viernes, 25 abril, 2025

El fútbol salva las olimpiadas

El COE ya ha salido a fardar de 17 medallas olímpicas, las cuales serían las mismas en cantidad que las conseguidas en Tokio. La realidad es que de oro solo son cuatro. Una en los barquitos, otra en la marcha mixta, otra en los saltos largos de chicos y la última del fútbol masculino. Ya está. Esa es toda la pesca buena. Para los deportistas de plata y bronce será algo para recordar toda su vida, pero del segundo no se acuerda nadie y del tercero aún menos. Por no hablar de los diplomas olímpicos. Todo ello sirve para renovar becas y está muy bien por el esfuerzo de los deportistas, pero no deja de ser un fracaso para un país como España.

Como sucedió durante un tiempo con el baloncesto, en estas olimpiadas el fútbol masculino será el salvador, de cara a los españoles, del evento deportivo. Al final la gente se acordará más del oro futbolístico que de Diego Botín y Florian Trittel (¿saben quiénes son?), o de María Pérez y Álvaro Martín, o de Jordan Díaz Fortún. Primero porque España es muy futbolística y ese peso emotivo vence a la alegría de ver saltar casi 18 metros a un chaval de 23 años. Segundo porque el propio COE se esconderá, otra vez, detrás de esa victoria para no afrontar que la mayoría de medallas han sido por chiripa y en deportes minoritarios para la mayoría de españoles.

El fútbol gana porque se puede practicar con cualquier objeto que ruede. Comprarse una canoa, o un barquito —pese a todos esos que fardan en Facebook o Instagram subidos a uno, que no es suyo— no está al alcance de cualquiera. El atletismo es más popular pero muy minoritario por culpa de las federaciones y la administración pública.

Será la olimpiada en que España ganó el oro en fútbol aunque al no tener jugadores de ese equipo innombrable igual se pasa rápido a otra cosa. Aunque no se lo puedan creer, no hay ningún jugador de ese equipo. Los hay de casi todos los buenos equipos de primera e incluso del PSG, pero de ese no. Y todo porque invierte en la cantera brasileña y francesa y desprecia a la española. El “equipo de España” o el falso “equipo del pueblo” resulta que se fabrica en Brasil y Francia. Mientras tanto Fermín, Cubarsí, o Barrios son producción propia y jugarán en primera división. ¡Qué cosas!

El Atleti de los guapos

Enfrascados en fichajes de renombre y calidad, esos mismos que no le han gustado a la policía de los fichajes, ha pasado desapercibido que este Atlético de Madrid está gestando algo que también tiene su importancia en estos tiempos. La construcción del Atleti de los guapos es una puerta del marketing que habría que explotar. Esos apolíneos jugadores tienen un mercado interesante, el cual puede y debe ser explotado para esos ingresos atípicos que son fundamentales en todos los equipos de fútbol.

Yu, la Community Manager del Atlético de Madrid, se ha dado cuenta del tirón y los comentarios que generan las imágenes de un buena parte de los jugadores. Las groupies de Azpilicueta, que no tienen rubor alguno en valorar a otros jugadores, son ya conocidas, pero también Marcos Llorente o el recién fichado Robin Le Normand están teniendo un tirón más que interesante. Los fichajes realizados, además de lo futbolístico, tampoco son desechables en el aspecto estético. Sørloth tiene esa belleza vikinga que está entre lo exagerado y lo grecolatino. Conor Gallagher, pese a esa coleta corta que gasta, no es un jugador feo.

Cansadas (y cansados) de estar siempre con jugadores que parecen salidos de una prisión o de la parte latina del Bronx, por esos excesivos tatuajes, al Atleti están llegando otro tipo de perfiles estéticos que parecen haber captado la atención de las féminas rojiblanca… y de las que no lo son. Otros equipos pueden presumir de trofeos o jugadores carísimos, pero estéticamente están muy por debajo del Atlético de Madrid. Lo varonil, que en nada se debe confundir con lo machista, comienza a estar de moda, especialmente entre las consumidoras con más recursos, y ahí el Atleti tiene un buen nicho de mercado.

De hecho el Atleti tiene el mejor atractivo para ese nicho de mercado. No solo es alegrarse la vista de vez en cuando, sino poder sacarle partido mediante publicidad. Atrae siempre más un agraciado estéticamente que uno que no. Y da igual la raza, Lino no es feo, por ejemplo, el caso es tener ese atractivo necesario para ser un recurso económico más. Las atléticas son las más agraciadas, por aquello de estar más pendientes de su equipo, pero no hay que desestimar profundizar en el mercado. Al final la colonia que se compra al novio, amigo, amante o marido —al marido menos— tiene su nicho deportivo. Las camisetas de cada uno de ellos tampoco son despreciables para una compra, irracional en muchas ocasiones.

