miércoles, 20 agosto, 2025

¿Nadie en el PP siente vergüenza de sus dirigentes?

La militancia de un partido, más en procesos como las primarias que alientan el voto irracional, puede tener la culpa de elegir un mal militante como máximo responsable del partido. Hasta ahí llega su responsabilidad, especialmente dentro de partidos políticos donde los mecanismos de control democrático son… inexistentes. Sí, existen Comités Nacionales o Federales pero, por reglas o por personalidad, suelen acabar siendo reuniones de palmeros y buscacargos más que centros de control y crítica. La crítica de Cayetana Álvarez de Toledo es buen reflejo de lo que sucede y la multa que le han puesto también.

En esta época la mediocridad profesional y política ha aumentado con respecto a tiempos pretéritos. La causa principal es que ahora están al mando aquellos y aquellas que han venido mamando de la teta del partido desde las Nuevas Generaciones o las juventudes diversas. Acaba medrando mejor el que más tiene que perder en la sociedad civil o el que tiene menos capacidad para encontrar un trabajo. Miren cuadros y dirigentes de todos los partidos y encontraran a puñados estos perfiles. Ahora bien, lo que es reprochable es no sentir vergüenza por las actitudes de las dirigencias de los partidos. Y eso sucede, con especial énfasis, en el PP.

A más impuestos, más contagios

Que un presidente del PP, que aspira con firmeza a la presidencia del Gobierno, se exprese en términos estúpidos, con ideas estúpidas y con la pretensión de tomar por estúpidos a los demás, debería provocar sonrojo entre la militancia. El sinsorgo e inculto Pablo Casado buscó colar una correlación entre la carga de impuestos y el mayor número de contagios por coronavirus. No aportó el estudio de esa correlación, entre otras cuestiones porque no existe, en una tontería que se le ha ocurrido a él, ni aportó los datos por inventados que fuese. Por no haber no hay ni una relación entre ambas categorías. Y en el PP nadie se inmuta y hasta son capaces de aplaudirle.

Tiene en su cabeza que la retórica de la bajada de impuestos es un tema que capta voto y sigue la linde hasta más allá del final. Claro que habiendo pelagatos con ínfulas intelectuales que escriben libros sobre la magnífica calidad de la sanidad madrileña conseguida con bajada de impuestos a los más ricos, normal que Casado diga lo que dice. Cierto es que la política actual está reñida con los datos y con la propia realidad, mientras unos hablan de la Guerra Civil, otros hablan de ETA. Luego se quejarán de que las personas estén cabreadas con el buen puñado de mastuerzos que hay en política.

García-Egea, un doctor con poco mundo

Tampoco hay que perder de vista a Teodoro García-Egea. Una persona que ha obtenido un doctorado científico y que demuestra que se pueden saber muchas matemáticas y nada más. Al fin y al cabo un doctor no es más que una persona que sabe muchísimo de una parte infinitesimal del conocimiento global. Vamos que al señor García-Egea le falta cultura y un poco de carácter democrático. Las caras de la militancia andaluza en Granada mientras hablaba el campeón de las aceitunas era para grabarla. Les hablaba de cosas mágicas y con la demagogia propia de los discursos congresuales (ahí sí que aplaudían).

Aunque caiga mal, tiene muchísima razón Isabel Díaz Ayuso al exigir libertad de acción al PP de Madrid. Que ella se pueda presentar, y quien más quiera, y el cónclave se celebre cuanto antes después de años de carecer de ejecutiva madrileña, es el mínimo dentro de un partido que está obligado constitucionalmente a ser democrático. Que García-Egea saca el carnet de demócrata constitucionalista cuando le interesa. Y que intente decirle al Bonilla como organizar su casa tiene guasa. Un tipo que no ha ganado más que a las aceitunas exigiendo a quienes ganan en las urnas y gobiernan.

Las encuestas encargadas acabarán estallando

Ese prietas las filas tiene sentido cuando las encuestas son claras y diáfanas. Cuando es mejor no moverse porque hay elecciones cerca y se pueden ganar con claridad. Y esto no es así. Ya se contó que las encuestadoras estaban fallando bastante con Vox (Electomanía y otros sí han expuesto ese aumento de voto ahora) y con el voto al PSOE. En una lógica donde no hay elecciones a la vista las personas no suelen diferenciar de su presidente o presidenta regional y de los dirigentes nacionales. Más cuando la encuesta es telefónica, algo molesto y que genera cansancio… si se quiere hacer bien. Y las encuestas regionales suelen decir cosas distintas a las nacionales.

Este intento de generar un estado de opinión, patrocinado por quienes encargan las encuestas (los medios de comunicación, principalmente de la derecha), que también afecta al intento de encumbramiento por la izquierda de Yolanda Díaz y el invento de la España periférica, acaba como los descorches del champán. El golpe emocional que pueden sufrir los militantes será terrible y ahí vendrán las quejas tipo “si es que a este inútil le teníamos que haber quitado antes”.

A día de hoy, nadie garantiza que el PP vaya a gobernar y/o ganar, entonces ¿por qué tiene la militancia que aguantar a un personaje que hace el tonto por encima de las posibilidades de cualquier persona normal? ¿No sienten vergüenza ajena? Y ¿los medios de comunicación de derechas no sienten que están estafando a la ciudadanía? Que no es por una cuestión ideológica en sí sino porque dejar en manos de un incompetente España es peligroso, que no es la primera vez que pasa. La democracia española merece algo más que este hombre y su equipo de aduladores y lameculos. Y la prensa debería aprender del pasado, cuando algunos directores perdieron sus trabajos con gobiernos del PP…

Benzema ya no es jugador del Real Madrid

“El jugador franco-argelino, internacional absoluto con la selección francesa y ex del Olympique de Lyon ha sido condenado a un año de prisión y 75.000 euros de multa por intento de extorsión a su compañero de selección Valbuena”. Esta frase entrecomillada es la que han debido pensar en más de una redacción de los medios deportivos españoles. Karim Benzema ya no debe ser jugador del Real Madrid, por ende deja de ser candidato al balón de Oro, a tenor de la forma en que se ha presentado al público la condena.

Esa desaparición como jugador del Real Madrid de Florentino Pérez ha sido verificada en varios medios deportivos. Así en el canal de televisión Cuatro, el jugador ya no viste la zamarra blanca, sino la francesa. Lo mismo ha sucedido en el programa televisivo nocturno, ese que siempre es líder inventado, El chiringuito donde su otrora loado jugador pasa a ser una especie de apestado francés. En COPE también concuerdan, en redes sociales, que el jugador ya no es del equipo en el que más horas invierten de publicidad y marketing gratuito.

En los periódicos As y Marca las imágenes son difusas. Sí, el jugador está con algo del Real Madrid, pero sin que se note mucho. Que parezca que no es del equipo, que se oculte que es jugador, que no se vea dañada la imagen del club de sus amores. En As utiliza una camiseta de entrenamiento y está el jugador de perfil. En Marca sí sale con camiseta de jugar, pero la segunda equipación y sin que se vea el escudo. Mecanismos todos de evitar lo consciente para introducirse en lo inconsciente y perpetrar el limpiado de imagen del club.

Imagen Marca
Imagen Mundo Deportivo

En Mundo Deportivo, como no podía ser menos, van con todo. Camiseta blanca, brazalete de capitán y escudo del Real Madrid. Porque, aunque en la redacción de los artículos sí se habla del equipo blanco, se ningunea que es el capitán del mismo. Un capitán del buque blanco no puede ser un extorsionador condenado. Y así queridos lectores es como se manipula desde la prensa la realidad. No sólo con el real Madrid, también con muchas otras cuestiones. El Homo videns atiende más a las imágenes que al texto –casi nadie lee los artículos que comparte- y si en las imágenes no aparece Benzema con la camiseta blanca la ofensa parece menor. Pero la realidad es que el capitán del Real Madrid ha sido condenado por extorsión en un caso de vídeos sexuales.

Imagen As

PS. Curiosamente esos mismos medios, ante la condena de un jugador del Bayern de Múnich, bien que estuvieron diciendo todos los días que era ex-jugador del Atlético de Madrid y bien que mostraron su imagen con la rojiblanca. Saben quién es su amo y a quién deben zaherir. Y lo hacen. No se dejen engañar, nada es fortuito.

La tanqueta más progre de la historia

La tanqueta más progre; las balas de gomas más progres, los porrazos más progres, las cargas más brilli de la historia de España se están produciendo por la huelga del metal en Cádiz. Provincia especialmente masacrada por las deslocalizaciones, de esas que ahora lamentan ante la escasez de recursos, y con un paro estructural que debería avergonzar a todos los dirigentes políticos. No se preocupen porque las medidas, por represivas que sean, son las más progres de la historia. Los aparatos represivos cuqui y amorosos son lo que han mandado.

