.

Las malas lenguas (redes sociales) dicen que después de no haber concedido una entrevista el entrenador al periodista, cansado de atosigamiento, de pedirle que le filtrase noticias, éste tomó revancha aprovechando que el Cholo Simeone pasa de esas cosas. Otras malas lenguas dicen que su vinculación a cierta agencia de representación de jugadores, la cual filtraba noticias a los medios hasta que el cuadro técnico decidió que se acababa esa historia, es por donde sangra la herida del periodista. Se cargaron a los que les filtraban lo que sucedía en el vestuario y se toma venganza. Otras lenguas hablan de bocadillos de panceta, de devorar canapés y de rendir pleitesía a los usurpadores… A saber.

No es que importe el porqué de su mala baba, sino esa mala baba que ha acabado por agotar la paciencia de la hinchada. Y para acabar con la paciencia de la hinchada del Atlético de Madrid hay que ser muy cansino o muy grosero porque llevan aguantando gilismo décadas y eso no lo puede decir nadie en este mundo. Mientras otros periodistas se ganan el corazón de la hinchada, sin olvidar la crítica cuando es obvia (véase Rubén Uría, Juan Gato e, incluso, Patricia Cazón), este señor parece que sólo busca protagonismo haciendo chiringuiterismo… El problema es que la prensa espectáculo no es del gusto atlético, salvo a los niños rata. Ahora será el madridismo el que disfrute del ínclito.

¡Al fin acertó Alberto Garzón!

Cuando se acierta se debe exponer de la misma forma en que se ha venido expresando la cantidad de errores que viene cometiendo Alberto Garzón desde que es coordinador general de Izquierda Unida. La nueva ley contra el juego que ayer se aprobó en el Consejo de ministros es un acierto completo. Un decreto-ley que deberá pasar el trámite de la convalidación parlamentaria y que podría sufrir algún cambio por mor del cambalache político propio de cuando se carece de mayoría parlamentaria. Aun así la ley que presenta el ministro de IU es una buena noticia porque incide en una enfermedad social que viene causando graves perjuicios personales y económicos. Además de la adicción se suma el problema familiar y personal que genera la locura de las numerosas webs de apuestas on-line y las casas de apuestas que están plagando los barrios.

No es que Garzón haya tenido unos buenos meses desde que accedió al ministerio. De hecho viene anunciando esta ley cada vez que le entrevistan, cada vez que le dejan hablar en rueda de prensa y cada vez que no tiene nada que decir en redes sociales. Una ley necesaria que será, a buen seguro, lo único que deje en su paso ministerial y que ha sido posible aplicar pues el lobby del juego propiamente español no tiene la fuerza suficiente y, por qué no decirlo, se quita algo de competencia. Una ley que ataca las prácticas sociales que son perniciosas y evita la publicidad, especialmente deportiva, que es fuente de atracción para los más jóvenes, el grupo más perjudicado aunque no el único. Ahora falta que las casas de apuestas vayan despareciendo de enfrente los colegios o instituciones educativas aunque no es posible acabar con esta lacra social de un supuesto dinero fácil que acaba convirtiéndose en un desastre humano.

La “ley Garzón del juego”, ya que el resto de legislación que tiene en mente igual no llega a buen puerto, quedará ahí y siempre podrá ponerse la medalla de su puesta en marcha. A partir de ahora, salvo alguna crisis de consumo sobre la que tenga competencias (no son muchas), podrá Garzón ponerse a repensar tranquilamente lo que desee. Podrá prepararse unas oposiciones o hacerse fotos y subirlas a las redes sociales. Incluso podrá tomar algunos datos de algún estudio antiguo para escribir un nuevo libro en el que contará obviedades ya sabidas pero que le servirán para ganarse unos eurillos en una de las empresas potentes del sector (Grupo Planeta). Su nombre está en todas las quinielas para abandonar el cargo ministerial por la imposición de la Unión Europea para reducir el número de ministerios y porque Enrique Santiago lleva haciéndole la cama demasiado tiempo para no acabar en una poltrona él mismo. De momento parece que han acordado que siga Garzón de coordinador general de IU durante el proceso de absorción que hará Podemos. De momento, claro.

Como se ha afirmado al comienzo hay que remarcar que por una vez ha hecho las cosas bien y eso hay que reconocérselo. En el resto de situaciones será Pedro Sánchez quien decida si sus otras ocurrencias pasan el filtro del Consejo o si directamente le dejan para inauguraciones y conferencias, algo que era la intención de no sólo del presidente sino del vicepresidente segundo. Yolanda Díaz, su otra compañera del PCE, ya se ha sabido mover mejor y se acerca a poder fichar por el PSOE a no más tardar. Como en su momento Diego López Garrido, ha encontrado su lugar al sol que más calienta. Garzón de tanto repensar se ha olvidado de actuar en su propio favor -hasta sus más leales, como Sira Rego, le han abandonado- y de su gente. De ser despojado de un ministerio, eso sí, siempre podrá pedir a Sánchez que le nombre embajador en el Vaticano, algo que le llenaría profundamente.

Ni Trump, ni Biden son buenos para España

Están todos los periódicos desde el sábado anunciando la buena nueva de las elecciones presidenciales en EEUU. Cada uno defendiendo “lo suyo” pero todos plegados al poder del Imperio, decadente pero imperio, actuando como los cortesanos que acaban siendo. Análisis de todo tipo alabando o vilipendiando a cada uno de los candidatos como si fuesen unas elecciones propias y, por ende, filtrados esos análisis mediante el pensamiento ideológico propio. O lo que es lo mismo, tomando partido por uno u otro en función del posicionamiento del medio de comunicación en cuestión. Si de derechas, Donald Trump, si progresista Joe Biden. Y la realidad es que ninguno de los dos candidatos es bueno para España, lo miren por dónde lo miren.

Si se fijan en el actual inquilino de la Casa blanca, ha hecho todo lo posible por perjudicar las exportaciones agrícolas de España. El aceite, la aceituna de mesa, el vino, el queso u otros productos en los que España es potencia mundial por la calidad que atesoran sus productos han sido vetados directa o indirectamente por la administración Trump. En una decisión proteccionista, pero exigiendo tragar con todas las mierdas, especialmente culturales, que exportan, el actual presidente de EEUU ha perjudicado a las empresas españolas y aquí le ríen las gracias los mismos que piden libre mercado, ayudar al empresario propio y sacan banderas menos cuando se trata del Imperio. A ello hay que sumar que obligó a la Unión Europea, algo que celebró Alemania como cónsul europeo de la fuerza militar del otro lado del Atlántico, a establecer un bloque económico con la Rusia de Vladimir Putin. Esto ha supuesto que España haya perdido turismo eslavo y que numerosos productores de verduras españolas hayan visto cómo se perdían negocios consolidados con el país del norte de Europa. Porque, si les queda alguna duda, Rusia es Europa, oriental pero Europa, y EEUU no.

Esto solamente en el plano económico que se ve y se toca, porque a niveles de fondos buitre o de inversión bien que ha potenciado Trump la compra de acciones y el control de numerosas empresas de todo tipo en España. Desde periódicos hasta constructoras pasando por energéticas. Ahí ha sido el adalid del mercado libre y ha marcado el rechazo generalizado a las potencias económicas antagónicas como son Rusia y China y con las cuales España tenía una gran relación financiera y productiva. En el plano de las relaciones internacionales España, con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, ha tragado con la doctrina Monroe (Venezuela, Chile…), los golpes de Estado blandos (Bolivia) y todo lo que desean desde Washington. Una política completamente plegada a la voluntad estadounidense de la que la UE es buen ejemplo de cobardía. Cuando los lazos de unión entre España y la América Latina van más allá de lo comercial, la administración Trump ha impuesto a los gobiernos españoles una política contraria a los intereses patrios. Al menos no ha empezado ninguna guerra más por el mundo.