El Atleti de los guapos solo compite en lo deportivo, en lo estético gana por goleada al resto de equipos. Seguro que las groupies están de acuerdo.

Utilizar Venezuela para otros fines

¿Alguien ha escuchado al PP o a Vox preocuparse por las dictaduras que existen en otros países del mundo que no sean Venezuela o Cuba? Algún raspón a Rusia o a China pero callados con todas las dictaduras islámicas, las de derechas o los asesinatos de cristianos en numerosos países, incluyendo Israel. Tampoco en Podemos se ha escuchado defender los Derechos Humanos salvo en Venezuela o Nicaragua. Al final, en España, están haciendo el juego venezolano porque les interesa para su batalla política interna. Venezuela, en sí, les importa entre poco o nada. A algunos les interesa por cuestiones económicas personales.

Que José Luis Rodríguez Zapatero está haciendo el ridículo constantemente con el Grupo de Puebla es obvio. El expresidente del Gobierno siempre ha sido un muñeco de las posiciones más estúpidas que se podían encajonar a la izquierda. Vientres de alquiler, allí que va a defenderlos por activa y pasiva. Pseudodictaduras latinoamericanas, allí que está defendiéndolas. Buen dinero debe estar sacando porque hacerlo gratis es para ponerle dos medallas, una de badulaque y otra para que no se le olvide. Tampoco piensen que es el único, José María Aznar también defiende otros intereses que le reportan pingües beneficios y son perjudiciales para España.

Se comprende que The Objective haga de Venezuela una gran causa, al fin y al cabo, sus dueños son millonarios venezolanos, pero el resto de periódicos ¿qué? Utilizan Venezuela para atacar al Gobierno o para defenderlo. ¿Les interesa Venezuela? No. Y existen pruebas de ello. Cuando el autoproclamado Guaidó había que utilizar Venezuela contra Podemos, luego años sin saber qué pasaba en el país sudamericano. Ni sus peleas con Guayana, ni nada. No interesaba porque no daba posibles réditos españoles. A Pedro Sánchez, por cierto, esto ni fu ni fa y además le hacen luz de gas de sus tropelías, como subir la edad de jubilación por la puerta de atrás.

Incluso los que se tienen por los más católicos de España, más en Vox que en el PP, han salido a criticar al papa Francisco por su supuesta tibieza contra el dictador venezolano y las trampas electorales —por cierto, si saben que es un dictador ¿a qué viene decir que es un cacicada lo de las elecciones? Lo normal en una dictadura almas cándidas, salvo que pretendan hacer, que las hacen, comparaciones—. Tan católicos son que ni saben qué dice la doctrina de la Iglesia, ni entienden las palabras del romano pontífice. ¿Qué querían que dijese, que se levantasen todos a matar a Maduro y que no quedase vivo ninguno? Ya prevenía hace casi sesenta años José Jiménez Lozano sobre este tipo de católico. El Papa debe fomentar la paz y la concordia, más entre cristianos. Pero los católicos protestantizados españoles son de coger el látigo con mucha facilidad pero olvidarse constantemente de la caridad.

Mañana, cuando Carlos Puigdemont aparezca por la frontera, se olvidarán de Venezuela, de los venezolanos y del sursuncorda. Aquí lo leyeron primero.

Policía de los fichajes ¡Here we go!

No se sabe a ciencia cierta el motivo pero es obvio que el Atlético de Madrid se ha lanzado a la captura de buenos fichajes en este verano. Acostumbrados a la mediocridad, los rodillas raras y las cesiones de amigos, los aficionados rojiblancos llevan dos días corriendo desnudos por las calles. El jeque Mochilo, esto es, Miguel Ángel Gil, ha sacado la billetera y parece que nadie le va a parar. Bien porque Simeone le haya echado la bronca (supuesto menos claro); bien porque los fondos de inversión Quantum y Ares —que también está en el Chelsea, por si interesa— le han apretado por aquello de la venta (como les contamos); bien porque una vaquilla en Valdeolivas le haya dado un topetazo —aunque dicen que está por Sancti Petri—, hay fichajes increíbles.