Están tan acostumbrados a las batukadas y demás gilipolleces que se hacen en las manifestaciones postmodernitas, que en cuanto visualizan la crudeza de la lucha de la clase trabajadora se asustan. La violencia, aunque no sea física, es parte de la política desde tiempos antediluvianos. En la actual sociedad alelada no hay cabida para lo que es consustancial al ser humano, la lucha en sus diversas formas. Que se corten carreteras –que jamás han perjudicado a los servicios de urgencias, pese a la manipulación de ciertos medios progres-; que haya manifestaciones constantes; que no se trabaje; que haya gritos y protestas es lo normal en la lucha de la clase trabajadora. Sin ello ni usted, ni yo nos enteraríamos de los problemas sociales, ni habría mejoras laborales.

Moreno Bonilla se lava las manos y el Gobierno a verlas venir

En realidad todo este asunto debería contar con la intervención del gobierno andaluz, responsable primero de actuar como mediador. Pero Juan Manuel Moreno Bonilla pasa de todo y le importa una higa que lo pasen mal los trabajadores de Cádiz… o de Jaén. Él a lo suyo, a hartarse de comilonas -¿saben que nada más llegar al gobierno dilapidaron el gasto en comidas de todo el gobierno en dos meses?-, a que Bendodo le manipule encuestas y a pasearse por Andalucía poniendo sonrisas y echando a la calle a personal sanitario.

Al final, como el Pilatos andaluz se ha lavado las manos, el problema ha acabado llegando al Gobierno central. Y allí están a verlas venir. Cuando menos a nivel mediático o de comunicación. Unos porque no es tema de su competencia, otras porque no vaya a ser que se vayan por tierra las fantasías que están alimentando los medios de la derecha. Que ni la ministra de Industria, ni la de Trabajo hayan dicho esta boca es mía y que le toca a Bonilla ponerse manos a la obra es para nota, mala pero nota.

Vox a pillar en río revuelto con los «comunistas» ejerciendo de cínicos

Como ha sucedido en otros lares europeos, Vox ha aprovechado la ocasión –aunque su programa económico impulsaría el cierre de las empresas del metal- para venderse como los salvadores de la clase trabajadora. Santiago Abascal ya ha pedido reindustrializar Cádiz –no ha dicho como porque seguro ni lo sabe sino que es de esas frases que se dicen por quedar bien- y ha señalado a Marlaska por reprimir a los trabajadores en su justa lucha. Y lo hace porque quienes dicen que representan, muy mucho, a la clase trabajadora han hecho dejación de funciones.

Ni Yolanda Díaz, ni Enrique Santiago respaldaron las primeras jornadas de huelga, sino todo lo contrario (el secretario general del PCE pidiendo mesura y no división). Que si el diálogo, que si no había que molestar tanto porque hay un gobierno progresista, que si tal, que si pascual. En cuanto han visto que ha aparecido la tanqueta y que toda España se ha indignado, entonces, justo entonces, han sacado la cabeza y han comenzado a filtrar que si Díaz se había quejado en el Consejo de ministros y Santiago ha defendido la huelga –cuatro días después de haberla condenado (miren su perfil de Twitter)-. Que no les intenten vender ahora otra cosa porque ha sido así.

La prensa criminalizando a los manifestantes

Y la prensa española, especialmente la progresista, se ha dedicado a lo que mejor sabe hacer, criminalizar a los manifestantes. Les han culpado, falsamente, de haber impedido que una ambulancia llegase a un hospital; les han culpado del accidente de un motorista que se ha chocado con un camión aparcado –porque claro, si no hubiese huelga el camión no estaría aparcado en ese sitio y el motorista no se hubiese chocado-; les han culpado de violencia; les han culpado de haber matado a Kennedy, a Lincoln, a Bin Laden, haber estado en los procesos de Moscú y los millones de muertos del comunismo.

Hay que recordar que estos medios son los que han advertido de una huelga de camioneros… No, mentira. De un cierre patronal de las empresas del transporte, que no tiene nada que ver con que puedan tener razón en sus reivindicaciones, pero es cierre patronal –y se rumorea que están desviando trabajo hacia Europa y juntando días de descanso de los conductores, porque es un paro de mentirijillas-. Nadie se ha preguntado: si los manifestantes no han roto nada, ni hay agresiones durante la marcha ¿por qué hay enfrentamientos con la policía? Si la población apoya a los huelguistas ¿por qué tiene que haber bronca? Al final esta es una táctica de unión mediática-gubernamental para destruir a los manifestantes y que se practicó con éxito en tiempos de Margaret Thatcher.

Es tan corto y gafe que le pasan esas cosas

Sólo a un ser como Pablo Casado le puede pasar verse metido en una polémica tan estúpida como dañina para su persona. Porque hay que ser muy lelo y corto para elegir una misa en la cual los franquistas han hecho un óbolo para rezar por el alma del dictador Francisco Franco. Y muy gafe porque ya es mala suerte que con todas las iglesias que hay en Granada elige esa precisamente… ¿o no?

Una misa para Buenaventura Durruti

Lo primero que hay que decir es que la misa en sí no era franquista. Quien esto escribe, por cuestiones que a ustedes no les importan –¡so cotillas!-, se hallaba justo en esos momentos en Granada y al lado de la catedral. Lo curioso es que esos franquistas que cantaban el “cara al sol” entraron a la misa bien tapaditos y no por la lluvia. Ni una muestra de banderas, ni ramos de flores, ni nada. Entraron como los demás fieles, los cuales acudían a misa sin sospechar que al finalizar la misma (en la oración de difuntos) se rogaría por el alma del dictador. Porque no era una misa en conmemoración de nadie.

Lo ha explicado el Arzobispado granadino con claridad, pero como la mayoría de ustedes son unos “infieles” -pero bien que se bautizan, celebran comuniones y se casan por la iglesia para quedar bien- no conocen los intríngulis de la cuestión eclesial. Cualquier fiel (o infiel) puede solicitar mediante un “donativo” rogar por el alma de quien se desee, incluso de Buenaventura Durruti. La Iglesia no hace distingos en la oración por las almas de los seres humanos… si hay generosidad de bolsillo. Otra cosa es que los diez nostálgicos granadinos parezcan más a ojos de la crítica y del espectáculo político.

Casado se quería hacer un reportaje fotográfico

¿Por qué acabó Casado en la catedral de Granada? Porque es muy corto. No sería la primera vez que acude con la familia a otros lugares y se hace un reportaje fotográfico. No es lo mismo ir a misa a la iglesia de las claretianas, mucho más cercana a su hotel granadino, que acudir a la catedral e intentar contar a los españoles la grandiosidad de su arquitectura (su mujer tiene buen gusto para disfrutar de ese arte), su deseo de recuperar, ante la tumba de los reyes católicos, la unidad de España o cualquier otra estupidez a las que nos tiene habituados. La mufa que lleva tras de sí se lo impidió.

La verdad es que Casado va a odiar Granada porque le han dado palos por todos lados. Desde Ayuso al Bonilla, pasando por cualquier dirigente de medio pelo que ha pasado por allí. Se mete en una iglesia para fardar y se ve envuelto en una misa con oración y ramo franquista. Y para colmo de males todo el mundo observa que es estúpido al interrumpir el discurso de su compañero de partido Iturgaiz para hacer una entrada… silenciosa y sin mucho ánimo de la concurrencia.

Le quedará el estigma de franquista cobarde

Si todo lo anterior les parece poco, pese a la casualidad, le va a quedar el estigma –aunque sería más propio hablar de la marca de Caín– de ser un franquista y, por ende, un cínico que apela a la libertad cuando lo que realmente le gusta es la dictadura. Pero no un franquista de verdad sino de medio pelo, cobardica. Eso lo piensan seguro los franquistas y posiblemente los falangistas (que hicieron sus desfiles aunque este año no interesen); eso piensan los escondidos en el PP; eso piensan millones de españoles que se asombran de que esté callado ante la metedura de pata; eso piensa cualquiera con dos dedos de frente, incluyendo a los ganaderos y agricultores que desconoce por mucho que intente fardar.

Cuando los astros se conjuran contra alguien da igual lo que haga, siempre saldrá mal. Lleva la mufa, el gafe consigo por ello, sin importar su adscripción política, ¿permitirían a un gafe gobernar España? No ya a un inútil, que los hay a patadas, sino a un gafe. Porque este tipo, además de la felonía de intentar dañar a España ante la Unión Europea y demás organismos internacionales para llegar a la Moncloa, es capaz de destruirla por su mera presencia. Allí donde ha metido mano en cosas del PP lo ha hundido hasta casi la desaparición (véase País Vasco o Cataluña). Por eso el Bonilla se le ha quitado de encima en cuanto ha podido. Corto y gafe… al final los españoles vamos a pedir misas para que nos proteja de él.