Los medios de la derecha quieren que gane Trump en general pero saben que si vence Biden la ideología que defienden estará perfectamente protegida. No es este provecto un radical del socialismo sino un liberal de los de toda la vida. Igual con cierta mirada más social pero solamente en lo que se refiere a los conflictos internos de EEUU y sin ir más allá de algún proyecto de sanidad gratuita y poco más. Un liberal de mercado libre, para los demás, y mucha guerra por todo el mundo. Biden, que apoyó el golpe de Estado de los fascistas ucranianos y del que sacó una tajada económica importante cuando era vicepresidente de Barack Obama, sigue la tradición de la fuerza imperial de inmiscuirse en las economías de los demás, en los conflictos de los demás y de ir a buscar controlar las riquezas minerales de cualquier país que les interese. Un viejo halcón de Washington que une potencia militar a negocios personales del establishment estadounidense. Si usted que lee esto es de izquierdas si analizase el discurso completo, no lo que le cuentan los medios que dice, y las intenciones prácticas del personaje que le presentan como progresista pensaría “ese tipo es de derechas”. No piensen que los bloqueos comerciales serán quitados si gana Biden, igual hasta los aumenta porque la presión para que se vetase a España venía de la administración Obama ya.

¿Cuál es la diferencia entonces? Para el resto del mundo ninguna. Con la presidencia de Trump ya se ha cumplido lo que quería la internacional populista de derechas: llenar el mundo de noticias falsas, generar inestabilidad social en todos los países, volver a tiempos de guerra fría para establecer un falso miedo que permita que las sociedades acaben tragando con la limitación de libertades y acepten estar enganchados física y mentalmente a diversos dispositivos electrónicos que les controlan sin rechistar. Trump ha finalizado la creación del ser-dispositivo en las mentes de occidente (en oriente es algo distinto), algo que Obama no pudo lograr pero que Biden asegurará sin moverse un milímetro de lo ya conseguido. En el plano militar igual es peor Biden que Trump, no tanto en el gasto, el cual se aumentó por imposición trumpiana, pero sí en el uso de armamento en guerras éticamente reproblables pero que siempre son en beneficio de los mismos EEUU. Realmente a las españolas y españoles que gane uno u otro ni fu, ni fa, porque con ambos salen a perder. Pero si les hace ilusión seguir el desarrollo y pensar que dependiendo de quién gane, gana uno de los suyos tienen todo el día de hoy y el de mañana para entretenerse. Es más pónganse a sus telepredicadoras favoritas de las mañanas para análisis harto sesudos dominados por la ideología imperial o al señor de negro que es lo mismo que ellas pero vestido más acorde a su oficio de dar el sermón desde el púlpito. La realidad es que a España le irá mal con uno y con otro.

Las personas de izquierdas también disfrutan la navidad

Comienza a ser preocupante el estado intelectual de cierto sector de la izquierda, de la derecha mejor dejarlo para otro día, pues no se sabe el motivo han decidido que hay que destruir todo, no dejar piedra sobre piedra, sin haber entendido lo que significa ser de izquierdas. Entre aquellos que hacen de la postmodernidad el espíritu de época y todo aquello que sea sólido, tradición o racional es malo, y aquellos que ven en cualquier atisbo de cabreo un acontecimiento que acabará con todo el sistema parece haberse perdido el sentido materialista del análisis. Un materialismo que, como pueden comprender, no es puro y está recorrido por diversas transversalidades como el humanismo, el idealismo (algo de esperanza siempre es bueno), la moral o cierta idea de progreso. No es el análisis propiamente de izquierdas ajeno a lo que le rodea porque entonces no sería de izquierdas sino otra cosa que aparenta situarse a la izquierda para competir en la consecución de prebendas en la política/sociedad espectáculo.

Las personas, da igual la ideología que posean, están no sólo determinadas por la clase social en la que nacen, sino por la ideología dominante de la época o nación en la que nacen. Una ideología dominante que es una mezcolanza de valores, de posiciones políticas, de usos y costumbres, de ética, de estética, de religión, de dichos, dimes y diretes… como ha sucedido a lo largo de la historia. No existe una posición política pura –y cuando se ha insistido en que existiese se ha llegado al totalitarismo-, no existe una verdad absoluta pero sí existe una realidad que se define no tanto por el supuesto espíritu de época como de las prácticas humanas. Cuestión bien distinta es que cierta americanización –vía series, películas, libros, etc.- se haya estado imponiendo en las culturas de todo el mundo. Celebrar Halloween o papá Noel (en el caso de España) son imposiciones de la gran ideología imperial. Salvo casos parecidos –todos los que están enganchados a las plataformas de series que luego critican deberían hacérselo ver- la realidad es que la cultura forma parte del ser, guste o no guste.

¿A qué viene este alegato se preguntarán? La respuesta se encuentra en un artículo del escritor Julio Llamazares que no se sabe si ha querido crear una polémica ahora que acaba de publicar un nuevo libro y siguiendo la estela de Arturo Pérez Reverte intenta que le hagan casito y compren sus ejemplares cierto sector social. El diario El país ha entresacado una frase, donde se encuentra la polémica, del artículo donde dice lo siguiente: “Los partidos de la derecha española están preocupados porque la Navidad se celebre como Dios manda, con un derroche de consumismo y todas las familias sentadas a la mesa, se soporten sus miembros o no. Es lo que ordena la tradición”. Pensar que sólo los partidos de derecha están preocupados por la celebración de la navidad es una falacia pues presidentes autonómicos del PSOE han pedido a las personas hacer un esfuerzo ahora para poder celebrar las fiestas en compañía de los seres queridos. Claro que como manda la tónica dominante en la izquierda postmoderna y populista, esos presidentes son de derechas… Ya.

El consumismo, gracias al cual se venden los libros de Llamazares hay que señalar, en navidad no ha sido provocado por la derecha, también por la izquierda desde hace años, pues ninguno de los partidos políticos del arco parlamentario ha hecho batalla contra la lógica consumista del propio sistema. Desde el propio periódico donde al señor Llamazares le pagan se fomenta el consumismo diariamente y con especial predilección los sábados y domingos con las revistas incluidas en formato papel. Es más se alimenta un tipo de persona progresista, con cierto tipo de consumo, con cierto tipo de gustos, con cierto tipo de mentalidad que el escritor no tiene a bien denunciar de igual forma que denuncia el consumismo navideño. Pero siendo esto parte de la hipocresía de cierta izquierda que enterró los valores de la austeridad –no por obligación- y que ahora vive en lujosas mansiones o urbanizaciones exclusivas, no deja de ser preocupante lo que hay detrás de la frase de Llamazares, que la izquierda no participa de las tradiciones, de la cultura, de lo que conforma su ser-en-el-mundo y en la parte del mundo que le ha tocado.

No todo lo que es tradicional encaja con la filosofía de la izquierda –la propia izquierda socialista es ya una parte de la tradición política-, de hecho poco a poco se van abandonando tradiciones que hace pocas décadas podían ser vistas como normales (tirar cabras de un campanario, por ejemplo), pero no todo lo que es tradición es ajeno a la izquierda. Y las navidades, la semana santa y otras festividades de origen religioso católico son parte de esa tradición que las personas de izquierdas comparten y disfrutan. ¿Se puede ser nazareno en Sevilla y ser de izquierdas? Claro que se puede. Como se puede celebrar la navidad y, si se puede y hay posibles, darse algún gusto –en especial gastronómico- durante las navidades. ¿En qué cabeza cabe que lo cultural no es parte del ser de la izquierda? Hay partes de la cultura que se denuncian y contra las que se lucha y hay otras que se aceptan y se disfrutan como animales sociales. Porque ese individualismo de tinte postmoderno y progresista de cabreo permanente contra todo y todos, que algunos intelectuales cuelan en sus columnas, sí que no es de izquierdas.