Poder quitar a equipos ingleses, más si tienen propiedad de Emiratos Árabes, jugadores de calidad, no está en la mano de cualquier equipo. Cuando menos si son españoles. El jeque Mochilo lo está haciendo y sorprende a la par que parece molestar. ¿El porqué? No está claro pero podría ser por un caso de gataflorismo —término de Rubén Uría que parece haber salvado la memoria de sus ancestros— o de pura envidia. Si no se fichan se quejan de baja calidad de la competición y si se fichan se quejan de nula capacidad financiera. El caso es quejarse o envidiar no estar en el foco mediático después de haberte gastado 190 millones. Porque, pese a lo que digan algunos, se han gastado 190 millones para solo dos y por esa cantidad el Atleti trae a cuatro, cinco o seis.

Hubo muchas risas con la triquiñuela del agente de Dovbyk y su salida rumbo a la Roma; con la negativa de Merino a venir porque, decían ambos, no hay proyecto deportivo. Eso lo han retransmitido y repetido hasta la saciedad. Hoy con toda esa tormenta de fichajes, que no ha terminado, tras ver alegría y portadas (en realidad huequillos en las portadas) y ver el cachondeo en las redes sociales porque, hasta ayer, uno de los fichados tenía un sueño desde niño que parece no haberse cumplido, ha aparecido la policía de los fichajes.

En su mayoría ese cuerpo policial mediático y de redes es el mismo de la policía de las celebraciones, de las pausas de hidratación, de los vídeos que pueden subir los equipos… Lo extraño, en esta ocasión, es que se están sumando policías de otros lares como Donosti o Bilbao. También los hay de Barcelona pero, parece, que es más por cabreo con Joan Laporta, ergo cierta envidia, que por algún sistema de represión. Desde Valencia también hay ojeadores pero por enfado con Peter Lim en su mayoría.

Una policía que, con pocas luces, viene a quejarse y a intentar reprimir cualquier tipo de celebración o festejo con el añadido de poner en cuestión los propios fichajes. Lo de los tontoslaschampions, especialmente su sección de Tegucigalpa, es un clásico permanente, ahora aparecen los periodistas diciendo que es imposible que se puedan hacer o encajar todos esos fichajes porque ellos saben las cuentas del Atlético y es imposible. No saben la deuda de su equipo como para conocer la de los demás; no saben cómo funciona el Sistema Financiero de La Liga como para saber qué encaja y qué no; no saben matemáticas como para hacer sumas y restas, pero como buena policía de los fichajes está presta a la represión.

El padrino del fútbol pensaba fardar por toda España (que puede hacerlo) e imponer su sistema totalitario. El problema es que jeque Mochilo con los fichajes de Julián Álvarez y Conor Gallagher (con un tirón mediático y comercial mucho mayor de lo que se piensa en España) le hace sombra, le tapa, le impide ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro (aunque cada día está más cerca de esto por lógica biológica). Mientras los fichajes eran Le Normand y Sørloth, completamente menospreciados pese a su calidad, todo eran bromas. Ahora con los dos jugadores arramplados a la Premier, ya no hay risas. Tras gastarse cerca de quinientos millones en cuatro años, le parece mal que alguien gaste casi lo que no ha invertido en ese mismo período.

La policía de los fichajes seguirá haciendo mal las sumas, quejándose del equipo del pueblo —por cierto, nada tiene que ver con dinero, pero no lo llegan a entender—, poniendo en duda todo porque, en realidad les molesta que a los demás les vaya bien. No se entiende eso porque el añadido bilbaíno y donostiarra no tiene sentido, salvo que se hayan creído que podían echar del escalón alto de La Liga al Atleti para siempre.

El extraño caso de gente desnuda corriendo por la calle

Ayer tuvo lugar un extraño suceso en varias poblaciones de la geografía española. Personas sin identificar con algo político o ecolocoñazo salieron a correr desnudas por las calles pronunciando frases incoherentes. Móstoles, Daganzo, Tresjuncos, Villarrubia de los Ojos, Puerto Lápice, Denia, Murcia, Villagarcía de Arosa y otras tantas más han visto pasar por sus calles a esas personas desnudas.

Contactada la policía municipal de Móstoles, se puede confirmar que la persona detenida a la altura de la rotonda del Single Love iba gritando «¡Subirse a mi barco, subirse a mi barco!». En la costa levantina han sido detenidas otras personas que gritaban «¡El jeque mochilo se ha vuelto loco!». En Murcia, un señor mayor, sin necesidad de correr, portando una pipa y con chaleco como única prenda portada afirmaba, según la policía local, «¡Ya me da igual todo!». La Guardia Civil ha reportado que en las provincias de Ciudad Real y Cuenca los nudistas extraños tenían como lema «¡Solo falta que salga el senderista!».