Ni un medio critica el ataque al periodismo de Florentino

O sus redes de poder son enormes y todos temen por sus empleos, o los medios de comunicación en España están llenos de cagados. No se puede entender que las asambleas de socios del Real Madrid se hayan convertido con el transcurrir de los años en un centro de difusión de mentiras y amenazas a los medios, y no hay ni un solo director de periódico que lo denuncie. ¿Se imaginan qué pasaría si Pedro Sánchez o Santiago Abascal señalasen a un medio, varios o el conjunto de la prensa? Todos sacarían editoriales (podrían leer éste de Diario 16 para aprender algo), hablarían de Jefferson (ya saben aquello de querer medios sin gobierno y no al revés) y estarían buscando para montar el séptimo Watergate.

Florentino Pérez, sin embargo, puede decir lo que le salga de sus partes que ningún medio de comunicación acaba señalando sus miserias. Dice que se va a quejar porque en Movistar son poco madridistas y que los medios les tratan mal y eso debe cambiar y ninguno le saca a colación aquello de contar la verdad. Bien es cierto que, al menos, dos medios están directamente sufragados por el mandamás que vive de los impuestos de los españoles. Pero ¿y el resto? Por mucho madridista sin cerebro que pueda haber en las redacciones y las direcciones de los medios, alguno habrá con dos dedos de cerebro y que no dependa del dinero del tito Floren. Al menos para ejercer la profesión con dignidad, esa misma que sacan a relucir cuando se les señala en otras ocasiones cuando inventan historias.

Además el discurso de Florentino es mentira

Lo curioso es que tenían en esta ocasión la oportunidad de ponerle la cara colorada al señor del ladrillo porque lo que viene diciendo es mentira. Una mentira completamente demostrable. Cierto que Kopa, Rial, Puskas y Gento no están para comentar los partidos del Real Madrid en Movistar, pero tener a Valdano, Maldini, Roberto Carlos, Benito, Torres y demás madridistas en plantilla comentando los partidos, los post-partidos, los pre-partidos y los resúmenes algo indica sobre la vertiente blanca de la plataforma. Por ejemplo, sólo como ejemplo, el Atlético de Madrid no tiene ningún comentarista y si lo hubiese no estaría “orgasmando” cada vez que juega su equipo. Todos los análisis de posibles penaltis, manos o polémica arbitral tienen siempre un recurso a una regla extraña o inventada para ser justificados, si son a favor, y salen hordas de demenciados a hablar de atracos, si han perdido/empatado por legal que sea.

Todos los medios son madridistas, hasta los catalanes cuando no hay disputa entre los dos monstruos; todos los medios lamen el culo del señor de ACS día tras día; todos los periodistas que cubren la información del Real Madrid son más forofos que Bernabéu; toda la información deportiva gira en torno a lo que hagan (así sea rascarse un huevo) los jugadores del Real Madrid o supuestos fichajes y ex-jugadores (¿alguien puede explicar racionalmente qué coño importa a los españoles las venturas o desventuras de un señor portugués?). No puede quejarse de apoyo y cobertura salvo que sea un totalitario o un demente, o las dos,

Ni títulos, ni Mbappé

Lo más probable es que todas esas quejas no sean más que una cortina de humo después de una temporada frustrante (al menos para el pensamiento unicelular de un madridista tipo). Ni un solo título. Ni una copa Núñez que diría Arús. Nada. Cero. Una mierda como un piano de grande. Eso es algo que no sirve para persistir en el discurso de la perfección de Florentino. De ahí el recurso a la amenaza mafiosa; el recurso al señalamiento de los injustos que deben ser quemados; el recurso a movilizar a todos los pistoleros de la Familia. Un año en blanco no sienta bien en la casa blanca.

Si a eso se le suma que, pese a haber sido abastecido por dinero proveniente del capitalismo de amiguetes, el padrino no ha conseguido ni fichar a Mbappé. Y cuidado que dieron la turra en verano, pero claro la prensa española tiene menos fuerza que la UGT con Franco más allá de las fronteras –aunque algunos piensen que no-. Ni a Mbappé, ni a Haaland, ni a Pogba, ni a nadie que realmente ilusione a la afición. La de dinero invertido en comprar un balón de oro para Benzemá, pese a no haber ganado nada –ni el pichichi-; la horas gastadas en convencer que Vinicius es Pelé; la de sueños frustrados diciendo que Camavinga es el sucesor de todos los mediocampistas que han existido; todo eso en balde. Por ello, Florentino tenía que despistar porque ni la nueva sandwichera epata las almas blancas.

Lo peor, con todo, no es que el tito Floren haga el mafioso, diga estupideces o mienta, el problema es que cuando se señala a la prensa de algo que no comete todos los medios traguen y se achanten. Luego venderán que son los garantes de la libertad y la democracia… ¡Ya!

Novedades literarias: pequeñas y medianas editoriales (21 noviembre)

Les presentamos las novedades de las pequeñas y medianas editoriales. Como siempre, se hará un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos. La fecha que aparece entre paréntesis en algunos libros es la fecha de publicación.

Novela

Irenea Morales, Una visita inesperada, Versátil, 18,50€

Londres, 1913

Los planes de la joven viuda Florence Morland de presentar a su hermana pequeña, Daisy, en sociedad y disfrutar de la temporada londinense se ven truncados cuando recibe una tentadora invitación: la nueva propietaria de Des Bienheureux, la idílica finca del norte de Francia que antaño perteneció a la familia, desea que ambas se unan al resto de sus invitados para pasar el verano entre sus bucólicos jardines.

El recuerdo de antiguos amores, así como el anhelo de los nuevos, florecerá nada más traspasar su mágico umbral, y las dos hermanas descubrirán, entre sesiones de espiritismo y escapadas a la luz de la luna, que no todo es joie de vivre y que los secretos que se esconden la una a la otra no son nada comparados con los que atesora la antigua mansión familiar.

Un mal ancestral acecha aletargado entre raíces y sombras, esperando la oportunidad de ser liberado.

Luis Rodríguez, Mira que eres, Candaya, 15€

«Esto no es una novela, es la contemplación de un rescoldo», podemos leer en una de las páginas de Mira que eres, un libro con todas las señas de identidad de Luis Rodríguez: la voluntad creadora e imaginativa de Nabokov, los espacios difusos de Beckett, la mirada contemplativa de Proust, las tramas entreveradas de Chejov, los personajes al límite de sí mismos de Flaubert. La literatura de Luis Rodríguez es el resultado de esos ecos que se escuchan simultáneamente y trascienden los límites del libro para llevarnos más allá de cualquier anécdota.

Mira que eres podría ser una biografía fragmentada, o las historias que rodean a una biografía oculta, o el relato que se compone con la sombra de un árbol caído. Relatos de crímenes, de amores confundidos, de infancias y pueblos, de fraudes y robos, de libros y actores de teatro que no se desprenden de los personajes que interpretan: Luis Rodríguez convierte una primera frase en una única y última huella, y desde ahí nos lleva a seguir el rastro invisible que nos contagia de esa incurable enfermedad que es contar historias.

Antonio Jiménez Morato, Nola, Jekyll & Jill, 24€

Los habitantes de Nueva Orleans, Louisiana, suelen denominar a la ciudad de un modo mucho más cómodo mediante un acróstico: NOLA. Este libro, escrito con el ritmo sincopado de la música de la ciudad, retrata la fascinación y el desencanto de habitarla, así como la nostalgia de su recuerdo, da fe del influjo cada vez mayor que ejerce en el mundo la cultura estadounidense y los mecanismos mediante los que el turismo convierte territorios con raíces en meros parques temáticos, al tiempo que pretende también proyectar la mirada indagatoria del que aprende y extrae conclusiones ante lo que se va cruzando en su camino y pone en entredicho su percepción primera de los hechos, como un antropólogo humilde y atento.

Michel Schneider, Muertes imaginarias, EDA, 16,95€

Montaigne, Pascal, Sévigné, Kant, Goethe, Flaubert, Chejov, Schwob, Rilke Benjamin, Tsvetaeva, Walser, Buzzati, Nabokov, Parker o Capote son algunos de los ilustrísimos escritores de los que Schneider nos narra sus últimos momentos, el trance de su muerte, sus célebres palabras finales. treinta y seis relatos en los que la ficción y la realidad se amalgaman constituyendo una incomparable reflexión sobre la muerte. Con su apabullante conocimiento de los autores a los que trata (que provocará en el lector, seguro, un irrefrenable deseo de acudir a ellos) y con su poderosísima, gozosa, vertiginosa escritura, tiñe oportunamente la obra de poesía, de emoción, de alegría y, en no pocas ocasiones, de un enorme y oxigenante sentido del humor, incluso, convirtiendo así estos gloriosos retratos mortuorios en una sabia alegoría en la que es fácil reconocernos.