Tras un año complicado, donde muchas familias se han perdido a alguno de sus miembros por el coronavirus o adjunto al mismo; donde padres y/o madres ha  estado en la más absoluta soledad porque no han podido ver a sus hijas e hijos; donde hermanos y hermanas apenas se ven; donde muchos cumpleaños han quedado sin su celebración familiar; donde (incluyan ustedes mismos lo que no ha podido hacer una familia que se hace en condiciones normales), celebrar la navidad en familia, con seguridad, no es ya sólo que lo deseen los partidos de derechas sino la mayoría de la población española. Algunos desalmados y antisociales seguro que no, pero son minoría respecto al común de los mortales. No es una cuestión ideológica la celebración de las navidades sino social y por ende transversal a las posiciones políticas de los partidos del sistema. Toda la vida se han sentado a la mesa personas que no se soportaban, igual Llamazares no soporta a nadie de su familia; toda la vida se ha aguantado al pelmazo de la familia fanfarroneando; toda la vida se ha disfrutado de la navidad y ahora parece que también es algo a disputar por cuestiones no ideológicas sino de postureo en la política espectáculo.

Ser de izquierdas no es carecer de tradición. Ser de izquierdas no es quemar iglesias –que algunos confunden laicismo con anticlericanismo, pero luego dicen que a los islamistas hay que entenderlos y loan las celebraciones del ramadán-. Ser de izquierdas no es ser un robot carente de sentimientos, sino un ser humano como cualquier otro. Aunque algunos siempre quieren el “hombre nuevo” como ese robot y ahora con ciertas tecnificaciones están más cerca de cumplir sus sueños húmedos. Ser de izquierdas no significa ser antisocial. Ser de izquierdas es otra cosa que algunas personas, sean intelectuales o políticos, no han entendido. O que les molesta que todas las personas puedan celebrar fiestas, que a lo peor es eso que no les gusta que las personas del común imiten lo que se han convertido en privilegios de una élite que se dice de izquierdas. Ser de izquierdas no expulsa a las personas de la cultura nacional, que parece que ahora la nación, la cultura, lo social y todo lo que tenga algún tipo de poso tradicional se ha entregado a la derecha cuando es patrimonio común. Con las contradicciones típicas de toda práctica social, pero ni alguien deja de ser de izquierdas por tener un sentido religioso de la vida, ni alguien es de izquierdas por gustar de cualquier derecho sentimental inventado.

Libros, libros, libros III

En la semana en que se ha sabido que Javier Cercas, para aquellos que les guste, vuelve a escribir para Tusquets con su novela Independencia, presentamos las novedades literarias que han enviado las editoriales.

NOVELA

Noche y océano de Raquel Taranilla, Seix Barral, 20,90 €

Premio Biblioteca Breve 2020

Las claves de Noche y océano

Beatriz Silva y J. B. Quirós protagonizan esta novela: ella es doctora en Sociología, da clases en la universidad y vive en Barcelona con Omega, un pez cebra, en una gran casa con porche y jardín que alquila a muy buen precio, de la que apenas sale y en la que recibe las visitas esporádicas de su amiga Ana María. Quirós, amigo de la propietaria, aparece un día para ocupar la planta superior. Él es un cineasta de culto que persigue la estela de F. W. Murnau. En su búsqueda viaja a toda ciudad en la que exista un archivo, un experto, un rastro del gran mito del cine mudo, y especialmente a los lugares exóticos que el director alemán filmó en su película póstuma Tabú.

Estos dos personajes son las dos caras de una novela que arranca con una noticia del periódico. Beatriz lee atónita: «Robado el cráneo de Murnau, director de Nosferatu», y sin asomo de duda sabe que sólo ha podido ser él. Quirós no ha vuelto de su último viaje, pero en la casa dejó una caja llena de pruebas de su obsesión enfermiza. Pruebas que la propia Beatriz se ha dedicado a estudiar al milímetro, minuciosamente, recorriendo, sin salir de su casa, cada paso dado por Quirós, mientras en el exterior transcurre un verano en el que en realidad ella debería estar investigando a Arnold Kreikamp, un autor del que nunca ha oído hablar, para un artículo académico que se ha comprometido a escribir.

A punto de cumplir treinta y dos años, Beatriz es una mujer desencantada de la vida académica, que acumula publicaciones en su currículum y rabia contenida ante la decadencia de su profesión. Imparte una asignatura llamada «Sociología del ocio y del turismo» —o al revés, no lo recuerda— y lo sabe todo sobre el turismo de masas, sobre György Lukács y sobre el futuro desilusionante que le espera en su carrera. Beatriz se ha ido llenando la cabeza de información, citas, referencias, fuentes y teorías durante tanto tiempo que ya no puede evitar trazar conexiones, encontrar paralelismos, vincular cualquier idea supuestamente espontánea a otras muchas ya existentes en una cadena interminable de pistas que la enganchan  como a una adicta pero que también le impiden sorprenderse ante el mundo, hallar lo exótico y fascinante. La llegada de Quirós con su proyecto despierta en ella «un apetito ingenuo al que hubiera sido sensato no obedecer». Beatriz Silva es la protagonista y narradora de esta historia contada en primera persona, pero es a Quirós a quien mira cuando lee sus notas y observa lo que ha filmado, cuando lo escucha hablar y cuando lo espía desde la ventana. Quirós, obsesionado con Murnau desde niño, prepara un documental que recoja los lugares exóticos que aparecen en el film póstumo que el mito alemán filmó en la Polinesia, Tabú, una historia de amor malogrado. A través de lo que va descubriendo Beatriz entre los papeles de Quirós, el lector descubre que en realidad intenta filmar tupapaos, espíritus de la Polinesia que aparecen para aterrorizar a quien profane lo sagrado, aquello que es tabú. O, más bien, reproducir el mecanismo utilizado por Murnau en Tabú para crear esa ilusión espectral, y grabar la reacción de un auditorio de nativos. Pero también desea filmar a los restauradores de los rollos de película en el proceso de recomposición del original, y al estudioso que descubre y examina los rastros para armar el puzle más fiel; tareas que, si bien se alejan de la obra inicial de Murnau, provocan un entusiasmo en Quirós tan contagioso que Beatriz conversa a menudo con él sobre su proyecto, lo alienta a descubrir nuevos datos, aventura conexiones entre todo lo que ella conoce y todo lo que él busca, al tiempo que va creciendo su afecto por él.

La mujer sin sepultura de Assia Djebar, Traducción de Laura Rey-Stolle Tortosa, Armaenia, 20 €

Como una confluencia de géneros novelístico, histórico y biográfico, Assia Djebar, la escritora argelina más importante del siglo veinte, narra en esta extraordinaria obra la vida y muerte de Zulija Udai, heroína partisana de la guerra de independencia de Argelia.

Zulija (1911-1957) fue una mujer excepcional: instruida (primera musulmana diplomada de la región que, además, dominaba el francés); rebelde (se casó contra la voluntad paterna y se divorció dos veces); atípica (ni rezaba ni creía en supersticiones); independiente (trabajaba, no llevaba velo y vestía como una europea); libre (se casó tres veces por amor, y, por amor, eligió ponerse velo y dejar su trabajo) y luchadora (renunció a sus hijos para unirse a la resistencia). Tras el asesinato de su tercer esposo, un musulmán practicante miembro del maquis, Zulija decidió proseguir su lucha contra el colonizador. Antes de echarse al monte, sirvió de enlace entre la ciudad y la montaña para una red clandestina de mujeres. Tras ser detenida por el ejército francés, fue interrogada, torturada y finalmente ejecutada, pero el cuerpo nunca fue entregado a su familia. Se convirtió en la «mujer sin sepultura».

El manto de Marcela Serrano, Alfaguara, 17,90 €

A la venta el 5 de noviembre de 2020.

«Nos han arrojado una bomba atómica sobre nuestras cabezas. Fuimos siempre cinco hermanas. Se ha roto, irreversible, nuestra fanática identidad.»