Ninguna de estas frases, según los investigadores policiales, tienen aparente conexión, ni suponen algún tipo de reivindicación de algún grupo de oprimides, ni nada por el estilo. No encuentran explicación, pero aquí, en Diario 16+, sí se ha podido encontrar esa conexión extraña. Son aficionados del Atlético de Madrid que, ante las últimas noticias, han salido, sin haber contactado entre ellos, a celebrar que, después de tantos años de gilismo, cuando menos los nombres que suenan como fichajes para su equipo son decentes. Es más, que quepa la posibilidad de fichar a un jugador de un equipo financiado por Emiratos Árabes, como el Manchester City, ha desatado esta locura transitoria.

Sí, porque el aficionado rojiblanco ha estado acostumbrado a las heitingadas, los fichajes del amigo representante portugués, a fichajes buenos que ya estaban vendidos antes de fichar, a mamoneos con fondos de inversión o al clásico rodillas raras. Salvo muy contadas ocasiones, y más por despiste que por acierto, han ido llegando jugadores que asustaban con solo nombrarlos. Jugadores que no ilusionaban, salvo para aquellos que se ilusionan con cualquier cosa, o que venían ya de retirada. Cualquier nombre con cierta relevancia era obvio que no llegaría a vestir la zamarra rojiblanca (o del extraño formato que decide Nike).

Este año Miguel Ángel Gil, bien sea por presión de sus socios financieros, bien sea porque se ha dado un golpe al caer de un caballo o de un testarazo de una vaquilla, se ha puesto a fichar como si no hubiese un mañana y con fichajes aceptables tirando a buenos. Por eso han salido desnudas esas personas, no porque, al final acaben llegando todos los nombres que se dicen, pues el resquemor y la prudencia son recomendables con el gilcerezismo. Y también porque, aunque no se fiche todo, el nacionalmadridismo está rabiando.

Los sanchistas empeoran todo intentando defender el acuerdo Sánchez-ERC

El ridículo que están haciendo el nutrido grupo de sanchistas afiliados al PSOE defendiendo del acuerdo unilateral, al que ha llegado Pedro Sánchez con ERC, es de los que serán recordados. Más les vale borrar todos esos mensajes escritos en redes sociales e intentar que los vídeos de sus intervenciones no vuelvan a aparecer porque les marcará en el futuro. Pese a que la clase política tiene más cara que espalda y aguantan lo que les echen, esto sí que puede hundir carreras por mucho que se arrastren y genuflexen en el futuro.

Tras pasar un par de semanas intentando que el susanismo, que todavía queda en el PSOE de Andalucía, no se reorganice, Juan Espadas ha salido a defender a su sanchidad con una enorme boutade. Además del “¿Qué hay de lo mío?” típico del populismo andaluz, ese que tan engarzado se encuentra a la figura de Blas Infante, por tener escasos conocimientos de la estructuración de un Estado, ha terminado defendiendo casi la independencia de Cataluña y, a la vez, el acuerdo plural entre participantes regionales. ¿Contradictorio? Sin duda. No se enterará Espadas porque la ignorancia le impide tener constancia de ello. Ahora bien, le ha extendido alfombra roja al incompetente de Bonilla.

Dicen los defensores del acuerdo Sánchez-ERC que todo lo allí firmado está en la Declaración de Granada. O bien no se han leído la declaración, o bien tienen problemas de analfabetismo funcional. Si algo dice la susodicha declaración es que todo se acordará de forma plural y con igualdad entre regiones. Lo que olvidan la mayoría, porque además de incomprensión suman memoria de pez, es que esa Declaración le fue impuesta a Alfredo Pérez Rubalcaba por el PSC y los chaconistas.

Enfadados ambos grupos por haber perdido el congreso del partido, pese a contar con el apoyo del anterior secretario general José Luis Rodríguez Zapatero —igual por eso perdieron y todavía no se han dado cuenta—, estuvieron conspirando y poniendo palos en las ruedas al nuevo secretario, con personajes como Patxi López (todo hay que decirlo), y solicitando el derecho de autodeterminación. Rubalcaba, tomando como modelo un documento de la Fundación Alfonso Perales andaluza, convocó una reunión amplia en Granada para salvar el cuello, momentáneamente, con la susodicha declración, la cual hablaba de federalismo pero no de fueros o privilegios como sucede en el caso Sánchez-ERC.