Kali Fajardo-Anstine, Sabrina y Corina, Minúscula, 20€

Las protagonistas de los once relatos reunidos en este libro componen un mosaico con el denominador común de la ausencia y el desarraigo en una sociedad estadounidense radicalmente mestiza, marcada por la violencia estructural y la descomposición de la familia, pero también por la sororidad y el vínculo con las generaciones anteriores.

Yan Lianke, Canción celestial de Balou, Automática, 14,50€

En una pequeña aldea en los montes Balou una campesina local trabaja día y noche para sacar adelante la cosecha mientras desespera por el futuro de sus hijos. Una historia poderosa, bella y perturbadora sobre el sacrificio que acarrea asumir, hasta sus últimas consecuencias, el compromiso de la sangre, de la familia y del amor cuando nos enfrentamos a las condiciones más adversas.

Steven Pressfield, El mercenario, Almuzara, 21,95€

Jerusalén y el desierto del Sinaí, siglo I d. C., una zona que vive tiempos convulsos tras la crucifixión de Cristo. Los agentes de Roma han recibido información sobre un peregrino que lleva un mensaje subversivo escrito por un fanático religioso a los insurrectos de Corinto. El contenido de ese mensaje podría hacer caer al Imperio. Los romanos contratan a Telamón de Arcadia, un legionario retirado que se gana la vida alquilando sus armas al mejor postor, para que intercepte el mensaje y capture a su portador. Telamón es un hombre solitario que se rige por sus propias reglas; un oscuro código de conducta donde no hay lugar para ideales ni causas nobles. Pero, al atrapar a su presa, sucederá algo que ni él ni los servidores del Imperio podrían haber previsto.

Ilustrados

Juan Pérez Zúñiga y Joaquín Xaudaró, Viajes morrocotudos, Pez de Plata, 19,90€

Juan Pérez Zúñiga y el ilustrador de este libro, Joaquín Xaudaró, reciben un excéntrico encargo: la búsqueda del trifinus melancólicus, cierta especie animal desconocida. Al borde de la miseria y acuciados por las deudas, aceptan la singular misión. Comienza entonces su deambular por el mundo en busca del esquivo trifinus, una divertidísima aventura llena de peligros y calamidades. Barcelona, El Cairo, Persia, Abisinia, Pekín, Chicago, los húmedos mares glaciales… Una crónica loca, incorrecta y chispeante. Elefantes viciosos, aldeas salvajes, juergas de antropófagos, cuevas misteriosas, combates navales, travesuras nocturnas, catástrofes naturales y todo el ingenio del mundo. Un mundo que se parece sospechosamente el nuestro, donde todos son (somos) un hatajo de cretinos. Publicados originalmente en 1901, estos Viajes morrocotudos son una irresistible parodia, un disparate sin precedentes repleto de juegos de palabras, humor negro, situaciones delirantes y jocosas, surrealismo histérico, puro nonsense a medio camino entre los hermanos Marx y los Monty Python.  

Otras lecturas

Harold Bloom, Macbeth, Vaso Roto, 20€

Macbeth es una de las tragedias más leídas y escenificadas de Shakespeare. El protagonista, un guerrero distinguido, se transforma en asesino despiadado consumido por la duda y la ambición. William Shakespeare sigue siendo estudiado desde diversas perspectivas y disciplinas por su óptimo conocimiento de las pasiones humanas. En una excelente traducción de Ángel-Luis Pujante, Harold Bloom nos muestra la transformación del personaje, adentrándose en su interioridad con perspicacia, agilidad y una alta dosis de compasión. La lucidez de su lectura convierte a Macbeth. Un puñal imaginario en el perfecto colofón de una serie fundamental compuesta por cinco títulos: Falstaff. Lo mío es la vida; Cleopatra. Soy fuego y aire; Lear. La gran imagen de la autoridad; Yago. Las estrategias del mal y Macbeth. Un puñal imaginario.

Harold Bloom rinde homenaje –una vez más– a una de las mentes más prodigiosas e imaginativas de la literatura universal. El crítico dedicó sesenta años de su vida al análisis del corpus creativo de William Shakespeare. Cada uno de estos libros es una guía de viaje a nuestra interioridad, y cada personaje estudiado resulta esencial para comprender lo humano y sus elementos trágicos. La ambición y la ceguera de Macbeth, como sucedía en el Siglo V a. C., son espejos, extrañamente oscuros, mas al fin espejos que develan nuestra propia ineluctable fragilidad.

Macbeth nos muestra que el teatro es personal, no admite límites: en cada obra cabe el universo personal y original de la imaginación.

Stefan Zweig, Biografías, Acantilado, 85€

De la amplia obra de Stefan Zweig quizá sus biografías son las que mejor dan muestra de la destreza del escritor para el retrato, de su agudeza psicológica y de la profunda comprensión del alma humana. Este volumen las reúne todas, tanto aquellas dedicadas a personajes insignes de la historia como las que retratan a algunos destacados contemporáneos y amigos del autor.

Italo Calvino, Un optimista en América, Siruela, 24,95€

Al regresar de su primer viaje a los Estados Unidos, Italo Calvino decidió reelaborar el diario y la correspondencia que mantuvo con sus amigos durante aquellos meses tan señalados. «A mi partida hacia los Estados Unidos me prometí que no escribiría un libro sobre América. Sin embargo, cambié de idea. Los libros de viaje son un modo útil, modesto y completo de hacer literatura.

Karen Blixen, Daguerrotipos y otros ensayos, Elba, 23€

Los ensayos de Karen Blixen pertenecen a una época en la que ya había publicado las dos obras con las que saltaría a la fama, «Siete cuentos góticos» y «Memorias de África». A diferencia de sus relatos, sus ensayos invitan a un acercamiento espontáneo a la autora, en toda su lucidez de pensamiento, su vastísima cultura y sus fogonazos de conmovedora cercanía.

Novedades: Ensayos, Historia y otras lecturas (21 noviembre)

Les presentamos las novedades de ensayos, historia y otro tipo de lecturas (que pueden ser interesantes) que se publican en España. Se incluyen grandes, medianas y pequeñas editoriales. Como es usual, la presentación de las obras se hace mediante un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Ensayo

Judith N. Shklar, Legalismo, Clave Intelectual, 22€

Las sociedades democráticas se enfrentan a diario a problemas políticos extraordinariamente delicados, y es fácil caer en la tentación de recurrir a los tribunales para zanjarlos de forma definitiva. Los ejemplos que nos ofrece la actualidad son infinitos: el proceso de independencia catalán, el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual… Pero ¿es la ley de verdad una instancia inapelable, situada por encima de la política, que nos permite resolver todos los conflictos ideológicos? ¿Acaso no engendra este fetichismo jurídico su propia modalidad de terror e injusticia? Judith N. Shklar, una de las pensadoras más lúcidas y estimulantes de la segunda mitad del siglo XX, fue a lo largo de su vida una firme defensora de la democracia liberal.

Sabía que los sistemas democráticos constituyen la única protección eficaz contra la arbitrariedad totalitaria de la que ella misma fue víctima. Era consciente también, sin embargo, de que la democracia no es un modelo político infalible y, con el fin de fortalecerla, consagró buena parte de su carrera a exponer sus carencias. En Legalismo, uno de los frutos más brillantes de ese proyecto intelectual, la autora nos alerta del riesgo que supone convertir la ley en el árbitro último de nuestras decisiones colectivas y olvidar su naturaleza contingente y política.

Desmond Morris, Búhos, Adriana Hidalgo, 19,90€

El búho es una contradicción. Es la más conocida y también la menos conocida de las aves. Pidamos a cualquiera que dibuje un búho y lo hará. Preguntémosle cuándo vio uno por última vez y dirá que no lo recuerda. Como ilustración en un libro, sí; como ave en un documental o en jaula de un zoológico, probablemente. Pero ¿cuándo vio por última vez un búho vivo en la naturaleza?

El búho es un tímido predador nocturno de vuelo silencioso. A menos que salgamos de nuestro camino para avistarlo o hagamos incursiones nocturnas, no lo encontraremos fácilmente. Sin embargo estamos muy familiarizados con su apariencia por la forma de su cabeza y su mirada, que parecen humanas.

Esas cualidades humanas nos hacen atribuirle profundos pensamientos. En el siglo XXI, cuando por fin comenzamos a apreciar la fauna salvaje del planeta y a preocuparnos por su dramática declinación, también queremos conocer la fascinante biología del búho.