En noviembre de 2017, tras años de ir y venir, un cáncer terminó con la vida de la periodista Margarita Serrano. Devastada, su hermana Marcela encontró en el retiro campesino y en la escritura la única manera de sobrellevar el desconcierto, la tristeza y la rabia. Ese estado de excepción emocional es lo que está en la base de estas páginas que, con el pasar de los días, la autora fue tejiendo como un manto para cubrir a su hermana y a quienes tras su muerte quedaron a la intemperie. El resultado de ese arrojo son los emocionantes, tristes y a la vez luminosos apuntes -discontinuos como el duelo mismo- que Marcela Serrano reunió con lucidez y coraje durante todo el año que siguió a la muerte de «la M», un año que tuvo mucho de encierros y recuerdos, algo de música y nada de autocompasión. El manto es su libro más personal.

Horas cruentas. La historia del libro inconcluso de Harper Lee de Casey Cep, Traducción de María Alonso Seisdedos. Libros del KO, 22,90 €

El 11 de julio de 1960, Harper Lee publicó su primera novela: Matar a un ruiseñor. El éxito fue instantáneo. Durante su primer año, vendió medio millón de ejemplares. A los dos años, se estrenó la adaptación cinematográfica, que obtuvo tres Óscar. La excelente acogida de la obra desató las expectativas de los lectores y de la crítica por el siguiente libro de la autora. Pero pasaban los años y ese libro no llegaba. Y no se debía a que Harper Lee no lo intentara.

En 1977, Harper Lee viajó a su Alabama natal para contar la increíble historia del reverendo Willie Maxwell. Seis personas de su entorno habían muerto en circunstancias más que sospechosas, pero los investigadores fueron incapaces de probar su culpabilidad. La presencia de Maxwell sembró de miedo y de rumores los alrededores del lago Martin: sus habitantes temían los supuestos poderes sobrenaturales del Reverendo relacionados con el vudú. Hasta que uno de sus vecinos decidió tomarse la justicia por su mano y lo mató en un funeral delante de trescientas personas. Harper Lee entrevistó a muchos protagonistas y emprendió un fatigoso proceso de escritura cuyo resultado nunca llegó a conocerse. En febrero de 2015, un año antes de que muriera la escritora, se anunció el lanzamiento de un nuevo libro suyo. Pero aquella obra, titulada Ve y pon un centinela, correspondía a un manuscrito entregado a su agente hacía cincuenta y ocho años, antes incluso de que redactara Matar a un ruiseñor. En Horas cruentas, la periodista Casey Cep trenza las historias del Reverendo y del libro inconcluso de Harper Lee. Pero no solo eso. Este libro nos ofrece un viaje fascinante por el sur de Estados Unidos, un magnífico retrato del clima intelectual y político de aquella época, un excelente ejemplo de cómo construir un relato cargado de suspense y un viaje exhaustivo a la mente atenazada de una de las autoras más importantes del siglo XX.

Primavera extremeña de Julio Llamazares, Alfaguara, 14,90 €

«Mientras el mundo se desmoronaba, la naturaleza volvía a revivir igual que cada año al llegar la primavera.»

En marzo de 2020, días antes de que toda España quedara confinada, el autor se instaló con su familia en una casa situada en la sierra de los Lagares, cerca de Trujillo, en Extremadura. Allí estuvieron, como los personajes del Decamerón, recluidos durante tres meses en un lugar que les regaló la primavera más bella que vivieron nunca.

Durante ese tiempo, la naturaleza, preservada de la intervención humana, se llenó de luz, de colores brillantes y de animales en libertad, mientras la tragedia de la pandemia se extendía implacable. Y es que la vida, pese a todo, consigue abrirse paso entre las grietas de la realidad, por angostas que sean. En este libro se entrelazan dos lenguajes para narrar una primavera tan inesperada como cruel y hermosa: el de la prosa sugerente de Julio Llamazares y el de las evocadoras acuarelas de Konrad Laudenbacher, amigo y vecino del autor. Una vez más, como siempre ha ocurrido, el arte y la literatura aparecen para ofrecer consuelo y un conjuro que intenta detener el dolor del mundo. La primavera recobrada.

Camino a Macondo de Gabriel García Márquez, Literatura Random House, 22,90 €

«…lo que hay entre La hojarasca y Cien años de soledad son unos quince años de fastidiarse mucho, de vivir mucho y de estar pendiente de esto todos los días, tratando de ver cómo eran las cosas.» Gabriel García Márquez.

García Márquez sostuvo en diversas oportunidades que para escribir un libro primero había que aprender a escribirlo y, solo entonces, enfrentarse a la máquina de escribir. A él le tomó casi veinte años «vivir» en Macondo, para aprender a escribir ese portento de la literatura de todos los tiempos que es Cien años de soledad. Esta antología, realizada con el ánimo de rastrear la andadura del escritor, compila todos los textos publicados en los que ese universo mítico fue tomando forma. Desde sus apuntes para una novela de 1950 y primeros relatos, hasta La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora en 1966, en lo que supone la efervescente antesala a la creación de Cien años de soledad.

El fantasma y la señora Muir de R. A. Dick, Traducción de Alicia Frieyro, Impedimenta, 20,50 €

Publicada en 1945, y germen de la célebre película de Joseph L. Mankiewicz, El fantasma y la señora Muir es una comedia romántica, deliciosa y refrescante sobre la capacidad del amor para romper cualquier frontera no solo en la vida, sino también más allá de esta.

Lucy Muir es una joven viuda a la que todo el mundo considera «muy poca cosa» a pesar de que ella se tiene por una mujer muy decidida. Agobiada por las deudas tras la muerte de su marido, decide mudarse a Gull Cottage, una casita ubicada en un pintoresco pueblo costero inglés llamado Whitecliff. Según los rumores que corren por la zona, la casa está embrujada, y el espíritu del atractivo y arisco capitán Daniel Gregg, antiguo dueño de la casa, vaga por el lugar importunando a todos los que osan alterar su descanso. Inmune a las advertencias, Lucy se plantea descubrir por sí misma si esas historias son ciertas. La relación estrambótica y a la vez sumamente tierna que establece con el capitán Gregg se convertirá en un refugio para ella y en un amor que desafiará todas las leyes de la lógica.

Cluny Brown de Margery Sharp, Traducida por Raquel García Rojas, Hoja de lata, 19,90 €

Año 1938. Arnold Porritt, un próspero fontanero londinense, ya no sabe qué hacer con su sobrina Cluny. La jovencita, una asombrosa mezcla de inocencia y determinación, acumula según él una extravagancia tras otra y no parece saber cuál es su lugar. Después de tomarse un té en el Ritz y de dejarse seducir alegremente por un cliente su tío decide mandarla a trabajar como sirvienta a Friars Carmel, una encantadora mansión campestre en Devonshire. Allí la esperan, entre otros, lady Carmel, su patrona, siempre con la cabeza metida entre sus flores; su hijo Andrew, que acaba de traerse de Londres a Adam Belinski, un prometedor escritor polaco supuestamente perseguido por los nazis; la señora Maile y el señor Syrett, gobernanta y mayordomo, en absoluta y minuciosa sintonía doméstica; o el comedido Titus Wilson, boticario del pueblo y perfecto polo opuesto de Cluny. En ese pequeño y apacible rincón de Inglaterra, el mundo se abre repentina y maravillosamente para Cluny Brown, y  ella está más decidida que nunca a seguir haciendo lo que nunca se espera de ella.

Escrita en 1944 y llevada al cine dos años después por Ernst Lubitsch, Cluny Brown es una deliciosa comedia social británica que satiriza con maestría las buenas maneras inglesas y los estrictos protocolos de clase de inicios del siglo XX.

«Resulta tan natural para la señorita Sharp ser ocurrente como para una trucha de arroyo tener manchas.» The Saturday Review

«El redescubrimiento literario de una autora culta de estilo irresistiblemente british. Cluny Brown es una deliciosa comedia sobre la emancipación de las mujeres, una crítica socarrona de la Inglaterra de los años 30 encorsetada en su moralidad.» Lisez!