En su momento Zapatero, el más sibilino y dañino secretario general que ha tenido el PSOE hasta Sánchez (que está en la pelea por el trono), firmó el pacto del Tinell para dejar fuera a la derecha en un abrazo con los secesionistas/independentistas de todo color, algo que el PSC —partido compuesto por independentistas cobardes pero tan catalanistas o más que los de ERC (de ahí que Gestora les parase los pies aunque con Sánchez han vuelto a las andadas)— celebró como un triunfo partidista y monetario (les daría muchos cargos para mantener a toda esa recua de paniaguados que tienen en Cataluña). Por eso cuando Rubalcaba, que defendía el federalismo, el de verdad, no el inventado/manipulado, se hizo con el poder del PSOE se lanzaron a su cuello. Aspiraban a gobernar en Madrid por persona interpuesta (Carmen Chacón) y se quedaron con las ganas.

Porque Zapatero, como Sánchez, no saben qué es el federalismo o el confederalismo. Les cuesta distinguir entre ambos sistemas porque carecen de interés intelectual, como le pasó a Zapatero con el republicanismo… el cual utilizó para colar toda la podredumbre progresista de los manuales de la CIA o el mal llamado wokismo. En todo ello lo principal es la igualdad y la fraternidad, las cuales conforman el marco federal o republicano. Si existe desigualdad ya se camina hacia el confederalismo donde se está junto por un provecho parcial, como defenderse de enemigos exteriores. En el federalismo todos son libres de llegar al máximo de lo acordado siendo solidarios y entes iguales. Lo que, con disfuncionalidades o asimetrías, establece la Constitución de 1978.

Esto no lo comprenden los sanchistas, aunque sí los socialdemócratas que quedan aún en el PSOE (pocos, cada vez menos por la purga sanchista), por ello son los que han levantado la voz. Si recuerdan la primera república española, aquello acabó como el rosario de la aurora debido a que cada cual quería lo suyo y ya se vería lo de los demás (lean los magníficos textos de Jorge Vilches y Javier Santamarta). Eso lo aprendieron los constituyentes e introdujeron las Comunidades Autónomas. El modelo que propugnan Sánchez y Zapatero, que se nota que odian España en sí, es una confederación donde algunos tendrán privilegios y el resto acabará pagando las pensiones y la sanidad de esos privilegiados.

Se ruega al sanchismo, tanto casta como base, que en lo posible estudien antes de hacer el ridículo en redes sociales y medios de comunicación. López o Espadas no van a estudiar, ni van a dejar de hacer el ridículo, pero es que ellos viven de la canonjía que tienen y que no piensan dejar. No vaya a ser que tengan que volver a trabajar o empezar a ello. El resto si no saben torear mejor no se metan.

¡Increíble! ¡Dos en un día!

Las personas casadas, con más de un año, saben perfectamente que dos en un día es una cosa loca, algo que solo pasa cuando se juntan ciertos astros, algo no habitual. Algunas personas, como Patricia Cazón, prefieren las cosas firmes y consistentes, antes que rápido y mal. La mayoría de aficionados del Atleti desean un algo, aunque sea un roce mínimo, pero esto de dos en un mismo día es demasiado.

https://x.com/PatriciaCazon/status/1819763735512183151

Han orgasmado sí, pero no por lo que pudiesen pensar todos los que, acertadamente, pensasen con la mente sucia. El Atlético de Madrid, en un alarde de proeza nunca visto, ha anunciado la oficialidad de los dos únicos fichajes que ha realizado: Le Normand y Sørloth. Dos con poca distancia de tiempo. Lo justo para recuperar fuerzas y ponerse al lío nuevamente.

No es que hayan sido los dos más esperados y deseados —en realidad entre la afición no hay un deseo real sino que todo es ficticio o no gusta— pero como suele suceder en la vida, al final se acaba con el/la que quiere arrejuntarse y se comparten cosas comunes. Por deseo casi el 80% de las parejas no se establecerían por aquello de la hierba más verde al otro lado de la valla. Lo mismo sucede en este mercado de fichajes rojiblanco, que se acaban juntando con los que quieren venir y no tienen exigencias por encima de lo que se puede dar.