Juan Arnau, Mente diáfana, Galaxia Gutenberg, 24€

Esta obra recorre más de dos mil años de historia del pensamiento del país hindú. Partiendo de la época védica, comienza un viaje que transita por las tradiciones filosóficas indias más importantes, como las upanisad o el samkhya, en el que se analiza su dogma y las huellas filosóficas que dejan en otros pensamientos que se van desarrollando a lo largo de la historia.

Thomas Macho, Cerdos, Adriana Hidalgo, 19,90€

Nadie quiere que le digan “cerdo”, ¿por qué? Los cerdos encarnan lo ominoso que anida en los rincones de lo familiar: lo reprimido, oculto, escondido. Quien haya visto faenar cerdos, nunca olvidará sus gritos casi humanos.

A diferencia de los pescados y los pollos, por lo general, los cerdos que terminan en nuestros platos como embutidos o jamones no nos recuerdan la forma del animal. Constantemente comemos cerdos sin percibirlos.

Este libro nos cuenta también el extenso espacio imaginario que han ocupado los cerdos: desde mitos y fábulas, poemas, teatro y novelas, cuadros, películas y proyectos artísticos, hasta carteles de publicidad, juguetes y utensilios cotidianos un poco kitsch.

Juan Manuel de Prada, Una enmienda a la totalidad, Homo Legens, 22,50€

En nuestra sociedad ha cundido un hondo malestar que adquiere manifestaciones en apariencia contrarias: hay quienes se revuelven contra los ataques a la institución familiar, contra la corrosiva “cultura de la muerte” o contra la ingeniería social que reconfigura la propia naturaleza humana; hay quienes claman contra la depravación del capitalismo global, que condena a la miseria y el desarraigo a las nuevas generaciones y desmantela las economías nacionales; hay quienes, en fin, se rebelan contra la desmembración de la patria o la inmigración descontrolada. Y, para combatir este malestar hondo que se manifiesta de diferentes formas, la gente se adhiere a tal o cual ideología, pensando que en los demagogos que las defienden encontrará la solución a sus cuitas. Pero tales soluciones serán parciales, fragmentarias, insatisfactorias… y, con frecuencia, sólo contribuirán a enconar más aún la calamidad que pretenden combatir.

Para combatir las causas de este malestar hondo se requiere, frente a las visiones ideológicas sesgadas, una visión armónica que permita unificar en su significación profunda el conjunto de males de apariencia disímil que nos perturban. Y esa visión armónica sólo puede brindarla el pensamiento tradicional. Para desprestigiar la tradición, la modernidad tiende a identificarla con formas de vida periclitadas. Pero el pensamiento tradicional no quiere revivir el pasado (tampoco, desde luego, anticipar un futuro utópico), sino revitalizar el presente, infundiéndole una savia que ya ha probado sus cualidades reconstituyentes. En esta “enmienda a la totalidad” proponemos a nuestros lectores un puñado de reflexiones políticas a la luz del pensamiento tradicional, única alternativa verdadera al zurriburri ideológico imperante.

Pedro Lozano Bartolozzi, Crítica de la razón comunicativa, Eunsa, 14,90€

La realidad como performance virtual es el escenario teatral, el hábitat omnipresente como trampantojo del nuevo homo mediaticus. La conciencia, el conocimiento y la convivencia social corren el riesgo de romper su anclaje en la autenticidad. El engañoso ciberespacio es un sistema comunicativo que reclama ser embridado por la verdad. Distinguir conocer y conocimiento son claves en el quehacer periodístico, con el fin práctico de relatar lo noticioso como hecho y no como intuición falaz y efímera. En este texto se plantea el problema del conocimiento informativo en cuanto intuición y percepción de los acontecimientos noticiables, inviable sin un criterio previo de selección. No deja de sorprender que el filósofo Immanuel Kant advirtiera de la necesidad de encontrar y exponer el ensamblaje entre la realidad, la intuición profesional, la lógica formal, los elementos del interés informativo, la veracidad y la difusión de las audiencias tan amplias como interconectadas. La pregunta obligada para el lector es averiguar si Kant escribió como se afirma en Crítica de la Razón Comunicativa, o estamos ante un relato imaginado, una especie de cuento. La respuesta nos la da el mismo filósofo al distinguir dos elementos en el conocer: lo dado y lo puesto.

Historia

Norman Ohler, El gran delirio. Hitler, drogas y el III Reich, Crítica, 21,90€

Este es un libro fundamental para conocer mejor a Hitler, por un lado; pero también para entender los éxitos militares del nazismo. Como ha dicho el
gran historiador Hans Mommsen: «Norman Ohle se ocupa de una dimensión hasta ahora insuficientemente conocida del régimen nazi: la importancia del uso creciente de drogas en la sociedad nacionalsocialista». Basándose en fuentes hasta ahora no utilizadas, Ohler no solo profundiza en la drogadicción de Adolf Hitler, a quien su médico personal mantenía activo administrándole hasta 74 estimulantes distintos, sino también en la difusión del uso de metanfetamina entre la población alemana; y nos descubre que se administraron millones de dosis a las tropas que habían de resistir los tremendos esfuerzos que requería la realización de las campañas de la blitzkrieg. «Es mérito de Norman Ohler —concluye Mommsen— haber descubierto la cara oculta de la historia de la guerra. Este libro transformará nuestra visión global».

Antonio J. Candil, Los militares en la democracia española, Almuzara, 23€

Buena parte de los logros de la democracia española no hubieran sido posibles sin la colaboración -no exenta de cierto servilismo- de los generales y altos mandos militares. Pero ello no obsta para que su pasividad en ocasiones, y abandono la mayoría de las veces, hayan llevado a la situación actual. Los generales en activo –con alguna honrosa excepción- no han hecho sino dar prueba de un entreguismo y de una dejación de sus responsabilidades sin parangón en la historia de España, subordinando sus carreras y tareas a la magnanimidad de los políticos del momento, dando un mal ejemplo a sus subordinados e hipotecando su futuro y el de la carrera militar como tal.

Ahora que ya está más que concluido el proceso inicial de entronización de la democracia en España, puede afirmarse que la llamada Transición quizá haya sido después de todo el momento más brillante de la historia contemporánea de la nación, incluso con sus claroscuros y errores. Pero la reforma militar iba de la mano de la reforma política, y el general Gutiérrez Mellado no fue capaz de trazar el camino ni de mantener la calma en una institución que estaba en el centro de la atención del público y de la clase política. A la postre fue el propio Gutiérrez Mellado quién más política hizo, sin contribuir para nada a la modernización de la defensa ni mejorar su eficacia, prostituyendo la finalidad de su reforma y creando una gran división en el pensamiento militar que perdura hasta nuestros días.

El autor de esta reveladora obra sostiene que las Fuerzas Armadas españolas, sobre todo por obra y gracia de algunos de sus generales más significados, son hoy uno de los instrumentos más ineficaces del Estado en el cumplimiento de su misión, además de ser un actor mudo y sordo ante la realidad política y social española, lo que indiscutiblemente afecta a la seguridad nacional. Nunca fue más real el viejo dicho: qué buenos vasallos si hubiera buenos señores!

Otras lecturas

José María Zavala, Las últimas horas de José Antonio, Booket, 9,95€

«Que sea la mía la última sangre española vertida en discordias civiles.» José Antonio Primo de Rivera

El estudio más completo sobre el proceso y la ejecución de José Antonio Primo de Rivera.

A las diez horas del día 14 de marzo de 1936, José Antonio Primo de Rivera fue arrestado en Madrid, bajo la acusación de posesión ilícita de armas, e ingresó al día siguiente, de noche, en la antigua celda de Largo Caballero en la cárcel Modelo de la misma ciudad. El 5 de junio fue trasladado a la prisión de Alicante, donde permaneció hasta su ejecución el 20 de noviembre.

Tras el gran éxito de La pasión de José Antonio, y cuando todo o casi todo se creía contado sobre las circunstancias de su muerte, José María Zavala vuelve a sorprendernos ahora con otro arsenal de documentos inéditos.

Sin abandonar el ritmo trepidante de un thriller ni el rigor habitual de su información, ofrece en estas páginas datos novedosos y relevantes localizados en los «expedientes perdidos» de los que participaron en la muerte de José Antonio: desde el juez que le «juzgó» hasta el miserable que estampó luego su firma en la orden de ejecución, pasando por el director de la cárcel de Alicante o los miembros del pelotón de fusilamiento que segaron su vida en el patio de aquella prisión.

Georg Christoph Lichtenberg, Cuadernos completos, Hermida Editores, 120€

Este estuche contiene la obra completa que ha sido publicada bajo la traducción de Carlos Fortea, con prólogo de Jaime Fernández, y que recoge su trabajo según la edición canónica.