«Una mujer de talento maravilloso… una maestra del entretenimiento.» The New Yorker

«Bajo su apariencia ligera y divertida tenemos entre manos una novela feminista adelantada a su tiempo. La prosa de Margery Sharp es realmente deliciosa, vitalista y alegre, con diálogos que recuerdan a una buena comedia teatral. Una heroína imprevisible y graciosísima.» Plume de Cajou

Tiempo de mujeres de Carmen Korn, Planeta, 20,90 €

En una ciudad devastada por la guerra, cuatro amigas luchan por la conquista de su libertad.

Hamburgo, 1949. La guerra ha terminado y las cuatro amigas inseparables de Hijas de una nueva era intentan rehacer sus vidas en una ciudad reducida a escombros: Henny no consigue olvidar a su desaparecida amiga Käthe; si ha sobrevivido a la guerra, ¿por qué no se ha puesto en contacto con ella? Lina, por su parte, ha abierto con mucha ilusión una librería, e Ida se replantea su relación con Tian, por cuyo amor tanto luchó.

Comienzan al fin los años del milagro económico, la construcción del muro de Berlín, la llegada de la televisión, la música de los Beatles y los movimientos estudiantiles. Las cuatro amigas ven crecer a sus hijas en un mundo nuevo, en el que las mujeres han de conquistar su autonomía.

Vuelven las protagonistas de la primera entrega, cuyas vidas seguimos para ahondar en todas las alegrías y desgracias que trajo consigo el convulso siglo XX y los años de la reconstrucción del mundo.

Una novela río que, inspirada en hechos reales, nos lleva a conocer más de cien años de historia europea y, aunque ambientada en Alemania, es totalmente universal.

Inspiradas en las mujeres de la infancia de su autora, que tuvieron que hacer frente al terrible régimen nazi, las protagonistas son heroínas en el sentido más clásico; rebeldes que lucharon contra las injusticias establecidas. Una apasionante recreación histórica al describir escenarios totalmente opuestos: la zona más humilde de una ciudad portuaria como Hamburgo, la zona más rica en el que viven las familias adineradas, las que aparentan su riqueza, un hospital en el que se mezclan ricos y pobres, idealistas y ambiciosos, arribistas y personas íntegras, etc.

Madrugada de Gustavo Rodríguez, Alfaguara, 17,90 €

A pesar de que en treinta años de vida no lo conoció, Trinidad Ríos necesita encontrar a su padre. Tiene miedo de ser rechazada, aunque el miedo no le es inusual: toda su vida, desde la madrugada que quedó huérfana en la salvaje jungla de Madre de Dios, en la selva sur del Perú, hasta que tuvo que escapar a la ciudad de Lima, ha tenido que luchar contra tratantes de mujeres, mineros ilegales, trabas machistas y una sociedad extremadamente racista.

Se podría decir que hasta ahora ha sobrevivido con éxito, pero una enfermedad producida por contaminación de mercurio la obliga a buscar a la única persona en el mundo que puede salvarla a través de un trasplante. ¿La aceptará su padre, un cantante bipolar que se gana la vida imitando a los Bee Gees y que ignora que ella existe? Escrita con vértigo, entre el drama urbano y el humor compasivo, Madrugada narra la feroz tragicomedia de unos personajes forzados a convivir entre los mecanismos de una sociedad plena de contrastes, prejuicios y rencores. Mientras la música suena en sus páginas, también resuena la locura de un músico, la de su familia delirante y la voluntad de una heroína dispuesta a vencer a la muerte.

Ejercicios de memoria de Andrea Camilleri, Salamandra, 16 €

A pesar de haberse quedado ciego a los noventa y un años, Andrea Camilleri no se dejó amedrentar por la oscuridad, igual que nunca tuvo miedo a la página en blanco. El autor siciliano escribió dictando hasta el final de sus días, y con la oralidad encontró una nueva forma de contar historias. Desde el principio de su ceguera, se aplicó al ejercicio de la memoria con la misma disciplina férrea con la que había trabajado toda su vida. Con persistente lucidez, se dedicó a hilvanar los recuerdos de una vida larga y prolífica, haciendo gala de una agudeza mental única y su particular visión del mundo.

Este libro nació como un ejercicio para practicar esta nueva forma de escritura, una especie de cuadernillo de vacaciones: veintitrés relatos concebidos en veintitrés días. En ellas, el autor rememora episodios clave de su vida, retrata a los artistas que tuvo en más estima y repasa la historia reciente de Italia, la que ha vivido en primera persona. Un juego literario donde se entrelazan sonidos, conversaciones e imágenes que nunca podrá sacarse de la cabeza. «Me gustaría que este libro fuera como la pirueta de un acróbata que vuela de un trapecio a otro, tal vez haciendo un triple salto mortal, siempre con la sonrisa en los labios, sin exteriorizar la fatiga, el compromiso diario o la sensación constante de riesgo que ha hecho posible ese progreso. Si el trapecista mostrara el esfuerzo que le ha costado ejecutar esa cabriola, el espectador ciertamente no disfrutaría del espectáculo.»

Los testamentos de Margaret Atwood, Salamandra, 24 €

A la venta 12 de noviembre de 2020.

Man Booker Prize 2019.

«Subo y penetro en la oscuridad del interior; o en la luz.»

Cuando las puertas de la furgoneta se cerraron de golpe tras Offred al final de El cuento de la criada, los lectores no tenían forma de saber cuál iba a ser su futuro: la libertad, la prisión o la muerte.

Con la publicación de Los testamentos, la espera ha terminado.

Margaret Atwood recupera la historia quince años después de que Offred se adentrara en lo desconocido, con los testimonios asombrosos de tres narradoras del mundo de Gilead. «Queridos lectores y lectoras: vuestras preguntas sobre Gilead y su funcionamiento interno han sido la fuente de inspiración de este libro. ¡Bueno, casi todo! La otra es el mundo en el que vivimos.»

NOVELA GRÁFICA/CÓMIC

Marilyn de María Hesse, Lumen, 21,90 €

Fue uno de los grandes iconos del siglo XX, el rostro más popular de todos los tiempos. De ella se enamoró el gran público, además de cineastas, escritores o el mismísimo presidente de Estados Unidos. Sin embargo, murió sola e incomprendida a los treinta y seis años. ¿Quién era verdaderamente Norma Jeane Baker? La actriz más conocida de la historia cinematográfica, el símbolo sexual de toda una época, el prototipo por excelencia de la rubia tonta ocultaban a una persona que sigue siendo una gran desconocida. Tras hacer florecer los corazones de Frida Kahlo y de David Bowie, descubriéndonos su lado más humano, María Hesse ha hecho brotar el alma de Marilyn Monroe, una mujer que, como tantas de sus contemporáneas, hizo saltar por los aires todos los cánones y merece ser recordada, hoy más que nunca, por su talento, su sensibilidad, su inteligencia y las barreras que rompió.

Algo extraño me pasó camino de casa de Miguel Gallardo, Astiberri.

A la venta el 26 de noviembre de 2020.

Miguel Gallardo percibe a principios del año 2020 que se encuentra algo cansado por la sucesión de viajes y talleres que, año tras año, realiza de manera recurrente desde la publicación en 2007 de su éxito creativo María y yo, una novela gráfica en la que cuenta su relación con su hija, que tiene autismo. Siente el autor catalán que es el momento de tomarse al menos un mes sabático. Sin embargo, aquejado de un pequeño dolor, entra por la puerta del hospital y acaban extirpándole un tumor de cuatro centímetros de una cabeza que queda marcada por cuarenta y cinco grapas “y un pelo a lo punk”, un poco como Makoki, uno de los célebres personajes que Gallardo cocreó como dibujante a finales de los años 70.