Dos en un día, y bien lo saben las parejas de casados/arrejuntados, supone que igual no se cata más en cierto tiempo. Eso mismo va a suceder con los fichajes del Atleti, un día de gozo y desenfreno para echar el freno y no volver a catar algo hasta que el señor Forbes se anime a soltar el dinero. Mientras tanto pondrán la lengua larga con deseos argentinos, franceses o de otros lares que terminarán en nada. Un buen amistoso y te venderán que la ex es la buena. La realidad es que terminará la espera con autodiversión, divertibarco nuevo y ello si la pareja se duerme antes.

Existen entes que quieren al senderista en el Atleti

Cada día que pasa más entes se van sumando a la publicidad del Atlético de Madrid. Desde las perversiones de Joseph Goebbels no se había visto cosa igual. Un amor irracional por un senderista que tiene como máxima el desprecio a la afición del equipo que tiene sus derechos federativos. Fotos por todos lados, un entrenador que le pone con los titulares en las prácticas y cada vez más gente asumiendo con total normalidad que debería quedarse porque es “muy bueno”.

Si se fijan en el titular se habla de entes y no de seres humanos, lo cual tiene su explicación. Cualquier ser humano, racional, con corazón estaría echando espumarajos ante los artículos de la prensa barbacoa, ante las acciones del Cholo Simeone y ante la más mínima posibilidad de que vuelva a vestir la rojiblanca (o el pijama que han puesto de segunda equipación). Después de poner caritas al cuerpo técnico y la grada; después de confabularse con Frabrizio Romano para reírse del Atleti y poder marcharse gratis al FC Barcelona; después de insultar a la afición desde Londres; después de ponerse chulo con la afición vistiendo la blaugrana; después de tener todavía en sus perfiles en redes sociales otros colores; después de todo esto hay gente que traga con el senderista.

Por eso son entes que están en el mundo pero sin tener una presencia vital en él. Son esos y esas a los que engaña su pareja una y otra vez y perdonan aunque les pegue una ETS. Son esos y esas que se esconden en el bien del club para tragar con él, como si el club hiciese algo en favor de los abonados, socios y aficionados más allá de acudir con el aspirador monetario a sus bolsillos. “Es que se va a devaluar más”… dinero que perderá el Forbes porque invertir, no lo va a invertir.

“Hombre así se visualiza y alguien pica” dice alguno como queriendo compensar el castigo que supone verle la cara. La realidad es que todos le tienen muy visto. Ni ha triunfado en el Atleti, ni en el Chelsea, ni en el FC Barcelona, ni en las discotecas (que serviría como disculpa) y quieren vender ¿qué? Al marido de Érika mucha parte de la afición no le ha perdonado y reza para que se vaya a la MLS, habiendo dado muchísimo más, habiendo pedido perdón y no habiendo despreciado a la afición como ha hecho el senderista.

El blanqueamiento de este chico no cuela y hay que advertir a los entes que circulan por ahí para que vuelvan a su ser original. Hay que hacer esta obra de caridad con personas que van a tragar con alguien que como persona es un asco y como futbolística una medianía. No se le puede impedir entrenar… y ya. De ahí ni un milímetro y que Miguel Ángel Gil se apañe como pueda. La dignidad de la afición no se pisotea de esta manera. Ni arrastrándose cual gusano pidiendo perdón tiene cabida este chaval en el Atleti. La salida está por allí. Adiós. En dos segundos. En este instante. ¡Fueraaaaa del Atleti!

Mala política de comunicación

El Atlético de Madrid del gilcerezismo siempre se ha destacado por ser poco comunicativo. Igual por los trapicheos preferían que la mano derecha no supiese qué estaba haciendo la mano izquierda. Dos filtraciones justas cuando las cosas pintaban mal y a seguir. Los veinte periodistas que cubren la información del Atleti a suplicar una entrevista, hacer artículos de estadísticas o comentar partidos (por suerte los suelen tener sábado-miércoles). Información vetada hasta que interesaba.

Con la aparición de las redes sociales el Atleti del gilcerezismo tampoco se ha dejado llevar por la información, todo es espectáculo y fotos para agradar a la clientela (la CM sabe que hay un nutrido grupo de groupies de Azpilicueta y sabe sacarle jugo) pero sin información. Buenos vídeos de vez en cuando y poco más hasta este verano.