Gonzalo Altozano, Tipos de vuelta, Ediciones Monóculo, 20,90€

En Tipos de vuelta, el periodista Gonzalo Altozano entrevista a cineastas, escritores, historiadores, políticos, filósofos e incluso a un banquero. Cualquiera estaría tentado de decir, por tanto, que no estamos sino ante un recopilatorio, algo así como un cajón de sastre en el que cabe cualquier cosa. Nada más alejado de la realidad. Hay atributos que hermanan a Antonio Escohotado y a Jorge Verstrynge, a Fernando Sánchez Dragó y a Rafael Vera, y que confieren al libro una lógica interna: esa sabiduría de la que sólo goza quien ha vivido lo suficiente, una vida digna de ser contada y una inclinación, precisamente por estar todos ellos de vuelta, a hablar sin los circunloquios, los ambages y los eufemismos que hoy se le exigen al ciudadano socialmente responsable. Un aviso. No se encontrará el lector con esos fríos cuestionarios que más que periodismo parecen burocracia, ni tampoco —también esto último muy típico— con un entrevistador que aprovecha la coyuntura, la de la entrevista, para el propio lucimiento. En Tipos de vuelta, Gonzalo Altozano se viste de Sócrates y urde diálogos en los que el objetivo, el único objetivo, es que el interlocutor dé a luz la verdad de su vida.

Novedades Literarias: Grandes editoriales (20 noviembre)

Les ofrecemos las novedades literarias (novelas, poesía, teatro, curiosidades) de las grandes compañías del sector. Como es habitual, se hace un corta y pega de las notas de presentación de las obras tal y como llegan u ofrecen las editoriales sin ningún tipo de apreciación sobre ellas, salvo la elección de unos u otros títulos.

Novela

Rafel Nadal, Cuando se borran las palabras, Destino, 21€

Después de la publicación de los dos primeros libros de esta inolvidable saga familiar, Rafel Nadal vuelve a dirigir su mirada literaria hacia la memoria, el paso del tiempo y las nuevas generaciones. Así, nos ofrece este libro íntimo y delicado, con el que homenajea a padres y abuelos y cierra su exitosa trilogía.

Cuando las palabras se borran y los recuerdos se apagan, aquello que no se nombra deja de existir. Entonces al autor solo le queda escribir estas páginas, con la esperanza de que cada vez que alguien las lea rescate las historias que se describen en ellas y reviva, uno a uno, a sus protagonistas. Un relato que no esconde la nostalgia por una época que se acaba, pero que llena de humor y ternura un tiempo que justo acaba de empezar.

Un libro de gran intensidad emocional que permanecerá imborrable en la memoria de los lectores.

Patricio Alvargonzález, Conservados en champán, Espasa, 19,90€

«Siempre había tenido ese pensamiento —un poco marxista— de que todas las familias tienen una historia que merece la pena. Entonces empecé a fijarme y descubrí que había gente realmente aburrida, absolutamente pobre, familias que habían nacido para la intrascendencia. Por suerte, ese no era mi caso.»

Eugenio Martínez de Orujo, patriarca de los Martínez de Orujo, «familia copiosa de la era dorada de los latifundistas venidos a menos», acaba de morir. Para disputarse su herencia deja una esposa y varios sobrinos y sobrinos nietos, hijos de los hijos de su hermana Demetria, una mujer de bandera de verdad, es decir, preconstitucional, como toda la gente bien. Entre todos ellos está Antoñito, el narrador de esta historia, que es de derechas porque, al ser hijo único y huérfano de padres, lleva mal lo de compartir. Y quien, de funeral en funeral, de fiesta en fiesta, de París a Madrid y de Madrid a Londres, perseguirá dos sueños: ser escritor de éxito y heredar la baronía de Romañá.

Patricio Alvargonzález, berlanguiano por compromiso, felliniano por gusto y alleniano por devoción, ha escrito una novela desopilante y ácida sobre los destitulados bastiones de la antigua aristocracia, en la que hay una guest star ineludible: Cayetano Sáenz de Betolaza, ese «cursi redomado que divierte a la gente bien con su cuenta de Instagram».

Quedan invitados al funeral de los Martínez de Orujo.

S.R.C. ¡No olviden el dress code: vestido largo, luto!

Ledicia Costas, Golpes de luz, Destino, 18,50€

Una novela tierna y llena de humor sobre los secretos que marcan la vida de tres generaciones de una familia en la Galicia rural. 

Julia es periodista, acaba de separarse y decide dejar atrás Madrid y regresar a su pueblo, en Galicia, con su hijo Sebas, para cambiar de aires y cuidar de su madre. El niño tiene diez años y está convencido de que su abuela Luz es el dios Thor, porque nunca se separa de su martillo. Aunque esconda polvorones en las medias, beba Sansón hasta ver doble y diga mentiras sin parar, Sebas adora a su abuela. Es una diosa, y ha convertido su jardín en un templo. Pero para Julia volver a la casa familiar supone enfrentarse a un pasado lleno de secretos que necesita desvelar y a la desaparición de su padre, que hace más de treinta años se fue sin despedirse.

El narcotráfico en la Galicia de los años noventa, el mundo de los cuidados y la búsqueda de la verdad envuelven esta historia llena de humor y habitada por unos personajes inolvidables.

Después del éxito de Infamia, Ledicia Costas muestra de nuevo su gran talento creativo con Golpes de luz, una novela tierna y salvaje.

Soledad Puértolas, Cuarteto, Anagrama, 19,90€

La princesa de un reino sufre una extraña enfermedad; ninguno de los médicos, sabios y curanderos consultados por su padre el rey da con la cura, y esta llegará de un modo inesperado… El hombre rico de un pueblo contrata a una maestra para sus hijos y permite a otros chicos asistir a las clases; uno de ellos se queda prendado de la maestra y tiempo después tratará de dar con ella… Una joven deja la isla en la que vivía con su padre viudo, monta en la ciudad un salón de té y conoce a una clienta que desaparece misteriosamente… La esposa de un médico lo abandona para irse al norte a trabajar como científica; un día a él le llega la noticia de que está muy enferma y emprende un viaje hacia ese lugar remoto para verla por última vez…

Cuatro relatos a la manera clásica con un twist moderno. Cuatro relatos que hablan del amor –no siempre consumado, a veces esquivo–, del paso del tiempo, de ausencias, de reencuentros, de secretos, de historias que pueden tener varios finales posibles…

Cada uno de ellos lleva por título una locución latina –horror vacui, ceteris paribus, festina lente, noli me tangere– alrededor de cuyo significado gira la trama. Una prosa elegante, pinceladas sutiles, un clima envolvente y personajes sugestivos y matizados son algunos de los elementos con los que Soledad Puértolas ha ido construyendo su ya extensa obra. Estos cuatro relatos exquisitos, profundos y emocionantes son una buena muestra de su espléndida madurez literaria.

Jamaica Kincaid, Un lugar pequeño, Pre-Textos, 13€

En esta obra confluyen la experiencia individual y el devenir social, la historia y el paisaje, para dar cuenta de la isla de Antigua. Texto clave de la literatura caribeña contemporánea, escrito a contrapelo de los lugares comunes que encasillan a la región, este libro constituye una radiografía a la vez despiadada y amorosa de la sociedad antiguana y, a través de ella, de los modos en que el poder cuaja en el Caribe.

Javier Pérez Andújar, El año del Búfalo, Anagrama, 18,90€

Esta es una novela -como su título indica- sobre el año chino del Búfalo, que cayó en 1973, pero también en años anteriores y posteriores, como 1961 y 1985. Esta es una suerte de novela total, escrita con inventiva inagotable, aires pop y erudición desenfrenada. Una narración de narraciones descacharrante y conmovedora, políticamente radical y estéticamente subversiva.

Daniel Saldaña París, El baile y el incendio, Anagrama, 18,90€

Tras años sin verse, en Cuernavaca se entrecruzan tres amigos que se conocieron en la adolescencia: Natalia, Erre y Conejo. El reencuentro del trío hace aflorar el pasado y los confronta con su presente. Daniel Saldaña París ha escrito una novela poderosa, que sacude al lector y lo sumerge en un universo turbulento que no dejará a nadie indiferente.

Karl Ove Knausgård

En otoño, Anagrama, 18,90€

Este primer volumen de la serie consta de tres cartas dirigidas a la hija que se está gestando en el vientre de la madre y de una suerte de enciclopedia personal para explicarle el mundo que le espera. En ella el autor reflexiona sobre los temas más variopintos, combinando lo sublime y lo escatológico, lo divertido y lo trágico, lo aparentemente nimio y los conceptos más profundos… Una sucesión de pinceladas cotidianas y sagaces cavilaciones, en las que tanto caben las manzanas, las avispas y el sol como los pedos, la sangre y las meadas; y en las que Flaubert, Van Gogh y August Sander conviven con los chicles, las bolsas de plástico y los petroleros. El autor nos habla también de las medusas y la migración de las aves, de la soledad y el dolor, del amanecer y el crepúsculo, de las latas de conserva y las botas de agua, de los rostros y los labios genitales…

El resultado es un libro heterodoxo y deslumbrante. Karl Ove Knausgård posee el don de hacernos redescubrir con ojos nuevos todo lo que nos rodea.