Y sale además del hospital para seguir tratándose del proceso cancerígeno en un mundo sumergido en una pandemia que poco o nada se parece al que había cuando entró por su propio pie a mirarse ese “dolorcillo” que le acompañaba en su vida cotidiana. Algo extraño me pasó camino de casa, coeditado por Z como SanZ, un proyecto de edición en el que puso mucho de sí mismo el desgraciadamente fallecido Julián Sanz, es la necesidad de Miguel Gallardo de dibujarlo y explicarlo todo, primero para entenderlo él mismo y después para contarles a los demás “lo que es viajar a la luna sin casco y luego volver sin mapas ni guías… Pero sin melodramas, ¿eh? Esta es –asegura Gallardo–, una crónica de los hechos inexplicables personales y mundiales que acaecieron en el año del Señor de 2020”.

NOVELA NEGRA

Los seres vacíos de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, AdN, 20 €

La vida de Odessa Hardwicke descarrila cuando se ve obligada a disparar a su compañero, un agente federal que pierde el control de forma inexplicable durante la captura de un violento asesino. El disparo, en defensa propia, conmociona a la joven agente, pero lo que más inquieta a Odessa es el ente espectral que le ha parecido ver desprenderse del cuerpo de su compañero fallecido.

Hardwicke, que duda de su cordura y de su futuro en el FBI, acepta encargarse de recoger las pertenencias de un agente jubilado en la oficina de Nueva York. Lo que encuentra allí la pondrá sobre la pista de una figura misteriosa: Hugo Blackwood, un hombre tremendamente rico que asegura llevar siglos vivo y que o está loco de remate o es la mejor y única defensa de la humanidad frente a un mal indescriptible.

ENSAYO

Caminando a través del TDAH de Jonatan Frutos de Miguel, Pirámide, 13,50 €

El TDAH es uno de los trastornos del comportamiento infantil más controvertidos del momento. Lejos ya de su uso clasificatorio en psicopatología, ha adquirido el poder de nombrar al malestar principal de la infancia y la adolescencia y, por si eso fuera poco, ahora se está extendiendo a la edad adulta. En esta obra, de forma monográfica, se hace un recorrido por todos los estudios llevados a cabo por diferentes autores sobre los factores que pueden dar origen al TDAH, su evaluación e intervención en el entorno clínico, escolar y familiar, y su tratamiento tanto psicológico como con el uso de fármacos. Su objetivo es mostrar una visión global de lo que hoy se sabe o, mejor dicho, no se sabe del TDAH. Se puede decir que la obra es un pequeño tratado con información de gran interés y utilidad para todos aquellos que quieran conocer el inicio y desarrollo de la ciencia en el campo del TDAH.

Contemplaciones de Zadie Smith, Salamandra, 14 €

«Se escribirán muchos libros sobre el 2020: análisis históricos y políticos, informes exhaustivos. Éste no entra en ninguna de esas categorías […]. Mi intención ha sido organizar, en los retazos de tiempo que estos peculiares meses nos han concedido, algunos sentimientos y reflexiones que los sucesos han provocado en mí hasta ahora.»

Escritas durante los primeros meses de confinamiento, estas Contemplaciones de Zadie Smith son un agudo ejercicio de observación de realidades, sensaciones, ideas y preguntas que han aflorado en una situación sin precedentes. ¿Qué supone someterse a una nueva realidad? ¿Y resistirse? ¿Cómo valorar el sufrimiento, siempre relativo? ¿Qué lugar ocupan los otros cuando estamos solos u obligados a convivir? ¿Qué han significado el desprecio y la compasión en medio de esta crisis? En definitiva, cuando irrumpe un mundo desconocido, ¿qué se nos revela sobre el anterior? Breve pero inmensamente sugestivo y de gran alcance, Contemplaciones es un libro singular en el que la intimidad y la ternura conviven con la ironía, la lucidez e incluso la indignación. Zadie Smith abre así un generoso espacio para el pensamiento, lo suficientemente amplio para que cada lector reflexione sobre lo que ha sucedido y lo que desearía que ocurra en adelante.

Acción y poder de la imagen de Ana García Varas (ed.), Plaza y Valdés, 15,50 €

Las imágenes seducen, cambian nuestra forma de ver el mundo y sin duda nos movilizan. Con ello, nos encontramos con que las imágenes no solo reflejan el poder y permiten su expansión, sino que también, pareciendo cobrar vida, lo encarnan y lo ejercen. Y es esta «vida aparente» de la imagen la que ha provocado tanto fascinación como recelo y desconfianza desde hace siglos. En este sentido, la imagen, como artefacto producido por el ser humano, no es un organismo independiente, pero sin embargo impone una presencia particular que va más allá de la mera transmisión de intenciones ajenas, una presencia que nos afecta y nos acecha y que nos mueve a la acción.

Las imágenes han asumido en las últimas décadas una multitud de nuevas funciones, imbricándose en nuestra vida cotidiana de maneras hasta hace poco insospechadas y articulando numerosas nuevas formas de acción. Lo icónico toma así el espacio público y parece cobrar movimiento, empujándonos…

Correspondencia (1967-1972) de Américo Castro y José Jiménez Lozano, Trotta, 18 €

Este libro recoge la correspondencia que Américo Castro mantuvo, al final de su vida, con José Jiménez Lozano. Leer estas cartas, cincuenta años después de ser escritas, demuestra la plena vigencia de los ideales que estos intelectuales persiguieron y que urge reivindicar: el valor del pensamiento crítico, de la lectura, de la formación humanística y del sentido de la existencia basado siempre en el respeto al otro y a su libertad religiosa. Recurriendo a unas palabras de Jiménez Lozano a Américo Castro, no resulta exagerado afirmar que este apasionado y amistoso diálogo invita a «una esperanzadora meditación de lo que podría ser nuestro mundo y nuestro país».

El otro lado de la montaña de Minna Salami, Traducción de Esther Cruz Santaella, Temas de hoy, 17,90 €

Una nueva forma de ver el mundo y entender el conocimiento. Minna Salami desafía al status quo con la naturalidad de un narrador de historias y la mirada incisiva de una gran pensadora.

La premisa es sencilla: si solo la gente con poder nos ha contado siempre qué es lo único importante, ¿cuántas formas de ser valioso nos hemos perdido? Durante siglos, el imperialismo y el patriarcado han dominado las culturas y formas de pensamiento imperantes y han definido así quiénes somos y quiénes queremos ser. Este libro abre esas preguntas y sugiere una nueva forma de conocimiento. Como la propia Salami expresa: «Me di cuenta de que, para cambiar la sociedad, uno debe cambiarse a sí mismo. Pero para cambiarme a mí misma, no solo necesitaba alcanzar un nuevo conocimiento; necesitaba una nueva forma de entender el conocimiento».

The Twittering Machine de Richard Seymour, Traducción de Alcira Bixio, Akal, 20 €

Una brillante investigación sobre los efectos políticos y psicológicos de nuestra cambiante relación con los medios sociales.

Los antiguos ejecutivos de la industria social nos dicen que el sis­tema es una máquina de adicción. Somos usuarios que esperamos histéricos nuestro próximo éxito, con sus likes, sus comentarios y su difusión compartida. Escribimos a la máquina como individuos, pero esta nos responde agregando nuestros deseos, fantasías y debilidades, y convirtiéndolo todo en datos. Nos transformamos, queramos o no, en una experiencia de mercancía. En la obra de Paul Klee Die Zwitscher-Maschine (The Twittering Machine o La máquina de trinar, 1922), la canción del pájaro de una máquina diabólica actúa como un cebo para atraer a la humanidad a un pozo de condenación. De igual forma, las redes y la industrial social nos ofrecían la promesa de construir nuestra propia historia, pero ¿hasta qué punto elegimos la pesadilla en la que se ha convertido?

Conocimiento expropiado de Fernando Broncano, Akal, 23 €

«En estos tiempos en que todo lo que somos lo medimos y lo vemos como capital, disputar el concepto de conocimiento es disputar la vida misma.»