Desde la finalización de la temporada anterior el miedo se ha apoderado del gilcerezismo. Por un lado, tienen que dar valor al equipo para la futura venta que les reportará pingües beneficios; por otro, tenían que asegurarse la renovación de la mayoría de abonos, no por los abonados en sí sino por el dinero contante y sonante. Para ello comenzaron a filtrar a quienes quisieran escucharles los planes para esta temporada, llegando hasta abrir la mano con periodistas muy alejados de su cuerda como Rubén Uría, con la finalidad de generar ilusión. Porque filtrarle las intenciones a Marca o As es lo habitual y genera incredulidad entre la afición, sin embargo, hacerlo con gente como Uría es distinto y provoca mayor credulidad.

Aquí ya se olió el percal y se avisó que podría llegar la afición a acordarse de los ancestros de Uría, por ejemplo, pero lo que no se sabía era el nivel de inutilidad en que se iba a caer. Han filtrado las operaciones y, al final, es normal que se les acaben cayendo, bien por ansias de los intervinientes, bien por subir los precios por encima del precio de mercado. Cualquier persona versada en comunicación institucional, cualquiera, hasta el chaval que no tiene mucha idea sobre cómo funciona el mundo, sabe que ese no es el camino. Telegrafiar la estrategia empresarial es de leles, de incapaces, si es que se quería realmente fichar a ese o aquel.

A esto se añade un problema y es que al aficionado, por estar en ese estado de ilusión, acaba por desesperarse. A día 1 de agosto, cuando faltan 18 días para comenzar el campeonato, se sabe que hay un fichaje, que no está completamente cerrado, y ya. Mucho rumor filtrado por la directiva, con cifras falseadas, y poca posibilidad de que Hancko o Gallagher acaben llegando al equipo. Al primero le van a dejar tirado por tres o cuatro millones y con el segundo debe haber algún tipo de acuerdo-ayuda (comparten ambos equipos fondo de inversión) para colocarle por más millones en otro lado. El resultado es que tiene a la afición subiéndose por las paredes y arrepintiéndose de haber renovado el abono de una vez (los que han aplazado el pago guardan un as en la manga).

Y por si fuera poco, para rematar la faena de la mala comunicación desde la directiva, se ponen a alabar al senderista luso en los medios afines. ¿Puede alguien imaginar que haya aficionados que se pongan a aplaudir al portugués? Algún zumbado siempre existe pero ¿creen que pueden ser mayoría y no un par de chavales que han terminado la noche en el entrenamiento del Atleti? Es posible que el Cholo Simeone le tenga que mostrar en los amistosos, algo que repugna a cualquier atlético de bien. Se puede entender pero alabarle y vender que hay contento entre aficionados, cuerpo deportivo y compañeros es pasarse tres pueblos y provocar que estalle una guerra social por mala comunicación.

El senderista luso el año pasado no quiso participar de los amistosos en la gira, se ha reído de la afición del Atleti siempre que ha podido, ha hecho desplantes de todo tipo en entrevistas, partidos y redes sociales y ¿todavía pretenden convencer de algo al aficionado como si fuera el mejor fichaje? Cuando no debería volver a vestir las rayas canallas, ni pidiendo perdón de forma farisaica porque se sabe que no quiere jugar aquí, aunque le toque, esta directiva ¿permite y fomenta el buen rollo para convencer a quién?

Los que pretendan ficharle ya saben lo que hay y, con suerte, se consigue una cesión bonificada o una compra del 50%. Con suerte. Si no sucede eso se tendría que quedar y como legalmente no se le puede quitar de los entrenamientos, que siga entrenando, pero ya está. Ni convocado, ni jugar, ni nada que es lo que pide la afición y cualquiera que tenga un poco de dignidad. En el club no existe la dignidad, se ve perfectamente en las no ruedas de prensa de Andrea Berta para explicar el tema de los fichajes y salidas, pero comunicativamente deberían intentar limitar daños. Se ríen todos los equipos del mundo y ahí no se comunica nada, pero para hacer daño al aficionado sí. ¿Será que están cabreados por la derrota en el referéndum del escudo?

Simeone, hay que competir de la primera a la última jornada

Si se hiciese caso a la afición atlética, por lo que exponen en redes sociales, el Atlético de Madrid no acierta con ningún fichaje. No les gusta ninguno de los que suenan o con los que se está negociando. Es la afición que más partidos de Premier, Ligue 1, Serie A, Bundesliga y la liga chipriota ve del mundo. Nadie llega a ese conocimiento profundo de todos los jugadores del mundo. Alguno, con mala leche, puede decir que es porque no soportan ver a su equipo y optan por otras competiciones, pero no parece que vayan por ahí los tiros. En realidad casi da igual a quien se fiche porque lo principal no está en la calidad misma del jugador sino en la mentalidad sostenida.