En invierno, Anagrama, 18,90€

«29 de enero. Estoy sentado en una silla, debajo de la ventana, en una habitación del hospital de Helsingborg. (…) Naciste ayer por la tarde y todo salió bien, aunque llegaste con más de un mes de antelación. (…) Estuviste despierta tal vez durante una hora después de nacer, me mirabas fijamente con tus ojitos negros (…). Sentir el calor de tu cuerpo contra el mío, percibir tu olor, que era tan delicioso y tan parecido al de tus hermanos, me llenó de la alegría más grande que he sentido jamás.» Con esta carta a la hija recién nacida culmina el segundo volumen del Cuarteto de las estaciones de Karl Ove Knausgård. Sigue el mismo esquema del precedente, al que completa: dos cartas escritas a la hija durante los últimos meses de gestación y otra redactada el día de su llegada al mundo enmarcan una nueva entrega de la particular enciclopedia personal del escritor para explicarle a la niña el entorno en el que va a vivir.

Mientras espera expectante la llegada de su hija durante la estación más fría y melancólica, el autor –combinando lo autobiográfico y lo universal– explora temas como la primera nieve, los sonidos invernales, los regalos de Navidad, el frío y Papá Noel, pero también el deseo sexual, los cepillos de dientes, los trenes, los funerales, los átomos, el azúcar, la década de los setenta, los autobuses y autocares, las tapas de alcantarilla, los botines, las ventanas, el cerebro o las rutinas… La sucesión de temas da pie a evocaciones íntimas, toques de humor y reflexiones filosóficas más o menos heterodoxas. Knausgård posee una portentosa capacidad para hacernos redescubrir a través de la escritura todo cuanto nos rodea como si también nosotros fuéramos niños viéndolo todo por primera vez.

En primavera, Anagrama, 18,90€

«No sabes lo que es el aire, y sin embargo respiras. No sabes lo que es el sueño, y sin embargo duermes. No sabes lo que es la noche, y sin embargo reposas en ella. No sabes lo que es el corazón, y sin embargo late regularmente en tu pecho, día y noche, día y noche, día y noche. Has cumplido tres meses de vida y ya pareces envuelta en rutinas.» Así arranca el tercer volumen del Cuarteto de las estaciones, que supone un radical cambio de planteamiento con respecto a los dos primeros. Lo que el autor nos ofrece aquí es la narración de un día en la vida de un padre y su hija, que ha nacido hace unos meses. Lo que se nos relata es la cotidianeidad familiar, en la que –a través de las rutinas y también de las evocaciones– emergen la emoción y la belleza, pero también los miedos y los demonios. Porque en el corazón de esta historia está la posibilidad de la enfermedad física, y también la sombra amenazante de la enfermedad mental, que cae sobre la madre, un trauma que se desvela y aborda en estas páginas…

Karl Ove Knausgård plantea en este tercer volumen la novela de la vida de una familia en la Noruega rural, y su pulso narrativo logra transformar las vivencias diarias en una experiencia literaria de una intensidad única, que seduce y atrapa al lector.

En verano, Anagrama, 18,90€

«El mundo es intraducible, pero no incomprensible, mientras se conozca la sencilla regla de que nada de lo que expresa a través de sus miríadas de vida y criaturas va seguido de interrogaciones, sino solo de exclamaciones», le cuenta Karl Ove Knausgård a su hija en este volumen que cierra el Cuarteto de las estaciones.

Llega pues el apoteósico final de este ambicioso proyecto. Se recupera aquí el formato de enciclopedia personal, en este caso marcada por el estío, lo cual da pie a hablar de la lluvia de verano y las lágrimas, los cerezos y los ciruelos, los cubitos de hielo y los helados, la pesca de cangrejos y las barbacoas… Y entre esas reflexiones siempre sagaces y heterodoxas, se intercalan entradas de un diario íntimo del escritor. Emergen, entre otros temas, sus proyectos literarios y la conflictiva relación con su padre durante la infancia, y se nos relata la historia –que el abuelo a su vez le relató al autor– de una mujer que vivió un amor prohibido con un soldado enemigo durante la Segunda Guerra Mundial. Y asoma también, ahora que se cierra el ciclo, una reflexión sobre la capacidad de la literatura para explicarnos el mundo.

Culmina uno de los proyectos más originales de la literatura contemporánea, un ejercicio de escritura que explora nuevas dimensiones y perspectivas, un texto sincero y arrollador que nos habla del sentido de la vida, de la búsqueda de la felicidad, de la asunción del dolor, de la belleza a veces terrible del mundo, del compromiso de la paternidad y de la emoción de estar vivos.

Curiosidades

Josep Pla, La ceniza de la vida, Destino, 24,90€

Josep Pla fue uno de los prosistas más importantes del siglo xx en nuestro país. Su labor literaria y periodística lo encumbró como uno de los narradores que mejor supo retratar la situación política y social, así como las costumbres de su tiempo.

Por primera vez se reúne en un solo volumen la narrativa completa de Josep Pla escrita en su versión definitiva entre los años 1949 y 1967. Un libro que dará a conocer su figura como narrador más allá del periodista, el memorialista, el escritor de viajes o el biógrafo en una edición única y cuidada para lectores fieles del autor y para todos aquellos que quieran acercarse a su obra de ficción.

Bolsillo

Ramón J. Sender, Tres novelas teresianas, Austral, 8,95€

Un estimulante viaje al siglo XVI donde se mezclan personajes históricos con otros como Don Quijote, Sancho Panza, Don Juan o Lázaro de Tormes.

Este libro se articula como un retablo barroco que recoge en tres narraciones cortas tres estampas de la vida de la Santa de Ávila.

«La puerta grande» nos acerca a una Teresa de dieciséis años que reflexiona sobre su vocación, que canta mientras barre y que dialoga con un caballero flaco, alto y canoso llamado Don Quijote y con su fiel escudero Sancho. En «La princesa bisoja», la santa escucha de la voluptuosa princesa de Éboli el frívolo e irritante relato de sus intrigas. Por último, «En la misa de Fray Hernando del Castillo», Teresa se duele de Felipe II, cuya participación en el asesinato del Barón de Montigny denunciará el capellán de la corte.

Con una imaginación desbordante y un empleo de la lengua que tiene ecos del siglo de oro, Sender sitúa a Teresa en un escenario que acoge, sin distingos, inquisidores y cortesanos, a Lázaro de Tormes o al Burlador de Sevilla, para proporcionarnos una visión personalísima de la soleada pero oscura España de los Austrias.

Jacques Kermoal y Martine Bartolomei, La Mafia se sienta a la mesa, Tusquets, 8,95€

Un conjunto de relatos donde se cocinan los delitos más famosos de la historia.

Pocos saben que los «padrinos» de la Mafia preparan los menús de sus ágapes con el mismo esmero que sus crímenes. Ya desde sus comienzos, la Honorable Sociedad se ha reunido en torno a los manteles para festejar aniversarios o éxitos, urdir estrategias… o poner fin a los días de algún miembro de la Familia. En La Mafia se sienta a la mesa se describen las comidas que ocupan un lugar preeminente en la gastronomía mafiosa, como la organizada para preparar el desembarco de Garibaldi en Marsala en 1860 o la que celebraba la «toma» del Bronx por Maranzano. Así, entre bocado y bocado, los nombres de Mussolini, Roosevelt o Churchill se mezclan con los de don Vito, Calogero Vizzini o Lucky Luciano en este suculento libro, que, para satisfacción de los gourmets, ofrece los menús, las recetas y los vinos de los festines mafiosos más relevantes.

Enrique Vila-Matas, París no se acaba nunca, Debolsillo, 10,95€

Enrique Vila-Matas hace una reconstrucción irónica de su etapa parisina, cuando trataba de vivir a la manera de Hemingway en París era una fiesta. Si en los años veinte su ídolo de juventud fue acogido por Gertrude Stein, en la década de los setenta el joven Vila-Matas alquila una buhardilla en la capital francesa a Marguerite Duras. En vez de codearse con Scott Fitzgerald, Ezra Pound o Pablo Picasso, trata con Roland Barthes, Georges Perec, Isabelle Adjani, Julio Ramón Ribeyro y una escurridiza Paloma Picasso, entre muchos otros.