Las formas más invisibles de injusticia tienen que ver con lo intangible, con el dominio sobre la información y el conocimiento. Modos de opresión y de exclusión que la política no suele considerar porque se ha construido sobre la mentira de que la verdad no cuenta, solo cuenta lo que se cree que es verdad: solo la manipulación de las opiniones. Se oculta cuidadosamente que tener el poder sobre aquello que se sabe, y sobre aquello que se ignora, es también una forma lacerante de desigualdad. El neoliberalismo es también una forma estratégica de ignorancia, de injusticia y de silenciamiento. Contra la ceguera, este libro afirma lo contrario: toda política es política epistemológica y toda epistemología es epistemología política. La democracia es, también, un proyecto de libertad, igualdad y fraternidad epistémicas.

Cambiemos de vía de Edgar Morin y Sabah  Abouessalam, Paidós, 14 €

Un virus minúsculo ha puesto el mundo patas arriba. Es evidente que la historia ha conocido muchas pandemias, pero la novedad radical de la COVID-19 es que ha provocado una policrisis mundial de componentes, interacciones e incertidumbres múltiples e interrelacionadas. ¿Será este shock suficiente para hacernos ver la importancia del concepto «comunidad»? ¿Para poner freno a esta carrera sin fin en aras del desarrollo?

Nos encontramos ante un momento de gran incertidumbre. Un futuro impredecible nos aguarda. Hagamos todo cuanto esté en nuestras manos para regenerar la política, proteger el planeta y humanizar la sociedad. Es hora de cambiar de vía.

Extractos del libro:

«La experiencia del confinamiento debe concienciarnos primero de la existencia de las personas que lo han vivido en la escasez y la pobreza, de aquellos que no han podido acceder a lo superfluo y a lo frívolo, y merecen llegar al estadio en el que se dispone de lo innecesario».

«Nuestra fragilidad estaba olvidada, nuestra precariedad estaba oculta. El mito occidental del hombre cuyo destino es convertirse en “amo y señor de la naturaleza” se derrumba ante un virus. Ese mito ya estaba gravemente tocado por la conciencia ecológica, que supo demostrar desde hace décadas que cuanto más dueños somos de la biosfera, más dependemos de ella; cuanto más la degradamos, más degradamos nuestras vidas.» «Las carencias políticas, económicas y sociales que la pandemia ha puesto al descubierto, así como los grandes peligros de regresión que ha podido aumentar, hacen indispensable una nueva Vía.»

OTRAS LECTURAS

Por mí, por ti, por todos de Mónica Crespo, Libros del KO, 8 €

El fútbol nos hizo libres y diferentes en aquel recreo. El librepensamiento futbolístico se coló de tal manera en aquel patio que no hablábamos de otra cosa que no fuera la próxima jornada. Para algunas seríamos las raras de clase, pero la realidad es que en nuestro ecosistema fuimos capaces de poner en marcha un minúsculo grupo clandestino de expertas en el noble arte del balompié. Las futboleras éramos una anomalía, pero, aunque duela leerlo, las niñas de doce años entendíamos tanto de fútbol como nuestros coetáneos masculinos, es decir, sabíamos muy poco y creíamos que era mucho.

La cocina musulmana de Occidente de Juan Antonio Molina, Ediciones Alfar, 14 €

Se muestra la esencia de la gastronomía de al-Andalus y los elementos culturales en los que se fundamentaba: desarrollo de las costumbres, explotación de los recursos naturales, modos de vida y gustos sociales. La gastronomía como elemento cultural de primera línea que muestra la esencia de una de las más importante civilizaciones.

¿Por qué soy monárquico? de Sergio Vila-Sanjuán, Ariel, 18,90 €

La monarquía española, que hasta hace unos años gozaba de amplia popularidad, está viviendo una de sus etapas más difíciles, un período de annus horribilis. Desde algunos sectores se cuestiona su sentido y su vigencia. En este libro, Sergio Vila-Sanjuán expone sus argumentos favorables a la institución monárquica. Lo hace para aportar razones a un debate que en muchas ocasiones es simplemente visceral.

El prestigioso periodista catalán repasa cuatro generaciones de monarcas españoles —de Alfonso XIII a Felipe VI— a partir de la relación de su familia —su abuelo y su padre, monárquicos convencidos— con ellos. Mezclando la panorámica amplia con la más íntima, y con su propia experiencia personal, recorre la historia de España a lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI, y argumenta su filiación monárquica «por razones objetivas, subjetivas y también familiares». Además del jugoso anecdotario y la galería de singulares personajes, el autor subraya la implicación de la Corona con el mundo cultural.

Por qué soy monárquico resalta el valor ritual y simbólico de la monarquía, su destacada posición como forma de Estado en el ranking de países más democráticos del mundo, y razona también la necesidad, en un país como el nuestro, de una institución que ha servido de garante de la unidad, la paz civil y el progreso. Un libro valiente que anima a la reflexión.

Perimetrar sólo sirve para que la élite política aparente que hace algo

La nueva moda de la élite política, esa misma que cada día parece más separada de la ciudadanía, es establecer perímetros a ciudades, regiones, comunidades autónomas o pedanías si hace falta. La excusa es parar la transmisión del coronavirus, la realidad es bien distinta. Una vez que la disputa política parece haber abandonado el debate sobre del autoritarismo del gobierno, la política espectáculo dirige todos sus focos hacia la toma de medidas supuestamente sanitarias. Supuestamente porque, en realidad, sin medidas suplementarias no sirven para nada salvo que la élite política aparente que hace algo al respecto.

Perimetrar sin eliminar actividades no tiene sentido alguno pues lo único que genera es desconfianza respecto al otro. Por ejemplo, pensar que los únicos que infectan son los madrileños que salen de puente. O los sevillanos que se expanden por toda Andalucía. Así pueden seguir hasta la más cainita disputa entre pueblos. Siempre es el otro el que tiene el mal en sí, nunca el nosotros que hace las cosas mal. De hecho en muchos casos algunos presidentes regionales deben pensar que, por ejemplo de nuevo, como en Madrid Isabel Díaz Ayuso está loca y en Cataluña no hay nadie al mando seguro que vienen a invadir mi pueblo, el cual, por cierto, está en unos niveles muy altos de infectados. ¿Por qué? Porque no se han limitado las actividades. Si Emiliano García-Page cierra por temor a los madrileños pero permite que los de Toledo vayan a Albacete y los de Cuenca a Ciudad Real a hacer actividades realmente o es un xenófobo patrio, o no sabe lo que se hace. Algo aplicable a todos los demás presidentes.

¿Qué sentido tiene que todas las actividades sociales dentro de una Comunidad se puedan desarrollar y se señale al de la Comunidad de al lado? Ninguna salvo aparentar. El 58% de los contagios, según diversos estudios, se producen en el ámbito laboral o en relación al mismo. O lo que es lo mismo en el ámbito económico. Ese mismo ámbito que no se puede tocar para no aumentar la crisis económica. El resto de los contagios o son en actividades sociales, las cuales no se han prohibido realmente sino limitado con el toque de queda. Si se perimetra una región o ciudad pero se permite que las actividades principales sigan presentes se insiste en agravar el problema. Que una persona de Madrid vaya a Santander para estar en su segunda residencia, sin hacer más de lo que haría en su propia residencia no expande el virus en tanto en cuanto las actividades en uno u otro sitio están permitidas.

La llegada de dos puentes en todo o en parte de la Comunidad de Madrid ha vuelto a activar ese miedo al otro infeccioso, pero ningún político se ha parado a pensar –supone un gran esfuerzo- en el porqué de la expansión del virus donde manda. Si los casos aumentan en Andalucía a ritmo exagerado, sin que hayan llegado madrileños o catalanes de vacaciones, será porque el problema está en otro sitio. Tampoco ayuda que Juan Manuel Moreno Bonilla señale a tres ciudades (Sevilla, Granada y Jaén) mientras libera la suya propia (Málaga) para poder ir el fin de semana a ponerse morado de espetos y cervezas. No se toman las decisiones racionalmente sino para aparentar y acomodar a las necesidades individuales de la élite política –que Carmen Calvo vaya a ver unas obras al lado de su casa en el puente es, ¡sorpresa!, mera casualidad-.