En el Atlético de Madrid se han fichado jugadores de equipos “pequeños, como Arteche, o de equipos grandes, Falcao, y el rendimiento ha sido bueno con mayor o menor calidad. Ha habido suerte con algunos, como Luiz Pereira, que unían calidad a raudales y competitividad y ha habido otros, el senderista luso, que pueden tener calidad y una mentalidad nefasta. En todo fichaje se puede tener o no buena suerte pero en lo que no se puede fallar es en la mentalidad del jugador. En el Atleti, como dijo Luis Aragonés, se juega para “ganar, ganar y ganar”, en todos los partidos y en todas las competiciones sin importar quien esté en el campo. Luego se podrá quedar primero o cuarto, pero como decía el sabio de Hortaleza hay que llegar con posibilidades a las últimas jornadas.

Ayer en el Club Uría (que pueden ver en Twitch y Youtube) al final de la segunda tertulia se puso el dedo en la llaga. Esto al final no va de fichajes, más o menos “buenos”, va de mentalidad competitiva. @Doniphon, @elabuchus, @EduardoDeAtleti, Pepe Pasqués (pasen también por sus canales) y el propio Rubén Uría debatieron sobre lo que ha venido cambiando el Atleti. De ser un equipo que quería «provocar el error de los dos grandes» a ser un equipo que «está a la espera de los errores de los dos grandes». Da igual que se fiche a Julián Álvarez si la directiva, el entrenador y los jugadores están a verlas venir, esto es, a quedar entre los cuatro primeros, intentar llegar a cuartos en Champions y ver si hay suerte con la Copa.

La temporada pasada jugaban cuando les daba la gana (y en algún caso las piernas) con el único objetivo de llegar a los mínimos que tienen en contrato para seguir con sus sueldos. Eso es lo que enfadó a gran parte de la afición, al menos, aquella parte de la afición que no está al FIFA y demás estadísticas inútiles. La afición que sí ha conocido los cabreos de Luis —también sus cosas raras que no interferían en la mentalidad— y el mandar a la mierda (dicho con claridad) al presidente de turno. Hoy toda la plantilla, incluyendo el cuerpo técnico, está completamente aburguesada. No tienen ningún carácter competitivo, entre otras cosas porque ni el entrenador, ni la directiva les piden más.

Aquí es donde la actividad del Cholo Simeone se ha ido desgastando con el paso de los años. El “partido a partido” es una completa memez si detrás no existe un deseo irrefrenable por machacar al contrario y pelear hasta el final por todas las competiciones en que se participan. El Atleti ha ganado ligas con plantillas muy menores respecto a otros equipos porque se competía hasta que los árbitros, la calidad o la suerte decidía que hasta ahí se había llegado. Igual un jugador que puede parecer menor, en cuanto a calidad, sin embargo es un perfecto competidor y uno muy bueno ser un dejado. No hace falta echar un vistazo en la actual plantilla para ver que jugadores como De Paul, por ejemplo, son anticompetitivos, pero el señor del banquillo no duda en hacerle titular todos los días.

Es responsabilidad del Cholo, porque en la directiva no va a haber ese carácter —ni Gil Marín, ni Cerezo son competitivos—, el volver a infundir ese carácter a los jugadores. Que hay algunos que vienen a tocarse los dídimos, pues puerta mañana mismo ya que hay tiempo para cinco salidas más si hace falta. Hay que fichar jugadores con carácter competitivo, con hambre de victorias y que no se escondan en los partidos —algunos aficionados rojiblancos no han debido ver todos los partidos de liga, ya que estaban viendo los de la liga polaca, pues se quejan de no fichar a alguno que se despista con frecuencia—, no guaperas y posturitas. Y luego que el entrenador exija esa competitividad más allá de lo que digan los contratos.

Esto cae del lado de los entrenadores por más que la directiva sea la que es. Esto es cosa del Cholo. Menos cantar estupideces como la gitana loca y más exigir carácter, ganas y competitividad a los jugadores, porque pueden gastarse mil millones (nunca lo harían) en los mejores pero sin ganas de “ganar, ganar y ganar” no hay nada que hacer. La historia del Atleti es competir hasta donde lleguen las fuerzas y dejen los poderosos, el resto es chau-chau para llenar artículos de periódico, vivir en La Finca o Somosaguas. Aquí se viene a competir y ganar, el resto es gilismo.