París no se acaba nunca es un relato autobiográfico que conecta con cierta sensibilidad contemporánea para la cual hay una continuidad natural entre lo real y lo ficticio. Una novela en la que el autor «ficcionaliza» el yo y lo real en términos literarios muy convincentes.

La derecha francesa obtiene casi un 70% de la intención de voto

El giro a la derecha en las presidenciales francesas es un hecho. Éric Zemmour y Marine Le Pen ya suman entre ambos más de un tercio del voto de la ciudadanía francesa. El presidente Emmanuel Macron se asienta en el 24-25% del voto y el candidato de la derecha clásica Xavier Bertrand está en el 13% de la intención de voto. A la izquierda de presidente… la risa. Lo que viene a decir que casi un 70% del electorado francés apuesta por candidatos de derechas.

Desde la derecha sistémica entregada a la Unión Europea y el globalismo (Macron), hasta la derecha ultra (Le Pen y Zemmour), pasando por los republicanos (Bertrand y Dupont-Aignan), parecen haber conquistado el voto de los franceses. A la izquierda de todo esto está Yannick Gadot de los verdes (8%), Anne Hidalgo del PSF (5%), Arnaud Montebourg (3%), Jean-Luc Mélenchon (9%), Fabien Roussel del PCF (2%), Phillippe Poutou (1%) y Nathalie Arthaud (1%). Un 29% de los votos que no sirve ni para que les inviten a tomar algo en una terraza parisina. Algo normal si se ha seguido la política francesa en los últimos años, todo postmoderneces cuando desde hace dos décadas la población viene advirtiendo que ya no se tragan los sapos del izquierdismo barato.

Aviso a los países circundantes

Con la victoria del SPD alemán, la socialdemocracia europea se ha venido arriba haciendo creer que lo siguiente sería un cambio de época en favor de unos gobiernos un poco más virados a la izquierda. Un poco, tampoco se piensen que esto lleva a una mínima rebeldía. Francia, que siempre ha sido un poco espejo para ver por dónde van las cosas –para bien y para mal-, muestra que la derechización tremenda de ciertos países europeos es un síntoma más de una enfermedad interna. Francia es un país que tiene graves problemas de integración de la población inmigrante y de los musulmanes de segunda generación. Algo que se está viendo en la propia campaña.

Que Zemmour esté dando la sorpresa (en los sondeos de la semana pasada, por otras encuestadoras, le daban hasta un 18% de los votos) no es extraño. Como se contó en estas páginas, la deriva política francesa era lugar propicio para esa irrupción, más cuando el lepenismo estaba anquilosado –igual por el bloqueo permanente, igual por cierto cansancio-. Un 36% de los franceses estarían apostando por una política radical de derechas, soberanista, antipostmoderna y antiliberal. Normal que intelectuales como De Benoist, Delsol, Bousquet, Micheá o el mismo Zemmour vendan muchos libros, en cantidades que en España son imposibles. Por no hablar los que vienen advirtiendo del malestar por la izquierda como Guilluy.

Habrá bloqueo a Le Pen/Zemmour en segunda vuelta

Lo normal hasta la fecha es que el candidato del sistema que logra pasar a la segunda vuelta obtiene el apoyo del resto de candidatos, de izquierdas y derechas. Pero esa lógica, más con la irrupción de Bernard y Zemmour, igual ya no se cumple en esta ocasión. En las últimas elecciones Macron venció a Le Pen por ese veto electoral y mediático, pese a haber perdido en la primera vuelta, algo que está por ver en esta ocasión. Si un 70% del electorado está volcado a la derecha ¿quién garantiza que ese bloqueo sea efectivo en esta ocasión?

El pírrico 29% de la izquierda ¿pasaría a Macron directamente o pasaría a la abstención? Desde luego los verdes, esa eterna promesa, se pasarían al candidato de la Francia en marcha, al fin y al cabo son casi lo mismo, pero el resto de votantes igual prefieren quedarse en casa. Como han demostrado las encuestas el voto antaño comunista ahora se encuentra en buena parte en el lepenismo ya que en las banlieues las están pasando putas y les ofrecen amor y besos contra la precariedad. ¿Pueden el resto de votantes hastiados de la izquierda acabar votando a Le Pen o Zemmour? Lo más probable es que se queden en casa en segunda vuelta y que dios reparta suerte. Al Macron que ganó las elecciones se le apoyó una primera vez, a este Macron, con las que viene haciendo, igual se le deja caer.

La cultura de la cancelación entra por ley en la Universidad española

Hasta el momento la cultura de la cancelación dentro de la Universidad española se debía más a los criterios de este o aquel rector, decano, director de escuela o asociación de amargados profesionales. La autonomía universitaria, constitucionalmente protegida, posibilitaba que dentro del ámbito universitario se pudiese utilizar la libertad de expresión y pensamiento… Hoy ya no será posible con la Ley de Convivencia Universitaria de Manuel Castells.

El ministro de Universidades ha despertado de su larga siesta (sí, el dinosaurio seguía allí) para perpetrar una ley que, de rondón, cuela la posibilidad de la cancelación, esto es, de la prohibición de la libertad de expresión. Como todo el mundo conoce, el ministro ha sido uno de los popes de esa casta universitaria de la costa Oeste estadounidense que son ahijados del neoliberalismo. En versión puritana progre, eso sí. Esos mismos que, apoyados en Foucault o Derrida, han destrozado el saber de siglos para imponer una ideología que pretende acabar con cualquier discrepancia a los ellos, ellas y elles dictaminen. Una dictadura del pensamiento en aras de la deconstrucción del todo y la vida digital o en red.

Dar espacio a los ofendiditos

La LCU pretende ser un marco bajo el cual el mundo universitario pueda regirse en términos disciplinarios. Si acontece una pelea, pues se acude a la mediación y no al mero régimen disciplinario. Y así con numerosas situaciones como destrozar la facultad, el despacho de un profesor o hacer alguna novatada… Hasta ahí todo muy new age y de abracitos sanadores. ¿Cuál es el problema? Que entre esas medidas de convivencia se acaba introduciendo un pequeño punto que supone, en realidad, aplicar la cultura de la cancelación.

“Discriminar por razón de sexo, orientación sexual, identidad de género, origen nacional, pertenencia a grupo étnico, edad, clase, discapacidad, estado de salud, religión o creencias, o por cualquier otra causa personal o social” dice uno de los motivos de falta muy grave. Leído deprisa puede parecer que es algo obvio y objetivo, pero si se paran en las palabras en negrita comprenderán mejor. Si un profesor, por ejemplo, hablase en teoría social del islamismo como una religión violenta y contraria a los postulados de occidente, cualquier alumno musulmán podría quejarse y decir que le están discriminando. Si un profesor de biología dijese que el ser humano se constituye en dos sexos, cualquier persona podría decir que se le discrimina por no respetar su identidad de género.

En una sociedad donde los ofendiditos tienen la capacidad de que los medios de comunicación siempre les hagan caso como supuestas víctimas (recuerdan al gay que supuestamente habían marcado unos ultraderechistas que no se verificó), cualquiera que no esté de acuerdo con una afirmación académica, en favor de alguna cuestión mágica, puede decir que le discriminan o le ofenden. O lo que es lo mismo puede ejecutar la cancelación de un profesor o investigador, como ha sucedido en otros países. Porque de hecho, si lo piensan bien, eso de cualquier causa social puede servir para verse discriminado cualquier. En una carrera, por ejemplo, como Ciencias Políticas si alguien critica al liberalismo, al marxismo, al catolicismo, al socialismo, a cualquier posible identificación no se podría impartir clases.

El feminismo muere en el ámbito académico

Así, mientras poco a poco se van introduciendo la ideología de género y otras apuestas deconstructoras o neoliberales en el mundo académico, la libertad de expresión acaba en el baúl de la historia. Las feministas, las de verdad, no las postmodernitas, no podrán defender sus teorías porque ello ofendería y supondría una discriminación para los generistas. Porque el feminismo no es ideología de género, quiere acabar con el género en sí. Esta posible discriminación académica supone la muerte del feminismo en términos académicos, como supone la muerte de perspectivas católicas, de posiciones críticas con el sistema, etcétera. Supone, en realidad, la muerte de la libertad de cátedra.

Curioso es que, para terminar, mientras el plagio de una tesis doctoral (o de cualquier otro tipo) está considerado como muy grave, la pena por ello sea casi inexistente. Un azote en el culo del plagiador (no dejarle matricular al año siguiente, es algo que no tiene valor real) y ya está. En ningún caso hay mención de retirar el título (se debe seguir acudiendo a los juzgados), de prohibición de actuación/participación en cualquier ámbito universitario (que sería lo lógico), ni nada por el estilo. ¿Será que han tenido en mente a los políticos plagiadores que se van descubriendo? Actuación de casta, sin duda.