Al perimetrar las regiones y ciudades parece que esa élite política del espectáculo hace algo. Es más desvían el debate hacia si este o aquel tipo de temporalidad o perimetración es mejor o peor, cuando la realidad es que se siguen permitiendo las actividades laborales y de ocio (con horario restringido nada más) que son las que provocan la expansión del virus. Y como no se van a limitar seguirán aumentando los contagios pero la élite política podrá decir que están haciendo cosas. Cosas inútiles, pero cosas que pueden vender mediáticamente. Sin confinar a las personas, sin cerrar o ser mucho más exigentes con según qué actividades sociales, sin controlar el ámbito laboral con mayor eficacia y decisión, da igual que se establezcan perímetros o cordones de seguridad, el virus continuará expandiéndose y los hospitales colapsando. Más ahora que el coronavirus estás distribuido de forma pareja por toda España, no como al comienzo de la pandemia.

Medidas ineficaces que, además, pueden afectar a lo económico que no se dice pero se quiere proteger a toda costa. Porque las medidas realmente eficaces no se tomarán en favor de la economía. No se crean otro tipo de milongas vengan de Pedro Sánchez o de Pablo Casado. El partido de la clase dominante tiene claro que lo primero que hay que salvar es la economía, la de algunos autónomos y ciertas pymes da igual, y luego, si eso, las personas. El problema es que no se atreven a decirlo así, con toda la crudeza, por eso se recurren a medidas inertes para frenar la pandemia. Eso sí, por el camino van dejando un rastro de clasismo (como Díaz Ayuso en Madrid), de xenofobia (como sucede con Page y Mañueco con Madrid), o de caradura (como Moreno Bonilla con Málaga). Ustedes piensan que hacen cosas, ellos y ellas se ponen medallas, pero en realidad las personas del común son las que están siendo perjudicadas social, política y económicamente. Y ellos de fiestuqui con Pedro J., no hay que olvidarlo. Tener miedo a que alguien vaya al cementerio del pueblo de sus padres a dejar un ramo de flores en su tumba y no a treinta personas ocho horas encerrados en una oficina es que está pensando en términos irracionales. Por tanto en términos espectaculares. Por tanto en términos antipolíticos.

El Ayuso manchego

Si piensan que la presidenta de la Comunidad de Madrid es un histrión de la política, eso es porque desconocen a quien Pablo Casado situó al frente del PP de Castilla-La Mancha. Si Isabel Díaz Ayuso es conocida nacionalmente por sus frases inconexas, por esa mirada perdida que parece que le hablan seres de ultratumba o por su falta de palabra y coherencia, es que no han visto ni escuchado al presidente del PP manchego. Incluso si les parece que el binomio Juan Manuel Moreno Bonilla y Elías Bendodo son un par de jetas que están en San Telmo llevándoselo crudo, es que no conocen a Francisco Núñez. Él es todo eso y mucho más. El tal la simpleza y la desvergüenza del político manchego que si no fuera porque las cosas de esa comunidad no importan a casi nadie –en el ámbito mediático a nadie- seguramente ocuparía las portadas y los programas de humor.

El primer ejemplo de carecer de personalidad y ser un meme andante es haberse dejado barba imitando a Casado. Tiene tan poco carácter que hubo de imitar al mayor sinsorgo de la política para aparentar. O simplemente porque pensaba que igual le confundían con aquel y así le harían caso. Imaginen a esos periodistas que deben cubrir la información del PP manchego que se encuentran todos los días con un personaje que sólo sabe quejarse, echar las culpas a Emiliano García Page, que no hace ninguna propuesta y que, para más inri, cada vez que miente acaba pillado y desmentido. ¡Cómo será la cosa que hasta la patronal manchega y diversas asociaciones han hecho públicos mensajes para desdecirle! De hecho, según cuentan fuentes del sector, habrían pedido a la calle Génova que cambiasen cuanto antes al presidente pepero de Castilla-La Mancha. Debe ser por vergüenza ajena.

Ese cambio no se producirá porque Casado lo eligió por ese motivo, para que no destacase, ni hubiese personas más listas que él en cargos de responsabilidad. Y en el caso del manchego a fuer que lo ha conseguido. Y si a eso se le suma que Núñez a su vez ha elegido a personal que no destaque por encima de sus capacidades, imaginen el panorama de la derecha manchega –llegaron a proclamar que Puigdemont es un patriota español-. Porque García-Page ya ha advertido que se irá en cuanto termine la legislatura, pero con esta gente podría gobernar hasta los 65 años sin inmutarse y tomándose un White Label tranquilamente.

Si piensan que se está exagerando, cabe recordar que nada más ser elegido para ser presidente y candidato del PP el simpar Núñez tuvo la gran idea de decir a los cuatro vientos que lo mejor era privatizar la Sanidad. En una región con distancias tan enormes, donde lo público es esencial para personas mayores, donde a las personas mayores se les acerca a los centros de salud u hospitales a cargo de las arcas públicas (sea en taxi rural, ese gran olvidado, o ambulancias), a un señor se le ocurre decir que eso hay que quitarlo… Como Dolores Cospedal dejó una mala imagen y un odio enorme en las personas y los empleados sanitarios, a Núñez sólo se le ocurrió seguir en esa estela. Normal que recibiese una paliza en las urnas. Menos vista que un gato de escayola.

También es el típico tocapelotas de la política. Esa persona que pide a todas horas que quiere reunirse con el presidente manchego y cuando éste le responde que cuando quiera afirma que sólo a las doce de la noche en Almazán. Que si no es en esas condiciones no se reúne. A la semana vuelve a insistir en que quiere quedar pero en esta ocasión para hacer propuestas. Con una paciencia que ni Job, el presidente le dice que estas son las del PSOE y las de Ciudadanos, que si quiere aportar algo o corregir no hay problema. Entonces Núñez, como le han vuelto a dejar desnudo, sale por peteneras y afirma que esas propuestas no le gustan y que si no aceptan todas las suyas no se reúne. ¿Cuáles son las propuestas de Núñez? Como las de Ayuso para que se hagan una idea o como las que se escriben en el aire.

Pero donde más gracioso es el personaje es en la cantidad de mentiras que dice por minuto. Lo gracioso no es mentir, como pueden suponer, sino que le pillan en todas y cada una de las que dice. El diputado del PSOE Sergio Gutiérrez mostró hace poco la última de estas mentiras que le han merecido una reprimenda de la Cámara. Retratado y con la poca vergüenza de pedir perdón. Lo mismo pasó con imágenes sobre hospitales que no existen en la región o que son de “vaya usted a saber dónde” pero que intentó que colasen como manchegas. No extrañaría que llegase a acusar a Page de la guerra en Azerbaiyán. Total como no sabe ni dónde está seguramente, salvo que es lejos, pensará que nadie se pondrá a verificarlo. Dice hoy una cosa y mañana la contraria si hace falta para no tener que mojarse. De hecho cuando llueve no sale a la calle…

A Casado le importa bien poco no ganar en Castilla-La Mancha pero sí le interesa tener alguien muy por debajo de sus capacidades. Para alegría de la izquierda, todo hay que decirlo. A Núñez, para terminar, cabría aplicarle las palabras de Jonathan Swift en Los viajes de Gulliver: “Es una criatura completamente carente de alegría y pena, amor y odio, piedad y cólera […] nunca dice una verdad sin la intención de que se tome como mentira, ni una mentira salvo con el propósito de que se tome como verdad […] La pero señal que de él puede recibirse es una promesa, sobre todo cuando va ratificada por juramento, tras lo cual el hombre prudente se retira y abandona toda esperanza”. Eso es lo que hace García-Page, retirarse prudentemente por mucho que le llame Paco, o El lonchas, o el llantos… Por suerte Núñez no gobierna porque superaría a Ayuso en todo, incluyendo los contratos al viudo con gafas.